27 octubre 2010

Néstor Kirchner


Murió un luchador. El hombre que recuperó el valor de la palabra política. El que la rescató como instrumento insuperable para transformar la sociedad.  El que decidió rescatar la dignidad nacional rematada en la segunda década infame. El que asumió la presidencia con apenas el 22% de los votos y con el país sumido en las consecuencias pavorosas de la peor crisis de su historia.  El que negoció la deuda externa con una quita que la sociedad en sus sectores mayoritarios consideraba imposible. El que recuperó una economía arrasada. El que rompió con las supervisiones periódicas del FMI y denostó sus indicaciones que desde 1956  aprisionaban al país y lo conducían al suicidio. El que se enfrentó con diferentes corporaciones, como prerrequisito para diseñar otro país. El que acudió para que accedieran a la jubilación los desamparados de las AFJP y del neoliberalismo.  El que siguiendo el legado de los próceres de la independencia  tuvo un proyecto latinoamaericano, coronado con la presidencia de la UNASUR. El que le dijo no al ALCA cuando visitó el país el presidente George Bush. El que le abrió las puertas de la Casa Rosada a las organizaciones sociales y a los organismos de derechos humanos. El que consiguió que la economía se subordinara a la política. El que recuperó el peso de la clase obrera devolviendo parte de la legislación laboral arrasada, las convenciones colectivas, las paritarias. El que trató de ponerle un freno al mercado recuperando parte del poder del Estado. El que continúo con el juzgamiento de los horrores del pasado, después de conseguir que se anularan las leyes de obediencia debida y punto final.  El que auspició y concretó una Suprema Corte impecable. El que dispuso como política de estado no reprimir la protesta social. El que no temió enfrentarse a la Iglesia retardaría ni a las tapas de Clarín.  

Murió un militante. Con la carga de grandeza que la palabra implica y que fue devaluada tantas veces desde la antipolítica.  Que ocupó un lugar por momentos desproporcionado en la presidencia de su mujer con la que constituyeron una sociedad política, denostada por la oposición, los sectores económicos y el periodismo hegemónico con su prédica canallesca: esos que hablaban del matrimonio presidencial, el jefe de la jefa de estado o el ex presidente en ejercicio de la presidencia. Murió un militante. El que acompañó solidariamente a Cristina Fernández en los hitos de su presidencia: la resolución 125 que enfrentó al gobierno con las patronales del campo, la estatización de Aerolíneas y de las AFJP, la asignación por hijo, el matrimonio igualitario, la ley de medios audiovisuales y Papel Prensa que lo enfrentó con los grupos mediáticos mayoritarios.
Murió Néstor Kirchner, al que puede aplicarse aquella frase de John William Cooke: “Sólo ganan batallas los que están en ellas”
El presidente que volvió a ilusionar a muchos jóvenes que no eran seducidos por la política y que cumplió en gran medida su promesa inicial: “No dejare mis convicciones en la puerta de la casa de gobierno”

Murió un hombre que consagró su vida a la política con una enorme pasión. Incluso algunos de los puntos negros de su vida como su vocación y hasta gula  hacia la riqueza lo hizo como instrumento para la carrera política. Forman parte de su pasivo, la intención de maquillar con heroicidad etapas de un pasado que carecían de esos atributos, manejos poco claro como los famosos fondos de Santa Cruz, algunas franjas de corrupción en su gobierno, la tendencia a imponer antes que a persuadir.
Fanático de Racing, con fuertes dosis de arbitrariedad, los hechos notables que consumó y sus discursos desafiantes y certeros dividieron a una sociedad argentina con apoyos populares  y con odios viscerales. Muchas de las páginas escritas por el denominado periodismo “independiente” y  hechos y declaraciones de una oposición con reminiscencias del primer centenario y del menemismo, pueden inscribirse en una antología de las páginas que compitan con las más miserables de la historia argentina. La alegría encubierta o manifiesta  de los sectores económicos y de sus voceros políticos y periodísticos en los dos accidentes cardíacos anteriores, recordaron los brindis indignos que se hicieron en ocasión de la muerte de Evita.         
El kirchnerismo (denominando de esa forma el período 2003-2011) fue en muchos aspectos  una ruptura importante con la década del noventa que le costó sufrir una obstrucción empedernida de los sectores afectados, y en otros aspectos una continuismo por el cual padecía las críticas de una izquierda y centroizquierda, que al no percibir las diferencias con lo que se dejaba atrás, terminó siendo funcional a los que sangran por las heridas.
Los  gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández, con sus más y con sus menos, son los mejores que ha conocido el país, junto con los de Yrigoyen y Perón en el siglo XX y XXI. Fue en ese sentido también, el más peronista de los gobiernos que usaron esa denominación. Los que no lo reconocieron desde sus propias filas como tales, son aquellos que nunca dejaron de ser menemistas, esa excrecencia del justicialismo. Los que no se equivocaron fueron los que siempre se opusieron a los gobiernos populares, los que invocan sus defectos pero lo atacan por sus virtudes.

Murió Néstor Kirchner. Con sus dosis de omnipotencia que lo llevaron a minimizar su segunda crisis cardíaca, que no tenía la gravedad que los buitres le atribuían, pero que necesitaba un período de tranquilidad que el ex presidente desechó con una vocación política suicida.

Murió Néstor Kirchner, cuando solo tenía 60  años  en un luminoso día de primavera, feriado por el censo, cuya realización fue cuestionada por sectores de la oposición y de medios capaces de exteriorizar sin pudores sus miserias más profundas.      
Su muerte abre un interrogante sobre la sostenibilidad de los avances concretados. Los déficits en la construcción política organizativa, una de sus limitaciones, incrementa la magnitud de la incertidumbre. Afortunadamente se encuentra en el ejercicio de la Presidencia de la Nación un cuadro político de envergadura que deberá remontar la soledad personal  y el vacío de tamaña ausencia.  
Ya se puede observar y escuchar que aquellos que lo combatieron hasta la descalificación extrema, encuentran en el Kirchner muerto las virtudes que le negaron cuando era el actor vivo excluyente.
Tal vez convenga adecuar ligeramente las líneas que Rodolfo Walsh escribió en la portada del diario Noticias por la muerte de Perón, bajo el título DOLOR: “El ex presidente Néstor Kirchner, figura central de la política argentina de la última década,  murió hoy a las 9,15  horas. En la conciencia de millones de hombres y mujeres, la noticia tardará en volverse tolerable. Más allá de la lucha política que lo envolvió, la Argentina llora a un político excepcional.”



27-10-2010
TODOS LOS LOS DERECHOS RESERVADOS . Hugo Presman.   Para publicar citar la fuente

22 octubre 2010

CARTA ABIERTA A JORGE LANATA


Hace varios días que he estado dando vueltas con la intención de escribirte. Lo hago sin otra autoridad que el haberte abierto mi casa para que entraras en forma de voz ( la radio, con programas como Hora 25, Lanata AM), la imagen ( televisión, Día D, Después De Todo), la prensa escrita (Página 12, Crítica, Revista XXI, XXII, XXIII), libros (Cortinas de Humo, La guerra de las Piedras,  Polaroids, Historia de Teller, Argentinos, ADN, Hora 25, Muertos de amor) y varios documentales que realizaste. En una oportunidad fui al programa de radio que hacías en  la Rock and Pop, para ver cómo trabajabas. Soy un oyente radial veterano, de más de sesenta años, y recién hace 12 pude darme el gusto de conducir y coconducir programas de radio. Fui periodista siempre, aunque no ejercía profesionalmente ocupado en la militancia universitaria y política, en la docencia universitaria y en las actividades inherentes al contador público.
Muchas veces he dicho ante el micrófono que fuiste uno de los periodistas más originales en las últimas tres décadas. Innovaste en Página 12, en día D, hiciste un buen programa como Hora 25,  y  algunas cosas recordables de fuerte impacto en la revista XXI como  el agujero en la tapa en uno de sus primeros números. No me olvido de una actitud tuya valiente e inusual como la denuncia por irregularidades de una empresa que publicitaba en tu programa. 
Recuerdo reportajes que mantenían en vilo al televidente como el que le realizaste a Cecilia Felgueras que codirigía el Pami durante la Alianza, al dirigente sindical Luis Barrionuevo, al periodista Mariano Grondona
Desde que volviste a la televisión en Canal 26- también lo dije al aire- te he notado en una versión light, como si estuvieras aburrido; o debido a que la situación que vive el país con importantes debates, incluido el papel del periodismo, te ha dejado en posición adelantada. Como si una situación esperanzadora aquí y en unos cuantos países de América Latina te dejara en off-side. Como si a los cincuenta años hubieras envejecido exponencialmente. Tal vez el empresario periodístico se comió al periodista, igual que algunos sindicalistas gordos que en su juventud fueron combativos. ¿Habrá también una conceptualización que llegue a calificar de periodistas gordos a aquellos que decidieron arrumbar sus sueños y sucumbieron al reconocimiento del establishment?     
Aquel periodista ingenioso se ha transformado en alguien que se plagia mal a sí mismo. Ya había pasado con Crítica que fue una versión menor, muy desmejorada, de la mejor Página 12. Tus reportajes actuales son conversaciones sin repreguntas. Acostumbrado al éxito, transitas  un periodo de reiterados fracasos, como Critica, el teatro de revistas, la escasa repercusión de DDT (Después de Todo). Será por eso o tal vez porque el escenario político no te sienta cómodo que has perdido los estribos. Y entonces empezás a derrapar mal.
Declarás “Me tienen harto con la dictadura”, justamente a  vos que en Página 12 hiciste un emblema de la lucha por verdad y justicia para esclarecer a las aberraciones perpetradas por el terrorismo de estado y sentar en el banquillo de los acusados a los asesinos. En ese editorial dijiste entre otras cosas: “Quiero pensar tranquilo. Déjenme pensar tranquilo…..Hay cosas que estoy de acuerdo con Clarín y en otras estoy de acuerdo con el gobierno….En Argentina no se puede hablar. Sos una cosa u otra ….La pelea con Clarín no es una pelea ideológica, es una pelea por negocios ”
 ¿Sabés lo que me llama la atención Jorge? Que a pesar de que sos un divulgador histórico, no entiendas que siempre y especialmente en las coyunturas decisivas está lo principal y lo secundario. En el caso de Papel Prensa (que en la revista Noticias afirmás “que no le importa a nadie y encima con pruebas falsas”) lo fundamental es terminar con el monopolio. Lo secundario son las intenciones, que no es el campo de un analista político sino del  psicoanálisis. En la página 402 del tomo 2 de “Argentinos” escribiste: “La historia de Papel Prensa es el sueño de cualquier editor: un monopolio de papel barato.” Resulta contradictorio que  cuando se está librando el combate para revertir situaciones anómalas que vos denunciaste pero obviamente no tenías poder para modificarlo, ahora te entran las dudas. En el modelo lanatacéntrico las cosas son importantes si caen bajo tu interés y dejan de tenerlas cuando la enarbolan otros. Hacés afirmaciones categóricas como “pruebas falsas” y no aportás una sola prueba que avale tu aseveración.   Buscás en la realidad procesos cristalinos. No los hay. Tampoco en la historia, que es la política del pasado como la política es la historia del presente. Tu posición me parece similar al que entra al Vaticano, se para frente a La Piedad de Miguel Ángel y en lugar de admirar la fenomenal escultura, se concentra en la mosca posada sobre la cara de Jesús. Y después sale hablando de la mosca. O en tu estilo conforme a tu escala de prioridades, denunciando que el artista se quedó con un vuelto cuando compró el mármol en Carrara. 
Ya cumpliste cincuenta años y es hora que entiendas que una posición ideológica expresa siempre intereses económicos. Un filósofo que sabía de esto, un tal Carlos Marx sostenía: “En la historia como en la naturaleza, la podredumbre es el laboratorio de la vida”
No estamos viviendo una revolución. Apenas- pero para una Argentina arrasada parece revolucionario - un intento de desarrollo capitalista con recuperación de algunos resortes económicos, una mayor presencia del Estado, un mayor control sobre el mercado y  poner en caja algunas corporaciones mientras se favorecen y desarrollan a algunos sectores económicos. Recuperación de la influencia de los sectores sindicalizados y mejoría en las leyes que regulan el trabajo. Predominio de la política sobre la economía. Política exterior latinoamericana con logros como la UNASUR y el no al ALCA. Apenas algunos de los avances concretados. El kirchnerismo tiene continuidades y rupturas con la década infame de los noventa. Por sus rupturas recibe críticas despiadadas del establishment y sus voceros mediáticos. Y por sus continuidades se los crítica desde sectores de izquierda, que según como se ubiquen ayudan a intentar profundizar lo existente o son funcionales al poder económico afectado. Olvidan una vieja frase de Armando Tejada Gómez: “Como el mundo es redondo, si uno se corre mucho a la izquierda, termina abrazado a la derecha”
¿Preguntás por qué ahora se hace esto? La respuesta sería: ¿Por qué no ahora? Si el gobierno avanza en algo que siempre propusiste, no te quedes al costado del camino como un moderno Hamlet sumido en dudas existenciales. Conservá la distancia crítica que te parezca. Pero esa equidistancia debe ser simétrica, tanto en relación al gobierno como del poder económico. Si no tu planteo es tan tramposo como tu reiteración que “la presidenta habló una hora y media, por cadena nacional, de algo que pasó hace 34 años”. Presentó el informe elaborado sobre Papel Prensa ¿ de qué querés que hable? Parecés esos oyentes de radio que cuando uno trata un tema, por ejemplo  la pobreza, llaman diciendo por qué  no se habla  hoy de la inseguridad o la situación de los jubilados, temas tal vez analizados la semana anterior. Demagógicamente preguntaste: ¿Habló del hambre, de la educación, de la inseguridad? Y repetís, con la insistencia que le criticas a 6-7-8: “Ayer la presidenta habló una hora y treinta de Papel Prensa. En todo lo demás nos va como la puta madre. Habló  de algo que pasó hace 34 años cuando hoy y ayer se mueren chicos de hambre.”
Disculpá Jorge pero tu amiga Mirtha Legrand no lo hubiera hecho mejor. Si la misma que te elogia en sus almuerzos en donde sos invitado en soledad y le retribuís su admiración con toneladas de miel hacia su persona dedicándole un libro con la leyenda: “ Para la Chiqui que es una grande. Con cariño y admiración. Jorge”. Permitime que te lo diga, pero al antiguo transgresor progre parece que lo has jubilado. O tal vez coincidas con Elisa Carrió, la que te ofreció ser candidato a jefe de la ciudad de Buenos Aires, quien en otro encuentro gastronómico dijo que la diva manducadora era la mejor periodista argentina.               
Parece increíble que en la contienda sobre la ley de medios, creas que Clarín es el más débil. Es tan endeble el multimedio que la ley recién se podrá aplicar integralmente, según quien gane el próximo gobierno o será archivada para siempre. Es un grupo hegemónico tan anoréxico que puede escamotear durante años y años una prueba de ADN de los hijos adoptados irregularmente por Ernestina Herrera de Noble.
Dijiste: “No le creo (a los Kirchner) su preocupación por los derechos humanos porque además compraron los organismos de derechos humanos.” Coincido con vos que los Kirchner no se preocuparon por el tema hasta que primero Néstor y luego Cristina llegaron a la presidencia. Por convicción tardía u oportunismo cambiaron. Vuelvo a decirte: el análisis político considera hechos no intenciones. Si hubieras vivido en 1810/1811  habrías criticado el Plan Secreto de Operaciones de Mariano Moreno porque en 1809 escribió La Representación de los Hacendados que era su antítesis. ¿Que le pasó a Mariano Moreno? te hubieras preguntado. Y te hubieras quedado en el palco mirando cómo se definía la suerte de lo iniciado en 1810. Adoptás la misma posición de los socialistas que se mostraban incómodos y hasta llegaban a votar en contra ante  la ejecución de algunos de sus proyectos por Perón o como Victoria Ocampo que luchaba por el voto femenino pero se opuso cuando lo concretó Eva Perón. Como decía Hipólito Yrigoyen “esas son patéticas miserabilidades”  
 Decís que compraron a los organismos de derechos humanos. Es una acusación por lo menos aventurada  que sabés que no podes probar. Si Hebe, Nora, o Estela afirmarían que vos decís lo que decís porque querés quedar bien con Clarín ¿como reaccionarías? Tal vez con la crispación adjetivadora de tus declaraciones a la revista Noticias.
 En mi opinión, Abuelas y un sector de las  Madres, encontraron después de muchos años de adversidad, donde vos las apoyaste y acompañaste, pero no los gobiernos, un lugar donde fueron comprendidas y reconocidas por el oficialismo.
¿Cuál es el derecho que te asiste de colocarte a la izquierda del dolor de los familiares de las víctimas?  Elsa Oesterheld a la que le desaparecieron su esposo y sus cuatro hijas le dijo a la presidenta en la Feria del Libro de Frankfurt: “Yo que creí estar muerta y hoy vuelvo a tener esperanzas.” Solidarizarse y haber luchado y seguir luchando por verdad y justicia de una tragedia argentina es justo y lógico. Sobreactuar el dolor por encima de las víctimas ronda el grotesco. Me imagino que te debe sacudir hasta las vísceras cuando Estela de Carlotto dice que “ Lanata está del tomate” o “ que tus declaraciones son de un papanata.” ¿No sería bueno que incorpores el comentario de los más directamente afectados por el terrorismo de estado, reflexionando en dónde has quedado ubicado?  Tal vez te ayude en tu deseo de pensar tranquilo.
También sostenés que “somos el hazmerreir en el exterior” Osvaldo Bayer, un crítico duro, insobornable, a quién vos llevaste a Página 12, le dijo al diario Tiempo Argentino en relación a la Feria del Libro de Frankfurt: “Hace diez años nadie imaginaba que la Argentina sería la invitada de honor” ( 8-10-2010 página 35)   
En la revista Noticias insistís: “El kirchnerismo usó y prostituyó los derechos humanos…por un lado parte de los organismos se vendieron y por otro lado el gobierno los usó o ellos se dejaron usar. Es una mezcla de todo” Cuando uno formula este tipo de afirmaciones, es conveniente observar quiénes aplauden y quiénes critican. Si alguien propone la reforma agraria y recibe el aplauso de la Sociedad Rural, es obvio que el que está equivocado es el que la propone y no quienes la aplauden. Uno de los nietos recuperados ha afirmado que cuando te veía el apropiador quería que apague la tele y ahora está seguro que te aplaudiría.
“Hay mucha mentira alrededor de los setenta y me hartó. Me lo fui bancando durante muchos años, pero finalmente cuando los setenta llegan al poder, como hoy, y piensan la política de la misma manera en lo que hacían hace 40 años tenemos que hacer algo porque si no todo va a volver al mismo quilombo. Porque nada te garantiza que cuatro forros no vayan a agarrar los fierros y armar quilombo otra vez” Parece mentira que manejes un análisis tan superficial. Ni los tiempos son comparables ni las situaciones. Por una cuestión de edad a los setenta los leíste o te lo contaron. Por las mismas razones fui testigo y protagonista secundario de aquella etapa. La mal llamada Revolución Argentina había radicalizado y nacionalizado a la pequeña burguesía descubriendo las potencialidades del peronismo, incluso sobrevalorando las mismas. La sociedad en sus sectores mayoritarios hablaba y proponía como mínimo un capitalismo de estado y como máximo el socialismo. El Cordobazo implicó un hito en  un sostenido avance de las masas. Surgieron  organizaciones armadas que tenían justificativo- más allá que no estaba de acuerdo con la  metodología- por la proscripción de las mayorías populares personificada en Perón exiliado. En general en los sectores radicalizados y en los revolucionarios se sentía desprecio por la democracia a la que se consideraba formal. El retorno de Perón fue una épica nacida en la resistencia y concretada en los setenta. Las organizaciones armadas perdieron su justificación a partir del 11 de marzo de 1973. ¿ Encontrás alguna semejanza con la actualidad para hacer una comparación tan liviana?
 El terrorismo de estado con sus horrores  ha sepultado bajo una lápida la posibilidad de discutir los grandes errores cometidos las organizaciones armadas. Ese es un debate pendiente que vos querés cancelar simplemente por una cuestión de hartazgo.
Decís ahora: “pero finalmente cuando los setenta llegan al poder”. Te olvidás de lo que escribiste hace apenas hace poco tiempo: “En esos años Kirchner militó en agrupaciones vinculadas a la Juventud Peronista pero- contra el mito que se sostiene hoy- nunca formó parte de la Tendencia Revolucionaria ( agrupación de superficie del movimiento guerrillero) ni de Montoneros” ( Página 119 de tu libro Hora 25, impreso en octubre del 2008)  
Impacta esa mezcla de superficialidad, enojo y desenfreno verbal. Etiquetás a 6-7-8 como “ un grupo de tareas”. Calificar un programa de televisión como un grupo de tareas además de ser una banalización lamentable, está en la misma línea de Elisa Carrió que consideró que el  kirchnerismo es el nazismo sin campos de concentración. Respondés a críticas conceptuales con adjetivaciones descalificatorias como “rata”, mientras tu originalidad se ha reducido a llevar un cerdo al estudio y tus análisis naufragan en la superficie de las cosas. Considerás dos veces como excelente un artículo que “casualmente” publican el mismo día (miércoles 6-10-2010) La Nacíón y Clarín titulado “Maradona como metáfora argentina”, recogido de El País de España, cuya autoría es de John Carlín y Carlos Pierini. Pensar que esa retahíla de lugares comunes del pensamiento colonizador y de sus seguidores colonizados encuentra el origen de la decadencia en los “gobiernos populistas, corruptos e incompetentes” y en la añoranza de la Argentina “granero del mundo”. No es casual tampoco que el editorial de La Nación del 10 de octubre dice con respecto a la mencionada nota: “la repercusión general   se explica por haber dado en el centro de las razones coaligadas en la disparatada caída que la Argentina viene sufriendo en relación con el concierto mundial de naciones”
En Argentinos tomo II, en la bibliografía que mencionás como consultada figuran tres libros de Arturo Jauretche. Parece que no los leíste o si lo hiciste no lo entendiste.
Tus posiciones actuales le inspirarían un nuevo capítulo de su Manual de Zonceras. El “izquierdista, divulgador histórico” coincidiendo con el diario cuyo fundador escribió la falsificada historia oficial, en dos de sus caballitos de batalla: la añoranza de la Argentina pastoril del primer centenario y el populismo como causante de la decadencia argentina.
 
EL LANATISMO, ENFERMEDAD INFANTIL DEL PERIODISMO 
Salgo de la carta por algunas líneas. Un pequeño paréntesis. El periodismo de los setenta fue militante. No escondía cuál era su posición ideológica. No está mal esa posición siempre que surja claramente desde qué lugar y pertenencia se hace periodismo. Durante la dictadura establishment- militar el periodismo más valiente y meritorio como el de Buenos Aires Herald, que denunció las desapariciones, nunca entendió que los horrores eran necesarios a la política económica que apoyaba. Nunca comprendió que no fue Videla el que puso a Martínez de Hoz sino que fue Martínez de Hoz (lo que él representaba) el que eligió a Videla. En los noventa, la escuela lanatiana, fue la existencia de un periodismo por encima de todo. El periodista estrella como fiscal. En medio de instituciones que se desmoronaban, el periodismo lanatiano se elevaba como un faro ético. Era periodismo a secas. Por encima de las ideologías, los periodistas eran más importantes que los protagonistas de la historia. Era el que la contaba, o como se decía persistentemente los que escribían la primera versión de la historia. La tergiversación de roles llegó al punto que en esta ubicación del periodismo lanatiano, el relato del gol de Maradona realizado por Víctor Hugo Morales era más importante que Maradona y su gol.
Se hizo de la corrupción el centro del análisis, mientras lo principal que ocurría,  la venta del país pasaba a un segundo plano. Si Robert Cox  sólo apreciaba las desapariciones sin comprender su vinculación con la política económica, Lanata veía la corrupción como centro de su análisis. Incluso en el programa de Mariano Grondona en un debate con Jorge Asis, cuando éste afirma que la oposición al gobierno es el periodismo, el director de Página 12 contestó:  “ Yo creo que la principal oposición que tiene el gobierno  son sus  políticos corruptos” 
 Un integrante de la escudería Lanata, el escritor Martín Caparrós declaró  en La Nación del 10-02-2010: “Cuando periodistas muy bien intencionados iluminaban la corrupción menemista, Menem estaba cambiando la estructura socioeconómica de la Argentina como nadie lo había hecho. Mientras se consolidaba un modelo de exclusión que todavía estamos sufriendo, el periodismo estaba atento a la leche adulterada o al frigorífico. Ahora pasa lo mismo. Volvemos a la facilidad “¡ ah, son corruptos, roban!”. Yo le llamo a eso honestismo”  
Se recurrió a un lenguaje moralista que como bien señala el ensayista Juan José Becerra “es la hamaca paraguaya del pensamiento político”. Está muy bien denunciar la corrupción siempre que se la contextualice  porque como decía Carlos Marx citado por José Pablo Feinmann en “La filosofía y el barro de la historia: “El capital viene al mundo chorreando sangre y lodo” (Capítulo XXIV del primer tomo de El Capital) . Si no se procede así, resulta tan ingenuo como descubrir que las chicas que trabajan en un prostíbulo no son vírgenes y salir a gritarlo a los cuatro vientos.
El periodismo político por encima de la política misma es tan ilusorio como los gurúes económicos que engañaban con una economía aséptica desprendida de la política.
El kirchnerismo bajó del pedestal al periodismo y lo puso en tela de juicio. A veces con desmesuras y arbitrariedades. Pero quedó bajo una mirada crítica, como los políticos, los gurúes económicos, el FMI, la justicia, la policía, los empresarios, el sindicalismo. En ese contexto Jorge Lanata está según la Revista Noticias “furioso, exultante, exaltado.” Es posible que todo sea una gigante equivocación. Lanata nunca superó una caracterización de “progre” y lo que ello conlleva como incomprensión de la realidad cuando  no se presenta fácil de aprehender como sucedió durante el menemismo. Es un liberal de izquierda al estilo norteamericano que en una etapa de la historia nacional derramó ingenio y audacia. No es un analista político Por eso cuando la realidad se complejiza, Lanata muestra sus limitaciones y superficialidad.  Y como Elisa Carrió su mirada sólo pasa por la mirilla de la corrupción que además debe tener a él como denunciante. Una visión tan reducida fue sintetizada hace unos años en programa radial EL TREN, por el periodista y escritor venezolano Modesto Emilio Guerrero quién afirmó, transformando el  título de un libro famoso de Lenín : “ El lanatismo es la enfermedad infantil del periodismo”

POSDATA A LA CARTA ABIERTA A JORGE LANATA

Éstas son algunas de las cosas que te quería decir Jorge. Tal vez estés en condiciones de emprender la vuelta y que aceptes que un primer actor desconcertado puede  pasar a ser un buen artista de reparto. Para ello seguramente tengas que desaprender algunas cosas. En la disyuntiva sarmientina de civilización y barbarie, es conveniente observar la realidad desde el campo que los civilizadores llaman barbarie. Desde ahí se puede intentar comprender los movimientos populares en América Latina. Es bueno llevar en la mochila a Arturo Jauretche, a algunos autores del pensamiento nacional como Rodolfo Puiggrós, Jorge Abelardo Ramos, Jorge Spilimbergo entre otros,  y cuando uno tiene  dudas dónde posicionarse ante una realidad compleja que mezcla el oro y el barro, usar una brújula a prueba de errores: ver dónde está el grueso del poder económico y los medios hegemónicos y ubicarse enfrente. Salvo que efectivamente quieras estar bajo la protección del PODER. En ese caso deberías asumir esa posición, sin pudores, y no descalificar  groseramente a todo aquél que te critique, como si fueras un intocable.
Si seguís tan enojado, denostando con argumentos simplistas hasta a los estudiantes secundarios que toman colegios y deciden enamorarse nuevamente de la política, cuando seas más  grande es posible que llegues a ser un Pepe Eliaschev II. Y si el éxito te sonríe como cuando eras progre, tal vez alcances a Joaquín Morales Solá

19-10-2010.


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18 octubre 2010

LAS PATAS EN LA FUENTE

ANIVERSARIOS

Los pies cansados de miles y miles de personas buscaban refrescarse en la fuente de la histórica Plaza de Mayo. Esos rostros morenos avanzaron sobre la orgullosa capital cosmopolita desde todos las poblaciones del cordón industrial del Gran Buenos Aires o desde mas lejos, como Berisso o Ensenada. Llegaban a la Plaza del Cabildo y la Pirámide trayendo sus vivencias provincianas. Los pies cansados que se refrescaban en la fuente aquel miércoles caluroso estaban movilizados por la esperanza. Y estaban cansados, no solamente por la caminata. Trasladaban los padecimientos de décadas y décadas de injusticia, de explotación, de derechos violados, de desamparo social. Llegaban a la cita con la historia un día antes de la huelga decidida para el día 18 de Octubre, en una reñida votación en la CGT que definió el obrero forjista Libertario Ferrari por 18 a 17. Reclamaban la presencia de un hombre que desde una ignorada Secretaría de Trabajo convertiría, un golpe de estado en una revolución popular. Ese miércoles agobiante, cuando el sol se alejaba en el horizonte, los trabajadores protagonistas de una jornada histórica, se encontraban en un acto de gratitud con el hombre que le puso una bisagra a la historia: el General Perón. El país quedaría dividido y polarizado. Por un lado el frente de la vieja Argentina agraria que iba desde los conservadores a los comunistas, pasando por los radicales. Y por la otra la expresión proletaria de la nueva Argentina industrial.


El cine, dijo alguien, es la vida sin las partes aburridas. El cine transmite circunstancias de la vida o de la ficción sin sus olores. Se parece en eso a la historia falsificada. La realidad es percibida a la distancia suprimiendo las contradicciones, las pasiones, el barro que arrastra todo proceso histórico. Por eso en lugar de enseñar, ayuda a desaprender. En lugar de servir como elemento de análisis para el presente sirve para denostar la actualidad, sucia, turbia, compleja en donde el oro y el barro se mezclan, con un pasado broncíneo, lavado, maniqueo, donde “los buenos” están definidos y reconocidos como tales y “los malos” están delineados de tal manera que cargan con el estereotipo de perverso.


Como en el cine, la historia falsificada carece de olores. El “civilizado” aprendió en esa historia en donde los sectores populares de París tomaron la Bastilla cantando la Marsellesa, limpios y perfumados, o los obreros soviéticos se apoderaron del Palacio de Invierno citando a Marx y memorizando a Engels, después de haber entendido a Hegel.


En nuestra historia, Rivadavia, Mitre, Sarmiento en nombre de la civilización europea aplastaban a las bárbaras montoneras gauchas, esas que Jauretche denominó como “el sindicato del gaucho”


Difícil entonces reconocer en los obreros sudorosos que protagonizaron el 17 de octubre de 1945, a los nuevos obreros de las migraciones internas. No estaban impecables como en los textos históricos, transpiraban, no cantaban la Marsellesa ni La Internacional, y algunos se sacaban sus calzados y en la Plaza de Mayo se percibía el olor a pata. A axilas transpiradas.


Los cultos, los civilizados no reconocieron el sujeto histórico. Sólo percibieron el olor a pata. Y de alguna manera descalificaron el gigantesco hecho histórico por los olores desagradables de la vida. Ese que no estaba en su historia apócrifa. Esos que no podían encontrar en el relato erróneo aprendido. Ese que sus libros no había previsto. Esos momentos históricos en que los libros, que pueden ser habitualmente magníficos orientadores en cuanto brindan elementos para el análisis y la interpretación, se convierten en obstáculos para alcanzar a ver lo que se mira. Como diría Cesare Pavese: “Hay momentos en la historia que los que tienen algo que decir no saben escribir, y los que saben escribir no tienen nada que decir” O como afirmó, ironizando, George Bernard Shaw: “ Mi educación fue perfecta hasta los seis años, en que la abandoné para ir a la escuela” No entender lo básico, llevó a un gorilismo que atravesó todo el arco político. Los sectores del poder porque las masas los asustan. Se pierde “la seguridad jurídica” y en los casos más radicalizados se pone en tela de juicio el derecho de propiedad. Lo mismo le sucedió a la izquierda de entonces, el Partido Socialista y el Comunista, incapaces de comprender la cuestión nacional a través de textos marxistas mal leídos y peor digeridos. Así el órgano oficial del Partido Socialista, La Vanguardia decía el 23/10/1945: “ En los bajos entresijos de la sociedad hay acumulada miseria, dolor, ignorancia, indigencia más mental que física, infelicidad, resentimiento…..Cuando un cataclismo social o un estímulo a la policía movilizan las fuerzas latentes del resentimiento, cortan todas las contenciones morales, dan liberta a las potencias incontroladas, la parte del pueblo que vive del resentimiento y acaso para su resentimiento, se desborda en las calles, amenaza, vocifera, atropella, asalta diarios, persigue en su furia demoníaca a los propios adalides permanentes y responsables de su elevación y dignificación….”. A su vez el periódico Orientación, medio oficial del Partido Comunista escribía el 21/10/1945: “ ….pero también se ha visto otro espectáculo, el de las hordas de desclasados haciendo la vanguardia del presunto orden peronista. Los pequeños clanes con aspecto de murga que recorrieron la ciudad, no representan a ninguna clase de la sociedad argentina. Era el malevaje reclutado por la policía y los funcionarios de la Secretaría de Trabajo y Previsión para amedrentar a la población”. Perfectamente podía transcribirse ambos textos, entonces y ahora, como editoriales de La Nación


Los aspectos autoritarios del peronismo, su culto al personalismo, sus excrecencias cavernícolas, alejaron a segmentos importantes de la clase media, a pesar de ser favorecidos por su política económica. Pero ese día, ese 17 de Octubre, la plaza había presenciado el ingreso en la historia, como protagonista, de una nueva clase obrera. La Argentina ya no volvería a ser la misma.

17-10-2010
TODOS LOS LOS DERECHOS RESERVADOS . Hugo Presman. Para publicar citar la fuente

14 octubre 2010

UNA MINA Y 33 HOMBRES

33 hombres. 69 días. Una mina. En sus entrañas oro y cobre. El metal amarillo es el máximo emblema de riqueza. El cobre es el sueldo de Chile como decía el inolvidable Salvador Allende.
33 hombres. 69 días. Una mina. La montaña que traga hombres. Esos hombres que si sobreviven a los accidentes, la silicosis de sus pulmones les acorta la vida.
Hombres que entran a los socavones, esos túneles donde habita la oscuridad más profunda y la humedad acelera la artrosis. En esas galerías interminables que convierten a la mina en un queso gruyere, esos 33 hombres tal vez recordaron aquella canción que en la década de los setenta interpretaban los Quilapayun: “Y aunque mi amo me mande/a la mina no voy/yo no quiero morirme/en un socavón.”
Durante 17 días los 33 mineros perdieron contacto con el mundo. Se organizaron como una comunidad mínima. Las grandezas y miserias de esos días y los siguientes se conocerán con el tiempo. El mundo los dio por muertos. Sólo los familiares alentaban una esperanza que se debilitaba con el correr de los días. Hasta que los rescatistas consiguieron tomar contacto y una carta milagrosa subió a la superficie: “Estamos vivos los 33.”
33 hombres que concentraron una atención de la que no gozaron los miles y miles de mineros que en todo el planeta a lo largo de los siglos fueron tragados por las minas.
En nuestro suelo latinamericano irredento, el cerro de Potosí fue un emblema de la explotación del hombre y de la naturaleza hasta el agotamiento. Escribió Eduardo Galeano, hace cuarenta años en “Las venas abiertas de América Latina” : “Solo veintiocho años habían pasado desde su nacimiento y ya Potosi tenía la misma población que Londres y más habitantes que Madrid, Roma o Paris…..Dicen que hasta las herraduras de los caballos eran de plata en Potosí. De plata eran los altares de las iglesias y las alas de los querubines en las procesiones. En Potosí la plata levantó templos y palacios, monasterios y garitos, ofreció motivo a la tragedia y a la fiesta, derramó la sangre y el vino, encendió la codicia y desató el despilfarro y la aventura. La espada y la cruz marchaban juntas en la conquista…… Aquella sociedad potosina, enferma de ostentación y despilfarro, sólo dejó a Bolivia la vaga memoria de sus esplendores, las ruinas de sus iglesias y palacios, y ocho millones de cadáveres de indios. Cualquiera de los diamantes incrustados en el escudo de un caballero rico valía más, al fin y al cabo, que lo que un indio podía ganar en toda su vida de mitayo, pero el caballero se fugó con los diamantes. Bolivia, hoy uno de los países más pobres del mundo, podría jactarse -si ello no resultara patéticamente inútil- de haber nutrido la riqueza de los países más ricos. En nuestros días, Potosí es una pobre ciudad de la pobre Bolivia: «La ciudad que más ha dado al mundo y la que menos tiene», como me dijo una vieja señora potosina, envuelta en un kilométrico chal de lana de alpaca, cuando conversamos ante el patio andaluz de su casa de dos siglos. Esta ciudad condenada a la nostalgia, atormentada por la miseria y el frío, es todavía una herida abierta del sistema colonial en América: una acusación. El mundo tendría que empezar por pedirle disculpas…..Algunos escritores bolivianos, inflamados de excesivo entusiasmo, afirman que en tres siglos España recibió suficiente metal de Potosí como para tender un puente de plata desde la cumbre del cerro hasta la puerta del palacio real al otro lado del océano. La imagen es, sin duda, obra de fantasía, pero de cualquier manera alude a una realidad que, en efecto, parece inventada: el flujo de la plata alcanzó dimensiones gigantescas.”
Es contradictoria la naturaleza humana que se conmueve correctamente con 33 hombres sepultados e ignora todos los que murieron entre la indiferencia y el olvido. Tal vez como explicación, acierta el licenciado en filosofía Enrique Valiente Noailles cuando reflexiona: “En las situaciones límite de la experiencia humana, cuando un hombre o un grupo de hombres es probado hasta sus extremos, lo que le toca vivir ya no es sentido por el resto como un destino individual, sino como un destino colectivo. La resistencia y el coraje ya no son percibidos como parte de una odisea personal, sino como parte de una odisea de la especie.”
En lo que va del 2010, hubo 31 mineros muertos en accidentes laborales sin televisión ni periodismo internacional.

33 hombres, 69 días, una mina. Rescatados desde más de 600 metros de profundidad un 13-10-10. La suma también da 33. Una mina llamada San José, explotada por una empresa quebrada, San Esteban. Nombres de santos para operaciones poco santas. La mina había sido clausurada en el 2007. Los mineros hubieran podido evitar esta odisea que les cambiará para siempre sus vidas y muchas de sus relaciones afectivas si la empresa hubiera previsto una alternativa de escape que era obligatoria.

El Estado que miró para otro lado en sus tareas de controlar, ahora echó el resto en un rescate que todo indica hasta ahora que fue impecable. El presidente Piñera que como es lógico aprovechó políticamente el éxito innegable del salvataje es el minero rescatado 34, que le permitirá relanzar su gobierno en caída en las encuestas.
A medida que iban subiendo los mineros, en esos 20 minutos del ascenso tal vez volvieron a recordar la canción “A la mina no voy”: “En la mina brilla el oro/al fondo del socavón/el blanco se lleva todo/y al negro deja el dolor.”
Y ahora el mismo mercado que los explotaba y después de exprimirlos los arrumbaba en el mejor de los casos, si la muerte prematura no se les adelanta, se abalanzará sobre cada uno de ellos para hacer negocios. Podrán hacer ahora realidad aquello de: “Y aunque mi amo me mande a la mina no voy / yo no quiero morirme en un socavón.”
33 hombres. 69 días. Una mina. A exactamente 38 años del milagro de los andes. A 37 años del derrocamiento de Salvador Allende, los mineros siguen jugando a la ruleta rusa con su vida.
Aún no se han abierto las anchas avenidas por donde pase el hombre libre, soñadas por el Chicho en su discurso despedida.

13-10-2010
Hugo Presman.
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12 octubre 2010

LOS MATICES DE LA HISTORIA


Contar una historia en dos colores contrapuestos facilita el relato al precio de arrasar con los matices. Si bien un conflicto tiene en la esencia del mismo una reducción binaria, el análisis del mismo debe intentar comprender la mayoría de los aspectos. El militar prusiano Carl von Clausewitz sostenía en una frase muy reiterada que  “ la guerra era la continuación de la política por otros medios”. En períodos en que el poder económico en algunos de sus estamentos es cuestionado, se puede dar vuelta la frase citada. Entonces en determinadas circunstancias “La política es la continuación de la guerra por otros medios”

A su vez Sun Tzu, un clásico chino sobre el tema en “ El arte de la guerra” sostenía: “ En medio del tumulto, la batalla parece caótica, pero no debe existir desorden en las propias tropas. El campo de batalla puede parecer confusión y caos, pero el bando propio debe permanecer ordenado. Así será a prueba de derrotas”
Distintas agrupaciones políticas favorables al gobierno convocaron a la Plaza Lavalle para apoyar la ley de medios audiovisuales que tiene suspendida por una medida cautelar el artículo 161 llamado de desinversión que obliga a los medios hegemónicos a desprenderse de las licencias por encima de las admitidas en el término de un año.         
Una concentración de alrededor de 25.000 personas fue ninguneada por las canales de noticias con excepción de canal 7. Esos medios se referían a los problemas de tránsito con prescindencia de mencionar su origen: los manifestantes afluyendo hacia el Palacio de Tribunales.

HEBE
Es una figura que en su discurso y en su accionar no ejercita los matices. Eso origina una repuesta, también sin matices, entre los que la aman y los que la detestan. Referente principal de la mayor gesta argentina consumada en las tres últimas décadas del siglo XX, la tragedia la arrancó de la cocina y de su rol de ama de casa,  y la precipitó al espacio público por donde sólo transitaba el miedo, el horror y la muerte. Con sus prodigiosos ovarios y un discurso amasado desde las vísceras, las Madres de Plaza de Mayo y Hebe como referente gastaron las suelas y el alma por las calles de la ciudad indiferente, dieron interminables vueltas alrededor de la Pirámide de Mayo,  golpearon puertas de gobiernos, iglesias y cuarteles, la mayor parte de las cuales se cerraron como consecuencia del temor, el culto al silencio o la complicidad.
A lo largo de 27 años de democracia fijó posiciones como militante social  sobre hechos nacionales e internacionales, algunas de las cuales cuestionables y sujetas a las críticas. Creo de la nada un establecimiento educacional, una librería, una radio, construyó viviendas para los sectores de menores recursos. Fue seducida por el kirchnerismo y con su habitual fogosidad encolumnó su accionar en esa dirección. Es una figura conocida mundialmente y con llegada fácil a los presidentes norteamericanos más radicalizados.
Gabriel Mariotto había propuesto un documento único para ser leído en el acto de Plaza Lavalle. No tuvo éxito y se estableció una lista de varios oradores con un cierre a cargo de Hebe. Por lo tanto ninguno de los organizadores puede desconocer las características desprejuiciadas de la oratoria de Bonafini. Muchos otros referentes políticos han dicho frases desgraciadas como Carrió, Macri, Biolcati o De Angeli para citar sólo algunos, con la disminución sonora y la ausencia de adjetivos calificativos de muchos de los que hoy se rasgan las vestiduras, que son pigmeos en comparación con ella. Pero eso no disculpa los excesos verbales y los gruesos errores incurridos en su discurso por Hebe. Calificó en forma amplia a los integrantes de la Corte Suprema de turros y cómplices de la dictadura. En la generalización comete absurdas injusticias, precisamente con una Corte de la cual el gobierno la exhibe como uno de sus hitos y es en uno de los pocos en que coincide la oposición. En forma arriesgada acusó a los magistrados de recibir sobres. Y como coronación amenazó con tomar por asalto el Palacio de Justicia. Sería bueno recordar que nunca los integrantes de los organismos de derechos humanos y los familiares de las víctimas hicieron justicia por mano propia.
 La ley de medios está en aplicación por un fallo de esta Corte que desestimó, por unanimidad, una medida cautelar insólita de una jueza de Mendoza, Pura de Arrabal, que había suspendido la aplicación de la ley en su totalidad.
De las acusaciones al  boleo, puede extraerse una versión política que parece sólida y sólo el tiempo será capaz de revelar: las intenciones del presidente de la Suprema Corte  el Dr. Ricardo Lorenzetti, de lanzarse al ruedo político con la infraestructura mediática y mucho más del multimedios Clarín. Se hace hincapié a sus frecuentes sus visitas sociales al grupo hegemónico, cuando la Corte ha tenido o tiene en estudio fallos que pueden afectar al mismo en el futuro
Hebe ha sido siempre una francotiradora. La mayor parte de los medios visibilizaron la marcha retaceada con la repetición al infinito del mentado discurso.  
Si reflexionara con la cita de  Sun Tzu,  en el “ El arte de la guerra” citada anteriormente: “ En medio del tumulto, la batalla parece caótica, pero no debe existir desorden en las propias tropas. El campo de batalla puede parecer confusión y caos, pero el bando propio debe permanecer ordenado. Así será a prueba de derrotas.” Su participación cambió el eje de la marcha. El bando propio debe permanecer ordenado. Afortunadamente algunas de  las banderas que ha levantado Hebe son enarboladas  por multitudes. Ya no está sola. Por eso más que acentuar la soledad conviene integrar el equipo. Evitando hacer goles en contra en el arco nacional y popular.

DOS PERSONAS EN UNA
Hay dos Juan Bautista Alberdi. El joven de la revista “La moda”, el liberal funcional al establishment de la época, el inspirador de una constitución de 1853, tomamdo como base El Federalista de Hamilton. En nuestro país las guerras civiles concluyeron con resultados diferentes a la Guerra de Secesión norteamericana. A 12 años de la sanción de la Constitución, Alberdi se transforma en el intelectual más lúcido de la segunda mitad del siglo XIX. Se enfrenta a Mitre y la concepción mitrista denunciando a la Guerra de la Triple Alianza en “El crimen de la guerra”. Sus análisis en “Grandes y pequeños hombres del Plata”, tiene una profundidad y un lenguaje moderno que más de un columnista actual envidiaría.
En el siglo XX Jorge Abelardo Ramos fue un ensayista original, un político combativo, un orador brillante y un escritor notable. Ayudó con sus libros y su prédica a lo que se conoció como el proceso de nacionalización de las clases medias y que generaciones de jóvenes entendieran la progresividad del peronismo y de los movimientos populares en América Latina.
El hombre lúcido que criticó y demolió la teoría del foco encarnada por Fidel y el Che, en el final de sus días identificó la progresividad del peronismo en el termidor  menemista, como si hubiera desaprendido lo que tan brillantemente enseñó durante la mayor parte de su vida.
Dos personas en una. Alberdi y Ramos. En una historia sin matices algunos toman la parte que coincide con su visión y ocultan o disminuyen la otra parte. Pero una visión integral implica reconocer las grandezas y las flaquezas. Los aciertos y los errores. Ni mas ni menos que el carácter humano de los protagonistas.

CRISTINA FERNÁNDEZ Y JULIO CÉSAR STRASSERA     
Acá hay dos historias con debilidades comunes en un mismo período y grandezas  en épocas diferentes. Strassera fue fiscal durante la dictadura establishment- militar y tuvo como tal una situación cómplice y en algunos casos su comportamiento fue poco decoroso. Cristina Fernández y su marido se refugiaron en Santa Cruz, no levantaron ni lucharon por los derechos humanos y como abogados se dedicaron a una tarea socialmente poco edificante como la de quedarse con las propiedades de deudores que no podían pagar. Strassera “limpió” su pasado con un comportamiento impecable como el fiscal del juicio a las juntas. Cristina Fernández continuó la política de derechos humanos iniciada por Néstor Kirchner lo que implicó hitos fundamentales como la derogación de las leyes de la impunidad y el juzgamiento masivo de los asesinos. Con eso suplió “sus ausencias” en los años de plomo.
La lucha en el barro deja a todos embarrados. Es inútil y falaz arrojarse con el pasado poco recordable de ambos durante los días de noche y niebla. Otra entrada a los matices de la historia a partir de los pasivos en lugar de encararlos de lo recordable de ambos.

LOS MATICES EN LA HISTORIA
Carlos Marx sostenía que “el hombre hace la historia, pero no en las condiciones elegidas por él”. No pudieron elegirlo ni Hebe, ni Strassera ni Cristina Fernández. Asumieron su tiempo con sus virtudes y sus limitaciones. Fue el mismo Marx, conocedor profundo de la materia humana quien escribió: “ En la historia como en la naturaleza, la podredumbre es el laboratorio de la vida” La acumulación  de las luchas de las madres y abuelas, de los organismos de derechos humanos, los testimonios de los sobrevivientes, la Conadep, del juicio a las juntas de Alfonsín y lo realizado por el kirchnerismo, posibilitaron la concreción de una utopía que parecía inalcanzable. Un sueño de justicia después de las noches de pesadilla. Una cruzada colectiva.
Esa a la que se refería Helder Cámara cuando afirmaba: “ Cuando uno sueña solo, es sólo un sueño; cuando soñamos juntos, comienza a construirse otra realidad”

Hugo Presman.

06 octubre 2010

PODER Y PERIODISMO

Pocas veces se ha visto operar al poder en forma tan descarnada. Cuando sus protagonistas se ven afectados y arrancados de la sombras, su comportamiento es una lección de impudicia. Y junto a ellos, los medios hegemónicos integrantes de ese poder, tergiversando, omitiendo, falseando. Mintiendo en forma descarada. Lo que no es nuevo. Pero sí es sorprendente el nivel de degradación alcanzado. Ya el escritor y periodista norteamericano Mark Twain alertaba con su tradicional ironía: “Si no lees los diarios, estarás desinformado, pero si los lees, estarás mal informado”.
Obdulio Varela, el mítico número cinco de la selección uruguaya campeona en el mundial de fútbol de 1950 realizado en Brasil, que fue canillita y sindicalista, sostenía: “ Los diarios contienen sólo dos cosas que son verdad: el precio y la fecha”. A su vez el escritor inglés Lord Chesterton decía en forma lapidaria: “El periodismo consiste esencialmente en decir "Lord Jones ha muerto" a gente que no sabía que Lord Jones estaba vivo.”

Ha quedado atrás, pero de ninguna forma olvidada la demostración de poder  consumada por el mandamás del grupo hegemónico Clarín de reunir en su casa, en una cena, a cinco posibles candidatos a presidente y que dicha impactante noticia nunca tuvo cabida en su medio estrella.
El viernes 24 de septiembre la revista Noticias publicó las declaraciones del presidente de la S.A La Nación Dr Julio César Saguier bajo un título impactante: “Julio Saguier, dueño de La Nación rompe el silencio. LA VIUDA DE GRAIVER ME DIJO QUE EL GOBIERNO LE OFRECIÓ PLATA.”  Ahí sostiene que en el mes de mayo se reunió en el Alvear Hotel para un desayuno con Lidia Papaleo de Graiver la que le comentó en ese momento que se sumó a la ofensiva por Papel Prensa "por dinero”. Le habría dicho: “que lo necesitaba a raíz del enfrentamiento que tenía con su única hija, a quien le había dejado todo su patrimonio cuando creyó que le quedaban pocos meses de vida a raíz de un diagnóstico médico de cáncer del cual luego se recuperó". Según esa versión en la reunión que tuvo con los Kirchner en Olivos, le habrían ofrecido, en principio, U$S 200.000 y U$S 2 millones si la operación era exitosa. El relato de esta conversación la realizó luego el directivo de La Nación ante un escribano, aportando como prueba del desayuno el ticket de pago del mismo.
El Dr Saguier intenta confundir a los lectores a los que subestima al punto de considerarlos estúpidos. Su testimonio ante un escribano no prueba nada más que lo transcripto por el profesional es exactamente lo que Saguier le contó. Nada de eso acredita  que lo que Saguier cuenta sea cierto. Además no se necesita ser Scherlok Holmes para seguir el hilo de la lógica más elemental. Si La Nación es uno de los beneficiarios del desapoderamiento de los Graiver y Papeleo de sus acciones en Papel Prensa, resulta ridículo que la psicoanalista Lidia Papaleo  le confiese a su enemigo que lo hace por dinero. Aunque fuera cierto, no sería precisamente Saguier el destinatario de sus confesiones. En cambio cierra perfectamente que Saguier mienta para desacreditar la denuncia que puede llegar a condenarlo después de un juicio.
Sin embargo, su empleado y columnista estrella Joaquín Morales Solá, que siempre posa de periodista independiente escribió el 26-09-2010:  “ El testimonio del presidente del directorio de La Nación ante un escribano que relató una reunión privada con Lidia Papaleo, es uno de los documentos más claros sobre la manipulación oficial de los derechos humanos. Papaleo no le contó a él razones humanitarias para hacer lo que hizo, sino ofrecimientos oficiales de dinero valuado en dólares y enredos familiares también por plata”
Alfredo Leuco, otro periodista que se golpea el pecho sobre su independencia, escribió en su habitual columna de los días sábados en el diario Perfil del 25-09-2010: “La confesión de la mismísima Lidia Graiver a Julio Saguier  es demoledora  para las intenciones del Gobierno  nacional en el caso Papel Prensa. Que el presidente del directorio de La Nación mediante una declaración jurada ante escribano público, denuncie que la viuda de Daniel Graiver le reveló que el Gobierno le ofreció  dos millones para participar de la operación  de un hecho  que le da un giro copernicano a todo lo que el juez Arnaldo Corazza está investigando. Se cae como un piano la inmensa mayoría de los argumentos disfrazados con banderas de los derechos humanos y expone al Gobierno a una crisis que puede terminar con el alejamiento de algún secretario como Guillermo Moreno o el propio canciller Héctor Timerman. Es que alguien deberá pagar los costos que los Kirchner nunca están dispuestos a pagar.”
En el caso de Morales Solá defiende a su empleador. Eso forma parte de las reglas de juego. Pero es muy descarado que luego pose de independiente. En cambio la situación de Alfredo Leuco es más grave. En su caso  se puede deducir que ha entrado en un peligroso declive que le impide la comprensión de textos. Eso ya le sucedió con el bloguero Lucas Carrasco protagonista de una broma poco feliz de intentar levantarse una chica a través de un texto que nadie que lo lea pudo considerarlo una amenaza al calvo periodista. Sin embargo recibió absurdas solidaridades y hasta la atención de la diputada nacional eternamente sumisa a Clarín Silvana Giudice que preside la comisión de libertad de expresión. De la manducadora de los almuerzos Mirtha Legrand, de la periodista Magdalena Ruiz Guiñazú, y de su compañero en la radio el locutor Fernando Bravo. Si alguien duda que Leuco transitó con solemnidad por el campo del ridículo se transcriben ambos textos, como anexos,  dignos de agregarse a la colección de la revista Barcelona (1) 


PODER Y PERIODISMO
El poder lo definió como nadie el empresario Alfredo Yabrán: es sinónimo de impunidad.
Los diarios hegemónicos no recogieron las declaraciones de Lidia Papaleo desmintiendo todo lo afirmado por Julio Saguier, en el diario Tiempo Argentino, salvo el desayuno que sí existió. Luego la viuda de Graiver escribió a La Nación y su texto aparece en la edición del 30-09-2010. Su texto es categórico: "Me encontraba fuera del país cuando el día 24 de septiembre fueron publicados en su diario los dichos de Julio César Saguier en relación con la conversación privada que mantuvo conmigo en un hotel de esta ciudad el día 26 de mayo pasado, a la cual fui invitada por él. "En ejercicio de mi derecho de réplica deseo hacer saber a los lectores del diario que resultan absolutamente falsas las afirmaciones de Julio C. Saguier, a quien jamás le dije que el Gobierno o terceras personas me habrían ofrecido dinero para contar mi verdad sobre los hechos relativos a la venta de las acciones de Papel Prensa S.A.
"Es comprensible que Saguier quiera defender el valor de las acciones de Papel Prensa SA, que la Justicia deberá ahora determinar si fueron legítimamente adquiridas o no durante la década del 70.
"Por el contrario, me parece absolutamente indigno de su persona y del diario que dirige que, para ello, deba descaradamente recurrir a la injuria, lo cual motivará los planteos ante los estrados judiciales correspondientes."
En cambio la respuesta del diario es desubicada con relación al reclamo: “N de la R: como se ha visto, la señora Papaleo confirma la existencia de la reunión con el doctor Saguier, presidente del Directorio de SA LA NACION. El contenido de esa reunión ha sido expuesto por el doctor Saguier en sede judicial, de modo que ha hecho lo mismo que la firmante de la carta anuncia que hará. En cuanto a lo demás, ni LA NACION ni sus autoridades contestan agravios y se limitan a las presentaciones ante la Justicia a las que la han obligado los ataques que son de conocimiento público”
Así como la incomprensión de nuestra historia  y por lo tanto del presente se encuentra atravesado por el dilema sarmientino de civilización y barbarie, en el mismo camino está un periodismo que posa de independiente objetivo,  puro, u otras adjetivaciones autoindulgentes cuyas consecuencias pueden enmarcarse en una afortunada frase Malcolm X,  aquel luchador por los derechos civiles de los negros que dijo: "Si no estás prevenido ante los medios de comunicación te harán amar al opresor y odiar al oprimido."


(1)CARRASCO-LEUCO 
Escribió en su blog Lucas Carrasco:    “Hank escribe, en la fiesta de los Negros de Mierda, que hay algo más bajo que ser Alfredo Leuco, y es trabajar para Alfredo Leuco. Me hace reír, obvio. Hasta que supe, y esto es imperdonable, que Agustina, que está en el rincón, hablando con un gil, sí, que trabaja con Leuco. Ese, un gil. Voy a juntar gente, irme a la puerta de canal 26, hacerle un escrache. Si me la enamoras a Agustina, ay, dios.Voy a matar a todos. No va a quedar ninguno vivo. Este post servirá de prueba. Voy a entrar con una metralleta a ese programa. Voy a matar a todos. Agustina, por dios, sos la mina más linda del mundo, no podes, ok, te entiendo que no me des bola, por eso, sos la más linda del mundo, en ésa te banco, ahora bien, convengamos; con ese gil no. No y no. Necesito ayuda. Solidaridad. Si lo ven en la calle, es ese nabo que señala una pantalla gigante, y Leuco lo mira desconcertado, debe ser el hijo del gerente del canal, no sé, no importa, pero Agustinita, dejate de joder. Por dios. Voy a matarlos a todos, lo juro.”
En un tono dramático editorializó Leuco en el programa de radio de Fernando Bravo en radio Continental y en su programa de televisión “ Le doy mi palabra” bajo el título de: Amenaza de muerte
“Lamento tener que dar esta noticia el día de la primavera. Pero es muy grave y no la puedo dejar pasar. Lucas Carrasco, integrante del aparato de comunicación kirchnerista me amenazó de muerte y prometió ir con una metralleta al canal 26 para matarnos a todos. No lo dijo en un instante de calentura en una discusión callejera. Lo escribió en su blog que tiene 787 seguidores y que es muy visitado por los sectores juveniles del oficialismo que lidera Máximo, el hijo del matrimonio presidencial. Carrasco es conocido por la foto que se sacó junto a Aníbal Fernández durante la reunión de blogueros K donde el jefe de gabinete utilizó una remera en la que al muñeco que hace las veces de logo del diario Clarín le introducen una corneta en el trasero.
También tuvo cierta repercusión su paso por el programa “6,7,8” y su fugaz trabajo de panelista en “Duro de Domar” que conduce Daniel Tognetti por canal 9. Diego Gvirtz es el responsable de ambos productos que se enorgullecen de ser instrumentos propagandísticos de Néstor y Cristina. Lucas Carrasco no duró mucho porque tuvo un entredicho al aire con Tognetti, el conductor. Después de un corte publicitario y sin dar explicaciones, Carrasco dejó su lugar vacío y un gran interrogante. Estaba incoherente, perdido y agresivo con sus compañeros. Carrasco, que trabaja de periodista en Miradas al Sur de Sergio Spolsky, protagonizó un escándalo en el corte al decirle a Tognetti : “vos a mi no me callás. Vos no sos el que me paga”, porque el conductor le había sugerido que dejara preguntar a los otros panelistas. Carrasco ya había confundido el nombre de pila de Tognetti con el de “Diego” y recibió como respuesta:” Lucas, veo que estás tan mal que ni siquiera sabés mi nombre”. En la foto con el jefe de gabinete y en ese programa, Carrasco estuvo acompañado por Julia Mengolini quien en un reportaje reconoció que sus jefes políticos eran Mariano Recalde y Juan Cabandié, gerente general de Aerolíneas Argentinas uno y nieto recuperado, legislador de la ciudad y principal referente de las juventudes kirchneristas, el otro. La semana pasada ambos estuvieron en la mesa que presidió ese estadio Luna Park desbordante de militancia para respaldar a Cristina y a Néstor que no habló ya que pocas horas antes había sido intervenido quirúrgicamente en el sanatorio Los Arcos. Los Kirchner concentran tanto el poder que, en general, suelo atribuirle a sus órdenes gran parte de los hechos que genera el oficialismo. Pero esta vez es distinto. Creo que en esto no tienen nada que ver porque como queda claro, mis compañeros de la tele y yo somos las víctimas de estas amenazas pero el principal perjudicado es el gobierno nacional.
Un alto funcionario al que consulté me dijo que “Carrasco era un loco suelto, capaz de hacer cualquier cosa al que no había que darle importancia”. Yo le contesté que precisamente por eso había que hacer pública su amenaza. Porque es un loco, es decir alguien poco racional que no se subordina a la disciplina partidaria y porque “es capaz de hacer cualquier cosa”. Por lo pronto sin adjetivar ni editorializar, y con la sola intención de actuar en defensa propia quiero que hable la contundencia de los hechos. Les transmito lo que leí y lo que voy a reproducir esta noche por televisión en el canal 26 si es que llego antes que su metralleta. Lucas Carrasco, el 12 de setiembre, en su blog “República de la soja” escribió textualmente: “Los voy a matar a todos con una metralleta” y asegura que “hay algo más bajo que ser Alfredo Leuco y es trabajar para Alfredo Leuco”. Pero no contento con esto, enseguida promete: “Voy a juntar gente, irme a la puerta de canal 26, hacerle un escrache. Voy a matar a todos. No va a quedar ninguno vivo. Este post servirá de prueba. Voy a entrar con una metralleta a ese programa.” Finalmente, después de otras consideraciones certifica su amenaza: “ Voy a matar a todos, lo juro”.
Quiero aclarar que esto es lo único que voy a decir al respecto. No quiero hacer una historia larga ni colocarme en el primer plano donde debe estar la información y no los periodistas. Pero hay cosas oscuras que deben ser iluminadas. Por esta amenaza de muerte voy a denunciar penalmente a Lucas Carrasco y voy a remitir este texto a las comisiones de libertad de expresión del Congreso de la Nación. Finalmente hago responsable por mi integridad, la de mi familia y la de mis colaboradores al jefe de gabinete Aníbal Fernández. Quien quiera oir que oiga.”


3-10-2010        
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