28 diciembre 2024

SALUDO DE FIN DE AÑO

 

Termina un año extremadamente difícil. Con un gobierno que está haciendo un reseteo del país, que puede tener éxitos macro económicos transitorios pero que indefectiblemente deja y dejará afuera a millones de argentinos, convertida Argentina en un enclave colonial. Al final del camino, el futuro diseña un país que no es la patria que muchos soñamos en otras épocas más primaverales. Nadie elige el tiempo que le toca vivir. Somos muchos los que no queremos este proyecto de un presidente elegido democráticamente. Por eso nunca dije que quiero que al Presidente le vaya bien, porque creo que en ese caso le irá mal a la mayoría de los argentinos.
Los saludo a todos los que ingresan a este blog, hecho con esfuerzo y cariño, con la colaboración imprescindible de Mariano Manuele y haga mía esta frase de Mahatma Gandhi: “Mañana tal vez tengamos que sentarnos frente a nuestros hijos y nietos y decirles que fuimos derrotados. Pero no podremos mirarlos a los ojos y decirles que viven así porque no nos animamos a pelear.”                



Malos vientos

Beatriz Sarlo, Jorge Lanata y Marcelo Longobardi. Tres voces críticas, autónomas e indisciplinables que Argentina termina perdiendo este 2024. | GRASSI / ABALLAY



Jorge Fontevecchia
20-12-2024 PERFIL
 
Argentina terminó perdiendo este 2024 tres voces críticas, autónomas e indisciplinables. La de Beatriz Sarlo, por su fallecimiento este lunes; la de Jorge Lanata, por la enfermedad que lo arrancó de los micrófonos a mitad de año, y la de Marcelo Longobardi, por el despido de la radio este miércoles.
 
Se podría decir que son simultaneidades inconexas o solo conexas por cuestiones de edad física o profesional de los mencionados. Pero el Hilo de Ariadna que recorre el sendero que unifica estos tres casos lleva solo al camino de ingreso al laberinto donde reside el Minotauro devorador, en este caso de voces críticas.

Es que estos tres casos vienen a coincidir con una de una serie de cambios producidos en los medios de comunicación durante diciembre, con situaciones que indican un corrimiento de varios de ellos a posiciones más alineadas con el Gobierno. Al despido de Longobardi de Radio Rivadavia se suma la no renovación de contratos de varios de los conductores de América 24 y el pase a esa señal de noticias y a su canal homónimo de conductores cercanos a LN+ y TN. La reciente compra de Radio con Vos por parte de Gabriel Hochbaum, quien es socio del canciller Gerardo Werthein en la radio El Observador, se da justo cuando el ministro de Relaciones Exteriores intentó censurar previamente a la periodista de Clarín Natasha Niebieskikwiat intimándola a que “cese de manera inmediata” la difusión sobre el caso de Nahuel Gallo, el gendarme argentino detenido por el gobierno de Venezuela, mereciendo la reprobación de Adepa y la Academia Nacional de Periodismo. Paralelamente, el primer despedido en Radio con Vos fue su director, Guillermo García.

Marcelo Longobardi sostiene que su despido de Radio Rivadavia obedece a presiones, entre otros, de Karina Milei, y fuentes del accionista de la radio –Marcelo Fígoli– explicaron que por tener a Longobardi en su programación fueron penados con discriminación de publicidad oficial que el gobierno de Milei distribuye con la misma arbitrariedad de Néstor Kirchner, en su caso a través de empresas controladas por la Presidencia, como YPF y Aerolíneas Argentinas, además del no pago de la publicidad cursada en el último trimestre de 2023 por las administraciones anteriores.

Los accionistas de Radio con Vos no explicaron los motivos de la venta de sus acciones pero, tratándose de una emisora que logró en estos últimos años posicionarse como la FM más escuchada en temas de política, con una orientación progresista, no podría no asociarse el deseo de desprenderse de ella en este año con alguna situación relacionada con los cambios de gobierno.
La cuestión más importante y de fondo no está en poner foco en las decisiones individuales de quienes venden sus acciones en medios de comunicación o modifican su línea editorial sino en las causas de posibilidad que generan que simultáneamente se produzcan estos cambios, en la causa irreductible, la originaria, que dispara todas las demás y que tiene su origen en la intolerancia del Gobierno a la crítica con su cruel y vengativa forma de responder a ella.

Este viernes, en la Bolsa de Comercio de Córdoba, Javier Milei llamó imbécil a Carlos Pagni y no conseguirá que La Nación eche a Pagni, como sí sucedió en Radio Rivadavia con Longobardi, porque en las crisis se perciben no solo aquellos periodistas –muchos– que son autónomos e indisciplinables, sino las –pocas– organizaciones periodísticas que no cambian su línea editorial por presiones.

“Irrecuperables” era la palabra con que los servicios de la dictadura militar catalogaban a aquellos que no había tortura que los pudiera amansar. En esa categoría entran estas tres voces que este fin de año coinciden en apagarse. No es casual que Longobardi salga a confrontar directamente con quienes lo censuraron desde el Gobierno y mientras tuvo micrófono le reclamara en una entrevista al jefe de Gabinete que respondiera si lo consideraba un ensobrado, que Lanata tampoco rechazara mansamente ese calificativo y le realizara a Milei juicio por calumnias e injurias y que Beatriz Sarlo sostuviera en su último reportaje que “Milei introdujo un discurso bestial”.

En homenaje a Beatriz Sarlo, hoy y mañana publicamos dos suplementos dedicados a ella, primero con una selección de textos de sus libros y al día siguiente con una selección de sus columnas en PERFIL, donde Sarlo escribió durante la última década. También Jorge Lanata fue columnista de este diario varios años y con ambos tuve el privilegio de haber tenido un último contacto personal extenso. Beatriz Sarlo vino a almorzar a la editorial en su última salida, el 11 de noviembre, y Jorge Lanata vino el 18 de abril, cuando se grabó su último reportaje largo de PERFIL, casualmente sobre su juicio a Milei por llamarlo ensobrado.

Longobardi no fue columnista del diario por su dedicación exclusiva al lenguaje oral pero, como él mismo dijo en el reportaje de Radio Perfil el día posterior a su despido de Radio Rivadavia, la relación entre él y nuestras redacciones es simbiótica por haber compartido espalda con espalda simultáneamente embates de Menem, de Kirchner y ahora de Milei.

Beatriz Sarlo, que es la que perdimos definitivamente, dejó un libro póstumo que está por publicarse cuyo título es No entiendo. No se refiere a no entender el fenómeno de Milei sino al proceso de entender, que se inicia con la curiosidad nunca derrotada por la pretensión de una una única explicación. Cada uno a su medida, ella, Lanata y Longobardi nunca se adaptaron al discurso mayoritario del humor de la época, y allí reside su originalidad y grandeza.

Malos vientos para el periodismo mientras se van apagando estas voces y los cambios en las condiciones de producción material de los medios, que terminan afectando las prácticas profesionales, justifican sospechas.

 

Una alegría en medio de la tristeza

 


La Nochebuena en la Plaza de los Dos Congresos


 

26 diciembre 2024

 

En una época de crueldad extrema, de individualismo insultante, podemos imaginarnos que Jesús resucitó y se dio una vuelta por la Plaza de los Dos Congresos. Se debe haber sorprendido que el Presidente de la Argentina diga que los héroes son los mercaderes que él echó del templo.
Se puede comprender que haya sentido que 1991 años después, que los poderosos sigan crucificando a los pueblos. No se pudo confirmar el rumor que circuló por la zona: que Jesús elevó su mirada al cielo y desconsolado exclamó: ¡Padre! ¿Por qué los has abandonado? 

                                                              HUGO PRESMAN

Cena Solidaria en Congreso

Un abrazo colectivo para que nadie pase solo la Navidad 

Movimientos sociales organizaron por octavo año consecutivo la cena de Navidad en Congreso, pero quienes se acercaron se llevaron mucho más que un plato de comida.


Por Eva Rey
 
25 de diciembre de 2024 - Página 12
 
Imagen: Enrique García Medina
 
Una marea humana transformó en pocas horas la Plaza Congreso en el patio de una familia enorme. Adentro del Palacio Legislativo, el eco de las leyes que en el primer año de Javier Milei como presidente golpearon duramente a las clases trabajadoras. Afuera, una fiesta callejera reunió a miles para compartir la Nochebuena. Desde la tarde del martes 24 de diciembre, voluntarios, personas en situación de calle, o que simplemente no querían pasar solas la Navidad, protagonizaron un abrazo colectivo que significó mucho más que una cena.

La Navidad Solidaria en Congreso se celebra desde hace ocho años, a pesar del calor, el frío o la lluvia. El Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Nuestra América, Proyecto 7 y la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (Utep) organizaron el convite de este año, para que ninguna persona pase sola una fecha tan movilizante. Esta Navidad, más de 4.500 vecinos de la Ciudad y el Conurbano respondieron el llamado y se sentaron a la mesa.

La difusión del evento solidario más grande del año buscó, principalmente, juntar donaciones para costear los gastos operativos, juguetes para los más chicos, y sumar voluntades para servir las mesas, porque los vecinos sin techo ya sabían del encuentro con mucha anticipación y no necesitaron un flyer de invitación. "No le vamos a resolver la vida a nadie, pero esperamos que sea una noche distinta", dijo Sergio Sánchez, dirigente del MTE, durante una de las capacitaciones para voluntarios que se hizo en el patio del comedor que la organización tiene en Constitución, en la previa a la gran noche.

En primera fila

El martes había amanecido lluvioso, pero el viento fresco de un atípico diciembre en Buenos Aires barrió con los nubarrones y para la tarde el Sol le dio la bienvenida a los primeros voluntarios que llegaron a la plaza. Desde las 4 de la tarde, frente al Congreso, empezaron las actividades para chicos, los cortes de pelo y las clases de primeros auxilios a cargo de la Cruz Roja.

Daria y Natalia, dos amigas que participaron por primera vez, se interesaron en la propuesta por motivos bien diferentes. “A mí me gusta que es apolítico, que es simplemente ayudar al otro sin una consigna política partidaria”, comentó Daria, que se enteró de la búsqueda de voluntarios por una amiga que compartió la convocatoria en redes sociales.

Por el contrario, a Natalia la atrajo, justamente, “la consigna política”. “No me gusta lo que hace el gobierno, obviamente, y quiero hacer cualquier cosa que manifieste que no estoy de acuerdo”, expresó. Las dos, además, son de la comunidad rusa y no suelen festejar la Navidad, a menos que compartan la celebración con familias argentinas.

Por su parte, Marina, otra de las miles de voluntarias, participó de la cena por cuarto año consecutivo y contó que con la experiencia pudo darle otro sentido a la Navidad. “Si no sos creyente o si la Navidad te importa muy poco, es una linda forma de resignificarla, de encontrarle algo distinto a lo que capaz uno asume. Y también porque es un acto de humanidad para con el otro y es lindo”, aseguró desde la fila de acreditaciones.

También dieron el presente militantes de diversas organizaciones sociales, como Luciana, que decidió anotarse porque su hija iba a pasar la Navidad con el padre, alejada de la idea comercial de la fecha y con ganas de buscar otros lugares en los que sentirse identificada. "Es un pequeño granito lo que uno puede hacer desde su lugar, muy chiquitito, pero creo que suma. Y en este momento hay que sumar y no restar", aseguró.

Navidad compartida

Como la cantidad de asistentes superó los números que las organizaciones habían calculado, sobre la marcha se armaron 50 mesas extra. Las filas en los puntos donde los voluntarios retiraban los platos empezaron a multiplicarse. El movimiento fuerte había empezado y todavía estaba por delante el desafío de llevar entrada, plato principal y mesa dulce a cada uno de los comensales.

A sus 41 años, Silvina eligió pasar la Navidad en Congreso porque estaba sola. Quería distraerse y conocer gente. Como es del barrio, ya sabía de la cena, pero por circunstancias familiares o problemas de salud no había podido ir. Esa noche, finalmente, caminó las pocas cuadras que la separan de la plaza y se propuso compartir un buen momento.

“Es un ambiente solidario y bueno, para la gente que vive en la calle, la gente que vive sola, para disfrutar”, dijo desde la cabecera de la mesa 156 unos instantes antes de la llegada del pollo con ensalada. A las personas que este año pasaron solas la Navidad, les recomendó que se acerquen “para disfrutar”, no solamente la comida, sino de un ambiente “fabuloso” en el que efectivamente se puede conocer gente y entablar una amistad.

Silvina compartió la mesa con 11 personas más, todos hombres. Algunos también habían ido por primera vez, otros repetían la experiencia y llegaban con amigos que se hicieron en alguno de los paradores que tiene la Ciudad La noche estaba cerca de alcanzar su punto más álgido. La comida seguía llegando a las mesas, pero cada plato representaba a un fenómeno más amplio y alarmante: la cara más cruda de la crisis habitacional.

Según el Observatorio de Desarrollo Humano --dependiente del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño-- la cantidad de personas en situación de calle en la Ciudad de Buenos Aires creció un 35% en el último año, con 4.416 personas viviendo a la intemperie en noviembre 2024. Sin embargo, las organizaciones sociales apuntan que la cifra podría ser sensiblemente mayor, con más de 12.000 personas en situación de calle.

Donde hay amor, ahí es Navidad
 
Unos minutos antes de la medianoche, los voluntarios se armaron en fila por última vez, para llevar el pan dulce y la sidra a la mesa. Desde el escenario, un cartel les recordaba: “Donde hay amor, ahí es Navidad”. Finalmente, las copas se levantaron a las 00.00, los cientos de regalos llegaron a manos de los chicos y la avenida Entre Ríos fue pista de baile.

Antes de terminar la noche, Juan Grabois, dirigente de Patria Grande, destacó el masivo acompañamiento que tuvo la cena solidaria, reivindicó valores como el compañerismo, el amor por la humanidad y pidió por que "la solidaridad se convierta en un grito de los esclavos, de los excluidos y de los de abajo".

En tiempos donde gobierna la crueldad, eventos como la Navidad Solidaria rompen la lógica del individualismo y ponen sobre la mesa la importancia de reconstruir los lazos sociales. Ahí donde no existen políticas públicas, aun entre los escombros que dejó el primer año del experimento ultraderechista.

20 diciembre 2024

En el bicentenario de la batalla de Ayacucho

 “ *PATRIOTAS, DE FRENTE Y A PASO DE VENCEDORES”* 
 

*Por Mario Casalla* 
 
BUENOS AIRES. (Especial para Punto Uno) Tras largas luchas para conquistar su independencia, en la América de 1824 sobrevivían ruinas y sobre esas mismas ruinas las guerras civiles amenazaban con llevarse puesto lo poco que quedaba en pie. Los españoles realistas –desplazados de todos los cargos públicos- sobrevivían a su derrota en medio de nuevas humillaciones y exacciones. Los llamados indianos (españoles nacidos en América) eran mirados con desconfianza por los criollos revolucionarios y ambos competían entre sí por ocupar los cargos vacantes. Por su parte -y como mudo telón de fondo- el Pueblo llano veía como el poder pasaba de mano sin que nada cambiara demasiado a favor de ellos. Al contrario, en muchos casos los nuevos amos y patrones eran tanto o más despiadados que los originales. Las promesas de libertad y justicia con que los habían reclutado para los ejércitos revolucionarios, se iban diluyendo en un presente tironeado por otros intereses políticos y comerciales, donde las presiones extranjeras (inglesas especialmente) se hacían sentir con puntual intensidad. A su vez, estas tensiones sociales se duplicaban no pocas veces al interior de los hogares, enfrentando a padres e hijos, a primos y abuelos, enrolados en bandos diferentes cuando no prisioneros de sus propios parientes. Agréguense a esto una verdadera legión de viudas y huérfanos (de casi todos bandos) y se tendrá una idea dramática y exacta de cuál era el ambiente social en estas décadas cruciales de la organización nacional, pasados los años iniciales de euforia. Además, los españoles realistas no se resignaron tan rápido como los portugueses a perder sus colonias americanas. Siguieron peleando hasta dieciséis años después de producidas las revoluciones, empeñados en intentos desesperados de resistencia o recaptura de miles de hombres, la mayoría de ellos veteranos de sus mejores regimientos. La “Furia Española” no se rindió fácilmente en América, peleó hasta el final e incluso resistió después de él. En efecto, el final fue la célebre Batalla de Ayacucho de 1824 y la apoteosis definitiva el desesperado Sitio del Callao, fortaleza peruana resistente hasta el 23 de enero de 1826.
 
*EL PRIMER SUPERCLASICO AMERICANO* 
 
La Batalla de Ayacucho se produjo el 9 de diciembre de 1824, en una pampa a 3.500 m de altitud, próxima a la actual ciudad peruana de Ayacucho; más precisamente en Quinua y acabó con la victoria de las fuerzas independentistas. Estas iban a las órdenes del general venezolano Antonio José de Sucre y a su frente tenían las aguerridas tropas españolas comandadas por el último virrey del Perú, José de la Serna e Hinojosa. Allí donde el aire falta todavía hoy para pasear al turista que se atreva, De la Serna avanzó hacia los insurgentes (desde Cuzco) con un ejército de 10.000 hombres. El general Sucre -con un total de 6.000 peruanos y colombianos a su mando- trató primero de evitar la batalla, pero finalmente se enfrentó a los españoles en un choque brutal. Tenía 29 años de edad y a su lado otro general más joven que él (José María Córdoba de tan sólo 25 años) tuvo el honor de lanzar la primera oleada de ataque con un grito que haría historia: colocando su sombrero blanco sobre la punta de la espada vociferó, “¡División! ¡De frente! Armas a discreción y paso de vencedores! Y así cargaron jefes y soldados tan jóvenes como ellos: el general Miller tenía 29 años, Isidoro Suárez 34, Silva 32. Muchos de los más destacados próceres independentistas participaron en esa batalla decisiva, entre ellos cabe mencionar a los bolivianos Andrés Santa Cruz, Pedro Blanco y José Miguel Velasco; los peruanos José de la Mar, José Bernardo de Tagle, Ramón Castilla y Felipe Santiago de Salaverry; el venezolano Jacinto Lara; el argentino José de Olavarría y los colombianos José María Melo y el ya recordado José María Córdoba. Todos a paso de vencedores y sin bajar la cabeza frente a un enemigo superior en número y experiencia. A ese valor se le agregó la inteligencia de la sorpresa: los patriotas atacaron al ejército español cuando éste se dirigía a su encuentro desde las montañas próximas, logrando así una ventaja sobre el virrey De la Serna antes que éste tuviera la oportunidad de organizar sus tropas; al frente de las principales divisiones realistas se encontraban el propio Canterac y el general Jerónimo Valdés. Tras un infructuoso intento de desbordar a las fuerzas insurgentes, los españoles fueron vencidos y el mismísimo Virrey De la Serna hecho prisionero. 
 
*EL ALARGUE Y LOS PENALES EN LIMA*
 
El veterano teniente general Canterac tuvo que negociar en persona las condiciones de la capitulación realista. Más de dos mil muertos regaban el campo de batalla. El mismo lugar donde en 1980 se erigió el llamado Santuario Histórico Pampas de Ayacucho, un sencillo obelisco que en esa soledad inmensa y muy alta recuerda el grito del joven general Córdoba: “¡a paso de vencedores!”. Cincuenta años más tarde, ese mismo episodio de la carga heroica de Ayacucho entrará en la literatura nacional hispanoamericana a través de las Tradiciones Peruanas del gran Ricardo Palma (1833-1918) pionero del romanticismo en el Perú. En una de ellas recoge Palma la arenga –menos militar pero más rotundamente criolla- con que el general venezolano Lara arengó a sus bravos jinetes llaneros: “¡Zambos del carajo! ¡Al frente están los godos puñeteros! El que manda la batalla es Antonio José de Sucre que, como ustedes saben, no es ningún cabrón. ¡Con que así, apretarse los cojones y a ellos! Cuenta también la tradición que entre esos rudos llaneros cargó –vestida de capitán de caballería- la hermosa Manuelita Sáenz, la compañera del Libertador Simón Bolívar. Pero ese final, no era todavía el definitivo. Por dos años más resistió la fortaleza española del puerto peruano del Callao (próximo a Lima) intentando desesperadamente prolongar la presencia española en América. El Sitio tuvo lugar entre el 1 de octubre de 1824 y el 23 de enero de 1826. El gobernador español de la plaza del Callao era el brigadier José Ramón Rodil, quien puso heroica resistencia a los ejércitos patriotas, aun cuando la situación de las fuerzas realistas era ya desesperada y se conocía el desenlace de la Batalla de Ayacucho. Sus ocupantes se negaron a aceptar la rendición solicitada por el propio Simón Bolívar -cuyos ejércitos sitiaban a los hombres de Rodil tanto por mar como por tierra- y la capitulación llegó después de sufrir casi 6.000 bajas y luego de perder sus ocupantes toda esperanza de ayuda enviada desde la lejana España. El 23 de enero de 1826, el general venezolano Bartolomé Salom tomó el castillo del Real Felipe y con él la plaza rendida, poniéndose así fin a la presencia española en la América continental. Habían pasado más de tres siglos de dominación colonial. Nos quedábamos solos y mirados -eso sí- por los nuevos caporales externos.


18 diciembre 2024

Los artistas perdidos

 

Por Mariana Enriquez
 
8 de diciembre de 2024 - Página12
Bounding for Home de Barry Loo

El campus de la Universidad de Australia Occidental está apacible a fines de noviembre, con los cursos casi terminados y el luminoso, infernal verano, tan próximo. Poco se sabe fuera de Australia acerca de la ciudad de Perth, una de las más aisladas del mundo, derramada sobre la costa oeste del país. La cultura pop más reciente ayuda un poco: es la ciudad natal de Heath Ledger, el Joker de Christopher Nolan, que murió a los 26 años. La banda Tame Impala, una de las más famosas del mundo con su psicodelia reinventada, también nació en la escena musical de Perth, como Bon Scott, el primer cantante de AC/DC, nativo de Fremantle. Pero, en general, es un lugar extenso, tranquilo y desconocido, aunque bajo la superficie guarda historias desconocidas y algunas terribles.

En la galería de arte John Curtin, parte de la Universidad de Tecnología, hay una muestra de Brett Whiteley, artista plástico canónico, excéntrico él y su esposa Wendy, ambos de Sydney. Whiteley murió joven, de una sobredosis de metadona. Su obra tensiona la urbanidad de New York y Londres con su país, tan mitificado como complejo. En la sala de al lado, esa complejidad brutal se cristaliza con gran contundencia. Antes de entrar hay una advertencia: se exhiben obras que hablan del maltrato a los aborígenes, dice el cartel, y quienes se sientan tocados deben proceder con cuidado. Es una muestra de dibujos de los chicos de Carrolup, pero antes de contar su historia hay que hacer un poco de historia desprolija. Australia fue pensada por el Imperio Británico como su masiva colonia penal en el Sur, donde enviaba presos políticos, delincuentes menores, indeseables en general e incluso pobres para aliviar la presión social en las ciudades. La colonización le siguió a este proceso y significó, como en todo el mundo, una catástrofe para los pueblos originarios, expuestos a las enfermedades y sujetos de persecución, aislamiento en reservas, servidumbre. En 1905 se hizo ley un plan brutal de integración forzosa: los niños aborígenes serían separados de sus padres, estudiarían oficios para ser útiles a la nueva sociedad, y serían criados en familias blancas y mestizados –en lo posible-- con blancos para erradicar “lo aborigen” de la población futura. Muchos de esos chicos nunca volvieron a ver a sus familias: cuando intentaron ubicarlos, ya habían muerto. Otros se reencontraron con sus orígenes de alguna manera. El proceso de volver a casa, como lo llaman, continúa, pero volvamos a los chicos de Carrolup. Uno de los asentamientos para los chicos nativos en Australia Occidental fue el de Carrolup, que abrió en 1915. El lugar recibió chicos durante décadas: en la práctica, este secuestro de niños persistió en diferentes formas hasta los años ‘70 del siglo XX. Se los llama “la generación perdida” y es uno de las grandes heridas abiertas de la sociedad.

Los chicos de Carrolup vivieron como tantos otros: sin sus padres, desolados, descuidados durante los años de guerra. En 1946, Carrolup marcó una diferencia. Se decidió que un nuevo maestro blanco, Noel White, fuese el director. Y cuando White llegó, se dio cuenta de que no podía comunicarse con los chicos, lo miraban mudos desde sus escritorios escolares. Entonces White, junto con el inspector de la escuela, Sammy Crabbe, creó un programa especial que incluía dibujo, canto, baile, teatro y narrativa. También se llevaba a los chicos de excursión al bush, al “monte”, para que observaran la naturaleza y dibujaran o pintaran lo que habían visto (White no era pintor ni nada parecido). Los chicos vivían casi en la indigencia, porque el Departamento de Asuntos nativos estaba a cargo de la magra financiación. Pero la esposa de White, Lily, consiguió algodón e hizo ropa para los chicos, además de enseñarles a las chicas un poco de costura. También empezó a cocinar para que la comida fuese más rica. Y todo mejoró, especialmente los dibujos. Durante los siguientes años, algunos de los chicos exhibieron su trabajo en las ciudades e incluso vendieron algunas obras a privados y a publicaciones: ganaron dinero, en especial los adolescentes. En 1949, viajaron a una exhibición en la India. Una mujer británica, Florence Rutter, les compró obra para vender en Europa y Nueva Zelanda. Así, de a poco, el trabajo de los jóvenes artistas se hizo conocer, pero también se dispersó. Y llamar la atención no fue una buena idea: las autoridades nacionales decidieron que ser artistas no era lo que deseaban para los chicos aborígenes porque el arte no iba a ayudarlos a integrarse ni a valerse en la sociedad. Tampoco querían que las malas condiciones de vida se conocieran en el resto del mundo: Rutter solía mencionarlas. Así que en 1950 cerraron la escuela. Los chicos fueron enviados a otras reservas o misiones, o sencillamente lanzados al mundo, a que se las arreglaran como mejor pudieran. Antes de morir, Florence Rutter vendió las obras, que acabaron donadas a la Universidad de Colgate, del estado de Nueva York. Y ahí quedaron, en el olvido, perdidas.

En 2004, un profesor de Colgate invitó al antropólogo John Stanton a ver piezas de aborígenes de Australia Occidental que había en la colección. Estaban en una caja cerrada. Stanton, que conocía acerca de la existencia de la colección, no podía creer que ya no estuviese perdida. Después de un tiempo, fue entregada a la Universidad de Australia Occidental y es la que se ve hoy, de forma permanente, propiedad de la galería John Curtin.


Esta no es una historia de “salvadores blancos”, sin embargo. Después de todo, quién sabe si en su afán de benefactores, quizá pensaron que podían vencer al sistema que oprimía a los chicos y acabaron haciéndoles más daño. La decencia, a veces, debe venir acompañada con astucia cuando el poder es totalitario. Fueron esos docentes y coleccionistas quienes ayudaron a los artistas, sí, pero el talento es sólo de los jóvenes, y el problema hoy es cómo darles el crédito. Muchos fueron identificados. Otros nunca lo serán y sus dibujos, francamente hermosos y sensibles y maduros, están presentados como “artista joven alguna vez conocido por su nombre”. En el video que se proyecta en la sala se cristaliza una de las historias, una de las exitosas por cierto, que también obliga a pensar en todas las que quedaron atrás. Alma Toomath, una de las artistas aborígenes más importante de Australia, se encuentra --ya octogenaria y consagrada y premiada-- con esos dibujos que hizo de chica: los creía perdidos. Llora al verlos. A ella la separaron de sus padres y la enviaron a Carrolup en 1940. Más tarde, su experiencia de vida la llevó a estudiar Bellas Artes, a ganar premios, a mostrar su obra en el mundo. Alma Toomath, la última artista viva conocida de Carrolup, murió en 2021 pero su hija, Kathleen, es la manager de la galería en la Universidad y no sólo se encarga de la difusión, identificación y curaduría –en muchos casos se ven reproducciones, porque los originales están en condiciones frágiles-- sino también de la búsqueda y recepción de obra. No está sola, porque el antropólogo Stanton continúa en el trabajo y también miembros de las comunidades aborígenes.

Sucede que en esa caja que se abrió en Estados Unidos había 70 obras de 17 jóvenes artistas. Faltan muchas. En algunos casos, se las encuentra de las formas más insólitas. Hay fotos de los chicos con sus pinturas, imágenes guardadas por la hija del maestro White. Se los ve sonriendo a cámara con su trabajo frente al lente. Es el caso de Ross Jones –su nombre “blanco”, claro: hay que recordar que se les prohibía también hablar en su lengua--, que posó con su pintura bajo el sol, a los 13 años. Un médico neonatólogo la reconoció cuando vio la imagen: la tenía en su casa y la llevó hasta la Universidad en 2022. El propósito de la galería es, además de ver estas hermosas piezas y entender la historia, hacer un proceso de reconciliación y de verdad. Y esto es fácil de decir, pero es bien difícil hacerlo, porque la retórica y la vida son dos cosas distintas. Sin embargo, ahí están esos paisajes tangibles que vieron ojos de chicos de entre seis y catorce años, chicos solos y traumatizados, separados de todo lo que conocían, capaces de encontrar belleza. Estas obras, sin esfuerzo ni subrayado, demuestran el profundo desprecio que implica separar del arte y la expresión a cualquiera, pero especialmente a personas jóvenes en situaciones de pobreza y desventaja. Porque la capacidad de producir belleza también es una forma de escapar del desamparo.

PD: aquí se pueden ver más obras de los artistas de Carrolup https://www.carrolup.info/gallery/art/

 
 

16 diciembre 2024

Tres claveles rojos para Sendic

 

Por Gustavo Veiga

Página 12   28 de noviembre de 2024

 
Tres claveles rojos reposan sobre su nombre y la estrella amarilla con la letra T de la organización que fundó en 1965. Conviven a la sombra con flores de plástico. Es la foto del instante. Un instante que se vuelve un viaje hacia el pasado. “Al compañero Raúl Sendic”, se lee sobre la tumba del líder tupamaro en Montevideo. Sus restos los repatriaron desde París, donde se trataba la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth que afecta los nervios que controlan el movimiento muscular. El bebe, como le decían, había sido consecuente con el texto de la poetisa Idea Vilariño que musicalizaron Los Olimareños: “Dejo todos los amores que me llenaban la vida, dejé a mi madre querida y a mis hijos los dejé, dejo todo lo que amé, por irme pa’ la guerrilla”. Su paisana y contemporánea murió un 28 de abril igual que él, pero exactamente veinte años después (1989-2009).

Sendic fue un ejemplo de coherencia revolucionaria, de pensamiento y acción a la par. Nunca se rindió hasta que lo hirieron de un disparo que le deformó la cara. Estudió derecho pero le bastó con llegar a procurador. No quiso alcanzar el título de abogado para evitar que lo llamaran doctor. Rechazó ser diputado nacional por el partido socialista y se proletarizó en el campo. Asesoró al sindicato de zafreros de Bella Unión. Perseguido por la policía y terratenientes que habían puesto precio a su cabeza, pasó a la clandestinidad. Hasta que se transformó en máximo referente del Movimiento de Liberación Nacional (MLN).

El día que sepultaron sus restos en el cementerio del barrio montevideano La Teja, miles de uruguayos siguieron a pie el cortejo fúnebre. El auto porta-coronas se hundía en el asfalto de tantas flores que llevaba, como los claveles rojos que hoy lo acompañan. A Sendic lo despidieron en respetuoso silencio, solo cortado por la consigna que entonaba la multitud: “MLN, Tu/pa/maros...”.

El diputado Gabriel Otero, del Movimiento de Participación Popular (la continuidad ampliada del MLN), busca el nicho del Bebe y lo encuentra muy rápido. Va guiado por su conocimiento de ese lugar de peregrinación donde descansan otros orientales ilustres. En el cementerio de La Teja o Paso Molino están Tabaré Vázquez, dos veces presidente del país por el Frente Amplio; su esposa María, su vice Danilo Astori, el militante detenido-desaparecido y profesor de derecho, Fernando Miranda Pérez y el célebre relator de fútbol Carlos Solé.

“Yo creo que lo que más lo unió con el Che fue la acción, sin duda y esa cuestión de la libertad del Che, esa cuestión profunda de buscar la libertad, del bocho propio. Los Tupamaros decimos bocho propio. Todo lo que vos quieras, pero bocho propio. No alienación”, cuenta sobre Sendic y la idiosincrasia del movimiento el diputado Otero, hijo de dos tupamaros y detenido junto a su madre cuando era niño. Entre las crueldades que hacían los militares de la dictadura soportó que lo bañaran con agua fría o no le dieran suficiente comida. Era un plan sistemático de tortura física y psicológica.

Con el Bebe o Rufo --su nombre de guerra-- se ensañaron durante doce años de cautiverio. Contaba el defensor de cañeros, aunque uno más entre ellos, que había pasado “cinco años seguidos con una luz encendida día y noche sobre mí”. Cayó preso el 10 de septiembre de 1972 en la ciudad vieja de Montevideo. Los militares lo monitoreaban agazapados hasta que pudieron atraparlo. Cuando lo detuvieron estaba con su pareja de ese momento, Xenia Itté y otro compañero, Jorge Ramada Piendibeni.

Antes había sido detenido al menos dos veces. La primera ocurrió en 1964, en la provincia de Corrientes, a orillas del río Uruguay. La segunda en Montevideo, el 7 de agosto de 1970. Terminó en la cárcel de Punta Carretas, hoy transformada en un shopping. Pero se fugó junto a otros 105 tupamaros y cinco presos comunes el 6 de septiembre de 1971 después de que la organización guerrillera cavara un túnel durante meses. “Teníamos que hacerlo en el menor tiempo posible”, dice José López Mercao, en el documental Raúl Sendic: tupamaro de Alejandro Figueroa.

Durante el escape de la prisión construida en 1915 y cerrada en 1986, el barrio de La Teja donde fue enterrado el guerrillero resultó un lugar clave en la estrategia de distracción del MLN. Se quemaron ómnibus y como recuerda el escritor Mauricio Rosencof, hoy con 91 años, “sacamos de circulación al 60 por ciento de los vehículos enviados por la policía con clavos miguelito”.

Alguna vez Mario Benedetti, amigo cercano de Sendic, le permitió ocultarse en los ’60 en el departamento donde escribía de la avenida 18 de Julio. También le dedicó Todos conspiramos. En un extracto del texto se lee: “estás solo o con pocos que estás contigo mismo y es bastante porque contigo están los pocos muchos que siempre fueron pueblo y no lo saben/ qué bueno que respires que conspires en esta noche de podrida calma bajo esta luna de molicie y asco/ quizá en el fondo todos conspiramos/ sencillamente das la señal de fervor la bandera decente con el asta de caña pero en el fondo todos conspiramos...”.

El jefe guerrillero había nacido en el paraje rural de Chamangá, en el departamento Flores, donde se había instalado su familia de origen vasco francés. El “antihéroe que no hacia alarde de sus virtudes”, según Eduardo Galeano, el justiciero, el que no dudó un instante en vivir entre cañaverales junto a sus “peludos” --los trabajadores de la zafra que concientizó y acompañó en sus luchas--, el defensor de la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA), el que se ocultaba de casa en casa, de monte en monte; el que cruzaba la frontera con Brasil hacia Sant’Ana do Livramento cuando estaba cercado, el que se formó leyendo a Marx, Lenin y Rosa Luxemburgo, el que fue atendido en Cuba de su enfermedad antes de morir en París.

Sendic, el hombre de pocas palabras pero convicciones irrenunciables, todavía está marchando por las tierras campesinas reclamadas como la primera vez en 1964.

13 diciembre 2024

PROGRAMA EL TREN DEL MARTES 10 DE DICIEMBRE DEL 2024

 

El martes 10 de diciembre del 2024, se subió a EL TREN, en la segunda hora, el periodista, escritor Hugo Muleiro. Fue secretario de redacción de DYN (Diarios y Noticias) y ANSA, y jefe de redacción y luego director periodístico de Télam. Se especializó en temas internacionales, en particular los referidos a América Latina. Es autor de Palabra por palabra, estructura y léxico para las noticias (2002), Al margen de la agenda. Noticias, discriminación y exclusión (2006); de Los Garcas (2013) y Los Monstruos (2016), ambos con Vicente Muleiro. Participó de La esperanza insobornable. Rodolfo Walsh en la memoria (2017). Entre otras actividades, colaboró con UNICEF en encuentros y seminarios sobre el tratamiento periodístico de niñez y adolescencia, en varios puntos de la Argentina y en otros países. Publica análisis sobre comunicación en varios medios nacionales y extranjeros. Un viaje sobre diversos aspectos de la realidad. Algunos comentarios: “Hoy “Los Garcas” serían Elon Musk y Marcos Galperin”; “Estamos viviendo un capitalismo no productivista”; “ La clase un cuarto es la clase media baja”; “La clase media baja apoyó a Milei”; “Estoy viviendo una situación anímica desfavorable”; “ Me pregunto si nuestro lenguaje de hoy es el apropiado para seducir”; “ Hay en las radios conversaciones como si estuvieran en un bar”; “Se observa la pérdida de un sentido de lo colectivo”, “El meritorio pronunciamiento de Florencia de la V”. Algunas preguntas: ¿Como te hiciste periodista? ¿Que referentes reconoces en la profesión? Apenas algunos de los temas y preguntas.
En la primera hora se mencionó y analizó la valentía de la científica Valeria Edelsztein, denunciando al recibir un premio en la Embajada de Francia la política del gobierno nacional de destrucción de la ciencia argentina, señalando a uno de los responsables presente, el Presidente del Conicet, el médico veterinario Daniel Salamone. Se analizó como diversos sectores son disciplinados por el miedo que infunde el Presidente hacia dentro de su gobierno y hacia afuera. La necesidad de conformar un frente de lucha de todos los sectores afectados. El testimonio de Rafael Bielsa. Un recuerdo de como se terminó con la viruela en el mundo y mucho, muchísimo más. Y en medio de cierto clima de desmovilización tener presente una frase memorable de Mahatma Gandhi: “Mañana tal vez tengamos que sentarnos frente a nuestros hijos y nietos y decirles que fuimos derrotados. Pero no podremos mirarlos a los ojos y decirles que viven así porque no nos animamos a pelear.”       
         
Súbanse a EL TREN, desde el andén de sus domicilios





 El TREN, UNA VOZ DIFERENTE PARA ESCUCHAR, REFLEXIONAR Y DISCUTIR   



12 diciembre 2024

LA COBARDIA ARRODILLADA ANTE EL MIEDO*

 

El miedo es un excelente disciplinador. El gobierno usa un arsenal de armas primitivas y otras sofisticadas. Algunas claramente expuestas, como el protocolo de Patricia Bullrich que logró quitarle las calles de la Ciudad de Buenos Aires a los piquetes, con una represión intensa e indiscriminada. Provocando para luego reprimir…deteniendo al margen de las disposiciones legales…gaseando con total irracionalidad, y luego negando los atropellos filmados. Y así, antes y después de los hechos, no habrá miramiento para que se mienta descaradamente sobre los hechos evidentes: ante cada acción del gobierno, la falsedad de las argumentaciones reducidas a meros pretextos, brilla con una luminosidad que encandila.

Los trolls pagados por el oficialismo y ubicados en la Casa Rosada, son brigadas mediáticas que insultan, degradan, provocan y que como pirañas se arrojan sobre sus víctimas. Con información de los servicios de inteligencia exponen domicilios particulares, conformaciones familiares, hacen escraches, y siembran un terror moderno. El Presidente que en la mayor parte de sus 53 años convivió con la calificación de “Loco”, aprovecha ese terreno neblinoso y oscuro entre serlo y parecerlo doblegando a poderosos y débiles. Empresarios millonarios a los que representa y favorece, temen quedar bajo el fuego entre escatológico y denigratorio que el Presidente maneja con una fluidez que no tiene en su discurso general saturado de “digamos” y “o sea”. Anécdotas diarias reflejan el temor ante la conducta de una persona con evidentes desequilibrios y con caprichos infantiles.

Sucedió hace unas semanas en la Cámara Argentina de Comercio. El Presidente se preparaba para hablar cuando se enteró que entre cerca del millar de concurrentes se encontraba invitado el economista ultraliberal Roberto Cachanosky, que hace unos años encontraba el origen del fracaso argentino en el artículo 14 bis de la Constitución que nunca se aplicó. Cuando Milei se enteró, se desequilibró y empezó a gritar: “Que se vaya o yo no hablo.”  Natalio Grinman, el Presidente de la Cámara Argentina de Comercio, un furioso mileista, se acercó a Cachanovsky con el que tiene una excelente relación y le pidió que se retire. La cobardía siempre está vestida de indignidad.
 
El periodista Marcelo Bonelli escribió en Clarín el 15 de noviembre: “En Camarco (Cámara Argentina de la Construcción) existe un borrador de documento “muy crítico”. Pero aún se desconoce si pasa el filtro de la “prudencia y temor” de los hombres que lidera Gustavo Weiss. Le tienen pánico al azote de Milei.”
 
Son los mismos empresarios que en el 60° aniversario de IDEA, acordaron hacerlo bajo la consigna: “Si no es ahora, cuándo”. Como el poder económico es heterogéneo, hay sectores perjudicados que celebran un triunfo ideológico que soñaron siempre. Y hasta pueden arrodillarse ante el Presidente que impulsaron y sostienen.
 
En la UIA, cuyo presidente es el abogado Funes de Rioja en cuyo estudio se redactaron partes fundamentales de la Ley Bases, busca el apoyo presidencial sin comprender claramente el prístino relato de Milei que ignora a la industria y que dijo en su día el 2 de septiembre: “Promediando la mitad del siglo pasado la industria quedó subordinada a la sobreprotección del Estado y eso generó una relación de tutela viciosa que arrastramos hasta el día de hoy….La consecuencia es que, para proteger a la industria, se le robó al campo, y esa protección lo único que generó es un sector industrial adicto al Estado. Esta es una de las raíces de las crisis económicas estructurales que padecemos desde hace tantas décadas”.
 
A su vez Funes de Rioja, antes miles de Pymes que han cerrado, expresó en la línea Milei: “Tampoco en el Titanic había botes para todos”  

Fueron los más ricos empresarios que pagaron entre 25 y 40.000 dólares para participar de la cena y hacerles genuflexiones al anarco capitalista y a su ideólogo medieval Agustín Laje Arrigoni, en la que se celebró el nacimiento de la Fundación El Faro. Algunas de las declaraciones que ha hecho este abanderado de la batalla cultural: “Acá se ha dicho que el liberalismo es el respeto por el proyecto de vida del prójimo. No estoy de acuerdo. Uno es liberal y por eso no tiene que intervenir en lo que hacen los demás. Pero, ¿por qué yo tendría que respetar a un cerdo comunista como Diego Maradona? ¿Por qué yo tendría que respetar el proyecto de vida de un tipo como Florencia de la V?”. “Hay un mito que dice que los homosexuales están felices con su condición. Es un mito. Hay muchos homosexuales que no quieren serlo, porque no se condice con su proyecto de vida. Muchos quisieran tener una familia biológica. Hay homosexuales que no están cómodos con el ambiente LGBT por promiscuos. Es un ambiente de mucha enfermedad. El 80 por ciento con VIH son homosexuales cuando solo el 4 por ciento de la población mundial es homosexual. Entonces, si yo tuviese un hijo homosexual, trataría de buscar ayuda en terapias que han tenido mucho éxito y lamentablemente, en otros casos no”. Sobre las Madres de Plaza de Mayo y sobre la represión ocurrida durante la dictadura militar. “Estas viejas de mierda son unas viejas hijas de puta. Eso es lo que son. Criaron chicos para matar y cuando a esos chicos los mataron fueron a llorar estas viejas hijas de puta. No sé si se dan cuenta de lo que estoy hablando. Criaron chicos para matar, para poner bombas, para secuestrar, para torturar. Y una vez que con toda justicia les mataron a esos hijos —con toda justicia, porque el mejor terrorista es el terrorista muerto— cuando con toda justicia terminaron con la vida de estas basuras humanas, que fueron los terroristas que mataron, torturaron, asesinaron, estas viejas salieron a llorar derechos humanos: lloraron derechos humanos”.  El escritor Sergio Olguin escribió en Página 12: “Si los empresarios más ricos y poderosos del país están apoyando con dinero a la Fundación Faro que preside el ultraderechista Agustín Laje, intelectual orgánico de Milei, entonces el establishment está bancando un gobierno fascista”
 
Entre otras cosas el Presidente dijo: “Si no damos la batalla cultural, nos va a pasar lo que pasó en todo el mundo en los 90: una explosión de libertad y, luego de esa explosión, los zurdos volvieron a tomar todo el mundo y lo hicieron con muchísima más fuerza …. Para eso necesitamos formar líderes y evangelizarlos, que lleven las ideas de la libertad a cada rincón del país y disputarle el campo de las ideas a la izquierda. Ellos vienen educando a la sociedad de hace 80 años. Así que estamos 80 años atrasados” … “En el mismo sentido, toda la casta global lloró la humillante derrota de la comunista Kamala Harris, - sí, ¡comunista Kamala Harris! - mientras que La libertad Avanza ve con esperanza, como el resto de las personas de bien, una segunda presidencia de Donald Trump”. Para nosotros, hay un lema: nada es imposible. Nada es imposible; nosotros lo estamos haciendo posible porque no solo que sabemos lo que hay que hacer y cómo hay que hacerlo; además, sobre todas las cosas, tenemos el coraje” ….  …. Rafael Bielsa, ex Canciller de Néstor Kirchner y ex Presidente en la Corporación América  donde el economista fue empleado y al cual conoció muy bien ha declarado: “Una cosa es ser guapo y otra muy distinta hacerse el guapo”    
 
La cobardía se ha expandido como la pandemia. Los legisladores insultados, vituperados, denigrados, terminan votando a favor de un Presidente bajo el eufemismo “de darles las herramientas para que pueda cumplir sus objetivos.” Finalmente le dan con sus actitudes y votos, verosimilitud a la calificación de ratas. El diputado radical Rodrigo de Loredo es un maestro de la hipocresía en argumentar en un sentido y votar en el contrario. El gobernador radical Gustavo Valdés justificó los improperios contra Ricardo Alfonsín atribuyéndolo a “la frescura de Milei” Los gobernadores peronistas de Tucumán y Catamarca se doblegaron velozmente a las presiones libertarianas. El Congreso que sancionó la Ley Bases con incentivos oscuros que el futuro los develará, así como empieza a revelarse en el caso del senador entrerriano Edgardo Kueider, permanece cómplice sin derogar el DNU 70/2023 con el que Milei empezó a resetear el país en una planificada tarea de demolición. Mientras que la Corte Suprema de Justicia de la Nación no termina de pronunciarse sobre la inconstitucionalidad de dicho DNU. Ahí la indignidad orientada siempre a favor de todos los oficialismos parece tener adjudicado un asiento permanente.  Por otro se le da total libertad al endeudador serial Luis Caputo, derogando una ley con el DNU 864/2024 que impedía canjear deuda en pesos por dólares, subir el monto adeudado, aumentar la tasa de los intereses pagados, o acortar los plazos. Si finalmente sale una ley en defensa de los intereses populares, como el incremento del presupuesto universitario o el aumento a los jubilados, el presidente las veta, y el Congreso lo convalida, retrotrayendo su aprobación.
 
Para administrar la irracionalidad a su antojo, todo hace suponer que el gobierno decidió manejarse durante el 2025 con el mismo presupuesto de 2023 y que fuera enviado en septiembre del 2022.   
La democracia empieza a ser una ficción, superando sus versiones más demacradas.  
 
La CGT mantiene una prudencia extrema, cree que puede dialogar con un gobierno que solo admite en la mayoría de los casos la imposición y hasta omite comunicados críticos ante el permanente cierre de empresas y la desocupación creciente.
 
El periodismo, aun medios que apoyan las políticas presidenciales, reciben diariamente una catarata de insultos y denuncias generalizadas realizadas al voleo, logrando en muchos casos amedrentar.  
Las organizaciones sociales en medio de reclamos alimentarios crecientes, carecen de la capacidad de movilización de épocas más benignas.
 
La hermana-jefe Karina maneja con sinuosidad el miedo. La periodista Victoria Di Masi, autora de la única biografía publicada hasta ahora sobre la hermana presidencial escribió: “Su técnica es inspirar el miedo. Miedo, sin hablar. Nunca frena los rumores, los deja correr. Si no estás alineado con ella, te empieza a pegar. ….colecciono frases de personas a las que quise entrevistar para este trabajo: “Preferiría no hablar, gracias por haberme tenido en cuenta”; “En la oficina, no. Bar tampoco. Mirá si nos ven. En una plaza, mejor”. “¿De El Jefe? Paso”; “Por teléfono no. Creo que me escuchan”. Ante la insistencia de encontrarnos para hablar para esta investigación, algunos dejaron de responder o directamente me bloquearon en WhatsApp…….Contradecir a Karina es ponerle la espalda al látigo del disciplinamiento político…Las indicaciones de Karina son, en esencia, órdenes”
 
Si a esto se suman los más de 95 funcionarios de primer orden echados sin anestesia en un año por Milei, se comprende perfectamente el temor, el miedo rayano en el pánico que campea entre sus colaboradores.

IMPOSIBLE SER INDIFERENTES 
 

Periodistas con acceso a la intimidad presidencial, medios favorables como Clarín y La Nación, adelantan informaciones gravísimas, alarmantes, sobre los proyectos presidenciales con una repercusión nula. El periodista y columnista de La Nación Jorge Fernández Díaz,  el 10 de noviembre escribió, ante la indiferencia generalizada: “De hecho, fuentes del Triángulo de Hierro se han ocupado en deslizarles a algunos de los más notorios cronistas del país que el eventual triunfo del plan de estabilización financiera y monetaria –si superara sus inconsistencias pendientes– y una consecuente reactivación vigorosa –si de verdad se sintiera a gran escala y en el bolsillo–, habilitarían la chance de avanzar a paso redoblado sobre el sistema político e institucional. Desembozadamente le han dicho a Jorge Liotti (La Nación) que buscan crear ahora una hegemonía libertaria, y que esta incluiría una reforma de la Constitución nacional; le han contado a Santiago Fioriti (Clarín) que la consigna presidencial interna se traduce en el reconocido lema “es ahora y es con todo”, y le han revelado a Claudio Jacquelin (La Nación) su intención de establecer “un nuevo orden”. Este maximalismo triunfalista, que sin embargo se traduce en fría determinación y se cocina a fuego rápido en la Casa Rosada………”  Santiago Fioriti, con acceso a la intimidad presidencial escribió el mismo día: “Javier Milei exacerba su compulsión por el ajuste. Lo que a otros políticos les hubiera dado vergüenza explicar -una reducción del déficit de más de cinco puntos del PBI en un año, por ejemplo-, a él le fascina. Hace una puesta en escena permanente. “Ustedes son el combustible para que yo me levante feliz todos los días”, les dijo a los funcionarios y empleados del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado…. El Presidente repasó en ese ámbito varias iniciativas por las que, cree, la motosierra y el achique del Estado solo pueden derivar en un despegue de la economía. El estilo presidencial, provocativo, audaz y por momentos salvaje, se mantiene aún en reuniones íntimas, donde no hay necesidad de convencer al otro. Hace unos días, frente a un interlocutor con el que se reúne de modo espaciado pero a solas, Milei lanzó una aseveración que dejó perplejo al invitado: “Con lo que hicimos hasta ahora, ya somos la mejor presidencia de la historia”
 
Desde otra vereda ideológica el escritor Sergio Olguin escribió en Pagina 12 el 23 de noviembre: “Cuando Milei asumió podría haberse acercado a alguna forma de la derecha tradicional pero prefirió extremar su postura, exacerbar los discursos de odio, atacar sistemáticamente la lucha de las mujeres y de los colectivos LGTBIQ+, vanagloriarse de reprimir trabajadores o a jubilados. Increíblemente, nada de eso es suficiente para que se enciendan las alarmas ciudadanas. Como nunca en los últimos meses hay signos gravísimos de que La Libertad Avanza quiere convertirse en el Fascismo Avanza”. A la derecha del PRO, los libertarianos la califican de “derecha cobarde”
La extraordinaria psicoanalista Silvia Bleichmar, fallecida tempranamente en el 2007, sostenía: “La indiferencia es otra forma de la crueldad”    


UN GOBIERNO EXTRAVAGANTE E INSÓLITO


Un gobierno mezcla de conservadorismo medieval, mesianismo religioso y escuela austríaca, donde el presidente viene a terminar con un presunto empate entre dos modelos, optando decididamente por una economía de enclave y con la antigua idea tan apetecible de sepultar al peronismo. Que en un año ha realizado una eficiente tarea de demolición de todo lo que implique una Argentina moderna. Con una crueldad exhibida y ostentada.  Aumentando la pobreza en seis meses más que la suma de los gobiernos de Macri y Fernández en ocho años. Haciendo un ajuste sobre los jubilados y cuando lo reducen a la extrema pobreza le sacan los medicamentos. Que es capaz de autorizar de privar de agua a los hogares por falta de pago, de no proveer de medicamentos a los enfermos de cáncer y de VIH entre otros, suspender la entrega de alimentos a los comedores, someter a vejámenes a los discapacitados, ir contra las distintas manifestaciones culturales desde los libros al cine, estrangular financieramente a la ciencia, las universidades y la salud, yendo por la privatización de los hospitales, poniendo bandera de remate a las riquezas nacionales. A ello se suman índices incontrastables: la mayor caída en el consumo de carne, la leche y del pan del que se tenga registro, una recesión superlativa, caída del PBI, la industria trabajando a niveles de la pandemia.  Según el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, en el tercer trimestre de este año el hambre afecta al 28% de la población, y está en su mayor nivel en 20 años, y sólo la desindustrialización llevó la pobreza del 7 al 20%”   
 
La fortaleza del gobierno está potenciada por la debilidad y desconcierto de la oposición, en donde parece que había un escenario de cartón. “Juntos por el cambio” están más que desunidos, desintegrados, y la bandera del cambio sostenido por la restauración conservadora la tiene ahora La Libertad Avanza que deglutió al PRO, dividió a un radicalismo revolcado en sus miserias y sumió en el desconcierto, la impotencia y algunas fracturas al peronismo. Todo ello concretado por un outsider novato que odia a la política y que domina la cancha levantando de enemigo a la casta cuya definición conceptual es funcional a si se alinean o se oponen a Milei.  
 
El gobierno ha logrado con trucos y mentiras bajar la inflación, tener superávit fiscal, recuperar las calles públicas de los cortes, y fortalecer la moneda. Con eso está en condiciones actuales de ganar las legislativas del año próximo. Ese respaldo será, de producirse dramáticamente, un cheque en blanco para acelerar aún más la demolición que se propone. El intelectual, ensayista y teórico  marxista Antonio Gramsci sostenía irónicamente pero con sabiduría: “La historia enseña pero no tiene alumnos.” Por eso no será la primera vez que en aras de una estabilidad coyuntural, de un dólar prácticamente fijo, se cancela el futuro, se convierte al país en un casino de la timba financiera mundial, se lo endeuda superlativamente, se lo desindustrializa, se regalan las riquezas, hasta que sorpresivamente, como dice sociólogo y ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso: “Cuando esperamos lo inevitable, ocurre lo inesperado”. Sin embargo, es preferible ayudar a la historia con la militancia que en una sabia pancarta decía: “Militar es hacer que lo imposible, sea inevitable”

LA COBARDÍA ARRODILLADA ANTE EL MIEDO





Es todo tan transparente, que resulta insultante lo obsceno de la realidad que se configura. Algo tan sagrado como la libertad es invocada hasta el hartazgo para que quede reducida a la libertad de los poderosos. El licenciado en filosofía Diego Tatian lo ha sintetizado en forma insuperable: “Los poderosos de la Argentina enmascaran como avance de la libertad el retroceso de la igualdad”. Mientras se elimina el impuesto-país que facilita la importación de cualquier cosa, se reduce el acceso de los jubilados a los medicamentos que en un porcentaje se financiaba con el impuesto que se suprime. Mientras en el blanqueo, los héroes de Milei, evasores, fugadores de capitales necesitan solo  necesitaban llenar dos planillas elementales para justificar 100.000 dólares sin pagar un peso y retirarlo al día siguiente del vencimiento que se prorrogó tres veces, el jubilado para acceder a los remedios sin cargo deberá llenar todos los meses un formulario de 64 ítems.

Con los subsidios estatales que recibe anualmente Mercado Libre cuyos cuadros de resultados son muy exitosos, se resolverían las demandas del presupuesto universitario. Por los puertos privatizados del Río Paraná, los héroes de Milei eluden alrededor del 40% de las exportaciones argentinas, alrededor de 32 mil millones de dólares. No es como dice el mitómano del Presidente: “No hay plata”. Lo que no se discute es cómo se incrementan los ingresos, se evitan que se evadan y se cambia la forma de fijar las prioridades y como se distribuyen.

Mientras tanto ni el peronismo, ni la CGT, ni los empresarios afectados, ni las organizaciones sociales, lamentablemente no se reúnen, conforman equipos técnicos, diagraman un plan de gobierno alternativo y responden al arsenal de mentiras, de fake news que envenenan el clima político y social. Hoy se ha llegado impúdicamente a convertir a la verdad en un cadáver y a la mentira en un narcótico.  Es cierto que es imposible mantener un debate con la mayor parte de los libertarianos, profesionales de la provocación, empezando por el Presidente como insultador serial, pero es imprescindible rebatir su falta total de apego a los datos y a las fuentes. Como dice un meme atribuido a la escritora y periodista turca Ece Temelkurán: “Discutir con la ultraderecha es como jugar al ajedrez con una paloma: la paloma derribará las piezas, se cagará en el tablero y luego saldrá volando, atribuyéndose orgullosa la victoria y dejándote a ti la tarea de tener que limpiar la mierda”

Es lo que en otros términos expresó en el 2018, Steve Bannon, jefe de la estrategia de Donald Trump: “La verdadera oposición son los medios de comunicación. Y el modo de lidiar con ellos es inundar la zona de mierda” En ese territorio donde entran afirmaciones descabelladas, mentiras superlativas, datos públicos del INDEC que el Presidente y sus funcionarios tergiversan sin la más mínima vergüenza. Lo que el consultor y académico Alfredo Serrano Mancilla denomina con notable precisión como “cualquiercosismo”. 

En este tiempo tan adverso, donde la cobardía se arrodilla ante el miedo, tengamos a mano la reflexión de Mahatma Ghandi que enfrentó y venció al imperio británico: “Mañana tal vez tengamos que sentarnos frente a nuestros hijos y nietos y decirles que fuimos derrotados. Pero no podremos mirarlos a los ojos y decirles que viven así porque no nos animamos a pelear.”    
            
9-12-2024

*Publicado en La Tecl@ Eñe, Diario Registrado





07 diciembre 2024

Quemar el cielo

 Por Raquel Robles
 
 Página 12  7 de diciembre de 2024 
 
 
 “A lo ancho del ensangrentado atardecer de septiembre, resultado de los sesenta y dos días pasados sin que lloviera, se propagó como el fuego en la sequedad de la hierba… el rumor, el cuento, lo que fuera.” Así comienza Septiembre seco de William Faulkner.
Hace tiempo que pienso en la memoria y en cómo recordar “lo que nos pasó” se ha convertido en hacer presente sólo la brutalidad del enemigo. “Lo que nos pasó” no es, en las retóricas de la Memoria (así, con mayúscula), la historia de los intentos de nuestros pueblos por cambiarlo todo. Y en esa historia, larga, sinuosa, con aciertos, con metidas de pata épicas, con victorias hermosas y cantidades ingentes de paciencia, siempre hay chispas, sucesos que parecen sin envergadura que encienden el fuego en la sequedad de la hierba de la opresión. A las pruebas me remito.
Hace unos meses fui a Roca–Fiske Menuco. Esa provincia que, como todo el país según hemos descubierto en los últimos tiempos, se debate entre homenajear a un genocida –Julio Argentino Roca- o al pueblo que lo resistió. Cuando llegué hacía un frío húmedo, feo, desalentador. Llovía sin ganas pero con persistencia. Me recibieron en una plaza, al lado de una placa chiquita, debajo de la estatua de Sarmiento. Una ronda de gente estoica, con pocos paraguas y mucha decisión, me esperaba con un pequeño parlante: querían que escuchara una canción. Querían que se supiera que la Memoria (así con mayúscula) no está sólo en el homenaje a los caídos. “Te vamos a contar lo que pasó en nuestra ciudad”, me dijeron, “en estas mismas calles, acá donde estamos pisando, sucedió el Rocazo.”
Estamos en 1972, Lanusse gobierna el país y Requeijo la provincia de Río Negro. Algo en el aire ya les avisaba que la dictadura empezaba a declinar y que había que renovar el ciclo con un llamado a elecciones. El general de Infantería Roberto Requeijo no quería dejar su sillón y empezó a planificar cómo seguir en el poder siendo electo por sus conciudadanos. Un visionario. Pero Roca era una ciudad que le daba dolores de cabeza. A lo mejor el Poder Judicial le habría dado algún disgusto, o quizás quiso bajarle el compete a la esquiva Roca, y premiar a Cipolletti, la cosa es que decidió desmembrar la Segunda Circunscripción Judicial de Roca creando una sede en Cipolletti. Los jueces, secretarios, y demás funcionarios del Poder Judicial se indignaron, y, aunque no estaban muy acostumbrados a las manifestaciones públicas, se plantaron en la calle a protestar por la decisión. Las fuerzas vivas y poderosas de la ciudad no tardaron en llegarse para apoyar a sus aliados históricos. Y ahí, en ese pajonal seco de la dictadura, de la opresión, de la represión y la quita de derechos, una chispita voló, sin intención de los manifestantes, sin previsión de nadie, voló y encendió y se propagó “el rumor, el cuento, o lo que fuera”. Porque frente a esta anomalía de gente linda y de bien haciendo medidas de fuerza, el intendente de Roca, Fermín Oreja, decidió llamar a una asamblea para resolver el asunto. Error, señor intendente. La asamblea tuvo una convocatoria sin precedentes y, a la gente linda y de bien, se le sumaron estudiantes, trabajadores, y las organizaciones proscriptas pero activas de la ciudad. La cosa se le fue de las manos y el intendente levantó la asamblea y dijo basta para mí, esto es demasiado, así que dimitió sin más trámites. Pero la asamblea no se levantó, sólo cambió de lugar. La gente no cabía, desbordaba por los cuatro costados, y lo del asunto del juzgado descuartizado empezaba a quedar en segundo plano. La decisión unánime fue ir a la sede municipal a intentar conversar con el gobierno, entrar, que alguien recibiera al pueblo y los escuchara. Pero cuando llegaron el edificio estaba rodeado de policías. Muchos policías. Antes de poder pensar en esta configuración que no esperaban, los policías tiraron gases. Gases que hacían vomitar. La gente retrocedió y llenó la plaza de todo lo que habían comido durante el día. El hedor de los gases y de las vísceras revueltas llenó el aire. Gente corriendo, deteniéndose para devolver, gritando. Como un hormiguero enorme pateado por un niño tonto, desde arriba podía verse un desmadre de puntitos dispersándose sin orden ni concierto. Pero entonces alguien se paró en seco. Alguien gritó “hijos de puta”. Alguien hizo correr el estupor y la indignación. ¿Por qué los recibían así, si sólo querían conversar? ¿Por qué habían llamado a policías de otras jurisdicciones si nadie quería violentar a nadie? Entonces, como si lo hubieran conversado en esa misma asamblea en la que nadie había imaginado este escenario, como si una voz los llamara desde alguna memoria dormida, la gente dejó de correr y empezó a caminar hacia la Municipalidad. En el camino las manos iban juntando piedras, pedazos de baldosas, y bronca, mucha, mucha bronca. Esa bronca que se acumula y nadie sabe qué medida tiene hasta que se abre la compuerta y se la deja salir. Los policías que habían pensado que la represión había sido pan comido, de pronto se encontraron recibiendo piedrazos. El dimitido intendente, que todavía no podía creer lo que estaba pasando, salió un momento a ver con sus propios ojos en qué había derivado su idea populista de la asamblea: recibió un piedrazo en la frente. La pueblada ya era imparable. Entraron al edificio municipal, pero una vez adentro ya nadie quería parlamentar con ninguno de los sátrapas que venían gobernando. Así que se tomó la decisión de armar un gobierno colegiado, y así se formó la Comisión Provisoria de Gobierno Municipal. La integraba un representante de cada una de las fuerzas vivas de la ciudad. Un gobierno formado por sindicalistas de cada uno de los sindicatos con sede en Roca, de estudiantes de la universidad, de empresarios, miembros de cada partido político, organizaciones de los barrios… No faltaba nadie. Inmediatamente la Comisión Provisoria sancionó el “Decreto Nº 1”, en el que anunciaba que el pueblo de General Roca había “retomando su soberanía” y convocaba a luchar por la destitución del gobernador militar Requeijo. Era la noche del 30 de junio de 1972. Los días que siguieron las calles se llenaron de gente apoyando a su nuevo gobierno popular. “Durante cinco días se sostuvo este gobierno colegiado, el 6 de julio la Comisión tuvo que seguir gobernando desde la clandestinidad porque nos invadieron las fuerzas de seguridad. En una población de treinta mil habitantes, de pronto tuvimos 2000 gendarmes.” Se hace un silencio en la plaza y volvemos a tomar conciencia de que nos estamos mojando, de que pasaron 52 años, de que nos pasó un camión con acoplado por encima desde entonces. “Acá tomaron el poder entonces”, digo yo, y me asombro de mis propias palabras. No puedo creer haber llegado hasta acá sin conocer esta historia. Sabemos que ha habido Cordobazos, Rosariazos, Tucumanazos, y un contundente etcétera, pero no tenía la menor idea de que en alguna de esas puebladas hubiera sucedido algo tan asombroso, tan increíble, tan mágico como que los representantes del pueblo, los verdaderos, no los que la rosca nos encaja como opciones en cada elección, hubieran tomado el poder y gobernado durante cinco intensos días. En el parlante suena la canción que habían traído para escuchar. Es parte de la Cantata que compuso uno de sus protagonistas y que tuvo su función única en el teatro del pueblo para el 50 aniversario de este hito de la lucha popular.
“No se oía un solo movimiento, nada, ni siquiera un insecto. A oscuras, el mundo parecía yacer abatido bajo la luna fría y las estrellas sin párpados.” Termina Septiembre seco de William Faulkner. Así parecemos estar ahora. Abatidos en un mundo en el que no vuela ni un insecto. O los que vuelan, vuelan dispersos, espasmódicos y se queman en las lámparas de la frustración. Jubilados que lloran contra los escudos de policías, médicos que hacen RCP en la Plaza de Mayo, marchas enormes por la universidad pública, sillas con nombres de trabajadores que faltan en todas las oficinas del Estado… Nada parece hacer despertar al gigante dormido. Estoy segura de que la gente paqueta que aplaudía en la calle sin saber cómo rimar cantitos, no imaginó que su protesta iba a derivar en una asamblea ocupando el lugar del intendente. Juntemos nuestras pequeñas piedras y frotémoslas una contra la otra. La Memoria (así con mayúscula) está llena de estos pequeños cantos rodados. Nunca se sabe cuál es la chispa que puede encender la paja y quemar el cielo. Frotemos, frotemos. No dejemos de frotar.