El país es un inmenso escenario de
alegría, consecuencia del reformismo permanente. Las modificaciones son de tal
envergadura que hasta las matemáticas son alcanzadas por esta revolución que
nos enseña que si a los jubilados, a los beneficiarios de la asignación
universal por hijos, a los veteranos de Malvinas y a los que reciben pensiones
por discapacidad -claramente los sectores más poderosos del país-, se les
sustraen en un acto de estricta justicia alrededor de cien mil millones de
pesos, eso no los afecta y en cambio mejoran sus haberes. El Ministro de
Hacienda Nicolás Dujovne se sumó al reformismo
matemático al afirmar: “La oposición quiere asustar con una supuesta pérdida
cuando hay un fuerte aumento”. Pitágoras
ha sido superado y Arquímedes se ahogó en la bañera: en la matemática PRO, lo
que resta suma. El reformismo permanente.
Hace dos años, el presidente eufórico
nos anunció que dejaríamos de ser la granja para ser el supermercado del mundo,
pero lamentablemente hubo un problema y el resultado ha sido el inverso: ahora
el mundo está en las góndolas de los principales supermercados del país, al
punto que las profesoras de geografía dictan sus clases en esos negocios como
trabajo práctico asociando productos con países.
La Real Academia Española mira con
atención los aportes que el macrismo hace al idioma. Un abanderado es el
legislador del PRO Pablo Tonelli, quien se ha
revelado un consumado epistemólogo al afirmar: “Los jubilados van a perder plata, no poder adquisitivo”.
De la misma manera se anuncian la
baja del déficit fiscal, cuando aumenta; la disminución de la inflación cuando
sube, y se combate a la pobreza con incremento de la desocupación, con la
pérdida del poder adquisitivo de los salarios, la disminución de la
actualización de la asignación universal por hijo y de los haberes
jubilatorios.
El gobierno cumple cada una de sus
promesas electorales. Gracias a la confianza que el gobierno ha despertado en
el mundo, hay una lluvia de inversiones sin precedentes; el problema es que
vienen con un GPS que falla: van a la especulación y no a la producción. Tal
vez sea un problema transitorio y el casino donde las LEBACS son estrellas,
mañana se reconviertan en fábricas.
El gobierno nos hizo ingresar al
mundo, pero el costo del pasaje nos endeuda a un ritmo de 1200 dólares por
segundo. Pero nos evitó que seamos Venezuela.
Los sectores más débiles, los
exportadores y mineros a los cuales Mauricio Macri, con su proverbial
sensibilidad benefició en primer lugar para atenuar la desigualdad de nuestra
sociedad, ahora dado el crecimiento del déficit fiscal, la necesidad de darle
recursos a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires y obtener el apoyo de
los gobernadores para que le voten la ley de reforma previsional, extrae fondos
de los millonarios jubilados, de los derrochadores beneficiarios de la
asignación universal por hijo, de los subsidios a los ostentosos discapacitados
y de los enriquecidos combatientes de Malvinas.
Es otra demostración del reformismo permanente
La equidad debe llegar a cada rincón
de la sociedad. Para quitarles los increíbles privilegios con los que el
populismo degradó a los trabajadores, se propone una reforma laboral que
mediante la supresión de derechos laborales les alegrará el corazón y el
bolsillo a los asalariados. En el mismo sentido, se auspicia una reforma
impositiva que habrá de mejorar la rentabilidad de los indigentes que integran
el círculo rojo y que los verdaderos oligarcas, enmascarados como trabajadores,
incrementen lo que abonan en concepto del pago del impuesto a las ganancias.
Un gobierno valiente y decidido ha
encarado una lucha sin cuartel contra las mafias que no son amigas y (nadie es
perfecto), se ocultan las que apoyan o son socias. Posiblemente por un problema
de cataratas, para el gobierno es mafioso el caballo Suárez pero no el
fallecido Momo Venegas cuya hija denuncia a los testaferros que dejó su padre y
que ahora le escamotean su herencia.
Cambiemos ha hecho de la calidad de
la comunicación un valor extraordinario. Así, la lúcida y precisa
vicepresidenta Gabriela Michetti ha declarado que los uniformados merecen
siempre “el beneficio de la duda” ya que usan la fuerza “para cuidarnos a
todos”. En el mismo sentido, la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich
declaró: “No tenemos que probar lo que hacen las fuerzas de seguridad”. Sobre
el mismo tema afirmó el Presidente: “Se necesita un cambio cultural sobre las
fuerzas”. Esto fue asimilado rápidamente por los uniformados quienes así nos
informaron sobre algunos casos confusos:
Santiago Maldonado se ahogó mientras intentaba aprender a nadar; Rafael
Nahuel fue muerto por la espalda en un posible intento de suicidio; la diputada
Victoria Donda se auto infligió un golpe en el pie para involucrar a la
gendarmería; el diputado Leonardo Grosso
se ofreció como blanco para que los gendarmes hicieran sus prácticas de tiro
con balas de goma; la diputada Mayra Mendoza, en medio de una crisis de nervios,
pidió que le arrojaran gas pimienta a la cara, cosa que hicieron porque las
fuerzas de seguridad son sensibles a los pedidos de un ciudadano.
Este metalenguaje de los cuales son
abanderados Marcos Peña, y su jefe Mauricio Macri, no es entendido en el
exterior, ya que mientras ellos cierran su economía, el gobierno de la alegría
le propone abrirse. Como adalides del futuro, sostienen que el mundo está
enfermo de ideología y es por eso qué temen competir.
Es unánime la sensación que el país
vive un período inédito en lo referido a la independencia del Poder Judicial.
Equivocadamente, algunos tendenciosos afirman que las causas del kirchnerismo
avanzan a la velocidad de la luz y las que afectan al gobierno actual son
sobreseídas rápidamente. Ello es lógico porque el kirchnerismo es culpable
hasta que no se demuestre lo contrario y el macrismo es inocente por
hipótesis.
Por todo lo descripto, queda claro
que vivimos una época republicana, con la democracia funcionando a pleno.
Cada vez se está más cerca de lograr
la unidad de los argentinos, aunque para ello es necesario convertir el
sustantivo kirchnerista en un adjetivo descalificativo.
El éxito de estos dos primeros años
de gobierno es tan rotundo que se van extinguiendo en el periodismo las voces
disonantes por su falta de solidez.
Algunos disolventes siguen agitando
el caso Milagro Sala como presa política, cuando meramente se le da vacaciones
pagas extensas de más de dos años, con la protección de la gendarmería que tres
veces por día se preocupa por su estado. La tobillera no tiene otra función que
hacer un seguimiento meduloso de su salud.
Todo el planeta envidia nuestra
suerte de tener un gobierno que siempre nos dice la verdad; que nos lleva
directamente al Primer Mundo; que trabaja en armonía; que tiene el mejor equipo
ministerial de los últimos cincuenta años, y que privilegia el diálogo y el
consenso. Incluso las manifestaciones
son apoyadas por la gendarmería o la policía metropolitana repartiendo entre
los convocados una generosa dosis de gases lacrimógenos y gas pimienta que los
hacen llorar de alegría y la emoción es tan intensa que hasta les cuesta
respirar.
Mucho ha costado llegar a alcanzar la
revolución de la alegría y del reformismo permanente.
Eso sí, no se le ocurra preguntar
cuál será la herencia de la revolución de la alegría. Si llega a saberlo,
seguramente le cambiará el nombre.
17-12-2017
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