VIDAS CRUZADAS
Ambos
son teatrales, estruendosos, pirotécnicos, denunciadores, desaprensivos,
ególatras, televisivos y exitosos en lo suyo.
Físicamente
voluminosos, sus respectivas trayectorias parecen cruzadas y paralelas.
Elisa
Carrió apareció en 1994 en la Constituyente de Santa Fe representando al
radicalismo y cubriendo posteriormente un espacio de centro izquierda.
Jorge
Lanata después de ser movilero de Eduardo Aliverti en Radio Belgrano, jefe de
redacción de la transgresora revista “El Porteño”, creó y dirigió el diario
“Página 12” que renovó y revolucionó
el periodismo de los ochenta, ubicándose ideológicamente en la
centro izquierda.
Elisa
Carrió presidió en 2001 una
comisión de lavado de dinero que
integraba junto a Cristina Fernández y Daniel Scioli, entre otros. Gran parte de su
contenido provenía de la investigación realizada por una subcomisión del Senado
de Estados Unidos, presidida por el senador demócrata Carl Levín que había logrado
el levantamiento del secreto bancario en su país a partir del testimonio de un
testigo reservado que había trabajado con el banquero Raúl Moneta. Las 18 cajas
que recibió la comisión argentina contenían documentos y detalles de las
cuentas de centenares de empresas radicadas en Uruguay. En el momento de
confeccionar el informe final se produjo una ruptura en la Comisión en donde
Carrió intentó quedarse con los méritos comprando alguna denuncia de pescado
podrido, aunque centrando en su persona con las cámaras de televisión como
intensificación de su vedetismo que el tiempo acentuaría en forma superlativa,
y un informe de minoría de la senadora Cristina Fernández.
Jorge Lanata vivió su gran momento de izquierdista
liberal al estilo norteamericano durante el gobierno de Carlos Menem, donde las
denuncias de corrupción lo ubicaron como un periodista prestigioso que en EE.UU
hubiera aspirado a un Pulitzer. Primero desde el diario que dirigía y luego
cuando se retiró del mismo, desde la revista XXI y sus programas de televisión. Los noventa
fueron un período de gloria del
periodismo en general donde era sinónimo de credibilidad y actuaba
simultáneamente como fiscal y juez.
Elisa Carrió inició a partir del informe mencionado un
papel de fiscal denunciador afirmando que ella nunca sería funcional a la
derecha y denunciando en el 2002 el lobby que en el congreso realizaba el grupo
Clarín para obtener la ley de bienes culturales que evitara la extranjerización
de la empresa.
Jorge Lanata denunciaba por entonces el carácter
monopólico de Clarín y de Papel Prensa.
Carrió rompió con el radicalismo y fundó Argentinos por una República de
Iguales (ARI), una alianza política creada en
diciembre del año 2000 que se disolvió en 2002 y de la que surgió CC-ARI, la Coalición Cívica para la Afirmación de una
República Igualitaria en el 2002. A lo largo de los doce años siguientes
realizó diferentes alianzas y rompimientos estruendosos.
Lanata dejó la dirección de la
revista XXI en el 2001, y el 7 de mayo del 2003 se anunció que la productora que llevaba
el nombre del conductor de "Día D" (Jorge Lanata y Asociados SRL)
solicitó su propia quiebra después de reconocer que había entrado en cesación
de pagos en septiembre de 2001.
Durante los primeros años del kirchnerismo, con el regreso de la política, Lanata entró en un paulatino eclipse y Carrió encontró que su espacio quedaba ocupado e
inició un desplazamiento primero hacia el centro y luego claramente hacia la
derecha.
En el 2007, Carrió le ofrece a Jorge Lanata la
posibilidad de ser candidato por su fuerza a jefe de gobierno de la ciudad de
Buenos Aires, que el periodista rechazó después de unos días de reflexión.
Carrió conseguió un segundo lugar en las elecciones
presidenciales del 2007 al frente de una coalición integrada por dos partidos nacionales (Afirmación para una República
Igualitaria (ARI) fundado por la chaqueña y Política Abierta para la Integridad
Social (PAIS), creado por José Octavio Bordón), y dos partidos de distrito: Unión
por Todos ( Patricia Bullrich)
y Generación para un Encuentro Nacional (GEN) de Margarita
Stolbizer, además de organizaciones sociales y políticas como FORJA y el
Movimiento de Trabajadores Desocupados de la Matanza (MTD) liderado por el
diputado Héctor "Toty" Flores; mientras ello ocurría, Lanata publicaba libros mediocres como Argentinos
(2003), ADN (2004) y Muertos de amor (2007).
Luego Lanata fundó el diario “Crítica de la Argentina” en
marzo del 2008, que fue una versión muy devaluada de Página 12 a pesar de la
excelente dotación de periodistas y que cerró en forma escandalosa luego de dos
años.
Carrió, en el
2008, se embandera con el establishment agropecuario en el largo conflicto con
el gobierno y pasa a ser actriz principal del grupo Clarín.
Lanata, en octubre de ese mismo año se convierte en
actor- periodista de revista teatral, en el Maipo, que concluye en un
estruendoso fracaso. Abandona su aspiración juvenil de obtener
un equivalente al Pulitzer y emprende el camino sin retorno de las luces
del show-business.
Carrió en las elecciones parlamentarias del 2009 hace una
muy buena elección, cuyo resultado se
evapora en las presidenciales del 2011 donde sólo obtiene el 1,6% de los votos.
En ese mismo año, Lanata vegeta en Canal 26 con DDT (
Después De Todo), desde donde hace un mapa preciso y prolijo de la cantidad de
medios de Clarín, pero sorpresivamente y después de haber defendido en los
primeros debates, al proyecto de ley de
medios audiovisuales, cambia de posición
y declara a Clarín como el más débil al que hay que proteger, logrando un acercamiento que concluirá en su
rutilante contratación. Empieza en Radio Mitre, con “Lanata sin filtro” en
febrero del 2012 y en televisión dos meses más tarde con PPT ( Periodismo Para
Todos), imitación irónica de la productora de 6-7-8 ( Pensado Para
Televisión)
Carrió declara que si para proteger la libertad de prensa
hay que defender a un monopolio, defenderá a Clarín. Más aún: declara que La
Nación y Clarín son la Argentina.
Carrió funda FAUNEN en el 2013.
Lanata desde el periodismo y Carrió desde el FAUNEN, realizan un plan de denuncias verdaderas algunas, falsas otras que
se traducen en la muy buena elección de Carrió
que la diputada agradece públicamente.
Los dos celebran su resurrección: Lanata consigue
audiencias notables en radio y televisión y Carrió reencamina exitosamente su
carrera política.
Lanata que es el más eficaz opositor y la más rendidora
contratación de Clarín, acusa a la oposición en octubre del 2014 de ser un
balde de bosta y en un desliz incluyó a
Carrió lo que produjo el enojo de la chaqueña.
Hace unos días, Carrió dinamita el FAUNEN, con denuncias
explosivas contra todos sus socios políticos, y como es tradicional, también
contra el gobierno. Lanata declara que para la Argentina es un orgullo tener
una política como Carrió.
VIDAS
CRUZADAS
Ambos necesitan degradar la política para encumbrar su
protagonismo. Ambos exhiben un vedetismo y una egolatría que se acentúa con el
paso del tiempo. Ambos se han ido trasladando
por el espectro político, abandonando a sus lectores y
votantes originales para ser aplaudidos y vitoreados por los que los denostaban
en sus comienzos.
Ambos hacen un cirujeo en la basura buscando y
seleccionando aquella que sea funcional a los intereses que defienden.
Ambos practican una inescrupulosidad verbal que lleva a
Lanata a meterse falazmente con la vida privada de Gabriela Cerruti, pelearse
con un chico de 11 años al que denuesta con la calificación de “hijo de
Goebbels”, incitar al escrache de los camaristas que fallaron contra Clarin,
incluyendo a sus hijos (“Lo mínimo que les
puede pasar es que los puteen en la verdulería, en un hotel alojamiento, en las
vacaciones, por lo menos que tengan repudio social. Que
los compañeros de colegio les digan a los hijos de Farah, Freiler y Ballestero
‘che, ¿tu papá hizo eso?”). Con su humor de estudiante secundario y la aprobación de
su equipo consuma un acoso laboral diario al periodista agropecuario de Radio
Mitre Juan Martín Melo.
Carrió no dudó en revelar la opción sexual de la abogada
Marcela Rodríguez, quien formó parte de sus filas en el ARI y la Coalición
Cívica hasta que se alejó en agosto del 2011.
Lanata patentó la expresión “la grieta” a su nombre atribuyendo la causa
de la fractura social al kirchnerismo.
Sin embargo ya la había usado en tres oportunidades según escribió Eduardo
Blaustein en su libro “Las locuras del
Rey Jorge”: “En “Página 12” el 5 de diciembre de 1988 para aludir a la brecha
entre el poder civil y el militar. Usó “La grieta” como título el 16 de abril
de 1989 para hablar del referéndum en Uruguay sobre la amnistía. Volvió a
titular “La grieta” en el diario Perfil, el 26 de marzo del 2006” ( Se refería a la fractura que dejó la
dictadura establishment- militar)
Carrió acusa a Binner y Cobos de complicidad con el
narcotráfico, a Sergio Massa de convertir al Tigre en un narco- estado, a Pino
Solanas en un mendicante buscador de puestos legislativos, a Nito Artaza de
soldado de De Vido, a Tumini de guerrillero reciclado direccionado por Cobos
para erosionarla, a Scioli de ser igual que Cristina pero sin un brazo, a la Presidenta
de una pobre enferma, etc,etc. Son capaces de destruir con denuncias a
cualquiera, si eso es funcional a sus propósitos.
Lanata se lamenta por la fractura social que él no deja
de ensanchar. Carrió se envuelve en el republicanismo y pasa de incitar hace un
par de años a una alianza sin ideología y con el único requisito de la
honestidad, a romper transitoriamente FAUNEN para buscar un acuerdo con un
“honesto” como Mauricio Macri al cual se negaba darle la mano acusándolo de
contrabandista.
El lanatismo es la enfermedad infantil del periodismo.
Carrió es la enfermedad adolescente de la política. Ambos son una especie de
paco para los sectores medios que abominan del populismo.
No
permitirán que la verdad arruine ninguna de sus denuncias.
Vidas cruzadas.
Ambos son cultores de la antipolítica. Lanata es la
versión Carrió del periodismo y Carrió es la expresión Lanata de la política.
24-11-2014
Excelente su artículo, Hugo. En verdad, me incita a prestarle mucha atención a sus análisis tanto cuando lo escucho (y veo) en televisión como cuando lo leo.
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