Lo contó el historiador Felipe Pigna al periodista Eduardo Aliverti en el muy buen programa de éste último, los domingos a las 10 horas por Radio Nacional. Relató una visita a una escuela pobrísima del Chaco, donde los alumnos carecían de lápices de colores y escribían al dorso de hojas de computación usadas. Un chico, supongamos que se llama Juan, cumpliendo la tarea solicitada por su maestro, entregó el dibujo de una casa en donde en el techo estaba el número 1, en las paredes el numero 2, en el piso el número 3. Preguntado que significaban los números, el alumno contestó: el 1 es el color rojo el 2 es el color azul y el 3 es el color marrón. Con imaginación había colocado los colores que las carencias le privaban.
ENTRE LA PICARDÍA Y LA IMAGINACIÓN
Francisco de Narváez habla por los medios propios y ajenos. En su lugar de trabajo es mudo. En el Congreso jamás pidió la palabra. Dice que tiene un plan para terminar con la inseguridad. No lo explicita. Es un método por el cual solo se da el título de la presunta solución de un problema. Pero se oculta su desarrollo con lo que se le pide al ciudadano un acto de fe. Se convierten en un jabón o un yogurt, los que se publicitan y venden con la misma tecnología.
Gabriela Michetti, una creación publicitaria insustancial que brilla al lado de la mediocridad de Mauricio Macri, renunció a un puesto que nunca ocupó. No le gusta la tarea legislativa repitiendo el camino de su jefe empresario que se aburría como legislador, pero ahora se presenta como candidata a diputada por la Capital. Son candidaturas cuestionables como las denominadas testimoniales, propuestas masivamente por el oficialismo y que atraviesan con diferente intensidad todo el arco político. Con un gobierno debilitado, sus limitaciones de construcción política quedan patentizadas cuando debe recurrir a las mismas para atar a su suerte a los intendentes del conurbano, y limitar la intención de estos de jugar a dos puntas para asegurarse estar siempre del lado triunfador.
Es una paradoja el camino de construcción política recorrido por el kirchnerismo. Empezó por la transversalidad, un intento que con base en el justicialismo se alejaba de la liturgia peronista para intentar una construcción de centro izquierda. Una especie de factura retrasada, en otro contexto y con protagonistas canosos, de algunos de aquellos jóvenes imberbes por aquella derrota que le infringió Perón, un primero de mayo de 1974. Del 2003 al 2005, Néstor Kirchner sustituyó su esmirriado caudal electoral dependiente en buena parte de Eduardo Duhalde, con una batería de propuestas política y concreciones que lo consolidó y le permitió afrontar las legislativas del 2005 duplicando su caudal electoral y con un nivel de aprobación superior al 70 %. Esa campaña se hizo centrando el eje en Duhalde como la política mafiosa y con un transvasamiento de los intendentes del conurbano del ex presidente y ex gobernador bonaerense al santacruceño.
Mientras Hilda Chiche Duhalde acudía a la simbología peronista, Aníbal Fernández desde el Ministerio del Interior sostenía que la marchita se la metieran en el culo.
Por las colectoras caminaron proyectos alternativos a los barones del conurbano lo que permitió algunas sorpresas, como las que ocurrieron en Lanús y Quilmes.
Por entonces las franjas medias urbanas disfrutaban de la euforia de haber salido de la incertidumbre del abismo de la crisis económica más profunda de la que se tenga memoria. Las clases medias rurales paladeaban el notable boom agropecuario y los representantes de los diversos partidos políticos recuperaban a la vera de los éxitos del gobierno una respetabilidad que habían perdido a partir de las explosivas jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001, cuando temían hacerse ver en lugares públicos.
Los sectores concentrados de la economía dejaban pasar desaires y largas esperas gubernamentales, en aras de seguir presentando balances que reflejaban utilidades impresionantes.
En función de los notables índices de crecimiento, de la recuperación de un orgullo nacional que fijaba ciertos límites a los poderosos, a veces verbalmente y en otras ocasiones prácticamente, los sectores que luego caminarían por un antikirchnerismo visceral, disimulaban el malestar que le producía el creciente poder del sindicalismo expresado en Hugo Moyano, la recuperación de parte de la legislación laboral dinamitada en la década anterior, los cortes y piquetes en los espacios públicos, la presencia de las organizaciones sociales en la Casa Rosada, la política de derechos humanos, el papel significativo de Hebe de Bonafini, la presencia permanente de las Abuelas de Plaza de Mayo, la política exterior con base latinoamericana, el acto en la ESMA, y en especial las estrechas relaciones con Hugo Chávez y Evo Morales. Todo ese malestar se exteriorizaba a través de argumentaciones de poca densidad como la del hegemonismo o el autoritarismo, que luego se sustituiría en el gobierno de Cristina Fernández por una crítica banal a sus vestidos y carteras.
La oposición por entonces fragmentada y sin iniciativa encontró un primer eje aglutinador en la inseguridad en su versión más estrecha y en la rutilante y fugaz erupción del falso ingeniero Juan Carlos Blumberg.
Los dos últimos años de la presidencia de Néstor Kirchner, mostraron una disminución significativa del ritmo y de alguna manera vivió de la renta política extraordinaria de los dos primeros años de su mandato.
Con ese capital acumulado, llegó a la presidencia Cristina Fernández que posiblemente venía con la intención de poner paños fríos sobre las heridas infringidas a diferentes sectores durante la gestión de su marido. Buena parte de las clases medias urbanas votaron contra ella en las elecciones de octubre del 2007.
Si esa fue la intención quedó rápidamente diluida porque se inició una ofensiva tendiendo a acotar su margen de maniobra, esta vez con hechos concretos a diferencia del pliego de condiciones que el directivo de La Nación Claudio Escribano le presentó a Néstor Kirchner antes de su asunción.
La crisis internacional sobrevolaba el horizonte y el gobierno decidió reforzar su solidez económica mediante las retenciones móviles. Mal explicada y peor implementada, una medida adecuada terminó en una derrota notable y la creación de un eje aglutinante de la oposición constituida por la Mesa de Enlace. El conflicto originó la presencia activa de un actor político que realizó importantes movilizaciones y llegó a arrebatarle la calle al gobierno. A su alrededor y como eje aglutinador se unió la oposición, al punto de abrirle desesperadamente las listas de candidatos a los dirigentes agropecuarios.
La otra consecuencia del prolongado conflicto sostenido en una red privada de noticias y el apoyo irrestricto de los principales diarios y emisoras radiales, fue que el gobierno perdió a las clases medias rurales que en el 2007 habían apoyado mayoritariamente a Cristina Fernández.
A pesar de su debilidad, el gobierno logró aprobar la estatización de Aerolíneas y de las AFJP. Su base de apoyo ha quedado reducida a los sectores más humildes, a los trabajadores y algunas pequeñas franjas de clase media. Su basamento movilizador son los intendentes del conurbano, la GGT cuyo secretario es Hugo Moyano, y algunas de las organizaciones sociales que permanecen alineadas con el gobierno. Su distribución geográfica es el segundo y tercer cordón bonaerense, la mayor parte de las provincias del NEA, del NOA y de la Patagonia. De los Estados que representan más del 70% del electorado ( Capital Federal, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Entre Ríos) el gobierno pierde en Capital Federal, Santa Fe, Córdoba, Mendoza y está dudoso Entre Ríos.
Más allá de todo lo expresado, el gobierno tiene la ventaja de una distribución nacional que supera a la dividida oposición con menos alcance territorial, por lo que la distancia total puede llegar a ser más amplia que lo que hoy expresan las dirigidas encuestas. Paradójicamente, como elecciones legislativas, el gobierno perderá un número de bancas que le hará más espinoso aprobar las leyes que necesite. Pero ya se puede adelantar los probables títulos del día 29 de junio: PERDIÓ EL GOBIERNO. SE ABRE UNA NUEVA ETAPA. Se computará todos los votos no favorables al gobierno contra los obtenidos por este. Así se demostrará que la oposición en conjunto obtuvo el 65 o 68% de los votos. Será un buen ejemplo de imaginación periodística tan arbitraria como las encuestas a favor y en contra del gobierno y de la oposición.
La comparación que debe hacerse es comparar las dos elecciones legislativas, la del 2009 y la del 2005. Y de lo que no cabe duda que el gobierno perderá bancas tanto en diputados como en senadores
CUANDO LA IMAGINACIÓN ERA OTRA COSA
Durante muchas décadas la imaginación política transformadora quedaba sintetizada en la expresión “La toma del Palacio de Invierno”. Hacía referencia a la ocupación simbólica del poder de los zares por el Partido Bolchevique en las jornadas de octubre de 1917.
En la década del sesenta, en el mayo francés, el grafitti más conocido y uno de los más revulsivos fue: “ La imaginación al Poder”.
En el siglo XIX, Carlos Marx acuñó una bella frase: “Tomar el cielo por asalto”. Lo hacía en una carta a su amigo Kugelman, desde Londres, un 12 de abril de 1871. Expresaba la toma del poder proletariado en una sociedad burguesa para acceder a otra más justa.
Claro que para los que tengan un acceso de nostalgia, basta recordar que la Unión Soviética implosionó y que incluso el Partido Comunista estuvo prohibido. El Palacio de Invierno es un Museo parecido a Louvre o a El Prado y no adonde la historia consumó un clivaje.
Nada queda de las consignas del Mayo francés en el gobierno de Nicolás Sarkozy.
Sin embargo, hay un lugar del planeta donde queda la sombra que proyecta la frase de Marx: “Tomar el cielo por asalto”. Es aquel que Eduardo Galeano describió con sus venas abiertas.
LAS ALTERNATIVAS DEL 28 DE JUNIO
El kirchnerismo es una mezcla de continuidad de la década del noventa y de rupturas significativas. La estructura productiva sigue basada en la soja y el petróleo. A la vera de un tipo de cambio alto se reconstituyó una parte de la industria de sustitución de importaciones. El modelo sojero debe ser reemplazado y el petróleo es un bien camino a su extinción por la falta de exploración. El gobierno, a diferencia de los noventa, no fue un actor pasivo sino que se asoció al mismo vía retenciones. A través de ese mecanismo obtuvo superávit fiscal, reactivación económica, y un cierto grado de redistribución hasta mediados del 2007. Hay un discurso que muchas veces se aleja demasiado de los hechos, y anuncios positivos que se extravían en su implementación al punto, que a veces, nunca se concretan.
La minería es un escándalo, heredado de los noventa, sin modificación alguna, donde hay enterrada una enorme riqueza, que el Estado, en actitud cómplice, no sólo no modifica sino que subsidia el saqueo. El mismo camino sinuoso se sigue con relación al juego, manejado por un empresario cercano al poder y el ejercicio de prestidigitación, a la vista del público, realizado con los fondos de Santa Cruz.
La concentración de la economía se ha acentuado y aumentó la desigualdad. Hubo un manejo discrecional de los subsidios con más que posibles islas de corrupción significativas y un desmantelamiento de los organismos de control. La intervención del INDEC, quedará como una mancha que ha contribuido significativamente a la falta de confiabilidad en el gobierno, sumergiéndose en un sendero de difícil salida.
Al lado de estos déficit, hubo un discurso que privilegió la política sobre la economía, obtuvo una quita notable en la negociación de la deuda externa, aumento la presencia del Estado, recuperó entre otros, el Correo, Aguas Argentinas, Aerolíneas Argentinas, el espacio radioeléctrico, las AFJP, designó una Corte Suprema de Justicia impecable, depuró las Fuerzas Armadas, hizo lo mismo, con menos éxito, con las Fuerzas de Seguridad. Aceptó, sin reprimir, la protesta social, realizó un cambio sustancial en la política de los derechos humanos aunque indudablemente sesgada, incorporó casi cuatro millones de desocupados al mercado de trabajo, un millón ochocientos mil argentinos fueron jubilados, aquellos que habían quedado desamparados con la privatización. Se creció a tasas chinas, se acumularon reservas genuinas, se recuperaron conquistas laborales que habían sido expropiadas. Se le dijo no al ALCA en una decisión trascendental, se adoptó una posición correcta en la Ronda Doha, se enlazó la política exterior en sintonía con los gobiernos latinoamericanos, aquellos que significan una cambio sustantivo de diferente intensidad con relación a las décadas depredatorias. Se propone una nueve ley de radiodifusión, que si se la aprueba y se la implementa adecuadamente disminuirá el poder de los medios que articulan orgánicamente los intereses del establishment, actuando como ejércitos de ocupación.
Todo ello ha permitido afrontar la mayor crisis del capitalismo con una posición de fortaleza desconocida, con medidas keynesianas insuficientes pero con una preocupación por acotar la desocupación impensable en cualquiera de las alternativas opositoras, que hacen del ajuste la única táctica conocida.
Si esta crisis se hubiera producido en la década del noventa, hoy la Argentina carecería de sistema bancario y financiero y las quiebras atravesarían la economía real. Eso no significa, ni mucho menos, que se esté al margen de la crisis mundial y de sus consecuencias.
Las alternativas con posibilidades representan variantes prekirchneristas. El PROperonismo es el menemismo en un nuevo envase y la coalición cívica es un retorno al posperonismo “libertador”. Ambos tienen como eje aglutinante al establishment, y visiblemente la Mesa de Enlace, con el apoyo de los principales medios de comunicación. La variante testimonial de izquierda de Pino Solanas, con muchas críticas certeras, adolece de la falta de una táctica mediadora entre los objetivos a alcanzar y el apoyo a lo que el gobierno ha realizado bien. De esta manera, desde un mismo lado del mostrador, manteniendo la posición crítica, impulsando la corrección de los errores y propulsando la profundización de las medidas, se deja de ser funcional al establishment y se evita convertirse en el ala izquierda de la oposición prekirchnerista. Si se hubiera procedido así no se hubiera caído en la postura sostenida en la votación de la resolución 125. Ahí era correcta su posición de denuncia de los negociados de las exportadoras, pero eso no debió llevar a votar junto a la Sociedad Rural. Deberían haber apoyado la resolución y luego agotar los medios para exigirle al gobierno que avance sobre los negociados de las exportadoras. En cambio, porque el gobierno no fue claro en su accionar, consideraron que era el enemigo a derrotar con lo que terminaron siendo funcionales a los sectores más conservadores y retardatarios. Arturo Jauretche le recordaría la frase de Armando Tejada Gómez: “Si uno se corre muy a la izquierda, como el mundo es redondo, se termina abrazado a la derecha”
Carlos Marx decía que: “ El hombre hace la historia, pero no en las condiciones elegidas por él”. Solanas suele superponer desde un palco moral el deber ser con el ser, prescindiendo de la alineación de fuerzas y la presencia de los actores sociales para llevarlo a cabo
LA IMAGINACIÓN INFANTIL
Hace mucho tiempo que el escritor uruguayo Eduardo Galeano cuenta el siguiente relato titulado “Pájaros prohibidos” ocurrido en su país en 1976: “Los presos políticos uruguayos no pueden hablar sin permiso, silbar, sonreír, cantar, caminar rápido, ni saludar a otro preso. Tampoco pueden dibujar ni recibir dibujos de mujeres embarazadas, parejas, mariposas, estrellas ni pájaros. Didoskó Pérez, maestro de escuela, torturado y preso "por tener ideas ideológicas", recibe un domingo la visita de su hija Milay, de cinco años. La hija le trae un dibujo de pájaros. Los censores se lo rompen a la entrada de la cárcel. Al domingo siguiente, Milay le trae un dibujo de árboles. Los árboles no están prohibidos y el dibujo pasa. Didoskó le elogia la obra y le pregunta por los circulitos de colores que aparecen en las copas de los árboles, muchos pequeños círculos entre las ramas: - ¿son naranjas? ¿Qué frutos son?- La niña lo hace callar:-ssshhhhh- y en secreto le explica: - bobo ¿no ves que son los ojos? Los ojos de los pájaros que te traje a escondidas.”
LA IMAGINACIÓN GOLPISTA Y REPUBLICANA
Hay vida después del 28 de junio. Con un gobierno que perderá bancas y sectores económicos opositores que avanzarán en su intento de desplazar o acotar al máximo a la Presidenta. Eso que quedó traducido en el diálogo entre el Presidente de la Sociedad Rural Hugo Biolcati y el periodista Mariano Grondona, en el programa de televisión del sofista griego.
Grondona: “Siempre nos decían ¿te acordás? …con las inundaciones nos decían, siempre que llovió paró..
Biolcati: Vos querés decir que el gobierno de Kirchner va a durar para mí dos años más..y dos años más van a ser muy duros…
Grondona: ¿ Dos?..¿ Te parece?
Biolcati: ¿ No son dos..tres? ¿ Cuántos son?
Grondona: Mm..No sé lo que va a pasar después del 28 de junio
Biolcati: Eso era lo que te quería escuchar
Grondona: Hay un señor que se llama Cobos¿ no?
Biolcati: ¡ Eh! Si…si radical ahora ¿ no?
Grondona: Dicen que es vice…( risas)
Ambos posan de republicanos y la palabra respeto a las instituciones es reiterativa en su lenguaje. Con prescindencia de los antecedentes golpistas del “pensador” griego y de la institución que preside el lenguaraz Biolcati. Obviamente esto no ha producido ningún repudio, ninguna consideración especial, en ese republicanismo de pacotilla, que se recita desde los columnistas practicante del periodismo puro de la Editorial Perfil, ni desde La Nación o Clarín ( lo comentó como chimento en la sección espectáculos). Mucho menos llevará a Elisa Carrió a prescindir de sus visitas habituales al programa golpista, o al rabino Bergman inflamado de un republicanismo verbal a romper su amistad y docencia con el Presidente de la Sociedad Rural, o la irritación de conocidos “demócratas” como el escritor panfletario Marcos Aguinis, el licenciado en filosofía Santiago Kovadloff o el diputado mediático Fernando Iglesias
CON LA IMAGINACIÓN MOJADA
El gobierno asumió, en primera instancia, el lenguaje catastrofista de la oposición que había escriturado a su nombre Elisa Carrió en forma superlativa. La idea es polarizar, infundiendo temor, es un juego cercano a la ruleta rusa. Hubiera sido más efectivo centrar la campaña en diez medidas fundamentales tomadas y el peligro de una marcha atrás como se anuncia por parte de la oposición de disminuir y hasta eliminar las retenciones, la vuelta al Fondo Monetario Internacional, responder a la crisis con la remanida receta de las medidas de ajuste, la recuperación del espacio público a la fuerza, la ejecución de las recetas de los gurúes de la City.
La imaginación debe convocar a la esperanza, sin caer en un optimismo estúpido. La oposición propone repetir lo peor del pasado y el gobierno amenazó, si no gana, volver al 2001. Es erróneo. El futuro no está en el 2001. Ni se puede administrar indefinidamente el modelo mejorado, despojado de algunas de las aristas más irracionales de los noventa. Hay un punto en donde la única manera de no retroceder es acelerar la marcha. En los últimos días el gobierno volvió sobre sus pasos y atenuó los aspectos más desfavorables del sesgo dramático. Luego volvió a caer en uno de los tantos errores judicializando el caso De Narváez y después, en uno de sus habituales virajes llamó luego a desjudicializar la campaña. Si tuviera estrategia, y no meros juegos tácticos, tendería a favorecer a la Coalición Cívica en la Provincia de Buenos Aires tratando de volver difuso el voto útil opositor que es aquél que está dispuesto a votar a la alternativa opositora que esté en condiciones de derrotar a Kirchner.
Lo que no se ha podido superar, en una responsabilidad que involucra a todos los actores, el propagandismo vacío y de denuncias cruzadas que atraviesa el período preelectoral
CONVOCANDO A LA IMAGINACIÓN
Habría que convocar a la imaginación el día después. Esa que exhibieron Juan y Milay. A mero título enunciativo: imaginación para movilizar a la sociedad para un servicio civil obligatorio que abarque a los jóvenes de 14 a 25 años que no estudian ni trabajan para capacitarlo con el fin de su inserción educacional y laboral a la sociedad.
Imaginación para movilizar a los estudiantes secundarios y docentes en una campaña nacional para terminar con el analfabetismo.
Imaginación para movilizar a médicos y estudiantes del último año de medicina y odontología de las universidades nacionales y privadas para combatir enfermedades que ya habían sido desterradas y para realizar prevención en todo el territorio nacional.
Imaginación para terminar en un año con el núcleo duro de la pobreza y la indigencia con una prestación universal por hijo.
Imaginación para poner el sistema financiero al servicio de la producción agropecuaria e industrial.
Imaginación para definir un perfil industrial, careciendo de una burguesía industrial cuyo emblema es el impresentable Cristiano Ratazzi y que tiene que ser implementado desde un Estado que debe reconstruirse.
Imaginación para crear un nuevo sistema impositivo que mejore la distribución del ingreso.
Imaginación para reemplazar el modelo agropecuario sojero transgénico a base de glifosato, de una agricultura sin agricultores, por uno que nos de autonomía alimentaria y se convierta en una fábrica de divisas sin degradación del suelo.
Imaginación para la recuperación estatal de las riquezas del suelo.
Imaginación y decisión política para hacernos cargo del comercio exterior que hoy es el gran negocio de unas pocas exportadoras.
Imaginación para crear una base de sustentación política que supere el endeble armado actual y que es condición necesaria para viabilizar algunas de estas propuestas.
Imaginación como la de Juan y Milay. La de encontrar colores donde solo hay uno, o descubrir los ojos de los pájaros en el dibujo escabullido a la censura
No es la toma del Palacio de Invierno. Es la base de un desarrollo capitalista, con inclusión social y distribución progresiva del ingreso.
LA IMAGINACIÓN
Vivimos un momento excepcional en la historia de América Latina. Un lugar del planeta donde pasan cosas que se acercan a aquella frase de Carlos Marx de tomar el cielo por asalto en versión siglo XXI. Gobiernos que tienden a hacer realidad el sueño derrotado del siglo XIX. Aquel que encabezaron Bolívar, San Martin y Artigas entre tantos otros patriotas que al ser derrotados padecieron el asesinato, el destierro o morir en la extrema pobreza. Un proyecto vencido que explica dos siglos de historia latinoamericana. Como decía Jorge Abelardo Ramos en su “Historia de la Nación Latinoamericana”: “América Latina no está dividida porque es subdesarrollada, sino que es subdesarrollada porque está dividida.” El kirchnerismo ha aportado a este sueño que tiene como referentes principales a Hugo Chávez, Evo Morales y Rafael Correa, junto a otros presidentes menos radicales, como Cristina Fernández o Lula. Es impensable imaginarse a cualquiera de las alternativas con posibilidades de sustituir al Kirchnerismo participando de esta utopía. Su visión del mundo los acerca a Alvaro Uribe y Alan García enlazados a EE.UU en la supina idea de una colonia próspera. Argentina no debe desertar de su lugar, de contribuir a tomar el cielo por asalto. En ese cielo donde tengan un lugar los millones de Juan y Milay.
Publicado por Hugo Presman.
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