Cada
movimiento político con cierta perdurabilidad, tiene su partida de nacimiento
que es la cristalización de un proceso anterior que emerge en un momento
determinado. El peronismo se incubó de 1943 a 1945, con la gigantesca tarea
desarrollada desde la Secretaria de Trabajo y Previsión por el Coronel Perón y
tiene su acta bautismal el 17 de octubre de 1945. El Yrigoyenismo tuvo muchos
años de abstenciones y sublevaciones armadas hasta que la Ley Sáenz Peña con el
voto obligatorio y secreto le dio la oportunidad de acceder al gobierno y
constituirse en la corriente más representativa y popular del partido radical.
El Kirchnerismo y el PRO nacieron de la crisis del 2001. Una fracción dentro
del Partido Justicialista, encabezada por Néstor Kirchner, sorprendió con
medidas que despertaron entusiasmo y esperanza, volvió a recuperar fuertemente
el valor de la política y la imagen presidencial a partir de un triunfo con una
cantidad de votos (22,25%) menor al número de pobres. Lo definió impecablemente
el periodista Luis Bruschtein: “A diferencia de sus antecesores, en vez de
poner el oído en los reclamos de los grupos dominantes, Néstor Kirchner lo puso
en la sociedad y recogió ese reclamo para convertirlo en conquista. Es la forma
como se construyen los liderazgos verdaderos: escuchar al pueblo y convertir
sus reclamos en conquistas”. Pero simultáneamente un posicionamiento muy
conservador expresado en la suma de votos de Carlos Menem, Ricardo López Murphy
(40,82%), sería el embrión del PRO. Ahí ya existía una plataforma electoral
sobre la cual se iría constituyendo el partido de Mauricio Macri,
fundamentalmente capitalino y recibiendo una progresiva transfusión electoral
del radicalismo.
Milei
viene fundamentalmente de los dolores y limitaciones de la pandemia, regado con
el fracaso de los dos últimos gobiernos y potenciado por la inflación, el
descrédito de la política y los políticos, la extrema incertidumbre del
presente, más lo nebuloso y cerrado que se presenta el futuro. Aunque si se
ahonda el análisis, las convocatorias por internet contra el segundo gobierno
de Cristina Fernández, puede encontrarse la protohistoria no sólo del triunfo
de Cambiemos en el 2015, sino de algunas semillas de La Libertad Avanza.
LAS MANIFESTACIONES QUE ADELANTABAN EL
FUTURO
Cristina
Fernández había tenido un triunfo aplastante en el 2011 con el 54,11% de los
votos, con el kirchnerismo consolidado como una corriente arrasadora a partir
de su fundación real que fue el conflicto con las patronales del campo, donde
no se discutía lo aparente, el aumento de las retenciones, sino lo real: quién
tenía el poder. El segundo hito fundante fue la muerte de Néstor Kirchner y la
presencia multitudinaria de las huestes juveniles. Aquel 23 de octubre,
Cristina Fernández le sacó al segundo Hermes Binner, 37 puntos y al tercero
Ricardo Alfonsín, 43. Visto desde otro ángulo: la suma del segundo y el tercero
alcanzó el 27,95%, un poquito más de la mitad de lo obtenido por la triunfadora.
Sin embargo, el 8 de noviembre del 2012, convocado por las redes sociales, se
congregaron multitudes con la movilización masiva contra la Presidenta, en
Capital Federal, en Córdoba, Mendoza, Tucumán, Mar del Plata y algunas pequeñas
localidades de argentinos en el exterior. Las consignas: Contra la corrupción,
contra una posible reforma constitucional, contra el impuesto a las ganancias
que pagaban los trabajadores, contra la inflación, por una justicia
independiente, por la libertad de prensa, contra la inseguridad, contra las
restricciones para la compra de dólares, y reclamando libertad y educación. Fue
una de las varias manifestaciones de diferente magnitud, convocadas
posteriormente.
Durante
la pandemia, los libertarios y el PRO, participaron o convocaron a marchas
anticuarentena. Una de las primeras, muy reducida, fue el 25 de mayo del 2020
reclamando por la libertad, negando la existencia de la pandemia. Se repitió el
6 de junio pidiendo protocolos para la reapertura de comercios y gimnasios, con
pancartas que hablaban de “un nuevo orden mundial” y “reclamando libertad”.
El
20 de junio fue la oposición la que a través de las redes sociales hizo la
convocatoria para “promover la República”; para que el país “no se convierta en
Argenzuela”. Al mismo tiempo empezó a caracterizarse al gobierno como
infectadura, adjetivo que surgió del frustrado primer candidato a diputado del
Pro por la Capital en el 2023, desplazado por sus dichos profundamente
discriminatorios. Tras esa descalificación de infectadura, el consultor
aeronáutico sostenía en junio del 2020: “El gobierno avasalla derechos con
argumentos infectológicos”
El
9 de julio una nueva convocatoria, que a todas las consignas anteriores se
agregaron reclamos por “la libertad de expresión” y en “defensa de la propiedad
privada”. Los manifestantes se mostraron sumamente agresivos con los
periodistas de C5N.
Son
algunas de las muchas marchas que se prolongaron en el 2021, ya con vacunas, en
donde se ponían en duda la eficacia de las mismas, participaban sin barbijos; y
en otras se los quemaban o se instaba a no vacunarse. Se agregaron otras
consignas: “Por la libertad, por las escuelas abiertas y presenciales. Con mis
hijos, no. Por la República. Las calles son nuestras”, y diferentes denuestos
de gruesos calibres hacia Cristina Fernández.
Si
uno observa los referentes importantes que se manifestaban y bregaban a favor
de la cuarentena como Alberto Fernández, Cristina Fernández, Horacio Rodríguez
Larreta, Fernán Quirós, Diego Santilli, no pudieron presentarse a elecciones o
fueron derrotados.
En
cambio, los que convocaron a marchas anticuarentena, y algunos contra los
barbijos, contra las vacunas, son candidatos a presidente como Javier Milei o
Patricia Bullrich, o candidata a gobernadora como Carolina Píparo.
El
que mejor catalizó la tragedia de la pandemia fue Javier Milei quien con su
consigna central ¡Viva la libertad, carajo!, sedujo a franjas importantes de
jóvenes que visualizaron lo que el Estado les privó en cuanto a amistades,
fiestas, encuentros, reuniones y no reconocen cuanto el Estado hizo en su
protección.
LOS PROPAGADORES DE LA VIOLENCIA
Milei
es un intemperante con un discurso que transpira violencia y reduce a sus
opositores a ratas, cucarachas o excrementos humanos. No es menor el discurso
pirotécnico del PRO, en especial Patricia Bullrich, que llama a “Librar la
última batalla para librarnos del kirchnerismo”, "Es ahora el momento para
terminar con el kirchnerismo. Y para siempre”. “El kirchnerismo construyó el
peor sistema de gobierno y de poder que nos podemos imaginar, no llegamos a ser
Venezuela por un piquito”. Después del triunfo de Juntos por el Cambio en las
elecciones para gobernador en Santa Fe, exultante y sin inhibiciones dijo: “Es
el momento de destruir el kirchnerismo, para que no vuelva más una ideología
que ha generado un mal terrible en el país. Es el momento histórico de cambiar
para siempre”. Todo ello ampliado por periodistas donde el insulto reemplaza al
pensamiento como Baby Echecopar; o Viviana Canosa, que repetía las consignas
del grupo terrorista “Revolución Federal” como: “No van a poder salir a la
calle” o “Van a correr”, entre otros tantos, que son ultramilitantes, pero se
autodefinen independientes.
Por
eso no extraña que, ante el intento de magnicidio de la vicepresidente, la
ruptura de un acuerdo que se mantuvo vigente desde 1983 de no usar la violencia
física contra el adversario, tanto Javier Milei y Patricia Bullrich, candidatos
presidenciales, permanecieran mudos ante un hecho de semejante magnitud. Todo
ello coloca a la sociedad en un desfiladero donde la violencia política asoma
su rostro deforme. Si a eso se suma que la investigación del atentado tiene
todas las características de un encubrimiento con errores tan groseros que son
horrores, que está altamente sospechado el por entonces jefe de campaña de Bullrich,
el diputado Gerardo Milman, que cuando Bullrich fue Ministra de Justicia fue su
Secretario de Seguridad Interior. Si a eso se suma irregularidades más que
sospechosas en el financiamiento de una carpintería casi inexistente de
Jonathan Morel, jefe de la banda terrorista Revolución Federal realizada por
Caputo Hermanos, precisamente hermanos de Luis “Toto ”Caputo, ex Ministro de
Finanzas de Mauricio Macri, con procedimientos de pagos millonarios alejados de
los realizados a otros proveedores, todo lo cual lleva a exigir una
investigación seria que no se cierre como se pretende en “los loquitos” de la
banda de los copitos.
EL CRUZADO LIBERTARIO
Si
las nueve Cruzadas entre 1095 y 1272 tenían por objetivo la recuperación del
Santo Sepulcro en Jerusalén de la dominación musulmana, Milei es un cruzado del
anarcocapitalismo que levanta tres banderas de la cual la primera es la
propiedad privada, seguida por la libertad y la vida. Su Dios es el mercado y
la libertad que reconoce es la que ahí generalmente no rige. La mano invisible
del mercado generalmente hace la transferencia de riqueza de abajo hacia
arriba. Es enemigo de la ley de la despenalización del aborto, simpatizante del
Partido Republicano que considera que la única vida a proteger es desde la
concepción hasta el nacimiento.
Han
sido largamente divulgadas sus propuestas, ninguna de las cuales pasa por el
colador de la más elemental racionalidad y que no han sido aplicadas en ningún
lugar del planeta desde privatizar las calles de las ciudades a la venta de
órganos o contaminar libremente los ríos por las empresas, hasta que las vías
fluviales sean propiedad privada. La dolarización y la eliminación del Banco
Central sólo fue practicado por tres países pequeños o islitas del Océano
Indico. Expresiones como “El Estado es una organización criminal violenta
porque vive de una fuente coactiva de ingresos y los impuestos son un robo, una
rémora de la esclavitud y bajarlos es devolver libertad a los ciudadanos”. O
subordinar las relaciones comerciales a posicionamientos ideológicos.
Hay
una consideración que ha sido poco estudiada y pasada por alto por los
analistas que ingenuamente consideran que sus propuestas no pasarán porque no
tiene los votos en el Congreso o necesita reformar la Constitución. Un aventurero
que es capaz de decir por televisión el día de su triunfo en las primarias, una
frase que ni siquiera el Almirante Rojas se animó a enunciar: “No hay nada más
injusto que la justicia social”, no va a tener escrúpulos para ir por el
Congreso y la Constitución.
A
diferencia del PRO que ubica la decadencia argentina en 80 años,
aproximadamente desde el surgimiento del peronismo, Milei lo fija con la
presidencia de Yrigoyen, es decir, el primer presidente el cual pudo acceder a
la presidencia con la aplicación del voto secreto y obligatorio.
Para
entender esta boutade es preciso recurrir a Diego Giacomini, el mejor o tal vez
único amigo que tuvo Milei y socio en varios libros hasta que la alianza del
actual candidato presidencial con José Luis Espert hace unos años, terminó con
esa amistad.
¿Qué
dicen los libertarios acerca del voto obligatorio? Sigamos a Giacomini
entrevistado por Jorge Fontevecchia (Perfil 10-09-2023): “…ahora el presidente,
el gobernador, el intendente, el diputado y el senador dicen que nosotros, el
pueblo, tenemos el poder y nosotros delegamos en ellos, que son nuestros
representantes. Si ellos fueran nuestros representantes debería haber un
contrato de representación. Primero y ante todo es voluntario, cualquier
contrato firmado a punta de pistola es inválido, está viciado de nulidad,
tenemos voto obligatorio. Segundo, cualquier contrato de representación se
firma con nombre y apellido. Porque la firma con nombre y apellido es lo que da
lugar a la existencia del contrato y uno se convierte en representante y otro
en representado. La firma con nombre y apellido da lugar a obligaciones y a
derechos, tanto del representante como del representado” Está claro entonces
que la decadencia empieza con el yrigoyenismo porque el voto es secreto y por
lo tanto no es válido y además no lleva la firma del votante por lo que no hay
posibilidad de que exista un contrato de representación. Añoran el voto cantado
anterior a 1912. Y con la Constitución que los ingenuos piensan que los
libertarios van a respetar, sostiene Giacomini: “Las constituciones que
nacieron con las mejores intenciones a partir del liberalismo clásico, tienen
un grave problema: hablan de contrato social. De nuevo el mismo problema,
porque nadie lo ha firmado nunca pero el problema es peor que con el voto. Se
potencia, porque pretenden que sea hereditario y que sea un contrato eterno. Si
mi padre firmó un contrato, el contrato muere con mi padre. Yo no me tengo que
hacer cargo del contrato que hizo mi padre y es así en todo el marco del
derecho privado de las personas, cualquier otra cosa sería injusta. Las
constituciones cometen un error garrafal, le dan el monopolio de la ley, el
monopolio de la seguridad, de la defensa, el monopolio de la administración de
justicia al Estado. Esto es realmente muy fuerte, porque primero hay que saber
qué es la definición de monopolio. La definición neoclásica, dice que hay
monopolio cuando hay un solo oferente, un solo productor. Esta es una
definición miope. Primero porque no va a las causas, parece que el monopolio
cayó del cielo…La definición de la escuela austríaca es, hay monopolio cuando
está prohibida por la fuerza entrar en libertad al mercado para poder producir
u ofertar un determinado bien o servicio libremente. Las constituciones
liberales prohíben por la fuerza que alguien venga a producir y ofertar leyes
solamente, y el Estado lo puede hacer. O sea, es el Estado el que dice qué está
bien y qué está mal. Qué podés hacer, qué tenés que obedecer y qué no podés
desobedecer. Después le da el monopolio de la seguridad, que implica que el
Estado tiene el poder monopólico de ser el único que puede utilizar la fuerza
para ir a buscarte de los pelos, y sancionarte si desobedeciste …El Estado es
juez y parte de la misma cuestión. Ahora las constituciones han creado el
monopolio más violento de toda la historia de la humanidad………Y el Estado al ser
un monopolio, termina siendo intrínsecamente una estructura que lleva al
socialismo”
Los
libertarios tienen una sola virtud: dicen brutalmente lo que piensan. La
ingenuidad de pararlos con el Congreso y la Constitución es como dijo el
ministro de Relaciones Exteriores de Bonaparte, Charles Maurice de Talleyrand,
al conocer el asesinato del duque de Enghien, ejecutado por un pelotón de
fusilamiento del ejército napoleónico: “Es peor que un crimen, es un error”. Un
crimen, a juicio de Talleyrand, es un delito cuya sanción recaerá sobre el
criminal, y allí concluye la acción sancionatoria. El error cuando es mayúsculo
cae sobre todo el pueblo con consecuencias perdurables y a veces irreversibles.
MILEI CITA MAL A ALBERDI
La
única referencia histórica al siglo XIX que suele invocar Milei, lo hace con
relación a Alberdi, que durante su trayectoria fue una de las fuentes de la
Constitución de 1853, sancionada conforme a las necesidades de los ganadores de
las guerras civiles argentinas. Pero era un Alberdi liberal que sostenía, a
diferencia de Milei que lo omite o lo ignora, que sin igualdad no hay libertad.
Como dice Juan Pablo Lichtmajer, biógrafo de Alberdi: “es un liberal que se
oponía al liberalismo porteño. Y es un liberal que defiende derechos
colectivos.” Y en su libro “El crimen de la guerra” fue un crítico durísimo de
la Guerra de la Triple Infamia, donde los comerciantes importadores de Buenos
Aires, Montevideo y el Imperio del Brasil, alentados por Inglaterra, en
larguísimos y crueles cinco años destruyeron el país más desarrollado de
América Latina en el siglo XIX, que practicó un férreo proteccionismo y un
poderoso estatismo. Paraguay, en la mitad de ese siglo, tenía ferrocarril,
fundiciones de hierro y altos hornos, telégrafo. No tenía deuda externa y era
una amenaza por su “mal ejemplo”
Bartolomé
Mitre comando el ejército que terminó enfrentando a niños. Alberdi
responsabiliza al entonces presidente Bartolomé Mitre y a su sucesor Domingo Sarmiento
por “hacer guerras de despoblación y de empobrecimiento" que hicieron
desaparecer a cincuenta mil argentinos y devastaron al Paraguay. Alberdi, como
el caudillo federal Felipe Varela y José Hernández, fueron algunas de las voces
que denunciaron aquel terrible crimen contra el pueblo paraguayo.
Joaquín
Sabina en una canción, dice sobre el magnate griego Onassis: “Era muy pobre,
sólo tenía dinero” Parafraseando al canta autor español se puede decir de
Milei: “Era muy pobre, solo sabía un poquito de economía austríaca y encima,
según Giacomini, mal”
El PELIGRO ES ENORME
Estamos
en un momento bisagra de la historia argentina en que la justificada bronca, el
permanente balanceo en el borde del abismo puede producir la decisión
mayoritaria de arrojarse al precipicio. “Que reviente todo y empezamos de
nuevo” se contradice con otra frase escéptica: “Estamos cansados de sufrir”
Todas las alternativas van al ajuste, pero dos de las mismas prometen
sufrimiento extremo porque desconocen la anestesia, al cabo de las cuales se
tendrá una sociedad más desigual e injusta.
Hay que realizar cambios profundos, pero en sentido contrario a los que
prometen Milei y Bullrich. Massa debería cambiar mucho de su historia conocida
para afrontarlos. Todo indica que está más cerca de administrar la crisis y
concretar algunas reformas menores necesarias, que al lado de las propuestas de
la oposición parecen de una notable cordura. Que esa sea la mejor alternativa
para no caer a un vacío de profundidad incalculable, demuestra cómo el país ha
sido conducido a un callejón cuya posible verdadera salida no está hoy en el
horizonte. Sólo el nihilismo de las almas bellas puede considerar que el voto
en blanco al tiempo que adormece y tranquiliza la conciencia individual, los
coloca por encima de votar al mal menor mientras cargan las balas del arma
ganador que preanuncia una derrota catastrófica para el país.
Hay
una incipiente pero promisoria reacción. La anestesia social empieza a
disiparse. El peligro es un buen acicate para alejar la somnolencia. El autor
de esta nota es la séptima que le dedica a Javier Milei, empezando con la
primera, ya lejana, del 2018. El copete de la última el 1-09-2023, como las
anteriores publicada por La Tecl@ Eñe, decía: “El país se encuentra en estado de
shock ante el triunfo en las PASO de Javier Milei. Su prédica concita una
adhesión que atraviesa a las clases sociales y se distribuye
homogéneamente en todo el territorio
nacional. Enarbolando a la casta política como enemigo y una ilusionaría
libertad que muere asesinada por el fundamentalismo de la mano invisible de
mercado, la sola posibilidad de que Javier Milei pueda acceder a la presidencia
es una hecatombe de proporciones inimaginables”
El
sociólogo Eduardo Fidanza, socio de Poliarquía viene señalando desde hace mucho
tiempo el peligro que se cierne. En Perfil del 19 de septiembre bajo el título
“Sombrías perspectivas” escribió: “No es necesario ser perspicaz ni original
para darse cuenta: la Argentina avanza hacia un conflicto político de dimensiones
y consecuencias incalculables. Si se efectúa una comparación histórica, se verá
cómo convergen los factores que condujeron a otros países a este tipo de
crisis: situación económica extremadamente precaria, amplias franjas de la
población empobrecidas y humilladas, sentimiento generalizado de angustia e
incertidumbre, desconfianza en la mayoría de las instituciones, élites
desprestigiadas e impotentes para resolver los problemas. En ese contexto,
antes y ahora, el surgimiento de liderazgos anti sistémicos, de impronta
redentora, fue la respuesta que las sociedades encontraron a sus desgracias.”
Siempre
es aconsejable tener a mano aquella frase memorable de Rodolfo Walsh, aparecida
en el primer número del diario de la CGT de los Argentinos un Primero de Mayo
de 1968: “El campo del intelectual es por definición la conciencia. Un
intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo y en su país es una
contradicción andante y el que comprendiendo no actúa tendrá un lugar en la
antología del llanto, pero no en la historia viva de su tierra.”
EL CRUZADO QUE NACIÓ DE LA PANDEMIA
Estamos
frente a una democracia capturada por el poder económico, una justicia
impúdicamente arrodillada e integrante del establishment,(1) un sistema
económico debilitado, políticas que no dan respuestas suficientes o caminan en
sentido contario como en los últimos ocho años, un país supeditado a las
políticas destructivas del FMI,
políticos que son todavía beneficiarios de la Argentina de la movilidad
social ascendente, una dirigencia empresarial sin visión política y al mismo
tiempo brutal,(2) una sociedad transformada, con una clase obrera que adelgaza
cuantitativamente y disminuye su presencia política, con crecimiento enorme del
trabajo informal, con nuevos actores
sociales como los monotributistas y los movimientos sociales, con una clase
media crecientemente segmentada y desconcertada y una pobreza juvenil
aplastante. Se puede seguir con la deuda monstruosa de Macri, la pandemia, la
guerra y la sequía. La deuda grande que deja Alberto Fernández. La falta de
horizontes y la desesperación de muchos jóvenes. La pobreza es creciente y se
la administra sin solucionarla. Sobre ese terreno barroso, el cruzado que nació
de la pandemia, que descree del cambio climático, con propuestas extravagantes,
con una candidata a diputada terraplanista, antivacunas, cierto regreso a la
Edad Media, que encarna un cambio que es algo así como una pandemia política
prolongación de la sanitaria y para la cual sólo se avizora como vacuna su
previsible fracaso y una frustración enorme para sus votantes. Lo que lo separa
de Juntos por el Cambio es sólo una cuestión de grados.
Sus
mentiras constituyen la fe de muchos de sus seguidores. Como dice Luis
Bruschtein: “Milei está contra los que viven de la política, pero el padre de
su legisladora en CABA, Lucia Montenegro está asociado con otra persona que
tiene inscriptos más de cien agrupaciones políticas que ofrecen a candidatos
sin partido. Dice que acabará con la inflación y su intendente en CABA, Ramiro
Marra, es propietario de una casa de cambio, que son lugares donde se cocina el
valor del dólar. La gente votó al dueño de una casa de cambio para que termine
con la especulación del dólar y votó a la hija de alguien que ofrece siglas
partidarias, para que termine con el negocio de la política”
Si finalmente triunfa, lo primero que se
autodinamita es Juntos por el Cambio y se balcaniza Unión por la Patria. Sería
algo así como barajar y dar de nuevo.
El
peronismo, aunque entre al balotaje, hará la peor elección de su historia. Si
finalmente gana, pero no reacciona; si no afronta las transformaciones
profundas que el país necesita para satisfacer al pueblo, transitará
penosamente su eclipse. Es una salida de emergencia en medio de un aterrizaje
dramático. Es posible que estemos asistiendo al fin del ciclo iniciado sobre
los escombros de la convertibilidad.
Como
decía Arthur Conan Doyle hablando a través de su detective Sherlock Holmes:
“Cuando aparten lo imposible, lo que resta por improbable que parezca, es la
verdad”
19-09-2023
(1) “Reportaje
al Obispo Jorge Casaretto en La Nación 18-06-2023: “La democracia argentina es
una democracia corporativa, es decir las corporaciones tienen un poder muy
fuerte, al cual no están dispuestos a renunciar un ápice. Creo que es el
problema más serio que tiene la Argentina para lograr un acuerdo. Porque para
lograr acuerdos hay que saber renunciar, y ninguna corporación está dispuesta a
renunciar a nada”
(2) “Ya se deshicieron físicamente de los
revoltosos que proponían caminos alternativos en los setenta. Ya delinearon con
golpes financieros los límites de la democracia en los ochenta. Ya desguazaron
el Estado en los noventa y se repartieron con multinacionales extranjeras. Ya
desterritorializaron tributariamente sus empresas al fijar sedes en Delaware o
Islas Vírgenes. Ya se radicaron en Uruguay para tampoco pagar impuestos por su
riqueza. Ahora van por todo. Agarrate” Alejandro Bercovich, Revista Crisis mayo
del 2023
*Publicado en La Tecl@ Eñe, Diario Registrado,
Portal de Radio R770
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