29 enero 2023

NO HAY MILAGRO

 

El gobernador de Jujuy Gerardo Morales tiene un corazón de azúcar. No porque sea dulce y sensible, sino porque late con amor al grupo Blaquier, al Ingenio Ledesma. Es el presidente del radicalismo y como tal conduce el partido histórico reducido a vivir y actuar arrodillado al PRO. La degradación del partido es tan profunda que puede permanecer anestesiado ante las huestes de Mauricio Macri que abofetean sus hitos históricos más recordables. (In) Morales asumió e inmediatamente el tribunal supremo fue ampliado y ocupado por reconocidos militantes radicales hasta este momento. Y rápidamente encarceló a Milagro Sala, en principio con argumentos banales. Y dejando de lado la acumulación de imputaciones y procesamientos, es conveniente detenerse sobre la destrucción de la inmensa obra de la mentora de la Túpac Amaru: las gigantescas piscinas abandonadas, los emprendimientos productivos paralizados, muchas de las viviendas en estado de desidia. El odio gorila es histórico y se repite sistemáticamente. Recuerda a lo ocurrido luego de consumada la Revolución Fusiladora donde todas las obras en construcción del peronismo se abandonaron. Se destruyeron los pulmotores porque llevaban la inscripción “Fundación Eva Perón” y faltaron en la epidemia de poliomielitis del año 1956. Así también el “Elefante Blanco”, un edificio de doce pisos semiabandonado ubicado en Ciudad Oculta, del barrio de Villa Lugano en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires corrió similar suerte. Estaba proyectado para ser el hospital más grande de Latinoamérica, especializado en el tratamiento de tuberculosis. Pero luego del golpe militar de 1955 acabó abandonado. Fue completamente demolido, de forma manual, en octubre de 2018. En 1951, el gobierno de Juan Domingo Perón, decidió construir lo que por ese entonces se imaginaba sería el hospital de niños más importante de Latinoamérica y uno de los más completos del mundo, capaz de acoger a miles de pacientes. Se expropió un predio de 19 ha, frente al Hospital Alvear, perteneciente a la familia Etchevarne y pronto comenzaron los trabajos de edificación. El proyecto original contaba con cuatro edificios de varios pisos (nueve tenían los dos que se terminaron de levantar), con amplios salones, decorados por especialistas en psicología infantil. Derrocado el gobierno peronista en 1955, se paralizaron las obras faltando aproximadamente un año para su finalización.  El lugar fue abandonado y lentamente ocupado por familias que lo fueron identificando como el "Albergue Warnes".  Fue demolido en marzo de 1991.

Apenas algunos de los muchos atropellos y barbaridades que hicieron “Los Libertadores”, “Los Republicanos”, a lo largo de todo el país, capaces de bombardear a su propio pueblo con la complicidad de muchos de los radicales. En el presente (2017) cuentan dos fotógrafas (Silvana Lanchez y Laura González Vidal) en Página 12 que testimoniaron el antes y después de la detención de Milagro: “Cuando fui a Palpalá, por ejemplo, los vecinos me mostraron orgullosos que habían logrado esconder del arrase de Morales a la balanza para pesar bebés. Y cuando vemos el archivo de Silvana, nos damos cuenta que tenía una foto de una doctora pesando a un bebé ¡Es la misma balanza!, recordó González Vidal. Las fotos de las hamacas también son tremendas. Ella se paró delante de una hamaca reluciente, con chicos jugando, y yo me paré delante de la misma hamaca, destruida y vacía”. Mas recientemente, un medio muy crítico de Milagro como el diario la Nación del 18 de agosto del 2022 aparece una nota que entre otras cosas dice: “El barrio que fue la insignia del esplendor del poder de Milagro Sala muestra muy poco movimiento para un miércoles por la tarde. Las viviendas sociales que construyó la Tupac Amaru exhiben signos de abandono. … La réplica del templo Kalasasaya, que oficia como bienvenida a la barriada, sintetiza el abandono, con sus estatuas vandalizadas, grafitis de todo tipo, yuyos crecidos y paredes transformadas en escombros… “Veraneando con la Tupac”, se lee todavía en las paredes del complejo de piletas del ingreso del barrio. El lugar se conoce como “Parque Acuático Pileta” y, a primeras horas de la tarde, tiene como única postal de movimiento a una mujer apodada “La Peque”, que realiza tareas de limpieza.”
 
La muerte no embellece una vida como decía Borges, pero siempre merece respeto. Detenida desde hace 7 años, sujeta a todo tipo de humillaciones, a Milagro se le acaba de morir un hijo de 37 años. Tuvo que intervenir el Presidente de la Nación para que se le permitiera que el velatorio de su hijo se haga en su domicilio-prisión.  Morales montó un gigantesco operativo de seguridad que incluyó la ceremonia íntima   del velatorio, al punto tal que dos mujeres policías de civil estuvieron muy cerca, más dos policías varones.  El cortejo fue un despliegue de efectivos armados con itakas. En el cementerio se limitó el ingreso de las personas que querían acompañar a la madre.
 
No hay Milagro. El odio hacia la negra que dignificó a muchos pobres es un crimen de lesa humanidad. Hay que castigarla, doblegarla y que sirva de ejemplo para todos aquellos que desafíen a los Blaquier y su imperio. Para ejecutar sus órdenes están los Gerardo Morales. 
 
Carlos Pedro Blaquier, uno de los empresarios más ricos, se encuentra oficialmente procesado y a la espera de un juicio oral que puede no llegar nunca, por los secuestros y desapariciones ocurridos en 1976 en Jujuy en lo que se conoció como “La noche del apagón”, por haber facilitado las camionetas con las cuales se transportaron los secuestrados a Centros Clandestinos de Detención. Por supuesto que no padece las humillaciones a las que se somete a Milagro, haciendo realidad lo que afirmó el filósofo griego Protágoras, 400 años antes de Cristo: “La justicia es lo que el hombre rico dice que es”. 
 
Suponiendo que fueran ciertas todas las acusaciones contra Sala, el bombardeo de sus obras demuestra claramente que no es la justicia lo que persiguen los Morales. Pasan los años, pasan las décadas y no hay milagro. Los (In) Morales aborrecen todo lo que huela a popular. Como siempre, como es histórico, cuando las circunstancias lo permiten bombardean, fusilan clandestinamente, siembran el país de campos de concentración y cuando no es posible usan el poder judicial como el ejército de sus intereses. No tienen ni tendrán piedad. No hay Milagro. Porque el odio no cambia de signo. Ese Milagro no es posible. Porque en la historia argentina nunca Lavalle deja de fusilar a Dorrego.  Pero a pesar de todo, de intentar de conducirla a la muerte, Milagro resiste, buscando un radiante día de justicia. 
 
27-01-2023

 

 

 

 

27 enero 2023

LA CLASE DOMINANTE*

 

Cristiano Ratazzi hoy está jubilado, vive en Punta del Este y siempre pareció más a gusto en las reuniones sociales que en su trabajo como principal responsable de la filial argentina de Fiat desde el año 1996. En cuanto a su formación profesional, es doctor en Economía y Comercio graduado de la Universidad Bocconi de Milán en 1970; y tiene Master of Business Administration (MBA) de Harvard en 1973. Dueño de una fortuna de muchos millones de dólares, patrióticamente se “exilió” en el Uruguay porque le dijo a Perfil el 6-04-2022: Yo tenía todo mi patrimonio afuera. Y empezaron a aparecer unos impuestos distorsivos. Si seguían llegando, en diez años me quedaba sin patrimonio. Por eso dije, me voy a un país tranquilo y encantador. Se me hacía muy pesada la situación que estaba viviendo la Argentina”. Indudablemente la indigencia se cernía sobre el futuro del hijo de Susana Agnelli, que fue la primera mujer en ocupar el cargo de Ministra del Exterior de Italia entre los años 1995 y 1996. El 11 de mayo del 2018 le había dicho al periodista Jonathan Viale que había que exigir un dólar más caro y hasta sugirió que Argentina siga los pasos de Ecuador y "dolarizar la economía podría ser una solución". Sostenía la necesidad "de una reforma total del Estado, tal como lo hizo el ex presidente Carlos Menem.” En varias elecciones fue fiscal por el PRO.

 

Según la revista Forbes, el argentino más rico es Marcos Galperin, fundador y CEO de Mercado Libre. Se sitúa en el puesto 764 entre los más acaudalados del mundo, mientras que en la edición anterior integraba el grupo selecto de los 500 empresarios más ricos, ubicado en el puesto 440, cuando tenía US$ 6100 millones. Según la revista, el CEO de Mercado Libre administra una fortuna de US$ 3900 millones, que está en un par trust –fideicomisos– irrevocables en Nueva Zelanda, muy lejos de la AFIP local y del fisco uruguayo. En las últimas décadas, radicado en el Uruguay, sólo vivió en el país durante el gobierno de Mauricio Macri a quien apoyó y fue fiscal por Cambiemos en las elecciones.  El empresario lo apoyó públicamente en todo, desde el intento de reforma laboral y el crédito del FMI, hasta el acuerdo Mercosur-UE. Incluso después de visitar a Alberto Fernández, a días del triunfo del actual Presidente, tuiteó un “Yo lo voto” a favor de Macri.

 

Galperín proviene de una familia de clase media alta y al terminar el secundario obtuvo un BS en finanzas, una Licenciatura en la Escuela de Negocios Wharton de la Universidad de Pensilvania y un MBA (Master of Business Administration) de la Universidad de Stanford.
 
Gustavo Grobocopatel, conocido como “El rey de la soja”, al ser entrevistado por Pablo Sirven en el programa “Hablemos de otra cosa”, a la pregunta de ¿Por qué se mudó a Uruguay? Responde: “La pandemia me eyectó rápidamente a Colonia. Uruguay es un país estable en temas macroeconómicos e institucionales. Me duele lo que pasa en la Argentina, pero yo la amo y sigo vibrando con ella”. Está en contra de las retenciones. “Es un mal impuesto que hay que sacarlo. En un corto tiempo el aumento de producción va a compensar lo que se pierde de recaudación”, considera.  “La Argentina necesita todo un plan de transformación amplio porque lo que hicimos no resultó. Duplicamos el cobro de impuestos, el tamaño del Estado y tenemos más pobreza”.
 
Grobocopatel es Egresado del Colegio Nacional de Carlos Casares e Ingeniero Agrónomo de la Universidad de Buenos Aires.

 

Javier Madanes Quintanilla, dueño de Fate y de Aluar se queja del ausentismo laboral y en La Nación del 13-01-2023 entrevistado por Daniel Olivera ante la pregunta “¿Dijiste que todos habían tenido algún rasgo de populismo. ¿Macri también?” Contesta: –Sí, por supuesto. Sí, sí, sí, sí. Sí, sí. Macri, cuando asume, tiene dos caminos posibles: o ir a un cambio de fondo o tratar de hacer las cosas con, digamos, poco costo político, y decide ir por el segundo. Sí, también”. A pesar que reconoce que están ganando sostiene: “No estamos invirtiendo en la medida de lo necesario. En un país donde, no nos olvidemos, la mochila del sector público cada vez es más pesada y vivir del empleo público nos va a resultar cada vez más difícil porque los pocos sectores que van a tener una actividad no vinculada al Estado van a ser cada vez menos. Eso es básicamente lo que me preocupa.”

 

Tal vez se le ha olvidado que ALUAR fue posible en 1974 porque se completó con 2 emprendimientos públicos: la construcción de la represa y central hidroeléctrica de Futaleufú, establecida en la cordillera de los Andes, a 550 kilómetros de Madryn, cuya potencia es utilizada casi en su totalidad por Aluar, y el puerto de aguas profundas para facilitar la importación de materias primas y la exportación del metal producido. Lo que está bien por parte del Estado, pero es llamativa la amnesia del empresario.

 

Cierro esta galería de protagonistas de la clase dominante con Constancio Vigil, heredero de un imperio de medios y de una editorial como Atlántida que perpetró horrores como falsificar una carta del jugador holandés Rudolf Kroll a su hija durante el Mundial de Fútbol de 1978 donde le hacían decir: “Mamá me contó que los otros días lloraste mucho porque algunos amiguitos te dijeron cosas muy feas que pasaban en la Argentina. Pero no es así. Es una mentirita infantil…Esta no es la Copa del Mundo, sino la Copa de la Paz. …Papá está bien. Tiene tu muñeca y un batallón de soldaditos que lo cuidan y que de sus fusiles disparan flores. Diles a tus amiguitos la verdad; Argentina es tierra de amor”. O sacar a una madre, Thelma Jara de Cabezas detenida y hasta ese momento desaparecida en la ESMA, hacerle un presunto reportaje con el título "Habla la madre de un subversivo muerto", portada de la revista "Para Ti" del 10 de septiembre de 1979.

 

Hoy Constancio Vigil ya jubilado vive en Punta del Este y explica en el condescendiente reportaje que le hace Pablo Sirven para La Nación + y la revista del diario La Nación: “Me fui de la Argentina porque es muy difícil vivir allí. La presión impositiva es terrible.”

 

Cuando le dice Sirven que hizo mucho dinero en la Argentina pero se va del país, Vigil contesta:  “La Argentina es un país inconcebible, tiene de todo. Está habitada por gente que no le gusta trabajar….La mayoría de la gente no estudia. Yo soy un defensor brutal del campo porque en la Argentina es lo único que realmente funciona bien. No hay nadie que nos gane” Cuando le preguntan “Uruguay ¿por qué funciona?”, responde: “Por de pronto son más honestos. No roban como se roba allá” Cuando se le recuerda que ingresó un auto para discapacitados aprovechando que se los eximía de impuestos y que se compró otro exactamente igual para despistar la inspección de la aduana… No estaba bien, pero en ese momento todo el mundo lo hacía, se justifica. “A partir de ese momento todo lo que traía lo declaraba porque si me agarraban otra vez iba preso.” Cabe recordar que Vigil formó parte del círculo nocturno de amigos de Carlos Menem.

LA CLASE DOMINANTE

Lo ejemplificado es una pequeña muestra de la clase dominante. Tres del establishment más antiguo (Cristiano Ratazzi, Javier Madanes Quintanilla, Constancio Vigil) y dos de la nueva generación (Marcos Galperin, Gustavo Grobocopatel). La diferencia es generacional y el uso instrumental de la tecnología. Es un cambio de envase pero el contenido no difiere. Ignoran cómo se desarrollaron los países más poderosos, transitan una historia falsa nacional e internacional, su incomprensión de los gobiernos nacionales y populares es pavorosa y su experiencia con los gobiernos neoliberales recuerda a los gladiadores del imperio romano que antes del combate se acercaban al emperador y le decían: “Ave César, los que van a morir te saludan”

 

La existencia de una burguesía nacional surgida de las crisis del capitalismo mundial (las dos guerras mundiales, la crisis de 1929) y no como un crecimiento autónomo como la inglesa, la francesa o triunfante de una guerra civil como la norteamericana, de cuatro años (1861-1865), donde el norte industrial se impone al sur algodonero, marca la diferencia con la Argentina donde después de 60 años de guerras civiles el sur agropecuario derrota a las incipientes artesanías norteñas, lo que determinó el carácter semicolonial de nuestro país. Una clase social es progresiva cuando persiguiendo sus propios intereses incorpora otras clases sociales a un proyecto colectivo. El peronismo intentó fortalecer esa débil burguesía nacional y en varias oportunidades reemplazarla, pero siempre su ceguera alienada muchas veces a las posiciones ideológicas de los sectores agropecuarios e inficionada en las últimas décadas de la prédica neoliberal, han terminado por reducirla a islotes sin un proyecto de país y sólo atendiendo a la tasa de ganancias. Aquel análisis de los sesenta sobre el comportamiento ambivalente de la burguesía nacional que podía aliarse al proletariado para enfrentar al imperialismo o en otras circunstancias unirse al imperialismo para enfrentar al proletariado, parece definitivamente obsoleto.
 

 
El ensayista Alejandro Horowicz ha afirmado muchas veces que la Argentina no tiene una clase dirigente sino una clase dominante. El sociólogo Artemio López ha desarrollado el concepto en un muy artículo publicado en La Tecl@ Eñe, con el título “John William Cooke. Hacia una teoría del populismo”: “La categoría no leninista (en realidad de Antonio Gramsci) de hegemonía, entendida como proceso por el cual una clase dominante se transforma en dirigente”, para luego continuar con Cooke: “La existencia, al interior de las relaciones sociales de producción, de diversas facciones de clase con intereses divergentes, aunque no antagónicos, articulados sobre lo que denomina núcleo hegemónico que les confiere unidad política. Este proceso de construcción de hegemonía cuyo efecto central es la unidad política de las diversas facciones de clase supone la integración de los múltiples intereses particulares sujetos al interés general representado por la facción de clase dominante, ahora constituida en clase dirigente”. Es precisamente lo que no sucede en nuestro país.

 

Si la oligarquía agropecuaria tiraba manteca al techo en París en la década del veinte, viajaba con la vaca y sus sirvientes en un barco en el que alquilaban todo un sector y el despilfarro llevaba a que cuando se quisiera expresar el poderío económico se dijera “tan rico como un argentino”, hoy otras clases sociales integrantes del establishment hacen de las guaridas fiscales sus domicilios, de la evasión fiscal un deporte rutinario, de la fuga de capitales una práctica habitual. Su ambición de residencia no es París sino Miami o Punta del Este. Los planes y los subsidios a los sectores de menores recursos, en la mayoría de los casos, son el paliativo necesario, que de provisorios se convirtieran en permanentes por las múltiples formas de saqueos que padece la Argentina. Para explicar los grados crecientes de pobreza hay que desmenuzar la concentración de la riqueza. Una riqueza que tiene ciertos parámetros comunes: abominar de un Estado al que pide que los cobije y al mismo tiempo explotan, sacarles beneficios que equivalen a millones de planes ocultos, convertirse en monopolios al tiempo que predican la libre competencia, denostar lo propio y exaltar lo ajeno, tener un debilitado concepto de Patria, exhibir una ignorancia supina más allá de la variedad y nivel de los estudios cursados. Los “planes” para los ricos imperceptibles para la mayoría de la población se cuentan por centenares, de los cuales el último aparece en exclusividad en la página 16 de Página 12 del 3-01-2023, con la firma de Raúl Dellatorre “Las distribuidoras eléctricas Edesur y Edenor llegaron a un acuerdo de refinanciación de la deuda que acumularon durante los últimos años con la compañía bajo conducción estatal Cammesa, cuyo monto total asciende a $219.615 millones de pesos. Pero sólo deberán pagar $ 80.210 millones entre ambas, en 96 cuotas y a tasa en pesos subsidiada, ya que el resto, $ 139.405 millones, es una fabulosa condonación de deuda otorgada por el Ministerio de Economía como parte del acuerdo”
 

 

Por eso en agosto del 2006, el politólogo y abogado José Nun, por entonces Secretario de Cultura diagnosticaba:  "El gran problema de la Argentina son los ricos y no los pobres"  

 

El establishment encontró en Mauricio Macri el espejo en donde reflejarse. Carente de ninguna virtud visible, mal orador, carente del mínimo carisma, expositor menos que precario, inmune a todo rasgo de cultura, sin embargo, ha construido una notable carrera política: en menos de veinte años creó un partido político, fue dos veces jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Presidente de la Nación y después de una presidencia de un fracaso superlativo, cuando sus mismos dirigentes lo consideraban un piantavotos, ha recuperado centralidad política y no deja de soñar para completar la tarea de demolición, en un segundo mandato que autodenomina segundo tiempo. El establishment que sólo en sectores reducidos se vio beneficiado con sus políticas suicidas, encuentra en sus prácticas y en su personalidad un referente: contrabandista, evasor fiscal, con empresas off-shore en paraísos fiscales, fugador de capitales, espionajes, chantajes y prácticas mafiosas.

 

El macrismo ha armado una estructura judicial y mediática que persigue adversarios y defiende incondicionalmente sus requerimientos e intereses y es un bastión inexpugnable contra sus fechorías. El ignoto Comodoro Py se ha transformado en Comodoro PRO. Cámaras federales copadas, fiscales como Carlos Stornelli que se negaban a comparecer ante el tribunal que lo juzgaba, declaran impúdicamente como personificación de la estatua que representa a la justicia y émulos del difunto Claudio Bonadío son la expresión siniestra de que expresan a la injusticia desnuda. Y si algo faltaría, la Suprema Corte de Justicia falla discrecionalmente y no tiene pudor de demorar eternamente aquello que puede perjudicar al establishment y acelera lo que lo beneficia. Por eso cuando Juntos por el Cambio habla de la independencia del actual Poder Judicial debe leerse que defiende a su aliado judicial y no una presunta independencia.

 

El cerco se cierra con una prensa militante, donde encontrar alguna exteriorización de periodismo es más extraño que toparse con un dinosaurio vivo.

 

Dos apuntes de color para cerrar esta nota, tal vez para perder definitivamente toda esperanza que la clase dominante se transforme en clase dirigente en la Argentina; en el reportaje mencionado, Constancio Vigil que a los 86 años ha sido doblemente padre, a la pregunta ¿Qué negocio se le ocurrió últimamente?  Contesta: “Una tarde estando con Liliana (su esposa), que es loca por los animales, me dice “Pensar que nosotros tomamos Coca Cola, café, vino, champagne y los perros sólo tienen agua” Y a mí se me ocurre ¿Y si tratamos de hacer Coca Cola de los perros? Lo llamé a Diego Granda, le conté la idea y al año y medio o dos me dijo que tenía el producto”.
 
 

 

En Perfil del 7 de enero bajo el título de “Costos y opciones para las vacaciones. Aire acondicionado, piscina y spa: cómo son las guarderías vip para dejar las mascotas en verano.” Ahí uno puede enterarse que Argentina es uno de los países con más mascotas en el mundo y para eso hay cada vez más lugares para dejarlas en vacaciones, entre ellos, “el único hotel para gatos con habitaciones privadas que funciona en la ciudad de Buenos Aires. Además, hay sitios que cuentan con setenta piezas con aire acondicionado y hasta un chef que se encarga de la comida. Los valores oscilan entre los $ 2.400 y $ 10.000 por día.” Es cierto que de estos hobbies también participa una clase media alta a la que Arturo Jauretche calificaba de tilinga 
 
¿Clase dirigente? Sólo clase dominante 
 
 22-01-2023

 

          *Publicado en La Tecl@ Eñe, Diario Registrado, Portal de Radio Cooperativa


26 enero 2023

El Haití de este mundo

 08/01/2023 Tiempo Argentino

 

Foto: Richard PIERRIN / AFP

Protestas en Haití en demanda de la renuncia del Primer Ministro Ariel Henry.

 

Por: Eric Calcagno

Senador Nacional MC

“¡Están tocando el manducumán!” gritó el Rey Henri Christophe. Al escuchar esos tambores supo la caída de su imperio, la deserción de sus soldados, la llegada de sus enemigos. Eso escribe Alejo Carpentier. Atrás quedaba la guerra de independencia de Haiti, comenzada en 1791 con un levantamiento generalizado de esclavos negros contra los franceses blancos. Encuadrada luego por generales patriotas como Toussaint Louverture, culminada por Dessalines el primero de enero de 1804, esa gran cimarronada derrota en el campo de batalla a tres imperios: inglés, español y francés. Primer rebelión exitosa de esclavos, fundan una nación negra y libre.

De inmediato, los generales que participaron de esa gesta poco conocida se proclaman emperador, como Dessalines; o rey, como Christophe; o presidente de por vida, como Pétion. Todo el siglo XIX verá una sucesión de presidentes vitalicios, emperadores y reyes, con sendas guerras civiles y tensión permanente entre mulatos y negros. Pero lo que no pudieron los soldados de Napoleón, lo podrán las finanzas.

En 1825, Francia condiciona el reconocimiento de la independencia de Haiti al pago de 100 millones de francos (cerca de veinte mil millones de dólares de hoy), mientras los recursos de la isla son de quince millones de francos por año. En 1838, Francia bajará las pretensiones a 60 millones, que terminaron de pagarse en 1883, aunque los intereses llegaron a 1970. Para principios del siglo XX, Haití había contraído tres empréstitos internacionales: 11 millones en 1875, 38 millones en 1896, 65 millones en 1910. En esas condiciones fue imposible desarrollar las potencialidades del país, aunque presidentes, ministros, comerciantes e intermediarios cobraban su parte en los préstamos. Así, la deuda era manejada por los bancos extranjeros con complicidades locales (¡qué coincidencia!).

Para 1915, varias empresas norteamericanas estaban presentes en Haiti, como la Haitian American Sugar Company (HASCO), entre otras. La inestabilidad política en ese momento (varios presidentes en poco tiempo), el riesgo de incumplimiento en el pago de deudas (insolvencia), fueron razones suficientes para que los Estados Unidos invadieran Haití en 1915. Tomaron las reservas de oro y se adueñaron del Banco Central haitiano. Por veinte años, aduanas, fisco y el resto de la administración estuvieron en manos norteamericanas. También establecieron el trabajo forzado en el campo y reprimieron cuanta sublevación existió. Es el momento en que la hegemonía pasa de Francia a Estados Unidos y queda establecida la modalidad de ejercicio del poder en Haití: un protectorado norteamericano, con milicias locales afines, corrupción, bajos salarios y pobreza, con gobernantes de fachada.

Todo fue más fácil con los Duvalier: Papa Doc el padre, y Bébé Doc el hijo, que oprimieron Haití desde 1957 hasta 1986, mediante los Tonton Macoutes, escuadrones de la muerte entrenados por la CIA: asesinatos, tortura, violaciones. Contra el comunismo todo vale, y siempre sirve de coartada, aunque no siempre es estético. Así fue descartado Bébé Doc en los ochenta, para intentar un duvalierismo sin Duvalier.

Pero el manducumán volvió a sonar en los tambores allá por 1991. Resulta que un cura villero, Jean Bertrand Aristide, resultó ganador en las primeras elecciones libres de Haití con cerca de 70% de los votos. Le ganó al USAid, la agencia de ayuda humanitaria de Estados Unidos, y al NED, National Endowement for Democracy, que regaron de millones de dólares a su principal opositor, un economista del Banco Mundial que saco menos de 14%. Le ganó al duvalierismo… Para el cura era tiempo de desarrollo, reforma agraria, distribución del ingreso. Y que Francia devuelva la plata. Duró nueve meses, hasta un golpe de Estado auspiciado por los Estados Unidos. Sin embargo, le aseguraron a Aristide su regreso al poder, si aplicaba los mandatos de privatización, precarización y bajos salarios.

Desde entonces, Haití ha sufrido catástrofes naturales, pandemias, invasiones, ¡hasta bloqueos! Nuevos presidentes, otros asesinatos, como el de Jovenel Moise. Nada nuevo, salvo que las Naciones Unidas fracasaron en su intervención de 2004 a 2017. Los problemas políticos no tienen soluciones militares ni técnicas. Hoy en las calles reinan las bandas delictivas, los grupos paramilitares, administraciones sin rumbo a la espera de ayudas internacionales. Haití está bajo la tutela de un “grupo”, compuesto por Alemania, Brasil, Canadá, España, Estados Unidos, Francia, Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos. Una reunión de consorcio.

Quizás sea momento para que los haitianos decidan su propio destino, sin la intervención de nadie, como lo hicieron en otros momentos. Son los que primero conquistaron la independencia en Nuestra América, que para dejar de ser esclavos supieron tomar el cielo por asalto en el Reino de este Mundo. Haití nos muestra la realidad como es. Manducumán.

    

 

25 enero 2023

Acá nació el Diego

 

Por Fabián Restivo

21 de enero de 2023 - Página 12

Imagen: Fabián Restivo

Se ve que hubo corrida, porque el parte del día de la guardia del Hospital Evita de Lanús reza entre otros cuarenta y nueve informes que “El cuadro de Alan G. presenta dos impactos de bala y fractura expuesta de clavícula, presumiblemente por atropellamiento, más una epistaxis leve. Fue ingresado a las 4.50 de este lunes, revisado y pasado a la cámara gamma y luego a cirugía. Su condición es estable”.

Un segundo informe da cuenta de una mujer que llegó con nueve de dilatación y rompiendo bolsa, así que el parto fue apenas entre el taxi y el pasillo, asistida por los médicos de la guardia y el Sub Oficial de policía Juan Gonzales, que es a la vez estudiante avanzado de enfermería. Fue una nena y pesó tres kilos y seiscientos gramos, con algo de bilirrubina, así que va a lampara, calculan que unos tres días. Se llamará Clarita “no Clara, Clarita, así, en chiquita.”

Ojalá herede los ojos zarcos de la madre.

Dicho de corrido y sin beneficio de inventario, se puede ver una imagen de Chicago Med. Pero no. Para que esto suceda tiene que haber médicos y médicas, enfermeras, guardias de seguridad, personal de mantenimiento, personal de limpieza, gente en logística, telefonistas, administrativos porque las cosas no existen por la pura necesidad de tenerlas, electricistas, personal de técnica, y más arriba, directores que gestionen, y así hasta llegar a la esfera política que toma la decisión que la naturaleza de su cargo le exige y organizar para que no falle este ejército de mil ochocientos noventa empleados públicos. Esos de los que algunos putean por pura ignorancia azuzados por la mala leche de quienes tienen acceso a los estudios de televisión y promocionan una salud tan privada como impagable.

“Lo difícil fue reconstruir” dice Javier Maroni, director del hospital, con una sonrisa de una esperanza agotadora, mientras lo recorremos interrumpidos sin molestia por personal y pacientes de todo tipo que conocen a este médico que anda por los pasillos “porque si te quedas arriba no te enteras de lo que pasa. La información no sube naturalmente” y el tono no es de control sino de alguien que se ocupa de su trabajo.

El centro del hospital es hoy una huerta verde y brotada bajo el sol y tampoco sucedió por generación espontánea, porque “la gestión anterior lo convirtió en un basural, lleno de ratas y hubo que vaciarlo y limpiarlo y contratar gente para hacer esto que es ahora: un descanso del alma para que los familiares de los pacientes puedan pasear un rato, que es para lo que fue creado”. Casi sería lo de menos si tenemos en cuenta que “la gestión anterior” compró un sofisticado y maravilloso aparato llamado cámara gamma (una herramienta de medicina nuclear de altísimo nivel) y lo dejó arrumbado en un cuarto donde le llovía encima, ocasionando dos perversiones: el gasto de millones para nada y no dar el increíble servicio para el que se compró: fotografiar por dentro a un paciente sin moverlo y detectar desde un cáncer hasta donde exactamente está alojada una bala, o saber el estado de un edema cerebral o pulmonar, o donde está el trombo.

Javier Maroni explica y camina. Solo se detiene cuando frunce el ceño para lamentase al borde del enojo de que “no cuidaron nada. Seguramente los pudo el odio de los detalles de la creación del hospital: Lo hizo Eva Perón, que decía que al pueblo hay que darle lo mejor, entonces le puso escaleras de mármol de carrara, arañas de lujo, espacio amplio, luminoso y ventilado para los pacientes y acompañantes, y hasta un auditorio con butacas de cuero y apoyabrazos de madera de castaño ¡vaya atrevimiento!”. Y ahora vuelve a sonreír. Pero esta vez es un sarcasmo, claro.

Cuando comenzó esta gestión había cuatro camas de terapia intensiva, hoy hay veinte, eso se logra “explicando, pidiendo, y rompiendo las bolas, yo al secretario, el secretario al ministro y el ministro al gobernador. Así funciona porque al igual que en el hospital, la información no sube naturalmente y para gestionar hacen falta recursos, entonces hay que avisar. Yo no pido nada para mí, pero el hospital tiene que funcionar.”

Y no es fácil. Este hospital es un centro UTI, es centro de derivaciones oncológicas, centro de derivación de trasplantes, centro de pacientes pediátricos críticos, y al margen del cotidiano, realiza implantes cocleares y diagnósticos por imagen de gente que llega de todo el país porque “acá, paciente es paciente. Sin preguntas, igual que las mujeres que llegan para hacerse una interrupción de embarazo. Sin preguntas” y de golpe para de caminar y el tono se le pone grave: “Acá llegan, se les hacen los estudios, la ecografía, se les da el tratamiento y luego, si quieren, se les hace seguimiento psicológico y social. Hacemos entre veinte y treinta por día, y vienen de todos lados. Sin preguntas ni cosas raras. Si llegó hasta acá es poque tiene una decisión tomada y eso debe ser respetado. Con la gente no se jode. Paciente es paciente.” Pero no deja nada suelto y a la misma velocidad y sin tomar aire agrega que “acá proporcionamos gratuitamente todos los sistemas de prevención, desde el chip hasta preservativos, la sexualidad tiene que ser plena, cuidada y responsable y nuestra tarea también es educar en ese sentido”.

Esta vez la interrupción es del canillita de toda la vida que le avisa que ya está todo listo para entregar una donación que organizó el barrio: “el pueblo siempre construye, saben cómo hacerlo y quieren hacerlo, y en medio de esto tenés que bancarte que venga gente a joder por joder, como por ejemplo la diputada Florencia Retamoso, esposa de Milman, que viene a sacar fotos de una mancha de humedad…”.

El hospital Evita ya lidió con cosas peores: un día de principio de otoño, fatídico y oscuro para siempre, fue el jueves 31 de marzo de 1977 a las once de la mañana: un grupo de tareas entraba al nosocomio, se dirigía hasta las salas de atención psiquiátrica y sacaba, arrastrándola de los pelos, a la psicóloga Martha Brea, “desde la sala hasta el auto en que la secuestraron. Sabemos que la torturaron, la humillaron y la asesinaron, fue reconocida por el grupo de antropología forense hace un tiempo”.

Esas unidades siguen funcionando y en crecimiento, desde consultorios externos hasta salas de internación y asistencia para pacientes más comprometidos.

La unidad de vacunación COVID se volvió a activar hace unos días por la subida de casos. El grupo de “las chicas superpoderosas”, capitaneadas por la enfermera Alejandra Cano, atienden a cuatrocientas personas por día sin perder el pulso, la suavidad ni las carcajadas de estruendo que mantienen viva la sala. “Durante la pandemia, nadie que llegara al hospital se quedó sin atención ni sin cama ni sin vacunas, y eso que veníamos del desastre de la gestión anterior. Fue un esfuerzo enorme, incluso atendiendo a paciente que las prepagas dejaban tirados. Los salvamos nosotros, la salud pública, los empleados públicos” se cobra con (por primera vez) un dejo no disimulado de suficiencia y orgullo. Y tiene con qué. Todo lo entusiasma, desde el funcionamiento del hospital hasta contar que aquí se dan clases de zumba, talleres de teatro, y cine los miércoles, con café y agua y masitas, para “que la comunidad disfrute también sentados en el mismo auditorio donde estuvo sentado Perón. Solo le agregamos a todo aire acondicionado porque al pueblo hay que darle lo mejor” dice en voz baja como si fuera una manda que se repite a si mismo todos los días.

Se va haciendo tarde y nos despedimos, pienso que recorrer ese lugar enorme y hablar con su gente es una experiencia que debería ser obligatoria. Javier dejó para el final un dato que sabe que ignoro, así que lo suelta como si cantara envido “ah, y además como si fuera poco, acá nació el Diego”.