28 marzo 2012

APLAUDIDORES

Los discursos de la presidenta dejan siempre muchos temas para iniciar o seguir un debate. Su capacidad expositiva está fuera de discusión. Desde el periodismo militante de Clarín, la periodista Susana Viau califica despectivamente a los discursos de la presidenta de stand up, género teatral unipersonal de moda y desde la misma escudería el periodista moralista Nelson Castro califica de Aló Presidente, como remedo del programa radial de Hugo Chávez  de ese nombre. 
Lo que aquí se puntualiza  está enfrente de la vereda por la que discurren los periodistas mencionados, autocalificados engañosamente de independientes o profesionales.
Cualquier virtud puede transformarse en un defecto cuando se tiende a una insistencia desmesurada. Dos o tres discursos diarios pueden producir  saturación, además de incurrir en errores por la fuerte exposición. Lo que resulta crecientemente llamativo es el escenario armado por aplaudidores, que cumplen el papel inverso a las antiguas lloronas que eran contratadas en los velorios, o las risas de los reidores en los programas cómicos. Se tiene la convicción que los invitados, muchos de ellos, manifestarían su satisfacción tanto si se recuperan las Islas Malvinas cuanto si se anuncia que habrán de regalarse. Expresarían satisfacción si se estatizara YPF o si se la entregara a otros concesionarios privados. Si se anunciaran nuevos desendeudamientos o la contratación de nuevos préstamos. Un aplaudidor no repara en el sentido de lo que escucha; por eso puede hacer chocar sus manos por esto o todo lo contrario. 
Parece necesario que muchos de los concurrentes relean lo que dijo Néstor Kirchner en una conmemoración del día del militante: “No queremos tropas “disciplinadas” que a todo digan “sí”. Queremos tener compañeros y compañeras que piensen, que nos digan la verdad, que tengan capacidad transgresora, que nos ayuden a equivocarnos lo menos posible. No queremos más la práctica del culto al individualismo, a la personalidad y a la teoría del jefe. Esas teorías que tanto daño le han hecho a la política. Quienes desde la lealtad se atreven a pensar y disentir, se diferencian en mucho de aquellos que ocultan con la obsecuencia la traición.” A su vez, un militante debe encuadrarse en un proyecto colectivo, sin renunciar a las armas de la crítica. Kirchner lo habría afirmado en términos descarnados en una charla íntima con los jóvenes de La Cámpora, según el testimonio de un reciente libro de la periodista Laura Di Marco sobre la agrupación juvenil: “Muchachos, hay algo que tienen que entender. En política, hay dos clases de tipos: los que trabajan para un proyecto colectivo y los cogedores sueltos. A los de la segunda categoría hay que saber detectarlos a tiempo porque, tarde o temprano, te terminan cagando”.
No es cuestión de contraponer en forma sesgada e intencionada a Cristina Fernández con Néstor Kirchner, como se intenta realizar desde sectores que no dejaron de demonizar al ex presidente, al cual ahora le descubren virtudes que ignoraron o denostaron en vida del santacruceño.
La historia debe servir como aprendizaje y no como mero conocimiento. El kirchnerismo reivindica con mucha dificultad a Perón con quien la juventud peronista de los setenta en su versión montonera se enfrentó y de quien se siente tributaria, enarbola con énfasis a Eva Perón, que murió muchos años antes y con quien se puede tejer una historia contrafáctica favorable. Tiende a incurrir en algunos de los errores  groseros de entonces  al transitar por  un verticalismo donde el debate se posterga para momentos más propicios y la subordinación y la obediencia se potencian.
La militancia debe estar integrada por un menú  que comprenda formación política amplia, debate intenso, adopción democrática de las decisiones y luego sí verticalismo en su aplicación.
Si se saltean pasos y se va linealmente al último, convirtiendo a los seguidores meramente en transmisores oportunistas del relato, es lógico que la escenografía esté integrada por aplaudidores.
El peligro de una situación de estas características es tener un paraguas en un día de sol y carecer del mismo cuando llueve. Precisamente cuando se necesitan militantes talentosos e imaginativos y no meros aplaudidores.

27-03-2012

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25 marzo 2012

LA DERROTA Y SUS LECCIONES

NOTA PUBLICADA EN EL 2006 CUANDO SE CUMPLIERON 30 AÑOS DEL GOLPE ESTABLISHMENT- MILITAR. CONSERVA BUENA PARTE DE SU ACTUALIDAD A 36 AÑOS DEL 24 DE MARZO DE 1976

A 30 años del 24 de marzo

 Treinta años no son nada en la historia de un país y el 40% de la vida humana promedio. El 24 de marzo de 1976  implica el recuerdo doloroso del ingreso al horror, el día inicial que profundizó los años de plomo. La noche y niebla vernácula. El intento criminal de  establecer  un nuevo modelo económico implantado con tracción a sangre. El puntapié inicial de una enorme derrota cuyas consecuencias persisten en la vida cotidiana. El propósito eficaz de liquidar un modelo económico arrasando con las posibilidades de resistencia, para lo cual había que terminar con los delegados gremiales combativos, luchadores sociales, estudiantes radicalizados, jóvenes con inquietudes sociales, guerrilleros, simpatizantes, sospechosos de serlo, aplicando la metodología del asesinato encubierta baja la tenebrosa figura del “desaparecido”. El Estado se convirtió en terrorista, aplicando el secuestro y la tortura sistemática, y su justicia, sin posibilidades de defensa, se impartía en las mazmorras de los campos de concentración. Las sentencias eran cumplidas sepultando a los condenados en tumbas colectivas, quemando en otras los cadáveres o arrojándolos vivos al mar o al Río de la Plata   
Cualquier persona medianamente informada sabía que en caso de golpe, el futuro sería tenebroso. Circulaba un rumor que tenía envergadura de certeza: en el horizonte se avizoraba una réplica del pinochetazo, cuyas atrocidades eran ampliamente conocidas de éste lado de la cordillera. El golpe se anunció con precisión matemática, a noventa días de perpetrarse el asalto nocturno. Lo hizo Jorge Rafael Videla, desde Tucumán, en la Nochebuena  de 1975. Con el mismo desparpajo, en una sociedad que había devaluado el valor de la vida, el futuro carnicero adelantó, el 10 de octubre de 1975, desde Montevideo: “Si es preciso, en la Argentina deberán morir todas las personas que sean necesarias para lograr la paz del país”.
Los asesinos ejecutarían, con precisión, luego del 24 de marzo, sus pronósticos y advertencias.

ANTES DEL 24 DE MARZO
La Argentina añorada por los sectores conservadores del país es la que se extiende entre 1880 y 1930. Esa especie de Arabia Saudita agropecuaria, con ganaderos que tiraban manteca al techo en París y peones famélicos, que viajaban en barco a Europa acompañado de una vaca para alimentar con leche fresca a sus párvulos. En la ciudad que vale mucho más que una misa, se decía “Tan rico como un argentino”. Esa oligarquía era librecambista, anti industrial, xenófoba, capitalista, pero no burguesa, en la medida que no reinvertía el excedente, profundamente dependiente de Inglaterra en lo económico y de Francia en lo cultural. Las crisis del capitalismo mundial ( la primera guerra mundial, la crisis de 1929) les obligó a adoptar medidas proteccionistas que le repugnaban desde el punto de vista ideológico. Demostrando un enorme pragmatismo no vacilaron en aplicarlas.
A la vera, entonces, de sucesos mundiales que no podían manejar, nació una incipiente industria de sustitución de importaciones. Con ella llegaron dos nuevos actores: una burguesía nacional endeble, ideológicamente alienada a la oligarquía, sin un proyecto integral de país y una nueva clase obrera surgida de las inmigraciones internas. Perón consolidó el modelo, y al tiempo que realizaba una notable redistribución de ingresos, integraba a la clase obrera, fortificaba  la industria con transferencias de ingresos del sector agropecuario y realizaba la política de una burguesía nacional cuya miopía le llevaba en franjas importantes a oponerse, irritados por la legislación laboral y por los límites al derecho de propiedad que le imponía el delegado obrero. Todo ello fue posible, por la existencia de un Estado poderoso que actuaba como redistribuidor y mediaba en los conflictos.
Desde el 16 de septiembre de 1955 se intentó desmantelar este modelo. Que no se iban a reparar en los medios, quedó claramente reflejado en el bombardeo a Plaza de Mayo del 16 de junio de 1955. Los que se presentaban como democráticos, la oligarquía, sectores importantes de la burguesía nacional y sectores mayoritarios de la clase media y de las fuerzas armadas no podían resolver la cuadratura del círculo: llamar a elecciones y que no ganara el peronismo.
El golpe del 28 de junio de 1966 fue otro intento serio de desmantelamiento del modelo, especulando con un gobierno a veinte años, período en que se suponía que la muerte acabaría con Perón exiliado en España. La intervención de la Universidad radicalizó a los estudiantes que fueron desalojados de su isla democrática. El cierre de los ingenios convirtió a Tucumán en un polvorín. Eran dos de los focos de conflicto que las torpezas de Onganía en representación de las Fuerzas Armadas potenció a niveles superlativos.
La destrucción del modelo de sustitución de importaciones tenía dos limitaciones importantes: las Fuerzas Armadas penetradas por el liberalismo conservaban, fuertemente arraigada, la convicción que muchas empresas estatales era funcionales a la seguridad nacional y se oponían a la privatización. El otro bastión de resistencia eran las organizaciones sindicales.
La confluencia de los obreros mejores pagos de Córdoba con los estudiantes universitarios y la mayoría de la población cordobesa terminó con Onganía y mandó a la autodenominada Revolución Argentina a terapia intensiva. A Roberto Levingston lo desplazó un segundo cordobaza. Lanusse, su sucesor, intentó negociar con Perón en una partida de ajedrez histórica que concluyó con su amplia derrota. El país había cambiado. Manifestaciones inscriptas en una excepcional politización, traducidas en una sucesión de azos, rosariazo, mendozaso, rocazo,  junto con la aparición de organizaciones guerrilleras concluyeron en el triunfo de la fórmula Cámpora- Solano Lima. Alejandro Agustín Lanusse sólo pudo proscribir a Perón, por la cláusula de residencia, situación que se solucionó en las elecciones del 23 de septiembre.
El período que va del 25 de mayo  de 1973 al 1 de julio de 1974, es el último intento de mantener la equidad en la distribución y la integración social en la sociedad más desarrollada y culta de América Latina.
El modelo de sustitución de importaciones exteriorizaba considerables grados de agotamiento. La capacidad productiva no acompañaba el proceso distributivo. La sociedad se había complejizado, las tensiones sociales se agudizaron, los movimientos guerrilleros se convirtieron en patrullas perdidas y aisladas.  La muerte de Perón marcó el final de la época iniciada en 1945.  

LA PENDIENTE HACIA LA CATÁSTROFE
 La violencia y los muertos se acumularon en un conflicto demencial entre La Triple A organizada por López Rega y las organizaciones guerrilleras. El gobierno de Isabel, en medio de un país que se incendiaba en una lucha por la distribución del ingreso, sancionó la Ley de Contrato de Trabajo y nacionalizó las bocas de expendio de los combustibles. A su vez, jaqueada por el establishment, implementaba la política exigida por este, mediante el Rodrigazo. La resistencia de los sindicatos y de la población en general, terminó con Rodrigo y López Rega. El Operativo Independencia para terminar con el foco guerrillero de Tucumán, adelantaría los métodos futuros: la escuelita de Famaillá sería el primer campo de concentración.
La clase media se espantó por la violencia y el desorden que se traducía en la violencia política, en la disparada de precios y el desabastecimiento. La ineptitud de Isabel acentuaba el cuadro. Sin embargo no sería derrocada por los numerosos defectos de su gobierno, sino por sus escasas virtudes y por el remanente de soberanía popular que representaba.
Durante este período se produjeron mil seiscientas muertes políticas, la mayor parte de ellas,  asesinatos
El fantasma de control de los movimientos guerrilleros que se esgrimía en febrero de 1976 era falso. La guerrilla estaba militarmente derrotada al 24 de marzo luego de haberse auto aislado políticamente. En 1998 esta afirmación fue confirmada por Wayne Smith agregado de la Embajada Norteamericana en nuestro país en aquellos años, quien sostuvo: “La embajada jamás consideró que había una gran amenaza terrorista. Los militares argentinos eran quienes pensaban que estaban librando la primera batalla de la tercera guerra  mundial. Para mi eso siempre fue una tontería”. Y de esto la Embajada Norteamericana sabe bastante. Horacio Verbitsky publicó en Página 12, el 4-12-2003, documentos desclasificados del Departamento de Estado: “El 7 de octubre, (1976) Guzzetti visitó a Kissinger en su suite del Waldorf Astoria de Nueva York. El clima fue de abierta camaradería y el embajador argentino ante las Naciones Unidas, Carlos Ortiz de Rosas, opinó incluso sobre el proceso electoral estadounidense, en favor de Ford y en contra de Carter. Kissinger criticó la posición de Carter, quien en un debate con Ford había objetado la ayuda de Estados Unidos a Arabia Saudita e Irán y se dirigió a Guzzetti en forma jocosa: “Tienen suerte que no mencionó a la Argentina. Ya los va a agarrar en el próximo debate. El consuelo es que sólo faltan tres semanas” (para las elecciones del 2 de noviembre). La trascripción del Departamento de Estado acota “Risas”. Guzzetti aprovechó para pasar su mensaje: “Recordará usted nuestra reunión en Santiago. En los últimos cuatro meses nuestra lucha ha tenido muy buenos resultados. Las organizaciones terroristas han sido desarticuladas. Si las cosas siguen en el mismo sentido, antes de fin de año habrá pasado el peligro. Siempre habrá intentos aislados, por supuesto”. Kissinger preguntó si para la próxima primavera boreal, que empieza a fin de marzo, todo habría terminado. Guzzetti le respondió que ello ocurriría “antes de fin de año”. La Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas estableció que la mitad de los detenidos-desaparecidos fueron secuestrados después de esa fecha. Esto ratifica que la represión clandestina se abatió sobre un alto número de personas que no participaban en las organizaciones armadas, de acuerdo con la consigna del general Ibérico Saint Jean: “Primero mataremos a todos los subversivos, luego a sus colaboradores, después a sus simpatizantes, luego a los indiferentes y por último a los tímidos”.

VOCES DEL 23 DE MARZO DE 1976
“Es inminente el final, todo está dicho”. Titulo catástrofe del diario La Razón
“La culminación de un Proceso” título interior Diario Clarín
“Mañana volveremos a encontrarnos con la presidente y el gabinete. Para mi todo es normal. El gobierno no se negocia. No es cierto que haya ultimátum. ¡Juéguense por nosotros! ¡Pagamos dos con diez!” Dirigente metalúrgico Lorenzo Miguel
El director del Cronista Comercial, actualmente desaparecido Rafael Perrota le advirtió a uno de los secretarios de redacción, el autor teatral Roberto Cossa, según cuenta Alberto         Dearriba en su libro El Golpe: “ Ustedes no tienen idea de lo que va a pasar en este país”
“Señora, las Fuerzas Armadas han decidido tomar el control político del país y usted queda arrestada” General Villareal
“Correrán ríos de sangre cuando el pueblo se entere y salga a defenderme” Isabel Perón

VOCES POSTERIORES AL 24 DE MARZO   

“Solo los corruptos, los criminales y los subversivos, tendrán que temer a la nueva autoridad” Comunicado oficial
“Un terrorista  no es solo el portador de una bomba  o una pistola, sino también quién difunde ideas contrarias a la civilización cristiana y occidental” Videla a The Times 4-01-1978  
“Las guerras sucias nunca se pelean con guantes blancos....Hemos usado con los terroristas los mismos métodos drásticos que ellos habían empleado” Alfredo Martínez de Hoz  Martín Andersen Dossier Secreto El mito de la Guerra Sucia”
“Primero mataremos a todos los subversivos, luego a sus colaboradores, después a los simpatizantes, luego a los indiferentes; y por último a los tímidos” General Ibérico Saint Jean, Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Mayo de 1977”
“En la Perla, los subversivos estaban ahí para resguardarse de sus pares” Luciano Benjamín Menéndez Revista Gente 15-03-1984
“ Los  vuelos fueron comunicados oficialmente por Mendía ( vicealmirante de la Armada), pocos días después del golpe militar de marzo de 1976. Se informó que el procedimiento para el manejo de los subversivos en la Armada sería sin uniforme y usando zapatillas, jeans y remeras. Explicó que en la Armada no se fusilarían subversivos ya que no querían tener los problemas sufridos por Franco en España y Pinochet en Chile. Tampoco “se podía ir contra el Papa” pero se consultó a la jerarquía eclesiástica y se adoptó un método que la Iglesia consideraba cristiano, o sea que la gente despega de un vuelo y no llega a destino.
Ante las dudas de algunos marinos, se aclaró que “se tiraría a los subversivos en pleno vuelo”. Después de los vuelos, los capellanes nos trataban de consolar recordando un precepto bíblico que  habla de  separar la hierba mala del trigal” Arrepentido Adolfo Scilingo    
“Entre esos cinco mil desaparecidos, puede haber errores. Aquí libramos una guerra y para vencerla hubo que adoptar medidas drásticas. Quizás nos equivocamos, pero al final, y eso es lo que importa, vencimos” General Ramón Camps a la revista La Semana enero de 1984.
“Tengo la sensación de que finalmente la Argentina tiene un régimen que comprende el sistema de empresa privada.” David Rockefeller
“Martínez de Hoz es el arquitecto de lo que puede llegar a ser una de las recuperaciones económicas más destacadas de la historia moderna” Ronald Reagan  
“El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política represiva, y cuyo término estaba señalado por elecciones convocadas para nueve meses más tarde. En esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad de un proceso democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y agravaron.
Ilegítimo en su origen, el gobierno que ustedes ejercen pudo legitimarse en los hechos recuperando el programa en que coincidieron en las elecciones de 1973 el ochenta por ciento de los argentinos y que sigue en pie como expresión objetiva de la voluntad del pueblo, único significado posible de ese "ser nacional" que ustedes invocan tan a menudo….. Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada… Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados no pretendiera que esa Junta procura la paz, que el general Videla defiende los derechos humanos o que el almirante Massera ama la vida, aún cabría pedir a los señores Comandantes en Jefe de las 3 Armas que meditaran sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de ganar una guerra que, aún si mataran al último guerrillero, no haría más que empezar bajo nuevas formas, porque las causas que hace más de veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán desaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las atrocidades cometidas. Invirtiendo ese camino han restaurado ustedes la corriente de ideas e intereses de minorías derrotadas que traban el desarrollo de las fuerzas productivas, explotan al pueblo y disgregan la Nación. Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina.” Rodolfo Walsh Carta Abierta a la Junta Militar  24-03-1977.

LA DERROTA Y SUS LECCIONES
Un Perón, viejo y enfermo intentó y durante su presidencia lo consiguió en gran medida, contener una sociedad de elevada confrontación. El avance de masas fue decayendo. Su muerte desató una lucha que espantó a la clase media que se sumó decididamente al golpe. Los sectores económicos en forma casi unánime propulsaron el 24 de marzo, que debía cumplir las tareas inconclusas de 1955 y 1966. Los Montoneros cometieron un grueso error de apreciación política y se fabricaron un Perón inexistente, soñándolo socialista. Sus padres, gorilas, lo habían denostado por fascista. El paso a la clandestinidad en septiembre de 1974, hoy ha sido reconocido como una equivocación trágica por algunos de los dirigentes montoneros sobrevivientes.
Se enfrentaron a Perón el 1 de mayo de 1974, siguiendo un mal diagnóstico,  a sesenta días de su muerte. Antes lo habían provocado con el absurdo asesinato de José Rucci, a dos días de haber triunfado la formula Perón- Perón con el 62,7 % de los votos.
A medida que los fierros reemplazaban a la política, se sumergían en un aislamiento político y se convertían en una banda armada. Interiormente, los dirigentes más  lucidos políticamente  eran relegados por los que manejaban mejor y mas audazmente las armas. Sobrestimaron sus fuerzas, creyendo erróneamente que podían enfrentar en igualdad de condiciones a un ejército. La consigna de “cuando peor, mejor” fue funcional a los intereses de los golpistas.   
Esta vez el asalto al gobierno no tendría  limitaciones en los medios utilizados. Como bien dice Pilar Calveiro en “ Política y/o violencia. Una aproximación a la guerrilla de los 70”:  “Era necesario emprender una operación de “cirugía mayor”, así la llamaron. Los campos de concentración fueron el quirófano, donde se llevó a cabo dicha cirugía; también fueron, sin duda, el campo de prueba de una nueva sociedad ordenada, controlada y, sobre todo aterrada”.
A treinta años de estos hechos, es importante cambiar el ángulo de análisis. Las Fuerzas Armadas no pusieron a José Alfredo Martínez de Hoz. Fue el bloque de intereses económicos que representaba Martínez de Hoz  el que  colocó a Videla de Presidente. Fueron los inspiradores intelectuales de las atrocidades cometidas por las Fuerzas Armadas. Los que usufructuaron los negocios, el desmantelamiento industrial, los  que configuraron la Patria Financiera. Los que hipotecaron el país, dejando con la deuda externa,  un ejército de ocupación que colocó una soga al cuello del país. A cambio, el dólar barato le permitió a gruesas franjas de las clases medias creer que accedían al primer mundo, aunque más no sea,  en su condición de turistas.
Los ejecutores de la masacre fueron juzgados y su poder político quedó reducido a cenizas. Los autores intelectuales permanecieron detrás de la escena, y nunca los alcanzó ni la justicia ni el juicio público. Por eso su poder continúa incólume. Se subieron al gobierno de Alfonsín, al que le estalló en las manos los retazos del modelo de sustitución de importaciones, inmovilizado por sus limitaciones, sus ingenuidades y un estado anémico y gordo corroído por la Patria Contratista.
La hiperinflación disciplinó a una sociedad que en sus genes le habían inoculado el miedo  a la política, como instrumento modificador de la sociedad y los comportamientos sociales. Con Menem y Cavallo, se completaría, ahora con apoyo popular, todo lo que en economía dejó pendiente la dictadura criminal. Se aplicaría nuevamente “cirugía mayor, sin anestesia”.
Así en 1995, a cuarenta años de la Revolución Libertadora, se completaba la liquidación del modelo de sustitución de importaciones y se descuartizaba el Estado de Bienestar. Se archivaba el desarrollo industrial y con ello se reducía considerablemente “el monstruo que anidaba en sus entrañas”: la clase obrera  
 Los ganadores siguen siendo los mismos, con beneficiarios alternativos dentro del bloque dominante.
El modelo de economía abierta, privatizaciones, empate monetario, reducción liliputiense del Estado, el mercado como distribuidor de ingresos se agotó en una década, y concluyó en la mayor crisis económica de la historia argentina, que ha modelado una sociedad Belindia, con desigualdades desgarradoras y un alto grado de fragmentación social.
El costo infinito de la destrucción de un modelo y su reemplazo por otro depredador, queda reflejado con nitidez en el PBI per cápita: el del 2005 es igual al de 1975.  
Muchos de los integrantes del elenco estable del establishment hoy agachan la cabeza con Kirchner, mientras sus bolsillos engordan desmesuradamente. Sin embargo, no les gusta ni el trato ni el discurso del santacruceño, y esperan, pacientes, el momento de presentarle las facturas.        
La dictadura criminal triunfó ampliamente y muchos de sus valores deleznables se incorporaron a la vida cotidiana. La mano dura, el desprecio hacia el otro, la discriminación, el miedo, la peregrina aseveración que defender la aplicación de la justicia para el que delinque es estar a favor de los delincuentes, la idea que los problemas sociales y de seguridad se los combate con el endurecimiento de las penas del código penal, la prefiguración de un orden basado en los silencios y la obediencia, el denuesto de la protesta. El privilegiar al consumidor sobre el ciudadano, y luego llevarlo a la condición de desocupado con lo que se redondea una exclusión total. La concepción que el derrotado en el mercado es alguien que merece su suerte y debe ser abandonado como exteriorización de su fracaso. El haber dejado como Caballo de Troya la deuda externa y los planes económicos de devastación y hambre, que vaciaron la democracia y pulverizaron las representaciones políticas. Una democracia edificada sobre una derrota bélica.
A treinta años de una tragedia, de la que posiblemente la mayor parte de la sociedad fue cómplice y víctima, el debate de los años de plomo se presenta como imprescindible. El mismo debe incluir los groseros errores del campo popular. Lentamente, se ha ido exponiendo la militancia de muchos desaparecidos, dejando de presentarlos como desaparecidos “apolíticos”. Su adscripción política permite colocarlo en la verdadera categoría de luchadores políticos y por lo tanto sujetos a una revisión de los métodos y fines que persiguieron y utilizaron.   
Si estas líneas sirven como un disparador para ese debate, su escritura se habrá justificado.     
    

20-03-2006
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22 marzo 2012

PUENTES DINAMITADOS


El conflicto entre el gobierno y la CGT cuyo secretario general es Hugo Moyano parece haber entrado en un terreno de difícil retorno. A esta altura aparece claro que la estrategia del gobierno es la de intentar digitar al frente de la entidad gremial a alguien menos representativo pero más dócil que el dirigente camionero. El arrasador triunfo el  23 de octubre de Cristina Fernández, precedido de un escamoteo de puestos al sector sindical en la confección de las listas, anticipó la ofensiva que se desató posteriormente repitiendo la táctica de Néstor Kirchner con relación a la decapitación del duhaldismo, desplegada a continuación del categórico triunfo electoral por la senaduría de la provincia de Buenos Aires en el 2005, cuando Cristina Fernández infringió una paliza electoral a Hilda “Chiche” Duhalde. 
La inoportuna pretensión  esbozada por Moyano en la cancha de River de intentar un presidente obrero en próximas elecciones, la amenaza de movilizar camiones a Plaza de Mayo por un exhorto de la justicia suiza, el agresivo discurso en diciembre en el estadio de Huracán, fueron pasos potenciados como réplica a una escalada de distanciamiento desarrollado desde la Casa Rosada. Fue  inoportuna la consigna de un futuro presidente obrero, porque un dirigente con indudable poder, no debe proponer algo que su relación de fuerza no le permite instrumentar. Actuó como ciertos dirigentes de la izquierda bullanguera que propone medidas radicalizadas sin contar los actores sociales para poder ejecutarlas. Además ni en el peronismo con Perón vivo, ni en el kirchnerismo se puede intentar discutir el liderazgo, sin que se pague la factura por esa desobediencia.  
A su vez la presidenta usó en reiterados discursos expresiones duras como la calificación no siempre injusta, de extorsión ante reclamos obreros, desechó el proyecto de ley de participación de los obreros en las utilidades de las empresas equivocadamente vertidas en un escenario empresarial, interrumpió todo diálogo con la CGT, y tuvo expresiones desafortunadas con relación a los maestros con lo que colocó en una situación incómoda a Hugo Yasky, su aliado de la CTA pro- gobierno. Está claro que algunos son  errores, pero otros son el despliegue de una táctica de descabezamiento de Hugo Moyano. Se especula desde el kirchnerismo con el alto grado de desaprobación social que tienen los dirigentes sindicales, poderosos en sus áreas específicas, pero imposibilitados de hacer pie en los sectores medios y altos.
Aislado de los medios cercanos al gobierno, el secretario general de la CGT, emprendió un largo recorrido por los medios adversarios y enemigos, donde adoptó un posicionamiento de creciente alejamiento del gobierno y del proyecto iniciado en el 2003, omitiendo las críticas hacia el comportamiento de esos medios que lo han demonizado hasta apenas ayer, y que le tiran un anzuelo envenenado, regocijados de encontrar un posible aliado capaz de erosionar al gobierno en beneficio de franjas considerables del poder económico. Se puede concurrir a los medios hegemónicos a condición que se haga mención clara del papel que han estado cumpliendo desde la vereda de enfrente, desde su posición  antisindical, desde las infamias perpetradas hacia el proyecto, que debería quedar claro, la CGT sigue apoyando. Todo lo contrario hizo Hugo Moyano en el reportaje realizado por Nelson Castro, periodista que siempre habla desde su atalaya moralista, donde el secretario general llegó a un extremo, cuando relacionó su situación con la de la directora de Clarín, Ernestina Herrera de Noble, y preguntó: "¿Durante cuánto tiempo dijeron que los hijos de la señora Noble eran hijos de desaparecidos? Nos lo hicieron creer a la mayoría de los argentinos. Yo también lo creí. .. En lo mío pasa igual". El jefe cegetista no ignora todas las argucias y chicanas legales realizadas por los abogados del multimedio, que durante una década impidieron conocer la verdadera identidad, ante la fuerte sospecha, abonada por la misma adoptante, sobre la posibilidad que fueran hijos de desaparecidos. Utilizar sibilinamente esta situación para identificarla con la propia es haber dado un paso tal vez irreversible en eso de dinamitar los últimos puentes. Y no se debería descartar bajas importantes en sus propias filas.
El movimiento nacional y popular no puede considerarse tal sino integra en sus filas a los obreros.
Desde la concepción ideológica de la concreción de la alianza plebeya, es decir, la confluencia social de los sectores populares y medios, la fractura del gobierno con la CGT, abre un interrogante sobre la fortaleza del gobierno para desplegar la sintonía fina y mucho más la profundización de un proyecto económico nacional y popular en  el contexto de una crisis económica mundial de notable profundidad.
La situación no ofrece alternativas ni a Moyano ni al gobierno. Al primero, fuera del campo en donde se ubica hasta ahora el gobierno, sólo le queda como aliados fundamentalmente sus enemigos y pondría un epitafio desgraciado a la meritoria lucha de Moyano contra el neoliberalismo menemista y su apoyo vital en los momentos duros que padecieron los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández. La fragmentación de la representación sindical en varias centrales débiles es otra alternativa no descartable que debilitaría tanto al gobierno como al movimiento obrero. 
Al gobierno no le servirá, en el caso de triunfar en su estrategia, contar con una dirección de la CGT dócil, pero no representativa de los intereses obreros, al convertirse ésta en una dirección sindical del gobierno ante los proletarios y no como debe ser, de éstos ante la administración elegida por el pueblo.
Es sin lugar a dudas un cruce de caminos, donde se están dinamitando los últimos puentes de una solución favorable para ambas partes.

18-03-2012
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19 marzo 2012

Decime una cosa 15-03-2012

Un recorrido por los temas de actualidad. Boudou, medios, transportes, movimiento obrero.


Gabriel Fernandez se toma un café con el periodista Hugo Presman

14 marzo 2012

DISPARANDO PREOCUPACIONES

Todo indica que el 2012 es un año económicamente más parecido al 2008/2009 que al 2010/2011. El desmejoramiento de algunos indicadores macroeconómicos y la intensidad de la crisis internacional han llevado al gobierno a tomar una serie de medidas, que bajo la denominación de sintonía fina envuelven la necesidad de superar errores. 
La muerte de Néstor Kirchner abrió un agujero que ha sido disimulado durante el período de duelo de la presidenta con una especie de armisticio que llevó a que los conflictos tuvieran una baja intensidad. Con la reelección de Cristina Fernández y el inicio de su segundo mandato, la tregua tácita ha concluido. Después de 8 años de kirchnerismo de un período programado de doce, los argumentos valederos de la destrucción perpetrada en los noventa pierden parte de su eficacia; cuando estallan los problemas no resueltos, son facturados con mayor precisión al gobierno. La acumulación de índices positivos son considerados como piso y se necesita afinar con más contundencia el escenario y las metas futuras. Con una oposición política herida y desconcertada, el gobierno ha venido cometiendo una cantidad de equivocaciones que en términos tenísticos son errores no forzados. 
Una equivocada apreciación del siniestro ferroviario del Once, la falta de contención a las víctimas, errores groseros de comunicación y articulación del discurso de Schiavi y Garré; timming político tardío de la presidenta tanto con relación a los familiares como con la medida de sacar y luego mantener con manifiesta morosidad la Policía Federal en los subterráneos; retrasada respuesta de Amado Boudou con algunos baches sobre el caso Ciccone, en que los medios hegemónicos intentan involucrarlo con una ofensiva muy intensa; disminución de la base de sustentación estructural en un enfrentamiento con la CGT difícil de discernir; ofensiva mal articulada contra los docentes que coloca en una situación difícil al aliado sindical Hugo Yasky; intento equivocado de colocar a Macri en el lugar de víctima, el papel que mejor interpreta, al pretender transferirle intempestivamente y sin recursos los colectivos de la Capital. La presidenta es una reputada oradora, de las más notables en la historia de los presidentes argentinos. Eso no implica que esa cualidad notoria se traslade al talento para la construcción política. Ese es un territorio en donde todavía tendrá que exhibir virtudes aún no desplegadas. El tema ferroviario debe afrontarse con medidas mucho más profundas que un mero cambio de funcionarios. El debate sobre la minería está pendiente. La profundización del modelo no debe ser sustituida por la sintonía fina. El diseño de una nueva política agropecuaria e industrial está pendiente. Mientras no se avance tomando la iniciativa, se irá permanentemente detrás de la agenda de otros y de las bombas que estallen. El gobierno ha hecho sintonía fina con la tarjeta SUBE, que permitirá discriminar en el futuro los subsidios, con pautas equitativas; y con el control de las importaciones y restricciones a la compra de dólares evitando tardíamente la fuga de capitales. Ha profundizado el modelo con los proyectos de reforma de la Carta Orgánica del Banco Central y de unificación de los Códigos Civil y Comercial. Ha retrocedido con una profundidad que el tiempo determinará, con la ley antiterrorista. Por otro lado preocupa la planicie en que vegeta la Ley de Medios: los posibles afectados ganan tiempo a la espera del 2015; tiran la pelota afuera ayudados por una justicia cómplice. Pero el gobierno ha lentificado su marcha al punto que la necesidad de recuperar el rimo de marcha en la materia resulta imprescindible. Es posible que sea urgente que la Presidenta se rodee de un equipo de colaboradores-ministros, con vuelo propio aparte de la lógica convicción en el proyecto. Si la mayor cualidad es la obediencia y la única manera de mantenerse es la genuflexión, se tiene funcionarios- mascotas en lugar de inspiradores de proyectos y correas de transmisión. El mejor kirchnerismo es el que se siente acorralado. Así fue en el pasado con Kirchner vivo. Hoy es un tiempo diferente, con Cristina, una vez superado el tiempo de luto, padeciendo ataques de adversarios y los errores propios. Con algunos aciertos que le permiten sacarle varios cuerpos a sus adversarios. Con un notable apoyo popular; con sus dificultades para oxigenar su mesa chica; para escuchar tanto como hablar, evitando considerar el señalamiento amigo como una variante del fuego enemigo. Un escenario abierto. A tiempo de superar errores y avanzar hacia un futuro que empalidezca el pasado.




12-03-2012 
Para publicar citar fuente. Hugo Presman. Todos los derechos reservados. 
     






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11 marzo 2012

Hugo Presman en el Discépolo: "¿Sintonía Fina o Profundización del Modelo?"

SINTONIA FINA, PROFUNDIZACION DEL MODELO Y LA MÚSICA DE LA LIBERACION

El pasado 2 de marzo, Hugo Presman, periodista y ex profesor de Economía política en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, dio una charla en el Centro Cultural Enrique Santos Discépolo titulada ¿Sintonía Fina o Profundización del Modelo? Sistema ferroviario-Malvinas- Minería.

Para dar inicio a su exposición, Presman anunció que comenzaría narrando cuatro breves relatos ilustrativos a los que volvería hacia el final de su charla. El primero, es la historia de un monito que ante el inminente ataque de un tigre se pone a lamer unos huesos de tigre muerto simulando haberlo cazado él. Así el tigre se asusta y comienza a alejarse cuando otro mono le advierte sobre el engaño del monito; como el tigre vuelve al acecho, con el monito buchón sobre su lomo,  el monito piensa rápidamente otra estrategia para desorientarlo y dice en voz alta: “qué mono mentiroso, le encargué que me traiga un tigre para comer y el muy mentiroso no me lo ha traído”. Esta vez, la fiera se aleja para no volver y el monito se salva.
El segundo cuento se sitúa en la Polonia del siglo XVI. Un señor feudal decide invitar al arzobispo de Francia considerado el más sabio de su época, a su feudo. Para su bienvenida manda un anuncio a la comunidad de polacos judíos para convocarlos a desafiar al sabio en un concurso de preguntas y respuestas; el primero que no supiera una respuesta, sería decapitado. Ante la negativa de los polacos de participar en tal suicidio, un muchacho cualquiera que en los pueblos cercanos consideraban tonto, lo enfrentó. Así, el sabio y el tonto se sentaron frente a frente y en el medio estaba el verdugo listo para decapitar al primero que ignorara una respuesta. El arzobispo viendo la debilidad de su contrincante se ofreció a responder primero. El tonto, sin dudar, le preguntó qué significaban unas palabras en hebreo, ani lo iodea que significa “yo no sé”. El sabio respondió correctamente “yo no sé” y fue decapitado en el acto.
El tercer relato, de Eduardo Galeano, es el de Mesé Figueredo, un artista del arpa en los llanos de Colombia que queda inconsciente luego de ser golpeado y asaltado en el medio de un camino. Horas más tarde, al despertar, es interrogado acerca de los hechos, a lo que el arpista responde: “me robaron las mulas, me robaron el arpa, pero no se pudieron llevar la música”.
Por último, narró el cuento de un empresario que al no llevarse bien con sus empleados pide consejo a un rabino. Este lo conduce hasta una ventana y le pregunta qué es lo que ve del otro lado. El empresario responde: veo gente. Luego lo lleva frente a un espejo y esta vez el empresario contesta: me veo a mí mismo. Así el rabino le dice que la ventana tiene solamente vidrio mientras que detrás del espejo hay plata y cuando hay plata uno deja de ver a la gente y se ve solamente a sí mismo.
Así, luego de esta introducción didáctica, Presman se dispuso a analizar el concepto de “sintonía fina” y vincularlo al de “profundización del modelo”, reemplazado por aquel en esta nueva etapa del gobierno de Cristina Fernández.
Comenzó afirmando que para comprender el kircherismo es necesario “visualizar” el 19 y 20 de diciembre de 2001 como “el fin de un ciclo, de un modelo de rentabilidad financiera donde se destruye la producción y se hace dinero con el propio dinero”. El periodista atribuyó a Néstor Kirchner la habilidad para interpretar estos hechos: “fue una gratísima sorpresa porque a diferencia de los políticos anteriores Kirchner empezaba a hacer cosas que no había prometido”, afirmó Presman quien definió al período 2003-2005 como uno de los más brillantes de los últimos cien años. Asimismo, reconoció que se produjo una “desaceleración” del 2005 al 2007, y confesó que creyó que la elección posterior de Cristina sería sólo un “reacomodamiento”. Sin embargo sostuvo que los hechos que siguieron demostraron “la gran potencialidad del kirchnerismo”, como los sucedidos con la resolución 125, cuando a diferencia de otros gobernantes, los Kirchner no cedieron ante la derrota sino todo lo contrario. “El mejor kirchnerismo es el que está arrinconado”, exclamó y agregó: “hay momentos en que la historia está en carne viva, y es interesante ver cómo se mueven los intérpretes sociales en el escenario político”. Así, Presman afirmó que todos los sectores que necesitaban “pasarle factura” a los Kirchner se aliaron contra la resolución.
Luego hizo un breve análisis de los grandes logros del gobierno durante los últimos 8 años y el “apabullante” triunfo de Cristina en octubre pasado, luego del cual nace el tema de “sintonía fina”, debido a cierto grado de deterioro en los índices económicos. El periodista se refirió especialmente a lo que considera la medida económica más importante anunciada por el gobierno para hacer sintonía fina; ante la merma en el superávit comercial, se recurrirá a las reservas del Banco Central para pagar los 15 mil millones de dólares de deuda que vencen este año. Presman reconoció que esta vez el “establishment” no se equivoca al señalar la necesidad de pagar con reservas por lo cual se suprimir la ley de convertibilidad de los ´90 que aún sigue rigiendo (lo que hoy equivale a que por cada 4,35 pesos en circulación debe haber 1 dólar de reservas). Por esta ley, el excedente de reservas es de libre disponibilidad y puede ser usado para pagar deudas, pero como “no hay en realidad tales reservas de libre disponibilidad se usarán aquellas que “no son de libre disponibilidad”, explicó. Pero lo que irrita al establishment es que la nueva Carta Orgánica recupera para el Banco Central funciones fundamentales que le habían sido expropiadas.
En este sentido, se preguntó si hacer sintonía fina en lo económico es lo único que debe hacerse o habrá que profundizar el modelo, lo que significaría entre otras cosas modificar los regímenes de la minería, revertir paulatinamente el grado de “sojización” de la producción agropecuaria, emprender la reforma impositiva y una inversión “realmente importante” en transportes. Sobre este último punto se explayó especialmente y sostuvo que lo que se compró fue el “rezago” de trenes de Portugal y España y que si bien se modificaron levemente las condiciones de viaje, se realizó un “pacto tácito”, por el cual se viajaba muy barato con malas prestaciones lo que significó en condiciones dramáticas un apoyo a la mejor distribución del ingreso pero los subsidios no fueron bien distribuidos en los casos de la luz y el gas  y no hubo el control necesario sobre su funcionamiento. La prestación de servicio más deficitaria es la del Sarmiento, que atraviesa zonas muy pobres. Ahí vuelve a hacerse realidad la notable afirmación de Evita que “cuando el rico piensa en el pobre, piensa en pobre”, es decir como si no tuviera el derecho a recibir un trato igualitario.  
Sobre la minería Presman admitió que no tiene una posición fundamentalista ya que sin ella “no existirían muchos rubros del confort cotidiano como los celulares”. De todas formas, aclaró que si bien hay temas que deben ser sometidos a discusión para ver quién miente (por ejemplo, si se usan 54 millones de litros por día como dicen algunos o solo unos pocos miles como dicen otros), lo que para Presman “no admite discusión” es el régimen minero de la década del noventa al que definió como “una estafa al país”. “Eso hay que modificarlo, esto es profundización del modelo”, exclamó. Sin embargo, reconoció que estos cambios no son sencillos “Es fácil proponer esto desde un micrófono pero es necesario articular un conjunto de actores políticos; si no, es un mero enunciado.”
Por último, se refirió a Malvinas como un tema de “ADN nacional”. Según Presman, para el progresismo Malvinas “es una prueba de fuego; aquí todo está mezclado y no como quisieran que de un lado estén los buenos y del otro los malos,  las cosas nunca son tan simples”. El periodista comparó al progresista tipo con el espectador que desde la tribuna insulta al jugador que no hace el gol que él haría. “Pero cuando el progre baja a la cancha y no hace gol enseguida dice no se puede”, exclamó. En este sentido Presman sostuvo que fue gracias al kirchnerismo que se produjo la “activación de la malvinización” y le atribuyó el gran mérito de romper las “relaciones carnales” con las potencias hegemónicas. “La desmalvinización se traducía en una frase que atravesó toda la historia argentina: no podemos oponernos a los poderosos, la única forma es ser socios suyos, pero en definitiva, uno sabe quién es el activo y quién es el pasivo”, afirmó el coconductor del programa radial “El tren”. Hoy como ayer reinvindicó su consigna de entonces, ante el hecho consumado: “Luchar en las islas, recuperar el continente”. San Martín, más allá de sus diferencias con Rosas, apoyó la defensa que hizo el “dictador”  ante el bloqueo e invasión anglo francés y posteriormente le donó su sable. La otra actitud hubiera sido similar a la adoptada por los unitarios exiliados en Montevideo que apoyaron a la flota invasora. 
Así, para terminar Presman retomó los cuatro relatos del inicio de su charla. Concluyó que en Malvinas la idea original era actuar como el monito del cuento; ir, hacer un gesto de soberanía y volver, pero no se logró porque lo ocurrido el 10 de abril cerró las puertas para una negociación. Y cuando se quiso negociar fue la Thatcher quién lo saboteo hundiendo al General Belgrano.  
En relación al segundo cuento, Presman sostuvo que al asumir como presidente Kirchner era de alguna forma “el tonto de la aldea” porque se decía que era el “chirolita de Duhalde”; así aprovechó positivamente su debilidad para enfrentar al FMI y algunos sectores de poder interno.
En cuanto al relato del espejo y la ventana sostuvo que refleja “buena parte de lo que sucede con los empresarios nacionales. “La burguesía se mira a al espejo y no incluye a sectores crecientes de la población como sí lo hizo la burguesía francesa con la Revolución de 1789”. Así para Presman ante esta situación es el Estado el que debe sustituir a esa burguesía nacional.
Y finalmente, retomando el cuento de Galeano dijo Presman: “después que nos robaran la mula y el arpa y tantas otras cosas, la resistencia de esta sociedad pudo, después del 19 y 20 de diciembre de 2001, comenzar a encontrar aquella música que consideraba perdida”.
Sin embargo advirtió sobre el carácter contradictorio de los procesos históricos. Por ello invitó a leer “las grandes líneas, apreciar los elementos centrales y acompañar la sintonía fina con la profundización del modelo teniendo siempre presente la música de la liberación”.
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Secretaría de Prensa
Corriente Política Enrique Santos Discépolo

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06 marzo 2012

En el programa radial "Mañana, tarde y noche"

DISCURSO, CUENTOS Y ERRORES

Los discursos de Cristina Fernández siempre dejan temas para reflexionar y debatir. No son exposiciones para cumplir un formalismo, como sucede con muchos gobernadores y solía pasar con otros presidentes. El de la inauguración de las sesiones legislativas correspondiente al año 2012 se atuvo a aquella costumbre y abrió un amplio campo para el debate.
En su inusual extensión de 200 minutos, dedicó un tercio a un abrumador despliegue numérico, estableciendo los avances conseguidos en los últimos ocho años. Al respecto el analista Luis Tonelli escribió en Debate del 3 de febrero: “La enorme lista de logros enumerados por la Presidenta y que, incluso descontado el adicional del Indec oficial, siguen siendo impresionantes….” Previendo las descalificaciones justificadas sobre la verosimilitud de las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, en su discurso utilizó la información del Fondo Monetario.
En materia económica, el anuncio de la liquidación de la ley de convertibilidad que increíblemente aún permanece vigente, permitirá una mayor libertad en el uso de las reservas, aspecto que sólo vieron los economistas neoliberales, omitiendo que la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central establecerá un nuevo punto de partida en materia financiera y crediticia, permitiéndole restablecer atribuciones que en el oleaje libremercadista le fueron amputadas, tales como la regulación de plazos, las tasas de interés, las comisiones y cargos, etc. También se contemplarán otros parámetros para establecer la relación adecuada entre reservas y circulación monetaria.
El proyecto de modificación y fusión de los Códigos Civil y Comercial junto con el tratamiento de  leyes de fecundación asistida, muerte digna y contrato prematrimonial para el reparto de bienes, son propuestas para aggiornar una legislación en muchos aspectos vetusta y para incorporar nuevas figuras de acuerdo a las necesidades y requerimientos actuales. Puede anticiparse, dado intereses contradictorios y posiciones religiosas, que la sociedad se verá inmersa en un debate apasionante.
Otro avance interesante que abordó Cristina Fernández fue el tema de la propiedad comunitaria indígena sobre la que afirmó: “la tierra es de la comunidad indígena y no puede ser transferida a terceros ni ser objeto de negocios.”
El tema Malvinas fue abordado dialécticamente, tratando de aislar a Inglaterra continentalmente en América Latina, y buscando apoyos en el continente europeo,  al tiempo que se dan pasos para restablecer la siempre relación ríspida con los isleños, ofreciendo viajes de Aerolíneas desde nuestro país. Colocó la pelota en territorio contrario, tratando de reversar la afirmación de sometimiento a los habitantes malvinenses por bloqueo. 
El discurso alcanzó su mayor grado de efervescencia y voltaje político cuando trituró los argumentos endebles del jefe de gobierno para devolver la concesión de los subtes tantas veces reclamada, y que luego del terrible siniestro de Once produjo en el autoproclamado gran gestor un miedo escénico que puso en evidencia sus precarias dotes, al tiempo que su mano derecha, Horacio Rodríguez Larreta, descubría insólitamente la vejez de los vagones de la línea A.
Al respecto, poco espacio deja para la interpretación lo firmado los primeros días de enero del corriente año. Allí puede leerse textualmente: “La Nación y la Ciudad acuerdan; Primero: La Ciudad ratifica en este acto la decisión de aceptar la transferencia de la Concesión de la Red de Subterráneos  de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Segundo: En consecuencia, la Ciudad asume, a partir de la firma del presente el control y fiscalización del contrato de concesión en su totalidad, como así también, el íntegro ejercicio de la potestad de fijar las tarifas del servicio, incluyendo la facultad de establecerlas por decisión unilateral.”
El punto tercero se refiere al monto del subsidio del Estado Nacional y la forma en que lo pagará.            
Otro momento de voltaje político se vivió cuando le aconsejó a los integrantes de la oposición no ser funcionales a los monopolios,  que “los utilizan los matan cuando no hacen lo que quieren. Tengan su propia agenda. …no se dejen manejar la agenda por dos o tres monopolios a los que no le importan ustedes.”
Un momento de quiebre fue cuando llamativamente, al ver las críticas de aquellos que apoyaron lo que hoy critican observando las consecuencias, afirmó que hay momentos que duda en seguir adelante. Llamativo fue también su referencia a la inutilidad de los enfrentamientos en alusión a las relaciones con la oposición y una exhortación a la unidad nacional. Ni siquiera esto mereció una consideración positiva del sociólogo Marcos Novaro, integrante del grupo de los 17, que manifiestan un respeto hacialos kelpers que no tienen con la presidenta del país, quién afirmó( La Nación 5 de marzo página 7) : “La idea de unidad nacional es antidemocrática. En una sociedad democrática tiene que existir una pluralidad de pensamiento.” Como en otras oportunidades, Novaro confunde aserrín con pan rallado. Como si la unidad nacional en torno de Malvinas impide la pluralidad de ideas. 

LOS ASPECTOS DESFAVORABLES DEL DISCURSO
Hay una sostenida tendencia en  los discursos presidenciales de no destacar mínimamente aquellos temas no abordados, o realizados con menor intensidad de lo que las circunstancias exigen, o implementaciones insuficientes o equivocadas. Eso sucedió en esta oportunidad en lo referido a la megaminería, los ferrocarriles y el gas y el petróleo. O equivocaciones groseras como la referida a los docentes con un lenguaje basado en estereotipos,  incompatibles con la historia de estos 8 años recorridos.
Otro punto que abre un signo de interrogación sobre las virtudes presidenciales es si su notable capacidad oratoria y expositiva, tiene un correlato similar en un aspecto vital como la construcción política. El enfrentamiento con la CGT, que parece haber entrado en un callejón sin salida, y la situación incómoda en que dejó a su aliado Hugo Yasky con sus críticas a los docentes, plantean serias dudas sobre el arco político y social de apoyo futuro, pues si este se circunscribe crecientemente a La Cámpora, estaríamos en presencia de algo más parecido socialmente a  la Alianza de signo frepasista que al peronismo en su mejor versión. Con esa sola base de sustentación organizada es imposible afrontar los avances que hay que realizar y los intereses que hay que enfrentar. La alianza plebeya de los sectores populares, fundamentalmente obreros, y franjas importantes de clase media, es indispensable.  El kirchnerismo ha demostrado ofrecer sus mejores versiones cuando parece cercado o derrotado. Sin oposición política real, sólo queda enfrente la realidad, los problemas no abordados, los medios dominantes, los sectores económicos que reaccionen ante los avances, el desmejoramiento de la situación internacional para el país, en medio de la peor crisis económica planetaria.

CUENTO: EL MONITO    
Un monito observa que a sus espaldas se aproxima un tigre con el evidente propósito de convertirlo en su almuerzo. Piensa rápidamente cómo eludir su muerte inevitable y entonces se pone a deglutir los huesos de un tigre muerto. El felino que avanza decidido se detiene ante el espectáculo que se despliega ante sus ojos y piensa: qué monito bravo, se está comiendo un tigre. Ante la duda retrocede hacia la profundidad de la selva. Otro mono que contemplaba la escena le cuenta la verdad al tigre, que presa de furia vuelve hacia el lugar en que el monito descansa luego del susto recibido. Por el rabillo del ojo contempla nuevamente al tigre que avanza decidido con el mono delator sobre su cuerpo. El monito sabe que su suerte está jugada. Piensa velozmente, con la fuerza de la desesperación, y exclama como si estuviera hablando solo: “Que mono de porquería. Le pedí que me trajera otro tigre, y el muy mentiroso no viene”.

ERRORES NO FORZADOS EN EL SUBTE
Al gobierno le faltó la astucia del monito. La falta de timing político fue expuesta en forma patética. Para el menos perspicaz, era evidente que Macri venía amenazando la devolución de la concesión, esperando el momento propicio. Este se presentó después del siniestro del Once, aprovechando la decisión anunciada por la Ministra Garré de retirar la Policía Federal de los subtes. Estaba claro que ante una situación similar al Indoamericano (en que el Estado Nacional se retira y el gobierno municipal huye), en este caso el sindicato afirma que sin policías no trabajarán,  dejando todos a 1.200.000  ciudadanos usuarios sin posibilidad de viajar debajo de tierra. Un movimiento lógico era abatir la excusa de Macri y el argumento del sindicato restableciendo por 60 días la seguridad federal, dejando expuesto en su pequeñez a Macri y quedándose con la justa bandera de quién es al que le `preocupa “la gente”. La presidenta lo hizo a las 14 horas del día siguiente, en el discurso que comentamos, cuando el daño ya se había producido y la bronca tenía como destinatarios a ambos gobiernos. Se repitió la falencia de que la presidenta no usara la cadena nacional para un pésame a los familiares de las víctimas y la falta de contención gubernamental a los mismos, lo que potenció la falta de tacto discursivo de Schiavi y Garré.
Al gobierno le ha faltado la astucia del monito.

EL ESPEJO
Una vez un hombre muy rico fue a  pedirle un consejo a un rabino.
El rabino tomó la mano, lo acercó a la ventana y le dijo "mira".
El rico miró por la ventana a la calle.
El rabino le preguntó: "¿qué ves?".
El hombre le respondió: "veo gente".
El rabino volvió a tomarlo de la mano y lo llevó ante un  espejo y le
dijo:-  "¿qué ves ahora?".
El rico le respondió: -"Ahora me veo yo".
 - "¿Entiendes?  En la ventana hay vidrio y en el espejo hay vidrio.
Pero el vidrio del espejo tiene un poco de plata.
Y cuando hay un poco de plata uno deja de ver gente y comienza a verse sólo a sí mismo".

PETRÓLEO- MEGAMINERÍA-FERROCARRILES
Sobre la megaminería la presidenta se alineó como hasta ahora en su apoyo, sin someterla al debate pendiente. Más allá de los problemas ambientales que deben dilucidarse, el actual código de minería debe modificarse para que el negocio no siga siendo fundamentalmente para las multinacionales.
Con relación a los ferrocarriles apuntó bien a la historia de su desmantelamiento, pero resulta precaria su explicación de que serían excelentes si no hubiera debido pagarse la deuda del corralito. Se podría enunciar  otros lugares por donde se fueron importantes recursos como la prolongada fuga de capitales, los subsidios dados sin los controles necesarios, las cerealeras y petroleras que podían dejar fuera del país el 70% de las exportaciones y las mineras el 100%.
Se podría haber modificado la ley de inversiones extranjeras fijando un tope a la remesa de utilidades al exterior. Los informes desfavorables sobre TBA de la familia Cirigliano,  realizados por los órganos de contralor del Estado, que el gobierno desestimó, son un flanco débil que la Presidenta ignoró. 
Más allá del retardo para revertir la situación de los ferrocarriles, tampoco queda claro cómo se afrontará en los próximos años la modernización imprescindible.
Con relación al petróleo realizó un sorpresivo elogio a la gestión de José Estenssoro cuando aún era YPF, que realizó los pasos previos para su privatización,  y las críticas correctas a la falta de inversiones en exploración que se vio patentizada en la caída en la producción. Sin embargo en el caso de YPF-REPSOL, la llamada argentinización de la misma a través de Eskenazy, fue promovida y alentada por Néstor Kirchner. La forma como se realizó implicaba que la empresa dejaría de invertir, pues sus utilidades se destinarían a que el comprador del 15% del paquete accionario (grupo Petersen -Eskenazy) y posteriormente de un 10% adicional, los destinaría a cancelar un préstamo del vendedor (Repsol). La compra sin dinero podría haber sido realizado por el Estado y no por un grupo privado que el gobierno alentó.
Cuando los empresarios como tales no tienen un proyecto que en la búsqueda de sus intereses incorpore al grueso de la población, sucede lo que el rabino le explicó al rico del cuento. Está claro que Cirigliano sólo se mira en el espejo donde hay plata y sólo se ve a sí mismo y a sus intereses.

BEREL
Este  cuento lo tomo como lo relató el ex Secretario de Cultura de la Nación José “Pepe” Nun en La Nación.  “En la Polonia del siglo XVIII, un poderoso señor feudal, católico ferviente, aguardaba ansioso la visita de un gran cardenal francés, considerado el hombre más sabio de su tiempo. Mientras se preparaba para recibirlo se le ocurrió una idea, a fin de lucir el genio de su invitado ante todo el pueblo. Decidió organizar un torneo de preguntas y respuestas, le puso como contrincante a un miembro de la aldea judía que moraba en sus tierras y estipuló que el verdugo le cortaría la cabeza al primero que fallase. Envió entonces un emisario a esa aldea para ordenarles que designaran a su representante. Los campesinos judíos fueron presas del terror. Se reunió el consejo de ancianos y acordó que aceptar sería directamente un suicidio, por lo que se negaron. Al otro día, el emisario retornó para informarles que, si no obedecían, el señor los haría matar a todos. Desesperados, a los ancianos los invadió el pánico, pero entonces apareció Berel, el tonto de la aldea, para rogarles que lo dejasen ir a él. Nadie lo tomó en serio, pero insistió. Le explicaron que iba a una muerte segura, pero no hubo caso. Finalmente, resignados y entre lágrimas, lo nombraron su delegado. Llegó el día del torneo. Había una multitud. En el centro del escenario se ubicó el dueño de casa, flanqueado por el verdugo con su espada. A la derecha, se sentó el cardenal y, a la izquierda, frente a él, Berel. El cardenal advirtió de inmediato que se trataba de un pobre muchacho y ofreció generosamente que fuera Berel quien hablase primero. Entonces Berel le preguntó: "¿Qué quiere decir ani lo iodea ?". El cardenal respondió: "Yo no sé". Ante el asombro de todos, el verdugo alzó en el acto la espada y le cortó la cabeza. Los judíos no lo podían creer y entre risas, sollozos y aplausos, llevaron en andas a Berel de regreso a su aldea. Festejaron durante tres días y tres noches. En medio de los bailes, uno de los ancianos llevó aparte a Berel y quiso saber por qué había estado tan seguro de que iba a ganar. Berel se lo explicó. Cuando era niño, el Gran Rabino de Cracovia había visitado su escuelita. En un momento dado, se acercó a la mesa donde él hacía sus deberes y le ofreció ayuda. Señalando su cuaderno, Berel se animó a preguntarle: "¿Qué quiere decir ani lo iodea ?". "Yo no sé", le contestó el religioso. "¿Se da cuenta, señor?" -concluyó Berel-. "Si el Gran Rabino de Cracovia no lo sabía, ¿cómo iba a saberlo el cardenal francés?" Mi amigo agregó con una sonrisa: "Supongo que no hace falta que te aclare que, en hebreo, ani lo iodea significa “yo no sé”.

LOS MAESTROS 
Fueron un sostén social cuando por la crisis, las escuelas se convirtieron en comedores.
No es cierto que trabajen sólo cuatro horas y que tengan tres meses de vacaciones.
Es cierto que hay ciertos abusos sobre las suplencias.
Es cierto que muchas veces no encuentran la mediación en la lucha de sus derechos y la defensa de la escuela pública  y terminan erosionando el prestigio de esta última.
Es cierto, aunque hay responsabilidad compartida, que las discusiones son sobre salarios y poco sobre calidad de la enseñanza.
Es cierto también que la situación de los docentes es muy diferente a la época de luchas de la carpa blanca. Y que el kirchnerismo ha invertido en educación un porcentaje sobre el PBI, impensable hace apenas unos años.
Todo esto pudo ser explicado en forma equilibrada, sin recurrir a las chicanas estereotipadas en las que inexplicablemente cayó la presidenta. 

LA MÚSICA
Lo cuenta Eduardo Galeano: “Era un mago del arpa. En los llanos de Colombia no había fiesta sin él, para que la fiesta fuera fiesta. Mesé Figueredo tenía que estar allí con sus dedos bailanteros que alegraban los aires y alborotaban las piernas. Una noche, en algún sendero perdido, lo asaltaron los ladrones. Iba Mesé Figueredo camino de una boda, a lomo de mula, en una mula él, en la otra el arpa, cuando unos ladrones se le echaron encima y lo molieron a golpes.
Al día siguiente alguien lo encontró. Estaba tirado en el camino, un trapo sucio de barro y sangre, más muerto que vivo. Y entonces aquella piltrafa dijo con un resto de voz: Se llevaron las mulas. Y dijo: Se llevaron el arpa. Y tomó aliento y se rió. Echando baba y sangre se rió. Pero no se llevaron la música.”

DISCURSO, CUENTOS Y ERRORES
Más allá de sus aciertos, errores y omisiones, el discurso presidencial no deja indiferentes a seguidores y adversarios.
Los nuevos tiempos llaman “relato” al discurso. Más allá de cómo se lo denomine, hay que proceder siempre con la astucia del monito, la capacidad de sorpresa de Berel, y aprender de la enseñanza que en el espejo despliega el rabino. Y más allá de los vaivenes y contradicciones, saber que las mulas y el arpa pueden volver a recuperarse, pero la música es innegociable. 

 5-03-2012
Para publicar citar fuente. Hugo Presman. Todos los derechos reservados.


              
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01 marzo 2012

LENGUAJE COLONIZADO

El lenguaje no es aséptico. Si no se analiza la penetración del poder en los términos con los que hablamos, es posible que a través de él, en forma subrepticia,  se diga lo contrario de lo que se argumenta. Así los que se proclaman cruzados federalistas hablan de la Capital y el Interior, en lugar de la Capital y las Provincias. La expresión tradicional es una mirada portuaria del centro hacia la periferia. El triunfo ideológico neoliberal, redujo la potente expresión pueblo a la pasteurizada de gente. El macrismo ha triunfado en la batalla cultural al incorporar la expresión vecinos que atraviesa el lenguaje de políticos de todas las extracciones, a una categoría política. Reduce al ciudadano a una especie de integrante de un consorcio. Los medios hegemónicos en el conflicto de la Resolución 125 hablaban de  “campo”, denominación geográfica intencionalmente bucólica para ocultar la real, potente y certera de “patronales agrarias”.  Todo problema de tránsito se reduce a la expresión “caos” con la que pierde significación la dimensión real del problema. El “equilibrio fiscal” se redujo a la denominación “caja”. La “crispación” fue un latiguillo que periodísticamente intentaba descalificar el discurso presidencial, ocultando que los más crispados eran los que adjetivaban de esa forma. “Matrimonio presidencial” fue durante mucho tiempo  la forma que los presuntos republicanos descalificaban a Cristina Fernández, desconociendo que el Poder Ejecutivo no se comparte porque es unipersonal. Incluso algún periodista inflamado de “crispación” calificó a Néstor Kirchner del “jefe de la jefa de estado”. Muerto el ex presidente, la presidenta pasó rápidamente, a ser un personaje desbordantemente “hegemónico” con decisiones inconsultas.
Los neoliberales usan la expresión “populismo” como una descalificación y “libre mercado” como un paraíso a alcanzar.
El domingo 26 de febrero  la penetración  colonial atravesó el lenguaje del ensayista  Ernesto Laclau y del periodista Horacio Verbitsky. El primero afirmó en el diario Tiempo Argentino: “Como la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha dicho, la invasión a Malvinas, el intento de recuperación de 1982, fue un manotazo de ahogado de un régimen militar que se estaba desintegrado, con motivaciones non sanctas. El fervor popular es otra cosa, porque las Malvinas son una reivindicación histórica en la Argentina, y la gente respondió en este sentido, pero ambos aspectos deben ser diferenciados.” A su vez, en su columna dominguera, el autor de “Robo para la corona” escribió: “Salvo error u omisión, las corrientes leninistas, trotskistas y maoístas apoyaron la invasión con entusiasmo.” Ambos escritores deberían saber que nadie invade lo que le pertenece, sino que lo que hace es recuperar aquello de lo que ha sido despojado. A Ernesto Laclau, con varias décadas residiendo en Londres y a Horacio Verbitsky, de un teclado vitriólico, hay que recordarles aquella antigua caracterización del escritor Franz Fanon, nacido en Martinica, que “el opresor deja sin lenguaje al oprimido y cuando éste asume el lenguaje de aquél, el ciclo de la esclavitud se ha completado.”

29-02-2012

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