EL
MÚSICO DE LAS PALABRAS
Quiso ser jugador de fútbol pero sólo era bueno cuando se soñaba futbolista. Lo que quedó de aquella ilusión fue un hincha fervoroso; degustador del deporte más maravilloso, siempre que se juegue como un arte, como un ballet. Por eso escribió páginas inolvidables sobre Maradona, Messi, Garrincha o sobre Obdulio Varela, el mítico capitán de la selección uruguaya campeona del mundo en Brasil en la mayor hazaña futbolística de la historia. O se solidarizó con Barboza, el arquero brasileño que cargó injustamente con la responsabilidad de la derrota. Quiso ser santo, pero eso era más difícil que ser futbolista. Gracias a esos dos fracasos se convirtió en periodista y escritor. Y así las palabras encontraron a uno de sus músicos más importantes. Fue precisamente Diego Maradona quien sintetizó la vida de Galeano en lenguaje futbolístico que hubiera alegrado al notable uruguayo: “Gracias por luchar como un número 5 en la mitad de la cancha y por meterles goles a los poderosos como un 10. Gracias por comprenderme….”
Poseía
la rara virtud de escribir como hablaba y hablaba como escribía.
Su
voz cadenciosa modulaba a la perfección la lectura de sus micro relatos.
Tenía
un estilete para penetrar en la realidad y definir el escenario con frases
precisas y redondas.
En
“Las venas abiertas de América Latina”, publicado en 1971, a quien el
periodista y escritor Reynaldo Sietecase definió como “nuestra biblia del
despojo”, en sus primeros párrafos caracterizó la economía mundial: “La
división internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan
en ganar y otros se especializan en perder”.
Sobre
el desarrollo, diferenciaba que no era lo mismo un niño que un enano y
sostenía: “El subdesarrollo de América Latina proviene del desarrollo ajeno y
continúa alimentándolo”.
La
deuda externa, una soga puesta en el cuello del continente, le merecía esta
reflexión: “En 1995 el Banco Barings, el más antiguo de Inglaterra, cayó en
bancarrota. Este banco había sido el brazo financiero del imperio británico. La independencia y la deuda externa
nacieron juntas en América Latina. Todos nacimos debiendo.”
Sobre
la colonización apuntaba: “Vinieron. Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos
dijeron: "Cierren los ojos y recen". Y cuando abrimos los ojos, ellos
tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia.”
Defendió a Cuba y luego a la Venezuela chavista manteniendo su sentido
crítico. Decía: “Yo creo en la solidaridad con la Revolución Cubana
desde la libertad de conciencia, no desde el deber de obediencia. O sea, yo no
creo que la solidaridad con un país, con una revolución, con una persona, se
practique desde la obligación de decir que sí…… Creo en la libertad de conciencia, creo que uno
tiene no solamente el derecho, también el deber de contradecir, de criticar, de
dudar, de coincidir con lo que se coincida pero también de decir no…..” Pero no
dudaba en el momento de las definiciones: “La Revolución Cubana nació para ser
diferente. Sometida a un acoso imperial incesante, sobrevivió como pudo y no como quiso. Mucho se sacrificó ese pueblo, valiente y generoso, para seguir
estando de pie en un mundo lleno de agachados. Pero en el duro camino
que recorrió en tantos años, la revolución ha ido perdiendo el viento de
espontaneidad y de frescura que desde el principio la empujó. Lo digo con
dolor.”
Como siempre estuvo del lado de los derrotados, de los históricamente
explotados, de los indignados y no de los indigno como decía siempre, contaba
lo que le dijo un venezolano de los que antes de la Revolución Bolivariana no
eran tenidos en cuenta: “No quiero que se vaya Chávez porque no quiero volver a
ser invisible.”
Defendió la inserción y los derechos de la mujer cuando la izquierda no
tenía el tema en su agenda.
Por eso escribió: “Si Eva hubiera escrito el Génesis ¿cómo sería la
primera noche de amor del género humano? Eva hubiera empezado por aclarar que
ella no nació de ninguna costilla, ni conoció a ninguna serpiente, ni ofreció
manzanas a nadie y que Dios nunca dijo que parirás con dolor y tu marido te
dominará. Que todas esas historias son puras mentiras que Adán contó a la
prensa.”
Sobre la Eva terrena reflexionó: "¡Viva
el cáncer!, escribió alguna mano enemiga en un muro de Buenos Aires. La
odiaban, la odian los bien comidos: por pobre, por mujer, por insolente. Ella los desafíaba hablando y los
ofendía viviendo. Nacida para sirvienta, o a lo sumo para actriz de
melodramas baratos. Evita se había
salido de su lugar. La querían, la quieren los malqueridos; por su boca ellos
decían y maldecían. Además Evita era el hada rubia que abrazaba al leproso
y al haraposo y daba paz al desesperado, el incesante manantial que prodigaba
empleos y colchones, zapatos y máquinas de coser, dentaduras postizas, ajuares
de novia. Los míseros recibían estas caridades desde al lado, no desde arriba,
aunque Evita luciera joyas despampanantes y en pleno verano ostentara abrigos
de visón. No es que le perdonaran el
lujo: se lo celebraban. No se sentía el pueblo humillado sino vengado por sus
atavíos de reina. Ante el cuerpo de Evita, rodeado de claveles blancos
desfila el pueblo llorando. Día tras
día, noche tras noche, la hilera de antorchas: una caravana de dos semanas de
largo. Suspiran aliviados los usureros, los mercaderes, los señores de la
tierra. Muerta Evita, el presidente Perón es un cuchillo sin filo."
Abogabas por la solidaridad “que es
horizontal y se ejerce de igual, a diferencia de la caridad que se practica de
arriba abajo, humilla a quien la recibe y jamás altera un poquito las
relaciones de poder”. Te enardecía lo que llamabas “el código moral del fin de
milenio que no condena la injusticia sino el fracaso.” Sostenía: “ En un mundo que prefiere la
seguridad a la justicia, hay cada vez más gente que aplaude el sacrificio de la
justicia en los altares de la seguridad…..El mismo sistema que fabrica pobreza
es el que declara la guerra sin cuartel a los desesperados que genera……Los
problemas sociales se han reducido a problemas policiales y hay un clamor
creciente por la pena de muerte…..El miedo es la materia prima de las prósperas industrias de la seguridad
privada y del control social. Una demanda firme sostiene el negocio. La demanda
crece tanto o más que los delitos que la generan, y los expertos aseguran que
así seguirá siendo. Florece el mercado de las policías privadas y de las
cárceles privadas, mientras todos, quien más quien menos, nos vamos volviendo
vigilantes del prójimo y prisioneros del miedo…La publicidad manda a consumir y
la economía prohíbe. Las órdenes de consumo, obligatorias para todos pero
imposibles para la mayoría, se traducen en invitaciones al delito. Este mundo,
que ofrece el banquete a todos y cierra la puerta en las narices de tantos es,
al mismo tiempo, igualador y desigual: igualador en las ideas y en las
costumbres que impone, y desigual en las oportunidades que brinda……Los
delincuentes pobres son los villanos de la película; los delincuentes ricos
escriben el guión y dirigen a los actores….Hoy por hoy la razón de estado es la
razón de los mercados…..El mundo trata a los niños ricos como si fueran dinero,
para que se acostumbren a actuar como el
dinero actúa. El mundo trata a los niños pobres como si fueran basura, para que
se conviertan en basura. Y a los del medio, a los niños que no son ricos ni
pobres, los tiene atados a la pata del televisor, para que desde muy temprano
acepten, como destino, la vida prisionera. Mucha magia y mucha suerte, tienen
los niños que consiguen ser niños”
Sobre el neoliberalismo y su trágica historia
lo definió como un barco que tenía más náufragos que tripulantes.
Defensor del planeta sin caer en un ecologismo bobo escribió: “Si la
naturaleza fuera banco, ya la habrían salvado”
Cuando
la muerte ya lo marcaba de cerca, sus palabras, sus ideas aunque sin
mencionarlo, estuvieron presentes en los discursos de la Cumbre de Presidentes en Panamá.
GALEANO EN LA CUMBRE DE PRESIDENTES DE PANAMÁ
El
notable escritor uruguayo afirmaba: “La historia es un profeta con la mirada
vuelta hacia atrás: por lo que fue, y contra lo que fue, anuncia lo que será”
El
presidente Barack Obama transitando un camino diferente sostuvo: “El punto es
que Estados Unidos no quedará prisionero del pasado. Más que nada miramos hacia
el futuro ….. El punto final es éste: los EE.UU miran hacia el futuro. Nosotros
no queremos estar atrapados por la ideología, por lo menos, yo no lo estoy. Me
interesa el progreso y me interesan los resultados. No me interesan las
argumentaciones teóricas…
La
Presidente Cristina Fernández le contestó: “Pero, por favor, no nos
confundamos, yo sé que el Presidente Barack Obama, lo acaba de decir no le
gusta mucho la historia o le parece que no es importante…. A mí me encanta
porque además me ayuda a comprender lo que pasa, lo que pasó y
fundamentalmente, a prevenir lo que puede llegar a pasar, porque la historia
enseña. No para recordarla y autoflagelarnos, o como un ejercicio de
masoquismo, sino simplemente para entender por qué pasaron las cosas. Entonces
tengamos claro que Cuba no está aquí y no estamos presenciando el encuentro de
dos presidentes que finalmente después de mucho tiempo decidieron darse la
mano. No, señores. Cuba está aquí,
porque luchó por más de 60 años con una dignidad sin precedentes, con
un pueblo, que como recién lo indicaba Raúl, el 77% nació bajo el bloqueo, que
sufrió y sufre aún muchísimas penurias y porque ese pueblo fue conducido y
dirigido por líderes que no traicionaron su lucha, sino que fueron parte de
ella.”
El
Presidente Rafael Correa dijo entre otras cosas profundas: “Creo que el lema de la Cumbre, en lugar
de “Prosperidad con equidad”, debería ser “Equidad para la prosperidad”….
En la guerra fría se sostenía en la región a las dictaduras más sangrientas;
entonces sí, sin importar en absoluto libertades de prensa, derechos humanos,
la misma democracia. Recordemos por ejemplo que la Asamblea de la OEA de 1976
realizada en Santiago de Chile, fue presidida por el canciller de Augusto
Pinochet. La acción invasiva e injerencista durante esos años se basaba en el
combate al comunismo. Ahora el argumento
es la “defensa de los Derechos Humanos”. La orden ejecutiva del
Presidente Obama contra Venezuela viola flagrantemente el derecho internacional
y particularmente el literal, la carta de la OEA……Nuestros pueblos nunca más
aceptarán la tutela, la injerencia ni la intervención. Su memoria está lacerada
por los abusos y la violencia del pasado….”
Sobre
el periodismo Galeano escribió: “Walsh, en cada
página, se jugaba entero para mostrar que esa aventura de escribir valía la
pena. Y logró escribir muy bellamente: la voluntad de belleza y la voluntad de
justicia son hermanas siamesas, y es un error intentar separarlas, nos enseñó
que es posible escribir sin venderse o alquilarse”; y Rafael Correa dijo en
Panamá: “Cuando las élites latinoamericanas afirman que no existe libertad de prensa,
es porque sus medios de comunicación ya no tienen impunidad para manipular la
verdad, o porque nos atrevemos a contestarles, a disputar su hegemonía, a
desenmascarar sus mentiras”
CONVERSACIÓN APÓCRIFA
Siempre
es triste irse cuando todavía quedaba tanto por vivir y escribir. Pero qué
tiempo maravilloso fue el de tu despedida. Las
venas abiertas de América Latina hoy tienen unas cuantas suturas. Un presidente obrero gobernó Brasil y
luego una mujer que fue guerrillera. Un tupamaro fue presidente de Uruguay, una
médica detenida y torturada bajo Pinochet, es presidente de Chile; una figura
histórica, un militar patriota fue presidente de Venezuela, un indio es
presidente de Bolivia, un economista nacional y popular es presidente del
Ecuador, los Kirchner conjugaron políticas keynesianas, derechos humanos y
alinearon al país en la senda de la Patria Grande de los Libertadores del siglo
XIX . Millones de latinoamericanos ingresaron a la vida digna de la que habían
sido privados desde antes de haber nacido.
El no al ALCA en Mar del Plata en el 2005, es un clivaje, una batalla de
Ayacucho que explica todo lo posterior: la UNASUR, la CELAC; el accionar
coordinado de los presidentes de la UNASUR
impidiendo los intentos de golpes en Bolivia y Ecuador. Una excepcional
psicoanalista argentina, Silvia Bleichman, escribió en uno de sus últimos
libros, titulado: “No me hubiera gustado
morirme en los 90” y pudo estirar su partida hasta el 2007. Pienso que a vos te
pasó lo mismo. Los ladrillos que pusiste con tus libros para esta realidad que
vivimos, te permitió abandonar este mundo con una sonrisa de esperanza, con la
utopía más cercana en el horizonte. La cumbre de Panamá, la reincorporación de
Cuba, la actitud de muchos presidentes ante EE.UU demuestran que como dice
Correa, esto no es una época de cambios, sino un cambio de época. Sin victorias
definitivas aseguradas. Pero con un continente mucho mejor en un mundo bastante
peor.
Todos ellos se alimentaron intelectualmente con tus libros: la “Memoria del fuego” está presente en sus gobiernos, y por eso encaran los “Días y noches de amor y guerra”, amalgamando el cerebro y los sentimientos y confundiéndose entre ellos y sus pueblos como protagonistas del “Libro de la abrazos”. Ellos comprendieron eso que titulaste “Nosotros decimos no” y tratan de revertir lo que escribiste en la continuación de las Venas Abiertas en “Patas arriba: Escuela del mundo al revés”. Se pueden mirar en los “Espejos” para verse igual a los pueblos que representan y son los “Hijos de los días”, que mucho tiempo antes fuiste procreando con tu prosa llana y profunda.
Es
cierto Eduardo: “Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que
somos”.
Y
si en algún momento hay un retroceso recordemos aquello que dijiste: “Si me
caí, es porque estaba caminando. Y caminar vale la pena, aunque te caigas”
LA
MÚSICA DE EDUARDO GALEANO
Era
un mago del arpa. En los llanos de Colombia no había fiesta sin él, para que la
fiesta fuera fiesta. Mesé Figueredo tenía que estar allí con sus dedos
bailanderos que alegraban los aires y alborotaban las piernas. Una noche, en
algún sendero perdido, lo asaltaron los ladrones. Iba Mesé Figueredo camino de
una boda, a lomo de mula, en una mula él, en la otra el arpa, cuando unos
ladrones se le echaron encima y lo molieron a golpes.
Al
día siguiente alguien lo encontró. Estaba tirado en el camino, un trapo sucio
de barro y sangre, más muerto que vivo. Y entonces aquella piltrafa dijo con un
resto de voz: Se llevaron las mulas. Y dijo: Se llevaron el arpa. Y tomó
aliento y se rió. Echando baba y sangre se rió. Pero no se llevaron la música.
EL
MÚSICO DE LAS PALABRAS
En
los noventa nos robaron la dignidad, nos
despojaron de las empresas estatales, enajenaron mucha de las riquezas naturales, arrasaron
con las conquistas laborales, flexibilizaron derechos, nos vendieron que había
que entrar al primer mundo por la puerta de servicio y debíamos resignarnos a comer las sobras de la
mesa de los poderosos. Nos pasó como a Mesé Figueredo, a quien le robaron todo,
menos la música. Esa que ahora se ha vuelto a escuchar. Lástima que no
tendremos al músico de las palabras para que nos escriba lo
que está por venir.
16-04-2015
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