Estoy tranquilo porque el Fondo
Monetario Internacional ha dicho “que el
nuevo gobierno puso en marcha una transición ambiciosa y hacia un marco mejor
de política económica. El avance logrado es importante porque el tipo de cambio
del peso ahora es determinado por el mercado y los controles cambiarios han
sido eliminados. Además el aumento de las tarifas de los servicios públicos los
ha acercado a los precios internacionales y el acuerdo con los acreedores ha
hecho posible el regreso a los mercados internacionales de capital, tanto del
sector público como del privado….Por estas decisiones corresponde felicitar al
gobierno por su claro compromiso para bajar la inflación a niveles de un dígito y reducir el déficit
fiscal
Estoy tranquilo porque esto es lo
mismo que dice el gobierno de Mauricio Macri.
Estoy tranquilo porque un
organismo tan certero y preciso como el Fondo cuyas recetas han conducido a la
prosperidad a los países que las han
aplicado, demuesta al populismo como lo
hace el gobierno de Mauricio Macri al sostener que “los niveles de consumo eran insosteniblemente elevados, la
inversión se encontraba en niveles históricamente bajos y los profundos déficit
fiscales se financiaban mediante la creación de dinero, lo que generó altos
niveles de inflación
Estoy tranquilo porque el economista de CAMBIEMOS, Javier
González Fraga se adelantó al Fondo por varios meses cuando certeramente dijo: “le hicieron creer
al empleado medio que su sueldo servía para comprar celulares, plasmas, autos,
motos e irse al exterior. Eso era una ilusión, no era normal”.
Estoy tranquilo porque
poco a poco se cumple con lo que dijo Mauricio que “el gobierno cuenta con el
mejor equipo de los últimos cincuenta años ya que el Ministro de Hacienda, el muy sensible Alfonso Prat
Gay, que conmovido le pidió disculpas a los capitalistas españoles, recibió el
reconocimiento de la revista británica
Euromoney como el Ministro de Finanzas del año y de los organismos
internacionales que agotaron los adjetivos: brillante, valiente y progresista.
Su sensibilidad a flor de piel le llevó a hablar de la grasa militante, de
preocuparse que un santiagueño pueda llegar a presidente o graficar los
aumentos como el equivalente a dos pizzas.
Estoy tranquilo porque
un organismo tan serio y benefactor de los países subdesarrollados como el
Banco Mundial a través de su presidente Jim Yong Kim
"Es muy alentador ver lo que ha hecho el
presidente Mauricio Macri y el ministro Alfonso Prat Gay en su esfuerzo para
volver a los mercados internacionales"
Estoy tranquilo porque un presidente legal y leal como Michel Temer, un
continuador de Julio César Cleto Cobos, ha dicho: “Me siento muy cómodo con
Macri, creo que pensamos de la misma manera” Y que nuestro Mauricio lo alentara
con el tudo ben, tudo llegal
Estoy tranquilo porque una Ministra de Seguridad está a punto de llegar a
la Seguridad total, razón por la cual ha decidido llamar a una consulta para
darle nombre a cinco perritos nacidos en su ministerio
Estoy tranquilo porque la voluble Ministra Patricia Bullrich ha corrido
desesperada a la Villa 21 para solidarizarse con dos integrantes de la Garganta
Poderosa que fueron asaltados y torturados por miembros de la Prefectura. Si
Ud. no se enteró es por la extrema discreción con que se mueve la Ministra. El
Presidente no se solidarizó públicamente con los jóvenes como si lo hizo con
Daniel Oyarzún (periodísticamente “El Carnicero”) que hizo justicia por mano
propia, porque estuvo preocupado por un resfrío de Antonia.
Estoy tranquilo, porque este gobierno de sensibilidad exquisita, extrema, el Ministro de Transporte, ese que de tan modesto
siempre anda en bicicleta, a pesar de ser dueño de una concesionaria automotriz
importante, posiblemente tenía la primicia que otro funcionario
excelso, como el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Horacio
Rodríguez Larreta, iba a propulsar que a
los perros y gatos se les permita viajar en los subtes.
Estoy tranquilo porque Sergio Massa, uno de los referentes de la oposición,
“dadora voluntaria de gobernabilidad” como dice Jorge Asis, ha dicho en la
fiesta con que el diario La Nación
celebró el próximo funcionamiento de su canal de televisión con palabras que
nos recuerdan como el diario fundado por Bartolomé Mitre es una de la voces que
faltaban en la pluralidad: : “Esta es la verdadera
multiplicación de las voces y responde a la nueva realidad de los medios que
están cada vez más marcados por la calidad de los contenidos. No hay mayor
democratización de la palabra que el usuario eligiendo que ver, que leer, y que
escuchar”
Estoy tranquilo, que la libertad de
prensa está ahora garantizada, porque como dijo la patronal de los dueños de
medios, la prestigiosa ADEPA, hemos arribado a
“el fin de la etapa más oscura del periodismo independiente desde 1983”
Estoy tranquilo, porque todo el
periodismo independiente es ahora oficialista y apoya al gobierno
entusiastamente. Los maduros desde Jorge Lanata a Luis Majul, desde Joaquin
Morales Solá a Ricardo Kirschbaum, desde Jorge Fernandez Diaz a Nelson Castro,
han dejado un grupo de jóvenes periodistas como Diego Leuco, Jonatan Viale, y
Nicolás Wiñazki. Ellos están aprendiendo el lenguaje y están atascados en las
palabras corrupción y bolsos. Aunque conocen otras palabras como off-shore,
contrabando de partes de automotor desde Uruguay, coimas en Morón, patria
contratista, vaciamiento en las privatizaciones, mientras como los cartoneros seleccionan la
basura y sólo usan la que son funcional a sus medios. Los Kirchneristas dicen,
que nosotros que representamos la civilización contra la barbarie populista, reducimos
doce años de historia a un “capítulo del Código Penal”. En cambio resulta
enternecedor cuando Jonatán Viale entrevista a Luis Barrionuevo transformado-
cosa veredes Sancho- en un fiscal de la corrupción y Jonatan se despide con “Un
gran abrazo Luis”
Estoy tranquilo, porque el año que
viene me dice el gobierno que todo va a mejorar y me
tranquilizo cuando veo como entramos al primer mundo abriendo las puertas para
que el mundo entre en nuestra casa. Cuando voy al supermercado, a las casas de
artículos para el hogar, a la
ferretería, son un libro de geografía.
Estoy tranquilo, aunque a veces lo voy a confesar apelando a la confianza
que nos tenemos, que me intranquilizo, cuando los alarmistas del gobierno
anterior, ese constituido por ladrones, denuncian atropellos, escuchas,
desocupación, desindustrialización,
endeudamiento superlativo, caída de la recaudación impositiva, aumento o a lo
sumo mantenimiento del nivel del déficit fiscal, apertura irracional de la
economía, disminución en los
presupuestos de educación, de ciencias, de salud, arrasamiento de los planes
como el FINES, suspensión en la entrega de las computadoras, disminución de la
entrega de preservativos, de leche para las embarazadas, de vacunas, de prevención
como el Papanicolau, esterilización del PROCREAR, recesión, inflación
descontrolada, pérdida del poder adquisitivo. Si eso fuera cierto, el
periodismo independiente lo hubiera denunciado, entidades serias como la
Sociedad Rural o AEA, hubieran puesto sus gritos de protestas en los medios
críticos, el mundo no manifestaría su satisfacción y los prestamistas no
abrirían sus generosas billeteras. Ya llegarán las inversiones que como un
maná, convertirán en un vergel donde solo hay hoy tierra arrasada, eso que
denominamos pesada herencia. Pero cuando algún atisbo de duda invade mis
certezas, recurro a mis mentores ideológicos como Carlos Pagni que califica al
kirchnerismo como pestilente y a su jefa, el escritor de “El Puñal”, la
denomina inexorablemente como “La Pasionaria del Calafate”. Y además porque
todos los racionales, es decir los que no son populistas, me confirman que
vamos bien aunque no se perciba la razón del optimismo.
Estoy
tranquilo, aunque tengo que vivir ingiriendo tranquilizantes: a la
madrugada, tomo una Paroxetina, al desayunar un Alprozolam, al mediodía un Clonozepam,
a la merienda un Neuril y antes de dormir un Diazepan.
Estoy tranquilo aunque me cueste a veces
demostrarlo
10-10-2016
Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo,
Esther