25 enero 2014

NO JUGAR AL EMPATE



En el fútbol es conocida la aseveración que los que juegan al empate, en general pierden. Barcelona, el equipo de Messi, ha hecho historia manteniendo la pelota en su poder y teniendo como idea fija el arco de enfrente. El gobierno kirchnerista tuvo el control del juego y fueron sus momentos más recordables cuando pasó a desarrollar un juego muy ofensivo a partir de la debilidad inicial del 22% del electorado y luego de la derrota parlamentaria en la votación de la resolución 125 y de la política en las elecciones parlamentarias del 2009. Cuando se adueñó del mediocampo que es equivalente a tomar la iniciativa y fijar agendas; cuando el público (la ciudadanía) percibió que la política le cambiaba su vida cotidiana; cuando sintió que los jugadores le estaban dando satisfacciones por encima, posiblemente, de sus propias expectativas, la respuesta favorable fue contundente. Cuando se gobierna bien, es decir cuando se juega bien, es indefectible la reacción del adversario, que hace infracciones alevosas, con árbitros  que muchas veces  convalidan goles en off-side o realizados con la mano, pero aún así terminan derrotados.
Cuando el gobierno concentra buena parte de su fuego en críticas a los que agarran de las camisetas, usan alfileres para agredir adversarios, realizan un trabajo psicológico de desestabilización emocional,  influyen sobre las decisiones de los árbitros y se desconcentra de la posesión de la pelota, pierde la posibilidad de intranquilizar a la defensa y el arquero adversario  con jugadas originales y sorpresivas, comienza  un declive que termina generalmente con un retroceso hacia el propio campo, intentando mantener el resultado obtenido y tratando sólo que el arquero propio no sea vencido.
Ese es el momento que está atravesando el gobierno. Administra una crisis larvada, que no tiene aún la dimensión desaforada de los predicadores del apocalipsis, pero tampoco puede ser minimizada como se hace desde los medios y referentes políticos favorables al gobierno.   
Hay situaciones, luego de una década, que son una acumulación de problemas no resueltos, o insuficientemente atendidos o errores groseros, que van desde la infraestructura ferroviaria y vial, la inflación, el problema de insuficiencia energética en la distribución, la restricción externa, la concentración y extranjerización de la economía, la extensión desmesurada del área sojera, la falsificación de las estadísticas, la brecha cambiaria, la caída de las reservas, la forma inapropiada de la construcción política en el período cristinista, la ausencia de una reforma impositiva integral, el enriquecimiento injustificado de funcionarios públicos, entre otros.
El gobierno ha hecho muchos goles, desde haber recuperado el valor de la política sobre la economía,  a la política de derechos humanos; desde el No al ALCA, a la política de inclusión; desde la disminución rotunda de la desocupación, a los millones que lograron jubilarse; desde una legislación de avanzada en materia de identidad de género y matrimonio igualitario, los estatutos para el trabajador  rural y del  personal de empleadas del hogar, hasta la asignación universal por hijo; desde un Estado estableciéndole límites al accionar del mercado, a la estatización de YPF y Aerolíneas; desde la recuperación de sectores industriales, hasta la política de unión latinoamericana; desde el crecimiento notable del PBI, a la mejoría en la distribución del ingreso. Todo ello en un listado de medidas absolutamente enunciativo y limitado, goles que han permitido amortizar positivamente el listado de los recibidos en contra.
La cancha donde se juega, más allá de lo mencionado, es un plano inclinado como le sucede a todo gobierno que entra en los dos años finales de su mandato.  En este caso se agrava porque hay sectores del poder económico que quieren dar una lección para que una experiencia como la actual no pueda repetirse.  A su vez, el kirchnerismo no ha logrado vertebrar una sucesión lo que potencia su debilitamiento.      
EL PARTIDO QUE SE ESTÁ JUGANDO
Es altamente probable que ninguna de las alternativas políticas  actuales con posibilidades ciertas, solucionaría el listado de los errores, de los déficits gubernamentales y es muy posible que anularía, limitaría o deterioraría muchos de los avances conseguidos.
La ofensiva de los sectores concentrados, de los medios dominantes, de los referentes políticos opositores alertan desde un “rodrigazo en cuotas” a una convocatoria a elecciones anticipadas.
La situación económica actual sigue siendo auspiciosa pero es cierto que hay fuertes nubarrones en el horizonte. La derrota política, no electoral, de octubre, sumado a los problemas de salud de la presidenta, y una larga retahíla de errores, ha producido una erosión del poder político que actúa muy desfavorablemente sobre los problemas económicos. Estos configuran un laberinto, siendo  mucho más preocupante que la foto actual, el desarrollo de la película.
El control de cambio extendido fue necesario para parar la fuga de capitales que el gobierno de Cristina Fernández soportó desde sus inicios. Pero el mismo, al tiempo que paró la salida, terminó cerrando toda posibilidad de ingresos de capitales. El atraso cambiario empezó a afectar a las economías regionales fundamentalmente y fue perdiendo paulatinamente la función de anclaje de la inflación junto con el congelamiento de las tarifas de los servicios públicos  por lo que se decidió una actualización del tipo de cambio oficial con una tabla de devaluación programada que indudablemente produjo una retención de exportaciones y un adelantamiento del pago de las importaciones. Las consecuencias negativas contradicen los objetivos perseguidos.  Para tener un panorama del atraso cambiario basta señalar que del 2007 al 2011 la inflación anual promedio fue de alrededor de un 18% y el tipo de cambio se actualizó en un 7%. En el 2012 la brecha se incrementó en unos 10 puntos. En el 2013 la distancia anual se acortó.
A su vez la brecha cambiaria actual que fluctúa ente el 60 y 70% acentúa la sobrefacturación de importaciones, la subfacturación de exportaciones,  el contrabando y la triangulación desde donde se pueden entender incrementos inexplicables de las exportaciones de soja de Uruguay y Paraguay.
He venido sosteniendo que la brecha cambiaria  no puede ser analizada por la pequeñez del mercado marginal del dólar (lo que es cierto), pero lo que se omitía incluso desde los técnicos y periodistas  económicos favorables al gobierno, es que dicha cotización influye sobre la totalidad de la economía en su nivel macro y micro.
Ningún capitalista va a realizar una inversión trayendo dólares para que se liquiden los mismos al cambio oficial, cuando la brecha con el marginal tiene semejante magnitud. El gobierno, preocupado por la falta de ingresos de dólares y la sangría sobre las reservas por las amortizaciones de la deuda y pagos de intereses, ha establecido en los hechos cambios diferenciales para superar esta traba, para los exportadores que retienen exportaciones y para inversiones como las de Chevrón. Pero esto se concreta en un clima de corrida cambiaria, que inutiliza el instrumento, ante la expectativa que el gobierno tenga finalmente que claudicar con el golpe de mercado en desarrollo.
Medidas que en otro escenario hubieran sido altamente positivas, realizadas en este contexto quedan esterilizadas.
La falta de timing político, tomando medidas adecuadas entre agosto y octubre del 2013, cuando se debían haber hecho no más allá de marzo, impidieron evitar una derrota política. En economía está pasando algo similar. Por eso, hoy resulta complicado encontrar una batería de medidas que revierta la situación.


El periodista Alfredo Zaiat en Página 12 del 19-01-2014 expresa una preocupación no frecuente en sus muy buenas columnas; propone: “Si el objetivo del equipo económico es tratar de reorientar las expectativas sobre el tipo de cambio y restringir la corrida, para seguir con una política expansiva, es esencial no quedar atrapados de la especulación de los privados. Más aun cuando los grupos empresarios juegan con el horizonte de los últimos dos años del gobierno de CFK. El dólar es una variable política, además de económica y financiera. Mejorar la rentabilidad relativa de los pesos en manos de la población con capacidad de ahorro, desacelerar el ritmo de devaluación, cerrar frentes aún abiertos por el default y aliviar la cuestión financiera refinanciando vencimientos, dado el bajísimo nivel de deuda pública en dólares en manos privadas, como estrategia para frenar la fuga y achicar la brecha, tiene un costo más bajo que el de una recesión por una fuerte devaluación.”
Como en economía toda decisión tiene consecuencias, “mejorar la rentabilidad relativa de los pesos en mano de la población” aumentando las tasas de interés, debería, en este contexto alcanzar niveles de alrededor de un 30% o más, lo que afectaría el nivel de actividad económica. Además la velocidad de la crisis incipiente y el poderoso síndrome dólar que afecta al argentino medio ligado a  su memoria histórica, convierte en inofensivas las propuestas de Zaiat. 
Esta tormenta veraniega se produce en un escenario donde la deuda externa tiene la menor incidencia con relación al PBI, con un consumo que aún no se ha restringido, con expectativas hasta hace unos días de un crecimiento económico para el presente año, con el índice de desocupación más bajo de las últimas décadas, con niveles de exportación aún no afectadas en forma intensa por el atraso cambiario.  
La inflación ha sido una de las causales de las dos derrotas políticas del 2009 y 2011. El gobierno, decidió sacarla de la agenda pública durante mucho tiempo. Desde hace unos 18 meses,  decidió afrontarla con congelamientos de precios primero y precios cuidados ahora. La última medida instrumentada por Guillermo Moreno con los supermercados, dejó en manos de éstos la conformación de la lista, lo que llevó que poblaran las mismas con productos sin salida. Ahí pululaban las cremas de mano y era muy escasa la variedad de artículos imprescindibles como arroces y fideos. Rápidamente quedó como un intento fallido. Ahora los precios cuidados, pensados en analizar los costos de la cadena de comercialización, un verdadero talón de Aquiles, es una medida correcta y adecuada. Pero se la instrumenta convalidando la mayoría de los precios vigentes en las góndolas de un reducido número de artículos, lo que ha producido un salto inflacionario considerable. La idea que conformado el colchón, los supermercados respetarán lo acordado, es una ingenuidad que desconoce que los tigres se ceban con la sangre, en este caso con el incremento de su tasa de ganancias. Si no hay sanciones, es imposible un acuerdo de caballeros porque el interlocutor privado carece en lo más mínimo de ese atributo. 
El problema adicional es que la disparada del dólar oficial probablemente esterilice rápidamente la  política adoptada, plausible en el aspecto de ir a la conformación de los precios en la cadena de comercialización, donde anida una parte importante del problema inflacionario. 
EL PLAN PROGRESAR        


Después de mucho tiempo, el gobierno tomó una medida extraordinaria que apunta hacia unos de los sectores más débiles de la población. Esto es precisamente sacar un conejo de la chistera que parecía haberse quedado sin conejos. Esto es adelantar el equipo tomando la iniciativa, pensando en el arco rival. Dejar de jugar al empate.
Una vez dicha y aplaudida calurosamente la medida, analicemos la situación para que la notable decisión no quede esterilizada.
El barco está en medio de una fuerte tormenta veraniega. Aún en medio del intenso viento en contra que obstaculiza la marcha, el gobierno intenta rescatar del mar a los caídos y abandonados a la intemperie, la franja de los ni-ni entre 18 y 24 años. `
Para que los excluidos suban al barco, es necesario que el mismo no encalle. Hay que buscar en el radar los caminos adecuados de salida,  y en la concientización y movilización de la mayoría de los pasajeros el apoyo necesario. Para ello es necesario presentar el panorama con claridad y precisión.
En ese aspecto la presencia activa de Cristina Fernández es fundamental, con la participación de un gabinete capacitado y audaz, del que el actual tiene varios de un nivel considerablemente superior a integraciones anteriores últimas, pero aún está muy lejos de lo deseable y necesario. Es importante que nadie  se sienta menoscabado por pedir colaboración de políticos y técnicos capaces que integran el campo nacional y popular. Como en los diagnósticos médicos complicados, la interconsulta mejora las posibilidades de acercarse al mejor escenario y por lo tanto a la posibilidad de acertar en las soluciones.
Si el barco zozobra en un mar tormentoso pero superable, las consecuencias tendrán un costo desmesurado que se proyectará por un tiempo muy difícil de pronosticar.         
NO JUGAR AL EMPATE
Es fundamental encallar el dólar oficial en el nivel que mejore las exportaciones, dificulte las importaciones innecesarias y  que no aliente la intensificación de la carrera inflacionaria que desactualice aceleradamente lo mejorado a un costo ya pagado.
Sin recurrir a la política  en sus aspectos de esclarecimiento y  movilización, las medidas económicas no encontrarán eficacia en su aplicación.


No olvidar que la economía debe estar subordinada a la política. Pero a su vez la economía necesita ser tratada profesionalmente desde la concepción ideológica asumida. 
No jugar al empate en el campo económico es el equivalente a tomar medidas  como el plan “Progresar” en el campo social. Es difícil. Pero más fácil que cuando San Martín le escribió desde Mendoza a Pueyrredón, en el momento que preparaba el Ejército de los Andes: “…..arreglar el plan que debemos seguir: el tiempo es corto, hay mucho que hacer.”

POSDATA
La nota estaba concluida cuando el gobierno parece convalidar en la mañana del 24 de enero la cotización del dólar oficial que alcanzó en el día de ayer los $8, al tiempo que se regresaría al control de cambios limitado ( conocido tendenciosamente como cepo cambiario) de los primeros meses de instrumentación con una baja del pago a cuenta del impuesto a las ganancias sobre las compras de dólares, incluidas las destinadas a atesoramiento,  del 35 al 20%, siempre que la AFIP de la autorización pertinente. Haber actualizado la paridad cambiaria era necesario, pero como decisión aislada es extremadamente insuficiente y en ese caso su efecto sobre los precios se hará sentir inmediatamente.
Toda medida tomada en frío sin la arquitectura política que implique jugar al ataque y no meramente calmar a los especuladores, sólo será, en el mejor de los casos, una tregua parcial y de  corto alcance. El gobierno parece confundido dando manotazos contradictorios habiendo perdido el control de la mitad de la cancha. La incertidumbre, si no se despeja rápidamente, puede provocar una caída ostensible de la actividad económica.  
 Ojalá se esté en vísperas de un plan amplio y concreto,  aun no explicitado, en la línea nacional y popular, que el autor de esta nota no percibe. 


24-01-2014

18 enero 2014

“LA NACIÓN” CONTRA LA NACIÓN






4 de enero la “Tribuna de Doctrina”  cumplió 144 años de absoluta coherencia: siempre del lado del poder económico; siempre en contra de los intereses populares. Al decir de Homero Manzi, su fundador, Bartolomé Mitre, fue “el único de los héroes de la historia oficial que dejó un guardaespaldas para custodiar su memoria y su obra”. En la guerra de la Triple Alianza, cuyos ejércitos comandó, exterminó a dos tercios de la población paraguaya. “Antes del inicio de la guerra su población era de 1.300.000 personas. Al final del conflicto, sólo sobrevivían unas 200.000 personas. De éstas, únicamente 28.000 eran hombres, la mayoría de las cuales eran niños, ancianos y extranjeros. Del poderoso ejército paraguayo de 100.000 soldados, en los últimos días sólo quedaban cuatrocientos.”
El Paraguay era el estado más desarrollado del siglo XIX en América del Sur, basado en un férreo proteccionismo. Infalible para errar en los pronósticos, esperaba llegar a Asunción en tres meses. La guerra duró más de cuatro años.
Representante de la burguesía comercial del puerto de Buenos Aires, se alió a la del puerto de Montevideo y a la corte portuguesa del Brasil, para demoler al “mal ejemplo”, siendo funcional a los intereses británicos. Pésimo militar, hasta llegó a perder un desfile. Cuando Lucio Mansilla se enteró que Mitre estaba traduciendo “La Divina Comedia”, haciendo uso de su ácida ironía exclamó: ¡Está bien. Hay que joderlos a los gringos!”
Su política hacia las provincias fue de exterminio. Sus coroneles Arredondo, Paunero, Riva, Sandes,  Irrazabal, por su brutalidad vesánica, fueron los antecesores de Astiz, Acosta, Azic,  Donda, Pernías, Rádice, Ricardo Cavallo y compañía. El objetivo era destruir las artesanías del norte argentino para facilitar la introducción de la producción industrial británica que distribuían sus socios y mandantes, los comerciantes importadores.
Fue el escriba de la historia oficial. Inteligente, concibió la falsificación de la historia como una política de la historia. De esa forma allanaba el camino para las políticas futuras surgidas de la matriz “civilización y barbarie”.
De esa perspectiva se nutre la historia del diario La Nación. Opuesto a todos los gobiernos populares, alentó y defendió casi todos los golpes de estado. Fue gestora,  cómplice y beneficiaria del terrorismo de estado, lo que no le impide enarbolar un discurso republicano y pretendidamente  democrático. En democracia, alienta la reconciliación con los asesinos seriales. En múltiples editoriales, defiende las atrocidades perpetradas. Así  el 28 de marzo de 1982 identificaba al terrorismo de Estado con los momentos fundacionales de la patria: “De ninguna manera está en juego la revisión de la guerra contra la subversión (...) por la misma causa que tampoco lo está el de nuestras guerras de la Independencia, ya que sus victorias –ayer como hoy– son la causa de que la Nación viva”.


Defiende a capa y espada a los instigadores del golpe que perpetró el terrorismo de estado. El periodista Adrián Ventura, empleado y operador de La Nación y Clarín, habiendo sido como abogado asalariado del grupo Yabrán, fue el encargado de defender al magnate azucarero con notas en la que puede leerse: “En la causa nunca se encontró prueba de que Blaquier y Lemos hayan consentido esa maniobra ni tampoco que hubieran facilitado algunas de las más de 100 camionetas que estaban a disposición de su personal. Incluso la Gendarmería informó oficialmente que no tenía registro de haber usado aquellas camionetas. Pero el Gobierno y la Secretaría de Derechos Humanos vieron la posibilidad de hilvanar otra puntada más en la teoría oficial de que el golpe del 76 tuvo apoyo civil. Ayer, Jorge Valerga Aráoz, ex integrante de la Cámara Federal porteña que condenó en 1985 a la junta militar y defensor de Blaquier, afirmó que "el fiscal Pablo Pelazzo no es independiente y debe ser separado".
Cuando murió José Alfredo Martínez de Hoz, el diario y el poder económico le rindieron tributo, incluidos sus columnistas Carlos Pagni y Mariano Grondona, que hicieron presentes sus pésames. Igual que Blaquier envió sus condolencias: 
   

Con su hipocresía proverbial, su prédica reconciliatoria tropieza siempre con su odio ancestral. En su editorial autocelebratorio de su cumpleaños número 144, califica a los gobiernos populares como facciones políticas oportunistas -de las que son prototipo las amebas del populismo. Como se aprecia, se trata del lenguaje conciliador que llevó a Bartolomé Mitre a fusilar prisioneros. El párrafo completo consigna: “Por él se continúa la voluntad del fundador de que LA NACION fuera una antorcha preparada para iluminar las cuestiones relevantes para la sociedad a cuya disposición ha trasmitido, diariamente, informaciones, comentarios y la opinión editorial en que se manifiesta su identidad como medio de prensa. Esa identidad no se recorta día tras día, contrariamente a lo que se observa con las facciones políticas oportunistas -de las que son prototipo las amebas del populismo-, que llegado un punto del camino van dejando, para estupor de los seguidores, jirones de la carne misma de lo que hasta ayer pregonaban. Un gran diario es fiel, en cambio, a su misión y destino.”
Es el diario que en el 2013 comparó a la situación del país, bajo el título 1933 con la Alemania nazi y en otro, con la Italia fascista de 1923. El primero del 27 de mayo del 2013 sostiene: “Los trágicos hechos que acompañaron la caída de la República de Weimar y el comienzo del Tercer Reich deben mover a reflexión a los argentinos. Hace 80 años el mundo fue testigo, silencioso y tolerante, de la gradual desaparición de una república y, en pocos meses, de la instalación de una dictadura con el apoyo entusiasta de la población y sus fuerzas vivas. La República de Weimar fue reemplazada por un régimen totalitario que concentró en una persona los tres poderes del Estado, eliminó los derechos individuales, controló la justicia, suprimió la prensa independiente y, finalmente, ejecutó el terrible Holocausto. Salvando enormes distancias, hay ciertos paralelismos entre aquella realidad y la actualidad argentina que nos obligan a mantenernos alerta…..”.
En el titulado “1923”, del 30 de junio, ante la propuesta del gobierno de lo que denominó democratización de la justicia, La Nación supone estar en la Italia de 1923: “Noventa años atrás, el auge del fascismo demolía las libertades individuales y las instituciones del Estado de Derecho, empezando por la Justicia. Así como el año 1933 marcó la ascensión de Hitler al poder, el año 1922 abrió la puerta del Reino de Italia a la dictadura fascista de Benito Mussolini. El 29 de octubre, luego de la Marcha sobre Roma de los "camisas negras" el rey Víctor Manuel III nombró a Mussolini primer ministro. Formalmente, la dictadura fascista no se implantó de inmediato: "Il Duce" fue demoliendo desde adentro las instituciones del Estado de Derecho para controlar la vida civil de los ciudadanos bajo una máscara democrática.”
Es llamativa la forma superficial que los editoriales de La Nación acuden desaprensivamente a la calificación fascista, siempre dirigida hacia gobiernos que tildan de populistas y demagógicos, adjetivo al que nunca recurrió para calificar a los gobiernos surgidos de los golpes de 1955,1966 y 1976. En su editorial del 13 de enero hasta el deporte más popular, su televisación y la publicidad oficial caen  bajo el título “Fútbol para Todos, pan y circo fascista” 
En el terreno económico, el diario predica un libre mercado amplísimo, con un Estado mínimo, lo que no le impidió asociarse con el Estado Terrorista en Papel Prensa junto a Clarín  y disfrutar del monopolio del papel para diario. Además es socio con el diario fundado por Roberto Noble en la propiedad de diarios de provincia y en la exposición anual vinculada a los agronegocios denominada Expoagro. La “coincidencia” de muchos títulos de tapa en ambos medios revela un trabajo sincronizado entre competidores aparentes    
Mención aparte merecen los lectores cuyas cartas selecciona minuciosamente y publica el diario. Son una reivindicación tardía de aquél presunto error de Susana Gimenez porque demuestran que hay muchísimos dinosaurios vivos.
COLUMNISTAS Y COLABORADORES PERMANENTES


 
El columnista permanente más inteligente y de mejor formación, un cuadro de la derecha, es Carlos Pagni, alguien formado en Ámbito Financiero de Julio Ramos, cobijado e impulsado por los Saguier, le da cierto vuelo al pensamiento tradicional del diario. Convive con la poca digna vejez de Mariano Grondona,  desplazada su columna a los jueves, donde comparte espacio con el periodista empresario Luis Majul, y con las muletillas reiterativas hasta el cansancio de Joaquín Morales Solá. Hace unos meses ha sido catapultado a las columnas dominicales Jorge Fernández Díaz, un buen escritor, mano derecha de Jorge Lanata en Radio Mitre del grupo Clarín, que destila con mejor prosa, la prédica ofídica del medio.
La necesidad de oponerse sistemáticamente, le lleva a falsear la realidad para adaptarla a sus conveniencias. Así, como ejemplo, en su columna del 12 de enero, referido a la posibilidad, luego abortada, de modificar el valor a considerar en los inmuebles para la liquidación del impuesto a los bienes personales escribió: “La Presidenta dio luz verde a la idea de hacer cambios en la valuación de inmuebles para el cálculo de Bienes Personales. Sólo quienes piensan equivocadamente que la salud y el aislamiento la transformaron en una suerte de Isabel Perón pueden creer que el titular de la AFIP y el jefe de Gabinete iban a jugarse a solas el pellejo meneando públicamente un tema tan sensible. Cristina fue quien los autorizó. También fue ella quien luego se dio cuenta de que debía frenar un segundo antes del abismo. Y eso sucedió al comprender que posiblemente se aproximaba a otra 125, con una medida regresiva y reaccionaria que pondría en pie de guerra a la inmensa clase media, a cuantiosos miembros del proletariado nacional y a miles de jubilados”.
Éste impuesto que es directo y progresivo, no tiene incidencia en la Argentina en la actual conformación, a pesar que arbitrariamente no se actualiza el mínimo desde el 2007 de $305.000. Menos de 500.000 argentinos pagan el mismo. El editorialista no se pregunta cómo es posible que en la Argentina, en donde como bien dice “la inmensa clase media”, no es contribuyente de un impuesto que alcanza a los que  tienen patrimonios de más de 45.000 dólares. Es progresivo aumentar considerablemente el mínimo a por ejemplo de dos millones de pesos y que paguen todos aquellos que tengan activos superiores a esa cifra valuados los mismo por su valor real. Para darse cuenta de la irracionalidad que defiende el autor de “Mamá”, se recauda más por los impuestos que gravan al cigarrillo que por el impuesto conocido incorrectamente a la riqueza.
Como la persistencia y la multiplicación de voces que dicen los mismos es una marca registrada, ese mismo día el editorialista sustituto Fernando Laborda escribe: “La iniciativa le hubiera provocado al Gobierno más problemas que beneficios. Más allá de las dificultades técnicas para definir una valuación real en un mercado inmobiliario virtualmente paralizado desde el cepo cambiario, este tributo, que comenzó siendo concebido como un impuesto a la riqueza cuando fue creado por el gobierno menemista, iba a convertirse en un mero impuesto a la vivienda, que hubiese alcanzado a jubilados y sectores de clase media baja, transformados de la noche a la mañana en "nuevos ricos" por tener un departamentito de uno o dos ambientes. Conllevaba asimismo el riesgo de una rebelión fiscal para un Gobierno que ya no está en condiciones de tirar de la cuerda, y hasta el peligro de que el Congreso, aun con mayoría kirchnerista, no lo hubiese aprobado y reprodujera lo ocurrido con la recordada resolución 125 contra el campo, en 2008.”    
 Otro integrante jerarquizado es Pablo Sirvén, cuyo antiperonismo rabioso le permite ejercer su oficio, sin problemas de conciencia, en el sitio adecuado. Entre los directivos, jubilado pero aún activo, está Claudio Escribano, quien ejercitando el “periodismo independiente” que según sostiene Morales Solá practica “La Nación”, o más pudoroso Sirvén  lo cataloga como crítico, le presentó a Néstor Kirchner un pliego de condiciones a cumplir bajo apercibimiento de no durar más de un año. El santacruceño no cumplió ninguno de los puntos exigidos y la amenaza del columnista mitrista durante la dictadura no pudo cumplirse. Otro de los periodistas jerárquicos es Héctor D`Amico, Secretario General de Redacción: fue redactor de la revista “Mercado”, jefe de redacción de “Gente”, Jefe de redacción de “Somos”, Corresponsal de “Editorial Abril” en los Estados Unidos, subdirector de la revista “Siete días” y de “La Semana”, director de la Revista “Noticias” y, desde el año 2001, secretario general de redacción en el diario “La Nación”. Es miembro de número de la Academia Nacional de Periodismo. Nadie que se bañe en el Río Reconquista, puede evitar impregnarse del olor fétido de sus aguas. 
Entre los periodistas del órgano mitrista que se han destacado en los últimos años por ser más antipopulistas que el  propio diario, está Mariano Obarrio, cuyos pensamientos pueden ser recogidos de su cuenta de twiter para una competencia de insustancialidad con los de los lectores que escriben cartas. En el humor está Nik, denostado por sus colegas por su excesiva admiración hacia trabajos ajenos al punto de modificarlo levemente para hacerlos propios conforme a la ideología de su empleador, y Carlos María Reymundo Roberts, el que perpetra su columna satírica de los días sábados, adoptando una posición kirchnerista como estratagema para bombardear desde allí con todos los estereotipos que su empleador ha derramado con entusiasmo durante 144 años, ante cualquier experiencia política con tufillo nacional y popular. Ferviente católico del Opus Dei, cajetilla de San Isidro, el hombre lleva el mitrismo en sus venas.  





Los colaboradores columnistas son numerosos. Marcos Aguinis hace mucho que abandonó todo pensamiento complejo; Santiago Kovadloff que brilló cuando escribió a la salida de la dictadura con una nota recordable  (“La cultura de las catacumbas”), posiblemente en democracia olvidó su buena formación en aquellas catacumbas. Beatriz Sarlo pasó de ser una crítica literaria de izquierda, directora de una revista valorable como “Punto de Vista” en los años de plomo, a poner su pluma al servicio de los poderosos, aunque intenta en algunos raptos evitar una rendición incondicional total.
Álvaro Abós, un intelectual que pasó por el peronismo, escritor prolífico, hoy sufre una amnesia tan profunda con relación a su pasado que posiblemente el que escribe sea un homónimo.
Entre los trogloditas que son orgullo de la Tribuna de Doctrina porque lo representan en su ideología en forma impúdicamente profunda está Alberto Benegas Lynch (h) quién el 6 de enero de 2014 escribió bajo el título “La recurrente manía del igualitarismo”: “Más allá de las buenas intenciones, en las sociedades abiertas redistribuir ingresos es contraproducente, incluso para los más necesitados”. Tampoco se priva del teclado del ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti, cuya verborragia de republicanismo no le impidió proteger a los terroristas de estado uruguayos e hiciera lo imposible para obstaculizar que Juan Gelman pudiera encontrar a su nieta Macarena.  









Como distribuidora de prestigio, La Nación recibe muchas colaboraciones y colaboradores ocasionales que lo hacen con cierta frecuencia, que más allá de sus opiniones, indudablemente son funcionales a los intereses del diario. Tomaré sólo dos casos como ejemplos muy ilustrativos: Julio Bárbaro, un político histórico del peronismo, transformado en invitado permanente de los medios dominantes, explica al movimiento histórico y su  enemistad con el kirchnerismo, cuyas filas integró durante cuatro años, desde esas páginas furiosamente antiperonistas. Es como proponer la reforma agraria desde las páginas de la Sociedad Rural.
Gabriel Levinas, fundador de la meritoria revista “El Porteño” en los ochenta, desde un posicionamiento de  izquierda, terminó conchabado en Clarín, trabaja con Jorge Lanata, y cada tanto escribe en el órgano mitrista. Desde ambas “tribunas populares”, levanta su “prédica revolucionaria”. Pasó de Marx a Magnetto, tal vez, porque ambos en el diccionario están en la letra M.
LA NACIÓN” CONTRA LA NACIÓN        
No es fácil ser coherentemente antinacional durante 144 años. Sin embargo, su lectura es imprescindible para saber qué piensa buena de parte aquellos que escrituraron y otros que pretenden escriturar el país a su nombre. Es un diario que no chorrea tinta. Si se estrujan sus páginas, quedan las manos manchadas de sangre.

11-01-2014  

15 enero 2014

           LA MUERTE DE UN POETA 
  
        
Ha muerto el mayor de los poetas argentinos contemporáneos.  El secretario de Cultura Jorge Coscia definió con precisión su existencia: "Su propia vida es un poema comprometido". La política atravesó su vida desde el Partido Comunista a FAR y Montoneros, su abrupta ruptura con el grupo guerrillero en el exilio, al encararse la aventura de la contraofensiva. En esos fuegos, donde congenió la poesía con el periodismo y la militancia, el terrorismo de estado le arrebató un hijo y a su nuera, y realizó una desesperada búsqueda de su nieta nacida en cautiverio y apropiada, a la que consiguió recuperar después de una denodada lucha, restituir su identidad y trabar los lazos profundos de abuelo a nieta. Colaboraron activamente su mujer y madre de Marcelo Berta Shuberroff y su última pareja Mara Lamadrid.
Autor de una treintena de libros meditaba: “A mis amigos les aconsejo que a mis libros lo roben. Entre que robe el editor y que robe un amigo, prefiero que robe un amigo”
Definió a la poesía como “ese acontecimiento que emerge a través de una trama de palabras para arrancar algo de la nada”
Ahora que la muerte a la que no pudo seducir con su  poesía, enarbola su triunfo, desde aquí recuerdo su vida y el brillo que logró arrancar a las palabras. Juan ya lo había adelantado: “No es para quedarnos en casa que hacemos una casa/no es para quedarnos en el amor que amamos/y no morimos para morir……/”
En su recuerdo y homenaje, comparto la nota que escribí en abril del 2008, cuando le fue entregado el Premio Cervantes.
                  UN POETA
                                                        
El lenguaje es uno de las más portentosas creaciones del ser humano. Una de las diferencias  que colocan al hombre como el animal más evolucionado. Si la música es el arte de combinar los sonidos, un escritor es aquel que puede agrupar las palabras de tal forma que describan una situación, articulen un relato, creen una historia, ya sea en forma de cuento o novela.
Un poeta es aquel que es capaz de extraer la música que contienen las palabras. Ese sonido que son capaces de generar,  cuando se las reúne de tal  forma que juguetean, deslumbran  y se deslizan del libro hacia los ojos y oídos del lector.
El poeta, el escritor, es  un artesano del lenguaje, un escultor que descubre lo que está adentro de las palabras, que cuando las convocan de determinada forma  ingresan al cerebro del lector y lo acarician, despiertan su imaginación, lo hacen viajar sin moverse de su asiento, lo inducen a reflexionar, lo incitan a apreciar el sentido estético de la vida. 
EL RUSITO DE VILLA CRESPO




Juan está vestido de frac. Siente cierto pudor. No se quiere imaginar lo que dirían sus amigos de Villa Crespo, con los que correteó en esas calles de su infancia que recorrió con intensidad. Están los reyes, el Presidente José Luís Rodríguez Zapatero, sus amigos de siempre, su segunda mujer y sus nietos. Parecen que están todos. Pero no es cierto. Hay ausencias en este momento en que va a ser reconocido como el mayor poeta en español. Esas que lo acompañan desde hace más de tres décadas.  Si, aquel hijo de inmigrantes rusos ha recorrido un largo camino. No solo ha descubierto la música que hay dentro de las palabras. Se ha bebido una parte importante de la música de la vida. Que le ha dado y le ha quitado mucho. Nunca fue un poeta en su torre de cristal. Ha militado desde chico. Pasó por el partido Comunista y luego se integró a Montoneros hasta su ruptura en 1979. Ha pasado por muchas redacciones como Confirmado, La Opinión, Noticias, Crisis. Vivió la dureza del exilio. Alguna vez dijo: “Siempre he creído que lo peor del exilio, aparte de las desgracias personales, fue la derrota”.  Hace muchos años vive en Méjico y  escribe en Página 12.
El rusito de Villa Crespo va a leer su discurso. Está en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares donde nació Cervantes hace un poco más de cuatro siglos. Mira hacia el palco y su nieta Macarena, la que tanto le costó encontrar, le sonríe. Están casi todos. Pero él siente, que cambiaría todo este reconocimiento por reencontrarse con los ausentes. Saca el papel. Ha llegado el momento. Vuelve a mirar al palco. Ahora agitan la mano su compañera Mara Lamadrid y su hija Paola y sus nietos, a los que denomina la nietada: Macarena, Jorge, Andrea e Iván.  El silencio le indica que tiene que empezar el discurso. Los reyes esperan.
LAS AUSENCIAS


Marcelo Gelman y su esposa Claudia García Iruretagoyena fueron secuestrados por el ejército argentino el 24 de agosto de 1976. Claudia estaba embarazada de siete meses. Por la aplicación del Plan Cóndor fue llevada a Montevideo  y tuvo a su beba en el Hospital Militar de la Capital uruguaya. Luego fue asesinada. Marcelo Gelman fue asesinado en Buenos Aires de un tiro en la nuca. Sus restos fueron hallados en 1990. Claudia continúa desparecida

LA CARTA ( 12-04-1995)

Otoño de 1995. Hace años que Juan viene encabezando una campaña mundial sobre el paradero de su nieta o nieto. Ese 12 de abril de1995, decide tirar una botella al mar de la impunidad. Escribirá una carta que tal vez encuentre a su destinatario. Juan se sienta frente a su máquina de escribir. Hoy no hay música dentro de las palabras. Y si las hay, está seguro que no la encontrará. Prefiere ir dejándolas fluir, como salen, visceralmente  Quedan  envueltas por la emoción. Tal vez así encuentren el camino hacia la esperanza
¿Qué título le pongo? piensa Juan. El más directo, decide. Carta abierta a mi nieta o nieto.
Hay un momento de indecisión. Sabe lo que quiere decir, pero aún no el tono de cómo decirlo. Pero una vez que pone la primera frase, las otras salen como un torrente. Hace 19 años que la está redactando sin escribirla: “Dentro de seis meses cumplirás 19 años. Habrás nacido algún día de octubre de 1976 en un campo de concentración. Poco antes o poco después de tu nacimiento, el mismo mes y año, asesinaron a tu padre de un tiro en la nuca disparado a menos de medio metro de distancia. El estaba inerme y lo asesinó un comando militar, tal vez el mismo que lo secuestró con tu madre el 24 de agosto en Buenos Aires y los llevó al campo de concentración Automotores Orletti que funcionaba en pleno Floresta y los militares habían bautizado "el Jardín". Tu padre se llamaba Marcelo. Tu madre, Claudia. Los dos tenían 20 años y vos, siete meses en el vientre materno cuando eso ocurrió. A ella la trasladaron -y a vos con ella- cuando estuvo a punto de parir. Debe haber dado a luz solita, bajo la mirada de algún médico cómplice de la dictadura militar. Te sacaron entonces de su lado y fuiste a parar -así era casi siempre- a manos de una pareja estéril de marido militar o policía, o juez, o periodista amigo de policía o militar. Había entonces una lista de espera siniestra para cada campo de concentración: Los anotados esperaban quedarse con el hijo robado a las prisioneras que parían y, con alguna excepción, eran asesinadas inmediatamente después. Han pasado 12 años desde que los militares dejaron el gobierno y nada se sabe de tu madre. En cambio, en un tambor de grasa de 200 litros que los militares rellenaron con cemento y arena y arrojaron al Río San Fernando, se encontraron los restos de tu padre 13 años después. Está enterrado en La Tablada. Al menos hay con él esa certeza.
Me resulta muy extraño hablarte de mis hijos como tus padres que no fueron. No sé si sos varón o mujer. Sé que naciste. Me lo aseguró el padre Fiorello Cavalli, de la Secretaría de Estado del Vaticano, en febrero de 1978. Desde entonces me pregunto cuál ha sido tu destino. Me asaltan ideas contrarias. Por un lado, siempre me repugna la posibilidad de que llamaras "papá" a un militar o policía ladrón de vos, o a un amigo de los asesinos de tus padres. Por otro lado, siempre quise que, cualquiera hubiese sido el hogar al fuiste a parar, te criaran y educaran bien y te quisieran mucho. Sin embargo, nunca dejé de pensar que, aun así, algún agujero o falla tenía que haber en el amor que te tuvieran, no tanto porque tus padres de hoy no son los biológicos -como se dice-, sino por el hecho de que alguna conciencia tendrán ellos de tu historia y de cómo se apoderaron de tu historia y la falsificaron. Imagino que te han mentido mucho. También pensé todos estos años en qué hacer si te encontraba: si arrancarte del hogar que tenías o hablar con tus padres adoptivos para establecer un acuerdo que me permitiera verte y acompañarte, siempre sobre la base de que supieras vos quién eras y de dónde venías. El dilema se reiteraba cada vez -y fueron varias- que asomaba la posibilidad de que las Abuelas de Plaza de Mayo te hubieran encontrado. Se reiteraba de manera diferente, según tu edad en cada momento. Me preocupaba que fueras demasiado chico o chica -por ser suficientemente chico o chica- para entender lo que había pasado. Para entender por qué no eran tus padres los que creías tus padres y a lo mejor querías como a padres. Me preocupaba que padecieras así una doble herida, una suerte de hachazo en el tejido de tu subjetividad en formación. Pero ahora sos grande. Podes enterarte de quién sos y decidir después qué hacer con lo que fuiste. Ahí están las Abuelas y su banco de datos sanguíneos que permiten determinar con precisión científica el origen de hijos de desaparecidos. Tu origen.
Ahora tenés casi la edad de tus padres cuando los mataron y pronto serás mayor que ellos. Ellos se quedaron en los 20 años para siempre. Soñaban mucho con vos y con un mundo más habitable para vos. Me gustaría hablarte de ellos y que me hables de vos. Para reconocer en vos a mi hijo y para que reconozcas en mí lo que de tu padre tengo: los dos somos huérfanos de él. Para reparar de algún modo ese corte brutal o silencio que en la carne de la familia perpetró la dictadura militar. Para darte tú historia, no para apartarte de lo que no te quieras apartar. Ya sos grande, dije.
Los sueños de Marcelo y Claudia no se han cumplido todavía. Menos vos, que naciste y estás quién sabe dónde ni con quién. Tal vez tengas los ojos verdegrises de mi hijo o los ojos color castaño de su mujer, que poseían un brillo especial y tierno y pícaro. Quién sabe cómo serás si sos varón. Quién sabe cómo serás si sos mujer. A lo mejor podes salir de ese misterio para entrar en otro: el del encuentro con un abuelo que te espera.” 
12 de abril de 1995.
Tal vez al finalizar esta carta, pensaste lo que una vez escribiste: “La muerte me enseñó que no se muere de amor, se vive de amor”
EL DISCURSO



Alcalá de Henares 23 de abril del 2008. Juan ha empezado a hablar. Ya saludó a los presentes. Ya ha mencionado su gratitud a Cervantes y su admiración por el  Quijote. Desde el palco puede escucharse: “Y es algo verdaderamente admirable, en estos tiempos mezquinos, estos tiempos de penuria, como los calificaba Hölderlin preguntándose “Wozu Dichter”, para qué poetas. ¿Qué hubiera dicho hoy, en un mundo en el que cada tres segundos y medio un niño menor de cinco años muere de enfermedades curables, de hambre, de pobreza? Me pregunto cuántos habrán fallecido desde que comencé a decir estas palabras. Pero ahí está la poesía: de pie contra la muerte.”Hayalgunos murmullos que impiden escuchar las frases siguientes. Hasta que llega nítida la pregunta: “¿No será la palabra poética el sueño de otro sueño?” Juan hace una pausa y luego continúa: “Santa Teresa y San Juan de la Cruz tuvieron para mí un significado muy particular en el exilio al que me condenó la dictadura militar argentina. Su lectura desde otro lugar me reunió con lo que yo mismo sentía, es decir, la presencia ausente de lo amado, Dios para ellos, el país del que fui expulsado para mí. Y cuánta compañía de imposible me brindaron. Ese es un destino “que no es sino morir muchas veces”, comprobaba Teresa de Ávila. Y yo moría muchas veces y más con cada noticia de un amigo o compañero asesinado o desaparecido que agrandaba la pérdida de lo amado. La dictadura militar argentina desapareció a 30.000 personas y cabe señalar que la palabra “desaparecido” es una sola, pero encierra cuatro conceptos: el secuestro de ciudadanas y ciudadanos inermes, su tortura, su asesinato y la desaparición de sus restos en el fuego, en el mar o en suelo ignoto. El Quijote me abría entonces manantiales de consuelo.
Macarena se distrae por unos momentos. Escucha citar a Kafka, Joyce, Foucault. El discurso aborda desde Cervantes a la muerte a distancia, la bomba atómica y la invasión a Irak. Eso lo escucha claramente: “La muerte se ha vuelto anónima y hay algo peor: hoy mismo centenares de miles de seres humanos son privados de la muerte propia. Así se da en Irak.” Macarena, recuperada en el 2000, mira a sus primos, a Mara, la segunda mujer de su abuelo que luchó mucho por encontrarla. La cadenciosa voz de su abuelo parece subir de tono cuando dice: “Hoy celebro nuevamente a una España empeñada en rescatar su memoria histórica, único camino para construir una conciencia cívica sólida que abra las puertas al futuro. Ya no vivimos en la Grecia del siglo V antes de Cristo en que los ciudadanos eran obligados a olvidar por decreto. Esa clase de olvido es imposible. Bien lo sabemos en nuestro Cono Sur.
Para San Agustín, la memoria es un santuario vasto, sin límite, en el que se llama a los recuerdos que a uno se le antojan. Pero hay recuerdos que no necesitan ser llamados y siempre están ahí y muestran su rostro sin descanso. Es el rostro de los seres amados que las dictaduras militares desaparecieron. Pesan en el interior de cada familiar, de cada amigo, de cada compañero de trabajo, alimentan preguntas incesantes: ¿cómo murieron? ¿Quiénes lo mataron? ¿Por qué? ¿Dónde están sus restos para recuperarlos y darles un lugar de homenaje y de memoria? ¿Dónde está la verdad, su verdad? La nuestra es la verdad del sufrimiento. La de los asesinos, la cobardía del silencio. Así prolongan la impunidad de sus crímenes y la convierten en impunidad dos veces.Enterrar a sus muertos es una ley no escrita, dice Antígona, una ley fija siempre, inmutable, que no es una ley de hoy sino una ley eterna que nadie sabe cuándo comenzó a regir.”
 Macarena mira fijo a ese hombre premiado que es su abuelo. ¿Encuánto su padre que no conoció se parecería a este hombre de 78 años? Pero de nuevo el discurso la atrapa: “Hay quienes vilipendian este esfuerzo de memoria. Dicen que no hay que remover el pasado, que no hay que tener ojos en la nuca, que hay que mirar hacia adelante y no encarnizarse en reabrir viejas heridas. Están perfectamente equivocados. Las heridas aún no están cerradas. Laten en el subsuelo de la sociedad como un cáncer sin sosiego. Su único tratamiento es la verdad. Y luego, la justicia. Sólo así es posible el olvido verdadero. La memoria es memoria si es presente y así como Don Quijote limpiaba sus armas, hay que limpiar el pasado para que entre en su pasado. Y sospecho que no pocos de quienes preconizan la destitución del pasado en general, en realidad quieren la destitución de su pasado en particular.Mara observa a este compañero con quien ha compartido tantos años. Sabe del dolor profundo de las ausencias. De los llantos en soledad, de la puteadas contra la impotencia. De tantas palabras retenidas. Escucha con claridad: “¿Cuántas palabras aún desconocidas guardan en sus silencios? Hay millones de espacios sin nombrar y la poesía trabaja y nombra lo que no tiene nombre todavía.” Hay un gesto de complicidad entre Macarena y Mara. Juan está terminando su discurso. En este momento está diciendo: “Marina Tsvetaeva, la gran poeta rusa aniquilada por el estalinismo, recordó alguna vez que el poeta no vive para escribir. Escribe para vivir.”
UN POETA




Juan baja del estrado. El rusito de Villa Crespo, el hijo de los inmigrantes rusos asolados por los progrom, se abraza con Joaquín Sabina, con Horacio Verbitsky que está emocionado. Lo que son las cosas Juan. Acá en España te reconocen como el gran poeta, aquí donde en 1492 expulsaron a los judíos. La vida da y quita Juan. Si hasta parece que Miguel Hernández, Alejandra Pizarnik,  Raúl González Tuñón, Oliverio Girando, Alfonsina Storni, Cesar Vallejos, Paco Urondo aplauden desde los palcos de la eternidad. Hasta Borges está conmovido y se guarda una ironía.  Si ya sabes que  hay milagros imposibles. Pero como muchas veces decías citando a Dylan Thomas “lo milagroso de los milagros es que a veces se producen”. Están casi todos los que tendrían que estar, pero faltan las ausencias que te duelen. Esa mochila que hace tantos años cargas. Justo en este momento te vienen a la memoria aquellos versos escritos a tu hijo: “Estas visitas que nos hacemos/vos desde la muerte, yo/ cerca de ahí, es la infancia que pone/ un dedo sobre el tiempo y dice/ que desconocer la vida es un error…..” Sabina tararea: “Del violín y otras cuestiones chamullaremos un día/ mundar de tus relaciones, mester de mi gelmanía…..” Algún admirador superpone el poema “Mi Buenos Aires querido”: “Sentado al borde de una silla desfondada,/ mareado, enfermo, casi vivo,/escribo versos previamente llorados/  por la ciudad donde nací./Hay que atraparlos, también aquí/ nacieron hijos dulces míos/que entre tanto castigo te endulzan bellamente./Hay que aprender a resistir./Ni a irse ni a quedarse,/resistir,/ aunque es seguro/ que habrá más penas y olvido.”
Pero hoy las penas han decidido alejarse y el olvido nunca asistirá a ninguna celebración en donde vos estés. Hoy el mundo literario ha decidido celebrar la música que extrajiste de  las palabras

14 enero 2014

REPORTAJE A HUGO PRESMAN EN EL MES DE DICIEMBRE REALIZADA POR EL PERIODISTA MARCELO SAPUNAR

PARA RADIO UNIVERSIDAD DE CUYO  PARA SU PROGRAMA LATINOCRACIA

                                                   
                                                              

09 enero 2014

EVITA: LA SENSIBILIDAD PRESENTE











La grandeza de Evita perdura por sus virtudes, entre las que merece señalarse su notable sensibilidad. Cargó con una hipoteca de origen: provenía de la marginalidad extrema: hija extramatrimonial, mujer, provinciana y pobre, su futuro carecía de puertas en la sociedad argentina de la tercera década del siglo XX. Dejó atrás su Junín natal, buscando el ascenso y la popularidad en el radioteatro. Encontró en un naciente movimiento popular, el peronismo, el papel histórico que superaría largamente su interpretación de mujeres famosas que representaba en mediocres radioteatros. Con sólo veintiséis años de edad, realizó una gigantesca obra que a través de la fundación que llevaba su nombre, llegó a todo el país para suplir las carencias temporarias de un proceso de redistribución del ingreso y nacionalización de la economía. Fogosa y tenaz, sus discursos de barricada identificaban con precisión al enemigo. Su odio de clase hacía pie en los sectores más plebeyos del peronismo.
A Evita no había que contarle las carencias de la pobreza. Las llevaba grabadas en su piel y nunca las olvidó cuando accedió a las alfombras y los timbres del poder. Tenía un techo señalado por la devoción incondicional a su esposo. Su obrerismo trocaba de signo si algún sindicato se oponía a él. En una sociedad dividida visceralmente, tuvo apoyos incondicionales y animadversiones insuperables. Ningún cabecita negra, sus hijos y nietos  olvidarán jamás las máquinas de coser, los colchones, las dentaduras, los zapatos, los juguetes, las casas dignas que dejaban muy atrás el concepto de “casas para pobres”; el trabajo, las campañas de salud pública, las colonias de vacaciones, los torneos infantiles, la protección, la defensa y dignificación de los sectores postergados que quedaron asociados a su incesante batallar. Sus enemigos convocaron a los calificativos más peyorativos para denigrarla.
Una mistificación de su figura, realizada desde lo que fue Montoneros, la convirtió en revolucionaria, para contraponerla a la de un Perón conservador. El enfrentamiento de los sectores juveniles con el Perón vivo, permitió la versión contrafáctica de suponer que “Si Evita viviera, sería Montonera”. Posiblemente, conociendo su trayectoria y su posición ideológica, hubiera seguido siendo la compañera del General



Antes que el cáncer abatiera su fogosidad y vitalidad increíbles, Evita convirtió en ley el voto femenino. No fue feminista, pero concretó la posibilidad que en el cuarto oscuro las mujeres accedieran a su condición de ciudadanas y al ejercicio de la política. No pudo llegar a la vicepresidencia por una relación de fuerzas desfavorables, pero su renunciamiento en la 9 de Julio tiene el dramatismo y la belleza de las tragedias griegas, donde el coro es sustituido por una multitud enfervorizada exigiéndole que aceptara un cargo que la realidad le arrebataba.


El odio se ensañó con su cadáver, propulsado por aquellos que hablaban de superar las diferencias (prédica que aún hoy sólo enarbolan cuando corren cierto riesgo sus intereses y propiedades, pero son feroces cuando tienen el sartén por el mango).  
En una nota anterior que escribí (“La sensibilidad ausente”), abordaba la deserción casi generalizada de la dirigencia política ante las dramáticas consecuencias de la crisis energética en su etapa de distribución,  y concluía: “No podemos malversar esa herramienta fundamental que es el Estado. Porque, como dice Discépolo en Yira- Yira: “Cuando manyés que a tu lado/ se prueban la ropa que vas a dejar”, esos de al lado, están esperando para volver para atrás buena parte de lo que se hizo bien en esta década. Y porque como dijo Germán Abdala, en pleno reinado neoliberal menemista: “El Estado tiene que ser más fiscalizador, programar más, dirigir más e incidir más en áreas que son clave en la economía. Necesitamos un Estado que resuelva estos problemas, ellos los llamarán ‘benéfico’, nosotros lo llamaremos un Estado con rol social, un Estado popular, un Estado al servicio de las mayorías”. Un estado y dirigentes donde la sensibilidad no se ausente ni se tome vacaciones. Y si alguien busca un espejo donde mirarse, puede inspirarse en la sensibilidad notable de Eva Perón.
Soy consciente que el paso de tiempo suele diluir algunas aristas difíciles de los protagonistas históricos; que en todos pueden encontrarse flancos criticables y que los contemporáneos, en las comparaciones, suelen dar un hándicap al no ser juzgados con la suficiente perspectiva histórica.
Intentaré ejemplificar la sensibilidad de Evita usando un botón de muestra y recurriendo a una extraordinaria nota publicada en “Tiempo Argentino” con la firma del periodista Esteban Shoj bajo el título: Mi papá Noel fue Evitaque dice: “ Me aplastó contra un alambrado. Ese día, mi vida de chico de barrio pobre se volvió muy difícil, por no decir casi imposible." Saúl Macyszyn tiene 75 años. Como consecuencia de aquel terrible accidente, ocurrido cuando tenía apenas 10, sufrió la amputación de su brazo derecho, disminución visual y secuelas en ambas piernas.
"Aquel día, por la mañana, hubo otro accidente en el que un tren arrolló a un camión y murieron 40 personas. Evita había ido a visitar el hospital de San Isidro, y a la tarde, cuando se estaba por ir, aparecí yo. Ella se enteró de que me traían, se interesó, preguntó y un médico le dijo que no iba a sobrevivir", cuenta Saúl. Pero para Eva Perón esa respuesta no fue suficiente: consultó a los médicos qué se podía hacer para salvarlo, y le respondieron que lo mejor era que lo atendiera en el Hospital Rawson de la Capital,  el reconocido cirujano Ricardo Finochietto. "Así fue como Evita lo mandó a Domingo Mercante para que se hiciera cargo de mí", recuerda.
Saúl pasó tres años internado, y "gracias a Dios, a Evita y a Finochietto", pudo recuperarse. Durante todo ese tiempo, "desde la Fundación Eva Perón me llevaban regalos constantemente para que me entretuviera, y elementos didácticos para que pensara. Estaba faltando al colegio, y a través de lo lúdico se me estimulaba. Pero el regalo más importante fue el tren que me permitió bajarme de la cama."




El tren de hierro y hojalata, a cuerda y con sus vías, ocupaba unos cuatro metros en el piso, donde Saúl lo armaba y desarmaba todos los días. "Ese juego era muy especial, no se encontraba en cualquier juguetería", cuenta hoy Saúl en el Museo Evita, donde se exhibe ese trencito que él mismo donó para su exposición, con los amados vagones que también lo ayudaron cuando volvió a su casa y que ahora están del otro lado de una vitrina, entre una muñeca negra, dos surtidores de YPF de latón y un bebote, otros juguetes de la fundación, inalcanzables a las manos de Saúl, pero con la potencia de una locomotora que despierta recuerdos y emoción.
Cuando Evita lo vio malherido en San Isidro, el pequeño Saúl estaba inconsciente. Sí pudo verla tiempo después, cuando la Primera Dama fue al Hospital Rawson por otro motivo. "Cuando la vi quedé deslumbrado. Me dijeron que era Evita y me emocioné, porque yo sabía lo que ella había hecho por mí. Mi padre y mi madre me contaban todo. Ese día Evita me dijo: 'Saulito, mirá que vos tenés que estudiar, eh. Porque no vas a poder, con un solo bracito, hacer lo que hace tu papá.” Su padre, albañil, mojaba ladrillos en la obra, y eso era lo que quería ser Saúl, "obrero como él".
Tras la internación, el chico volvió a su casa, en un conventillo de San Isidro, y como todavía no podía salir a jugar a la calle con sus amigos, ese tren se convirtió en "un polo de atracción" para todos los chicos del barrio. Así hizo muchas amistades y se entretuvo durante su convalecencia.
Después, siguió el consejo de Evita. La fundación becó sus estudios en la Escuela Santa Isabel, de San Isidro, y posteriormente en el Instituto Superior de la Administración Pública, donde se recibió de analista de organización y métodos. Saúl se casó y formó una familia, pero su realización personal no le alcanzaba: "Yo quería hacer algo en homenaje a Evita. Algo solidario. De lo que más sabía era de la discapacidad, de lo que sufrí para conseguir trabajo. Entonces abrí pequeños emprendimientos y contraté personas con discapacidad."
Actualmente Saúl es el presidente de la Asociación Microemprendimientos Solidarios, que crea y gestiona empleos formales para discapacitados. Pese a las trabas, a los malos augurios y a lo novedoso del emprendimiento, siguió adelante. "Yo quería ser el imitador de Evita, con todo respeto", aclara. En DiscaPanch, la panchería que desde 1998 funciona en el hall de la estación de trenes de Retiro, invirtió todo su capital. "Lo que hago, al lado de lo que hizo Evita, es nada. Trato de hacer lo que puedo para agradecerle esta oportunidad que me dio de volver a nacer un 19 de diciembre de 1948, hace ya 65 años."
Se propuso dos objetivos: "Darle trabajo a gente discapacitada, para que tenga una vida digna, y mostrar a la sociedad que hay un local atendido por personas con discapacidad que funciona y que sus trabajadores son eficientes. Tenemos que instalar en el imaginario social la figura del discapacitado capaz."
Se acerca la Navidad y Saúl confiesa: "Mi mejor Papá Noel fue Evita. Porque el mejor regalo que he recibido fue la ayuda solidaria de Eva Perón, que miró a un chico humilde que según algunos médicos no sobreviviría, y le dio la posibilidad de estudiar para que luego se ganara la vida. Me quiero ir de este mundo con la tranquilidad de haber hecho lo más que pude, como Evita, para que, desde donde ella esté, diga que haberme ayudado no fue en vano, sino que valió la pena."
El Museo Evita funciona en Lafinur 2988, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de martes a domingos de 11 a 19. Abrió sus puertas el 26 de julio de 2002, el día en que se cumplieron 50 años de la muerte de “La abanderada de los humildes.”



EVITA: LA SENSIBILIDAD PRESENTE



Es fácil entender por qué la figura de Evita perdura en los sectores populares. No sobreactuaba el cariño hacia los desposeídos: lo sentía. Cuando besaba a un leproso, lo hacía sinceramente. Cuando daba la mano, no iba luego corriendo a lavársela con alcohol. Y eso el beneficiario lo percibía.
Dirigía y controlaba. No tercerizaba responsabilidades. Por eso las Comisiones Investigadoras creadas a partir de la Revolución Fusiladora no pudieron encontrar, pese a sus esfuerzos, ningún tipo de defraudación en la Fundación que llevaba su nombre. Escribió Felipe Pigna en Clarín del 16 de septiembre del 2007: La comisión investigadora de las cuentas de la Fundación Eva Perón no pudo encontrar irregularidades. Halló intactos los depósitos bancarios de la Fundación que sumaban 3.500 millones de pesos, unos 250 millones de dólares al cambio de octubre de 1955  que no fueron depositados en las Cajas de Jubilación como se había previsto.
En su dictamen la comisión "libertadora" se quejaba por los "excesos" de la Fundación Evita: "Desde el punto de vista material, la atención de los menores era múltiple y casi suntuosa. Puede decirse, incluso, que era excesiva, y nada ajustada a las normas de la sobriedad republicana que convenía para la formación austera de los niños. Aves y pescado se incluían en los variados menúes diarios. Y en cuanto al vestuario, los equipos mudables, renovados cada seis meses, se destruían."
“Señala Alicia Dujovne Ortiz que "Una dama católica, doña Adela Caprile, que formó parte de la comisión liquidadora de la Fundación instaurada tras la caída del peronismo, nos ha confesado haber sentido una impresión similar: “Nunca hubiera creído que se pudiera reunir semejante cantidad de raquetas de tenis. Era un despilfarro y un delirio, pero no era un robo. No se ha podido acusar a Evita de haberse quedado con un peso. Me gustaría poder decir lo mismo de los que colaboraron conmigo en la liquidación del organismo'".
Cuando inspiraba la construcción de viviendas para los sectores populares, las concretaba con las comodidades de los sectores medios y medios altos. Solía decir: “Cuando el rico piensa en el pobre, piensa en pobre.
Son miles y miles de casos como el de Saúl Macyszyn, cada uno con sus características particulares.
Concretaba en hechos una de sus frases memorables: “Donde hay una necesidad, hay un derecho”
Por todo eso Eva Perón, a 61 años de su muerte, sigue siendo EVITA. Alojada por derecho propio en el corazón de todos aquellos que entraron a la vida de su mano. Y porque nunca su sensibilidad se ausentó.

8-01-2014