“Se equivocó la paloma, se
equivocaba/ por ir al norte fue al sur,/
creyó que el trigo era agua/ se equivocaba”
Ese miércoles 20 de junio Hugo
Moyano estaba cabeceando los centros que el periodista Marcelo Bonelli le
enviaba con precisión, en el estudio de TN donde “A dos voces” parecía el
título adecuado para lo que se estaba viendo. Un clima de camaradería entre el
Secretario General de la CGT
y uno de los empleados mejor pagos del grupo al que el dirigente sindical había
estigmatizado con la frase “Clarín
miente”. El título del programa se amoldaba a la forma en que dos voces se
convertían en una sola con una afinación llamativa. De pronto, Bonelli le cedió
la palabra al gurú económico neoliberal Carlos Melconian, frustrado candidato a
ministro de economía de Carlos Menen y fracasado candidato a legislador del
macrismo. Desde otro escritorio, el economista afirmó: “Ud. ha hablado del agotamiento del modelo. Ud. está correctamente
sentado aquí, haciendo una descripción impecable de la situación como si fuera
un economista sobre lo que está ocurriendo.” El rostro de Moyano se
tensó. Recibir un elogio superlativo de alguien que fue un referente de los
noventa, período a los que el sindicalista enfrentó con perseverancia y
denuedo, debe haber producido una conmoción momentánea en su conciencia.
“Creyó
que el mar era el cielo, / que la noche la mañana/se equivocaba, se equivocaba”
La escena final de la notable
película argentina “La
Patagonia Rebelde ” mostraba la perplejidad y el asombro de
Héctor Alterio en el papel del teniente coronel
Héctor Benigno Varela cuando los terratenientes de Santa Cruz le cantan
en inglés: “Porque él es un alegre y
buen amigo.”
Varela fue enviado por Yrigoyen para
mediar en un conflicto social entre los peones patagónicos y los
terratenientes, con la imprecisa instrucción “que cumpla con su deber”. Los
primeros pedían un acortamiento de las extensas jornadas de trabajo, que le
proveyeran botiquines para los primeros
auxilios, de velas para alumbrarse de noche. Varela se interiorizó de las
precarias condiciones de trabajo y medió a favor de los peones ante el estupor
del establishment. El acuerdo fue violado sistemáticamente por los empleadores
por lo que al año siguiente, 1922, volvió enfurecido el militar a quien habían
convencido que los responsables eran los peones. Y comenzaron matanzas con
prácticas que anticiparon algunas de las que se perpetrarían durante la segunda
guerra mundial. Una vez aplastada la
rebelión con asesinatos masivos, los beneficiados homenajean al teniente
coronel donde éste toma conciencia que había sido engañado y había asesinado en
beneficio de los que ahora le decían, en perfecto inglés, que era un buen
amigo.
Por un momento esa imagen de la cara
de Héctor Alterio se superpuso al rostro
demudado de Hugo Moyano escuchando los elogios de Carlos Melconian.
EL
REVÉS DE LA TRAMA
Hugo Moyano es un dirigente sindical
con luces y sombras. Un pasado juvenil poco claro, con imputaciones no
probadas, quedaron de alguna manera redimidas por su militancia contra el
neoliberalismo de los años noventa, su denuncia de la Banelco en el Congreso
para aprobar una ley contra los trabajadores, su apoyo firme durante el
gobierno de Néstor Kirchner, fundamental
en los momentos álgidos del conflicto con las patronales campestres, y
su prolongación durante buena parte de la primera presidencia de Cristina
Fernández. En el acto del 15 de octubre del 2010 en la cancha de River, se
produjo un encontronazo que supera a la anécdota. La explicitación de la
propuesta de un presidente obrero en el futuro, que en términos concretos
significa surgido de la CGT ,
y la respuesta formal pero vehemente de la Presidenta , cuestionaba
un principio fundamental del peronismo, tal es la verticalidad. La conducción no se cuestiona y el que
lo hace debe atenerse a las consecuencias. Lo practicaron sin indulgencia desde
Perón a Menem.
Doce días después moría Néstor
Kirchner. Cuando en octubre del 2011, Cristina Fernández arrasó en las urnas y
pulverizó a la oposición política, quedaba pendiente la factura con Moyano de
un año atrás. Puede considerarse una jugada con alguna similitud a la que emprendió Néstor Kirchner después
del triunfo en las legislativas del 2005 contra Eduardo Duhalde, quien lo
respaldó y así allanó su posibilidad electoral de abril del 2003. A partir de ahí hubo errores de los dos
lados que ahondaron la brecha y cerraron las salidas de acercamiento
correspondiéndole al poder ejecutivo la responsabilidad mayor que bloqueó toda
alternativa de acercamiento
El conflicto ascendió desde el gobierno como
cumplimiento de una estrategia y desde la CGT por seguir subiendo la escalada que la dejaba
lentamente fuera del territorio popular y
la conducía irremediablemente hacia un territorio donde no debe ni puede estar
ubicada.
EL
REVÉS DE LA TRAMA ACTUAL
En política hay nociones
elementales. Lo decía ese notable dirigente sindical que fue Germán Abdala: “Si el patrón me elogia, seguro que he
cagado a un compañero”. Jauretche lo decía con su habitual claridad: “No se puede ir al almacén a hacer compras
con el manual de compras escrito por el almacenero”. Y cuando tenía dudas
afirmaba: “Miro de qué lado están La Nación y la Sociedad Rural y me
pongo del otro lado”. Moyano ha olvidado estas nociones elementales. Por
eso, en lugar de presentarse como el más consecuente defensor del modelo que ha
venido sosteniendo, señalando las equivocaciones del gobierno desde la misma
vereda, se cruza a la acera de enfrente y
su discurso asume los tics y los prejuicios de los noventa. Una larga retahíla de los lugares comunes
del poder económico. En el desborde llega a la desmesura de comparar la
actual situación en materia del derecho de huelga con la dictadura
establishment- militar. Por eso Clarín
celebra su cambio de posición, lo retira
de su sección de semáforos en rojo, le pone a disposición todos sus
medios, y el celebrado caricaturista
Sabat ya no lo dibuja con las manos manchadas en sangre. El momento cumbre
de esta contramarcha fue cuando convocó a un paro desde el canal de noticias
por cable del multimedio y multiempresas Clarín, luego de que le comunicaran
una acción penal en su contra y su hijo Pablo. El dirigente sindical es muy sensible a las acciones penales: (Uno
de sus errores mayúsculos se produjo cuando lanzó una movilización a Plaza de
Mayo -luego levantada por grotesca-, debido a la tramitación de un exhorto de
la justicia suiza por presunto lavado de dinero). También suele desbordarse
cuando tiene que explicar emprendimientos empresariales.
Con el pretexto que no se había podido cerrar el convenio de
los camioneros, previamente había lanzado dos bloqueos salvajes: mediante el
primero dificultó en un fin de semana la provisión de dinero a los cajeros
automáticos; y con el segundo impidió la distribución de combustibles con un
rápido desabastecimiento, medida que debió levantar porque su continuidad era
un gol en contra al dejar sin gas licuado a muchos pueblos como Guaminí, San Lorenzo, Orense, Claromecó,
entre otros. Por un plazo corto parecía que había retornado aquel lock-out de
las patronales campestres del 2008, al cual el
mismo Moyano criticó y combatió cuando batallaba en el campo contrario
al actual. Ni la situación ni el
contexto internacional ameritan bloqueos por parte del sindicalismo.
Levantado el bloqueo, solucionado
velozmente el acuerdo salarial ya acordado con las cámaras empresarias que
fueron increpadas por el gobierno como cómplices, Moyano lanzó un nuevo paro,
como ya se dijo desde los estudios de TN, que luego lo redujo a una concentración
en Plaza de Mayo con dos banderas
justas, como el aumento del mínimo no imponible y la eliminación del
tope a las asignaciones familiares. Los trabajadores tienen todo el derecho a
las movilizaciones y a la protesta sin
obstaculizar la prestación de los servicios básicos.
Pero más que el aumento del mínimo
no imponible, a lo que debe abocarse el gobierno y los reclamos sindicales es a
una reforma integral del sistema impositivo que mejore significativamente la
distribución del ingreso.
VOCES
DE PRUDENCIA PARA ACERCAR POSICIONES
Es evidente que en el campo nacional
y popular no debería faltar la CGT
y la CGT no puede
estar en el campo adversario de un
gobierno al que ha reconocido como el mejor después de los gobiernos de Perón.
Lo decía con su claridad habitual el secretario del Sindicato de Dragado y
Balizamiento Juan Carlos Schmid : “Tenemos una
rica historia de liderazgos fuertes, con carisma, del que son portadores
Cristina Kirchner y Hugo Moyano. Liderazgos, jefaturas, ganadas por una
trayectoria de lucha y avalada por las mayorías. Sin confundir los planos de
esos liderazgos, respetuosos del otro, del lugar del otro. Sin necesidad de
echar mano a la cantidad de votos ni que nos tiren las urnas por la cabeza. Son dos liderazgos que juntos suman,
divididos no está tan claro...Resulta un contrasentido al “sentido
común” una fractura entre un gobierno popular y la CGT pero la mayor
responsabilidad es del gobierno. Las diferencias y fricciones (¿cuestiones de
estilo?) considerando que compartimos un
proyecto nacional y popular, hasta tanto se superen, tienen que ser
coyunturales, secundarias, y por tanto como son reales aún teniendo distintas
interpretaciones no deberían ser soslayadas ni disimuladas. Mucho menos
tergiversadas por los especialistas de la in-comunicación y los “expertos” de
la pluma fácil.”
A su vez, en la convocatoria al
acto, intentó separar algunos de los aliados impresentables que prometían
concurrir, no en solidaridad con los reclamos de los trabajadores sino como una
exteriorización antikirchnerista. Expresó en un comunicado la CGT : “La fuerza social que se
movilizará es obrera y como tal adhiere al proyecto nacional en la medida en
que el mismo no se aleje del camino recorrido a partir del 2003. Los trabajadores jamás seremos ariete, ni
mascarón de proa, ni fuerza de choque de aquellos a los que poco les importan
las negociaciones colectivas, el pleno empleo, los derechos humanos y la
distribución justa de la riqueza. Quienes usufructúan esta división en el
seno del Movimiento Nacional son adversarios tanto de la CGT como del Gobierno.
Sectores que nada tienen que ver con el Proyecto Nacional y se han opuesto al
avance de las mayorías populares en la última década. Avances y conquistas en
las que también la CGT
ha sido artífice….. Más allá del oportunismo de estas mezquinas minorías, los
trabajadores llevaremos adelante nuestra movilización, en paz, con un único
objetivo: que nuestro legítimo reclamo sea escuchado por la Presidenta de la Nación. La CGT no va a
permitir bajo ninguna circunstancia que la protesta social sea criminalizada y
que las huelgas sean caratuladas como extorsión a la democracia y que a nuestro
accionar se asocie el chantaje…”
DISCURSOS DE CRISTINA FERNÁNDEZ Y HUGO MOYANO
En ambos se
pueden percibir razones y fundamentos que son ninguneados desde la otra parte.
El gobierno
y la CGT cuyo
Secretario General es Hugo Moyano, son los únicos que tienen una importante
capacidad de convocatoria. Juntos se
potencian, separados se debilitan recíprocamente. El gobierno no puede
cortar todo diálogo y negociación, y la
CGT no debe ir aliada a sus enemigos históricos, contra el
gobierno que le ha permitido recuperar una parte importe de las conquistas
perdidas.
Es inútil
tirarse archivos por la cabeza. Ambas partes tienen méritos y deméritos. Moyano
un pasado juvenil confuso y los Kirchner una historia durante la dictadura que
está lejos de ser heroica.
También debe quedar absolutamente
claro que son representaciones muy diferentes. La Presidenta , un mandato
general y el de Moyano sectorial.
Cristina
Fernandez apuntó en su discurso del 26 de junio contra Moyano y Daniel Scioli,
con una dureza manifiesta, con la presunción que tiene visos de verosimilitud
de una posible alianza de los señalados de cara al 2015.
Por otra parte se manifestó en ejercicio de la
autoridad que posee, “que no es operable”, en una demostración clara que ejerce
el poder que detenta y que está dispuesta a doblar la apuesta.
Por su parte
Moyano hace hincapié en un tema como la retención del impuesto a las ganancias
que afecta al 19% de los asalariados formales y al 8% de los trabajadores
totales.
El dirigente sindical siempre ha sido más el secretario general de los
camioneros que el secretario general de la CGT. Por eso sus reclamos tienden a contemplar
las preocupaciones de los sectores obreros de mayores ingresos y solicitar, por ejemplo, un incremento del seguro por desempleo,
totalmente desactualizado, de la asignación por hijo o la batalla frontal
contra el trabajo en negro que afecta alrededor del 32% de los trabajadores.
El discurso
de Moyano en la Plaza
tuvo fuertes embates contra Cristina y sorprendentemente contra Néstor Kirchner
que hasta ahora se preocupaba en diferenciar. Fue de los párrafos más
desafortunados junto con atribuir exclusivamente al viento de cola, la mejoría
social evidente de estos años.
Por
casualidad o intencionalmente el acto coincidió en la misma fecha en que 37
años atrás, Lorenzo Miguel movilizó a
los trabajadores para ponerle un freno al Rodrigazo y a su inspirador político José López Rega,
que a mediados de julio de 1974 emprendería el camino a un exilio surcado
por las sombras y el misterio.
El paro
prácticamente no se percibió salvo en la distribución de los diarios y algunos
vuelos. La manifestación quedó circunscripta fundamentalmente a su gremio, con
aportes de los municipales y peones rurales,
todo lo cual se tradujo en una concurrencia inferior a la
prevista. Moyano ha demostrado una
capacidad de daño superior a su significativa posibilidad de convocatoria. Como
bien dice el analista político Alberto Dearriba “puede paralizar al país. Tiene
capacidad para golpear al gobierno, pero construir poder político es otro
cantar….Tiene la audacia y el coraje que necesita un dirigente gremial. Pero
carece de la sutileza y el carisma que
requiere un político”
Los puentes de un acercamiento parecen definitivamente cortados.
Si se
acercan las partes en conflicto, por el reconocimiento recíproco de las
virtudes y atenúan los hechos reprochables del pasado, se habrá dado un paso
importante para reconstruir fragmentos de
la alianza plebeya, base indispensable para afrontar un futuro
complicado, en el que a un mundo que cruje se suman los movimientos desestabilizadores
que amenazan a los gobiernos que intentan con mayor o menor intensidad en
América Latina dar vuelta a los años de plomo y a las consecuencias nefastas de
los vientos neoliberales. Basta imaginar el terremoto que producirá en
diciembre si finalmente se aplica el artículo más conflictivo de la ley de
medios en donde diferentes grupos poderosos se tengan que desprender de
centenares de medios y no encuentren posiblemente compradores.
Sería
conveniente no incurrir, diferenciando adversarios de enemigos, lo que señala el poema de Rafael Alberti: “se
equivocaba, se equivocaba/ que tu falda era su blusa/ que tu corazón su casa/
se equivocaba, se equivocaba”
SE EQUIVOCÓ LA PALOMA
Moyano debe saber que se equivoca como la paloma si
reemplaza el “Clarín miente” que lleva su copright por “Cristina miente”, que
portaban algunos manifestantes. Si con sus posiciones y discursos termina
teniendo como aliados a Macri, De Narváez, Buzzi, los caceroleros, Cecilia
Pando, la Iglesia ,
los grupúsculos de izquierda, Luis Barrionuevo, el Momo Venegas, y sigue la
lista, habrá hecho un ejercicio de encopresis. Como bien apunta el periodista
Roberto Caballero: “Moyano se convirtió en un opositor a sí mismo”.
Algunos
de los errores que ha cometido el gobierno, que pueden no ser errores sino una
estrategia premeditada, no pueden
justificar bajo ningún aspecto que el dirigente camionero termine con su manejo
en la banquina, con las ruedas en dirección al cielo y con aliados que son la
contracara de su mejor historia. Si se decide a ser cabeza o articulador de la
oposición, su confluencia con Clarín es inevitable. Algunos párrafos de su
exposición en la Plaza
de Mayo estaba dirigida mucho más allá que a la composición social de la
plaza. En ese caso, habrá roto no solo
todos los puentes con el gobierno sino con su propia historia.
Y el gobierno debe saber que no es lo
mismo enfrentar a las patronales del campo, que a un sector del movimiento
obrero. Aquellos son adversarios históricos, éstos son parte del movimiento
nacional.
La
política nacional es vertiginosa como lo exteriorizan las cambiantes y opuestas
alianzas. Clarín considera que ha reforzado sus filas, en lo político con
Moyano y en lo mediático con Jorge Lanata.
A esta altura del enfrentamiento aquí analizado es preciso señalar que por debajo de las reclamos levantados
originalmente, el trasfondo real es una lucha por el poder, con ciertas
similitudes al conflicto de la 125, iniciada por un aumento de retenciones que
quedó rápidamente atrás y derivó también en una lucha por el poder.
En ese
caso, Rafael Alberti en la voz de Joan Manuel Serrat, es la banda sonora de
este conflicto: “Se
equivocó la paloma, se equivocaba/ por
ir al norte fue al sur,/ creyó que el trigo era agua/se equivocaba/“se equivocaba, se equivocaba/que tu falda era su blusa/ que tu corazón su
casa/ se equivocaba, se equivocaba/ se equivocaba, se equivocaba”
27-06-2012
Todos
los derechos reservados. Hugo Presman. Para
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