Todos los números en rojo. Caída del
consumo, de la inversión, del PBI, inflación récord, el endeudamiento
acercándose al 100% del PBI; cierre de empresas por miles; aumento de pobres e
indigentes; ciudades donde los locales cerrados o en alquiler irritan los ojos.
No es un panorama de Siria afectada por una guerra interminable. No es una
radiografía de la Franja de Gaza bloqueada por el ejército israelí. No es
Venezuela, usada como el destino irremediable del espantapájaros de moda del
populismo. Son tres años de Macri, con una suma interminable de despropósitos,
que sin embargo constituyen un éxito extraordinario de un gobierno que viene a
refundar un país para convertirlo en colonia. Donde muchos ven errores, por el contrario son objetivos alcanzados.
Donde la racionalidad más elemental ve
un desastre, ahí está el éxito de lo que han venido a realizar: baja radical de
los sueldos y jubilaciones, desindustrialización, arrasamiento de derechos
laborales, precarización del trabajo, desocupación como disciplinamiento
sindical, destrucción de los orgullos argentinos que constituían una de las
puertas de acceso al futuro: CONICET, INVAP, Energía Atómica. Cierre de
escuelas, estrangulamiento financiero de las universidades, abandono de la
ciencia argentina. Un país para la mitad de la población actual. Si en tres años se fugaron del
país 60 mil millones de dólares, la fuga de cerebros no se podrá cuantificar en
dólares sino en atraso. Una cortina de acero cae sobre el futuro de los
trabajadores, de las industrias, de los jubilados actuales y futuros, de las
universidades, de la educación, de la ciencia, de los discapacitados, de los
sectores más vulnerables de la población considerados desechos en una cultura
del descarte.
Es
el parte de guerra de una destrucción acelerada presentada como gradualismo.
El país convertido en un casino, donde bancos y prestadoras de servicios se
enriquecen a niveles superlativos, con tasas siderales, bonos con rendimientos
estratosféricos, tarifas incrementadas sin antecedentes mundiales. Todo ello
justificado por “la herencia recibida”, que tenía problemas importantes a
resolver pero fue la mejor recibida de un gobierno precedente desde 1983; y el
falaz argumento de haber evitado una “crisis terminal” que no existía pero que
es la que van a dejar. La reestructuración de la deuda, un default no
declarado, o el default liso y llano está al final de cuatro años, que son los
peores de un gobierno que llegó legítimamente por elecciones. Todo esto ha sido
posible por un muro de protección mediático de los medios poderosos
colaboracionistas y por una oposición cómplice representada por gobernadores
peronistas acorralados y genuflexos, por el PJ colaboracionista y el Frente
Renovador de Sergio Massa oponiéndose en la televisión y votando a favor del
gobierno en el Congreso. Por un radicalismo a la derecha de Alvear y que
integrando una alianza electoral es a Macri, lo que Macri es a EE.UU. Regado todo
de elogios comprensibles del establishment financiero internacional muy
beneficiado y de los gobiernos occidentales más poderosos cuyas economías se
benefician con la apertura indiscriminada de la economía argentina.
Volviendo al argumento más remanido
de la pesada herencia recibida por el macrismo es interesante transcribir al
respecto un informe del JP Morgan al comparar los tres primeros años del
macrismo con los últimos tres de Cristina Fernández que son los más desfavorables
se llega a que del 2012 al 2015 el país creció un escaso 1,5% y la inflación
fue del 182%. Entre 2016 y 2018, con Cambiemos, el PBI acumula una caída del 3%
y la inflación suma el 211%.
LA
HIPOCRESÍA EN SU MÁXIMO NIVEL
Mauricio Macri, al salir del Hospital
Bernardo Houssay: “Contento de verificar una vez más que si nos proponemos, lo
hacemos, que si realmente trabajamos en equipo, diciéndonos la verdad, con
honestidad, todos los problemas tienen solución. Podrá costarnos un poco más,
podrá tardar un poco más, pero en este camino de trabajo en conjunto tenemos un
gran futuro por delante….La salud está primero, y el principal compromiso que asumimos como Gobierno fue cuidar a los
argentinos, cuidar a los argentinos dejando atrás 10 años de desidia, de
abandono.”
En Tierra del Fuego afectada: “Estamos
construyendo bases sólidas y eso lleva un proceso de trabajo, pero lo bueno es
que ya comenzó y que este es el camino, no hay otro. Es por acá.”
Afirmó Macri: "Los jubilados serán prioridad
para nosotros. Trabajaremos para normalizar lo pendiente y diseñar una
respuesta al reclamo del 82% móvil" Solo en el 2018 perdieron el 20% entre
lo que cobran y el aumento del índice de precios al consumidor.
“El primer presidente argentino que
asiste a un acto local por el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto”
según Clarín, es el mismo, esto no lo dice ni lo publica Clarín, que en
complicidad con la dirigencia de la DAIA y de la AMIA, oculta el Juicio por
Encubrimiento que según el radical Mario Cimadevilla, el ex titular de la
Unidad Especial AMIA nombrado por Macri: “El
presidente no está dispuesto a cumplir el compromiso de buscar la verdad sobre
el atentado: sólo proteger amigos del gobierno y de sujetar la investigación a
los intereses de EE.UU y de Israel”
El presidente de la AMIA Agustín Zbar, que
luego retrocedió y pidió licencia por tiempo indefinido, en su carta a la DAIA, sostuvo: “Al desistir
de esta querella contra la Senadora y ex Presidenta Cristina Fernández de
Kirchner, además de reparar un grave error de la gestión anterior, la DAIA empezará
a tomar distancia de una causa que está en el centro de la famosa grieta que
divide a la mayoría de los argentinos…..” Y luego declaró: “No me animo a decir que el memorandúm es un
pacto de impunidad con Irán” Una grieta en un edificio enorme de mentiras que
el gobierno impulsa
Mientras destruye a miles de empresas
y aumenta la desocupación, el presidente afirma: “Nunca ha habido en la
historia un presidente que se preocupara tanto para la generación de empleo.”
Se puede hacer una enciclopedia con
las declaraciones de un gobierno basado sistemáticamente en mentiras. Vaya como
una muestra impúdica, las afirmaciones de la Ministra de Educación del gobierno
de la Ciudad Soledad Acuña, que desde un video afirmaba: “Algunos docentes, vecinos,
vecinas, me siguen preguntando si es verdad que vamos a cerrar escuelas en la
ciudad. La respuesta es clara y se lo dije personalmente a las rectoras,
representantes gremiales….Nosotros no vamos a cerrar ninguna escuela y el 6 de
marzo empiezan las clases en todas las escuelas nocturnas… Nosotros no cerramos escuelas, las abrimos.”
Las escuelas nocturnas no cierran.
Eso es cierto. El edificio continúa abierto.
La mentira es que
no hay inscripción a primer año, y el año que viene a segundo
Y después a tercero.
Y así siguiendo hasta que las escuelas no tengan más cursos.
Soledad Acuña es la
expresión más clara de un gobierno que es un sistema de mentiras.
Después de una
maravillosa lucha de los docentes y la sociedad, la resolución 4055 fue derogada
por el gobierno de la ciudad. Es que se logró un triunfo extraordinario: el
miedo al cierre de 14 escuelas nocturnas se transfirió al miedo de Horacio
Rodríguez Larreta de poder seguir encontrándose en actos armados, con
ciudadanos de la Capital y terminar siendo víctima de sus repudios.
UN
CAMINO DE CORNISA CON EL ABISMO AL COSTADO
Con el panorama descripto parece increíble
que un gobierno pueda ser reelecto. Sin embargo es probable, en donde “los
republicanos” van a recurrir desde las noticias falsas de las que son expertos,
hasta el fraude. Su núcleo duro visceralmente antikirchnerista, es sólo el envoltorio de un antiperonismo ancestral
y constituye su base de sustentación.
Además empezó la campaña con ideas
claras: un candidato, Mauricio Macri, y una campaña omitiendo los resultados
económicos y basado en el discurso de seguridad de la mano dura, la falsa
transparencia, la presunta lucha contra las mafias, el combate contra el
narcotráfico, y contrastando con la presunción que enfrente sólo hay una
asociación ilícita de ladrones que “se robaron un PBI”
Pero su triunfo posible está basado fundamentalmente
en una oposición absolutamente dispersa, que mientras expresa claramente la
herencia atroz a recibir, actúa en forma contradictoria con lo enunciado. Una
oposición que no tiene un candidato. Desde el círculo rojo levantan la figura
de Roberto Lavagna, para jugar el papel que en otras circunstancias jugaron
Sergio Massa y Florencio Randazzo. Detrás de él se alinea lo que se conoce como
peronismo racional o perdonable y el sindicalismo ultra negociador.
El peronismo responde en su
concepción verticalista, al que asume el poder relativo. Una versión moderada y
timorata es altamente probable que se desbarranque en el camino de cornisa. Una
versión excesivamente radicalizada, sin cintura política, es posible que se
estrelle con el murallón enfrente del abismo. Es necesario una conducción audaz
con cintura política. Que lleve – sino por convicción, por necesidad- la
reestructuración de la deuda con el FMI, junto a medidas imprescindibles para
superar la crisis e incluso vendidas como necesarias para pagar la deuda: el estado
se hace cargo del comercio exterior, se nacionalizan los puertos, la aduana
bajo control popular, se regula estrictamente el sistema financiero, se lanza
una política industrial y se recupera el poder adquisitivo de salarios y
jubilaciones. Se termina con la administración de la pobreza y se la combate
con generación de trabajo. Se lleva el Estado con escuelas, deportes y
bibliotecas a las villas para combatir el narcotráfico. La ciencia y la
tecnología son políticas de Estado y se asume una política exterior alineada sólo
con los intereses propios y latinoamericanos. Se interviene en las cadenas de
comercialización con mercados centrales por barrio y ciudades.
Se debe recordar lo mejor del pasado
sólo como un aval para confiar en que se tendrá la decisión y el coraje para
luchar contra poderosos intereses.
Sería un grave equívoco quedarse sólo
con el esclarecimiento del desastre que deje el macrismo.
Todo en un mundo muy desfavorable y
rodeado de proyectos antagónicos, esos que tienen coraje para ir contra los
sectores más débiles de su país y una genuflexión extrema con los poderosos
internos y externos.
A riesgo de ser redundante, es imprescindible
una propuesta de cara al futuro. Lo mejor del pasado lo avala, pero para ganar
hay que enamorar. Despertar expectativas de que abrir las puertas del futuro es
posible, más allá de todos los inconvenientes que haya que superar.
Se necesita una fórmula que encarne
estos valores.
Quien juegue a la división es socio del
macrismo.
POSDATA:
LA SITUACIÓN DE VENEZUELA
Venezuela atraviesa una crisis que
vista desde afuera resulta difícil imaginar: cómo se vive con una inflación que
va en camino de alcanzar a la alemana entre 1921 y 1923 (a lo largo de 1922 el
costo de vida pasó de 41 a 82.000.000, es decir se multiplicó por dos millones,
siendo esta anomalía una de las causas del surgimiento del nazismo). En
Venezuela supera el millón. Recordemos que la hiperinflación argentina de 1989/
1990, fue de 3079% el primer año, que dejó una herida profunda en la memoria
colectiva, lo que abonó el terreno a la convertibilidad, cuya prolongación en
el tiempo concluyó con la peor crisis de nuestra historia. Eso explica la
emigración venezolana de alrededor de 3.000.000 de personas.
El gobierno de Hugo Chávez quedará en
la historia de Venezuela y de América Latina por sus avances sociales, por sus
significativas mejorías en salud y educación, por la construcción de millones
de viviendas con la concepción que tenía Evita, por su generosidad latinoamericana
y por levantar la bandera más revolucionaria del siglo XIX y del siglo XXI que
es la unidad del continente.
Sus limitaciones que lo explican pero no lo
justifican, está dentro de lo considerado como “la maldición del petróleo”, esa
que constituye un falso impedimento de la matriz productiva. A su sucesor
Nicolás Maduro le ha tocado el período de una baja del precio del barril del
petróleo a mucho menos de la mitad, junto con un aumento de la belicosidad y
bloqueo norteamericanos. Muchísimas son las criticas que se le pueden formular
a su gobierno, desde la vereda de apoyo de los gobiernos populares, pero no
precisamente en el momento que el sector más violento encarnado por “Voluntad
Popular” del insólito Juan Guaidó autoproclamado presidente en una plaza,
recibe el apoyo golpista del vicepresidente norteamericano quien afirmó: "Estamos con
ustedes y seguiremos con ustedes hasta que se restaure la democracia y
recuperen su derecho a la Libertad". Cuando el gobierno de Donald Trump
congela activos y cuentas de la petrolera PDVSA, por aproximadamente 11.000
millones de dólares, o cuando el Banco de Inglaterra bloqueó el retiro de
reservas venezolanas en oro, o cuando la Comunidad Económica Europea reconoce
al pseudo gobierno opositor que designa embajadores y puede ser beneficiado con
los fondos venezolanos bloqueados, la
posición a tomar no admite dudas. La intervención norteamericana es
descarada: Trump en comunicación telefónica con Guaidó “le reiteró su apoyo y
con quien acordó mantener una comunicación regular para respaldar el camino de
Venezuela hacia la estabilidad y para reconstruir la relación bilateral”
Las “democracias
occidentales” no van por la democracia venezolana, sino por su petróleo y oro.
El gobierno tiene el
apoyo de las fuerzas armadas que no han podido ser fracturadas en forma
significativa y de los sectores populares.
Es claro que la existencia
de un doble poder no puede ser sino más que transitorio.
La oposición política
venezolana es brutal, pero el gobierno de Maduro debe encontrar un camino a su
asfixia interna e internacional. La cintura política es fundamental. Si se
supera esta dramática situación, el gobierno deberá emprender un sendero de
reflexión sobre los errores que condujeron a esta encerrona.
31-01-2019
Publicado en la Tecla Ñ
Macri es una infamia... el bloqueo a Venezuela también... esperemos que todo cambie, pero de verdad no como este cambio nefasto...
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