La historia juega a los
dados. El 19 de noviembre de 2023, un admirador de Margaret Thatcher; un ultra
fundamentalista de mercado; un rematador de la soberanía con su programa de
privatización total, su proyecto de dolarización y eliminación del Banco Central;
un reivindicador del terrorismo de estado, arrasó en el balotaje de las
elecciones presidenciales. Justo al día siguiente era feriado por la
celebración del Día de la Soberanía, la heroica defensa nacional contra la
flota anglo- francesa.
El 10 de diciembre,
cuando se cumplan 40 años ininterrumpidos de democracia, el presidente que
asume, que nunca puede contestar a la pregunta si cree en la democracia; y su
vicepresidenta que es propagandista del golpe establishment militar, será la
fórmula que se haga cargo del país por haber ganado por amplia diferencia. La
historia está consumando una dolorosa ironía.
Mucho se ha escrito
para interpretar el fenómeno Milei. Ocho años de dos gobiernos diferentes con
inflación creciente, un estancamiento de 10 años, caída del poder adquisitivo
de los salarios, inseguridad permanente, disminución del grosor y peso de la
clase obrera, incremento permanente de los monotributistas, deterioro de las
prestaciones estatales tanto en salud como educación, ausencia estatal en los
barrios pobres; y cuando el Estado aparece lo hace con la cara muchas veces
cómplice de la policía con el delito y el narcotráfico. La falta de futuro de
millones de jóvenes, la pobreza creciente, la pandemia que potenció todo en
forma desfavorable con una cuarentena imposible de transitar cuando las
carencias fueron el primer cerco y el segundo el aislamiento, dejando una marca
física y psíquica que afectó especialmente a los jóvenes: la cuarentena como
dictadura y limitación a la libertad. Todo lo que hizo bien el Estado en
pandemia no fue evaluado por vastos sectores como protección sino como
limitación al libre albedrío.
Desilusión, bronca; en
algunos sectores odio; y la frase más recogida por los encuestadores: “así no
podemos continuar”. La foto de Olivos del Presidente y su mujer en plena
cuarentena celebrando un cumpleaños fue la imagen que ilustró la
caracterización de casta. La política en el banquillo por acrecentar los
problemas y los políticos como privilegiados. Se da la paradoja que se
restringía la movilidad social ascendente de los representados y aumentaba la
de los representantes. Un coctel
explosivo que dejaba el camino expedito para quien, exteriorizando enojo como
excentricidad, con el hándicap de venir por afuera de la política, sintetizara
en tres consignas el momento que se vivía: casta que recepcionaba los denuestos
hacia política y los políticos, libertad con la que se generalizaba una
restricción coyuntural consecuencia de una pandemia mundial, y el cambio como
esperanza.
En los meses de
encierro donde las redes sociales jugaron un papel central, varios de los
influencer con millones de seguidores catapultaban las permanentes presencias
televisivas y radiales de Milei, abonaron el terreno y actuaron como importantes
divulgadores de sus ideas disparatadas pero que se presentaban como originales
y diferentes.
EL SAQUEO QUE DIAGRAMÓ ESTA ARGENTINA
Desde el proto origen
del país, hay dos modelos en pugna: uno que alienta el saqueo y el otro que
trata en algunos períodos de evitarlo y en otros sólo de limitarlo.
La Argentina es un
queso gruyere, con puertos privatizados, sin control sobre el río Paraná por
donde se escapa clandestinamente más del 30 % de las exportaciones. Con un
sistema financiero diseñado por la dictadura establishment-militar para agregar
al modelo de economía primario y extractivo exportador, el de la valorización
financiera.
Escribió el ensayista
Alejandro Horowicz, doctor en Ciencias Sociales, en su último libro ‘El
kirchnerismo desarmado. La larga agonía del cuarto peronismo”: “Al permitir que
el excedente productivo termine en el sistema financiero internacional, sigue
alimentando el crecimiento de la pobreza endémica. El bloque de clases
dominantes impone sus términos políticos a los sometidos asalariados, impone la
regresiva distribución del ingreso. Reproduce, en otras condiciones, el orden
económico que inició la dictadura burguesa-terrorista de 1976. La afirmación es
fuerte: se impone justificarla…Cuanto más ganan las empresas, más giran. Esa
masa de ahorro nacional transformada en capital financiero en manos de clases
dominantes, es la contracara de la deuda pública que asfixia a la economía
argentina. Con ese peso muerto -ahorro local transformado en capital financiero
global- no hay salida democrática posible, por más que impere la democracia
formal. El saqueo adopta siempre el mismo formato: hiperinflación y default, o
la amenaza de hiperinflación y default. Las repetidas corridas cambiarias
-síntoma de un dólar sin ancla en pesos- anuncian ambos peligros. Entonces,
para estabilizar la estructura productiva (para congelar la crisis durante un
rato) se recurre al ajuste -llevando la distribución a un punto todavía menos
favorable para los asalariados- a la reducción de la masa salarial en dólares
para pagar la deuda en dólares de empresas que no tienen los dólares para
importar….porque los transfirieron al exterior”
El estrangulamiento de
la balanza de pagos por el peso de la deuda o porque en momento de expansión el
monto de las importaciones no puede ser cubierto por las exportaciones, es la
explicación de las crisis recurrentes.
Esto a lo largo de
décadas ha originado una estructura social diferente. Disminuyó el peso de la
clase obrera sindicalizada, aumentaron los que fueron quedando excluidos y se
refugiaron en el cuentapropismo al punto de ser cuantitativamente similar a los
obreros, nacieron los movimientos sociales y la economía popular que se los
tomó como una nueva forma de organización social cuando no es otra cosa que la
respuesta organizada a la exclusión del sistema capitalista e intentar
sobrevivir en los márgenes. Nacieron y se potenciaron los trabajadores de
plataforma durante la pandemia, que están orgullosos de ser emprendedores y no
se perciben como autoexplotados. A eso se sumaron los millones de trabajadores
que reciben algún tipo de plan y que no superan la pobreza. Y los trabajadores
formalizados que no llegan a fin de mes. El dramatismo en la Argentina de las
vacas, resulta contrastante cuando es habitual que el sueño más recurrente de
muchos de los pibes en los comedores “es comer milanesas o que Chela (a cargo
del comedor) nos confesó entusiasmada que su ilusión era hacer milanesas con un
buen pure” (“Cómo hacen los pobres para sobrevivir” de Javier Auyero y Sofía
Sevián; página 15)
La cultura neoliberal
actúo sobre los protagonistas de los emprendimientos individuales, de los
cuentapropistas que no perciben muchos beneficios indirectos que el Estado le
da y sólo aquello que le traba o le quita. La posición antiestado de La
Libertad Avanza encontró ahí un terreno donde hizo pie. Luego fue seduciendo a
parte de la base social del peronismo, que no perciben los derechos que se los
convoca a defender. A su vez el movimiento popular más longevo se fue
transformando como el PT brasileño: de ser el partido fundamentalmente de los
trabajadores, a ser el partido principalmente de los pobres; y ahí también
Milei obtuvo mucha repercusión. El discurso del peronismo no se renovó, sino
que siguió hablando como si su composición no hubiera cambiado. O no
entendieron lo que está pasando o ya pasó lo que estaban entendiendo. El
escritor y periodista Martín Rodríguez sintetizó el resultado electoral con
ingenio: “Este peronismo habló con la democracia y la sociedad le contestó con
la crisis” Y agrega: “El viejo país de la movilidad ascendente hace años
vincula su ideal de progreso con la capacidad de privatizar su vida. Del
hospital público a la obra social, de la obra social a la prepaga. La movilidad
social ascendente por mano propia. Por
eso el brillo visual del manubrio de Rappi. El trabajador y su herramienta a la
intemperie. El que no le debe nada a nadie. La meritocracia le gana al
“Estado te salva”, porque ni Perón se negaba a valorar el esfuerzo individual.”
A los trabajadores informales, más del 40% del total, se le sigue hablando de
derechos laborales que no tienen o a lo sumo extremadamente atenuados. Hay una
entropía ruidosa entre el emisor del discurso y el receptor del mismo.
UNA EXPLICACION IMPRESCINDIBLE
“¿La rebeldía se volvió
de derecha?” el libro de Pablo Stefanoni que como bajada dice: “Cómo el
antiprogresismo y la anticorrección política están construyendo un nuevo
sentido común (y por qué la izquierda debería tomarlos en serio)”. Es quien
intentó tempranamente interpretar el corrimiento del escenario político cuando
expresó: “Si el futuro aparece como una amenaza, lo más seguro y sensato parece
ser defender lo que hay: las instituciones que tenemos, el Estado de bienestar
que pudimos conseguir, la democracia (aunque esté desnaturalizada por el poder
del dinero y por la desigualdad y el multilateralismo). Si cambio significa el
riesgo que nos gobierne un Trump, una Marine Le Pen, un Viktor Orbán, un
Bolsonaro o un Boris Johnson, parece una respuesta razonable. Si cuando el
pueblo vota gana el Brexit, o triunfa el “No” a los acuerdos de paz en Colombia
¿no será mejor que no haya referendos?
Si los cambios tecnológicos nos uberizan ¿no será mejor defender los
actuales sistemas de trabajo y añorar el mundo fabril? … De esa forma la transgresión cambia de
bando: es la derecha que dice “las cosas como son”, en nombre del pueblo llano,
mientras que la izquierda-culturalizada sería sólo la expresión del
establishment y del status quo. La derecha vendría a revolucionar; la izquierda
a mantener los privilegios vigentes. La derecha vendría a patear el tablero de
la corrección política y a combatir a la “policía del pensamiento”; la
izquierda defendería el reinado de una neolengua con términos prohibidos para
evitar que la verdad emerja a la superficie.”
EL
ANÁLISIS TRADUCIDO COMO RESULTADO ELECTORAL
El análisis de la
consultora Prosumía, que acertó el resultado electoral con los 11 puntos de
diferencia, realizó un estudio del voto que arrojó el siguiente resultado:
Milei recogió el 50,8% de las preferencias entre asalariados, 47,4% de los
jubilados y pensionados, 63,5% de los cuentapropistas y el 50,9 % de los
informales.
Por el tipo de empleo,
Milei recogió: el 52,6 % de los
directores y gerentes, el 56,8 % de los profesionales y científicos, el 54,2%
de técnicos y profesionales de nivel medio, el 51,6% del personal
administrativo, el 58,7 % de los trabajadores de servicios y vendedores, el
48,5 de los trabajadores agropecuarios, el 89,4% de los militares, el 52,3 de
operadores y otros oficios.
Por actividad
económica: 43,7% en educación, el 45,3% en empleo público, el 45,5 % en
comunicación y en información, el 55,2% en la justicia, el 52,5% en industria manufacturera, 56,1% en
transporte, el 54,2 % en finanzas y aseguradoras, el 52,3 % en servicios
profesionales, y el 55,6% en reparaciones y oficios, 51,4% en hotelería y
gastronomía, el 56% en inmobiliarias, el
59,6% en el sector rural, el 57,9% en comercio, el 53,7% en salud, el 56,2 % en
construcción, el 72,3 % en las Fuerzas de Seguridad, y el 51,9% de aquellos sin
actividad registrada.
Como se puede observar,
los resultados reflejan la profundidad de los cambios en la estructura social
mencionados.
Por otra parte, el
tsunami Milei atraviesa las clases sociales con una distribución territorial
notable que le permitió ganar en 20 de las 24 provincias. El cuadro siguiente
toma como muestra 12 provincias donde se muestra cómo el porcentaje obtenido en
el balotaje por La Libertad Avanza supera mayormente la suma aritmética de lo
obtenido por ella más Juntos por el Cambio.
|
|
|
|
|
19/11/2023
|
|
|
LIBERTAD A
|
JUNTOSXC
|
TOTAL
|
BALOTAJE
|
|
TOTAL ARITMETICO
|
22/10/2023
|
22/10/2023
|
aritmético
|
LLA
|
LLA
|
CABA
|
19,84
|
41,25
|
61,09
|
57,20
|
|
BUENOS AIRES
|
25,72
|
24,08
|
49,80
|
49,30
|
|
MENDOZA
|
42,35
|
25,85
|
68,20
|
71,10
|
|
TUCUMAN
|
35,03
|
14,67
|
49,70
|
52,00
|
|
SANTA FE
|
32,47
|
26,89
|
59,36
|
62,80
|
|
CORDOBA
|
33,54
|
22,62
|
56,16
|
74,00
|
|
CATAMARCA
|
32,36
|
16,95
|
49,31
|
52,70
|
|
CHACO
|
27,97
|
24,34
|
52,31
|
50,10
|
|
ENTRE RIOS
|
29,77
|
30,10
|
59,87
|
61,50
|
|
SANTA CRUZ
|
36,42
|
16,19
|
52,61
|
58,10
|
|
TIERRA DEL F
|
33,82
|
14,95
|
48,77
|
53,30
|
|
SALTA
|
40,47
|
14,00
|
54,47
|
57,80
|
Por otro lado, el
pronosticado voluminoso voto en blanco, de las almas blancas que no quieren
contaminarse con las impurezas de la realidad, fue el habitual, por lo que se
taparon la nariz y votaron a Milei. Pueden optar por Drácula si enfrente está
el peronismo- Kirchnerismo. Y aquí Drácula, una figura de ficción hay que
reemplazarla por una vicepresidenta que niega el terrorismo de Estado de la
dictadura establishment-militar de 1976. Esos votantes han podido en esta
situación dramática, inclinarse incluso por quienes minimizan a los campos de
concentración, arrojar personas vivas al mar; la apropiación de bebés y la
tortura y asesinato de embarazadas; desde la apropiación de las propiedades de
militantes y empresarios en una demostración de lo que libertarios entienden
por libertad, respeto a la vida y a la propiedad privada en situaciones
límites.
MILEI
Y SU CIFRAS SIN APEGO A LA VERDAD
El pasado al que hay
que volver, el paraíso perdido, Milei lo ubica en el siglo XIX. Lo cita a
Alberdi sin haberlo leído y sin comprender que fue muy diferente el Alberdi
joven que el de la madurez, el que se puso del lado del Paraguay estatista y
proteccionista que luchó cuatro años en la infame guerra de la Triple Alianza
contra los ejércitos de Argentina, Brasil y Uruguay, comandados por Bartolomé
Mitre. En la Arcadia perdida de Milei “en el casi medio siglo que va desde la
elección de Mitre como presidente en 1862 a la de Roque Sáenz Peña en 1910,
período en el que se inspiran los republicanos actuales, la participación
popular a través del voto había oscilado entre el 1,2 % y el 2,8% del total de
la población” (Ernesto Semán: “Breve historia del antipopulismo”).
Sobre el lugar que
ocupaba Argentina en el mundo a fin de siglo, que arbitrariamente Milei ubica
en el primer lugar, el historiador y economista Mario Rapaport, doctorado en la
Sorbona, autor de “Parece cuento que la Argentina aún exista” le responde: “Las
estadísticas en la que se basa son falsas, las fabricó Augus Maddison, un
economista británico de la OCDE, sin ningún rigor, porque Argentina recién
empezó a calcular su producto bruto en los años 40 del siglo XX, antes eran
todas suposiciones. Y además en su libro “The Wold Economy” donde se publican
esas cifras para el período de 1880-1914, Madisson confiesa que se apoya en el
presunto crecimiento de los años anteriores sobre los que no existe la más
mínima estadística. Afirma que la Argentina de los 60 a los 80, había crecido
un 10% y aplica el mismo porcentaje a los años 80 y 90. No menciona que en los
90 hubo una crisis de endeudamiento formidable en el país que obligó a hacer
arduas negociaciones con Gran Bretaña”.
La precisión no es una virtud de Milei de la misma manera que la verdad
y su socio inestable Macri, nunca se encuentran.
EL
SUICIDIO COMO SINÓNIMO DE CAMBIO
El categórico triunfo
de La Libertad Avanza reconfigura todo el cuadro político. Las dos coaliciones
cuyos errores y alejamiento de sus representados permitieron la irrupción
vertiginosa de Milei. Juntos por el Cambio está fracturado y Unión por la
Patria es altamente probable que pierda el primer nombre de su denominación. El
fracaso del gobierno y la peor derrota del peronismo en su historia pone en el
tapete una crisis profunda que no tardará en aparecer.
Los radicales cuya
genuflexión ante los insultos y desaires adquieren características
psicoanalíticas, permanecen en silencio.
Gabriel Vommaro, el
especialista en el PRO, escribió en “Le Monde Diplomatique” de diciembre del
2023: “Con el tiempo, Macri llegó a la conclusión de que la coalición que había
cofundado en el 2015 era un lastre y que el partido que había construido en el
2003 debía ser “depurado”….Milei apareció justo a tiempo. Ofreció a Macri la
oportunidad que su coalición no le daba: un programa económico neoliberal
extremo y el apoyo de sectores populares que hasta el momento acompañaban
mayoritariamente a la coalición contraria a ese programa. A juzgar por los
resultados, los votantes de Juntos por el Cambio lo acompañaron. Bastó con
encender las luces del antikirchnerismo para que la abrumadora mayoría de ellos
enfilara hacia Milei” .
Los primeros y
desconcertantes pasos de Milei en la conformación de sus ministros y
colaboradores pueden ser frutos de las presiones, de una cintura superior a lo
esperado lo que sería una sorpresa: el amateur de la política tiene más
conocimientos sobre este tema que sus brutales y primarios postulados de su
presunto saber económico.
Por otra parte, las
propuestas de Milei no se implementaron en ningún lugar del mundo y son
absolutamente inaplicables. En su versión original, el cambio que proponía era
la suma de 1955, 1966, 1976, Menem y Macri. A medida que se encamina a la Casa
Rosada queda claro que de la bomba neutrónica inicial termina siendo una mezcla
de Menemismo potenciado, cruzado con el macrismo. Nombres que la historia
sepultó después de la crisis del 2001, vuelven iguales y sólo más viejos, pero
no más sabios. La resurrección de los noventa, en la dupla Menem- Cavallo,
considerado por Milei el mejor presidente y mejor ministro de la historia,
admirados por Macri, regresan con otros personajes, con la misma idea de una
colonia norteamericana con promiscuas relaciones carnales, sin industrias y con
excedentes de argentinos. Con el arrasamiento de derechos y reducción de la
legislación laboral a escombros, representado simbólicamente por la motosierra.
Con una concentración de la riqueza a niveles desconocidos. Con la idea que
esta vez se tomarán las calles con una represión desconocida en democracia,
incluso con civiles armados, para implementar la destrucción definitiva del
populismo. Hay un cuadrado que intentarán aplicar indefectiblemente:
desregulación, devaluación, apertura de la economía, privatizaciones. Se puede
ver claramente la apropiación del estado por el sector financiero y la colocación
de empleados del poder económico en puestos claves.
Esta vez suponen que,
ganada la batalla cultural con la aceptación de un ajuste sin antecedentes,
aunque cada sector piensa que lo paga otro sector, con la aceptación que habrá
que sufrir por la herencia recibida para llegar a la meta propuesta, la
resistencia social y el desencanto de muchos de sus votantes son barreras
difíciles de pronosticar en cuanto al momento de su aparición. El campo está
fertilizado para un avance rápido y demoledor, con el 55% de los votos y que
evite reversiones. Tan es así que el presidente electo y algunos de sus
funcionarios anuncian catástrofes al por mayor y a las víctimas se les anuncia
que tendrán que sufrir. El superar la crisis haciendo pagar los costos del
ajuste a los políticos, es como intentar superar la quiebra de una empresa
dejando de comprar café.
Hay en marcha un cambio
trascendental y conocido en sus consecuencias. Así como el suicidio no es nunca
una entrada a la vida, un cambio no necesariamente significa transitar el
futuro. Tal vez sólo repetir fracasos pasados con consecuencias tan conocidas
como inimaginables en su dimensión.
4-12-2023
*Publicado en La Tecl@
Eñe, Diario Registrado
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