EL ABOGADO QUE FUE SOCIÓLOGO
Nació cuando el
siglo XX estaba recorriendo su primer año, un 13 de noviembre y murió cuando la
Argentina se precipitaba hacia una devastación que prefirió no ver. Su corazón
dijo basta el 25 de mayo de 1974. Eligió, de puro patriota que fue, irse en una fecha histórica. Treinta y seis días después
moría Perón.
Lincoln, en plena
pampa húmeda, fue su cuna. El conservadorismo, su primera adscripción partidaria. A los 17 años, convertido en el
principal referente de la juventud conservadora de Lincoln, se vio obligado a
radicarse en Chivilcoy para cursar el cuarto año de bachillerato, que no había
en su pueblo natal. Participó en las movilizaciones estudiantiles de la
Reforma. A raíz de una huelga estudiantil lo suspendieron por dos años.
En su
autobiografía, Pantalones Cortos, cuenta sus experiencias adolescentes:
“Bastante después de los primeros largos o de mi primer bigote….reaccioné
contra la formación recibida. Creo que recién empecé a pensar desde mi
mismo y no desde una hipótesis previamente construida. Y como no tenía
hipótesis, tuve que sacarme los anteojos prestados para empezar a ver el mundo
que me rodeaba, mi país, mi pueblo, sin teorías, ideologías o cartabones
preestablecidos y cuidando que lo poco que sabía, me sirviera para seleccionar
y no para rechazar, como anticientíficos y anticulturales, los datos que me
ofrecía la realidad.”
La gesta de la
Revolución Mejicana, sobre todo Villa y Zapata aceleran su alejamiento del
conservadorismo. Es un momento de profundos cambios personales. Lo cuenta así:
“Fui cambiando mi posición liberal, casi nietzscheana, a una posición casi
anárquica, casi anarquista. Pero de pronto, empecé a comprender que los
fenómenos políticos, sociales e históricos no son librescos…. Empecé a darme
cuenta que, en grandes líneas históricas, los pueblos se orientan siempre en el
sentido de su interés y empecé a ahondar”.
Hacia 1925 se
acerca a la Unión Latinoamericana, agrupación antiyanqui que presidía José
Ingenieros. Años después reflexionaría lucidamente: “Fui antiimperialista al
estilo de la época y le comía los hígados al águila norteamericana que andaba
volando por el Caribe. Los maestros de la juventud nos tenían buscando el plato
volador en el cielo, mientras el león británico comía a dos carrillos sobre la
tierra nuestra. ¡Que fácil era, entonces, hacer antiimperialismo! Milité en la
“Unión Latinoamericana” y en la “Alianza Continental”. ¡Los grandes diarios nos
publicaban todos los anuncios de los actos que realizábamos y fotografías de
los mismos y transcribían los discursos! Y había generosos caballeros que
contribuían con recursos para esas campañas, para los viajes por el interior y
por toda América” Y con su habitual ironía concluía: “¡Había de patriotas”!
YRIGOYEN – FORJA – PERON
Arturo Jauretche
integró el Yrigoyenismo, expresión de las clases medias consolidadas en las
corrientes inmigratorias y el peronismo a través del cual la nueva clase
obrera (los cabecitas negras), surgida
de las medidas que favorecieron la sustitución de importaciones, adquirió
expresión política.
Participó, en
plena década infame, del levantamiento armado de los coroneles Bosh y Pomar.
Derrotado fue a parar a la cárcel. Desde la prisión escribió el poema gauchesco
“El Paso de los Libres”, prologado por Jorge
Luis Borges, quién luego se arrepintió de su intervención literaria. Uno
de los versos, refleja la orientación que asumirá Jauretche hasta el final de
sus días: “….hasta que un día el paisano/ acabe con este infierno,/ haciendo suyo el gobierno/ con sólo la ley se
rija:/ es pa’ todos la cobija/ o es pa’
todos el invierno”
Alejado del
radicalismo, funda FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Nueva Argentina)
en un sótano de Corrientes 1778. A su lado estuvo siempre Homero Manzi, el
poeta que un día decidió cambiar su condición de hombre de letras para pasar a
escribir letras para hombres. Por esos años, entabló una amistad inalterable
con Raúl Scalabrini Ortiz.
En
condiciones históricas tan adversa, había que descender a los sótanos para mantener la dignidad nacional. Su
manifiesto inicial decía: “En el territorio
más rico de la tierra, Argentina, vive un pueblo pobre, mal nutrido y
con salario de hambre. Nuestra miseria se debe a que: SOMOS UNA ARGENTINA
COLONIAL. Hasta que los argentinos no recuperemos para la Nación y el pueblo el
dominio de nuestras riquezas, no seremos una Nación soberana, ni un pueblo
feliz. Por ello: QUEREMOS SER UNA ARGENTINA LIBRE, de todo imperialismo
extranjero cualquiera sea la ideología con que pretenda encubrir nuestra
explotación. Sin ello no podrá existir: Libertad, Democracia y Justicia. Luche
con nosotros para recuperar la Patria para el pueblo argentino.
Forja es el
vínculo entre los dos movimientos populares del siglo XX. Jauretche comprendió
rápidamente la significación del 17 de octubre de 1945. En una polémica con
Ernesto Sábato que afirmaba que las masas peronistas se movían por
resentimiento, Don Arturo le respondió: “No, amigo Sábato. La lección más
importante de la historia es que la revancha no es bandera. La bandera no es
revancha. La bandera es la esperanza. Lo
que movilizó las masas hacia Perón no fue el resentimiento, fue la esperanza”
“El 17 de octubre
fue un “Fuenteovejuna”, nadie y todos lo hicieron…Era el fin de una época y el
comienzo de otra. Eso fue lo que no comprendieron los antiperonistas….El país
ya era otro país y no quisieron entenderlo. El nuevo país ya no cabía en el
esquema simple de la economía agro-importadora…..La Argentina se estaba
poniendo los pantalones largos y los viejos sectores dominantes se empeñaban en
mantener al “nene” con los pantalones cortos”
Cuando Perón
asume el 4 de junio de 1946, Jauretche comentó: “Nadie en la multitud me
reconoció. Me sonreí pensando que de haber pasado una columna adversaria, gran
parte de ella me hubiera identificado, para agraviarme. Y esa situación
paradojal, de ser desconocido por mis amigos y conocido por mis enemigos, me
confirmó la certidumbre de que una nueva Argentina de carne y hueso estaba de
pie….Muy feliz era desaparecer con los escombros políticos de la otra, que yo
había ayudado a derrumbar, para preocuparme sobre mi lugar en la nueva”.
Fue Presidente
del Banco Provincia hasta 1950: “Me retiré del gobierno porque disentía con las
categorías del grupo que dirigía la economía. También lo alerté a Perón del mal que le causarían los obsecuentes, así como lo contraproducente que resultaba una propaganda machacona y personalista. Perón no dejó margen para los no peronistas que eran nacionales.
No buscó puntos de apoyo. La revolución de él era la entrada del país a la política capitalista. Y no fue
consecuente con ese planteo. Desde luego que no contó con la burguesía que fue
estúpida”
EN LA PRIMERA FILA DE LA RESISTENCIA
Caído el
peronismo, el 16 de noviembre de 1955 sale el primer número de “El 45”,
semanario que Jauretche dirigió hasta su clausura en enero de 1956. Escribía: “
…Perón tenía razón en eso de no querer derramar sangre, si era la cuestión de
un hombre. Pero lo que estaba en juego era mucho más: era lo que se había
puesto en marcha el 17 de octubre de 1945 y el pueblo buscando su destino…..y
empezamos la resistencia civil”
En la sublevación de los generales Valle y
Tanco, con una argucia surgida de su proverbial picardía salva la vida de éste
último.
Premonitoriamente,
calificó al Plan Prebisch, confeccionado a solicitud por la Revolución
Fusiladora como el Estatuto Legal del
Coloniaje. Su texto puede ser aplicado, 48 años más tarde a la situación
actual: “El plan Prebisch significará la transferencia de una parte sustancial
de nuestra riqueza hacia tierras de ultramar. Los argentinos reduciremos el
consumo, en virtud de la elevación del costo de la vida y del auge de la
desocupación. Nuestra industria no tardará en entrar en liquidación. Los
argentinos apenas si tendremos para pagarnos la comida. …Mientras tanto nos
iremos hipotecando con el fin de permitir que falsos inversores de capital
puedan remitir sus beneficios al exterior.
Y como nuestra balanza de pagos será deficitaria, no habrá más remedio que
contraer nuevas deudas e hipotecar nuestro porvenir. Llegará entonces el
momento de afrontar las dificultades mediante la enajenación de nuestros
propios bienes, como los ferrocarriles, la flota o las usinas. Entonces no
habrá más remedio que aceptar sus imposiciones”
El presidente
golpista Pedro Eugenio Aramburu ordenó la interdicción de los bienes de
Jauretche y su captura. Se asiló en Montevideo hasta mediados de 1957.
LOS LIBROS QUE ILUMINARON LA DÉCADAS DEL SESENTA Y
SETENTA
“El medio Pelo en la sociedad
Argentina” es una incisiva disección aguda y vitriólica de franjas
significativas de la clase media. En 1968 aparece el “Manual de
Zonceras Criollas”, una implacable demolición de prejuicios, ideas envasadas,
falsos héroes, y sofismas presentados
como ideas. Sería un buen ejercicio imaginarse cuantos manuales podría haber
escrito Arturo Jauretche en la segunda década infame, donde no quedó estupidez
para exhibir, irracionalidad para acometer ni cipayismo sin ejercitar.
Incursionó en el revisionismo con “Política Nacional y Revisionismo Histórico”.
Sus polémicas en “Filo contrafilo y
punta“. Y su pluma ácida e incisiva encuentra altura en “Los profetas del odio
y la yapa”. Libros escritos manteniendo el tono coloquial de un charlista
inigualable.
COMBATIENDO A LAS ZONCERAS
Muchas de las
frases de Arturo Jauretche parecen tan contemporáneas que resulta increíble que
algunas tengan entre cincuenta y sesenta años
“Asesorarse con los técnicos del Fondo Monetario
Internacional es lo mismo que ir al almacén con el manual del comprador,
escrito por el almacenero”
“El señor
Avellaneda dijo una frase que nos cuesta cara: “La Argentina pagará ahorrando
sobre el hambre y la sed del pueblo.” Pues debe hacerse lo contrario. Primero,
porque las cuentas que nos presentan son falsas; segundo porque las necesidades
del pueblo están por encima de los derechos impuestos por los acreedores”
“Se trata de
saber quién dirige: nosotros o ellos. Los cipayos pretenden convertir este
dilema de dirección nacional o extranjera de la economía en una falsa opción
entre dirigismo y libertad de mercado. No es así. Siempre hay dirigismo,
nacional o extranjero, y de quién aplique ese dirigismo surge la condición
libre o colonial de un país”
“Impedir la
nacionalización de la banca ha sido uno de los objetivos de la vendepatrias. El
que maneja el crédito crea moneda de pago y poder adquisitivo, decide que se
produce y que no se produce, como lo
produce y como lo vende, determina todo, en una palabra. El secreto de la
prosperidad o de la decadencia, del desarrollo o del atraso, está en gran manera
en los bancos”. Basta repasar lo que el paso con el sector financiero en los
últimos treinta años, para encontrar una de las puntas de la decadencia
nacional.
“El dinero de los bancos no es de los
bancos. Es de la sociedad toda que allí deposita, y de allí sale multiplicado
en forma de préstamo. Destruir la nacionalización de la banca fue y es un
objetivo fundamental de los cipayos”
“ Toda
colonización económica va acompañada de la colonización pedagógica, que es
el instrumento cultural necesario para que los pueblos no piensen en sus
intereses y los gobiernos caigan en manos de equipos técnicos y grupos
económicos locales que cumplen la función de los cipayos: entregar el país al
extranjero”
“Los libros debieran ser anteojos para ver
mejor y no anteojos para ocultar la realidad. Esto es lo que a veces les ocurre
a los que quedan en las bibliotecas, contentos de no ver lo que pasa hoy y
aquí”
“Si todo es según
el color del cristal con que se mira, conviene saber que anteojos y anteojeras
nos han puesto, parecidas a esas gafas oscuras que usan muchos nativos, con la
que logran ignorar los verdes de nuestros campos y los azules de nuestros
cielos, acomodados al matiz uniforme adquirido en una casa de óptica”
“Lo importante no
es disputar las achuras como los perros de los mataderos; lo importante es
evitar que se lleven la res y repartirla racionalmente. Entonces hay para
todos”
“La Patria Chica
surge de la desvinculación de nuestras
patrias originariamente unidas, y sus hombres son los que presidieron y
facilitaron esa disgregación buscada desde afuera”
“El humorismo
popular ha acuñado aquello de ¡ Mamá hacéme grande que zonzo me vengo sólo!,
pero esto es otra zoncera más. Porque ocurre a la inversa: Nos hacen zonzos para que no nos vengamos grandes”
“La zoncera madre fue civilización o
barbarie. Su padre fue Domingo Faustino Sarmiento
que la trae en
las primeras páginas de Facundo. Que la oligarquía haya creído un éxito
definitivo de la zoncera civilización o barbarie que llamó “progreso” en la
última mitad del siglo XIX y los iniciales del XX, ha sido congruente con sus
intereses económicos. La incomprensión de lo nuestro preexistente como hecho
cultural, o mejor dicho, el hecho de entenderlo como hecho anticultura, llevó
al inevitable dilema: “Todo hecho propio, por serlo, era bárbaro, y todo hecho
ajeno, importado, era civilizado. Civilizar, pues, consistió en
desnacionalizar. La idea no fue realizar un país sino fabricarlo, conforme a
planos y planes ajenos. Para esa mentalidad el espacio geográfico es un
obstáculo, y luego, era también obstáculo el hombre que lo ocupaba- español,
criollo, mestizo o indígena- y de ahí la
autodenigración, y como fueron paridas y para qué convertidas en dogmas de la
civilización”
“Como Rivadavia no acertó en una sola de sus
fantasías, concebidas y ejecutadas a destiempo, la enseñanza oficial invirtió
los términos: en lugar de proponer a Rivadavia como el hombre que actuaba a
destiempo, lo propuso como el hombre que se adelantó a su tiempo. Así, en el
desacuerdo de las cosas de Rivadavia con su tiempo, la culpa la tiene el tiempo
y no Rivadavia. Eso es como decir que el tiempo estuvo mal porque llovió cuando
nos olvidamos el paraguas. Y no que nosotros nos equivocamos porque no llevamos
el paraguas cuando llovía”
“La prensa
independiente no existe y la independencia es una máscara para hacer pasar la
mercadería de contrabando como agua
corriente “ incolora, inodora, insípida”, para que el estómago del lector no se
prevenga defensivamente”
UN PATRIOTA OLVIDADO Y RECUPERADO
De esta pequeña
muestra del pensamiento jauretchiano, queda claro porque en las últimas décadas
su figura desapareció de las menciones públicas, sus pensamientos fueron
ignorados y sus libros olvidados y al
mismo tiempo su recuperación durante el kirchnerismo y el retorno de sus libros
a las librerías. Abogado, fue el más importante sociólogo con que contó
el país, aunque nunca haya pasado por la Facultad correspondiente. Su lengua
filosa, su pluma ácida, su humor profundo que desarmaba a sus adversarios y
contendientes, sus debates memorables, sus duelos caballerescos, son mucho más
que un recuerdo. Es un legado imprescindible en la ardua tarea de volver a ser
una Nación. Una brújula en la tarea de reconstruir el Estado. Una guía de
consulta en la formidable tarea de integrar una sociedad fragmentada por la
aplicación de políticas liberales que estigmatizó con precisión y acierto. El
mejor homenaje a Arturo Jauretche, a cuarenta años de su muerte, es ser
consecuente con sus métodos de análisis de la sociedad. Su capacidad para ubicar la trinchera correcta en el momento oportuno.
Su coherencia entre el pensamiento y la acción. Por eso fue consecuente hasta
en su muerte. Murió un 25 de mayo. De puro patriota que era. Luchando hasta el final. Con humor y alegría. Porque:
“El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no
vencen. Por eso venimos a combatir por
el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza”