29 noviembre 2024
28 noviembre 2024
PROGRAMA EL TREN DEL 26 DE NOVIEMBRE DEL 2024
En la segunda hora se abordó la semana transcurrida, un revelador texto de Pablo Semán, el papelón del gobierno de ausentarse a la convocatoria del Papa por los 40 años de la firma del Tratado de Paz con Chile, el recuerdo de las hermanas Mirabal en el Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer. Hubo tiempo para leer el cuento de Hernán Casciari, a cuatro años de la muerte de Diego Maradona, titulado: “Carta de un ama de casa a Diego Maradona”
26 noviembre 2024
CARTA DE UNA AMA DE CASA A DIEGO MARADONA
"Por eso si él reza se pone enfrente del televisor y reza por vos, yo también rezo. Y no me importa si otra vez hay que rezar por vos. En esta casa, cuando mi marido dice que hay que prender dos velas, se prenden dos velas y se acabó".
"Para mí fue un invierno horrible, porque solamente podía cocinar buñuelos acelga en el almuerzo y más acelga en la cena. Pero si hoy le pregunto a mi marido o a mi hijo qué se acuerdan de ese invierno, ellos te nombran, sonríen... No tienen la menor idea de que pasaron hambre".
"Esta noche afuera, en la puerta de la clínica, está lleno de periodistas extranjeros sacándole fotos a la gente que prende velas y que se pasa la madrugada recitando el rosario. A veces me da vergüenza que el resto del mundo crea que somos tan básicos, tan cabezones".
"El día de la efedrina salí a la calle y vi a todo el mundo llorando. La gente iba en silencio por la calle y se le caía los mocos. Todo el país desinflado. ¡Qué raros somos!, pensé, pero me sentí orgullosa de ser de acá, porque yo también lloraba y no sabía desde cuándo".
"Dentro de muchos años, los hijos de mis hijos van a vivir en una Argentina mucho mejor. Estoy segura. Y nadie se va a acordar de tus cosas malas. En los libros de lectura se va a decir de vos lo importante: que acá una vez nació un negrito que jugaba a la pelota como nadie".
"En el futuro nadie se va acordar de que eras un fanfarrón y un boca sucia. Van a decir que era capaz de levantar a un pueblo triste y volverlo loco de alegría, de hacerlo feliz incluso en las épocas más negras... Para que no se muera ese, yo rezo".
"Para que puedas descansar de todo el esfuerzo de haber sido vos. Para que puedas abrazar a tus nietos y contarles quién fuiste. Porque debe ser muy lindo llegar a viejo, mirar a un nieto a los ojos y decirle: ¿Sabés quién era yo? Yo era Maradona... Y estar vivo para contarlo".
AGOSTO DEL 2004 CUANDO DIEGO ESTABA EN TERAPIA INTENSIVA
Maradona
Cuando Maradona dijo que quería irse de Nápoles, hubo quienes le echaron por la ventana muñecos de cera atravesados de alfileres. Prisionero de la ciudad que lo adoraba y de la camorra, la mafia dueña de la ciudad, él ya estaba jugando a contracorazón, a contrapié; y entonces, estalló el escándalo de la cocaína. Maradona se convirtió súbitamente en Maracoca, un delincuente que se había hecho pasar por héroe.
“Es un enfermo”, dijeron. Dijeron: “Está acabado”. El mesías convocado para redimir la maldición histórica de los italianos del sur había sido, también, el vengador de la derrota argentina en la guerra de las Malvinas, mediante un gol tramposo y otro gol fabuloso, que dejó a los ingleses girando como trompos durante algunos años; pero a la hora de la caída, el Pibe de Oro no fue más que un farsante pichicatero y putañero. Maradona había traicionado a los niños y había deshonrado al deporte. Lo dieron por muerto.
Pero el cadáver se levantó de un brinco. Cumplida la penitencia de la cocaína, Maradona fue el bombero de la selección argentina, que estaba quemando sus últimas posibilidades de llegar al Mundial 94. Gracias a Maradona, llegó. Y en el Mundial, Maradona estaba siendo otra vez, como en los viejos tiempos, el mejor de todos, cuando estalló el escándalo de la efedrina.
La máquina del poder se la tenía jurada. Él le cantaba las cuarenta, eso tiene su precio, el precio se cobra al contado y sin descuentos. Y el propio Maradona regaló la justificación, por su tendencia suicida a servirse en bandeja en boca de sus muchos enemigos y esa irresponsabilidad infantil que lo empuja a precipitarse en cuanta trampa se abre en su camino.
Los mismos periodistas que lo acosan con los micrófonos, le reprochan su arrogancia y sus rabietas, y lo acusan de hablar demasiado. No les falta razón; pero no es eso lo que no pueden perdonarle: en realidad, no les gusta lo que a veces dice. Este petiso respondón y calentón tiene la costumbre de lanzar golpes hacia arriba. En el 86 y en el 94, en México y en Estados Unidos, denunció a la omnipotente dictadura de la televisión, que estaba obligando a los jugadores a deslomarse al mediodía, achicharrándose al sol, y en mil y una ocasiones más, todo a lo largo de su accidentada carrera, Maradona ha dicho cosas que han sacudido el avispero. Él no ha sido el único jugador desobediente, pero ha sido su voz la que ha dado resonancia universal a las preguntas más insoportables: ¿Por qué no rigen en el fútbol las normas universales del derecho laboral? Si es normal que cualquier artista conozca las utilidades del show que ofrece, ¿por qué los jugadores no pueden conocer las cuentas secretas de la opulenta multinacional del fútbol? Havelange calla, ocupado en otros menesteres, y Joseph Blatter, burócrata de la FIFA que jamás ha pateado una pelota pero anda en limusinas de ocho metros y con chófer negro, se limita a comentar:
—El último astro argentino fue Di Stéfano.
Cuando Maradona fue, por fin, expulsado del Mundial del 94, las canchas de fútbol perdieron a su rebelde más clamoroso. Y también perdieron a un jugador fantástico. Maradona es incontrolable cuando habla, pero mucho más cuando juega: no hay quien pueda prever las diabluras de este inventor de sorpresas, que jamás se repite y que disfruta desconcertando a las computadoras. No es un jugador veloz, torito corto de piernas, pero lleva la pelota cosida al pie y tiene ojos en todo el cuerpo. Sus artes malabares encienden la cancha. Él puede resolver un partido disparando un tiro fulminante de espaldas al arco o sirviendo un pase imposible, a lo lejos, cuando está cercado por miles de piernas enemigas; y no hay quien lo pare cuando se lanza a gambetear rivales.
En el frígido fútbol de fin de siglo, que exige ganar y prohíbe gozar, este hombre es uno de los pocos que demuestra que la fantasía puede también ser eficaz.
En: El fútbol a sol y a sombra (2009).
23 noviembre 2024
CRÓNICA DE UN FINAL ANUNCIADO*
No ocurre lo mismo con los candidatos a presidente, no obstante que del sujeto en cuestión depende ostensiblemente el destino de millones de personas.
Independientemente de las múltiples razones que pudieran justificar tal omisión, es evidente que el ordenamiento constitucional da por supuesto que alguien que accede a la máxima magistratura es poseedor de una estructura psicológica que abunda en elementos racionales y una significativa estabilidad emocional.
Una infancia caracterizada por padres autoritarios, violentos y despreciativos.
Una dificultosa relación con los compañeros de las escuelas primaria y secundaria.
Una adolescencia que dio comienzo a una vida solitaria con escasas formas estables y pacíficas de relacionamiento, con la única excepción de la hermana, la cual obra de sujeto de estabilización del comportamiento y de contención
La imposibilidad de reaccionar razonablemente frente a aquellos que pudieren contradecirlo.
La búsqueda de afirmación y autovaloración y el ocultamiento de una apreciable inseguridad mediante estructuras y formas de comportamiento narcisista.
En lo relativo a su profesión, asume teorías únicas y definitivas considerando ora arbitraria, ora dañina y hasta siniestra cualquier otra teoría o propuesta.
Frustración, resentimiento, soledad, violencia, inestabilidad emocional, autoritarismo, síndrome de comportamiento narcisista y, por favor, paremos de contar.
Divierte imaginar a un empresario cuya consultora le presentara este diagnóstico queriendo conocer a tan especial personaje.
Créase o no, este señor fue elegido presidente de los argentinos.
LA OPORTUNIDAD
La síntesis es el mayor enemigo de cualquier análisis político o periodístico, pero en algunas ocasiones, como la presente, resulta necesaria para fijar un marco inexcusable y punto de partida esencial para una mejor comprensión de lo que se pretende expresar.
Se es antiperonista y basta, se terminó y no discuto más.
Nada más y nada menos que a lo enunciado debe enfrentar cualquiera que se anime a representar un proyecto de raíz nacional y popular.
Sin embargo, por diversas razones, algunas de las cuales se expresan más abajo, la sociedad argentina contiene un porcentaje de población equivalente al expresado con relación al antiperonismo, siempre dispuesta a sostener y reivindicar las políticas orientadas a la justicia social, la independencia económica y la soberanía política.
La acción de doce años de gobierno kirchnerista quedaron reflejados en variables macroeconómicas que hoy se consideran una verdadera utopía.
Si un extranjero contemplara a 600.000 personas vivando a una presidenta sin saber que se trataba de una despedida ante elecciones perdidas, no dudaría en calificar a nuestro país como un gran manicomio.
Semejante locura fue la consecuencia del ataque permanente del establishment y del mensaje repetitivo hasta el cansancio de los medios hegemónicos de comunicación.
Y de la siempre oculta presencia en muchísima gente de la necesidad de identificación y pertenencia con y al Poder, no obstante que ese Poder en el gobierno invariablemente afectara seriamente sus intereses.
Alberto Fernández no hizo absolutamente nada de lo que se esperaba de él. Todas las expectativas y esperanzas resultaron defraudadas.
Nada más hay corrosivo del “alma” y de la conciencia social que la defección de un gobernante llamado a restablecer las condiciones previas a una tragedia.
Consecuencias: frustración, resentimiento, soledad, futuro incierto, violencia reprimida.
Y fue en ese preciso momento que se presentó, tal si fuera una aparición fantasmal, alguien que exhibía como estandarte y símbolo una motosierra.
Y que ponía delante de la gente una personalidad que empatizaba extraordinariamente con las consecuencias enunciadas.
Gritos, agresividad, amenazas, misticismo, consignas de significado dudoso, fueron algunas de las expresiones de un candidato cuya estructura psicológica jamás superaría una selección de personal.
Las deplorables condiciones de una sociedad exhausta parieron la oportunidad.
UN LOCO EN ACCIÓN
El ejercicio del gobierno, sea cual fuere la personalidad del gobernante, siempre representa intereses.
Y Javier Gerardo Milei, de él se trata, por si no se dieron cuenta, también los representa.
Y esos intereses no son otros que los del establishment, el cual le provee un apoyo rayano con lo eufórico.
Alineamiento irrestricto con los intereses geopolíticos de Estados Unidos e Israel, rebaja de impuestos a los ricos, pago de las obligaciones derivadas de la deuda externa con prelación a cualquier otro gasto del Estado, promesas en buena parte cumplidas de la reducción del Estado a su mínima expresión, rebaja de jubilaciones y salarios, liberación de precios y libertad de mercado, renuncia a la soberanía nacional en todas sus formas, afectación de derechos laborales, anulación de obra pública, políticas de afectación de la ciencia, de la cultura, de la salud y de cualquier otro factor de cohesión social y de rasgo solidario, extorsión permanente a gobernadores, depresión del consumo, imposición de tarifas que agobian a las familias y a las pymes, apertura asesina de pymes de las importaciones, represión de cualquier tipo de manifestación, son sólo algunos de los “logros” de “el loco” en apenas once meses de gobierno.
TRISTE, SOLITARIO Y FINAL
Por consiguiente, toda acción oracular, profética o de simple enunciación de probabilidades es una experiencia volitiva. No surge espontáneamente más allá de que es un carácter propio y exclusivo de la condición humana la conexión con el futuro. Para los animales no existe el futuro.
Se justifica plenamente, entonces, que los análisis políticos y económicos, aun con grandes reservas, hablen del posible éxito de Milei en el establecimiento de condiciones permanentes derivadas de su acción. Es decir, de la “peruanización” (no peronización, por cierto) de la sociedad argentina.
Tales teorías son un absurdo por donde se lo mire pues requerirían ignorar, entre muchas otras, las siguientes circunstancias:
“El subsuelo de la Patria sublevada”.
Insisto: ni el Capitalismo Financiero y sus monstruosas derivaciones, de las cuales, el individualismo extremo, es sólo una de ellas, ni la banalidad y superficialidad reinantes, ni la ignorancia como virtud, pueden afectar definitivamente a algo que se llama Ser Nacional.
Y será ese Ser Nacional en acción, cualesquiera que fueren los caminos, lo que determinará inexorablemente un destino triste, solitario y final para el personaje en cuestión.
EPÍLOGO
Veo a Chauncey Gardiner, el protagonista de la novela de Jerzy Kosinsky “Desde el Jardín”, caminar lentamente por una laguna hacia su destino final.
Ese jardinero extraordinariamente elemental, que definía a todas y cada una de las cosas mediante metáforas relacionadas con su actividad de jardinero y de lo que veía en la televisión, las cuales fueran interpretadas como genialidades por los más altos estamentos del gobierno hasta el punto de ser considerado como posible candidato a la presidencia, no pudo soportar la muerte de su benefactor. Una circunstancia fortuita pero previsible.
Como siempre, las circunstancias fortuitas determinan los destinos.
Y sí…, creo que mi inconsciente se puso en acción
Noviembre 2024
• Alberto Ward, es Contador Público, cantante de tango y oyente crítico de EL TREN.
22 noviembre 2024
PROGRAMA EL TREN DEL 19 DE NOVIEMBRE DEL 2024
21 noviembre 2024
18 noviembre 2024
17 noviembre 2024
16 noviembre 2024
15 noviembre 2024
PROGRAMA EL TREN DEL 12 DE NOVIEMBRE DEL 2024
El martes 12 de noviembre del 2024 se subió a EL TREN, en la segunda hora, el politólogo, escritor y periodista Hernán Brienza, autor entre otros libros “Éxodo Jujeño”, “La Argentina imaginada”, “Urquiza, el salvaje”, “El loco Dorrego. El último revolucionario”, “Maldito tu eres. El caso Von Wernich”. Su último libro es “¿Para que sirvió el peronismo? Once ideas para comprender su existencia”
Un viaje atractivo y profundo. Algunos de los temas abordados y frases recogidas: “Hay un cambio de paradigma”, “El mileismo replica un cipayismo hacia EE. UU, similar al que en otras épocas se tuvo con Inglaterra”, “El trumpismo es más racional que Milei y Abascal”, “Las provincias están cansadas de la cuestión Capital”, “Para muchos fue demasiado progresista el kirchnerismo”, “Soy pragmático, pero no moderado”, “Milei dialoga bien con la modernidad” “¿Qué es el peronismo? No tiene respuesta”, “Hoy no hay un pensamiento crítico alternativo al capitalismo”, “El gobierno de Alberto está lejos de ser el peor de la democracia pero fue timorato”, “El peronismo tuvo una relación extraña con la inflación”, “El peronismo en muchos momentos se convirtió en una enfermería”, “Como se adecuaron en cada momento los tres referentes peronistas ( Perón, Menem y Kirchner) a las circunstancias externas”; “La relación entre la posición socialdemócrata de Antonio Cafiero y la de Alberto Fernández”, “La necesidad del peronismo de renovarse” Al respecto un párrafo de su último libro: “En pocas palabras, mientras el peronismo ofrece la panacea del “Chalecito californiano construido por Evita para la espera del futuro prometido”, hoy los jóvenes amamantados en las ubres del neoliberalismo individualmente sueñan “con un monoambiente donde tomar sol en el balcón, tener buena conexión de internet y ser libres ( y sin hijos) para poder disfrutar de un presente gozoso porque el futuro ya ha quedado en el pasado”
Apenas algunos de los temas tratados sin dejar de discurrir a aspectos personales, su fanatismo por River, su familia peronista, su relación con su hijo, lo mal que lo pasó durante el macrismo.
En la primera parte, el programa abordó el análisis del gobierno de Javier Milei a través de la literatura como El Quijote y un cuento de Gabriel García Márquez. La dramática situación del Hospital Garraham, El alarmante texto del columnista de La Nación Jorge Fernández Díaz. La crueldad insólita del gobierno. La frase del presidente al visitar el Ministerio de Desregulación: “ Uds. son el combustible para que yo me levante feliz todos los días”. Una historia conmovedora puesta al aire: “El chocolatín de Burgos”. El cipayismo superlativo de Ramiro Marra.
Súbanse a EL TREN, desde el andén de sus domicilios.
El TREN, UNA VOZ DIFERENTE PARA ESCUCHAR, REFLEXIONAR Y DISCUTIR
14 noviembre 2024
Yo no lo puedo creer
Por Fabián Restivo
12 de noviembre de 2024 - Página12
Imagen: Fabián Restivo
“El Diego me hace falta. Santiago me duele” y entonces sonríe una pena suave sobre los escombros inevitables de la memoria viva. Y juega en la mesa con la arandela de las llaves del auto, que cuelgan de un viejísimo llavero de Motorcraft.
En el siglo pasado quedó la nena de faldita escocesa y camisa blanca con el escudo del Chaltel College y el mandato preexistente de marido rugbier, casa, perro labrador y cinco hijos al que llevar y buscar al mismo colegio que fue ella. Proyecto además, moldeado por “un papá bastante gorila, de esos que dicen que en Argentina hubo dos bandos, que en este país no trabaja el que no quiere. Un papá con cosas increíbles y maravillosas y al que por momentos quiero matar. Sumale a eso una mamá que no hablaba y que entonces ´pensaba´ lo mismo que su marido”.
Desde las paredes de su taller, Mollo pone un acorde rabioso, el Diego sonríe, y Santiago Maldonado pregunta cómo, por qué, donde, quién. “Cuando pinté a Santiago todavía no lo habían encontrado. Y fue muy fuerte para mí lo que pasó. Lo viví como algo muy personal. Sentí en el cuerpo que podría haber sido mi hermana.” Y entonces, desde la frente de Maldonado, Nora Basilio, pintora, muralista, militante sin partido, pide perdón y justicia. “Todo el tiempo milito y no pertenezco a ninguna agrupación. Las causas son mías. La de las Madres, la de Abuelas, la del orgullo, las asambleas de vecinos de Don Torcuato”.
No es raro cruzársela por ahí, frente a alguna pared colgada de un andamio. “Prefiero el mural. Hacer un mural es físico, caños, pinzas, el arnés, las escaleras. Es fuerte, y además tiene la gente que pasa, habla, pregunta, se para a contarte historias, a veces mientras estás pintando y otras mientras armás la estructura, que es un trabajo rudo. Fui criada en un mundo masculino”. Finalmente Nora es el árbol de esa semilla que creció trabajando con Don Basilio, su papá, en el taller FordStock, el que queda en Boulogne, ahí sobre la avenida Rolón, que además es casa de repuestos, donde ella atendía repartiendo cigüeñales, barras de transmisión, amortiguadores y aconsejando la mejor pieza para su Ford o Wolksvagen mientras hablaba de todo con los clientes: “hay una gran similitud entre eso y llevar caños, armar las estructuras mientras charlás con la gente y hacés un mural.”
“No sé cuántos murales pinté, más de cien, seguro. No llevo la cuenta” y se ríe con el gesto que deja en claro que esa cuenta no es su tema. Y entonces hay que buscar para saber que el mural de Horacio González de la Biblioteca Nacional es obra suya, el de Diego y Messi en la ruta 202 también, y el Maradona en la cancha de Argentinos, y el Favaloro de la escuela 21, más las exposiciones en el Centro Cultural Borges, y otros varios en otras ciudades del mundo como Atenas o Barcelona. Y claro, la Evita pintada en su casa natal, en Los Toldos. Entonces apunta que en las paredes de Zabaleta, en 21 y 24 viven murales suyos “con las caras de los pibes que mata la policía”. Y en ese momento algo cambia. Mira el techo, aprieta la boca, mueve la bombilla del mate y respira un silencio cruzado de miradas. Pasa que para ser insondable, Nora se llena de palabras, y cuando los sentimientos están por alcanzarla se va por anécdotas sin importancia y hasta parece que no pone corazón. Entonces se queda mirando el cuadro de Maldonado al que se le colaron los pibes de Zavaleta, y se nota que su corazón necesita distancia.
“En el taller no pasa nada, el bastidor es una jaula en la que hace tiempo que no quiero estar, entonces no estoy, por eso también cree Huella Urbana” que es un programa de murales “que me fascina, donde el mural es la conclusión de un trabajo de territorio, conocer tu territorio, las escuelas, la gente, proponer salidas posibles y creativas. Estar con los tuyos.” Y se entusiasma explicando cómo funciona entre alumnos de escuelas, profesores de lengua, historia, biología, la participación de todos y todas en las ideas que concluirán en un mural, porque ahí entran todos, los alumnos, los profes, el colegio, el municipio, otras instituciones, porque “no se trata sólo de un mural. El mural, finalmente, es la conclusión de algo mucho mas importante, que es crear pensamiento. Por eso trabajo con la secretaría de derechos humanos del municipio. Tigre tiene mucha historia de personas desaparecidas, desde los astilleros hasta el padre Pancho Soares, del que también hicimos murales con la comunidad.”
El taller está iluminado de señales. La primera edición del Nunca Más, fotos de Diego Maradona, Evita, Santiago Maldonado, Perón, frases de Paulo Freire. Y un panel con dos imágenes de Gaudí y Salvador Dalí. Ocho paletas con colores secos se enfrentan a tachos con cientos de pinceles que recuerdan con el óleo resquebrajado, el día que fueron usados. Y aún esperan.
“Asumí que toda mi familia era gorila. Mi papá porque era, y mi mamá por mamá nomas” y se ríe fuerte y toma aire para lo que viene: “resulta que de tanto hablar yo de peronismo, un día mi vieja se suelta y dice que su madre y su padre habían sido siempre peronistas. O sea mis abuelos maternos ¿entendés? Mi abuelo estuvo en cana por peronista y resulta que mi abuela ¡era delegada sindical de las tabacaleras de Tucumán! Y andaba con otras mujeres recorriendo provincias levantando a otras mujeres” y el entusiasmo le gana y concluye que claro que “lo que se hereda no se roba ¡Mi abuela era re picante!”
A los cuarenta y dos años de su edad, Nora Basilio, muralista, nieta orgullosa de los abuelos peronistas tucumanos, Elvira y José, pinta “para bajar a tierra. Hay gente que pinta para salirse. Yo pinto para entrar, estar, habitar. Y es lo único que hago segura. Porque es mi manera de decir, cuestionar, provocar. Es lo que mejor me sale. Me gusta provocar. Me gusta discutir, confrontar.” Y decidir. Decidió no tener hijos, y vivir de la pintura y “son tres cosas que me hacen feliz: esas dos y vivir en la provincia gobernada por Kicillof “y entonces sí, suelta la carcajada. Pero retoma con un aire bravo: “con tanto para ser feliz ¿por qué hay que seguir explicando lo básico? ¿cómo nos alejamos tanto de algo tan elemental como Perón? ¿Por qué estamos otra vez tan atrás? Pinto a Perón y a Eva porque no entiendo por qué hay que seguir explicando ¿Como puede ser?” Entonces de golpe le gana el vértigo. Se le fue la sonrisa, se le crispan las manos y mira fijo el mate y otra vez ahí su corazón, pero en la boca: “de verdad que esto que pasa yo no lo puedo creer”.
09 noviembre 2024
08 noviembre 2024
07 noviembre 2024
PROGRAMA EL TREN 5 DE NOVIEMBRE DEL 2024
En la primera parte el programa discurrió sobre aspectos de la realidad nacional, desde la falta de vacunas contra el dengue o remedios para enfermos con HIV a la falta de seguridad en las rutas por la falta de mantenimiento. Los cambios en los medios. Audios con opiniones de Romina Manguel, Eduardo Feinmann y el Gordo Dan, en realidad Daniel Parisini. Un testimonio conmovedor de una joven agradecida con Cristina.
Súbanse a EL TREN, desde el andén de sus domicilios.
06 noviembre 2024
Abajo siempre hay lugar
“Mirá, no es muy difícil. Acá venimos los que estamos jodidos”. Habla firme, con las manos en los bolsillos, sin dolor aparente. Tiene esa certeza y la realidad se le ve en las cejas gruesas cuando mira el paisaje humano casi infinito. Se palmea el cachete: ”¡Solo me falta agarrarme dengue!” y vuelve a reírse. En el pareo hay ropa usada y algunas cosas nuevas “de una amiga que tiene un local en Coronado. Si vendo ganamos las dos, porque ella viene difícil también. Allá no se vende un carajo, así que los fines de semana soy su sucursal Chacarita”, y vuelve a agacharse para doblar todo y que ocupe menos lugar en el bolso.
Es diseñadora industrial que “al año que ganó Maci me quedé sin laburo, pero con mi marido bancábamos. De vez en cuando salía algo y parecía que repuntaba y nada. Y ese entusiasmo intermitente cansa, viste…” y se fue por el lado del comercio, compra y venta, algún diseño gráfico “pero no pagan nada. Mas que trabajo parecía hobby, laborterapia, nada útil”. Entonces se le fue amargando la vida porque “te cansás de perder, y entones todo se jode, hasta el matrimonio. Viste cómo es, cuando los problemas de plata entran por la puerta, el amor se escapa por la ventana”.
Jorgelina vive sola en una casita “con un jardín chiquito y lindo donde en tres horas voy a estar tomando mate mirando el cielo oscuro y lleno de estrellas, imaginando que me va bien, que tengo las cuentas al día, que esta noche me saco el Quini y que se vayan todos a cagar” y aunque sabe que eso difícilmente sucederá y que está endeudada, es su momento de respirar. Lejos de aquí.
Vender ropa usada tiene una rutina que se repite mucho en esta feria. Se comienza vendiendo lo que está en el placard y no se usa, luego revisando roperos de parientes, amigos, luego se tocan timbres en los edificios preguntando si alguien tiene algo para dar y “la gente dice que cómo puede ser que pidamos para vender ¿cómo creen que comemos? Yo no sé si la gente es idiota o vive en un frasco de mayonesa ¿no ven lo que pasa? ¿no ven que cada vez hay menos laburo y que todo está cada día más caro? ¿creen que es divertido andar de ciruja tocando timbres contando con el desprecio de quienes ni te ven?” y entonces ya no sonríe. Y monta en su propia cólera. Y hace recuento: es una profesional, tuvo una vida cómoda, una familia donde “por suerte no tuve hijos, porque hoy no sabría que hacer, de verdad” y de a poco la situación la llevó a los bordes, al margen. El gobierno de Macri, la pandemia, Alberto Fernández “y ahora este que terminó de joder todo de todo y parece que para siempre”.
En dos horas más esta plaza frente al cementerio de Chacarita quedará vacía, como cada domingo. Y a Jorgelina le gana una amargura sólida, depositada, resistente: “es de a poco. Primero pensás que no vas a poder, que no hay cómo, te desesperás, no dormís, te imaginás viviendo en la calle. Porque vos eras a la que le tocaban el timbre. Vos eras la que iba al mercado de pulgas, a la plaza, a ver si conseguías ropa usada y de marca en buen estado y todavía hasta peleabas el precio, y eso que por Coronado casi no se ve, pero a veces pasaban y también a veces me daba paja mirar si tenía. Ahora el juego cambió de lado y sé lo que pasa en la otra punta del cable del timbre. Y jode. Claro que jode, pero hay que bancársela, así están las cosas hoy.”
Ahora se sienta en el pasto con las piernas cruzadas. Enciende un cigarrillo, suelta el humo, fuerte, con los labios apretados. “hoy estuvo bien el clima, sol y fresco. El fin de semana pasado estaba insoportable el calor. Así es este trabajo. Hay días que traés todo, tomás el tren, pagás el pasaje que está carísimo y al rato llueve y te vas puteando. Todo mal. Porque llegás, sacás las cosas, las desarrugás como podés, las acomodás por colores para que se vea mejor que los que ponen todo tirado, y se larga a llover. Todo mal” y de golpe llega a la conclusión de que cuando no llueve pasa mucho tiempo sentada, o parada, mirándose ahí, sintiéndose rara, fuera de lugar, extrañando aquel momento en que era a la que le tocaban el timbre y “entonces pienso en cómo fue que pasó, que hice tan mal, en qué momento empecé a resbalar para abajo hasta llegar acá y después pienso que menos mal que hay esto, que hay este acá para salvar la comida de la semana porque con el otro trabajo apenas si pago las cuentas”.
Mientras termina de acomodar el bolso enciende otro cigarrillo, y llega -una vez más- a la conclusión de la que va y vuelve a lo largo del día, porque “yo se que no es que hice algo mal, sino que todo se fue al carajo y yo con todo. Pero siempre te queda eso que es como una culpa, que no tiene sentido pero así se siente y sé que no, pero bueno, en qué me equivoqué, y así...”
Jorgelina recuerda cuando perdió el trabajo y se lo contó a su papá, que todavía vivía. Estaban comiendo un asado en su casa “y le dije que esto era lo peor que me podía pasar, tener que salir a buscar trabajo de nuevo, era un drama” entonces se sonríe de lado y se acuerda de lo que le dijo él: “shhhh…tranquila, todavía no es tan grave tu situación. Para abajo siempre hay lugar”.
05 noviembre 2024
04 noviembre 2024
La increíble historia del creador del sandwich, un Conde inglés señalado por practicar orgías y satanismo
Hoy, que es el Día del Sandwich, John Montagu merece ser recordado en toda su dimensión. Lo curioso es que la creación del sándwich es apenas una ínfima gota en el mar proceloso de su vida, que fue agitada y prolífica. Pero la historia es así. A este refinado Lord se lo recordará más cuando el mozo traiga un especial de mortadela, que por su participación en la política inglesa, su aporte a la marina británica, su apoyo al almirante Cook en sus travesías por los océanos del mundo o sus ardientes y escandalosos romances en la corte real, que los tuvo y muy notables.
La versión más famosa indica que el Conde era muy aficionado al juego de ajedrez. Según cuentan, en un largo momento de ocio durante las negociaciones del Tratado de paz de Aquisgrán, en el que no quería interrumpir su juego, a Montagu le dio hambre. Y les pidió a sus sirvientes que le llevaran para comer un trozo de carne entre dos rebanadas de pan. Así, podría continuar sin levantarse de su silla frente al tablero. Dicen que esta comida sencilla y práctica llamó tanto la atención que otros comenzaron a pedir “lo mismo que Sandwich”, como lo conocían por su título nobiliario. Con el tiempo, esta combinación de pan y carne adoptó ese nombre y el sándwich se popularizó hasta nuestros días.