El viernes 14
de agosto se subió a EL TREN, el
economista de izquierda Claudio Katz.
Sorprende favorablemente sus análisis sobre la realidad nacional y
latinoamericana. Su encuentro con Hugo Chávez. Su análisis crítico sobre
actitudes de Rafael Correa. La preocupante situación en Brasil.
Este es un resumen de su extenso
artículo Anatomía del Kirchnerismo: “El kirchnerismo
reconstruyó el estado idealizando al capitalismo regulado, subsidiando a la
burguesía y esperando el surgimiento de un funcionariado eficiente. Ha forjado
un régimen con pilares para-institucionales y las semejanzas de contexto con el
primer peronismo no se extienden a la relación con los trabajadores. El
gobierno tiene un perfil centroizquierdista y desarrolla contradictorias
políticas de regimentación y democratización en torno a los derechos humanos,
los medios y la justicia. Retoma los intentos de fusión del peronismo con el
progresismo, en choque con los caceroleros de la derecha y el protagonismo
sindical. La perpetuación de la desigualdad y el rechazo oficial de horizontes
socialistas conspira contra las metas imaginadas por el progresismo K. Este
sector actúa con escasa autonomía y reduce las opciones actuales a la simple
elección entre dos campos.
La derecha trabaja
por una restauración neoliberal. El marco democrático y las expresiones de
soberanía desatan sus enojos elitistas. Promueve el revanchismo gorila mediante
hipócritas convocatorias al dialogo y en su cruzada contra el populismo alienta
la despolitización.
El formalismo
republicano oculta viejas complicidades con dictaduras y una persistente
aversión a la democracia real. Esta duplicidad se verifica en la apología de la Constitución vigente.
La centroizquierda anti-K comparte estas estrategias de institucionalidad
conservadora, apuntalando campañas y candidaturas regresivas. Postula repetir
la experiencia de gobiernos vecinos, que resisten los avances democráticos y
sociales logrados en nuestro país.
La izquierda
partidaria constata la naturaleza capitalista del gobierno, sin clarificar las
singularidades del kirchnerismo. Tampoco especifica el carácter progresivo o
regresivo del bonapartismo oficial. Su neutralidad en los conflictos oficiales
con la derecha ilustra una carencia de brújula. La izquierda independiente
propone prácticas militantes inspiradas en la tradición revolucionaria
latinoamericana. Cuestiona al gobierno sin aceptar puentes con la derecha, pero
afronta el desafío de superar los resabios del autonomismo anti-electoral. El
2013 confirmará el excepcional momento que vive Argentina.
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