El atentado criminal contra la mutual judía
va a cumplir 19 años, dos menos que el perpetrado contra la Embajada de Israel.
Ambos tienen instigadores, ejecutores, cómplices y encubridores.
Indudablemente esto define diferentes grados
de responsabilidad. La investigación del juez Juan José Galeano, en el caso
AMIA, con la participación de los fiscales Muller y Barbacchia, adoleció de
todos los defectos imaginables: así es como Carlos Telleldin, según la
investigación sindicado como el vendedor de la presunta Traffic utilizada
en el atentado, habría cobrado
400.000 dólares para que impute a policías de la provincia de Buenos Aires,
oferta que fue grabada en el juzgado y pasado luego por televisión. Presencié
las declaraciones de Carlos Ruckauf y Hugo Anzorreguy, que si hubieran sido
televisadas hubieran producido un revulsivo similar al que produjo la caída del
primer juicio oral por el asesinato de
María Soledad Morales. Todo fue tan escandaloso que como en una obra de teatro
del absurdo, finalmente los imputados quedaron libres y el procesado fue el
juez que investigó la causa.
En el juzgado a cargo
del juez Rodolfo Canicoba Corral, en el
año 2006 el fiscal Alberto Nismann tomó
como punto de partida la cuestionada investigación, la amplió,
y solicitó el interrogatorio de los 8 imputados, seis de los cuales
fueron luego incluidos entre los
buscados por Interpol. La
medida rige para el ex ministro de
seguridad Alí
Fallahijan, el ex consejero cultural de la embajada iraní Mohsen Rabbani, el
ex tercer secretario de la embajada Ahmad Ashgari, el ex jefe de la
Guardia Revolucionaria Mohsen Rezai y el ex jefe de las fuerzas QUDS( Guardias Revolucionarias Islámicas) Ahmad Vahidi. En tanto, el libanés
requerido, Imad
Moughnieh, está actualmente muerto. Según La Nación del 15 de marzo
del 2007: “En cambio, no se hizo lugar a la
solicitud para arrestar al ex presidente Alí Hashemi Rafsanjani, al ex
canciller Alí Akbar Velayati y al embajador en Buenos Aires cuando sucedió el
ataque, Hadi Soleimanpour, tal como había rechazado con anterioridad el
Departamento de Asuntos Jurídicos de la Interpol, para no propiciar un
"conflicto diplomático". Este último fue detenido en Inglaterra y
posteriormente dejado en libertad porque la justicia británica consideró que las
pruebas enviadas por Juan José Galeano eran insuficientes. Para agregar
complejidad a la situación hay que señalar que dos de los interrogados son
candidatos presidenciales para las próximas elecciones: Ali Vellayati con muchas chances,
y Mohsen Rezzai con escasas posibilidades y el actual Ministro de
Defensa Ahmad Vahidi.
En forma sintética: según Página 12 del 28 de
enero, el fiscal Nisman sostiene: “La orden vino de Irán después de una reunión
en la que intervino hasta el presidente de ese país, en 1993. El organizador
fue el ex agregado cultural Mohsen
Rabbani. La parte operativa se coordinó en la Triple Frontera, a nombre de
André Márquez. El jefe del operativo habría sido Salmán El Reda, un colombiano
convertido al Islam, y casado con una secretaria de Rabbani. La ejecución del atentado fue obra de un suicida, Ibrahim
Berro, llegado desde el Líbano, integrante de Hezbolá. Las pruebas directas no
son fáciles de conseguir. Por ejemplo, los hermanos Berro dicen que murieron en el Líbano y que la reunión cumbre en la ciudad de
Mahshad, en Irán, donde supuestamente se planeó el atentado, fue pública y
cubierta por la prensa. Con cada parte asentada en su versión, la
investigación de la conexión internacional no tiene ningún avance decisivo, de
importancia, desde hace 18 años y medio.”
Durante
toda la investigación siempre se privilegió la pista iraní descartando primero
la pista siria y luego tomándola en un lugar secundario.
Esta última es la que permitiría entender el
encubrimiento del gobierno de Carlos Menem y los intereses diferentes pero
confluentes que llevaron a despreciarla por parte de los gobiernos argentinos,
norteamericano e israelí. En el terreno local, el escamoteo de la pista
siria diluía el camino para
desenmascarar el encubrimiento y coincidía con los intereses de los otros dos
países, para los cuales Irán era y es el
enemigo a apuntar.
Esto no significa descartar la
responsabilidad de Irán, sino abrir dudas que se fueron incrementando con el
tiempo.
Resulta sorprendente que el fiscal Nisman,
quien es capaz de describir con lujo de detalles la ciudad donde se planeó el
atentado, a 20.000 kilómetros de distancia, resulta inhábil para encontrar los
cómplices locales. Incluso casi todas las investigaciones periodísticas
descreen de la existencia de la famosa Traffic.
Todo
esto se confirma con la aparición de cables de Wikileaks. El diario Página 12 reveló bajo la firma de Raúl Kollman: “Los cables emitidos por la Embajada de Estados
Unidos en Buenos Aires y filtrados por Wikileaks a Página/12, revelan que Washington
presionó a lo largo de varios años para que no se siguiera adelante con la
investigación contra Carlos Menem, el ex juez Juan José Galeano, el comisario
Jorge “Fino” Palacios y otros funcionarios por haber frenado y desviado la
investigación del atentado a la AMIA. Los oficiales (norteamericanos) de
nuestra Oficina Legal le han recomendado al fiscal Alberto Nisman que se concentre en los que perpetraron
el atentado y no en quienes desviaron la investigación”, se
sostiene en un cable del 22 de marzo de 2008. “La Oficina Legal era, en
realidad, un eufemismo, ya que se
trataba de la cobertura usada por los hombres del FBI, que eran quienes
verdaderamente presionaban para proteger a los que encabezaron la investigación
inicial –Menem, Galeano, Palacios–, tradicionalmente afines a las posturas de
Estados Unidos. Esto podría
ser usado por Irán para cuestionar la credibilidad e imparcialidad de la
investigación”, señala en el cable el por entonces embajador de Estados
Unidos Earl Anthony Wayne, a quien no parecía preocuparle que la pesquisa por
el desvío de la investigación del atentado había sido ordenada por el propio
Tribunal Oral que juzgó el caso AMIA. Poco tiempo después, el pedido de
procesamientos que emitió Nisman fue convalidado por el juez Ariel Lijo y luego
confirmado por la Cámara Federal…… Washington
ha usado la causa AMIA como una punta de lanza contra el régimen de Teherán,
pese a que éste nunca fue acusado con anterioridad de atentados masivos contra
civiles fuera del Medio Oriente. Sí hay imputaciones por asesinato de figuras
opositoras en Alemania o Francia, pero no de la colocación de artefactos
explosivos o coches bomba. Las únicas dos acusaciones de ese tenor son las de
Buenos Aires: la de la Embajada de Israel y la de la AMIA. En un cable emitido
cinco días más tarde –también filtrado por Wikileaks y dado a conocer por el
diario El País de Madrid–, Wayne dice que van a tratar de averiguar qué otra
información desclasificó Nisman de la SIDE y cómo frenar cualquier intento de
uso de la nueva investigación por parte de Irán. También destaca las opiniones
de dos informantes de la embajada: un importante dirigente de la comunidad
judía y un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Argentina.
El dirigente de Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado contra la
AMIA, Sergio Burstein, remarcó la dudosa objetividad de la fuente comunitaria
citada en los cables de Wayne: Alfredo
Neuburger, cuya identidad fue dada a conocer por lo publicado por El País.
Al dar a conocer el cable de la embajada, el diario español tachó el nombre de
Neuburger en numerosas oportunidades, pero en el punto 8, cometen el error de
no hacerlo, con lo que quedó claro
que la fuente de Estados Unidos es el funcionario de la DAIA, quien
figura nombrado aunque con tachadura en varios tramos del cable del 27 de
mayo.”
Santiago
O`Donnell en su libro ArgenLeaks escribe: “Los funcionarios estadounidense de
la embajada le dijeron a Nisman que se dejara de embromar con la llamada “pista
siria” …Al advertir el malestar de los diplomáticos estadounidense por el
pedido de captura de Menem, Nisman les aseguró que no iba a insistir con sus
averiguaciones acerca de la “conexión local”. Dijo que le había entregado esa
investigación al juez Lijo y que de ahora en más se dedicaría a seguir la
recomendación que le habían hecho los funcionarios de los Estados Unidos.
Escribió el embajador Wayne: “Nisman aseguró
que ya no tendría ningún rol en ese aspecto del caso ( la investigación de la
conexión local) y que continuaría enfocado en descubrir nuevas pistas y fortalecer las pruebas contra los iraníes”
( Páginas 38 y 39)
Horacio Lutzky, en su informe especial “Caso AMIA, La
Deuda Interna”, sostiene: “ ...durante los años del gobierno de Carlos Menem
fue palpable la tácita prohibición de investigar cualquier factor que llevara a
Siria o ciudadanos con vinculación con autoridades de aquél país, siendo que
numerosas evidencias archivadas en la causa demuestran que el factor
internacional fue una UTE (unión transitoria de empresas) con sede en Teherán y
también en Damasco....” A su vez Raúl Kollman, en Página 12 del 17 de julio del
2003, sostiene: “ Uno de los máximos jefes de la SIDE, en la investigación del
caso AMIA, Patricio Finnen, reconoció en una reunión interna realizada hace dos
años en la central de espías, que los servicios de inteligencia brasileños le
enviaron a la SIDE, antes del atentado contra la AMIA, dos advertencias por
escrito de que se estaba por producir un ataque en Buenos Aires......también
reveló que el dinero para pagarle a Carlos Telleldín salió de unas de las cuentas que la SIDE tenía en Nueva York, que
el borrado de las escuchas telefónicas al armador de autos truchos fue realizado
por Marta o Graciela, dos de las mujeres de mayor relieve de la SIDE y que en
tiempos de Carlos Menem se le prohibió a la SIDE, de hecho, toda investigación de la llamada “pista
siria”.”
Si en el caso de la AMIA hay una investigación sesgada
con múltiples deficiencias, en el caso de la Embajada las sucesivas Cortes
Supremas han brillado por su inoperancia llenando folios de un vacío
estremecedor. Llamativamente el Estado
de Israel no actuó como querellante. La complicidad del gobierno de Carlos
Menem quedó exteriorizado desde el momento inicial, con el retiro de la policía
en lo que se conoce como zona liberada.
En el juicio por encubrimiento el juez Ariel Lijo, elevó a juicio oral, con los
siguientes imputados el ex juez Juan José Galeano, los ex fiscales Eamon
Mullen y José Barbaccia, el ex presidente Carlos Menem, el ex titular de la
SIDE Hugo Anzorreguy, otros jefes de la central de espías como Juan
Carlos Anchezar , el ex titular de la
DAIA Rubén Beraja, Carlos Telleldín, su esposa y su abogado de entonces, Víctor
Stinfale, los comisarios Carlos Castañeda y Jorge Alberto
"Fino" Palacios.
EL PECADO ORIGINAL DE LA DIRIGENCIA ARGENTINO-JUDÍA
Tanto la DAIA
(Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas) que tiene la representación
política de los argentinos de origen judío, como la AMIA (Asociación Mutual
Israelita Argentina) encargada de la asistencia social, son en los hechos una
extensión de la Embajada de Israel.
Les
sucede como a los partidos comunistas, que eran una prolongación de la política
exterior de la Unión Soviética. Los países tienen razones de Estado que muchas
veces entran en contradicción con las realidades nacionales. Se puede entender,
aunque no justificar, que por razones geopolíticas y de alianzas estratégicas
con Estados Unidos, Israel no reconozca el genocidio armenio perpetrado por los
turcos, que apoyen el bloqueo a Cuba junto a las Islas Marshall y Palau, que no
reconozca los derechos argentinos sobre las Islas Malvinas. Inútil será buscar
que la DAIA se pronuncie en contra de esas posiciones. Incluso cumplen el papel
en algunas ocasiones que no puede cumplir la Embajada. Así por ejemplo, el 2 de
julio del 2010, ante la presencia en el país del presidente sirio, sacó la
siguiente declaración: “La DAIA repudia categóricamente la presencia en el país
del presidente de la República Árabe Siria, Bashar Al Assad en el marco de su
visita oficial por Latinoamérica, incluyendo además a Cuba, Venezuela y Brasil.
Bashar Al Assad preside una dictadura en el Medio Oriente, en el que no se
respetan los Derechos Humanos, las minorías son perseguidas y los opositores
políticos son encarcelados y asesinados. La
DAIA, representación política de la comunidad judía argentina, condena el
virulento antisemitismo y
antiisraelismo que el presidente Assad encarna, y llama a otros
organismos, partidos políticos y asociaciones a expresarse en este mismo
sentido condenatorio. (Firman: Aldo Donzis, presidente; Dr. Fabián Galante,
Secretario). La Embajada se mantuvo
en silencio.
Inútil
será buscar una declaración condenatoria de la misma institución sobre la
política de los asentamientos de colonos israelíes en territorio palestino. Mucho menos
posicionamientos críticos sobre la invasión al Líbano, sino por el contrario,
su total convalidación. Una buena oportunidad hubiera sido la presencia en el
país del canciller israelí Avigdor Lieberman en el año 2009. Un hombre que con
sus características formara parte del gobierno argentino, sería calificado de
fascista. Se podrían dar cientos de ejemplos similares.
El
autor de estas líneas sostuvo sobre el tema, en el programa 6-7-8 del 28 de
enero, que era judío hasta los huesos y argentino hasta los tuétanos. Mi mirada
y mi posicionamiento es desde aquí, no me resulta para nada indiferente la
suerte del Estado de Israel, como a un descendiente de italiano no le es ajeno
lo que suceda en Italia, pero eso no
significa para nada convalidar sus políticas. Consigné mi escepticismo sobre la dirigencia argentina
de origen judío por su limitación en el posicionamiento, el día anterior que el
Canciller Timerman se reuniera con las autoridades de ambas instituciones donde
manifestaron su aprobación, con dudas, del memorando firmado con Irán.
En los días siguientes el viraje hacia posiciones antagónicas se fue produciendo,
principalmente y primero de la AMIA, donde la presión de la embajada sobre la
entente del sector ultraortodoxo y prediluviano del Rabino Samuel Levín en
alianza con el rabino macrista Sergio Bergman, que defiende al comisario Jorge
“el fino” Palacios, destructor de pruebas, encubridor de la pista siria,
acusado por encubrimiento y que fuera designado por Mauricio Macri como jefe de
la policía metropolitana y luego desplazado por las escuchas telefónicas, por
la que está procesado junto al jefe de gobierno de la ciudad. Es al mismo
sujeto, que en un acto de una indignidad superlativa, dirigentes de
instituciones argentino-judías homenajearon, como se puede apreciar en la foto
de tapa del libro de Horacio Lutzki “Brindando sobre los escombros.” Ahí puede
observarse al Fino Palacios brindando con el presidente de la DAIA de aquel
entonces José Hercman y con el que años después desempeñaría el mismo cargo
Aldo Donzis, que le agradecían su contribución en la investigación de los
atentados.
La
contratación de un equipo jurídico sesgadamente antigubernamental completa el
círculo.
Luego
la DAIA se fue mimetizando con los posicionamientos de la AMIA.
El Canciller correctamente no
aceptó el pedido de explicaciones del gobierno israelí al Embajador argentino
sobre el acuerdo con Irán. Timerman afirmó que en la Amia no murió ningún
ciudadano israelí.
El empresario de medios oficialista Sergio Szpolski
discrepa con la posición de la AMIA y sostiene una
opinión opuesta a la que se sostiene en esta nota. Escribió en su diario Tiempo
Argentino: “Por ello, más allá de las
consideraciones acerca de cómo reaccionaron los dirigentes de la AMIA frente al
Memorándum, es gravísimo que no hayan contestado la frase del canciller cuando
se refirió a que, como en el atentado contra la sede de la comunidad judía no
habían muerto ciudadanos israelíes, ese no era un tema por el que Israel
debiera interesarse. Todo lo que le
ocurra al pueblo judío en el Estado de Israel o en las comunidades alrededor
del mundo es una preocupación del Estado Judío. Esa regla básica fue
olvidada por los dirigentes de la AMIA y no merecieron ni media letra en la
serie de comunicados que emitieron. Israel, centro nacional del pueblo judío,
está ligado espiritual, religiosa y emocionalmente a las comunidades judías
donde quiera que estén. Sin que eso signifique una merma en la soberanía de los
países en los que esas comunidades se encuentren, ni en la participación
ciudadana que los judíos en esas naciones deben llevar adelante como cualquiera
de sus compatriotas. Israel está atenta a lo que le ocurre a los judíos, pues
su misma creación es la concreción del milenario sueño del pueblo judío de
Israel arevim ze la ze, cuya traducción literal es que cada judío está
entrelazado con el otro. Israel como Estado Judío no es ajeno a ese precepto.
Esa omisión vergonzante que una Comunidad segura de su lealtad al país del que
forma parte –en este caso la República Argentina– no puede permitirse, es un
daño colateral enorme en este episodio. Afirmar
el vínculo de la Comunidad Judía con Israel, y más en la actual situación
geopolítica mundial, es algo que la dirigencia de la AMIA debió hacer y no hizo.
Quizá fue un olvido, quizá un cambio radical en el modo de entender la
historia del pueblo judío.”
Parece mentira, pero es la misma persona que
cuando fue tesorero de AMIA fue sometido a un Tribunal de Ética, tras una denuncia presentada por Hugo Ostrower (presidente de la AMIA) y
Noé Davidovich (secretario general) por una serie de operaciones irregulares
con el Banco Patricios, que tuvo como saldo la desaparición de 3 millones de
dólares pocos días antes de que el banco del que era propietario presentara su
quiebra. El Tribunal resolvió por unanimidad “que el licenciado Szpolski ha incurrido en gravísima falta ética en
el manejo de los fondos de la AMIA y relegó al ex tesorero al destierro para
ejercer cargos en cualquier institución comunitaria.”
Es
tal vez una mera coincidencia pero no deja de ser significativo lo transcripto
por el periodista Diego Melamed en su libro “Los judíos y el menemismo”. Ahí puede leerse: “¿Te das cuenta de por qué me robé la plata
de los muertos de la AMIA? Tengo una sangre fría que me asombra…..” El joven
dirigente terminaba de negociar arduamente una seria cuestión judicial. Al
colgar el teléfono me miró fijo y lanzó esa frase que nunca olvidaré.”
VOCES RASGANDO LA
IMPUNIDAD
A lo largo de estos
18 años, familiares dejaron en sus discursos en la calle Pasteur o en Plaza
Lavalle sus denuncias, dolores y esperanzas. En 1996 con
la voz quebrada por la emoción, Diana Malamud cuestionó al presidente Menem:
"¿Debemos decirle que la deuda no la tiene sólo con la comunidad judía;
que no debe enviarle sus condolencias al embajador de Israel ya que la deuda
permanece impaga ante el conjunto de la sociedad y que los únicos muertos que
no eran argentinos eran bolivianos? "¿Cómo le explico a Sofía que pasaron
dos años y que la muerte de Andrea no se esclarece ni siquiera para prevenir
que otros mueran en un tercer atentado? ¿Cómo les explico a las hijas de Nomi
que tenemos un gobierno que hizo caso omiso a la información previa sobre un
atentado y que no le importó prevenir? ¿Cómo les explico a cientos de familias
que mientras no se haga justicia nuestros muertos no podrán descansar en paz?
Ellos y nosotros merecemos justicia".
En 1997 el
discurso de Laura Ginsberg llevó al
Presidente de la DAIA, Rubén Beraja, cómplice del ocultamiento, a pedir
disculpas. Laura dijo: Yo acuso al
gobierno de Menem y Duhalde de consentir la impunidad….. Yo acuso al gobierno de Menem y Duhalde de encubrir la
conexión local que sirvió para matar a nuestros familiares (...) Sólo cuando se
haga justicia, nuestros muertos podrán descansar en paz.”
En
julio 1999, Marina Degtiar en su discurso dijo entre otros conceptos y
denuncias impactantes: “Cómo decirle a mi bebé que a Mirta, Olegario, Juan, Mónica, Ingrid,
Adhemar, no les respetaron su derecho a la vida, el que tiene todo ser humano,
y que muchos de aquellos que debían colaborar en la investigación para
encontrar a los culpables, forman hoy parte de las hipótesis del atentado. Cómo
hacerle entender que en la Argentina hay políticos que se olvidan del crimen
más brutal que haya sufrido nuestro país y que los policías son parte de la
banda que colaboró para que se cometa esta tragedia…… Tengo una mezcla de
sensaciones confusas. Junto al entrañable amor que toda madre siente por el
hijo que va a nacer, crece una tremenda
sensación de asco. Asco por todas las cosas que le tendré que explicar a mi
hijo, producto de la desidia de los hombres……. Todos aquellos que, desde el
poder, no hicieron todo lo que pudieron hacer, Nos dan asco. Los
principales gobernantes de nuestro país, desde Menem a Duhalde, desde Corach a
Ruckauf, han carecido de la necesaria decisión política para ponerse al frente
de los organismos de seguridad e inteligencia exigiéndoles, que cueste lo que
cueste, caiga quien caiga, trabajen para encontrar a los culpables. Por esta
actitud deleznable y sospechosa, Nos dan asco….. Sr. Presidente Menem:
su desinterés, su silencio, resultan cada vez más vergonzosos. Su sospechosa
actitud y la cada vez menos comprensible falta de decisión política para
resolver la tremenda masacre, que no hace más que perpetuar en la historia
argentina la impunidad, bandera que enarbola su gobierno: Nos da asco. No
siente vergüenza al expresar, con orgullo, que su gobierno en 10 años cambió la
historia. ¿A costa de cuánto crimen impune? ¿De cuánto encubrimiento, corrupción
y discriminación? Usted y su gobierno ególatra, soberbio y farandulero, ¿podrán
dormir en paz cuando dejen el poder, con dos atentados sin resolver y en los
que Usted pudo hacer algo? Tamaña impunidad nos da asco……. La impunidad
con la que el Gobernador Duhalde expresó su célebre y lapidaria frase: “la
Policía de la Provincia de Buenos Aires es la mejor del mundo”, Nos da
asco.”
El
discurso pronunciado por Sergio Burstein el 2011 provocó la reacción de las
autoridades de la AMIA, aunque avanza en el mismo sentido que la investigación
judicial. Entre otras cosas dijo: “Da asco tanta
hipocresía, no necesitamos el pésame del estado iraní, menos aun de un negador
del Holocausto que tiene como fin eliminar a todos los judíos del mundo,
Ahmadineyad el nuevo Hitler. No necesitamos solidaridad y pésames, entreguen a
los ocho prófugos de la justicia por su presunta responsabilidad en el atentado
a la AMIA si realmente quieren que esta causa se resuelva.
Sus funcionarios tienen las manos llenas de sangre, pero no como
las de los heroicos rescatistas que intentaron salvar a las víctimas del odio
irracional, sino como criminales que son. El gobierno nacional en estos últimos
cuatro años en las Naciones Unidas ha denunciado duramente y con firmeza la
actitud de Irán que protege a estos asesinos reclamados por la justicia
argentina por idear, planificar y llevar adelante el atentado a la AMIA. Ningún
país miembro de este organismo puede ignorar este hecho que no entristeció sólo
a los argentinos sino a la humanidad toda.
Aun así, la Cancillería de Bolivia, invitó hace poco al prófugo de
la justicia argentina, el Ministro de Defensa iraní Ahmad Vahidi a inaugurar
una nueva Escuela de Defensa del ALBA.
Fue recibido con honores por el presidente Evo Morales quien
estrechó su mano. Mano teñida por la sangre de 85 personas asesinadas en la
AMIA entre las que se encuentran, oh paradoja, seis ciudadanos bolivianos……
Contra el terrorismo y contra quienes albergan a terroristas hay
que actuar con firmeza y sin concesiones de ninguna índole. Nuestro gobierno
debe reclamar con firmeza por este hecho, más aun cuando el responsable es el
gobierno de Bolivia, un país hermano.
Pero no nos quedamos sólo en la denuncia y en el reclamo sino que
para que situaciones similares no se repitan, le proponemos a la presidenta
Cristina Fernández de Kirchner que lleve adelante en foros internacionales
nuestra propuesta para que a ningún prófugo por delitos de lesa humanidad le
asista la inmunidad diplomática, herramienta que en este caso, sólo garantiza
impunidad.
Estamos aquí doloridos pero orgullosos, porque no bajamos la
mirada, porque tenemos dignidad, porque nunca tiramos la honra a los perros,
porque reconocimos nuestros errores y no sucumbimos en la necedad de defender
la mentira.”
Estamos aquí, y expresamos lo que sentimos, resultado de lo vivido
en estos largos 17 años. Estamos comprometidos con la verdad y nunca medimos
las consecuencias personales que nos ocasione el luchar por conocerla.
Aquí no hay espacio para los caprichos o escenas histéricas, somos
los que asumimos nuestros compromisos y cumpliremos siempre con la promesa y la
palabra empeñada con ellos, los únicos importantes.
A 17 años, una vez más decimos, que nos robaron la vida, pero no
les vamos a entregar el alma. ¡VAMOS A SEGUIR LUCHANDO! ¡JAMAS OLVIDAREMOS!
¡JAMAS PERDONAREMOS! ¡JAMAS CLAUDICAREMOS!”
EL
DELICADO MEMORANDO CON IRÁN
El
gobierno realiza una jugada de alto riesgo reafirmando que está en su ADN el
asumir posiciones arriesgadas. Decide movilizar una causa congelada, lejos de
la fecha conmemorativa. Escribió Horacio Verbitsky en Página 12 del 10 de
febrero: “El viraje de AMIA y DAIA abre la posibilidad de que el juez
Canicoba Corral pueda indagar a los acusados, fue influido por el gobierno de
Israel y el fiscal Nisman. La Argentina fue víctima de una guerra en la que no
participa ni decide. Los servicios de inteligencia israelíes se atribuyen los
datos útiles en la causa, los estadounidenses apuntan a Irán y los argentinos
operan contra el acuerdo junto con Nisman.” Resulta sorprendente que el fiscal actúe de este modo, lo que permite
sospechar la endeblez de la investigación realizada. La justicia británica
dejó en libertad a Hadi Soleimanpour, ex embajador de Irán en Argentina, porque el pedido de extradición
argentino estaba mal hecho. Más
adelante el columnista afirma: “El artículo 295 dice que sólo podrán asistir a
la declaración del imputado su defensor y el fiscal, mientras el Memorándum
plantea que “la Comisión y las autoridades judiciales argentinas e iraníes se
encontrarán en Teherán para proceder a interrogar a aquellas personas respecto
de las cuales Interpol ha emitido una notificación roja.” Esta es una
contradicción sólo aparente, ya que el Memorándum no afirma que todos los
mencionados deban participar de un mismo y único acto. Además, el Memorándum
dice que las preguntas de la Comisión se dirigirán “a los representantes de
cada parte”, es decir de los respectivos gobiernos, a los que luego formulará
sus “recomendaciones”, que no serán obligatorias para el juez. Asesores de la
Cancillería interpretan que si el Congreso aprueba el Memorándum, esa ley
modificaría ese artículo del Código Procesal, sólo para este caso. Otras
lecturas jurídicas replican que el código es una ley general, con reglas que se
deben aplicar a todos los casos. De cualquier modo, si tanto el juez y el
fiscal como el imputado consienten la presencia de la comisión, como garante de
que se aplique la ley, nadie podría objetarlo, si bien los comisionados no
preguntarían en ese acto. La función de la indagatoria es que los imputados
conozcan con exactitud de qué se los acusa y puedan defenderse, con lo cual
sería extraño que produjera información relevante para la acusación que, se
supone, ya la ha reunido por otros medios. También pueden elegir callar, como
garantiza la Constitución en su artículo 18. En cualquier caso, se entiende el
escepticismo acerca de su importancia para conocer la verdad. Pero esto no
variaría si el juez Rodolfo Canicoba Corral los indagara en Buenos Aires, dada
la índole del acto procesal necesario de la indagatoria. Lo que sí podría
cambiar es la secuencia posterior. Si después de oírlos el juez decidiera que
son firmes las pruebas para detenerlos, la probabilidad de que su orden fuera
acatada en Teherán es ínfima. Ni aún en esa hipótesis la causa habría
retrocedido porque los sospechosos pasarían a ser procesados y si la comisión
de juristas coincidiera con la opinión del juez reforzaría en forma notable la
posición argentina. Ese sería un mal resultado para Irán, cuya máxima
aspiración sería que Canicoba les dictara la falta de mérito y levantara la
orden internacional de captura, algo que sólo él puede hacer. En ese caso,
la frustración del anhelo de justicia no podría atribuirse al Entendimiento,
sino a la endeblez de las pruebas. Aún así, se habría dado un paso hacia la
verdad, cosa que no es seguro que motive a Israel y Estados Unidos. No sería razonable pretender que a partir
de este acuerdo desaparecieran todas las dificultades objetivas existentes.
Pero tampoco resulta lógico desdeñar la posibilidad que se abre.”
Una causa de semejante
envergadura es un caso claro de caer bajo el concepto de una política de
estado, por lo que no puede analizarse bajo el prisma de la dicotomía
kirchnerismo- antikirchnerismo.
En síntesis: una jugada audaz para intentar destrabar una causa congelada, teniendo
enfrente un gobierno complicado, en proceso electoral, con pronunciamientos
canallescos como el negacionismo o minimización del holocausto, y una
diplomacia astuta y milenaria. Bastaría imaginar lo que significaría para la
Argentina tratar de resolver un conflicto con
un país que niegue la existencia del terrorismo de estado durante los años de plomo.
Héctor Timerman lo expresó con claridad y
dramatismo: “Me tengo que reunir con gente que no quería reunirme. Lo hice
porque creo firmemente, de corazón, que podemos llegar a movilizar la causa. No
es ningún placer para mí sentarme con negadores del Holocausto. Hubiera
preferido no tener que hacerlo.”
También
es rigurosamente cierto que Irán reúne las características funcionales para ser
colocado en el lugar de culpable, saltando sobre pruebas y evidencias endebles.
Y que el Memorando deja interrogantes y dudas que sólo el futuro con su carga
de incertidumbres dilucidará.
Como siempre, entre los familiares más
críticos, se destacó la intervención de Laura Ginsberg, titular de APEMIA en la
Comisión del Congreso, que con su habitual dureza y capacidad expositiva
señaló: “Esta es la ley de punto final de la Causa AMIA…..el cierre que el
gobierno está buscando para sacarse de encima la causa de encima.”
La oposición en la Argentina, como quedó
demostrado en el encuentro con el Canciller, muestra una precariedad
argumentativa que desnuda su condición de comentarista de los actos del
gobierno potenciado hasta el infinito por su subordinación y articulación con
los medios dominantes.
A Cristina Fernández le hubiera resultado
más sencillo dejar todo como está. Pero justamente hace la diferencia saltando
sobre lo fácil, aún con el enorme peso que implicaría un fracaso posible de
consecuencias imprevisibles.
14-02-2013
Todos los derechos reservados. Hugo Presman. Para publicar citar
fuente.
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