El presidente afirma que el
crecimiento es invisible. Es cierto, en el relato está, pero en los hechos sólo
le llega a los privilegiados. De afuera llueven los elogios, lo que significa
que para la mayoría de los argentinos lo peor está en el horizonte y muy lejos
de haber quedado atrás. Volvió el Fondo
Monetario Internacional con las mismas recetas de siempre y su misma función:
ser el auditor de los acreedores. La presidente del Fondo, la francesa
Christine Lagarde, nos devuelve a los
noventa como una remake donde el papel de Carlos Menem hoy lo interpreta
Mauricio Macri. Ayer el presidente del FMI, Michel Camdessus afirmaba en 1998,
cuando invitó al presidente argentino a hablar en la Asamblea anual del Fondo:
“La Argentina tiene una historia para contarle al
mundo. Es una historia sobre la importancia de la disciplina fiscal, el cambio
estructural y de una política monetaria mantenida con vigor” El Fondo Monetario Internacional considera
a la Argentina como un ejemplo a imitar, llamándolo un leading case. Hoy
Christine Lagarde afirma: “Los dos
primeros años del gobierno de Macri han sido asombrosos. Porque en
estos años, las autoridades económicas han logrado tanto en términos de
política monetaria, de la reorganización del gasto público para hacerlo más eficiente,
de reducir la presión impositiva, adoptar las reformas que permitan la libre
competencia….” Lejos ha quedado la autocrítica lavada del Fondo, después que la
Argentina padeciera la crisis descomunal del 2001. El Fondo Monetario Internacional (FMI) reconoció el 24 de
marzo del 2004, “que durante la década
del 90 tuvo una actitud "demasiado complaciente sobre el rendimiento
fiscal" de la Argentina y opinó que, si bien no hubo un factor particular
como detonante de la crisis, la deuda
ocupó un papel preponderante.”
Hace 13 años que nos habíamos olvidado
del Fondo. Como un hilo de Ariadna que vincula y define a la caracterización de
los gobiernos, Perón se negó ingresar al Fondo. La Revolución Fusiladora antes
de haber transcurrido un año de tomar por asalto la Casa Rosada, llevó a que la
Argentina ingresara al Fondo. Muchos años de sometimiento se cancelaron en el
2005, cuando otro gobierno peronista, el presidido por Néstor Kirchner con importantes puntos de contacto con el
peronismo histórico, pagó todo lo que se debía al Fondo y le dijo adiós. Como
no podía ser de otra manera, Macri lo
llama y no pasará mucho tiempo que el gobierno reciba prestamos del Fondo, con
la condicionalidad de aplicar con mayor intensidad la receta tradicional,
inmune a los múltiples fracasos.
Como bien dijo María Eugenia Vidal:
“Cambiamos futuro por pasado” Actores diferentes para un epílogo altamente
previsible.
Un extraordinario dirigente sindical,
Germán Abdala solía afirmar: “Si mi patrón me elogia, me pregunto:
¿“Cuando cagué
a un compañero?”.
Parafraseando a
Abdala: Si el Fondo Monetario y los bancos aplauden al gobierno es dable
preguntarse ¿Qué futuro le espera a la mayoría de los argentinos?
Hablan de transparencia y las
empresas offshore de los funcionarios aparecen
diariamente, a la corrupción la denominan conflictos de intereses para
disimular que están en los dos lados del mostrador. Sacan pecho con las
estadísticas del INDEC, y las trampas para amputar el verdadero cálculo de la
inflación y el nivel de pobreza e indigencia está en una notable subestimación
de los servicios e impuestos en la ponderación de la canasta familiar y que en
lugar de tomar la avalada por el Fondo
en el 2012-2013, que Cristina Fernández propuso, para limpiar los desvaríos
estadísticos de Moreno. Sin embargo Jorge Todesca, el jefe del INDEC, utiliza
la del 2004 con una composición desactualizada. Sostienen la independencia del
Banco Central, una de las tantas falacias liberales, cuya falsedad quedó
expuesta en la conferencia de prensa del 28 de diciembre del año pasado en la
que Marcos Peña recalibró (eufemismo macrista) las metas de inflación que había
establecido el mandamás monetarista del Banco Central, Federico Sturzenegger.
Sostienen impertérritos que son
federalistas y no hacen discriminaciones entre administraciones de
CAMBIEMOS y la de los opositores pero de cada $8, van $7 a las administraciones del mismo signo
oficialista y apenas $1 a la de los adversarios. Sin ningún pudor, sostienen la
independencia del Poder Judicial, mientras sus operadores presionan y los
medios adictos someten a los díscolos a todo tipo de carpetazos.
En su discurso con más mentiras que
palabras, afirman que gobiernan para todos los argentinos, pero los
beneficiarios son siempre los bancos, sectores agropecuarios, especuladores
financieros nacionales y extranjeros, empresarios concesionarios de servicios,
empresas monopólicas. Es tanto el barullo mediático y la agenda impostada, que pasa
desapercibido que cada mes se bajan en un 0,50% las retenciones a la soja.
El Ministro de Justicia Germán
Garavano actúa como encubridor en el juicio por el encubrimiento del atentado a
la AMIA, primero amordazando a los fiscales, y luego reemplazando al que debía
exponer el alegato, con el objetivo de salvar a los fiscales amigos Mullen y
Barbaccia.
Por otra parte, el secretario de
Derechos Humanos Claudio Abruj intenta salvar a su amigo, el imputado Rúben
Beraja y el propio Mauricio Macri a su policía favorito, Jorge “El fino”
Palacios. Todo un ejemplo de independencia de poderes, que llega a su cumbre
con la designación del Tribunal Oral Federal número 9 de jueces sin concurso,
sin pasar por el Senado, ni por el Consejo de la Magistratura, a la que le
llegaban todos los juicios contra la ex presidente Cristina Fernández. Fue tan
grotesco el procedimiento que la Suprema Corte anuló todo lo actuado.
El editorialista de Clarín Ricardo Roa, el 20
de marzo, sostiene que el muy cuestionado jefe de la AFI, Gustavo Arribas,
operador judicial, que según el dirigente gremial histórico Roberto Digón, es
un testaferro de Mauricio Macri, intentó abortar la resolución que dejaba en
libertad a Cristóbal López visitando al camarista Jorge Ballestero.
Todo esto disfrazado por el
periodismo ultra militante como el que ejercita Joaquín Morales Solá que en “La
Nación” del 18 de marzo escribió: “ …Julián
Ercolini, que es, junto con Claudio Bonadío, uno de los dos magistrados con más
prestigio en los tribunales federales”
Ningún periodista del kirchnerismo
militante llegó a afirmar que Oyarbide era un juez muy prestigioso. A todo esto
el historiador del establishment Luis Alberto Romero denomina: “Peligros del
vendaval ético que sacude a la Argentina” ( La Nación 6 de marzo, página 29)
La distancia entre el relato y los
hechos conforman un abismo. Niegan referenciarse en el pasado pero todos sus
argumentos defensivos se cimentan en “la pesada herencia”. Hablan de
modernización mientras restringen el acceso al Conicet, cierran escuelas
rurales, lo intentaron también con las del Delta y retrocedieron ante las
movilizaciones; suspendieron las entregas de las notebook en las escuelas
estatales, alquilan los satélites; racionalizan los hospitales, vacían el Plan
Fines para los que quieren concluir el secundario, y las escuelas para adultos
funcionarán en horarios no compatibles con adultos que trabajan.
Habilita el presidente positivamente
el debate sobre la despenalización del aborto pero enseguida acude a su eterna
simpleza y maniqueísmo afirmando que “está a favor de la vida”, por lo que
apoyan la despenalización estarían a favor de la muerte. Se inscribe, como
tantos otros, en línea con los partidarios del partido Republicano
norteamericano a los que se les suele imputar que sólo les interesa la vida
desde la concepción hasta el nacimiento.
El Presidente que defiende la vida
desde la concepción, luego aplica la doctrina Chocobar, que da vía libre a las
fuerzas de seguridad para ejecuciones por la espalda, que sólo en los casos
notorios, le costó la vida a Rafael Nahuel, a Facundo Ferreira de 12 años, a
Pablo Kukoc. La prensa canalla hasta encontró restos de pólvora en las manos de
Rafael Nahuel, cosa desmentida posteriormente por las pericias.
El concepto de libertad de prensa del
gobierno tiene un techo muy bajo, muy cerca del suelo. El premio Emilio Mignone
se iba a dar a la ONG venezolana PROVEA, muy crítica del gobierno de Nicolás
Maduro. El gobierno que ha hecho de su cruzada contra Venezuela uno de los ejes
de su política exterior, se sumó al evento. El periodista Sebastián Lacunza lo
describe así: “El escenario estaba preparado. Atardecer del jueves pasado, el
salón Libertador del Palacio San Martín recibía a invitados especiales para la
entrega del undécimo Premio Internacional de Derechos Humanos Emilio Mignone.
Funcionarios, cuerpo diplomático, figuras venezolanas, referentes de la
sociedad civil y miembros de la familia Mignone asistieron a una ceremonia
presidida por el Canciller Jorge Faurie y el Secretario de Derechos Humanos
Claudio Abruj.”Habían estipulado que el titular de PROVEA dispusiera de quince
minutos para su discurso. El representante de la ONG, Rafael Uzcátegui pidió al
personal de la secretaría de DDHH que le imprimieran el texto que tenía
guardado en su teléfono. El discurso llegó a mano de Abruj, y de esa forma se
enteró que el mismo contenía no sólo críticas a Maduro sino también a Mauricio
Macri. ¿Que hizo el gobierno? Comunicó de inmediato al representante de la ONG
que recibía el premio que no podía pronunciar el discurso, por lo se negó a
aceptar el premio y se retiró de la Cancillería.
La distancia entre el relato y los
hechos conforman un abismo. El Ministro de Hacienda Nicolás Dujovne con más del
80% de su patrimonio en el exterior, acompañado en ese aspecto por la mayoría
de sus colegas ministeriales, pasa desesperadamente la gorra, pidiendo
inversiones. Falta que diga al mejor estilo de Groucho Marx: “Yo no
participaría de un gobierno que me tenga a mí de Ministro”. Nadie entraría a un
restaurant que observe que los dueños y mozos encargan la comida al restaurant
de enfrente”
Al Ministro de la Producción
Francisco Cabrera, lo asesoran integrantes de la Cámara de Importadores. En la
misma línea el grupo Macri, según Clarín del 27 de febrero, se asocia a un
grupo chino no para producir sino para importar automóviles. Dice la nota: “JAC Motors, la tercera automotriz
que importará la familia Macri, se presentará en el país en marzo y las
primeras ventas se realizarán en junio. Como ya ocurre con las firmas Chery
y DFSK, los autos serán importados de China por el Grupo Socma, perteneciente a
la familia presidencial, informó ayer el sitio especializado Autoblog.”
La política exterior es un largo pedido de
disculpas por los actos soberanos que durante el gobierno anterior se
realizaron. La incomprensión de cómo se desarrolló el mundo al que se quiere
pertenecer entrando por el ojo de la cerradura y adoptando la posición decúbito
dorsal, queda reflejado en el discurso de Mauricio Macri en el G20: “El libre
comercio es el camino que resolverá los problemas de la pobreza” Todos los
países que hoy son desarrollados lo alcanzaron con un fuerte proteccionismo, y
aún ahora, el Presidente norteamericano, presunto amigo y ex socio de Macri,
cierra la entrada al biodiesel, el aluminio y el acero argentino y Macron en
Francia le dio una lección al presidente argentino, de como defiende a los
productores agrícolas franceses considerablemente menos competitivos que los
argentinos
¿QUÉ ES
ESTO?
Tomo el título de un paupérrimo ensayo ultra gorila
del ensayista Ezequiel Martínez Estrada, publicado en 1956. Para Jorge
Ossona, un intelectual del Club Político
Argentino, afín al gobierno, el macrismo después de “ La victoria de Cambiemos
en 2015 marca la irrupción de un fenómeno tan novedoso como los que
representaron respectivamente el radicalismo yrigoyenista en 1916 y el
peronismo treinta años más tarde…..En términos ideológicos Cambiemos es un
producto aún en elaboración que aspira a consolidar un capitalismo competitivo
y una sociedad culturalmente abierta y cosmopolita en el marco de un sistema
democrático y republicano….Cambiemos expresa a los sectores medios y altos
emergentes de la versión local del nuevo capitalismo global…..la consigna es
lograr objetivos de manera negociada, pero de resultados indelebles”
A su vez el sociólogo Gabriel Vommaro, autor de dos
muy buenos libros sobre el macrismo, sostiene que “Las tres almas de Cambiemos”
son: “No venimos a ser el hazmerreír de nadie, somos un grupo de dirigentes que
creen en un conjunto de ideas y valores, pero que los quieren poner en
práctica. No queremos un esfuerzo testimonial, no queremos ser una junta
vecinal, no queremos ser un club de amigos…por eso debemos imitar el modelo del
PRO……..La segunda alma de Cambiemos es, en definitiva, la oportunidad histórica
para rehabilitar electoralmente a un radicalismo maltrecho luego del derrumbe
de la Alianza y para construir un nuevo cobijo para los votantes no peronistas.
Es cierto que para ello debieron resignar espacios de poder, dejarse
conducir por el PRO, la fuerza que tenía
el proyecto y los candidatos con mayor intención de voto. Se aceptaba que el
camino elegido implicaba tener un rol secundario……….La tercera alma de
Cambiemos es su reacción al populismo kirchnerista. Venezuela simbolizó ese
destino temido que despertó un sentimiento de urgencia en buena parte del
núcleo electoral del PRO”
Para el autor de esta nota, el macrismo es un
intento serio, para nada subestimable, de una restauración conservadora que
viene a desempatar el equilibrio inestable entre dos modelos que vienen
confrontando desde mayo de 1810. Es un plan perfectamente diseñado, pero como
por primera vez los sostenedores de este modelo acceden por elecciones, los
retrocesos ante las resistencias sociales, lo toman como la reconsideración de
errores. No hay tales errores. Como resulta igualmente ingenuo, siendo muy
benevolentes, pedirle el gobierno que cambie de rumbo. Vinieron a hacer lo que están ejecutando. Y el plan es tan ambicioso
que quieren diseñar una oposición alternativa que no ponga el peligro el
modelo. Para eso cuentan con peronistas funcionales como Sergio Massa,
Miguel Angel Pichetto, Juan Manuel
Urtubey y otros. Si el peronismo pasa a ser la segunda marca del macrismo, su
longevidad tiene fecha de vencimiento. Las sociedades, entre el original y la
copia, optan por el original. Mi profesora de cuarto año de Literatura del
secundario llamada Nelly Conti, lo sabía hace más de cincuenta años cuando nos
decía: “Para leer a los afrancesados, leo a los franceses”
LA
DISTANCIA ENTRE EL RELATO Y LOS HECHOS (2)
La lista es interminable y agotadora. La
distancia entre el relato y los hechos conforman un abismo. Envuelto en un
lenguaje que se da de patadas con el contenido. Y es lógico e histórico. El
periodista Gustavo Campana lo definió claramente en el título de su libro: “Prontuario: No hay
neoliberalismo sin traición” Si dijeran la verdad durante la campaña electoral
no lo votarían, y si fueran veraces desde el gobierno no podrían aspirar a
continuar en el gobierno. Imagínense por un momento a Mauricio Macri, Marcos
Peña o María Eugenia Vidal diciendo la verdad de los hechos: “ Venimos a
endeudarlos, a rematar las empresas estatales, a cerrar escuelas, desactivar
planes, hacer la actualización de tarifas más importante de toda la historia,
bajar los salarios y las jubilaciones, restringir la entrega de medicamentos a
los mayores, jibarizar a la ciencia, desindustrializar, despedir sin anestesia,
cobrarles su gusto de fin de semana que es ver a su cuadro favorito, un
blanqueo para familiares y amigos, degradación de los derechos humanos, tratar de conformar una oposición funcional.
Paramos aquí pero la lista es interminable, tan amplia como la distancia entre
el relato y la realidad.
·
21-03-2018
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