20 abril 2016

CLIMA DE ÉPOCA



NOTA DE  JULIO DEL 2009 SOBRE LA CORRUPCIÓN



Muchas veces he afirmado que los procesos históricos no pueden ser analizados a través de la mirilla de la corrupción. Que si ese es el parámetro para analizar las grandes bisagras de la humanidad, desde la Independencia Norteamericana a la Revolución Rusa, desde la Revolución Francesa a la Cubana, desde la gesta de los héroes que lucharon por la Independencia de España en el marco de constituir una confederación de Estados al sur del Río Bravo a la Larga Marcha de Mao, desde el triunfo de la Revolución Industrial a la Caída del Muro de Berlín, todo se enaniza, adquiere la dimensión de bonsái y reproduce aquél viejo ejemplo atribuido a los chinos de que cuando alguien señala con el dedo a la luna, el corto de miras sólo aprecia el dedo y no ve a la luna. El periodista Martín Caparrós ha definido este fenómeno como “honestísmo”,  cuyo exponente más paradigmático en la Argentina es la Doctora Elisa Carrió. Ha llegado a sostener la dirigente de la Coalición Cívica que no importa la ideología sino que lo determinante es la honestidad de los protagonistas. Inmediatamente el interlocutor que escucha el razonamiento crítico al “honestismo”, reacciona preguntando si uno apaña a la corrupción. Y tal vez lo que no entiende es que la corrupción tiene y debe ser denunciada sin erigirla en la columna vertebral del análisis político. De alguna forma ese fue la falacia levantada por la Alianza, que se proponía en última instancia ser el menemismo en su versión honesta. Y el problema fundamental no era la corrupción del menemismo sino las políticas de entrega de la segunda década infame. Sin un peso de corrupción, el menemismo hubiera sido igualmente devastador. Aunque eso de alguna forma es un oxímoron: la corrupción fue la vaselina que facilitaba y potenciaba la entrega.
Martín Caparrós escribió en Crítica de la Argentina: “ El honestismo es esa “idea tan difundida según la cual –casi– todos los males de la Argentina contemporánea son producto de la corrupción en general y de la corrupción de los políticos en particular……. eso, en política, no alcanza para nada: que un político sea honesto no define en absoluto su línea política. Por eso digo que la honestidad es –o debería ser– un dato menor: el mínimo común denominador a partir del cual hay que empezar a preguntarse qué política propone y aplica cada cual.”

DECÍAMOS  AYER
Allá, por agosto del 2007, en una nota titulada “Acerca de la Corrupción” decía: “Nos vendieron una historia falsa. Sabiendo que con eso condicionaban el futuro. George Orwell en “1984” sostiene: “Quién controla el pasado controla el futuro; quien controla el presente controla el pasado” Hay que tener en cuenta que la historia es la política del pasado, como la política es la historia del presente. No entender como fue la política en el pasado es haber quedado sin brújula para analizar el presente. 
 Además de su adulteración profunda nos presentan una serie de héroes impolutos nacidos con vocación de bronce. Son tan puros, tan colmados de virtudes  que ningún ser humano puede identificarse con ellos. Cualquier comparación con esos personajes ahistóricos resulta una derrota cantada. Es como el autor malhadado de esa frase nefasta sobre Carlos Gardel: “Cada día canta mejor”. De alguna forma es el fin de la historia, porque nunca podrán surgir protagonistas que lo superen.
Lo que esa historia evita, entre otras cosas, comprender que ni San Martín ni Bolívar, para citar dos figuras emblemáticas eran considerados héroes por sus contemporáneos. San Martín no pudo regresar a tiempo a Buenos Aires para asistir a su mujer Remedios que se moría de tisis porque el riesgo de ser asesinado en la ciudad puerto.(1) Bolívar abandona Bogotá custodiado por sus amigos ante el peligro que atentaran contra su vida mientras en las paredes aparecen leyendas de “ Bolívar: traidor” (2)       
El conocimiento de la historia real con sus conflictos y pasiones, permite analizar el presente en perspectiva. Sabiendo que el tiempo depura lo secundario, disminuye la significación de ciertos hechos y ubica  lo importante en su justa medida…..George Washington, primer presidente de EE.UU, desempeñaba su cargo de general de ejército norteamericano ad – honorem. Pero era el proveedor de ese ejército lo que le proporcionaba utilidades suculentas que pretendía disimular con su cargo no rentado.
A José de San Martín se le imputa el cobro de una comisión en la compra de barcos para el traslado de las tropas de Chile a Perú. Un historiador liberal dice: “Desde Santiago, O¨Higgins le hizo saber  que la importante suma de dinero que habían mandado  a Londres hacía seis años  con Álvarez Condarco ( cuando fue a comprar  barcos para la campaña) para que la depositaran  a  nombre de ambos, éste la había dilapidado haciendo apuestas en la bolsa. “Nos quedan  solamente doce mil quinientos pesos para cada uno- se lamentaba Bernardo en lenguaje cifrado- y el importe suyo lo dejo en manos de Felipe del Solar” “DON JOSÉ LA VIDA DE SAN MARTÍN” José Ignacio García Hamilton Editorial Sudamericana Junio del 2000 Página 259
A José Beer Gelbard se le probó una comisión, como demuestra María Seoane, en su biografía favorable al primer Ministro de Economía del tercer gobierno de Perón….. A Juan Domingo Perón se le imputa haber cobrado un dinero por el pacto con Frondizi: “Para su llegada al gobierno (Arturo Frondizi) se dijo que incluso compró sus apoyos. Según Jorge Antonio (amigo y mecenas de Juan Perón), éste recibió 85.000 dólares de Rogelio Frigerio, el asesor directo de Frondizi, para que promueva su candidatura en 1958” Negocios, corrupciones y política” Guillermo Vitelli citando revista Tres Puntos del 29 de enero del 2003.
No faltará quién juzgue a Washington en su calidad de proveedor, quién cuestione a San Martín por esa comisión, a Gelbard por la coima o a Perón por el dinero cobrado por un pacto. Quién tenga una visión tan microscópica y miope de la historia, una apreciación delineada a través de una calificación moral, podrá encaminarse a un juicio “políticamente correcto”, pero quedará lejos de entender los procesos históricos que estas figuras protagonizaron.                     
Dando por cierto los hechos mencionados a los efectos de esta nota, no podría elogiarse las actitudes de Washington, San Martín, O¨ Higgins, Perón y Gelbard. Pero al mismo tiempo sería estúpido negar el papel de Washington en la Independencia Norteamericana, el papel excepcional de San Martín y O'Higgins en la Independencia americana, la concepción continental, principalmente del nacido en Yapeyu, su envergadura histórica. Lo mismo sucedería con las notables presidencias transformadoras de Perón o la visión de un país integrado, en un empresario con un proyecto nacional como Gelbard. 
Cuando se llega a este punto, el políticamente correcto preguntará incisivo: Entonces ¿Ud. cree que el fin justifica los medios? o acaso se adscribe a aquello que “roba pero hace”. 
Y la respuesta es no. Simplemente que el hecho criticable se lo contextualiza en el balance general del protagonista. No merecerá elogios por la agachada, pero la agachada debe analizarse en el recorrido general del protagonista……. Como se ve no resulta sencillo realizar un análisis lineal acerca de la corrupción. Además, si el interlocutor se sube a un banquito y desde ahí derrama un discurso políticamente correcto, confundiendo la complejidad histórica con juicios morales, la historia deja de ser un lugar de aprendizaje para ser una extensa sucesión de de repeticiones de Sodoma y Gomorra.
Llegado a este punto, se deduce que para el criterio de la doctora Elisa Carrió, en su Coalición Cívica, no tendrían cabida, más allá de las diferencias ideológicas, solamente por razones morales, San Martín, O'Higgins, Washington, de ser argentino, Perón y Gelbard. Eso sí: el neoliberal Ricardo López Murphy, el conservador Gustavo Gutiérrez  están en la coalición cívica por méritos propios. No son ni Perón ni Washington. Pero son irreprochablemente honestos para la ex jefa del ARI, para quién San Martín sería aquel que se quedó con el dinero de la flota.
RECUERDOS DE LOS SESENTA Y LOS SETENTA
Fui militante político en la segunda mitad de la década del sesenta y en los setenta. No me lo comentaron. Estuve ahí. Además lo he chequeado con muchos de aquellos protagonistas y testigos Por eso puedo asegurar que cuando alguien ingresa a la política lo hace en la mayoría de los casos para tratar de concretar sus ideas y sus sueños y no para enriquecerse. Hacia 1969, no había en la opinión pública la idea que Onganía desde la derecha o Santucho desde la  izquierda, para dar dos ejemplos extremos, uno tomaba el poder por asalto y el otro lo buscaba por la vía armada, tenían como finalidad el enriquecimiento personal. Es cierto que Onganía implicaba la adopción de políticas que permitían el enriquecimiento de sectores económicos concentrados y el empobrecimiento de los populares. Cuando su Ministro de Economía, Adalbert Krieger Vasena, dejó su cargo y pasó a formar parte del directorio de la empresa extranjera DELTEC S.A, la reacción de rechazo fue muy fuerte.
La idea de la mayor parte de la militancia política era el desprecio o la subestimación hacia los cargos públicos, porque el objetivo era hacer la revolución.
LA DEMOCRACIA Y LA CORRUPCIÓN   

 El acceso a un régimen periódico de elecciones se realizó después de padecer los años de plomo y una derrota bélica. La sociedad que emergió asumió en muchas de sus franjas una épica individualista y en sus extremos el “sálvese quien pueda”. No había un proyecto colectivo abarcador y entonces el militante fue sustituido por el operador rentado, el pueblo por la gente,  y las luchas obreras empezaron a ser analizadas desde el ángulo del usuario, al que la prédica ideológica predominante lo catalogaba de víctima y rehén.
En ese contexto, muchos representantes políticos, abdicaron el intento colectivo de cambiar la sociedad por el individual de cambiar de clase social. La Coordinadora radical tuvo algunos representantes que se adecuaron a los nuevos tiempos, prolongados en algunos epígonos de la renovación peronista y encontraría su cumbre en la década menemista. Cierto clima de época quedó reflejado en la brutal definición que acuñó el empresario Alfredo Yabran con la frase “El poder es impunidad”
Cuando el modelo de rentabilidad financiera estalló en el 2001, sectores amplios  de la ciudadanía tradujeron en la consigna antipolítica del “que se vayan todos” la desilusión de que el pasaje  que le habían vendido al Primer Mundo era trucho, con el contraste de constatar su declinación económica con la ostentación pornográfica de muchos de sus representantes.
El mensaje de cambio expresado en las calles, el repudio a todo lo que olía a político fue recogido con timidez por Eduardo Duhalde y con entusiasmo por Néstor Kirchner. Los políticos recuperaron parte del prestigio perdido, pero muchas señales del “clima de época” perduraron, se refugiaron en islotes de corrupción más o menos encubiertas y cada tanto asoma con grados de impudicia llamativa.
La dictadura establishment-militar y luego el menemismo han dejado cicatrices profundas. Es significativo lo que dice la profesora de Literatura Eugenia Almeida autora de la novela  “El Colectivo”: “Las marcas de la dictadura en los alumnos del secundario es la imposibilidad de pensar colectivamente. Aún con buenas intenciones, no surge un pensamiento colectivo, que es más difícil pero más rico y apasionante. También la dificultad para escuchar, cualquiera sea el que hable….Es muy fuerte llegar a una aula y encontrar que los chicos se resisten a poner en cuestión cosas, tienen una mentalidad “esto es así” y no se piensa. Entonces la única convicción que puedo intentar transmitirles es que las cosas no siempre son lo que parecen, que el mundo es más complejo, que percibimos lo que esperamos ver y hay que tener cuidado con eso ”             
LAS MANIFESTACIONES DE BIENES DE NÉSTOR Y CRISTINA KIRCHNER


Desde el punto de vista de la militancia setentista, siempre se le recriminó a los Kirchner el haber construido su fortuna inicial sobre los dolores de la circular 1050. Sorprendentemente también fue usado el argumento por quienes construyen sus riquezas por métodos iguales o peores, que constituyen en última instancia el sustrato último del sistema que queda reflejada en la expresión demoledora de Carlos Marx “el capitalismo llega chorreando sangre y lodo”. Más allá de ciertas dificultades para justificar claramente incrementos de patrimonio lo que puede apuntarse especialmente en las dos últimas declaraciones juradas es la desprolijidad de quien las confeccionó al valuar las acciones en la Sociedad Hotesur S.A, teniendo ambos cónyuges la misma proporción, las mismas valen para Cristina Fernández  $ 371.232 y para Néstor Kirchner la suma de $ 1.941.632.
El segundo punto injustificable es la compra de terrenos fiscales en Calafate a precios significativamente inferiores a los de mercado, que en una primera justificación era para facilitar el desarrollo urbano del lugar. Uno de esos terrenos fue vendido a la firma Cencosud S.A, sin ninguna construcción, y en apenas dos años en un precio 47 veces mayor. Esta operación figura en la Manifestación de Bienes del 2008.
Otro detalle cuestionable, este desde el punto de vista ético, es que buena parte de los voluminosos plazos Fijos están en dólares, lo que resulta tan incongruente como cuando los Ministros de Educación envían a sus hijos a escuelas privadas. Lo que resulta chocante, típico del “clima de época” y absolutamente incompatible es que en pleno ejercicio de la presidencia de Cristina Fernández, la familia haya constituido una sociedad anónima llamada EL CHATEL, integrada por Néstor, Cristina y Máximo Kirchner como presidente, dedicada “al estudio, a la investigación y al asesoramiento en las ramas de la economía, finanzas, derecho, ciencias sociales, educación, administración y otras disciplinas de personas físicas o jurídicas del país o del extranjero; comprendiendo la elaboración de estudios de mercado, factibilidad, planes de inversión y programas de desarrollo, la realización de proyectos de comercio interior o exterior y la elaboración de informes, y proyectos, de crecimiento, de infraestructura y de temas relacionados con la actividad agropecuaria o inmobiliaria.” La sociedad fue constituida por escritura pública 1193 del 21 de diciembre del 2007.
Otro detalle llamativo es que la rentabilidad en dólares de los plazos fijos supera largamente  lo que se paga en el país y en el exterior.
CLIMA DE ÉPOCA I
Exteriorizaciones típica de la supervivencia de un “clima de época” han sido las declaraciones del Presidente del ANSES, Diego Bossio, un joven de 29 años quien debe ser controlado por la Sindicatura en la que figuraba como número dos, su mujer, Valeria Loria. Demostrando que no es condición necesaria ni suficiente ser joven y nuevo en política para desterrar viejas prácticas, con notable desparpajo declaró: “ Mi mujer me controla muy bien” Cuarenta y ocho horas más tarde Valeria Loria renunció. No se puede entender cuál fue la razón de pagar gratuitamente ese costo político.
De la misma forma, siempre fue un ejercicio de prestidigitación el itinerario y destino de los Fondos  de Santa Cruz. Algo tan sencillo como las distintas colocaciones y los intereses devengados, elemental en toda rendición de cuentas se convirtió en un misterio más complejo que la teoría de la relatividad. Un ejercicio de prestidigitación pero con el defecto que al mago se le detectan los trucos.
CLIMA DE ÉPOCA II
La  Argentina ha tenido a lo largo de su historia sólo 52 presidentes, de los cuales 13 fueron de facto. Excluyendo a Néstor Kirchner y Cristina Fernández, los presidentes elegidos fueron 37. A lo largo de las sucesivas generaciones, es posible que el número de argentinos alcancen una cifra de trescientos o cuatrocientos millones. Néstor y Cristina comparten el espacio de los elegidos con solo 37 argentinos. Es un círculo  ultra restringido y es la cima máxima que puede alcanzar  todo el que se inicia en política con su bagaje de ideales. Por eso resulta difícil de entender que alcanzado ese sitial se perpetren hechos confusos, situaciones muy reprochables o integrar sociedades incompatibles con los puestos alcanzados. Sobre todo cuando uno afirma: “ No dejaré mis ideales en la puerta de la Casa de Gobierno”
Pero para no confundir aserrín con pan rallado, es bueno recordar una aseveración del economista Carlos Leyba: “ No es lo mismo que haya corrupción en un gobierno a que gobierne la corrupción. A mí no me importa que Menem se haya llevado dos pesos, lo que me importa es que entregó el petróleo”
Desde una perspectiva histórica la valuación del kirchnerismo tendrá otros parámetros de análisis. Si el balance político, económico y social arroja un saldo favorable, las oscuridades serán una nota al pie. Si el resultado es negativo, las irregularidades formarán parte del cuerpo principal.  


(1) “Partió rumbo a Chile  donde permaneció hasta enero de 1823 cuando se trasladó a Mendoza. Desde allí pidió autorización para entrar  en Buenos Aires y poder ver a su mujer que estaba gravemente enferma. Cuenta su compañero del  Ejército de los Andes Manuel de Olazábal que al enterarse que su querido jefe  partía hacia Buenos Aires decidió salir a su encuentro y acompañarlo. San Martín conocía perfectamente los efectos que había producido entre la clase dirigente porteña su negativa a participar en la represión interna. Unos años antes Zañartú ya le había advertido a O'Higgins: “Todos abominan de San Martín y no ven en él más que un enemigo de la sociedad desde que se ha resistido a tomar parte en las guerras civiles y ha impedido  la marcha de sus tropas. A él le atribuyen la sublevación de los pueblos y si aumentan  las desgracias  de este país, creo que le quemarán en estatua” 5-02-1820
Rivadavia, ministro de gobierno del gobernador Martín Rodríguez, uno de los principales enemigos de San Martín, le negó el permiso, argumentando que no estaban dadas las condiciones de seguridad  para que entrase en la ciudad.  En realidad Rivadavia, que siempre le había negado cualquier tipo de ayuda a San Martín, temía que el general entrase en contacto con los federales  del Litoral y, con su prestigio, diera un vuelco absoluto  a la política local. El gobernador de Santa Fe, Estanislao López, le envió una carta  advirtiéndole que el gobierno de Buenos Aires esperaba la llegada del general  para someterlo a un juicio por haber desobedecido las órdenes de reprimir  a los federales y le ofrece  marchar con sus tropas  sobre Buenos Aires si se llegara a producir  tan absurdo e injusto juicio……San Martín le agradeció  a López su advertencia  y declinó su ofrecimiento para evitar “ más derramamientos de sangre”. Ante el agravamiento de la salud de Remedios, y pese a las amenazas,  San Martín decidió viajar igual a Buenos Aires, pero lamentablemente llegó tarde, su esposa ya había muerto, sin que él pudiera compartir al menos sus últimos momentos” “Los mitos de la historia argentina” Tomo II de Felipe Pigna Página 56 y 57 Editorial Planeta
(2) “Bolívar se encontraba cerca de Cartagena cuando recibió la noticia del asesinato de Sucre, que lo anonadó y precipitó su muerte. Se disponía a viajar a Europa, aunque ya carecía de recursos, pues había regalado su quinta, empeñado su vajilla de plata y distribuido sus últimos dineros entre la multitud de oficiales, soldados y partidarios que huían de Bogotá hostil. Aquel mantuano que al iniciarse la revolución tenía mil esclavos, los había liberado a todos. Ahora, los propietarios de esclavos que el rehusó expropiar, lo echaban de la patria. Solo esperaba un barco para alejarse de la tierra de sus hazañas. Sintiéndose agravado su mal, llegó hasta Santa Marta. Allí los médicos comprobaron que sus días estaban por concluir. Sus partidarios lo llamaban para encabezar de nuevo la República, envuelta en el caos. Páez, el “primer lancero del mundo”, gobernaba en Venezuela y no estaba dispuesto a entrar en negociaciones con Nueva Granada “hasta que Bolívar hubiera evacuado el territorio de Colombia………Murió el 17 de diciembre de 1830 en Santa Marta, en cama ajena, médico gratuito, sin un centavo y con la Gran Colombia dividida en cinco Estados. El separatista Santander escribió: “El tiempo nos dirá si su muerte ha sido o no útil a la  paz  y a la libertad. Para mí tengo que ha sido no sólo útil sino necesaria” Historia de la Nación Latinoamericana” Jorge Abelardo Ramos Páginas 320 y 321 Peña Lillo Editor 1968   
A su vez la maestría de Gabriel García Márquez recrea las horas finales de Bolívar en Bogotá, en su novela “El general en su laberinto” Escribió: “Él abrió sus ojos, menos inquieto que intrigado, y ella cerró el libro en el regazo, marcando la página con el pulgar.
“Son sus amigos “, le dijo.
“ No tengo amigos”,  dijo él. “Y si acaso me quedan algunos ha de ser por poco tiempo”
“ Pues están ahí afuera, velando para que no lo maten” dijo ella ( Manuela Sáenz, su compañera)
Fue así como el general se enteró de lo que toda la ciudad sabía: no uno sino varios atentados  se estaban fraguando contra él, y sus últimos partidarios aguardaban en la casa para tratar de impedirlos. El zaguán y los corredores en torno del jardín interior estaban tomados por los húsares y granaderos, todos venezolanos, que iban a acompañarlo hasta el puerto de Cartagena de Indias, donde debía abordar un velero para Europa”                                      

24-07-2009


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