Viendo
lo que sucede con Gerardo Morales en Jujuy, y con el discurso de los
principales dirigentes radicales atravesados por una mediocridad apabullante,
cabe hacerse algunas preguntas ¿cuándo el radicalismo decidió extirparse los
últimos vestigios de un movimiento popular? ¿por qué siendo socio con capital
mayoritario en Cambiemos, asumió el papel de empleado servicial, genuflexo, de
los CEOS del PRO? ¿qué es lo que lo decidió a cederle la centralidad de la
bandera del antiperonismo potenciado a Mauricio Macri y sus acólitos?
Fueron
hitos en una pendiente de decadencia, la salida anticipada de Alfonsín y De la
Rúa, el Pacto de Olivos, el alquiler de candidatos como Roberto Lavagna
(acompañado por Gerardo Morales en el 2007), con un resultado cercano a la
desaparición en el 2003. La sucesión de tropiezos llevó al radicalismo a
incinerar las mejores páginas de su historia y entroncar su presente con lo
peor de su pasado. Leandro Nicéforo Alem acuñó aquel axioma “Que se rompa,
pero no se doble”, mientras sus actuales herederos acomodaron la frase o la
adecuaron a las circunstancias: “Que se doble pero que no se rompa”. Esa
es la brújula, su táctica, en “Juntos por el Cambio”. A Hipólito Yrigoyen, con
cuya presidencia la incipiente clase media tuvo su representación en la Casa
Rosada, se le debe un acontecimiento histórico como la Reforma Universitaria,
la que consiguió la autonomía y el gobierno tripartito. Su manifiesto liminar
es una joya política y literaria escrito en aquel lejano junio de 1918: “Desde
hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más. Los dolores
que nos quedan son las libertades que nos faltan”. El gobernador de Jujuy
Gerardo Morales, precandidato a vicepresidente de Horacio Rodríguez Larreta,
105 años más tarde, después de la feroz represión al pueblo jujeño, del ingreso
de su policía a la Universidad Nacional de Jujuy, prácticamente la cambió por: “Desde
hoy contamos para el país una vergüenza más y una libertad menos.” Don
Hipólito consiguió el voto parcialmente universal, secreto y obligatorio con
armas revolucionarias: los levantamientos armados y la abstención electoral
ante el fraude y así arrancó a la oligarquía la Ley Sáenz Peña. Ya presidente,
entre otras medidas importantes, creó la Marina Mercante, la empresa estatal
YPF, mantuvo la neutralidad durante la primera guerra mundial; y ante la
invasión de EE.UU a la República Dominicana, ordenó directamente al comandante
del crucero argentino “9 de Julio”, el capitán de fragata Francisco Antonio de
la Fuente, que debía saludar a la bandera de la república: "Id y saludad
al pabellón dominicano en reconocimiento a su independencia y soberanía".
El 13 de enero de 1920, el crucero “9 de Julio” fondeó frente a Santo Domingo y
saludó izando a tope ese pabellón. En cambio, ningún dirigente radical importante
levantó su voz cuando el presidente Mauricio Macri, de rodillas ante el Rey de
España le expresó el 9 de julio del 2016, desde la Casa de Tucumán: "Querido
Rey, los patriotas debían haber sentido una gran angustia por tener que
separarse de España". Dos años,
después, el mismo estruendoso silencio radical acompañó la soga que “Juntos por
el Cambio” colocó en el cuello de generaciones de argentinos contrayendo la
gigantesca deuda con el FMI.
Siguiendo
con las diferencias: Arturo Illia, más allá de su lamentable pecado original de
haber sido cómplice de llegar a la Presidencia con la proscripción del
peronismo, tuvo posicionamientos firmes como el cumplimiento de su promesa
electoral de la anulación de los contratos petroleros suscriptos durante el
gobierno de Arturo Frondizi, de enfrentarse a los laboratorios con la Ley Oñativia, de
enarbolar una economía de un nacionalismo defensivo, de tener una actitud firme
de rechazo ante las exigencias de David Rockefeller o negarse a enviar tropas
ante una nueva invasión norteamericana a República Dominicana.
Raúl
Alfonsín sentó las bases de esta democracia que este año cumple cuarenta años,
con su histórico Juicio a las tres primeras Juntas Militares. Sus
correligionarios actuales permanecen impertérritos sin ponerse colorados
asociados a quienes sostienen “el curro de los derechos humanos”, aquellos que
ponen en primer término la cuantificación de los desaparecidos durante el
Terrorismo de Estado. Si el primer Presidente de la actual democracia sostenía
que "Si la sociedad se hubiese derechizado, lo que la UCR debe hacer en
todo caso es prepararse para perder elecciones, pero nunca para hacerse
conservadora", los actuales dirigentes, los Cornejo, los Sanz, los
Negri, los Lousteau, los Cobos, los Morales, de una mediocridad apabullante,
prefieren ser representantes y prolongación del establishment, furgones de cola
de una coalición que polemiza por ver quién tiene la derecha más larga. Más
aún: como el caso del gobernador de Jujuy, desempeña el papel de súper halcón
de una falsa paloma como Horacio Rodríguez Larreta.
Gerardo
Morales ocupó un cargo importante en la Alianza, la Secretaría de Desarrollo
Social, gobierno que apenas asumió el 10 de diciembre de 1999, siete días
después, la represión en Corrientes ocasionó dos muertos y se fue con 39
víctimas. Ese es su punto de contacto con los aspectos críticos de un gobierno
popular como el de Yrigoyen: los muertos de la Semana Trágica y los
fusilamientos de los peones de la Patagonia Rebelde.
El
radicalismo que en sus aspectos más regresivos fue de un antiperonismo
trasnochado, que formó parte fundamental de la Unión Democrática, que uno de
sus hombres, después fue Ministro de Alfonsín, como Roque Carranza colocó una
bomba en el subte de la línea A en Plaza de Mayo en un acto multitudinario, en
abril de 1953, con un final de cinco muertos. Hoy su apellido denomina una
estación de subte. Fue el partido más importante que apoyó a la Revolución
Fusiladora, que dio algunos de sus hombres a las dictaduras autodenominadas de
La Revolución Argentina y El Proceso de Reorganización Nacional.
A
pesar de todo ello, escrituraron a su nombre la República, se apropiaron del
ropaje democrático y la separación de poderes. Coherente con la falsedad de
estos enunciados, Gerardo Morales en su provincia modificó inmediatamente de
haber asumido la Corte Suprema Provincial, ampliando la misma con diputados que
votaron el incremento de su número y varios de ellos integraron su nueva
composición y convalidaron todos los atropellos perpetrados contra Milagros
Sala. Y el odio no sólo se dirigió a su
persona sino también sobre su gigantesca obra.
Se
sancionó ahora una Constitución con todas las bancas para la mayoría,
eliminación de las elecciones de medio término, sin derecho a la protesta que
se la reprime y penaliza, con el litio para apropiación privada como objetivo,
sancionada con una rapidez sospechosa, al punto que los debates que debían
extenderse durante 90 días fueron acotados a tres semanas, todo ello con la
complicidad del peronismo y haciéndola valer después de sancionada con una
policía impulsada a reprimir sin pudor, con agentes sin uniforme ni
identificación, en vehículos sin patente, con allanamientos sin orden judicial,
con docentes torturados y vejados en sus domicilios, una película que la emparenta con “La noche
del apagón “, en julio de 1976, con el protagonismo, igual que entonces, del
Ingenio Ledesma y la familia Blaquier. La secuencia es estremecedora:
represión, persecución, incomunicación de los detenidos, falta de información
de sus paraderos, traslados intempestivos en vehículos sin identificación,
persecución a abogados y abogadas parecen el spoiler de la película a estrenar
por Juntos por el Cambio si ganan en octubre y asumen en diciembre. Morales
está cebado, amenazó por televisión con expropiar la sede de la UBA de Tilcara
bajo el pretexto de que “son los incentivan los cortes”, tratando de quedarse
con el manejo del sitio arqueológico Pucará de Tilcara. Los paros de los empleados del Estado y
docentes entre otros gremios, convierten a la provincia en un tembladeral.
Este
es el republicano, el democrático, el presidente del radicalismo y pre
candidato a Vicepresidente Gerardo Morales. Justo en ese territorio donde se
escribió una de las páginas históricas memorables conducida por Manuel Belgrano
que fue el Éxodo Jujeño. Los descendientes de aquella gesta son muchos de los
reprimidos por estos días, mientras que seguramente Morales homenajea en actos
vacíos a los bisabuelos de los actuales reprimidos como los protagonistas
históricos de la gesta que protagonizaron en agosto de 1812.
Morales
no tiene escrúpulos en sus atropellos para incrementar su figura de ultra duro,
ya que tiene que fortalecer la supuesta imagen de paloma de Horacio Rodríguez
Larreta. En ambos casos sólo la protección mediática obscena impide que estos
hechos en Jujuy o los que suceden en la ciudad de Buenos Aires se conozcan
debidamente. Larreta invierte más en publicidad que en infraestructura escolar
lo que aleja la posibilidad que la población se informe, por ejemplo, que hace
cuatro años hay un policía de la Ciudad desaparecido que Larreta se niega a
buscar o que el jefe de policía de la misma Gabriel Oscar Berard fue acusado de
presionar en el crimen del joven futbolista Lucas González, a través de dos
abogados a oficiales subalternos para que no hablen. En ese alevoso crimen
fueron condenados tres policías a prisión perpetua y seis con penas entre
cuatro y ocho años y donde por primera vez se reconoce el odio racial.
El
radicalismo se ha resignado a colocar el vicepresidente en las dos fórmulas
presidenciales del PRO que son las de Juntos por el Cambio. A Patricia
Bullrich, la Margaret Thatcher semicolonial, lo acompaña el radical duro Luis
Petri, más conocido por ser pareja de una periodista de las que posa de
independiente, pero se derrite cada vez que menciona a Mauricio Macri. El
candidato a vicepresidente de Bullrich es el que acusa de tibio al represor
jujeño.
Morales
se considera discípulo de Alem, Yrigoyen, Illia, Alfonsín, y en realidad valora
como méritos los que fueron sus limitaciones y errores y lo que fueron sus
virtudes las desconoce u omite. Con sus correligionarios actuales protagonizan
la larga agonía del radicalismo como movimiento popular y pueden eventualmente
celebrar triunfos electorales conseguidos dándole la espalda a su mejor
historia.
Esa
agonía se profundizó desde su alianza con el PRO. Fue el artífice que un
partido provincial tuviera alcance nacional, que el que tiene el capital
electoral ampliamente mayoritario quedó como subordinado y que en función de
permanecer unidos y con migajas de poder, aceptara y acepta toda clase de
indignidades. Ese sistema de alianza lo llevó a enterrar la bandera de los
derechos humanos del histórico juicio a las Juntas Militares y estar ausentes
en cada manifestación el 24 de marzo. A diferencia de actitudes asumidas por
los mejores referentes históricos radicales, son fuertes con los débiles y
débiles con los fuertes.
Hay
una transfusión ideológica del Pro al radicalismo y a su vez el partido fundado
por Mauricio Macri la recibe de Javier Milei. Expresan una sociedad
desorientada y muy enojada en sectores importantes que ha asumido como verdades
prejuicios ancestrales, que en su desesperación muchos votarán para que le
corten la rama que los sostiene y sobre la que están apoyados.
Si
a este escenario se agrega que el peronismo está superado por la crisis y vive
una de sus etapas menos afortunadas, no resulta difícil de entender el
escepticismo, la desconsideración hacia la política y los políticos que se
expresa en las recientes elecciones con alto ausentismo y voto en blanco o la
aparición de personajes como Milei que aparte del análisis político que lo
explica, hay facetas que escapan de ese ámbito y pasan al de los especialistas
médicos y psicológicos.
El
radicalismo recuerda aquel tango de Enrique Santos Discépolo levemente
modificado para la ocasión: “Quien más…quien menos/ Para ganar una elección/
son una mueca de lo que alguna vez soñaron ser”.
Por
eso también “La marcha radical” está arrumbada.
Quién
sin ponerse colorado podría cantar: “Adelante radicales/ adelante sin cesar/
Viva Hipólito Yrigoyen/ y el Partido Radical/ Siempre, adelante
radicales/Adelante sin cesar/ Que se rompa y no se doble/ El Partido Radical.”
25-07-2023
*Publicado
en La Tecl@ Eñe, Diario Registrado, Portal de Radio R770