11 julio 2025

PROGRAMA EL TREN DEL 8 DE JULIO DEL 2025




El martes 8 de julio del 2025, en la segunda parte de un programa reducido por la transmisión de fútbol, la empresaria, aguda analista política y escritora, Eva Row. Un viaje interesante abordado desde la microeconomía. Dueña de una óptica desde hace muchas décadas en el Barrio de Once, tiene un sensible termómetro sobre el clima económico. Así nos dijo: “El día 20 se corta todo. Esto no sucedió ni siquiera en pandemia donde me acostumbré a atender con turno, hábito con el que continúo.”
“Hay momentos de mucho silencio en la calle como en el 2001”; “Cuando esto estalle, Palestina nos va a parecer un paraíso”; “Por voluntad propia, destruimos el Estado”; “Mi candidato es Axel”; “Quiero mucho a Cristina, pero estoy enojada con ella, no facilita la renovación”, “No considero que haya sido un error el desdoblamiento de las elecciones en la Provincia de Buenos Aires”. Algunas de las afirmaciones y reflexiones realizadas en un viaje sin interrupciones.



En la primera media hora el programa abordó los problemas con el suministro del gas, la falta de planificación, la complicidad de gobernadores, diputados y senadores en la Ley Bases y en las Facultades delegadas cuyo vencimiento se produce en el día de hoy apresurando la velocidad de la destrucción.  El recuerdo de Juana Azurduy, del Éxodo Jujeño y el desconocimiento que impide amar lo que se desconoce. Una breve historia de Luis Pasteur y su vacuna de la rabia. La convocatoria solidaria a una olla popular en Plaza Constitución el 9 de julio del Secretario de Dragado y Balizamiento y de la Confederación del Transporte.  

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09 julio 2025

Hacia una nueva independencia nacional

 Para que reine en el pueblo el amor y la igualdad

                                                                 Por Juan Carlos Schmid

9 de julio de 2025 - Página12


Argentina vive un nuevo momento de inflexión. El yugo de la antipatria se instala entre nosotros como el lobo con piel de cordero, se mezcla en el rebaño y, para asestar la traición, devorarse todo lo que pueda. Una vez más, la infamia se impone como principio rector del dogma materialista, y se celebra la crueldad contra los más humildes como si fuera una virtud del ejercicio político.

La imposición de la barbarie económica, como signo de la filosofía materialista, nos conduce hacia un callejón sin salida. Se pretende que livianamente aceptemos que en nuestro país es natural que los hijos de los trabajadores no accedan a las cuatro comidas diarias. Nos aseguran que la violencia y el maltrato que se ejerce contra nuestros jubilados es parte de un proceso de transformación que nos llevará a la redención dentro de 45 años. La precarización del empleo, la devaluación de los ingresos y el deterioro de la calidad de vida se nos presentan como la consecuencia inevitable de la prosperidad por venir. Todo ello en nombre de una libertad que deshumaniza las relaciones comunitarias y concibe a la Justicia Social como una aberración.

El yugo libertario funciona como un yunque que nos sumerge al fondo de la historia, donde los falsos profetas dictan las leyes de la dependencia y nos imponen sacrificios absurdos para que otros vivan una buena vida. Sin embargo, olvidan que este país supo salir del infierno doblegando a los usurpadores de la libertad que pretendían esclavizarnos, reduciéndonos a la miseria.

El subsuelo de la Patria se sublevó históricamente contra la bota oligarca que, en nombre de falsas representaciones, quiso robarle siempre la dignidad. La verdad política fue guía de la revolución ética que encabezó el pueblo trabajador contra el mandato unipolar del sálvese quien pueda. Una vez más, son las voraces bestias del mercado las que creen que la memoria del pueblo es pasajera y habita las tierras secas donde vive el olvido.

La libertad de esta Patria no se forjó en la complacencia de la subordinación, sino en la rebeldía popular. El pueblo trabajador no admite la traición, puede enojarse con la coyuntura y puede, también, hacer tronar el escarmiento. Pero está en su sangre no rendirse ante la entrega y la ignominia de los apátridas. Ese pueblo se niega a estar de rodillas, es insurrecto e indomable cuando se trata de defender su libertad y la de su comunidad. Siempre ha sido soberano y, en esta oportunidad, por más que nos digan lo contrario, no es diferente.

Esta Nación no se hizo grande sobre la base de la explotación de los que trabajan. Se construyó sobre los cimientos del trabajo mancomunado y sobre la “hermandad de los que trabajan”. Quieren que olvidemos, pero fueron los hombres y mujeres de trabajo quienes se abanderaron con la causa Malvinas. Fueron las y los trabajadores quienes se organizaron en comunidad para enfrentar la pandemia, no abandonar a nadie. Son ellos quienes dejan en “el camino jirones de su vida” para que esta Patria no caiga en manos de capital especulador, extranjerizante y vende Patria.

Este 9 de julio no puede pasar de largo. No es una fecha escolarizada que demanda un feriado para pasar el rato. Este 9 de julio nos tiene que hermanar en la insurrección, en la sublevación, en la solidaridad, porque no podemos permanecer indiferentes si uno de los nuestros sufre. No podemos permanecer pasivos si nuestros pibes tienen hambre, si nuestros viejos son gaseados por exigir Justicia Social. No hay libertad posible si nos persiguen y nos encarcelan.

Este 9 de julio tenemos que encontrarnos para clamar por una nueva INDEPENDENCIA NACIONAL, porque no podemos dejar que nos roben la dignidad. No nos entregamos a “la raza oligarca de los explotadores”, nos entregamos a la causa de la Patria que nos demanda, en este momento histórico, que los traidores, los explotadores, los enemigos del pueblo sean derrotados.

¡Seamos libres, viva la Patria!


Tu lugar en el capitalismo feroz


 

06 julio 2025

“¿Puedo morir, por favor?”: silencio ensordecedor sobre Gaza, persecución y jactancia del ultra

 •Víctimas que tienen nombre y voz. Crueldad e inmundicia en el discurso de Milei. Políticos que juegan al distraído y jueces que delimitan qué se puede opinar.

Sebastián Lacunza

Niños en Gaza aguardando la entrega de comida en Khan Younis, Gaza, este viernes SAEED JARAS/Middle East Images/AFP via Getty Images
29 de junio de 2025 

Goher Rahbour, médico cirujano del West Sufolk Hospital de Londres, acaba de terminar una estadía en el Hospital Nasser de Jan Yunis, uno de los pocos que quedan en pie en la Franja de Gaza. Como decenas de colegas británicos y estadounidenses que vivieron una experiencia similar, Rahbour narró un pasaje por el infierno. Cada dos o tres días llegaban oleadas de víctimas de alguna masacre y no había recursos mínimos para atenderlas. Una constante ha sido la inusitada cantidad de niños con disparos en la cabeza y en el pecho. Sin nada que hacer, sólo quedaba pedirles a quien los acompañaban que los tomaran fuerte de la mano.

El oncólogo Rahbour narró otro costado del cuadro. Muchos pacientes gazatíes con cáncer llevan veinte meses sin ningún tipo de tratamiento. Y otro aspecto omnipresente: el hambre. En el último mes, 5.482 niños gazatíes pasaron por el hospital con síntomas de desnutrición severa, según la agencia de Coordinación de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas.

Palestinos de Gaza recorren escombros de lo que eran sus viviendas Getty Images

De todo ese horror, Rahbour rememoró un caso que lo conmovió particularmente. Un adolescente de quince años recibió una metralla que le atravesó la médula espinal y lo dejó parapléjico. Quedó, además, en absoluta soledad, porque toda su familia había sido asesinada. Contó Rahbour, citado por el periodista Nir Hasson en el diario israelí Haaretz: “Él vivió durante quince años en Gaza. Sabe lo que le espera, sabe qué significa para un chico de quince años aguardar una silla de ruedas en Gaza. Sin familia, sin fisioterapia, todas esas cosas que nosotros damos por garantizadas... Dio vueltas por el hospital y nos dijo: ¿Puedo morir, por favor?”.

El Ministerio de Salud de Gaza viene difundiendo un listado con número de documento y fecha de nacimiento de las víctimas mortales en la Franja desde el 7 de octubre de 2023, día del ataque terrorista de Hamás en el sur de Israel, que dejó 1.100 víctimas fatales en una sola mañana, acaso la mayor matanza de judíos desde el Holocausto.

El informe del ministerio gazatí del lunes pasado (381 páginas) enumeró 55.202 muertes, 17.121 niños.
Tienen nombre. Mahmud al-Maranakh fue asesinado el día en que nació, como otros siete bebés. Cuatro tuvieron la oportunidad de vivir un día, y otros cinco, dos.

Dado que el Ministerio de Salud de Gaza depende de Hamás, la organización integrista que perpetró cientos de atentados en el pasado, el Gobierno de Israel considera la difusión de la cifra como una maniobra de propaganda. Eso, de a ratos, porque estamentos del Estado israelí, instituciones internacionales y académicos de muchas universidades validan números que se acercan e incluso superan lo informado por la autoridad gazatí.

Hace ya un año, cuando la cifra oficial de muertes se acercaba a 38.000, la revista The Lancet, de máxima autoridad en materia científica, publicó un estudio de tres investigadores (canadiense, británico y estadounidense) que, según “un cálculo conservador”, considerando la magnitud de la destrucción de Gaza y la falta de atención a los heridos, la cifra real de muertes se elevaría a 186.000 con el correr de los meses. El investigador de la británica Universidad de Holloway Michael Spagat, especializado en mortalidad en guerras como las de Irak, Siria y Kosovo, condujo un estudio que incluyó entrevistas a 2.000 familias en Gaza. La revista Nature publicó datos del trabajo el viernes: la cantidad real de muertos es superior a 84.000, y el balance se agravará con los desnutridos y los heridos.
La novedad de las últimas semanas fueron las matanzas perpetradas en los cuatro centros de distribución de comida que el Gobierno de Benjamín Netanyahu entregó a la Fundación Humanitaria de Gaza, dirigida por un evangélico estadounidense, partidario de Donald Trump. Desde que fueron desplazadas las agencias de Naciones Unidas que cumplían esa tarea, los muertos en esas circunstancias suman más de 550, según el ministerio gazatí.

Ultras del mundo, uníos

La realidad de lo que el fallecido Francisco, fiscales internacionales y organizaciones de derechos humanos de todo el mundo —incluido Israel— denominaron “genocidio” o “limpieza étnica” no conmueve el debate público argentino.

Aunque hay pequeñas organizaciones como Judíes por Palestina y Llamamiento Argentino Judío, en el país no tienen lugar las acciones que lleva a cabo la vívida sociedad civil judía de Nueva York, que organiza concurridas manifestaciones en el centro de la ciudad o firma solicitadas rubricadas por cientos de rabinos, intelectuales y artistas, exigiendo al Ejecutivo israelí que no actúe en su nombre. Como resulta obvio, una cosa es el Gobierno de Israel y otra su sociedad, la religión y la cultura judía, pese a la confusión premeditada en que incurren tanto los antisemitas como círculos políticos que ven un faro en la deriva ultraderechista en el país asiático.

A veces, el conflicto de Medio Oriente asoma en forma de anécdota, como días atrás, cuando los diputados Damián Arabia (PRO-Bullrich) y Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) creyeron oportuno dejarse invitar para celebrar el desfile del orgullo gay en Tel Aviv. En pleno trámite festivo sobre la diversidad y la tolerancia, y a pocos kilómetros de las poblaciones de Gaza convertidas en escombros, se desató el pronosticado intercambio de misiles entre ciudades iraníes e israelíes, por lo que la dupla debió privarse del desfile y dejar Tel Aviv en cuanto pudo. La causa dará oportunidad de sumar nuevas millas.

Como resulta obvio, una cosa es el Gobierno de Israel y otra su sociedad, la religión y la cultura, pese a la confusión premeditada en que incurren tanto los antisemitas como círculos políticos que ven un faro en la deriva ultraderechista en el país asiático

Ningún otro gobernante del mundo es un aliado tan enfático de la ofensiva israelí como Javier Milei. El ultra dice estar en tránsito a la religión judía y ello lo lleva —en su particular psiquis— a una extravagante adhesión a Israel. Es tal el desvarío de un seguimiento autómata de lo que decida Tel Aviv, que hasta el PRO de Mauricio Macri se animó a cuestionarlo por no priorizar los “intereses nacionales”.

Llegar al Muro de los Lamentos, en Jerusalén, puede dar lugar a la emoción, por lo que significa en términos religiosos, turísticos y culturales. Sin embargo, entre las miles de personas que pasan por esa explanada cada día, cuesta encontrar a algún feligrés poseído por semejante congoja como la expuesta por Milei el par de veces que se dio una vuelta por allí. Fuera de sí, el autodenominado topo, autodenominado cruel, autodenominado psicopateador y autodenominado vaca mala se aprisiona como quien quiere fundirse a la roca, hasta que algún rabino lo rescata.


Javier Milei en el Muro de los Lamentos, el 6 de febrero de 2024. Télam

Necesitado de salir del aislamiento internacional que supone una orden de arresto por crímenes de lesa humanidad emitida por la Corte Penal Internacional, Netanyahu sabe retribuir la sobreactuación del argentino con tuits, premios y premiecitos.

Inmundicia y crueldad

En su curioso recorrido, Milei construye enemigos a los que califica como “excrementos”, “ratas” y “parásitos”.

Micaela Cuesta y Lucía Wegelin, doctoras en Ciencias Sociales e investigadoras de la Universidad de San Martín, publicaron Prejuicio y Política. Para una crítica sociológica del autoritarismo contemporáneo (UNSAM, 2024). En el capítulo “Anatomía del prejuicio”, que recorre los componentes constitutivos del discurso nazi, incluyen el siguiente párrafo:

“El disfrute de la inmundicia se asocia, señala Adorno, con el disfrute de la crueldad, pues esta estratagema se asocia a la del ‘cosquilleo de la médula espinal’, que consiste en hacer creer que las atrocidades reveladas por los agitadores (ndr: Hitler), y perpetuadas por los comunistas, les sucederá a sus seguidores. Los agitadores, coinciden los distintos autores, no prometen. Antes bien, amenazan”.

Por fuera de la ferviente adhesión mileísta a la postura oficial de Israel y alguna foto de ocasión de dirigentes del ex Juntos por el Cambio y el peronismo que pugnan por la liberación de unos cincuenta rehenes (treinta estarían sin vida) que siguen en manos de Hamás y omiten por completo las 55.000 muertes de palestinos, las referencias a Medio Oriente son contadas en el arco político argentino. Muy notoriamente, las “nuevas melodías” de Axel Kicillof también se demoran en este asunto.
Desde una perspectiva crítica, se destacaron todos los cancilleres de los gobiernos de Néstor Kirchner, Cristina y Alberto Fernández, más Susana Malcorra, primera ministra de Exteriores de Macri, que reclamaron en nota conjunta apego a la postura histórica de Argentina, que pide negociaciones en paz con la premisa del respeto a los derechos humanos y a los dos Estados. En soledad entre los peronistas de a pie, Juan Grabois se expresó en varias oportunidades contra los “crímenes de guerra del Estado de Israel en Gaza”. En sus antípodas y para sorpresa de nadie, Guillermo Moreno alaba a Netanyahu y a Trump.

El Frente de Izquierda y los Trabajadores y otros partidos de izquierda sostienen la única denuncia consistente contra la masacre en Gaza, sin que alguno de sus dirigentes deje de incurrir en consignas hirientes y poco reflexivas. En el contexto argentino, esa posición se ubica en el margen izquierdo del espectro, aunque forma parte del núcleo de la centroizquierda en Chile, Brasil, Uruguay y Europa.
La respuesta a la posición de dirigentes trotskistas, a veces expresada en forma chocante ante derechos básicos del pueblo israelí, no es política, sino judicial.

Opinión y persecución

El jueves, en la sala I de la Cámara en lo Penal, Correccional y de Faltas de Capital Federal, se llevó a cabo una audiencia por la acusación de antisemitismo presentada por la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) contra Alejandro Bodart, excandidato a presidente y exlegislador porteño por el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST).

El caso se originó en tres tuits de Bodart, de mayo de 2022, en los que el dirigente trotskista escribió “sionista=nazi”, criticó al “Estado racista y genocida de Israel…, por una Palestina laica y democrática, del río al mar” (una forma de referir en Medio Oriente al no reconocimiento del Estado de Israel o, en su sentido inverso, de Palestina), y aclaró “siempre condenamos la persecución antijudía y toda opresión étnica. Por eso defendemos al pueblo palestino. Basta de acusar de antisemitas a quienes somos antisionistas”.

El sionismo, cabe recordar, es un movimiento nacido en el siglo XIX que se propone la creación de un Estado judío en el Monte de Sion (Jerusalén), aspiración que se coronó en 1948, cuando, al cabo de la guerra árabe-israelí, fueron desplazados cientos de miles de palestinos. Como es evidente, no todos los judíos son sionistas, ni todos los sionistas adhieren al expansionismo de sus gobiernos, ni todos los habitantes de Israel son judíos.

La expresión “sionista=nazi” resulta política y moralmente inaceptable si se tiene en cuenta que muchos judíos-sionistas son descendientes de víctimas del Holocausto. Otra cuestión es que ello se transforme en una vía de persecución penal ante una opinión, por más desagradable que resulte.
Si toda expresión inflamada termina en una causa penal, dos tercios de la dirigencia política argentina debería pasar por tribunales, empezando por el más agraviante de todos. O, con motivo mucho más fundado, el ex vicepresidente de DAIA Sergio Pikholtz, quien calificó como blanco legítimo a todos los palestinos mayores de cuatro años. Por qué no Patricia Bullrich, que vincula a los mapuches a los “terroristas”; Milei, que apunta a los “zurdos de mierda”, o Miguel Ángel Pichetto, que niega la mera existencia de esa identidad indígena y desprecia a la inmigración de países limítrofes.

Ni qué hablar de quienes endilgan las acciones de Hamás a todos los habitantes de Gaza y a quienes denuncian la acción del Ejército de Israel, como ocurre decenas de veces por semana en el ameno menú televisivo y radial de Argentina. La estigmatización del Islam y el mundo árabe campea a sus anchas en las últimas décadas.

El expediente contra Bodart fue y vino entre primera instancia y apelaciones, con un sobreseimiento, que fue apelado; una absolución en juicio oral, y una condena con fallo dividido en Casación. Como no hubo doble conforme, la defensa de Bodart apeló ante la Cámara compuesta por Marcelo Vázquez, Elizabeth Marum y Luisa Escrich, que podría decidir en las próximas semanas.
La denuncia contra el dirigente del MST tiene una causa espejo en el fuero federal contra la diputada nacional Vanina Biasi (Partido Obrero), también accionada por la DAIA.

Daniel Rafecas

En una hipérbole de la que seguramente no se enorgullecerá, el juez Daniel Rafecas, con trayectoria sólida en el juzgamiento del terrorismo de Estado en argentina, llega a afirmar que las expresiones de Biasi son más graves porque se dan en un país que sufrió dos atentados terroristas. Como si una crítica dura al Gobierno de Netanyahu o un cuestionamiento a la existencia del Estado de Israel pudiera asociarse a la voladura de la mutual judía AMIA y la Embajada de Tel Aviv en Buenos Aires.Esa forma de invalidar una postura política debatible se basa sobre el estratagema de estirar como elástico el concepto de antisemitismo, con el fin de persecución, muy a tono con la época. Promover el estado palestino “desde el río hasta el mar” supone la negación del derecho a la existencia del Estado de Israel, conformado tras el Holocausto, lo que supone un fundamento válido. La polémica, desde ya, no termina. Ocurre que “la tierra ancestral” tenía otros habitantes allí asentados durante generaciones, que vivieron su nakba (catástrofe) al ser expulsados de sus hogares. Incluso si no se reconociera la excepcionalidad del Holocausto, negar la existencia de Israel elude la pregunta sobre el destino de sus diez millones de habitantes actuales. Pero lo que está en juego no es la pertinencia, sensatez o humanidad de una consigna de un dirigente trotskista, sino la libertad de expresión. Si sus majestades los jueces, plenos de privilegios, aplican un lápiz rojo sobre lo que se puede decir, con doble vara evidente, la democracia se deteriora todavía más. Es probable que el tuit de Bodart se haya excedido al sugerir la inexistencia de Israel. Otros opinarán lo contrario, pero no todo son palabras. Hay hechos.

Un territorio, Gaza, donde viven dos millones de personas, privadas de derechos elementales por décadas, dejó de existir como lugar habitable, producto de las bombardeos incesantes durante un año y medio. Un joven, arrasado, condenado a un calvario de por vida, pide a los médicos que lo dejen morir, por favor.

04 julio 2025

PROGRAMA EL TREN DEL 1 DE JULIO DEL 2025


 El martes 1 de julio del 2025 se subió a EL TREN, la Doctora en Economía Mercedes D’ Alessandro, autora de “Motosierra y Confusión. Como recuperar la economía para salir de la crisis”, “Economía feminista: como construir una sociedad igualitaria (sin perder el glamour)”, ¿El futuro es feminista? Junto con Florencia Angilletta y Marina Mariasch.

Mercedes es docente universitaria y fue Directora de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía durante el gobierno de Alberto Fernández siendo seleccionada por la revista Times como una de las 100 líderes. Un viaje intenso y atrayente donde se abordó desde el triunfo de Juan Monteverde en Rosario, su emprendimiento económico familiar, sus propuestas concretas a la victoria en Nueva York de Zohran Mamdani, en las primarias, por lo que será el candidato demócrata a Alcalde. Derrotó por un amplio margen al exgobernador Andrew Cuomo.  Tiene 33 años, es un legislador con una corta trayectoria política que representa al ala de izquierda del Partído Demócrata. Tiene el respaldo de figuras progresistas como Bernie Sanders y Alexandría Ocasio-Cortez y una gran popularidad entre los jóvenes. La crueldad del gobierno que no reconoce límites, hasta tirarle su mercadería a un vendedor callejero de café en el día más frío del año. El feminismo sus notables avances y conquistas. “Las feministas no se pasaron tres pueblos, por el contrario, nos quedamos cortas”.  El Plan Austral y el desagio. Como salvó sus ahorros, apenas 300 dólares de no caer en el corralito, por ser novia entonces del hijo de un importante empresario industrial. El mundo de los trabajadores de plataformas. Su militancia de estudiante en el Partido Obrero. Como pasó del trotskismo al peronismo sin dejar de ser marxista.  Apenas algunos de los temas tratados en un viaje sin escalas.


En la primera hora, el programa recordó que ese día se cumplían 51 años de la muerte de Perón, las tapas de Crónica Y Noticias, el impacto de su muerte. En otra escala y trascendencia EL TREN cumplirá el 7 de julio, 22 años ininterrumpidos en el aire. Además, celebramos la inauguración de los nuevos estudios de la radio


El informe de JP Morgan que recomendó a sus clientes desarmar posiciones bonos en pesos vender y pasarse al dólar. La duda de cuando será la devaluación. La ofensiva contra los periodistas. El odio y la crueldad en carne viva. La dolorosa frase de Víctor Hugo: 
“ Desgraciado el país que tenga por Presidente a alguien que le hace bulying a un chico de 12 años” Serrat y su canción Utopias (“Sin utopía, la vida sería un ensayo para la muerte”) a las declaraciones de Fito Paez: “Las utopías no sirven para nada”.
Juan Monteverde y su triunfo con Ciudad Futura integrando una coalición con el peronismo y que gana Rosario después de 52 años.  (“! ¡Ay! ¡Ay! Utopía que alumbras los candiles/ del nuevo día)
El presidente y sus discursos en La Plata, Fundación Faro y la visita al streaming Neura. La generosidad de KARINA Y JAVIER, donando un millón de pesos a una fundación protectora de perros. Todo ello mientras los testimonios de médicos, enfermeras, y pacientes del Garrahan conmueven a un país, menos al Presidente, su hermana y la pandilla inhumana de trolls. Testimonios como el Luis SAROTTO, jefe del departamento de Cirugía del Clínicas:   

-Y esta gente que es rechazada, ¿qué hace?

-Se desespera. Otros se mueren. Muchas veces la gente no tiene adónde ir a hacerse esa intervención. Acá, en el Clínicas, pasa tal cual lo que contaban los médicos del Garrahan el otro día: tenés referentes de ciertas áreas que hacen cirugías muy específicas que de forma privada te pueden salir US$20.000. Y mucha gente no tiene para pagarlo. Vos vas a tu obra social y quizás no hay nadie que haga esa cirugía porque la hacen cinco personas en la Argentina, y uno está acá y quizás es el único que te la hace gratis. Entonces, ¿cómo haces para operarte con esa persona? Tenés que venir a llorar acá, de rodillas, y rogar: “Opéreme”. Es una situación muy angustiante para el paciente, y de difícil solución.

Si los argentinos fuéramos perros, bajo la presidencia de los hermanos Milei, seríamos felices.
El escritor Juan José Becerra afirmó que” Milei es el área de entretenimiento del gobierno, que no es su gobierno, sino de los dueños de la Argentina” 
Mayra Arena y los que apoyan a Milei

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