17 mayo 2020

MURIÓ RAMONA


 










Murió Ramona. 42 años. Vivía en la Villa 31. Integraba la organización La Poderosa cuyo medio “La Garganta Poderosa”, es uno de los emprendimientos periodísticos más interesantes de las últimas dos décadas.  Sobreviviente hasta hoy de una vida impiadosa Denunció la falta de agua por más de diez días. La mató el Convid 19, dirá el diagnóstico médico. Pero ese fue el disparo final. Antes fue el virus de la  desidia y la ineptitud.
Murió Ramona Medina. O la mataron a Ramona Medina. Pueden verla en este video. Y el comunicado de La Poderosa. Está escrito con las vísceras. Está escrito desde el dolor de una injusticia. La que acompaño a Ramona hasta la muerte.
COMUNICADO DE LA GARGANTA PODEROSA
Bajo el título "Nos mataron a Ramona", sus compañeres de la Garganta Poderosa la despidieron con el siguiente mensaje:  "Apretando los dientes, golpeando el teclado, aguantando la rabia y escupiendo lágrimas, nos toca escribir ahora esta mierda, para decirles todo eso que Ramona les dijo en tiempo pasado, todo eso que nos cansamos de gritar durante dos meses, todo eso que no quisieron escuchar, ni cuando postergaron 4 años la relocalización de su familia, ni cuando pedimos que registraran a los grupos de riesgo, ni cuando escondieron sus denuncias para cuidarse, ni cuando callaron por plata, ni cuando nos dejaron sin insumos en todas las postas de salud, ni cuando maquillaron la realidad con programas fantasmas, ni cuando jugaron a cubrirse las espaldas, ni cuando publicamos el primer contagio en la Villa 31, ni cuando demostramos que no habían aislado a tiempo a la primera fallecida, ni cuando denunciamos que no estaban asistiendo a los demás, ni cuando dejaron 12 días al barrio sin agua, ni cuando gritó desesperada que tenía 7 personas de riesgo viviendo hacinadas, ¡Ramona no se murió! A Ramona la mataron los dueños del silencio, los cómplices de la indiferencia, los mudos de la justicia, ¡la mataron! Y ahora quién carajo nos explica cómo seguir, cómo seguirá su familia íntegramente internada, cómo seguirán sus hijas Maia y Guada, en silla de ruedas, contagiada, con oxígeno, con discapacidad, sin hablar, totalmente dependiente, ¡ahora sin su mamá!Esto es un crimen.
Y no vamos a parar,¡hasta que paguen todos los responsables!
NO PODEMOS MÁS

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