31 julio 2024

¿Quién gobierna cuando Milei se aburre?

Las internas agitan a los libertarios mientras el Presidente se desentiende de la gestión y Santiago Caputo acumula poder; las claves del regreso de Macri y la ruptura con Villarruel
 
 28 de julio de 2024
9 minutos de lectura

 

Martín Rodríguez Yebra
LA NACIÓN
 

Javier Milei y su hermana Karina, en París

Es habitual que Javier Milei resuelva la consulta urgente de un ministro con un sticker de WhatsApp. Puede pasar una noche en vela discutiendo teoría económica, pero desconecta al minuto si le llevan a la mesa cuestiones del poder y de la burocracia estatal. “Llamálo a Santiago”, repite cuando lo interrumpen con demandas ajenas a sus prioridades: la marcha de la macroeconomía y el cultivo de su imagen.

La influencia de Santiago Caputo se ha extendido sin pausa del plano de la propaganda al de la administración. El consultor, de 38 años, cumple el sueño del titiritero que baja al escenario. Recorre la Casa Rosada con voz de mando y se ocupa de todo aquello de lo que el Presidente se desentiende. Domina los servicios de inteligencia, explora pactos electorales, es la terminal de las negociaciones decisivas con el Congreso y tiene un pie en áreas vinculadas a negocios estratégicos, desde la energía a la infraestructura y la salud.

El ascenso de Caputo corre en paralelo con una paulatina dispersión en el Gobierno. Las reuniones de gabinete se han espaciado (esta semana la cita volvió a suspenderse “por cuestiones de agenda”). 
 
Recrudecen el temor al espionaje interno y las disputas entre jefes y subordinados. Está quebrado y sin arreglo aparente el vínculo entre Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel. Hasta el hormiguero digital de los libertarios luce confundido, carente a ratos de una línea clara para librar la batalla cultural en las redes sociales.
 Santiago Caputo, el asesor de Javier Milei Pablo Añeli - Télam

Milei no parece preocuparse por la consistencia de su equipo. Ejerce un liderazgo narcisista y digital, en el que las relaciones interpersonales resultan secundarias. Eleva a sus ministros a la categoría de próceres, pero puede despedirlos sin piedad al día siguiente. A muchos funcionarios clave no los trató nunca. Joaquín Cottani, número dos de Economía hasta hace un mes, reveló que se fue sin haber conocido a Milei. Tampoco el presidente de YPF, Horacio Marín, tuvo ocasión aún de saludarlo.

Que la rosca política lo aburre lo ha dicho infinidad de veces desde la campaña electoral. Con el paso de los meses da señales de que también la gestión le resulta tediosa. No es Néstor Kirchner, que concentraba todas las decisiones, ni Alberto Fernández, que las postergaba hasta olvidarlas. No heredó de su admirado Carlos Menem la destreza para delegar lo importante en un staff de pesos pesados.

Pasa cada vez más tiempo en Olivos (y en el extranjero) que en la Casa Rosada. “Lo tienen encerrado en la jaula dorada”, dice un aliado que recela del entorno íntimo que integran Santiago Caputo y Karina Milei.

Como los presidentes fuertes, impone temor a sus subordinados. Pero su energía se concentra en bajar la inflación y en transmitir a su modo –desbordante y a menudo violento– un mensaje de esperanza que estire la tolerancia social al ajuste. Solo la promoción internacional de su figura lo distrae de esas obsesiones.

La dinámica que desata su estilo de conducción deriva en habituales demoras administrativas que irritan a empresarios, gobernadores, intendentes y otros interlocutores con el poder. “Nadie resuelve nada. Te atienden el teléfono, pero la solución no llega nunca. Hay mucho miedo al error y a terminar en la calle”, relata un jefe territorial aliado que sufre la era del “no hay plata”.

Santiago Caputo es la vía rápida para hallar respuestas. Es un asesor sin firma, pero con autoridad para cerrar acuerdos y destrabar partidas. Transmite órdenes como si vinieran del Presidente. Encarna el lado pragmático del gobierno libertario. Los peronistas se han sorprendido con él: habla su mismo idioma e incluso elogia al kirchnerismo por su método de construcción política.

A él le toca ahora supervisar el trato con Cristina Kirchner y su gente para aprobar el pliego de Ariel Lijo en la Corte Suprema. Sebastián Amerio, su delegado personal en el Ministerio de Justicia, trajina despachos en su nombre. En enero, Caputo había sondeado al Pro en busca de ayuda para evitar que Milei avanzara con el plan que le propuso Ricardo Lorenzetti. Con el paso de los meses mutó en abanderado de la causa Lijo. Comparte con Milei que es vital para la gobernabilidad desactivar la actual mayoría del tribunal, a la que el Presidente califica de “antiliberal”.

De esa jugada es ajeno el ministro Mariano Cúneo Libarona, herido por el avance de Caputo en su territorio. Su figura se desdibuja igual que la de la canciller Diana Mondino, ausente el viernes en la reunión bilateral de Milei con Emmanuel Macron en París.

A ella quien la desgasta es Karina Milei, que intervino la Cancillería con la abogada Úrsula Basset. Confía también en Gerardo Werthein, embajador en Estados Unidos, que en París actuó como si fuera el ministro. Desde la cercanía de la hermana presidencial se difunden críticas hirientes a funcionarios apuntados. A Mondino le tocó su parte cuando dijo esta semana que los británicos son “inquilinos” en las islas Malvinas.
Karina Milei, en París, con Gerardo WertheinSantiago Filipuzzi
 
Sin lugar a críticas
 
Milei mira con desdén esas miserias internas. Solo intervino para acotar la crisis con Villarruel. No quiere ruidos institucionales en medio de la inestabilidad en los mercados. “Está todo roto entre ellos”, dicen a su lado. La vicepresidenta no está a tiro de un tuit como el resto de los funcionarios. Igual la raspan sin misericordia: el vocero Manuel Adorni se esmeró en comunicar que Macron había agradecido a Karina su disculpa por las expresiones “desafortunadas” de Villarruel en apoyo de los cantitos racistas contra los futbolistas franceses de raíces africanas.
 
 

Victoria Villaruel, en La RuralPilar Camacho

La popularidad presidencial se mantiene en niveles altos a pesar de la recesión. Sin embargo, a ocho meses y medio de su inicio el éxito del gobierno libertario es apenas una hipótesis. Las dificultades para conseguir dólares desataron el pulso con los mercados y el clamor por eliminar las restricciones cambiarias domina el debate público.

Estos son los “meses del desierto” como explica un miembro del Gobierno. La liquidación de divisas se reduce, las negociaciones de un auxilio del Fondo Monetario Internacional (FMI) todavía no florecen y el efecto de la política de emisión cero augura en lo inmediato más penurias en el día a día de la gente. La aprobación de la Ley Bases y el paquete fiscal le quitó épica y orden al oficialismo, que no termina de encontrar un nuevo objetivo común.

Milei sigue enfurecido con los economistas que le marcan las inconsistencias de un modelo basado en bajar la tasa de inflación a toda costa, aunque implique eternizar el cepo, limitar la generación de divisas para pagar la deuda y postergar la recuperación de la actividad. Quedó en claro en la columna que escribió este martes en LA NACIÓN que Cottani se fue por esa disidencia.

El Consejo Asesor Económico se diluye ante la expulsión de miembros por criticar la línea oficial. Milei fue el martes al teatro Colón con el jefe de ese órgano, Demian Reidel, y otro de sus integrantes, Miguel Boggiano. Si la hubieran nombrado a Yuyito González habrían tenido al fin quórum para sesionar por primera vez.

 El dilema del Pro
 
Milei cambió el juego político con su triunfo electoral y su exitosa prédica contra “la casta”. Está solo en el tablero y eso le da una ventaja extraordinaria. Pero la incógnita sobre la gobernabilidad está lejos de despejarse.

El aliado natural de los libertarios, el Pro, retoma el debate de su destino. Mauricio Macri tiene en agenda un discurso el martes ante sus partidarios y una posterior gira de entrevistas periodísticas.


Mauricio Macri, el viernes, en la Rural de Palermo Ricardo Pristupluk
 
El expresidente resistió el intento de Patricia Bullrich de fundir al Pro dentro de La Libertad Avanza para extenderle un cheque en blanco a Milei. Macri ha valorado desde un principio el rumbo del Gobierno, pero subraya ante su gente en que le falta “método” para gestionar y cuestiona el tono agresivo con el que Milei se relaciona con sus semejantes.

A las orillas macristas han llegado reiteradas ofertas de acuerdo, desde formar un interbloque hasta definir ya una alianza electoral. “Todo eso requiere recorrido. No se arregla con un par whatsapps”, dice una fuente de la cúpula del Pro.

Milei y Macri no hablan mano a mano desde hace más de dos meses. Se han cruzado algún chat; el último cuando el Presidente echó a Julio Garro de la Subsecretaría de Deportes y le ofreció postular al sucesor.

Cerca de Macri señalan a Santiago Caputo como el responsable de bloquear cualquier acuerdo con el Pro. Lo acusan también de digitar el destrato que el líder de Pro sintió en Tucumán durante la firma del Pacto de Mayo. “Quiere manejar todos los resortes del poder y nos ve como una amenaza”, dice una fuente que dialoga con el expresidente.

En el macrismo insisten en que necesitan que a Milei le vaya bien: “Se tiene que dejar ayudar”. Un fracaso podría desencadenar otra restauración del populismo estatista, afirman. Pero enfatizan que es necesario de momento mantener una actitud expectante y preservar un espacio liberal de carácter institucional. Ya sea para aportar gobernabilidad a una potencial alianza con los libertarios o para activar una alternativa futura.

Quienes lo acompañan en esa aventura estratégica conviven con el vértigo del presente. “Yo mido mi distrito y mi voto da igual al de Milei. Nos vota la misma gente. ¿Me quiero aliar a ciegas con él? No.
 
¿Lo puedo enfrentar? Tampoco. ¿Si le val, me salvo? No creo”, dice un jefe provincial del Pro.

La reaparición de Macri abre interrogantes en el Gobierno. Tienen ansiedad por saber qué énfasis pondrá en las críticas y, aunque conocen su opinión, si se sumará a los que piden levantar ya el cepo.

Para Milei será una prueba de carácter. Una disputa entre su costado racional, que lo empujó a elogiar a Macri siempre que olfateó una tensión con él, y su veta emocional, tan proclive a la furia ante el menor signo de disenso.

Martín Rodríguez Yebra


26 julio 2024

PROGRAMA EL TREN DEL 23 DE JULIO DEL 2024

 

El martes del 23 de Julio del 2024 se subieron a EL TREN, en la segunda hora, Marina Franco, Investigadora principal del CONICET Doctora en Historia por la Universidad de Buenos Aires  la Universidad de Paris 7., coautora entre otros libros de “ESMA, Represión y poder en el centro clandestino de detención más emblemático de la última dictadura argentina” y Daniela Slipak, Doctora en Estudios Políticos por la Escuela de Altos Estudios Sociales de París y por la UBA, magíster en Ciencia Política por la Universidad de San Martín e investigadora del Conicet, autora entre otros libros de “Discutir Montoneros desde adentro”. Ambas participaron con trabajos en el libro coordinado por Alejandro Grimson “Desquiciados. Los vertiginosos cambios que impulsa la extrema derecha”
Un viaje por sus trabajos, el presente del país y aspectos de su historia reciente.





Milei y la ruptura del Pacto Democrático, la resistencia a la ruptura manifestada por el malestar en las propias filas de la Libertad Avanza ante la visitas a los genocidas presos, la visión de ambas investigadoras siendo ambas hijas de la democracia, las cuatro rupturas de los Montoneros, las diferencias de la ESMA con los otros campos de concentración, la enseñanza de la historia y como atraer a los jóvenes, porque es importante explicitarle lo que se debate cuando se discuta el número de los desparecidos, la posverdad, la pandemia, el Estado como culpable. Apenas algunos de los temas abordados en un viaje tan intenso como atrayente.
En la primera hora, se analizó la cada vez más dramática situación económica, la desorientación del gobierno, las medidas contradictorias, el intento de explicación de porque se llega a un laberinto de difícil salida. El gobierno que juega su suerte al triunfo de Trump. Las internas gubernamentales. Presidente y vicepresidente enfrentados. El ejército de trolls. El gordo Dan. Funcionarios que se arrodillan ante estos grupos paraestatales. 30 años del atentado a la AMIA: el discurso del presidente de la AMIA, muy lamentable y el preciso como siempre de Memoria Activa. Solidaridad con Alejandro Bercovich.    
Una buena noticia: el grupo de jóvenes que participaron en las Olimpíadas de Matemáticas en Inglaterra, y al que la Presidenta del Senado, la Vicepresidenta de la Nación le negó la financiación, apenas 8 pasajes, obtuvieron una medalla de plata, tres de bronce y una mención especial.

Súbanse a EL TREN, desde el andén de sus domicilios.

   El TREN, UNA VOZ DIFERENTE PARA ESCUCHAR, REFLEXIONAR Y DISCUTIR               



23 julio 2024

Alejandro Bercovich

 

 


 


TWI DE LA DAIA

 Tras el editorial del periodista Alejandro Bercovich refiriéndose al discurso del presidente de la AMIA durante el acto del 18 de julio, la DAIA expresa que suscribe a cada una de las palabras de Amos Linetzky.

La asociación que realiza el periodista constituye el mismo terrorismo que mató en la Argentina dos veces, en otros países y en el Estado de Israel el pasado 7 de octubre.
 
El presidente de la AMIA expuso la continuidad del terror, el silencio cómplice y la asociación con Estados terroristas que manifiestan su odio al pueblo judío pretendendiendo su eliminación.

Los discursos valientes y claros provocan la molestia de aquellos que siguen negándole al Estado de Israel el derecho a su defensa.
@aleberco @InfoAMIA

ABSOLUTA SOLIDARIDAD CON ALEJANDRO BERCOVICH

                                         Hugo Presman

20 julio 2024

1994 - 2024 18 DE JULIO - PLAZA LAVALLE

 

Discurso de Memoria Activa
en el acto por el
30º aniversario del atentado a la AMIA

 


Hoy, 18 de julio de 2024, se cumplen 30 años del atentado terrorista contra la sede de la AMIA. 30 años. Por más que trato de repetirlo en mi cabeza una y otra vez me cuesta creer que 30 años hayan pasado de un modo tan vertiginoso. 30 años de aquel día en el que volaron por los aires la vida de 85 personas y los sueños de tantos. 30 años, 30 años, 30 años.

Desde hace 30 años recorremos los juzgados, las fojas, los archivos, lo escrito, los secretos, lo dicho y lo oculto, las barbaridades que tuvimos que escuchar, la infamia que nos hicieron y hacen vivir los que se llenan la boca hablando de justicia.
La causa AMIA es todo lo que está mal, es todo lo que no debería ser, es una de las más grandes vergüenzas de todos los gobiernos que han pasado a través de 30 años. Un fracaso estridente, doloroso.
De acuerdo al último informe realizado por el Fiscal de la causa tenemos que:
•    La CAUSA AMIA tiene 490.000 fojas
•    145 imputados de los cuales: 15 llegaron a juicio oral de los cuales 6 fueron condenados, 5 absueltos y dos murieron sin condena.
•    9 pedidos de captura internacional vigentes.
•    Más de 1100 personas investigadas.
•    760 teléfonos intervenidos
•    De acuerdo al último informe realizado por nosotros tenemos que:
•    Presos por la causa AMIA: CERO.
•    Información sobre la conexión local: CERO.
 
¿Hay algo que no hemos dicho en 30 años? Creo que no.

Nos pasamos treinta años hablando en potencial, pensando en potencial, escribiendo discursos en potencial: habría sido, tal vez, fueron estos o los otros, fue Irán o Siria o Hezbollah o ambos o todos o ninguno… El tema es que no podemos usar el potencial para pensar en la explosión o en la muerte. Los espacios vacíos no son potenciales, son reales. Los muertos existen, los sobrevivientes existen, las víctimas y el dolor siguen existiendo pese a todos los potenciales del mundo. Podría haber habido justicia, podría podría podría.

Año tras año el poder político o el poder judicial se encargan de producir alguna mala noticia, algún maltrato, alguna movida donde usan la causa AMIA con fines políticos. Ni una vez en pos de la verdad y la justicia.

Este año, en la tan conocida telenovela titulada “HUMOS DE JULIO”, el gobierno presentó la semana pasada un proyecto  de “juicio en ausencia” para cerrar la causa AMIA sin verdad y sin justicia; parece una ley a medida para el caso AMIA. Si la investigación ya ha sido cuestionada, más lo estará si se legisla en este sentido. Mientras tanto  el presidente de la Nación, Javier Milei, le rinde homenaje y honores al que fuera el máximo responsable de la impunidad en la causa AMIA: el ex Presidente Menem.

Este año, después de una larga si no larguísima espera, el tribunal de Casación se dignó a dictaminar sobre nuestras apelaciones respecto a que se revean las bajas penas y hasta absoluciones que se les habían impuesto a los acusados por el encubrimiento. Lamentablemente mantuvieron absoluciones y avalaron condenas vergonzosas. En breve apelaremos ese fallo ante la Corte Suprema de Justicia.  Será responsabilidad de la Corte aumentar las penas y rever las absoluciones en pos de brindar a esta causa un hilo de justicia. ¡Y esperamos que sea un fallo rápido! Estamos hartos de los infinitos tiempos de la justicia.
 
También este año la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la OEA dio a conocer su fallo en la causa Memoria Activa contra el Estado argentino: El Estado es culpable. Culpable de no prevenir el atentado, culpable de no cuidar a sus ciudadanos, culpable de denegar justicia.

Un fallo que refleja una triste historia de nuestro país: los familiares somos los que buscamos justicia mientras que el Estado se mantiene ausente.

El fallo recuerda la soledad y cómo las víctimas dejamos de ser víctimas para convertirnos en querellantes, abogados, políticos, obligados a ocupar lugares que no nos corresponden.

Este fallo refleja la desigualdad, la soledad y la cantidad de años que tuvieron que pasar para demostrar que teníamos razón. 25 años desde el inicio de la denuncia ante la OEA.

Este fallo demuestra que el Estado Argentino, sabiendo que el atentado a la AMIA ocurriría, dejó que ocurriera.
Este fallo demuestra que nos negaron el derecho a la verdad y a la justicia.

Este fallo de alguna manera viene a sanar algunas de las tantas heridas que seguimos teniendo y enfrentando.

El Estado deberá actuar en consonancia con las obligaciones que implica el fallo de la Corte.

La causa AMIA fue atravesada por 11 gobiernos, diferentes políticas; la única constante fue la de avanzar un paso y retroceder dos. Los pocos cambios estructurales que se lograron, como por ejemplo la modificación de la Ley de inteligencia, están siendo borrados de un plumazo, para reinstalar los oscuros sótanos de la SIDE.
A 30 años del asesinato de nuestros familiares en AMIA, todo lo que tenemos son hipótesis. La más firme indica que  un  grupo de terroristas de Medio Oriente puso la bomba. No sabemos bien por qué, ni quiénes exactamente, salvo algunos pocos nombres de involucrados. Lo que se da por probado es que una camioneta Traffic cargada de explosivos, manejada por un suicida, voló la AMIA.

Al día de hoy del apoyo local necesario para hacerlo no sabemos nada, y sobra decir que después de 30 años de impunidad las posibilidades de esclarecerlo son prácticamente nulas.
 
¿Por qué no se investigó? Porque el gobierno argentino junto al de Israel decidieron el mismo día 18 de julio de 1994 sindicar a Irán como el responsable, y a partir de ese momento todo se enfoca hacia allí y hacia el cierre de la causa.  Es decir, primero decidieron el resultado y después trabajaron para destruir todo lo que no servía a ese fin.
 
¿Por qué se encubrió y a quiénes se encubrió? Para nosotros hubo dos tipos de encubrimiento:
 
Primero:  de los que tuvieron la información de que iba a ocurrir un atentado y no hicieron nada para evitar que ocurriera. Está probado que existieron alertas previas
 
Segundo: de los funcionarios estatales que debían investigar y en vez de hacerlo delinquieron creando pistas falsas y desviando otras, apretando testigos, poniendo cámaras ocultas en sus despachos, acusando falsamente, tapando con su propia ineptitud y bajeza los delitos de muchos poderosos.
Todo esto: la breve síntesis de la infamia AMIA. Y en el medio de todo, 85 muertos.

La memoria tiene formas raras de presentarse, a veces solamente es ternura, a veces nada más que tristezas, por momentos solo tensiones, por momentos se mezcla espantosamente con la impunidad. Pensamos erróneamente que la justicia nos traería paz, y nos traicionó.

No quiero contar anécdotas de la justicia, quisiera contar historias de vida de todo lo que nos fue pasando en estos 30 años. Quisiera tener el tiempo de que recordemos a todos los ya no nos acompañan y que un día gritaron con nosotros ¡PRESENTE!

Demasiados años para ser plasmados en un discurso.  Es difícil pensarnos en los diferentes momentos de la causa AMIA, desde el dolor insoportable a los pequeños avances, de los enojos y frustraciones a los abrazos y esperanzas.

No somos los mismos, sin embargo, somos los mismos que nos paramos en esta plaza el primer lunes de agosto de 1994. Los que marchamos cargando las antorchas.

Y finalmente seguimos parados aquí, en esta misma plaza, en nuestra plaza, desde hace 30 años.

Hemos llegado hasta aquí porque tuvimos el apoyo de todos ustedes, de nuestras familias, de los amigos, de nuestros abogados, del Cels, de Amnesty, y de muchos otros que confiaron en nosotros. Y también queremos homenajear en este acto a todos los que nos acompañaron y ya no están. A nuestros familiares y amigos que nos dejaron en el camino, a nuestros amores asesinados aquel lejano 18 de julio de 1994 en AMIA: por Andrés, por Noemí, por Agustín, en nombre de las 85 víctimas fatales de aquel día. Nuestro homenaje también a todos los que resultaron heridos y lograron seguir viviendo. Nuestro reconocimiento también a las honrosas excepciones dentro de los diferentes estamentos del Estado que demostraron que la causa AMIA sí les interesaba. Pero sobre todo llegamos aquí por todos los que hicimos, hicieron y hacemos MEMORIA ACTIVA. Porque seguimos eligiendo esta Plaza, estos árboles y estas baldosas, porque reconocen nuestras pisadas y nuestro dolor.

Y como me ocurre muchas veces en esta plaza, en medio del frío, del dolor, y del calor de  todos nosotros, se me aparece como un guiño, el rostro sonriente de Andrés, que me hace recordar lo que alguien escribió una vez: “El arquitecto Andrés Malamud fue hallado muerto bajo los escombros de la AMIA. Con un lápiz y una libreta entre sus manos, con la imagen de su sonrisa limpia y buenaza seguirá denunciando aquel insulto a la vida”.

30 años de decir presente.
30 años de dolor.
30 años de lucha.
30 años de búsqueda de VERDAD.
30 años de búsqueda de JUSTICIA
30 años de esfuerzo.
30 años de compromiso.
30 años de tener la MEMORIA ACTIVA.
Gracias, gracias, gracias.