Parece un policial clase B. Una crónica escrita por un imitador berreta de Umberto Eco: un ex secretario de obras
públicas con jerarquía de ministro y un apellido común; con una relación de
muchas décadas con los ex presidentes de la Nación, matrimonio ellos, en una
noche inolvidable llega a un monasterio a las 4 de la madrugada para dejar
valijas con millones de dólares. Como encuentra las puertas cerradas, aunque
tenía las llaves, las arroja por encima de la cerca. Finalmente entra y habla
con una de las religiosas de 94 años, de nombre Alba, conocida por sus ravioles
y con aptitudes de sanadora, del Monasterio de las Monjas Orantes y Penitentes
de Nuestra Señora de Fátima. Imaginemos qué le dice a la anciana: “Me van a
robar. Porque yo robé dinero para venir acá a ayudar”. Indudablemente José
López es un hombre solidario que sintió un impulso irrefrenable a la madrugada
y dejó su morada en el Tigre para hacer el viaje hasta General Rodríguez,
aunque tardó tres horas en un periplo que se hace en 45 minutos. El novato
escritor deja aquí un cabo suelto para que el lector lo complete con las
hipótesis que más le apetezca.
Si la versión oficial no se aleja de la realidad, un
vendedor de pollos que había cargado su camioneta escuchó ruidos y llamó al 911. El émulo del
autor de “El nombre de la rosa” no tiene mejor idea que ponerle a este
personaje imprevisto el nombre de Jesús……Jesús Ojeda.
Pero cuando llama al 911 se presenta como Oscar.
Que la policía de la provincia llegara al lugar a los tres
minutos de convocada, vuelve más
fantasiosa la trama, máxime si el testigo afirma que pasó como una hora y media
desde que llegaron hasta que entraron a la casa.
Si faltara un toque de farsa, Jesús temía que el
desconocido podía hacerles algo a las ancianas monjas.
La bonaerense, con una eficacia sorprendente, sólo
posible en una novela, consiguió impedir entonces la donación madrugadora y que
la misma no fuera desviada en parte hacia destinos conocidamente desconocidos,
convierte a la trama en inverosímil. Aquí la novela entra en el género del
realismo mágico.
López sorprendió por su abrupta generosidad, no así
las muchas denuncias que lo situaban como un hombre experto en retornos. Más de
8 millones de dólares, 145000 euros, $49.000 en moneda nacional, algunos yuanes
y hasta alguna moneda de Qatar.
Jesús que fue llamado como testigo del procedimiento
cuenta que las religiosas le habían servido un té al asustado ex funcionario.
Es por lo menos llamativo, pero el autor es un poco improvisado, que contando
con tiempo, hubieran dejado las valijas con su contenido a la vista. Tan poco racional, valga la
repetición, como que López que arrojó bolsos por encima de la cerca tenía la
llave de la entrada. Tal vez esto es
consecuencia que la trama es más fantasiosa que imaginativa. Aunque el relato tiene
sus trampas literarias: Rubén Di Monte fue el obispo que podría haber hecho un
relato minucioso del funcionamiento del monasterio (el cual ahora la Iglesia no
reconoce, afirmando que es una asociación privada de fieles), pero…. murió el
18 de abril de este año; él fue muy cercano al kirchnerismo y al parecer
dispuesto a mezclar a Dios con el César. Un manto no precisamente inmaculado
llega hasta las refacciones de la Basílica de Lujan, la primera de las obras
públicas emprendidas en el 2003, donde Ángelo Calcaterra, el primo pobre de
Macri, participó con entusiasmo. El autor induce a los lectores que hay sospechas que en estos años la Virgen haya
sido objeto de una violación. Es fácil imaginar que Umberto Eco lo hubiera
sugerido en forma mucho más sofisticada.
La épica policial queda un poco evanescente, cuando se
sabe que recién detuvieron al donante
frustrado cuando intentaba retirarse del monasterio.
Una de las bromas mejor logradas acerca de esta trama
es aquella que dice que a un monasterio
se va a hacer retiro, y que los únicos
que hacen depósitos son los
kirchneristas.
Pero fuera del sarcasmo que rodea el caso, José López
le ha infligido al kirchnerismo un balazo que aún no puede discernirse si es en
la cabeza o en el pie. La inmediatez ubica el disparo en la cabeza, pero cuando
baje la espuma de la contemporaneidad, se podrá constatar si es como se supone
ahora que el balazo afectó el cerebro
y lo que queda es un estado vegetativo
que puede llegar a alcanzar en forma concreta y directa a su máxima referente o si al herir el pie sólo le dificultará
por un tiempo impreciso volver a caminar normalmente. En el camino, y como
consecuencias del impacto, la iglesia en la persona del ya muerto obispo Rubén
Di Monte también queda afectada.
Una hipótesis atendible supone que López recibió un
llamado que lo llevó a la conclusión que era imprescindible trasladar una parte
de sus riquezas mal habidas por lo cual emprendió este raid insólito a un lugar
que suponía seguro. Posiblemente fue una celada, en que el mismo que lo alertó
le preparó la trampa, pero eso es justificable si el objetivo era descubrirlo
in fraganti. El novato novelista sugiere una pista que
conduce a Jaime Stiuso, espía jubilado
pero presuntamente muy activo y enemigo enconado del kirchnerismo después que
ambos mantuvieran un prolongado romance. Esposas enojadas y espías rencorosos son
habituales protagonistas de tramas truculentas.
El caso López se introduce en los meandros del
grotesco cuando su defensora es una bonita abogada, que apodan Alfanito, por
cierto parecido con Graciela Alfano, que suele posar escasa de ropa y es
cantante de cumbia.
Si faltaran elementos en esta trama, Lopez en prisión
escucha voces, delira y necesita de ocho efectivos del Servicio Penitenciario
Federal para sujetarlo porque grita, trata de golpear y golpearse y ha
terminado en el pabellón psiquiátrico del penal de Ezeiza.
El donante madrugador era muy generoso lo que parece
obstaculizaba el cumplimiento de sus obligaciones impositivas, ya que sólo pagó
en sus últimas liquidaciones anuales, $650 de impuesto a las ganancias y $ 375
de bienes personales.
Toda
la evaluación inmediata del kirchnerismo está en juego.
No se puede recurrir a teorías disparatadas como que López fue un infiltrado
cuando hace más de treinta años es un hombre de confianza de Néstor y Cristina
Kirchner. Justamente la proximidad
extrema con la Presidenta es la que deja a ésta en una situación de notable
debilidad, a lo que se agrega que fue además la que influyó para que sea
designado candidato al Parlasur. Las explicaciones de Cristina Fernández
vía tuiter y facebook de que no fue ella la que le dio el dinero a López y
exige que se investigue quién se lo dio, es una respuesta pirotécnica, efectiva
pero extremadamente frágil, porque las acusaciones periodísticas, larvadas
algunas, explícitas otras, es acerca de lo que habría recibido ella como
retorno de las adjudicaciones.
Como es propio de su naturaleza política, a la ex
Presidenta, la menor autocrítica le está vedada. En medio de este vendaval,
resulta además, extremadamente negativo que Julio De Vido siga acogiéndose a
sus fueros parlamentarios, cuando dos de los funcionarios más expuestos como Ricardo Jaime, con sentencia
condenatoria firme, y ahora José López
detenido in fraganti, estaban bajo su órbita.
Quien no tiene temor porque no tiene nada que ocultar,
aún en un escenario altamente desfavorable, da batalla por su honor e
inocencia, aún con una justicia sesgada y altamente impresentable en numerosos
casos. Por otro lado, la cartelización de la obra
pública convierte en cómplices de los negociados, retornos y claudicaciones a
la totalidad de los empresarios de la construcción beneficiados con las obras
públicas. El avance de las investigaciones puede terminar con un
disparo a lo López hacia el interior del macrismo, haciendo verdadera aquella
ironía de Macedonio Fernández que decía: “Fue
un desastre tan completo, que hasta los sobrevivientes perecieron.”
EL KILLER DE UN SUICIDIO
La novela grotesca de José López dejó groggy a todo el
Frente para la Victoria, estupefacto al partido Justicialista, estremeció al
peronismo todo y no hubo casi nadie que intentara la menor justificación.
Incluso por primera vez, entre los que hicieron obsecuencia y verticalismo
extremo, se escucharon voces de reproches al silencio de Cristina Fernandez.
El periodista
Eduardo Aliverti escribió al respecto: "Indignarse
por López, es la muestra de que todavía hay resto, como lo hubo en todos estos
años y no era fantasía"
El gran beneficiado fue el gobierno que lo celebró
mucho más que un gol propio, en una
semana que la iniciaba contra las cuerdas después de la derrota en Rio Cuarto,
precisamente en Córdoba, donde había conseguido los votos necesarios y una
diferencia abismal para triunfar en el balotaje. El castigo electoral amanecía
como la primera señal clara que la ofensiva antipopular empezaba a tener sus
primeros costos en las urnas.
El desconcierto de la oposición y su estado de emoción
violenta facilitó que el blanqueo, el pago a los jubilados y la designación de
los dos jueces para la Corte Suprema
obtuvieran aprobaciones por goleadas.
Clarín sigue acumulando poder y ha logrado colocar a
Carlos Rosenkrantz, un abogado de las
corporaciones y por supuesto del multimedios en el máximo tribunal de justicia.
Y al día siguiente evito un gol en su
propio arco al facilitarse la extradición de Hernán Arbizu, un arrepentido del
JP Morgan, que denuncio a 469 cuentas de argentinos con los números de las
mismas y los importes entre los que figuraba muchos emblemas del poder
económico, y por supuesto los gerentes y dueños de Clarín.
No resulta demasiado riesgoso pronosticar que el
justicialismo no kirchnerista tratará de tomar distancia aún mayor de Cristina
Fernández a la que hoy se trata como un
enfermo contagioso, y tratará de acercarse al Frente Renovador que tiene un
referente presidencial mucho más taquillero que los que integran sus filas. En
ese aspecto se repite en el justicialismo lo que pasó y pasa con el radicalismo
en relación al macrismo, que con capital electoral y distribución territorial
carecía de candidato presidencial
Llegado a este punto, algunas consideraciones que son
reiteraciones de conceptos a mí entender fundamentales:
1) La
corrupción es un corrosivo que afecta a todos los gobiernos pero con mucho más
intensidad a los populares, porque en
este caso empalidecen, se destiñen, los objetivos levantados, las banderas
enarboladas y hasta los logros reparadores conseguidos. El vicepresidente de Bolivia García Linera,
citado por el periodista Martín Granovsky, lo expresa con claridad: “Es
clarísimo que la corrupción es un cáncer que corroe la sociedad no ahora sino
desde hace 15, 20, 100 años. Los neoliberales son ejemplo de una corrupción
institucionalizada. Cuando amarraron la cosa pública y la convirtieron en
privada. Cuando amasaron fortunas privadas robando fortunas colectivas a los
pueblos de América Latina. Las privatizaciones han sido el ejemplo más
escandaloso, más inmoral, más indecente, más obsceno, de corrupción
generalizada. Y eso lo hemos combatido. Pero no basta. No ha sido suficiente. Es importante que, así como damos el
ejemplo de restituir la res pública, los recursos públicos, los bienes
públicos, como bienes de todos, en lo personal, en lo individual, cada
compañero, presidente, vicepresidente, ministros, directores, parlamentarios,
gerentes, en nuestro comportamiento diario, en nuestra forma de ser, nunca
abandonemos la humildad, la sencillez, la austeridad y la transparencia” . En el mismo sentido escribió el
periodista José Natanson: “ Resulta especialmente grave ( la corrupción) en
aquellos dirigentes y fuerzas políticas que defienden el protagonismo del Estado como regulador de la
economía y protector social”
2)
Es
falso que la corrupción es el origen de la pobreza. Afecta
recursos públicos con mayor o menor intensidad en relación a la magnitud de la
misma, pero el origen de la pobreza está,
fundamentalmente, en las políticas implementadas.
3) Un
ejemplo al respecto: imaginemos, y hay que tener una imaginación mucho más
frondosa que el libretista de López, que un gobierno neoliberal, no tenga un
solo caso de corrupción pero siga implementando y profundizando sus políticas
tradicionales. El resultado seguirá siendo el incremento de la marginalidad, el
aumento de la pobreza, la destrucción de buena parte del aparato productivo, la
exclusión de millones de argentinos. Esto no es lineal y puede haber periodos
que los que logren quedar en la superficie, crean haber superado una pesadilla,
cuando sólo es un interregno para encontrarse con el estallido de una crisis
superlativa.
4) El sistema capitalista está basado en el robo, en la
apropiación y en el despojo. Esos son los cimientos. En ese contexto se debe tratar de
restringir a niveles acotados la corrupción, sin olvidar sobre lo que el
sistema está asentado
5) Los
gobiernos populares, más allá de sus limitaciones, errores, insuficiencias, son
derrocados o destruidos por sus aciertos, aunque se los denueste por sus
errores y por la corrupción, real o artificialmente incrementada. Los gobiernos
neoliberales endeudan, privatizan, estatizan deuda privada, excluyen, venden el
país, y se quedan con los porcentajes correspondientes. Otra vez se intenta
arrojar al cesto de basura, desterrarlo del futuro, a un proyecto con
significativos logros reduciéndolo exclusivamente a una asociación
ilícita.
6) Aunque
las dos partes de una coima deben ser imputados penalmente, no es del mismo
nivel el delito de un funcionario público designado por quien ha sido elegido
por el pueblo, que el de un empresario que a lo sumo sólo representa a su
sector y en la mayoría de los casos,
sólo a sí mismo.
7) ¿Que
es finalmente la corrupción? se pregunta el politólogo Edgardo Mocca. Su
respuesta es precisa: “Es el intercambio ilegal e ilegítimo entre los dueños
del capital y quienes administran el Estado. Es el modo central en el que el
capital penetra en la política….Intercambio perverso entre el capital y la
política, la corrupción no puede ser eliminada de la realidad. La promesa de
esa eliminación es tan mentirosa como la solución del problema de la
inseguridad; en ambos casos se trata de una manipulación de deseos y no de una
propuesta política”
8) Los
que tienen múltiples muertos en el placard, como los propietarios de medios, se
arrogan ser una especie de reserva moral. Carentes de pudor y mucho menos de
escrúpulos, desde las tribunas ensangrentadas del diario La Nación o Clarín,
escribas con pasado de izquierda como Ricardo Roa, escribe bajo la sonrisa
victoriosa de Héctor Magnetto: “Más que el peronismo o incluso populismo, el
kirchnerismo ha sido el cinismo. Por eso este final. Presos que lloran,
abogadas que parecen vedettes y marginales como D`Elía denunciando operaciones
para tapar lo que todos ven: el famoso
modelo se comprobó un modelo para robar”. En el mismo sentido afirma la espada más
eficaz del grupo Jorge Lanata escribió:
“..ésta banda llevó adelante un objetivo claro: asaltar el estado y
manejarlo como propio”. Desde La Nación dos títulos de sus columnistas
estrellas: “Un caso que explica todo” ( Carlos Pagni) y “ Patética síntesis de
una época” ( Joaquín Morales Solá)
9) Que
hoy aparezca el gobierno de Mauricio Macri como un cruzado de la lucha
anticorrupción y sea creído por amplias franjas de la sociedad y protegido por
el periodismo que se autocalifica de independiente, es casi tan impúdico como
proclamar la inocencia de José López.
10) El
discurso moralista suele ocultar generalmente profundos intereses inmorales. La
historia lo prueba hasta el cansancio. León Trotski afirmaba que “Cuando un pequeño-burgués habla de moral (o de ética) hay que echar
mano al bolsillo, porque la cartera está en peligro”. En el mismo sentido el
escritor Juan José Becerra describe “al discurso moral como la hamaca paraguaya
del pensamiento político”
11) Hasta la verdadera artífice de la coalición Cambiemos, la que se
envuelve en los ropajes de la ética y la moral, la impoluta Dra. Elisa Carrió
ha sostenido para concretar esa alianza sobre Mauricio Macri: “Es corrupto pero republicano”.
No demasiado lejos de lo que decía el presidente norteamericano Franklin Delano
Roosevelt sobre Anastasio Somoza: “Es un hijo de puta, pero es nuestro
hijo de puta”
12) La
idea que todo puede ser reducido al robo, termina con el debate político,
reduce la política a un hecho delictivo, la vacía, y deja huérfano a los
sectores populares del instrumento más poderoso con que cuentan para
transformar su situación y a la sociedad. Con la claridad que lo caracterizaba
lo decía el notable sindicalista Germán Abdala: “Los poderosos no necesitan de
la política porque ya tienen el poder, ya sea a través del dinero, de las armas
o de las corporaciones. El pueblo si
necesita la política, porque es la única manera que tiene para construir poder
y cambiar las cosas”
13) Esto
no reduce en un ápice, el enorme daño que los López, los que lo protegen, los encubren, o los que
no lo controlan, le hacen a la política.
14) El
autor de esta nota ha repetido hasta el hartazgo que no minimiza la corrupción
y la condena enérgicamente, pero que
no hace análisis político a través de esa claraboya. Reitera, por si
hace falta, que siempre apoya y ha apoyado a los gobiernos populares, sin ser
orgánico a los mismos y desde esa vereda mantuvo y mantiene elevadas las armas
de la crítica, muy lejos de los obsecuentes y de los chupamedias, que son los
primeros que se agolpan en las puertas de salida cuando la mano viene
cambiada.
López es el killer de un suicidio aunque parezca un
contrasentido lógico. Su disparo tardará
un tiempo, imposible de pronosticar, en disiparse.
Imprimir el artículo
Excelente. Como siempre, su claridad me hace abonado perpetuo a este blog.
ResponderEliminarMuy claro. Excelente!!
ResponderEliminar