Allá
por el 2007 escribí una nota con el título “Acerca de la corrupción”. Sostenía
que la corrupción es intrínseca a todos
los sistemas económicos. Que analizar los procesos históricos a través de la
mirilla de la corrupción no permite su comprensión y si se lo toma como
parámetro excluyente, casi todas las revoluciones y los hitos históricos podían
ser reducidos a escombros. Daba una serie de ejemplos que involucraban a
referentes históricos de magnitud, desde Washington a San Martin, desde Perón a
Gelbard.
Eso no significa que la
corrupción no deba ser combatida y denunciada
y en caso de contar con las pruebas presentarlas a la justicia. Pero los discursos
moralistas escamotean que el sistema capitalista está basado en la plusvalía y
el robo. Como afirmaba Carlos Marx: el capitalismo llega chorreando sangre
y lodo. Cuando un político sobrefactura las obras públicas está robando dinero
recaudado de la población. Pero cuando un empresario o un ciudadano en general
no pagan los impuestos que debe, está también robando el dinero que debe llegar
al erario público.
Hay
formas mucho más significativas y voluminosas de corrupción que son las
políticas públicas que endeudan irracionalmente al país para cubrir gastos, venden el patrimonio
acumulado con el sudor de generaciones, o desatienden la salud con aumento de
la mortalidad infantil o la educación con deterioro de la escuela pública u
omiten la necesidad de construcción de
viviendas destinadas a los sectores populares con la concepción que las mismas
deben ser realizadas con las comodidades de las destinadas a las clases
medias
El discurso moralista y la
bandera de la corrupción fueron
argumentos que adornaron todas las proclamas de los golpes de estado,
fogoneados por los dueños del país cuya fortuna tiene oscuros e inconfesables
orígenes. Las
rupturas militares contaron con el apoyo popular de sectores importantes de la
clase media al que el tema de la corrupción en el que muchas veces incurren en
la medida de sus posibilidades, percibido
en otros le produce una irritación creciente hasta nublarle la vista.
Alimentan el fuego, sin la debida
contextualización, los periodistas tribuneros portadores de una
indignación moral permanente, envueltos en presuntas togas impolutas.
León
Trotski definía con contundencia esta situación cuando decía: “Cuando un
pequeño burgués me habla de moral, llevo mi mano a la billetera”
También
es preciso señalar que la Revolución de Octubre y luego su degeneración bajo el
stalinismo no pudo extirpar el desmérito de la corrupción.
REGLAS
DE JUEGO
El capitalismo está basado en el robo y el despojo que está
legitimado. Cuando el sistema tuvo competencia,
lo que se conoció como el socialismo real mostró su rostro más humano y
menos injusto que fue el estado de bienestar. Cuando el socialismo real
implosionó, el capitalismo empezó a desarticular al estado benefactor y
apareció su rostro más depredador que es el capitalismo financiero. En
sus expresiones más atroces como la guerra o en las deportivas como el boxeo,
se fijan reglas de juego, que como el estado benefactor, no le quitan su
esencia pero atemperan sus aspectos más deleznables. La Convención de
Ginebra fija reglas para las carnicerías humanas. Así legisla “sobre las
garantías de los barcos hospitales y sobre los transportes sanitarios. Incluye
también la protección para el personal médico, sanitario y religioso de los
barcos hospitales y sus tripulaciones, protege a los prisioneros de guerra que
están en poder de la potencia enemiga. Es ésta la responsable de los mismos y
no los individuos o los cuerpos de la tropa que los hayan capturado. No podrán
ser transferidos sino a otra potencia que sea miembro del Convenio. Los
prisioneros de guerra deben ser tratados humanamente en toda circunstancia. Se
prohíben los actos u omisiones que causen la muerte o pongan en peligro la
salud de los prisioneros. Los prisioneros tienen derecho al respeto de la
persona y de su honor. El prisionero
no está obligado a declarar más que sus datos personales y número de matrícula
y, menos las armas, puede guardar sus objetos personales. Los prisioneros deben
ser evacuados, con humanidad, lejos de la zona de combate para no correr
peligro”
En el boxeo, se fijan categorías donde pelean con guantes,
personas de pesos similares, donde no se puede pegar por debajo del cinturón o
en la nuca, ni cuando el contendiente cae.
LAS
DECLARACIONES JURADAS NO CIERRAN
(1)
Entre
las reglas de juego de los administradores públicos están sus declaraciones
juradas patrimoniales. Durante mucho tiempo había fuerte sospechas que las
declaraciones juradas omitían más bienes que los que exhibían y desde hace un
tiempo lo que se declara no es compatible con los ingresos.
Las
presentadas por los dos principales candidatos a presidente parecen realizadas
por contadores que no han pasado por ninguna facultad o por el contrario, tal
vez, son tales las dificultades para que
las declaraciones resulten consistentes que hasta profesionales
prestigiosos no pueden volver coherentes
situaciones patrimoniales desbordadas.
El
intento de disminuir el monto de los patrimonios mediante valuaciones ridículas
o el desparpajo de tener depósitos en bancos del exterior son algunas de las
perlas. Aquella vieja chicana que a
alguien sería negocio en comprarlo por lo que vale y venderlo por lo que cree
que vale, se puede aplicar en estos casos al revés: sería un gran negocio
comprarle a los candidatos sus propiedades por lo que declaran y venderla por
su valor real.
En
el caso de Daniel Scioli su casa en el Tigre que tiene 800 metros cubiertos y
un parque de más de una hectárea la declaró en $ 2.200.000,- lo que da el metro
cuadrado sin construir en $ 18,33. La casa quedaría sin cargo. En este lugar se
estima el metro cuadrado construido en alrededor de 1300 dólares y el no
construido en 95 dólares. La lancha que declara, aunque es posible que tenga
algunas más, la tasó en el ridículo precio de $ 1.280,-. El otro activo
importante consignado son sus acciones en Capanone S.A valuado en 9.105.000,00
que posee, entre otros bienes, el gimnasio del equipo de futsal del gobernador
y seis lotes en los alrededores de La Ñata. Daniel Scioli sería poseedor, con
pautas de valuación liliputiense, de un capital de alrededor de $ 13.600.00,-
Mauricio
Macri tiene un patrimonio de alrededor
de 52.000.000, con particularidades notables: le prestó 18.000.000,- a su amigo
y contratista de obras públicas del distrito Nicolás Caputo. Tiene cuentas bancarias en EE.UU y Suiza por un importe equivalente, según cotización
no consignada de $10.400.000,- y $7.500.000,- respectivamente. Tiene terreno en
Uruguay, en Maldonado que valuó en $3.300.000,-. Posee un campo en Tandil de
algo más que 510 hectáreas que valúa en $ 25.916,-. En esa zona el valor mínimo
de la hectárea se calcula en $1000,-. Sin embargo el mismo bien declarado anta
la Oficina Anticorrupción se eleva a 5102 hectáreas.
La
declaración jurada de Sergio Massa es de mucha menor envergadura pero con
incrementos patrimoniales que a simple vista necesitan una explicación fundada.
En
realidad las declaraciones juradas de jueces, empresarios, policías,
presidentes, secretarios de los presidentes no cierran.
El
desparpajo tiene múltiples ejemplos.
Insólitamente, en septiembre
del 2008, se creó una empresa “El Chapel S.A” integrada por Máximo Kirchner y
la presidenta de la Nación y el ex presidente, presidida por Máximo y como directores suplentes sus dos padres. La
consultora tenía un objeto amplio pero
se destacaba: “prestar todo tipo de servicios de consultoría,
estudio, investigación y asesoramiento en las ramas de la economía, finanzas,
derecho, ciencias sociales, educación, administración y otras disciplinas a
personas físicas o jurídicas del país o del extranjero; comprendiendo la
elaboración de estudios de mercado, factibilidad, planes de inversión y
programas de desarrollo”. Además agrega “la realización de proyectos de
comercio interior o exterior”. Era tan increíble, que cuando fue conocido, los
integrantes de la empresa comprendieron lo inapropiado y le dieron de baja.
Incluso la Oficina Anticorrupción le
pidió a la presidenta Cristina Fernández que renuncie a su cargo de Directora
Suplente en el directorio de la consultora.
Pero
el sólo hecho de constituirla demuestra
un grado de impunidad sorprendente. La misma que lleva a que los hoteles
de la familia Kirchner fueran administrados por un importante contratista de
obras públicas y que sus manifestaciones juradas tengan incrementos anuales
poco convincentes con llamativos
rendimientos en sus inversiones. El caso Hotesur es un grano de magnitud en el
patrimonio y los ingresos de los Kirchner.
LAS
DECLARACIONES JURADAS NO CIERRAN
(2)
Más
allá de las críticas que las actitudes, los patrimonios y los ingresos de
Daniel Scioli, Mauricio Macri, Néstor y Cristina Fernández produzcan, su valoración histórica estará dado por
sus políticas públicas y sus
realizaciones. Los aspectos poco claros deben ser investigados,
pero el análisis de sus trayectorias políticas, su valoración desde la
perspectiva histórica pasa por parámetros más amplios que los que pueden
visualizarse por la estrecha mirilla de sus zonas oscuras.
11-10-2015
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