• Milei y Villarruel se preocupan por
la intimidad de Batman con similar solidez con la que explicitan su proyecto
económico. Juntos por el Cambio y su entorno descubren el autoritarismo del
libertario, mientras la vice repasa un pentagrama distinto al de Massa.
Sebastián Lacunza Diarioar 24-09-2023
Cuatro décadas después que Alberto
Albamonte, el libertario Ramiro Marra volvió a apelar a una figura de un
elefante para significar el peso del Estado, durante un acto en Caballito
Prensa La Libertad Avanza
24 de septiembre de 2023 00:02h
Javier Milei y Victoria Villarruel posaron su mirada en “el ano de
Batman”. Se interesaron mucho en el tema, según dejaron saber en entrevistas y
durante el debate vicepresidencial esta semana. “Ano dilatado”, abundó el
candidato presidencial.
A caballo de su inquietud, el
economista egresado de la Universidad de Belgrano y la abogada con módica
experiencia laboral se habilitaron cuestionar la potestad del Estado argentino
para desarrollar investigaciones en ciencias sociales. Alguien les pasó títulos
de tesis que aluden a la sexualidad del superhéroe, al Rey León o a las
canciones de Ricardo Arjona, y así, a ojito, sin leer las investigaciones ni
constatar antecedentes y propósitos de sus autores, determinaron que las
ciencias sociales no sirven de mucho y no merecen fondos estatales. Anuncio:
con La Libertad Avanza, el Conicet “o como se llame” se va a dedicar a ciencias
duras que autorice el estricto parecer de los hermanos Milei, Villarruel y
Conan.
Corresponde dar el crédito correcto
a la bandera epistemológica que ahora enarbola la dupla de La Libertad Avanza.
Fue a fines de 2016, cuando el Gobierno de Mauricio Macri dispuso
recortar las becas de científicos, que tuiteros y medios de comunicación —como
se sabe, espontáneos los primeros; independientes los segundos— pusieron en
la mira a un estudio con el Rey León en el título como epítome del
malgasto estatal. Cabe felicitar a Clarín. Dos de sus lectores están
por dar un paso adelante.
Ni en 2016 ni ahora, los auditores del sistema científico atinaron a pensar que podrían existir investigadores en Argentina y en el mundo que apelen a títulos con gancho para sus trabajos académicos. La base de datos de investigaciones biomédicas PubMed da cuenta de miles de investigaciones con alusiones a Shakespeare, Bob Dylan, atracción sexual y un vasto repertorio de humor negro.
Excepción
El escrutinio sobre el Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) perpetrado por
miradas con tamaña autoridad no deja de llamar la atención. El Estado argentino
no se caracteriza por asignar recursos, escalafones y contratos sobre la base
de evaluaciones validadas por académicos con décadas de estudio y revisiones
periódicas. El Conicet es una de las notables excepciones a la laxitud en la
administración de contratos y fondos estatales.
Las críticas más precisas sobre el
Conicet provienen de ámbitos científicos y universitarios. Existen
cuestionamientos sobre la excesiva carga de burocracia y la obligación
dogmática de publicar papers para conservar recursos, falta de coordinación con
ciertas áreas del Estado, superposición de funciones, áreas de estudio
auspiciadas por intereses económicos, sesgo en las prioridades. Son críticas
atendibles, que tienen su recorrido, pero no logran desacreditar a un sistema
científico diverso, multidisciplinario, creativo, con resultados medibles y
alto reconocimiento internacional. ¿Sobran ejemplos por el estilo en los
ámbitos privado y público argentinos?
Autoritarismo cualunquista
El dato más saliente de Milei es la amenaza a derechos
civiles y humanos, y al requisito básico de que el Estado no sea cruel con los
habitantes. Un segundo escalón está dado por la violencia cualunquista del
economista y varios de sus laderos. Y por allí orbitan el palmario
desconocimiento del funcionamiento del Estado, la falta de coordinación de sus
equipos y la tendencia esotérica para elaborar teorías.
La proclama de reducir el gasto estatal en 15 puntos
del PBI ya deja de ser una aventura temeraria con consecuencias indescifrables
como la dolarización. Equivaldría a dejar de tener Estado nacional
El abordaje de Milei se enseñorea ante el más
acuciante de los problemas, el económico. Lo que comenzó como un severo
desequilibrio de las cuentas en el segundo mandato de Cristina Fernández de
Kirchner, Mauricio Macri lo transformó en una crisis lacerante de
deuda. Al cabo de cuatro años dominados por el tándem de la irresponsabilidad
del Frente de Todos, pandemia, Ucrania y sequía, la amenaza se convirtió en
sistémica. Aquí estamos.
La receta de La Libertad Avanza es bajar el gasto 15%
del producto bruto interno (PBI), para transformar el atendible déficit actual
en un abultado superávit. Esa proclama ya deja de ser una aventura temeraria
como la dolarización. Una reducción del gasto en esos términos equivaldría a
dejar de tener Estado nacional.
El gasto total primario suma cerca de 40% del PBI,
dividido en partes similares entre la Nación y las provincias y municipios. Del
20% de la Nación se desprenden 6,9% a jubilaciones y pensiones, 1,2% a la
asignación universal por hijo, 1,8% a otros planes sociales, 2,6% a subsidios
económicos (2% a energía, 0,6% a transporte), 3,1% a gastos de funcionamiento,
1,6% a inversiones en obras públicas y 0,7% a transferencias discrecionales a
provincias, según el detalle de la consultora EPyCA.
Javier Milei, durante su
acto de campaña en Parque Norte auspiciado por Luis Barrionuevo el 22 de
septiembre de 2023 NA
Ni siquiera el más
ficcional de los escenarios permitiría alcanzar el objetivo de baja de gasto
primario en 15 puntos porcentuales del PBI. Aun si se eliminaran por completo
los subsidios, los giros a provincias y la obra pública, y el Estado se
desprendiera de todas sus funciones (cierra hospitales y educación bajo su
órbita, trenes, documentación y Conicet, deja de informar, clausura el
Congreso, liquida el Ejército y despide a todos los empleados públicos), el
presupuesto restante no alcanzaría para pagar las jubilaciones.
Las provincias tienen
parte de sus recursos garantizados por la Constitución y las leyes, es decir,
estarían fuera de la órbita de la Casa Rosada. La candidata a diputada Marcela
Pagano ya explicitó que la Libertad Avanza planea coercionar a los gobernadores
para obtener apoyo parlamentario. Sin embargo, la caja de provincias que un
eventual gobierno de extrema derecha podría manotear sería la de los giros
discrecionales desde el Poder Ejecutivo, que significan, para los distritos con
menos recursos, fondos para sueldos de empleados públicos, médicos y maestros.
En cualquier caso, esas transferencias suman 0,7% del PBI, muy poco para las
ambiciones recortadoras de Milei.
Repliegue
La insolvencia que exhibe
el equipo libertario en encuentros más o menos reservados en Argentina y en
Estados Unidos lleva a la alarma de sus interlocutores. Algunos de ellos comparten
el diagnóstico histórico del postulante extremista y se atreven a soñar con una
Argentina celestial, sin peronismo, ni izquierda, ni protestas, ni paros.
Ocurre que personas que manejan presupuestos y capitales por resguardar se
preguntan cómo podría ser alcanzado ese objetivo partiendo de premisas falsas y
de la proyección de escenarios inverosímiles, sin equipos.
Personas que manejan
presupuestos y tienen capitales por resguardar se preguntan cómo podría ser
alcanzado el objetivo de Milei partiendo de premisas falsas y la proyección de
escenarios inverosímiles
De este modo se entiende
el repliegue del círculo de poder económico sobre Patricia Bullrich, en una
secuencia que se inició con el aval a un paquete llave en mano orquestado por
Carlos Melconian, y continuó esta semana con el mentor de Milei y dueño de
Corporación América, Eduardo Eurnekián, marcando los puntos en el encuentro del
Consejo Interamericano de Comercio y Producción. “Nos ha llenado el espíritu de
esperanza”, regaló el empresario argentino-armenio a la candidata de Juntos por
el Cambio. “Si no se modera, no estamos para aguantar a otro dictador”,
sermoneó a su execonomista jefe. Conocedor de mil vaivenes en la política
argentina, a Eurnekián ya no le causa tanta gracia el personaje al que promovió
en los programas de América TV, el canal del que es accionista.
El poder económico se
mueve, explora, se acerca, se aleja, pero hay dos tótems, Clarín/Telecom y
Techint, que parecen haber advertido hace tiempo el riesgo Milei. Por algo ocupan
su lugar en el entramado empresarial argentino.
Clarín activa sus
fierros. Es tiempo de confesiones a cámara sobre el pecado de haber alimentado
a Milei durante tres años, sin reproches sobre su insolvencia y su violencia. A
la televisión argentina le causaba gracia cuando Milei avivaba un mercado de
opinión que tarde o temprano terminaría votando a Juntos por el Cambio. Era
útil para denunciar la “infectadura” de un gobierno, el de Alberto Fernández,
que establecía restricciones a la circulación para evitar la aceleración del
Covid-19, aunque no tantas como Angela Merkel o Emmanuel Macron, lo que fue
convenientemente disimulado. Había que informar que Argentina era “un país de
mierda” y Milei era un buen altoparlante.
Salió mal.
Ahora resulta que el candidato
libertario es autoritario porque busca controlar quién lo va a entrevistar y
con quién se va a encontrar en los programas a los que lo invitan en TN y LN+.
Un problema que, cabe decir, Macri y Cristina resuelven más fácil con sus
vínculos contantes y sonantes con determinados dueños de medios. El
expresidente conservador pasa gratos momentos en sets de sus socios en la
prensa. Desconoce la repregunta y, cuando se filtra, entra a caminar. Su
séquito se ocupa de separar indeseables, como ocurrió esta semana con el
cronista Luis Sánchez, de FM La Ronda, de Colonia Caroya, Córdoba. La
vicepresidenta se permite pausas de años entre entrevista y entrevista. Cuando
llega una, la circunstancia es tan excepcional y controlada, que alcanza para
que transmita el mensaje que buscaba y poco más.
La postulante presidencial de Juntos por el Cambio encaró el
camino al 22 de octubre con el kirchnerismo en la mira. Pronunció “derrotar”,
“destruir”, “terminar”, “acabar”. Por ahora, se ahorró “aniquilar”.
Explica una de las voces centrales en la estrategia de la
exministra de Seguridad. “En la primera vuelta se juega un fin de ciclo. Hay
una posibilidad real de que el kirchnerismo quede tercero y ése es el objetivo
prioritario en esta instancia”.
Si en efecto se da un balotaje entre Milei y Bullrich,
Juntos por el Cambio necesitará los votos del sector político al que se propone
“acabar para siempre”. “Nosotros tenemos claro que cada elección requiere una
estrategia diferente. Para las PASO encaramos una interna, se trataba de que
ganara el proyecto para encabezar la oposición. Lo logramos y ahora nuestra
pelea es ésta. Y en el balotaje, será otra”, indica la fuente en una mañana
nublada, mientras Bullrich recibe el apoyo de la derecha clásica de América
Latina y España, un club en el que el PRO pisa fuerte.
¿Acaso el propio Luis Barrionuevo, el Momo Venegas o Hugo
Moyano no estuvieron cerca de Macri? 'De Macri, Patricia es otra persona',
responde la voz
En la configuración que predomina en el equipo de Bullrich,
las diferencias con Horacio Rodríguez Larreta y las dudas en cuanto al apoyo de
Macri quedaron en el pasado.
“Ahora estamos todos enfocados en ganar el 22”. “Hay
problemas muy serios, votantes enojados, que pudieron cuestionarnos por qué
estábamos ocupados en nuestra pelea con este nivel de descalabro. Pero no son
personas enardecidas con ganas de romper todo. Les ofrecemos un rumbo claro y
lo están percibiendo”.
El entorno de Bullrich pone el foco en “los sindicalistas
mafiosos” que se están acercando a Milei. ¿Acaso gremialistas tradicionales
como el propio Luis Barrionuevo, el Momo Venegas o Hugo Moyano no estuvieron
cerca de Macri? “De Macri, Patricia es otra persona”, responde la voz.
No es la única diferencia que en el entorno de Bullrich
trazan con el mundo Macri. La afición del exmandatario por el espionaje ilegal
y los manejos espurios en los tribunales tiene un peso omnipresente en Juntos
por el Cambio. Es el “de eso no se habla” ineludible, porque de lo contrario,
sería imposible continuar en el mismo barco. “Patricia nunca estuvo relacionada
a ninguna herramienta extorsiva”.
“Irresponsabilidad”, “disparate”, “salto al vacío”,
“populismo de derecha” son etiquetas que recorren el arco discursivo de Juntos
por el Cambio, como quien busca cohesión a partir de identificar al rival. Como
a los medios hegemónicos, a la coalición de derecha la persigue su pasado
reciente a la hora de separarse de Milei, convertido ahora en un competidor
directo de que mira desde arriba.
Los referentes de la alianza PRO-UCR claman por las
inconsistencias de sus pares de La Libertad Avanza, pero fue Bullrich quien
semanas o meses atrás, sintonizó con el levantamiento del cepo “desde el primer
día”, despidos masivos en el Estado e irresponsables rebajas impositivas y de
retenciones.
La nominación de Melconián, problemática por lo que denota
sobre la debilidad de Bullrich en materia económica, vino de la mano de que
“bajar impuestos sin bajar el gasto es mentir”. Buen avance con respecto a los
años de Macri. Resta saber más detalles sobre cómo la devaluación por venir no
disparará un proceso inflacionario como el de 2016 y por qué la “convivencia de
monedas” no terminará de liquidar al peso.
Las batallas de la vicepresidenta
Cristina mostró sus cartas anoche en la clase magistral en
la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo, en el barrio de
Balvanera. Surcó caminos conocidos, pero aumentó la incoherencia.
La vicepresidenta navega con solvencia a la hora de
describir el fracaso de los experimentos neoliberales y, en particular, los
cuatro años de Cambiemos, pero cae en trazo grueso, tergiversaciones y
falsedades cuando dibuja el balance de su último período en la Casa Rosada, y
se mete en un relato autoindulgente hasta el infinito al hablar de la actual
gestión.
En medio de un auditorio fiel que parece gozar de escuchar
siempre la misma canción, aplaudió Axel Kicillof, pese a que reclama nuevos
pentagramas. El efímero precandidato presidencial Eduardo de Pedro también
estaba allí, como si nada, sin dar explicaciones sobre el minuto en que
consideró pertinente dejarse levantar el brazo por Barrionuevo.
Cristina Fernández de
Kirchner, durante su disertación en la UMET el 23 de septiembre de 2023.
La vicepresidenta se
metió en un berenjenal de power points, libró su batallita periódica contra
Martín Guzmán y se exceptuó de cualquier responsabilidad por los resultados del
gobierno del Frente de Todos, porque “lo intenté (cambiar el rumbo económico)
de todas las formas posibles”. Habría que revisar la técnica de reproducir
filminas con un mar de números que incluyen la carga impositiva desde Dinamarca
a Ecuador, en medio de digresiones e interpretaciones antojadizas.
El sinsentido de que “el
déficit fiscal no genera inflación” volvió a ser pronunciado por la
vicepresidenta. En rigor, una gran verdad sostenida en la Escuela Justicialista
Néstor Kirchner: lo que dispara los precios es la emisión de moneda sin
respaldo. Entonces, Cristina incursionó por enésima vez en un abismo
argumentativo. Como en efecto la deuda es un lastre impagable, infiere que no
hay que rever gastos absurdos del Estado, como los subsidios de gas y
electricidad para los ricos que tanto defendió.
La vicepresidenta se
atrevió a cuestionar las distorsiones y privilegios impositivos vigentes, una
semana después de que los suyos celebraran que la Argentina se transformó en
uno de los países del mundo con menor carga impositiva para los salarios más
altos.
La vicepresidenta se
metió en un berenjenal de power points, libró su batallita periódica contra
contra Martín Guzmán y se exceptuó de cualquier responsabilidad de los
resultados del gobierno del Frente de Todos
La constatación de que la
“dueña de los votos” no cambió un ápice su credo económico ni su convicción
para darlo a conocer es un dato preocupante para la candidatura de Sergio Massa
y el futuro de Unión por la Patria. Desde que se hizo cargo del Ministerio de
Economía, el ahora candidato está aplicando medidas en las antípodas del
recetario de Cristina.
En una no muy probable
hipótesis de una presidencia de Massa, ¿alguien podría soportar un escenario en
el que el presidente apunte a reducir el déficit y a sobrecumplir metas del
FMI, como intentó el ministro en el segundo semestre de 2022, mientras Cristina
y Máximo Kirchner se vuelven a enojar? ¿Qué punto de contacto tienen el
viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, y las clases magistrales de la
vicepresidenta? ¿O presentaciones como la de ayer son sólo para la tribuna?
SL