El Presidente Javier Milei participará y cerrará la lista de
oradores este miércoles en la ceremonia organizada por la DAIA y el Museo del
Holocausto de Buenos Aires en recuerdo del Día del Holocausto y del Heroísmo y
el 81° aniversario del Levantamiento del Gueto de Varsovia. Esta información
está consignada en el diario “La Nación” del lunes 6 de mayo
Los dos son hechos históricos que deben ser recordados
siempre y representan, uno el genocidio a los judíos y el otro la resistencia.
El levantamiento del Gueto de Varsovia, el 19 de abril de 1943, cuando se
celebraban las Pascuas Judías que recuerda la huida de Egipto, es un hito en la
historia de la humanidad. Un grupo de jóvenes, con armas precarias y usando los
túneles de las cloacas, resistieron durante tres semanas a la mayor maquinaria
bélica de la época, más días que lo que lo hicieron países como Bélgica,
Yugoslavia o Grecia. El día siguiente era el cumpleaños de Hitler y sus jefes
militares le habían prometido como regalo el aplastamiento del levantamiento. Los nazis llegaron a la calle Mila 18 el 8 de
mayo donde estaba emplazada la comandancia general de la Resistencia.
El ensayista y escritor Alejandro Horowicz escribió en
Tiempo Argentino del 8 de junio del 2015: “El 8 de mayo de 1943 cesó toda resistencia
en el Gueto de Varsovia. Anielewicz, el jefe de la resistencia, disparó contra
su compañera Mira, apuntó después contra su cabeza desencadenando una
seguidilla de suicidios. Ochenta para ser precisos. La última bala debía
garantizar una muerte digna. Un levantamiento armado sin chance militar sólo se
propone forjar una llaga fechada, un recordatorio abrumador: señalar a los
responsables. Marek Edelman, el único sobreviviente entre los cinco
comandantes, sostuvo: “Quizás el drama no existiera. El drama existe cuando
puedes tomar alguna decisión, cuando algo depende de ti y allí todo estaba
decidido de antemano”
Poco antes, Anielewicz, había escrito: “pude ver la defensa
judía del Gueto, en toda su gloria y su grandeza “. El filósofo Michel Foucault
ha dicho “El Levantamiento del Gueto de Varsovia reivindica la dignidad humana.
Varsovia siempre tendrá su Gueto sublevado y sus cloacas pobladas de
insurgentes”. Paradojas de las miserias humanas. Hubo que descender a esas
cloacas para forjar esta historia de coraje, porque la superficie estaba
inundada por los detritus de la intolerancia, el racismo, el odio al diferente.
En ese escenario, tan parecido al infierno tan temido, doscientos veinte seres
humanos, honraron a la vida, en nombre de los millones que no pudieron hacerlo
con las armas en las manos, en un estruendoso grito de dignidad.
Milei también visitó el Museo Yad Vasem en Israel y siempre
deja entrever la posibilidad de conversión al judaísmo. Recibió junto con su
hermana en Miami el premio “Embajador Internacional de la Luz”, del grupo
ultraortodoxo Jabad Lutvabich, con fuerte presencia en la Argentina y que según
el periodista Horacio Verbitsky: “La filial argentina de esa secta jasídica
apoyó hace medio siglo a la dictadura cívico-militar-eclesiástica” (El Cohete a
la Luna 14-04-2024)
El Presidente es un prisionero de la sobreactuación y
desmesura en casi todos los actos de su gobierno. Al mismo tiempo padece de
hipermetropía, ve claramente los objetos lejanos, mientras que los cercanos los
percibe borrosos.
Desconoce que hubo terrorismo de estado en la Argentina.
Habla de guerra, de excesos y no llama al
gobierno militar dictadura. Su
vicepresidenta, Victoria Villarruel, intenta desde hace años obtener un
reconocimiento de los genocidas y caracteriza al gobierno militar como “de
facto”. Discuten el número de los detenidos -desaparecidos, la cifra simbólica
de 30.000, pero no cuestionaría la cifra también simbólica de 6.000.000 de
judíos asesinados por el nazismo. Quien discute el número de alguna forma
empieza a soslayar la dimensión criminal e infernal de lo ocurrido. Milei nunca
visitó la ESMA o el Parque de la Memoria, que están cerca, a muy pocos
kilómetros de la Casa Rosada. Como dice el Presidente ironizando a opositores,
es claro que su hipermetropía le impide ver el horror que vivió nuestro país
con centenares de campo de concentración, muchos de los cuales igualan a las
practicas nazis, con secuestros, torturas, violaciones a las mujeres,
aplicación de picana eléctrica sobre los órganos sexuales de hombres y mujeres;
empalamiento, tortura a embarazadas, arrojamiento de seres vivos desde aviones
al río o al mar; la apropiación de los hijos; y el robo de sus bienes como
botín de guerra.
Y vaya paradoja. La dictadura establishment militar no
centró su represión sobre los argentinos-judíos, pero cuando eran secuestrados
y llevados a los campos de concentración sufrían un plus de torturas sólo por
serlo. Hay más de 1100 argentinos judíos desaparecidos, que parece que le
resulta indiferente a los dirigentes de la AMIA y de la DAIA, cuando el
presidente Milei discute la cifra de los desaparecidos o reduce el plan
criminal de la dictadura a excesos. Es el mismo Presidente que fue asesor del
general genocida, gobernador luego de la Provincia de Tucumán Antonio Domingo
Bussi.
Es tan ingenuo esperar algún gesto de sensibilidad del Presidente
Milei hacia los argentinos, como algún mínimo señalamiento crítico a la
política de Israel por parte de la dirigencia que tiene la representación
parcial de los argentinos judíos. Ni siquiera para manifestar alguna vez una
protesta porque Israel no reconoce los derechos argentinos sobre las Malvinas.
Algo similar sucede sobre la necesidad de condenar
enérgicamente el horroroso acto perpetrado por Hamas el 7 de octubre del 2023,
en cuyo repudio coinciden correctamente Javier Milei, la AMIA y la DAIA. Pero
luego mantienen un silencio cómplice sobre actos criminales denunciados por
organismos internacionales ante el accionar de Israel en la Franja de Gaza con
más de treinta y cuatro mil muertos, la mayoría mujeres y niños. Incluso hay
importantes manifestaciones y criticas en Israel sobre el accionar del gobierno
de Benjamín Netanyahu. Milei, en cambio, en su desmesura afirmó: “Israel no
está cometiendo un solo exceso en Gaza"
Toda la trayectoria de Javier Milei, los valores que
defiende, desde que la justicia social es una aberración hasta que la
desigualdad es el mentor del crecimiento o entre tantos otros absurdos, como
discutir el número de desaparecidos, es incompatible con su presencia hablando
en un hito como es el “Levantamiento del Gueto de Varsovia”.
Anielewicz luchaba por la libertad de su pueblo. Milei aboga
por una libertad de mercado que confunde con la libertad de los ciudadanos.
Anielewicz es un héroe. Los próceres de Milei son los evasores y fugadores de
capital, cree que el Estado es una asociación criminal y que prefiere la mafia
al Estado. Descalifica a los adversarios con los peores calificativos y
adjetiva a seres humanos como ratas.
Ese era un lenguaje con los que se denigraba a los judíos en
la Alemania de 1933.
Los miopes más graves tienen dificultades para ver de cerca
y de lejos.
Y como dicen los oculistas uno ve con el cerebro.
Y ahí entra a tallar la ideología; esa, qué en estos tiempos
gélidos, confluyen los auto percibidos “argentinos de bien”
Indudablemente no soy ni quiero ser uno de ellos.
6-05-2024
*Publicado en La Tecl@ Eñe, Diario Registrado
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