LA SENSIBILIDAD AUSENTE
El notable
sindicalista Germán Abdala al que un cáncer lo mató cuando apenas tenía 38 años, sostenía: "Los poderosos no necesitan de la política
porque ya tienen el poder, ya sea a través del dinero, de las armas o de las
corporaciones. El pueblo sí necesita la política, porque es la única manera que
tiene para construir poder y cambiar las cosas."
En un final de año atravesado por escenas dramáticas, la
insuficiencia energética en su etapa de distribución, puso en evidencia la
falta de sensibilidad de la dirigencia política, prácticamente sin excepciones.
Cuando la política se aleja de los problemas elementales, su poder
transformador se debilita, el escepticismo invade a los que la necesitan
imprescindiblemente y se abona el
terreno para la prédica de aquellos que bajo la máscara de la antipolítica,
garantizan la intangibilidad de sus intereses y el mantenimiento de su tasa de
ganancia.
El
eternamente ausente Secretario de Energía Daniel Cameron jugando al golf en un
country; el Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires Mauricio
Macri, como es habitual, lejos de los problemas, vacacionando en el sur; Rodríguez Larreta descansando; Sergio Massa y
Martín Insaurralde gozando su cercanía en un mismo country en la costa; Cristina Fernández en Calafate, rompiendo
sólo su silencio para desmentir a Carlos Kunkel sobre una posible candidatura;
Echegaray pasando el fin de año en Río de Janeiro, junto a su familia y en compañía
de un empresario; el presidente de
Edenor, Marcos Marcelo Mindlin, disfrutando de los placeres de Punta del Este;
los máximos dirigentes de la posible coalición no peronista, reunidos y
planeando el 2015; los aguerridos militantes del Frente de Izquierda, más cerca
de los libros de Trotsky que de dar una mano en la emergencia; los soldados de
La Cámpora, enamorados de las oficinas y lejos de la calle, son algunos de los botones de muestra de la
distancia de lo que también afirmaba Germán: “Hay que vivir como se piensa y actuar como se habla.”
La cantante Liliana Felipe, en forma muy simplificada,
pero indudablemente didáctica, le declaraba a la periodista Ana Cacopardo: “La izquierda invoca el nosotros, la
derecha el yo”. Cristina Fernández acuñó una frase afortunada cuando dijo: “La Patria es el otro.”
En medio
del escandaloso pase de facturas entre dirigentes, empresas y gobiernos, que no
tienen el tacto mínimo de esperar superar el problema para arreglar cuentas;
una ciudadanía desprotegida recurría a la acción directa de cortar calles y
autopistas como estrategia generalizada de llamar la atención.
La oposición y sus medios se regodean con la situación y gozan
pronosticando la salida anticipada del gobierno nacional al que hacen
responsable absoluto de la situación,
mientras éste y los medios oficialistas
responsabilizan exclusivamente a las empresas, en un juego tramposo en donde
cada uno dice una parte de la verdad.
ACLARANDO
EN UNA PARTIDA DE TRUCO
El
gobierno nacional ha incrementado, en una década, la generación de energía en
aproximadamente 10.000 megavatios. Y también se ha mejorado el transporte de la misma. Esto suele
omitirse desde los sectores opositores. El grueso del problema está en la distribución
donde se ha invertido mucho menos de lo que se necesita o directamente no se ha
hecho. En zonas como la Boca o Barracas permanecen cables de la ya olvidada
Compañía Ítalo Argentina de Electricidad estatizada (único caso) durante la
dictadura establishment- militar.
Las
empresas han ganado en los primeros 9
meses del año concluido, una cifra cercana a los 2.000 millones de pesos,
aunque con un fuerte endeudamiento, al no pagar mayormente la energía que
distribuyen, aducen que las deficiencias
que reconocen se deben a la falta de actualización de las tarifas. Al respecto
responde el ensayista Alejandro
Horowicz: “Federico Pinedo hace centro en la estructura
tarifaria. A su juicio se trata de una inadecuada política de precios. Y esa es
una responsabilidad exclusiva del gobierno nacional, no de las empresas. Como
los valores son inadecuados, dice, la energía termina siendo demasiado barata,
por eso la inversión no resulta posible. Este argumento no deja de ser
curioso. Si la producción de energía
fuera el problema y no la transmisión, se podría considerar. Pero la inversión
requerida para que el sistema soporte el aumento de la trasmisión –en los
momentos pico– es mucho menor que la requerida para incrementar su producción.
Recordemos, cuando durante el gobierno de Raúl Alfonsín se produjeron los
cortes de energía el problema era doble: no sólo el mantenimiento de la planta
eléctrica era deficiente, sino la producción era insuficiente. Hoy claramente
no es así.
Vamos Horowicz, es cierto que invertir en
producción es más oneroso que invertir en mantenimiento, pero en todos los
casos se trata de una reducción de los beneficios netos. Y los beneficios son
la madre del borrego. Touché, ese es el punto: cuando se calculan los ingresos adicionales que tendría la empresa por
incremento de la venta de energía, y se le descuentan los costos que tal
incremento demanda, queda claro que no le conviene hacer la inversión. Los
costos son mayores que los ingresos adicionales. Y si hubiera que aumentar la
tarifa hasta el punto en que tal cosa no suceda, el precio del kilovatio
resultaría prohibitivo. Los que desresponsabilizan a las empresas, como Pinedo,
ni siquiera se proponen aumentar la tarifa, saben que no es el camino para
resolver el problema, sólo intentan mantener la situación sin cambios, después
de todo el verano no es eterno.”
De manera que es indudable la
responsabilidad de las empresas. Pero eso no absuelve al
gobierno de su obligación de controlar.
Situación que se incrementa en Edenor. Como resultado de la excelente
decisión de la estatización de las AFJP, el Estado tiene una participación
accionaria en esta empresa del 25% y por lo tanto cinco de los doce directores.
Los mismos están ahí no solamente para tener un puesto rentado, sino para
representar los intereses de sus mandantes, que es nada menos que el pueblo
argentino.
Y ya que
hablamos de empresas, veamos qué hay detrás de Edenor y Edesur: un especialista
como Federico Bernal nos informa: “El estado italiano, más
específicamente el Ministerio de Economía y Finanzas de Italia, es el
accionista controlante del Grupo Enel, a su vez controlante de Edesur (vía
Endesa). El Grupo Enel opera en 40 países de
cuatro continentes diferentes y llega a más de 61 millones de clientes. ¿Cuánto
puede importarle que el Servicio Meteorológico Nacional confirme la peor ola de
calor de las últimas cuatro décadas en la Argentina? El
último balance de Enel (2012) arrojó ingresos por 84.889 millones de euros y
una utilidad neta de 7735 millones en la misma moneda. El ejercicio de Edesur
entre enero y septiembre de 2013 registró un resultado integral positivo de
1124 millones de pesos, dato por supuesto censurado por los ex secretarios de
Energía del desmantelamiento estatal energético y petrolero entre 1983 y fines
de 2002.
¿Es negocio Edesur para el Ministerio de Economía y
Finanzas de Italia? (¿y por qué diablos esta cartera de la nación europea es la
responsable de llevar la electricidad a millones de argentinos?).
Es evidente que además de Enel, debe haber otros
accionistas, locales tal vez, para los que nuestro país y la distribución
eléctrica les represente un lucro más que deleitable. ¿Por qué diablos también
la distribución eléctrica debe ser un negocio más? Veamos. Hay algo que se
llama SADESA. Se trata de una sociedad de capitales argentinos y accionista
minoritario de Edesur (a través de Distrilec) y controlante incluso de varias
usinas generadoras. ¿Quiénes la conforman? En orden de importancia: Guillermo
Pablo Reca (presidente y ex Merril Lynch, la nefasta calificadora), Inversora
Los Arroyos SA (Eduardo Escasany) y Coinvest Argentina SA.
Aparecen después la firma Cantomi Uruguay SA y la
familia Miguens Bemberg, a saber: Carlos José Miguens, Cristina Teresa Miguens,
Diego Fernando Miguens y María Luisa Miguens. Los Miguens Bemberg son los ex
propietarios de Cervecería Quilmes, aunque tienen negocios por doquier (desde
dulce de leche hasta fondos de inversión multimillonarios).
Por último, aunque no menos importante, está
Eduardo Escasany, figura prominente de una de las familias que más dinero ganan
en la Argentina, presidente del Grupo Financiero Galicia y participante del
insólito almuerzo de agosto de 2012 en apoyo al procesado Carlos Pedro Blaquier
(conjuntamente con Luciano Miguens y De Mendiguren, entre otros). Pero la cosa
no termina aquí, no. Bien pegadita en participación accionaria aparece otra
familia prominente, los Caputo. ¿Un miembro o varios? Unos
cuantos, a saber: Jorge Antonio Nicolás Caputo, José Luis Marcelino Caputo,
Mónica María Caputo, Nicolás Martín Caputo. Al respecto de este último,
hablamos de uno de los empresarios de la construcción más poderosos de la
Argentina, a la sazón amigo y asesor de Mauricio Macri, inseparables desde una
primaria y secundaria juntos en el Cardenal Newman. Nicky Caputo ha hecho
fortunas con la administración macrista. Llama la atención pues que el
intendente despotrique contra los cortes de luz responsabilizando al gobierno
nacional, ignorando el pequeño detalle del vínculo entre uno de sus principales
socios y el control de SADESA. Finalmente, a los Caputo le siguen Aferlux
SA y un tal Roberto Gustavo Vázquez. Pasemos ahora a Edenor. ¿Su controlante?
Pampa Energía SA. ¿Y quiénes figuran al frente? Los hermanos Mindlin y Gustavo
Mariani en primerísimo lugar. Siguen después varios fondos de inversión entre
los que destacan Dolphin Fund Management y Eton Park Capital Management (uno de
los más importantes del mundo)".
LO NEGATIVO DE LO POSITIVO
Gobernar se
parece mucho a las tareas hogareñas, en donde cuando se termina de limpiar ya
hay que volver a hacerlo porque se ensució en otro lado. A medida que se mejoran las condiciones,
aparecen nuevas exigencias. En términos económicos, no se debe gobernar sin
tener en cuenta la matriz de insumo-producto. Posiblemente el Ministro de
Planificación Julio De Vido encargado del tema, no haya cursado como arquitecto
“Principios de Economía 1" y por lo tanto desconozca ese instrumento
fundamental que hace a su Ministerio.
Los records
en la fabricación y venta de automóviles deben ir acompañado de mejores rutas y
autopistas y capacidad para guardar los vehículos. Si no se produce un doloroso
cuello de botella y los beneficiarios empiezan a despotricar por la
imposibilidad de transitar o estacionar. Uno de los grandes impulsores del
crecimiento económico ha sido el consumo. Uno de los rubros donde se han batido
todos los records, es en la venta de equipos de aire acondicionado. El
abaratamiento de los precios, el mejoramiento del poder adquisitivo de los
sueldos y los planes en cuotas facilitaron un incremento notable de las ventas
que implicó entre el 2002 y 2012 un aumento del 1400%. En 10 años se vendieron
ocho millones doscientos mil aparatos de aire acondicionado. Si en el 2003 la
cifra alcanzaba las 146.000 unidades, en el 2012 se elevó a 2.224.000 (Fuente:
diario Clarín, del 22-12-2013 página 12, que a su vez lo toma de ABECEB. COM,
Economía en línea). Esto demanda, entre tantos otros requerimientos, que la
distribución de la energía esté adecuada a las necesidades de este tiempo y a
la tropicalización ambiental.
En cuanto
a la generación de energía, las usinas térmicas, que funcionan a base de
combustibles derivados del petróleo y de gas natural y donde se origina el
agujero de la demanda de importación, implican el 65%, aportando las
hidroeléctricas un 30% y la energía nuclear y la eólica un 5%.
El boom de
la construcción en la mayor parte de la década, especialmente en la Capital, se
realizó sin una adecuada planificación y ha producido cuellos de botella en la
prestación de servicios.
LA SENSIBILIDAD AUSENTE
Hay
problemas que no se pueden resolver en el corto plazo. El de la energía es uno
de ellos.
En la vida
diaria, cada uno se ha enfrentado a situaciones donde el amigo o el familiar
poco podían hacer algo para ayudar. Pero
que se acerquen, den un abrazo, traigan una palabra de aliento, es valorado
enormemente, porque permite sentirse apoyado para afrontar y superar esas
condiciones difíciles.
En
términos políticos: si Cristina Fernández hubiere abandonado, siempre que su
salud se lo permitiera, su descanso en el Calafate. Si se hubiere establecido
en la Casa Rosada con todos sus ministros y secretarios; hubiera requerido la
inmediata comparecencia de los presidentes de las compañías prestadoras del
servicio; le hubiera exigido que en 24 horas le presentaran un cuadro de
situación de todos los lugares afectados y el tiempo que necesitaban para restablecer
el servicio. Todo esto informado por una más que necesaria cadena nacional de
radio y televisión. A las 24 horas, con la contestación recibida, acompañada
por los presidentes de las empresas, informar nuevamente en cadena nacional de
lo recibido y comprometido, al tiempo de anunciar que en 24 horas se daría a
conocer las multas generadas cuyo pago debería efectuarse en el término de
quince días y que se publicaría en todos los medios fotocopias de los depósitos
de las mismas realizados y cuyo monto se destinaría en su totalidad al
resarcimiento de los afectados.
Hubiera
sido una clara demostración que “La
patria es el otro”. Que un gobierno nacional y popular tiene una sensibilidad
diferente. Que de este lado el
nosotros es más importante que el
yo.
No podemos
malversar esa herramienta fundamental que es el Estado. Porque, como dice
Discépolo en Yira- Yira: “Cuando manyes que a tu lado/ se prueban la ropa que
vas a dejar”, esos de al lado, están
esperando para volver para atrás buena parte de lo que se hizo bien en esta
década. Y porque como dijo Germán Abdala, en pleno reinado neoliberal
menemista: “El Estado tiene que ser más fiscalizador, programar más, dirigir
más e incidir más en áreas que son clave en la economía. Necesitamos un Estado
que resuelva estos problemas, ellos los llamarán ‘benéfico’, nosotros lo llamaremos un Estado con rol
social, un Estado popular, un Estado al servicio de las mayorías” Un estado
y dirigentes donde la sensibilidad no se ausente ni se tome vacaciones. Y si
alguien busca un espejo donde mirarse, puede inspirarse en la sensibilidad
notable de Eva Perón.
02-01-2014
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