PUBLICADO EN NOTICIAS DE ENTRE RÍOS
Por María Celina Tosi Bagilet
Nacido en Entre Ríos, Hugo Presman es Contador Público
y periodista de varios medios porteños. Adhirió de manera crítica al
kirchnerismo y es un opositor descarnado al gobierno de Macri.
En su cálida oficina porteña, que expresa la calma
reflexiva con la que habla, abundan las carpetas y los papeles. Nacido en un
remoto pueblo de lo que hoy es departamento San Salvador llamado Jubileo, hizo
la escuela primaria en San Salvador y la secundaria en Concordia. Luego, se fue
a Buenos Aires a estudiar y se radicó acá. Conduce desde hace 15 años el
programa El Tren en Radio Cooperativa junto a Gerardo Yomal y es un activo
polemista en diversos medios. Ama la radio. Camina mucho y siempre va
escuchando radio. Además, es un coleccionista de radios.
En esta entrevista, traza un panorama pesimista de la
situación económica pero lejos de los encasillamientos fáciles, también hace
una autocrítica en relación a aspectos del kirchnerismo, que vale la pena leer.
- ¿Cómo ves la situación económica nacional hoy?
- Pocas veces uno podría hacer un pronóstico con tal
grado de certeza como con las medidas que uno suponía que iban a tomar, desde
antes que asumiera Macri, y las consecuencias que iban a tener, que eran
claramente previsibles. Tengo la tranquilidad de haberlo escrito desde enero,
febrero del 2016.
En la Argentina hay un conflicto entre dos modelos
desde 1810, y lo que caracteriza la situación de nuestro país es, justamente,
un equilibrio inestable entre los mismos. Y Macri tiene un propósito muy
ambicioso que es la refundación conservadora de la Argentina, a través de un
modelo agroexportador extractivo penetrado o asociado al modelo de rentabilidad
financiera. Eso es lo que estamos viviendo y padeciendo. Además, basan el
modelo en un fundamentalismo ideológico que no hay en ningún lugar del mundo.
Con fundamentalismo ideológico me refiero a que vos podes ser neoliberal, pero
no ciego, y sos ciego porque en un mundo que se cierra, vos abrís, vas a
contramano de la situación internacional. Pero, además, tomas medidas que van
contra la propia sustentabilidad, en el supuesto caso de que este modelo la
tuviera, vos no podes darle la libertad a los exportadores de que ingresen las
divisas cuando quieran. Eso es suicida. Más aún, hoy es legal que se exporte y
que nunca entren las divisas al país, con lo cual el monto de las exportaciones
no tiene, o puede no tener, ninguna significación en relación al ingreso de las
divisas de esas exportaciones. Si a eso le sumas una desregulación financiera
en un mundo donde domina el capital financiero, alentas la presencia de
capitales que pueden entrar hoy y salir mañana o dentro de treinta días. Lo
cual origina una inestabilidad absoluta. Eso es lo que ha dado lugar a toda
esta montaña de bonos de distintas nominaciones que cumplen el mismo papel.
-¿Y cuál te parece que es el problema central de la
economía argentina?
-El problema central, tanto de los modelos populares
como neoliberales en Argentina, es la falta de dólares. La escasez de dólares
se debe a distintos motivos según el modelo económico en que el estés. En un
modelo popular hay un proceso de reactivación de la economía basada
fundamentalmente en el mercado interno, por eso el 70% del crecimiento del PBI
es la demanda interna. Cuando demandás, producís una reactivación industrial;
como buena parte de los insumos son importados, la demanda de la industria no
puede ser satisfecha con las exportaciones que generan, fundamentalmente, el
sector agropecuario. Ahí se produce lo que se conoce como crisis de la balanza
de pagos o restricción externa. En esa situación, es necesario realizar un plan
de ajuste, que un gobierno popular lo hace tratando de amortiguar los efectos
del mismo.
En cambio, un gobierno neoliberal llega a las mismas
consecuencias pero por otros motivos. Se da porque, al efectuar la apertura de
la economía, tiene importaciones indiscriminadas, se importan cosas que
perfectamente se producen en el país. Esto tiene una doble función: primero
crea un problema en la balanza comercial y de pagos, segundo, destruye las producciones
locales. Además, al abrirse indiscriminadamente la economía, existe una fuga de
capitales fenomenal. Y si retrasas el tipo de cambio, como lo hizo este
gobierno, tenes salidas de dólares que agravan la situación; se produce fuga en
materia de turismo y de capitales, salida de dinero por remesas de utilidades
de las empresas; y, a su vez, las exportaciones se mantienen en un determinado
nivel que no compensa el aumento de las importaciones. Por otra parte, debido a
la ampliación del déficit fiscal, se lo financió con endeudamiento. Este
gobierno hizo un récord de endeudamiento; cuando asumió tenía una relación de
deuda externa/PBI del 35-40%, y ahora va a terminar el año con más de un 80% de
esa relación. La deuda contraída por este gobierno va a tener que ser
renegociada, porque así como está es impagable.
- Es duro escuchar el panorama, es desesperanzador.
- Si yo tiro un cuadro para arriba y te digo que se va
a quedar parado en el aire, vos sabes que no es posible eso, que está la ley de
la gravedad y que todo lo que se tire para arriba, cae.
Uno de los motivos por los cuales decían que no iba a
caer económicamente era que, debido a la sola presencia del primer partido pro
mercado, citando palabras de Macri dichas en la embajada norteamericana, que
gana las elecciones después de 80 años, le iban a llover las inversiones. Es
mentira, eso no existió. El recurso fue el endeudamiento. Cualquier acreedor
del exterior te va a dar préstamos hasta que vean que el país no va a pagar, y
eso es lo que sucedió.
- ¿Crees que el contexto regional, a nivel
latinoamericano, está dando un giro a la derecha? Teniendo en cuenta el caso de
Brasil con la elección de Bolsonaro y también la Argentina con el gobierno de
Macri.
- En realidad, si bien lo que más nos afecta es
América Latina, hay un giro en el mundo. Lo que pasa es que acá llega poca
información sobre gobiernos como el de Polonia, Hungría, que también son de
ultraderecha.
En el caso de América Latina tenes el triunfo de
Bolsonaro en Brasil, de sectores de derecha en Perú, en Colombia, el viraje que
se da en Ecuador con el sucesor de Rafael Correa, que era su vicepresidente y
actuó como actuaron acá personas como Abal Medina...
- O el Gobernador de Entre Ríos...
- Sí, que al día siguiente de que asumiera Cambiemos
cambiaron su posicionamiento.
Bossio, no llegó a asumir como diputado y antes de
jurar ya se había pasado a otra posición; y pensar que había sido un posible
candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires por lo que era el Frente
para la Victoria, después Unidad Ciudadana.
Esto que pasa en América Latina es una reversión de
esa especie de "primavera" que se vivió a lo largo de aproximadamente
15 años de gobiernos populares en la región. Eso fue algo, de alguna forma, no
previsto. Desde la noche del neoliberalismo que acá era Menem, Cardoso en
Brasil, Fujimori en Perú, Uribe en Colombia, Piñera en Chile, un gobierno de
derecha que vuelve después de un intervalo de un gobierno de centro en Chile.
Todo eso es un panorama sumamente adverso para un gobierno de características
diferentes al actual, en el supuesto caso que ganara las elecciones en 2019.
Hay un evidente giro que es, además, muy fomentado
desde los Estados Unidos.
- ¿Cuáles crees que son los pilares fundamentales por
los cuales Cambiemos sigue recogiendo más o menos un tercio del apoyo del
electorado?
- Es muy interesante lo que sucede con Cambiemos. En
realidad, cualquier gobierno que hubiera tomado todas las medidas que ha tomado
éste, y con una situación económica cercana a una crisis muy profunda, tendría
mucho menos porcentaje de posibilidades de voto que las que tiene Cambiemos
después de casi tres años de gestión. Efectivamente el porcentaje de apoyo
ronda entre un 28% y un 35%, que en última instancia es el núcleo duro que
tienen.
Eso está basado en una serie de circunstancias. En
primer lugar, la profunda animadversión que provocó en vastos sectores de clase
media, pero también en segmentos de clases medias bajas y de sectores
populares, algunos de los elementos del kirchnerismo.
Hay una serie de cuestiones que, desde otro ángulo,
las tomamos como absolutamente secundarias, pero que para esos sectores
tuvieron una importancia fundamental: las cadenas nacionales, el ascenso de
determinados sectores que provoca en la clase media un profundo malestar; esto
que Jauretche decía de sectores medios que "quieren estar lejos de los que
están cerca y cerca de los que están lejos".
- El medio pelo...
- Sí, efectivamente, el medio pelo. Pero aparte,
indudablemente, hay algo que hay que analizar porque los gobiernos populares
producen en muchas franjas, en América Latina, un profundo rechazo, que en una
cantidad de hechos es por las virtudes que tiene el gobierno que los consideran
defectos. Y por otro lado, por defectos que deberían ser superados.
En el caso del kirchnerismo, en su última etapa, fue
claro un sectarismo muy fuerte que hubo tanto desde Cristina como desde
sectores de La Cámpora, y eso tuvo una reacción desfavorable muy fuerte. El
rompimiento de la alianza que tuvo en buena parte del gobierno, fundamentalmente
con los sectores más dinámicos del movimiento obrero, como es el sector de
Moyano. Esto no justifica todos los errores que tuvo después el dirigente, pero
entre Moyano y quedarse con Martínez, de la UOCRA, o Caló, de la UOM, hay un
abismo de distancia.
Después, la política comunicacional del kirchnerismo
fue desastrosa en la última etapa. Haber dado medios a individuos como
Szpolski, que no se hizo un delincuente cuando recibió la enorme cantidad de
dinero que recibió del gobierno, sino que ya venía con pésimos antecedentes.
Fue juzgado y condenado por un Tribunal de Ética de la DAIA, y hay que ver
cuántos pasan sin ser condenados. Cometió acciones muy graves.
El sectarismo estaba reflejado. A mí me costó que no
me invitaran más a 678, pero yo lo dije en el programa, que se iban cerrando e
invitando solamente a gente del palo. Eso no puede funcionar así. Además, cómo
podía ser que no haya ningún otro programa periodístico amplio en la televisión
oficial. Más allá de que valoro el papel importante que cumplió 678 que a
muchos, incluso los que creemos que sabemos algo de esto, nos enseñó a ver cómo
se titulaba en televisión, cómo se manipulaba la noticia. En ese aspecto jugó
un papel muy importante. Pero doy un ejemplo de extremo sectarismo de 678: a
Daniel Scioli, el candidato del gobierno, más allá de que salió porque era el
que más medía y no porque satisfacía las aspiraciones como sucesor del
kirchnerismo, recién fue invitado al programa cuando fue candidato a
presidente, y fue gobernador de la provincia de Buenos Aires dos veces. En
cambio, se podía invitar al intendente de Calamuchita si era del FPV.
- En cuanto a ese sectarismo, mirándolo hoy, tres años
después, crees que se hizo una autocrítica dentro del movimiento? Tanto
Cristina por un lado, como también La Cámpora u otras organizaciones
kirchneristas. Quizás La Cámpora, a mi gusto, creo que era mucho más estricta
en eso, en que Cristina era la conducción y lo que decía era "palabra
santa". En otras organizaciones no se marcaba ese nivel el sectarismo,
pero también lo reproducían.
-Yo veo que hoy, Cristina, en la construcción de un
frente opositor manifiesta una amplitud que no tuvo como presidenta de la
nación. Yo hice programas, durante el gobierno kirchnerista, con Carlos
Raimundi, por ejemplo, que es un hombre del movimiento de Sabbatella, y yo le
preguntaba qué información tenía, porque para que me comente lo de los diarios,
yo también los leo. Y lo cierto es que Cristina, que fue acentuando esta
situación, hablaba una o dos veces y llamaba a todos los gobernadores e
intendentes, que no sabían de qué iba a hablar. Llegaban, ella hablaba, se
levantaba y se iba, y los gobernadores se volvían a las provincias o los
intendentes a sus municipios. No se puede hacer política así, vos tenes que
reunirlos después, hablar, intercambiar figuritas. La foto de un intendente o
de un gobernador con la presidenta es algo que les resulta importante a ellos.
Eso lo hacía Néstor Kirchner. Cristina es un gran cuatro político, es una
excelente oradora. Pero tiene, a mi gusto, serias fallas de construcción
política. Esto yo lo señalaba en el 2011, no es que lo digo ahora. Y como
gerenta de recursos humanos, no se ganaría la vida trabajando en una empresa.
Sus errores en materia de elección de personal, de gente que colaborara con
ella, son muy serios. Además, el kirchnerismo no tenía el trato que corresponde
a un aliado político, y eso lo sabe cualquiera que haya estado cercano.
- ¿En qué sentido?
- En el sentido de que hubo mucho maltrato hacia
muchos aliados.
- ¿Desde la propia Cristina?
- Si, desde ella. Néstor también lo hacía pero tenía
más manejo. Son cosas muy elementales. Lo que yo te estoy diciendo lo sabe el
intendente de cualquier municipio. ¿Cómo puede ser que Cristina no lo hiciera?
- Igualmente, volviendo a lo mismo, lo hacía con
personas determinadas con las que...
- Un núcleo muy chiquitito...
- Obvio, pero por darte un ejemplo, Blanca Osuna fue
intendenta de Paraná durante la segunda presidencia de Cristina, y con ella
hubo fotos, visita presidencial a la ciudad por los 200 años de la misma. Vos
te dabas cuenta de que no era sólo una intendenta oficialista elegida por el
FPV, sino que también había un vínculo previo con Cristina cuando fueron las
dos legisladoras nacionales. Yo creo que no era sólo sectorizado dentro del
FPV, sino teniendo en cuenta a la persona en base a las preferencias individuales
de ella.
En cuanto a la crítica comunicacional que mencionabas
anteriormente, viéndolo tres años después, ¿qué crees que sigue teniendo
vigencia?
- Se hicieron cosas muy desagradables como los
carteles en la calle con periodistas opositores. Un infantilismo extremo de una
persona, con la cual yo milité en los 70, como Jorge Coscia, que dirigía el
Instituto Nacional del Cine y Artes Audiovisuales, de escupir fotografías. Son
cosas que no aportan nada y producen una bronca fenomenal. Ya el peronismo del
45 al 55 cometía errores, en otro contexto absoluto. Evita tenía una adoración
en enormes sectores de la población, no era necesario poner luto obligatorio ni
nada por el estilo. Es algo que es irritante y no ganas nada. A la gente que
llevaba el luto adentro ya la tenías, lo único que conseguías con el luto
obligatorio de alguien que era antiperonista era una acentuación de la
animadversión hacia el gobierno.
Cuando murió Kirchner y empezaron a ponerle su nombre
a todos los lugares, uno decía "pero si ya el peronismo hizo esto".
Por supuesto, dale a tres o cuatro lugares centrales el nombre de Kirchner,
pero no le empieces a poner a calles de municipios ni demás. Porque en ese
aspecto ya Jauretche lo decía "Cuando todo suena a Perón, es porque suena
Perón". Entonces, si ya tenes todas esas experiencias, no las vuelvas a
repetir, porque, en última instancia, las elecciones no se ganan si vos no
tenes a tu favor sectores importantes de clase media, como lo tuvo Cristina
cuando sacó el 54% de los votos. Incluso, muchos de los que habían estado en
contra de ella en la resolución 125, sectores agropecuarios, votaron por
Cristina en el 2011, tres años después. De manera que tenes que tener políticas
para todos los sectores, porque estás gobernando dentro de determinados
parámetros que limitan un régimen democrático. Tenes que hacer políticas con
amplitud.
Los enemigos que te granjeas es por las cosas que
haces, no por las cosas que decís. Si lo que decís te crea enemigos pero no te
ayuda a ir a la concreción de las cosas que tenes que hacer, es inútil, es
absolutamente gratuito. Es decir, si vos haces la resolución 125, la cual apoyé
absolutamente pero sabía las fallas que tenía, el problema era que no era una
mera medida de retenciones, ahí lo que se puso en juego era quién tenía el
poder. Y en ese aspecto era una pulseada interesante que el gobierno perdió,
primero en el Congreso y después en las elecciones de 2009, donde iba Nestor
Kirchner, Scioli, Massa, quienes eran el seleccionado del kirchnerismo, en la lista
de la Provincia de Buenos Aires. Y le ganó De Narváez, que era un cuatro de
copas y lo sigue siendo. Esa era la factura que le había pasado la derrota de
la resolución 125, pero esa derrota era valiosa, porque lo que se estaba
jugando era importante. Ahora, si vos te creas enemigos, por ejemplo, hay
periodistas envenenados, que en un principio apoyaron al gobierno, te digo
tipos como Lanata, Majul, Leuco, pero los perseguiste con la AFIP, llamaste a
los que ponen publicidades privadas y presionaste para que no les pongan a
ellos, es inútil todo eso. Cuando vos ves, por ejemplo, a Tato Young, que tiene
un odio fenomenal, como tienen generalmente todos los que han trabajado en
Clarín, aunque ya no estén ahí, es porque se creó una situación en donde a un periodista
del medio le decían "devolvé a los nietos", cuando no tenían nada que
ver con los nietos. Una cosa es que vos critiques y ataques a Morales Solá en
La Nación, a Fernández Díaz, a los Saguier, a las cabezas. Ahora, cuando Néstor
Kirchner se agarra con un movilero de TN, no tiene ningún sentido. Además,
entre un Presidente de la Nación y un movilero, es como la situación entre el
presidente de Coca-Cola y el tipo que está en maestranza. Tenes que
diferenciar. Eso fue un error de cómo se hacía 678 también, que provocó que
algunos tipos tuvieran un odio fenomenal.
Incluso, hoy lo ves a Campanella, el director de cine,
que en su momento apoyó la Ley de Medios, pero después se creó una situación en
la que todos los días se lo ponía en el tapete y ahora destila odio por todos
los poros. Incluso llega al punto de lo que pasa en Brasil, que mucha gente
beneficiada por las políticas de Lula te dice que prefiere a un tipo que está
ahí de la caracterización de fascista antes que a alguien del PT. Hay algo que produce
una situación de odio muy fuerte.
Lleva al enceguecimiento por cuestiones que te
molestan personalmente, te obnubilen para defender tus propios intereses. De
esa forma muchos industriales, por ejemplo, beneficiados por la política del
kirchnerismo, sobre todo los vinculados al mercado interno, votaron al PRO
pensando que iban a estar mejor cuando, finalmente, es como votar al verdugo.
- Es que, desde mi punto de vista, ahí está gran
porcentaje de los y las votantes de Macri, guiados por esa obnubilación de la
que hablas. Entiendo completamente lo que decís. Creo que se generó un contexto
así. Yo lo viví dentro del movimiento kirchnerista como militante, donde
teníamos también cierta obnubilación o enceguecimiento.
- Sí. Yo estoy en una radio que se jugó mucho por el
kirchnerismo y no recibió un sólo beneficio. Nada. Ni siquiera los papeles que
le den una situación de legalidad. Con lo cual ante el macrismo quedaba
sumamente expuesta. Y uno se pregunta porqué.
Yo apoyo los gobiernos populares. Una vez hecha esta
definición, y colocado desde la vereda de la cual hablo, me reservo el derecho
a todas las críticas. Yo creo que uno no juega para el enemigo si previamente
define desde qué lugar habla y desde ahí plantea las cosas que están mal. Esa
situación de que uno juega para el enemigo hay que ver cómo uno la plantea. Por
ejemplo, el peronismo nunca ha sido muy generoso con los intelectuales que tuvo
en el movimiento, ejemplos como Jauretche que estuvo en el Banco Provincia y
después estuvo en la primera fila en la resistencia peronista, o Scalabrini
Ortiz. Porque es importante no rodearse de genuflexos y alcahuetes, porque en
los momentos de triunfo, los arribistas aparecen por todos lados. Cuando en
1954 la mano venía cambiada, Perón dijo: "Estoy rodeado de genuflexos y
alcahuetes", pero uno podría haberle dicho que él se lo buscó porque se
rodeó precisamente de eso. Y un tipo como Jauretche o Scalabrini Ortiz no
estaban ahí, porque ya habían sido desplazados. Pero ninguno de los dos hizo lo
que pudo haber hecho Moyano o Alberto Fernández en algún momento. Es decir, no
se fueron con la Revolución Libertadora. Estuvieron en la misma vereda aunque
hubieran sido desplazados de la misma. Y eso me parece que uno tiene que tomar
siempre en cuenta.
La política no es difícil, justamente si uno sigue
alguno de los parámetros que decía Jauretche. Yo no sé, ponele que estoy
confundido, ante esta medida no sé qué posición tengo que adoptar. A ver, qué
dice La Nación, qué dice la Sociedad Rural. Ellos están en una posición, decía
Jauretche, yo estoy enfrente. Porque si yo estoy en el mismo campo que La
Nación, la Sociedad Rural, la Unión Industrial, el que estoy equivocado soy yo.
Y ni hablar lo que hacen los partidos de izquierda, Vilma Ripoll actuaba como
empleada de la Sociedad Rural en el conflicto. Si vos estas del mismo lado que
ellos, en nombre de la revolución socialista, estás en un problema fenomenal,
estás equivocado. Más allá de que en ese frente, como estaba la Federación
Agraria, puede haber sectores perjudicado por las políticas que vos defendes y
que tienen sus razones, pero eso no te obliga a estar en ese lugar.
Estas son las cosas básicas, sencillas de la política.
Hay momentos sumamente complicados para tomar posiciones. Yo me acuerdo que uno
de los momentos más complicados, en plena dictadura, fue la recuperación de las
Malvinas. ¿Cómo te posicionas ante una situación así? ¿Las Malvinas son
argentinas? Sí, son argentinas. ¿Es un reclamo justo? Es un reclamo justo. El
que emprende la recuperación de las Malvinas es una dictadura atroz. Yo no
hubiera optado por ir a recuperarlas de esa forma. Pero, al mismo tiempo, yo
tengo que tomar una posición que trate de criticar a quienes las hacen, pero a
su mismo tiempo reivindicar lo que hacen en ese momento. En aquel momento la
consigna que escribí era: "Luchar en las Islas, recuperar el
continente"; recuperar el continente que entregaba la misma dictadura que
iba a tratar de recuperar las Malvinas. Porque no podía quedarme del lado de
los ingleses. Decía al respecto Lenin: "Estar en contra del país oprimido,
es estar a favor del nacionalismo del país opresor". Ese es un equilibrio
muy difícil de hacer.
Después había que arreglar cuentas nuevamente con la
dictadura. Perdimos, la verdad es que fue una situación terrible. Y la derrota
de Malvinas tuvo un efecto devastador en la política argentina. Porque en un
error, que en ese momento fue favorable políticamente para Alfonsín, que habló
de la "desmalvinización". Pero la desmalvinización, en términos
políticos, significa que vos no podes enfrentar al poderoso; no enfrentes al
poderoso porque vas a perder. Y esa es una concepción terriblemente equivocada.
Había que seguir reivindicando por otros medios. Pero obviamente la derrota
provocó un retroceso de un siglo por lo menos en el tema de las Malvinas, como
toda guerra perdida. Pero yo no podría sacar esa conclusión. En 678 muchas
veces hablé de la "desmalvinización", que era un concepto terrible
porque, de alguna forma, fue la política que adoptó la etapa final de Alfonsín,
una vez que se fue Grinspun, y también todo lo que fue el menemismo. En lugar
de enfrentar al poderoso, hagamos alianza con él, lo que hace Macri ahora, o lo
que va a hacer Bolsonaro. No seamos un país independiente, seamos una colonia,
presuntamente próspera. No existen las colonias prósperas, por lo tanto, estás
en un camino absolutamente equivocado.
- ¿Consideras que va a ser reversible la
profundización de la concentración de medios?
- No, no existe por el momento ninguna posibilidad. Al
contrario, así como la primera medida que hizo Menem fue entregarle Canal 13 al
Grupo Clarín, la primera medida que toma Macri es desguazar la Ley de Medios,
que es lo que le afectaba a Clarín.
Acá los medios han cumplido un papel fundamental, muy
importante. Ahora, no se puede explicar, como hay ciertas interpretaciones,
todo a través del papel de los medios. Porque eso en sencillo me permite no
entender las equivocaciones que yo cometo. Si todo es el tema de los medios,
estoy poniendo bajo la alfombra muchos de los errores que cometí para tener una
situación que me lleva a perder sucesivas elecciones. El kirchnerismo perdió
tres de las cuatro elecciones en la provincia de Buenos Aires, es como si hoy
el macrismo perdiera tres de las cuatro elecciones en Capital Federal. Hay que
analizar eso, no alcanza solamente con el tema de los medios.
Ahora, los medios hoy cumplen, junto con el Poder
Judicial, un papel fundamental en la destrucción, la aniquilación de los
gobiernos populares. No tienen las fuerzas armadas, eso sí lo tiene Brasil, las
fuerzas armadas en el gobierno, pero ni Argentina, ni Uruguay, ni Chile las
tienen. Entonces es la O Globo en Brasil, el Grupo Clarín acá, el Grupo del
diario Mercurio en Chile, todos cumplen ese mismo papel.
Y el otro elemento fundamental que afecta y corroe
gobiernos populares es el tema de las campañas anticorrupción, efectuadas por
los tipos que son maestros en corrupción. El poder económico basa todo su
sustento en la misma. Ahora, son los que hacen las campañas contra la
corrupción de los gobiernos populares. A partir de ahí uno debe pensar lo
siguiente, ¿hubo corrupción en los gobiernos populares? Sí, hubo corrupción. Y
en algunos casos fue potenciada. Yo no hago análisis político a través de la
corrupción. No lo disminuyo, ni lo desvalorizo, pero no te conduce a ningún
lugar hacer un análisis político a través de la misma.
El gobierno de Menem, sin un peso de corrupción,
hubiera sido igualmente devastador por las políticas que aplicó. El gobierno
del kirchnerismo, sin la corrupción que indudablemente tuvo, hubiera sido
mejor. Y el macrismo, si no tuviera un peso de corrupción, aunque no es el
caso, sus políticas son las devastadoras. La corrupción agrava, pero no es lo
central.
- Hablabas de que tanto los medios como el Poder
Judicial son las bases fundamentales para la destrucción de los gobiernos
populares, ¿qué rol cumple el Poder Judicial?
- Yo no creo, acá ni en cualquier lugar del mundo, los
mitos sobre la independencia del Poder Judicial. Hay jueces que pueden tener
menor grado de dependencia, pero no existe esa famosa "independencia"
de poderes, ni mucho menos. Es tan falso como lo que dicen los neoliberales de
la autonomía del Banco Central. Son todas mentiras, absolutamente. Y es porque
el Poder Judicial es la última trinchera del poder económico. La burguesía
francesa no hizo la revolución para entregarle el poder a los sectores populares,
armó un sistema pretendidamente equilibrado, que lo es mucho más que otros, en
donde el Poder Judicial cumple ese papel: última trinchera del poder económico.
Lo decía Protágoras 400 años antes de Cristo: "La justicia es lo que el
hombre rico dice que es".
- Que son quienes están adentro.
- Claro, y es a la cual responde el Poder Judicial. Lo
dice el Martín Fierro: "Hacéte amigo del Juez, no le des de qué quejarse;
siempre es bueno tener, palenque donde rascarse". Ahora, hay muchos jueces
impresentables. Hoy Bonadio es funcional al macrismo, aunque ahí es más que el
macrismo, hay cuestiones de Estados Unidos, tiene un respaldo que es funcional
en buena parte al macrismo, pero también, como el juez Moro de Brasil, es mucho
más que eso, hay un respaldo del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Entre otras cosas, porque la campaña depuradora anticorrupción produce una baja
fundamental del costo del precio a comprar de las empresas involucradas y vos
después las podes comprar por chirolas. Y es posible que veamos, tanto en
Brasil como en Argentina, empresas de capitales nacionales que han estado
vinculadas a la obra pública, sean compradas por capitales norteamericanos.
Bolsonaro le ofreció la presidencia de la Suprema
Corte de Justicia a Moro ( Ndr: antes de que éste aceptara el Ministerio de
Justicia y en caso de que se jubile un miembro del actual Supremo Tribunal
Federal, el equivalente en Brasil de nuestra Corte Suprema). Es decir, que el
juez que encarceló con pruebas muy endebles al principal líder de la oposición
que no pudo presentarse a elecciones, es el que está pensando si acepta o no la
propuesta del candidato que triunfa a ser el presidente de la Suprema Corte de
Justicia del Brasil. Y en Bonadio, está clarísimo con la Ley de Arrepentido,
con una evidente animadversión hacia Cristina, eso se ve claramente. Entonces,
obviamente debería ser apartado de la causa.
Así como tenía la certeza de que con el macrismo el
país iba a estar como está ahora, tengo la absoluta convicción de que en un término
indefinido, Bonadio y Stornelli van a estar en la misma situación que están hoy
procesados, imputados y con pedido de condenas, el juez Galeano y los fiscales
Mullen y Barbaccia en la investigación del atentado a la AMIA. Bonadio y
Stornelli, con infinidad de falencias procesales y de todo tipo, van a estar
algún día sentados en el banquillo de los acusados.
- ¿Cómo ves al peronismo federal?
- Ese peronismo federal es lo que se llama
"peronismo perdonable", "peronismo racional". Está
conformado fundamentalmente por los gobernadores. Yo entiendo que tienen que
administrar sus provincias y dependen fundamentalmente del poder central. Esto
sucede con este gobierno y con los anteriores, no es una cuestión del macrismo.
Incluso este gobierno ha sido más generoso que el kirchnerismo en materia de
redistribución de fondos. Pero una cosa es tener que pagar los sueldos a fin de
mes, que no se incendien las provincias, todo eso es entendible. Otra cosa es
el gobernador de Salta, vos podes tener una política tendiente a tener una
relación relativamente amigable con el poder central, pero sin bajar bandera,
sin ser la versión macrista del peronismo.
Para las próximas elecciones es fundamental que el
peronismo vaya unido y que todos queden adentro, pero debe ser en función de un
programa. Hacer meramente antimacrismo no conduce a ningún lado. Y teniendo en
cuenta la herencia terrible, ésta sí una pesada herencia, que va a tener el
gobierno que gane las elecciones, sin un programa de mucha profundidad en
muchas medidas, incluso con más intensidad que la que hizo el kirchnerismo, va
a ser inevitable, es una cuestión de sobrevivencia.
El gobierno que asuma, si no es el propio macrismo con
cualquiera de sus candidatos alternativos si no es Macri, tiene un contexto internacional
absolutamente desfavorable, todo el establishment local e internacional en
contra, cesación de pagos a las pocas semanas de asumir porque la deuda es
impagable, es decir que hay que renegociar con el FMI, al cual no le podes
dejar de pagar. Kirchner no dejó de pagar al FMI, son los Estados, no son
acreedores bancarios. Además que, más allá de las políticas positivas que
adoptó Néstor Kirchner, hubo un contexto internacional muy favorable en materia
de commodities. La soja estaba en el doble de lo que está hoy. Eso permitió,
junto con la muy buena renegociación de la deuda, un período de expansión
extraordinario del 2003 al 2008. Y eso no se da para nada en este momento, ni
parece darse en los próximos años.
Entonces, el peronismo federal no es ninguna
alternativa si tiene que cumplir el rol de alternativa peronista.
- Siguiendo en esa línea y volviendo a lo que
mencionaste anteriormente, ¿crees que es posible, y necesaria también, la
unificación del campo opositor a Macri? Conteniendo, obviamente, al peronismo
pero ampliando el espacio también.
- Sí, no es fácil ni sencillo. Acá hay una paradoja
muy grande, la candidata que más mide es Cristina, sin lugar a dudas, y va a
estar el año que viene muy hackeada judicialmente. Va a estar viviendo en
tribunales, hay 6 juicios con audiencias, seguramente, todos los días. Además,
es cierto que Cristina ha ido bajando los porcentajes de negatividad que eran
muy grandes. Pero yo creo que lo ideal, la fórmula que estoy convencido
ganaría, es la fórmula que contenga componentes del peronismo tradicional y del
kirchnerismo. Una fórmula que abarque esos dos sectores fundamentales. Creo que
con eso se gana cómodamente. Con Cristina y Vidal, por ejemplo, del otro lado,
no sé qué pasa. Porque el gobierno el año que viene, igual va a ser devastador,
pero con que consiga algunos números macroeconómicos positivos, que los va a
conseguir, porque con las medidas devastadoras que toma, va a mejorar la
balanza comercial, de pagos, va a haber menos salida de capitales por turismo
porque hoy es muy difícil viajar. Y además va a plantearlo desde el ángulo
político, va a decir que lucha contra las mafias, que no hay coronita para
nadie, que los empresarios pasaron por Comodoro Py. La opción es muy sencilla,
va a decir el gobierno, te adelanto el discurso, nosotros nos equivocamos,
hemos cometido errores, los reconocemos, hemos aprendido, ahora vamos superando
las limitaciones que hemos tenido, el futuro es mucho más promisorio. Y ustedes
tienen que elegir entre esto, con todos los errores que hemos cometido, o los
ladrones. Todos los que están enfrente son los que se robaron un PBI, nos
dejaron sin energía, y la pobreza que tenemos es la consecuencia de lo que
dejaron.
Ese va a ser el discurso, sin hacer hincapié en lo
económico porque no tienen nada para decir, sino en otras cuestiones, que son
falsas pero una parte importante de la población las sigue creyendo. Yo creo
que no hay una sola verdad en lo que dice el gobierno, todo absolutamente es
mentira o mentira parcial.
Incluso veía en Ámbito Financiero que esto del barco
que vino de Venezuela y que hace 10 años estaba ahí con el tema del gas,
resulta que van a traer otro barco con las mismas características. Es decir que
todo lo que hicieron es para decir "vieron lo que hizo el
kirchnerismo". Y te lo presentan como la única verdad. Incluso, el ajuste
es brutal, pero si no iban tratando de aumentar los ingresos, solamente
rebajando los gastos, ya es difícil gobernar, pero era ir directamente hacia el
estallido. Han vuelto a poner retenciones, han incrementado las tasas del
impuesto a los bienes personales, que prácticamente estaba en tren de
desaparición. Y frente a todo esto, Macri dice que lo hicieron porque el
kirchnerismo los obligó.
Esta gente sabe poco de pocas cosas, pero son una
verdadera maquinaria electoral, eso lo hacen muy bien. Son científicos en
materia electoral. Se manejan por barrios, saben más o menos cómo se distribuyó
el voto en cada uno y actúan sobre eso. Y eso lo van a poner en funcionamiento
apenas empiece el año que viene.
En cambio, debo decir que el peronismo es la Armada
Brancaleone todavía en esto. Ayer yo pasaba en la radio publicidad de la década
del 80, y es una publicidad tan vieja que no parece de la elección de 1983,
parece de principios de siglo pasado. E indudablemente, tanto Bolsonaro como
Macri, han hecho un manejo de las redes sociales extraordinario. Así como los
medios juegan un papel importante en la agenda diaria, las redes cumplen un
papel importantísimo en las elecciones. Y eso hay que saber manejarlo y
dirigirlo.
- Por último, ¿qué proyección tenes de acá a un corto
plazo sobre la situación económica? Diciembre, enero...
-La situación se agrava. Hace poco estuve en el
programa de Victor Hugo, era en agosto me parece, y recordé una frase de un
personaje de Dumas, me parece que es en "Los tres mosqueteros". Yo
decía que en diciembre íbamos a decir lo que este personaje decía: "Qué
felices fuimos el tiempo en que éramos tan desgraciados", es decir, agosto
con relación a diciembre.
Todavía no se ha llegado a la aplicación integral de
las medidas del FMI. Solamente en la Capital Federal, acá donde estamos, zona
de Tribunales, si caminas entre Rivadavia o Avenida de Mayo y Córdoba, por
cualquiera de las perpendiculares, de promedio, por cuadra, tenes entre 6 y 8
locales cerrados. Hables con quien hables, te va a decir que tiene una caída de
ventas entre el 25% y el 40%, desde el que lustra zapatos hasta el taxista,
negocios de cualquier actividad.
Yo tengo casa en Marcos Paz. El sábado por la mañana
entré al principal negocio de electrodomésticos, que tiene 20 sucursales en la
provincia de Buenos Aires, y no había nadie, eran 12 vendedores y yo. Incluso,
es un negocio que publicitó en nuestro programa hasta el mes pasado, que
suprimió toda la publicidad radial.
El domingo a la noche fui a cargar nafta antes de
volver, en la estación de servicio, donde generalmente tengo 3 o 4 autos antes,
no había nadie. Y en los diez minutos que estuve, entre cargar e ir a pagar, no
entró nadie.
Mi mujer estaba viniendo en subte para llegar más
rápido porque en colectivo tardaba mucho, ahora está viniendo en colectivo
porque la zona de Once se atraviesa rápidamente.
Esto que uno puede palpar lo ve en los números
macroeconómicos. Caída de la demanda y de la industria mes a mes. Y todavía no
se ha tocado piso, de ninguna forma. En la provincia de Buenos Aires, la misma
gente de Vidal dice que se pasan el día distribuyendo comida.
La situación es gravísima. Sí es cierto que con
relación al 2001 hay una cobertura que antes no existía. Hay que reconocer que
lo inició Duhalde y luego el kirchnerismo le dio una amplitud mayor. Con el
tema de las manzaneras, entre el 2001 y el 2003 una vez que estalló, empezó a
haber asistencia para sobrellevar una caída del PBI que fue de 11 puntos en
aquel momento. En el peor de los casos, en el pronóstico más desfavorable del
FMI para el año que viene hablan del 6% de caída.
Te lo dicen los Curas de la Opción por los Pobres, hoy
está la Asignación Universal por Hijo. Es chiquito, pero entre esa cifra chica
y nada, que en el 2001 era lo que pasaba, hay un abismo. Aunque parezca
mentira, hay un abismo, a favor de la situación actual dentro de la crisis.
Larreta hace menúes precarios para los chicos de las
escuelas, para un chico que está mal alimentado el problema no es la gordura,
sino la necesidad de comer en ese momento. Sacó el pan por una campaña de
salud. Las maestras te dicen que cada vez tienen menos carne, menos pollo. Y al
mismo tiempo, hay distribución, sobre todo Vidal, que no es diferente a Macri,
pero tiene tal vez en algunos aspectos mayor sensibilidad que Macri, trata de
meter algunos paños fríos en un panorama desolador realmente.
POR MARÍA CELINA TOSI BAGILET
Excelente entrevista y respuestas.
ResponderEliminarSobre lo que decís de la generosidad del macrismo con las provincias, me parece que mucho tuvo que ver el fallo nefasto de la Corte al finalizar el gobierno de Cristina, que le sacó a los jubilados la precoparticipación del 15% destinado a Anses (causa promovida por Binner, De La Sota y Rodríguez Saá).
No sé qué opinás del federalismo de estos tipos y similares que anteponen sus intereses antes que los intereses de la Nación. No hablamos siquiera de nacionalismo, sino de desligarse de la suerte de los jubilados nacionales que viven en cada provincia.
Excelente reportaje y no menor la jerarquía del análisis del entrevistado.
ResponderEliminarSiempre hay discrepancias, pero en este caso suscribo en casi un ciento por ciento las reflexiones de Hugo.
Saludos
Presman está más cerca de Alicia Moreau de Justo que de Eva Perón; más cerca de Stolbizer y Ocaña que de Cristina; más cerca de Illia que de Perón.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarIdeológicamente pertenezco a la izquierda nacional que cabalgó siempre al lado del peronismo histórico y que se separó tajantemente de la izquierda tradicional. No tengo punto de contacto con el progresismo de cartón de Stolbizer y Ocaña. El gobierno de Illia tiene aspectos rescatables y el pecado de origen. Nadie me ha dicho nunca que parezca radical y la mayor parte me confunde por peronista. No he sido ni soy peronista ni kirchnerista pero los he defendido como defiendo a todos los gobiernos populares. Puedo exhibir 55 años en el campo nacional y popular. Puede Ud. hacer lo mismo?
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