Los
increíbles Todesca: padre macrista, hija K*
Jorge adoptó a Cecilia, la economista de Alberto
Fernández. El nexo montonero.
El grito de Carlos
Tuda se hace sentir. Es una orden, con tonada cordobesa: resistir. Las
balas pasan por arriba, abajo, a los costados. “El negro Nano”, tiene,
por unos minutos más, 25 años y es oficial primero de Montoneros. El joven
comanda una unidad de siete personas que acaba de caer en una trampa mortal
luego de “expropiar” un camión cerealero. El plan estaba por convertirse
en otro éxito de “la Orga”, pero policías de la Unidad Regional de Tigre los
emboscaron en un desvío de tierra en la ruta entre Campana y Cardales, y ahora
disparan a matar. Los montoneros devuelven los tiros como pueden, pero es
inútil, y la superioridad bélica de los agentes se hace notar rápido. Entonces
Tuda se dirige a su tropa por última vez, y les pide que se rindan. Es su única
carta, pero sale mal. Los policías acribillan a cinco militantes
desarmados, mientras que dos logran escapar. Entre los muertos está Luis Bocco.
Su nombre de guerra
era “el flaco Tito”. Hasta el 12 de abril de 1975, Bocco tenía 27 años,
era profesor, sociólogo, y aspirante en Montoneros, el escalafón más bajo de la
agrupación. Se había criado en la zona norte de Buenos Aires, donde
conoció, en la secundaria, al que sería su mejor amigo hasta el último
de sus días: Jorge Todesca, que para los setenta ya escalaba posiciones dentro
del peronismo revolucionario. Mientras que Bocco se había volcado
hacia la lucha armada, el actual titular del INDEC se mantuvo dentro de la
Juventud Peronista, la cara política y visible de Montoneros, y para 1973 se
convertiría en el segundo al mando de la Regional 1 de la JP. Todo el norte de
la ciudad y del conurbano dependían directamente de Todesca.
En algún momento de
aquellos años, cuando el clima político se espesaba y los muertos de todos los
bandos comenzaban a acumularse, Bocco le hizo jurar una promesa a la persona
en la que más confiaba: si él caía en combate, su mejor amigo debía cuidar a
sus dos hijos y a su mujer. Todesca aceptó el pedido con compromiso
militante, y cuando ocurrió la “Masacre de Campana”, como la llamó el diario de
la agrupación armada, “Evita montonera”, el hombre dio un paso al frente.
A partir de ese
momento comenzaron a ocurrir eventos realmente inesperados. El primer suceso,
quizás el menos sorprendente, fue que la democracia terminó su larga agonía y
el país se sumergió en una sangrienta dictadura. En ese trajín, que
incluiría un prolongado exilio en México a partir de 1976, Todesca se enamoró
de Alicia, la viuda de su mejor amigo, con la que, 43 años después, sigue
casado. Pero eso no es todo: Cecilia, la mayor de los dos
hijos de Bocco, a la que adoptó y con la que lo une una excelente relación, se
convirtió hoy en una de las economistas de referencia de Alberto Fernández,
es su enviada ante el FMI, y probablemente tenga un lugar en un eventual
gabinete. Es una historia de película.
Juventud maravillosa. Todos los
Todesca prefieren mantener esta parte de su biografía en reserva. El
economista, de hecho, aseguraba en una entrevista para NOTICIAS en 2017, en la
que contaba que su pasado montonero había sido “su peor error”, que la
mayoría del Gobierno “ni sabía” que él había tenido un lugar de relevancia en
la lucha setentista. Cecilia, por otro lado, prefirió mantener el silencio para
esta edición.
Tiene lógica:
aparte de la infancia difícil, y un largo juicio en los noventa para obtener el
"Todesca" -el Código Civil no permitía ponerse primero el apellido
del padre adoptivo-, hoy padre e hija están en bandos opuestos de la
política. Ocurrió también durante el kirchnerismo, cuando Cecilia, economista
destacada que para ese momento ya había ocupado un cargo senior en el FMI, era
la jefa de Gabinete del Banco Central K, mientras que Todesca era uno de los
blancos preferidos de Guillermo Moreno, en ese entonces secretario de
Comercio. Hoy la política los vuelve a separar, aunque es un tema que suele
aparecer en los asados, donde llegan a ser hasta 12, entre hijos -Jorge tuvo un
varón con Alicia-, y nietos.
En las últimas
semanas, sin embargo, hubo un farolito de ilusión que prometía cerrar la
grieta: es que Fernández elogió repetidas veces a la gestión de Todesca
en el INDEC, y hasta coqueteaba con la idea de ofrecerle continuar en su cargo. Pero
esa intención parece que se dinamitó con un llamativo comunicado que sacó el
INDEC, firmado por su titular, donde aseguraba que se iría del organismo en
caso de ganar el K. Por ahora, los Todesca sólo van a compartir las
cenas.
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NOTA DE PERFIL 05-09-2019
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