Por Horacio Cecchi
Sergio Zacariaz tenía
52 años. Apareció muerto en la vereda. En la calle, Perú entre Venezuela y
Belgrano. Murió de frío aunque en su situación morir de frío es tanto como
decir que alguien que murió baleado murió por un paro cardiorrespiratorio.
Zacariaz murió de frío porque primero murió de hambre y de falta de techo y de
falta de miradas que lo sostengan y de falta de brazos que lo levanten. Y
claro, todas esas ausencias terminan matando de frío.
Imagen: Bernardino Avila
Decir que apareció
también es sensiblemente erróneo, porque aparecer hace rato que Zacariaz
aparecía como tantes de sus copartícipes de la resaca del neoliberalismo. Pero
son esas maneras de aparecer que no se quieren ver y se naturalizan, y de tanto
naturalizarse dejan de verse. Pero aparecer a la vista de todes, hace rato que
Zacariaz aparecía.
No más en el último
censo (cuyos resultados se publicarán próximamente) de las organizaciones
dedicadas a luchar contra las inclemencias del Estado inhumano, Zacariaz debía
ser uno más de los seguro más de 20 mil personas que viven donde no se puede
vivir, en la calle. En el último censo, el año pasado, ya eran más de 20 mil
las personas que vivían a cielo abierto o a cielo tapado de nubes heladas, pero
nunca bajo techo.
Y por primera vez en
vaya a saber cuántos años Zacariaz tuvo techo provisto por el Estado: una carpa
policial para cubrir su cadáver de la mirada de la sociedad. No vaya a ser que
Zacariaz moleste incluso después de muerto.
A Zacariaz lo
molestaba, en cambio, el no tener techo, el no tener para comer, pero en estas
fechas, el tener frío. Anoche, la temperatura fue cercana a 0 grados.
El grado cero.
Las noticias dicen
que toda la semana hará frío y que las temperaturas oscilarán entre 3 y 5
grados de mínima. Basta abrigarse y tomar un desayuno caliente para resolver el
problema y hacer del frío algo que se puede "soportar". Fue lo que le
faltó a Zacariaz, soporte. No podía pasar los 3 grados a la noche, con el
viento que soplaba helado, apenas cubierto con unos puloveres desilachados, y
unos cartones, con nada caliente en la panza que lo pudiera mantener a flote.
En términos médicos
posiblemente se diga que Zacariaz murió por hipotermia. Una palabra que esconde
todo el frío que se tiene que sentir para que no solo los dedos se entumezcan,
ni los labios tiemblen ateridos de frío, sino que el corazón se enfríe a tal
punto que no quiera seguir más.
Se durmió muerto de
frío Zacariaz.
Y no se despertó. Lo
mataron las políticas de hambre y ninguneo de un Estado que sólo le procuró una
carpa policial y una bolsa de nylon para que no lo vieran ni siquiera muerto.
PUBLICADO EN PÁGINA
12 2 DE JULIO
increíble...
ResponderEliminargracias gato...