31 agosto 2025

CARTA MARCELA PAGANO

 

Carta abierta al Presidente de la Nación

Señor Presidente:

“Le escribo desde el dolor, desde la decepción, pero también desde el respeto. Porque lo conocí antes del bronce, antes de los discursos grandilocuentes y los aplaudidores de turno. Lo conocí en carne viva, cuando aún creíamos que la batalla era contra la casta y no contra el sentido común. Por eso, me atrevo a escribirle hoy, desde afuera de su bloque, en este punto de quiebre.
Usted no es la casta. Pero lo rodea. Y lo peor: lo manipula. Le han tomado el timón y lo conducen, como en los días más oscuros de nuestra historia, hacia la tormenta.
Lo están llevando a un abismo, Presidente. No lo hacen enemigos, lo hacen sus “amigos”. Sus supuestos aliados. Los que festejan el hambre de los jubilados con memes de Twitter, como si el sufrimiento del pueblo fuera una ocurrencia de TikTok. Los que insultan como política, gritan como doctrina y destruyen como estilo. No tienen programa, tienen cuentas troll. No buscan el orden, sino la revancha.
Usted se apartó de lo que nos enseñaba: ser leones y no corderos. Ahora parece que hay que obedecer sin cuestionar, acatar sin preguntar. Así fueron guillotinando a toda la militancia, a los dirigentes, a los que tenían matices. Quienes opinan son traidores, quienes levantan la voz son desestabilizadores y quienes denuncian, golpistas. Así se quedaron con los oportunistas, con los que necesitan de la política como salida laboral y con quienes buscan su rédito económico. Los leones genuinos fueron expulsados del reino, y lo que queda es una corte de adulones que le susurran al oído lo que quieren que escuche.
Usted, que tantas veces habló del costo de la casta, hoy tiene como presidente de la Cámara de Diputados a un heredero político de esos privilegios. Un empleado de la herencia, un administrador de cargos, un burócrata del apellido. ¿Ese es el que combate la casta? Por favor…
Mientras usted promete transparencia, emergen audios que involucran a su hermana y a los Menem en un esquema de coimas en la compra de medicamentos para discapacitados, un entramado que repite lo más rancio de la casta argentina. Esto no es combatir la corrupción, Presidente: es institucionalizarla con otros apellidos. ¿Cómo puede liderar una cruzada contra la corrupción cuando la misma se instala en organismos que atienden a los más vulnerables?
Mientras los abuelos eligen entre comer o comprar medicamentos, Mientras las PyMEs se funden, Mientras las universidades se caen a pedazos, su ministro de Economía se sienta a brindar con champagne por el “logro” de que el país no explote… aunque se esté apagando.
No me fui. Me echaron con sus actitudes. Con su desprecio. Con su mirada vacía hacia los que le trajimos votos sin pedirle cargos, sin pedirle absolutamente nada. Me quedé en silencio todo lo que pude, hasta que comprendí que callar era traicionar. Por eso abandoné el bloque que ayudé a construir.
Y lo advierto con el cariño intacto, con la amistad que no borra el juicio: todavía está a tiempo de sacarse de encima a esta lacra. A esos oportunistas que le venden recetas fallidas y lo empujan a gobernar desde el resentimiento y el ajuste a los más vulnerables. Algunos fueron ñoquis del Congreso; otros no llegaron ni a eso. Ni siquiera hijos de papá: el padre los despreciaba.

Los números hablan por sí solos, Presidente:

El poder adquisitivo y el ahorro caen mes a mes.
El dólar artificialmente barato está destruyendo nuestra industria, que no puede competir con productos importados subsidiados por el atraso cambiario.
Las fábricas cierran, los trabajadores industriales van al desempleo, y usted celebra que ingresen productos chinos a precios de dumping.
Las jubilaciones mínimas ya no cubren ni la mitad de la canasta básica.
El crédito productivo está seco, porque ¿para qué producir si es más barato importar?
Había que cambiar el modelo económico, sí. Pero pensando un puente para sostener en el medio a los actores necesarios para que una economía nacional prospere a largo plazo.
Por todo esto, y sin claudicar en mis convicciones, ratifiqué mi alejamiento del bloque de La Libertad Avanza. No lo hice contra usted, lo hice por usted. Porque quiero seguir creyendo que puede salir de esta trampa. Porque no quiero ser cómplice de lo que se viene.
Constituimos un bloque de cuatro diputados, heterogéneo, que respeta las distintas miradas políticas y opiniones. Como usted mismo me decía, Presidente: “no somos ovejas, ni manada”. Ese mismo espíritu que teníamos en campaña es el que hoy nos guía. Por eso, quiero aclarar que esta carta es una opinión personal.
A usted, Javier, no le hablo desde la vanidad ni desde el rencor. Le hablo como quien alguna vez lo admiró, lo abrazó con cariño y todavía, en algún rincón del alma, guarda esperanza.
No delegue más la política en fracasados. No confíe en los que nunca arriesgaron nada. No permita que destruyan lo que costó décadas construir.
Presidente, el tiempo apremia. Si usted no cambia de rumbo, ellos lo van a hundir. Y con usted, al país y su industria".

MARCELA PAGANO


29 agosto 2025

PROGRAMA EL TREN DEL 26 DE AGOSTO DEL 2025



El martes 26 de agosto del 2025, El TREN no tuvo invitados. Abordó los diferentes temas que atraviesan dramáticamente el escenario político y económico del país. 
Las denuncias de Diego Spagnuolo del robo a los discapacitados mientras se los ajusta y se dice que no hay plata. Con toda la indignación que provoca un gobierno capaz de ajustar, vejar y robar a los discapacitados, la bronca no debe nublar que a pesar de la magnitud de las coimas, estas son un vuelto en la corrupción, en relación con la corrupción mayúscula que el decreto 70/2023, la Ley Bases y las Facultades Delegadas, redactadas en los grandes estudios que asesoran a las empresas más importantes del país.
Un detalle de como se perpetraba la corrupción. La desubicación del presidente que en medio de una conmoción lo omite en sus tres discursos posteriores y en la Bolsa de Comercio de Rosario comenzó su discurso diciendo: “Deseo dar las gracias por haberme invitado a esta disertación. Me llena de orgullo y de honor poder estar aquí y conversar con ustedes sobre un tema que yo creo que es muy importante y sobre el cual hay mucho debate: la volatilidad de la tasa de interés”. Se recordó una anécdota similar que protagonizó el presidente Fernando de la Rúa en el 2000, en medio de un país que se encaminaba hacia la crisis del 2001, que entrevistado por Susana Gimenez afirmó que “en el país pasaban cosas inéditas, “quiero decir que se acabará la merluza”. La situación financiera es una bomba a pronto de estallar o que a lo sumo se difiere  
con estallido retardado después de octubre. Con la economía parada, con el consumo en caída libre, con el endeudamiento superlativo, con la recesión avanzando, el país se precipita hacia una crisis de consecuencias imprevisibles. Ejemplos de crueldad explícita.
La Carta de Marcela Pagano como consecuencia de su ruptura del bloque libertario, la decisión del Instituto Von Mises de Alemania de retirar la postulación de un premio a Javier Milei. Desmenuzamiento de las posiciones de distintos representantes del poder económico: Gustavo Grobocopatel, Grimoldi, Galperín, Los que firman solicitadas en EE. UU elogiando al gobierno de Javier Milei.   
Audios de Agustín Laje, de Milei, de De la Rúa, de la senadora Carmen Alvarez Rivero, del Embajador en España Wenceslao Bunge Saravia, de Juan Grabois. Ante un nuevo aniversario de la primera trasmisión radial, se hizo un recordatorio de Hugo Guerrero Marthineitz   


Súbanse a EL TREN, desde el andén de sus domicilios.




El TREN, UNA VOZ DIFERENTE PARA ESCUCHAR, REFLEXIONAR Y DISCUTIR


 

22 agosto 2025

SOMOS* (Versión ampliada y actualizada)


Es Lavalle fusilando y somos Dorrego fusilado. Somos San Martin y su proyecto latinoamericano y es Rivadavia y su plan porteño. Somos Moreno jacobino y Moreno envenenado, sin que le llegaran las conmovedoras cartas de su mujer María Guadalupe Cuenca. Somos Monteagudo con sus proclamas revolucionarias y es Monteagudo asesinado en una calle oscura de Lima. Somos Bolívar liberando buena parte del continente y somos Bolívar, enfermo en Santa Marta camino al exilio acusado de traidor y muriendo sin llegar a la frontera. Somos Artigas haciendo la reforma agraria y afirmando que nadie es más que nadie y somos Artigas derrotado exiliándose en el Paraguay. Somos Belgrano y el heroico Éxodo Jujeño y somos Belgrano muriendo pobre e ignorado. Su epitafio: “Aquí yace el General Belgrano”, el país no se enteró de su muerte. Somos Güemes, “El padre de los pobres” y sus gauchos cuidando con su guerrilla la gesta libertadora de San Martín. Somos Rosas defendiendo la soberanía contra la invasión anglo francesa y son los unitarios exiliados en Montevideo aliándose a los invasores. Son los comerciantes importadores de Brasil, Montevideo y Buenos Aires, armando un ejército que arrasa el Paraguay de los López, y somos los paraguayos heroicos muriendo en   Curupaytí y Cerro Corá, dando sus vidas en el país latinoamericano más desarrollado del siglo XIX. Somos Elisa Lynch, la compañera de Francisco Solano López, dando la última batalla de la guerra de la Triple Alianza, cargando el cadáver de su marido y de su hijo y cavando con sus manos una tumba donde enterró esos dos cuerpos queridos. Somos los derrotados en las guerras civiles argentinas y son las huestes de Mitre y sus coroneles asesinando al Chacho Peñaloza.  Es su esposa, Victoria Romero, obligada por Sarmiento a barrer la plaza mayor de la ciudad de San Juan, atada con cadenas. Somos algunas de la muchas mujeres que dieron su vida por estas tierras como Macacha Güemes, estrecha colaboradora de su hermano, la gigantesca y heroica  Juana Azurduy, la Amazona de la Libertad, que lo dio todo, perdiendo su casa, sus tierras y en combates a su marido Manuel  Ascencio Padilla, a sus cuatro hijos, muriendo en la soledad, el olvido y la pobreza, María Remedios del Valle luchando con Belgrano en el Ejército del Norte junto a su marido un hijo de la sangre y otro adoptivo, a los que perdió en combate. Fue propuesta por Belgrano como la Madre de la Patria. Somos los hermanos Güemes, son los hermanos Milei.




Somos Felipe Varela y su bandera de “La Unión Americana” y son Manuel García y Carlos María de Alvear arrodillados ante Inglaterra en el siglo XIX, como lo haría el vicepresidente Julio Argentino Roca (h) en el siglo XX, considerando a la Argentina integrante virtual del imperio británico. Somos los que convertimos al Río Paraná en una trinchera y una derrota heroica en “La vuelta de Obligado”, en el principio del fin de la intención de la Flota Británica de remontar el rio con sus productos de la revolución Industrial.  


Somos Yrigoyen ascendiendo a las capas medias, y son los medios y las empresas petroleras propiciando y consumando su derrocamiento. Somos los estudiantes de la Reforma Universitaria y su Manifiesto Liminar: “Córdoba se redime. Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más. Los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan…estamos pisando una revolución, estamos viviendo una hora americana”, y son los que se oponen desde el clericalismo medieval.  Somos los obreros de los talleres Vasena y son los dueños de la fábrica, la policía y los integrantes de la Liga Patriótica Argentina, reprimiendo y carnereando. Somos los obreros fusilados de la Patagonia Trágica y sepultados en tumbas NN; somos las putas de San Julián que cerramos las piernas para no satisfacer a los oficiales asesinos, y son la Sociedad Rural y los dueños de la tierra instigando a los fusiladores y homenajeando al Teniente Coronel Héctor Benigno Varela, el ejecutor de aquellas matanzas.       

Son la primera década infame y el fraude patriótico. Somos los descendientes de los derrotados de las guerras civiles que un luminoso día de octubre cruzamos el Riachuelo caminando desde Berisso y Ensenada, ocupamos la Plaza de Mayo, nos lavamos las patas en la fuente, y cambiamos la historia. Son los dueños de todo los que desde su poder nos estigmatizaron como cabecitas negras, descamisados, aluvión zoológico, o más recientemente somos increíblemente apenas un relato de Apold o descalificados como kukas.

Somos los beneficiarios de los días felices en tecnicolor y son los que escriben en una pared: “Viva el cáncer”. Somos Evita reclamando que donde hay una necesidad hay un derecho y son los aviones de la Marina con su leyenda “Cristo Vence” bombardeando la Plaza de Mayo. Somos los que padecimos las bombas y los que las lanzaban escribían proclamas donde decían: “Afrontamos esta decisión suprema ante la comprobación de que se estaba en camino de destruir espiritualmente el país, por obra de una corrupción desenfrenada, y lo hacemos con urgencia temeraria por el convencimiento de que el pueblo ha perdido la posibilidad jurídica de formar, expresar y defender su voluntad espontánea.”

Somos Perón proponiendo el ABC, concretando los derechos del trabajador y la ancianidad y son Aramburu y Rojas arrasando con todo, interviniendo la CGT.

Son “el presidente duerme” como respuesta a los pedidos de clemencia de la esposa y la hija del General Valle finalmente fusilado, y somos los cuerpos ametrallados en los basurales de José León Suárez. Ellos, los democráticos, los republicanos, los propagandistas del diálogo, afirmaban: “Se acabó la leche de la clemencia”

Son la prohibición de la soberanía popular y de las proscripciones, y somos la heroica resistencia peronista. Somos Villa Manuelita en Rosario diciendo: “Los yanquis, los rusos, las grandes potencias reconocen a la Libertadora, Villa Manuelita no” 

Somos los que resistimos la privatización del frigorífico Lisandro de la Torre, los que nos opusimos al plan Larkin, los que pintamos paredes con el “Perón Vuelve”. Son la autodenominada Revolución Argentina y somos la pesadilla de los sueños de Onganía de permanecer dos décadas, frustrados con el Rosariazo, el Cordobazo, el Mendozazo y un país levantado.


Somos Perón en su pulseada con Lanusse. Son los que ordenaron los fusilamientos de Trelew. Somos los 16 muertos en la Base Almirante Zar.
Son lo que movilizaron 30.000 soldados para impedir el contacto de Perón con su pueblo un lluvioso 17 de noviembre de 1972. Somos los que cruzamos el Rio Matanza para un reencuentro postergado por 17 años. Son los que instrumentaron el balotaje para evitar infructuosamente el triunfo de Cámpora, candidato por la proscripción de Perón. 
Es la esperanza hecha realidad un 25 de mayo de 1973 y son los días oscuros y terribles que siguen a la muerte de Perón. Es el poder económico derrocando a Isabel y cubriendo de horrores el territorio nacional, mientras destruían con saña el modelo de sustitución de importaciones, que ya se había intentado con éxitos disimiles en 1955 y 1966.
Somos las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y del otro lado están el poder económico entregándoles la picana a Astiz, al tigre Acosta y arrojando seres vivos al mar o al Rio de la Plata, apropiándose de los bebes.   
Es la democracia recuperada después de la derrota en Malvinas y el peso insoportable de una herencia atroz. Somos los aviadores que hicieron maravillas en las Malvinas, los soldados luchando en inferioridad de condiciones y son los admiradores de Thatcher y Reagan.  Somos Alfonsín y el histórico juicio a las juntas, basados en el informe de la CONADEP, y son los negacionistas del terrorismo de Estado. Somos Julio César Strassera diciendo: “Ahora que el pueblo argentino ha recuperado el gobierno y el control de las instituciones, yo asumo la responsabilidad de declarar en su nombre que el sadismo no es una ideología política ni una estrategia bélica, sino una perversión moral….A partir del juicio y de la condena que propugno nos cabe la responsabilidad de fundar una paz basada no en el olvido sino en la memoria; no en la violencia sino en la justicia… Señores jueces: quiero renunciar expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria. Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino. Señores jueces: “Nunca más".
Es la hiperinflación y la llegada anticipada de Menem. Es la entrega en democracia con apoyo popular.  Es la reelección de Menem cuando todo estaba claro y nadie debía engañarse, lo que implica que más allá de las tajantes divisiones, nadie está a salvo de equivocarse.
Es la prolongación de Menem en la política económica de la Alianza, demostrando que lo fundamental no era la corrupción, sino el plan de dependencia desarrollado.
Es la peor crisis de la historia y somos los que integramos “Piquetes y Cacerolas, la lucha es una Sola”. Son cinco presidentes en una semana, el que se vayan todos y Duhalde, Lavagna y la Virgen que encuentran una pequeña luz en una noche sin estrellas.
Luego llegó Néstor Kirchner y Cristina Fernández, juntos a otros presidentes latinoamericanos que levantaron la bandera revolucionaria de la Unión Latinoamericana, y floreció entonces la primavera después del largo invierno.  
En política las estaciones no son como en la naturaleza. Después de una primavera de 12 años con notables avances, con limitaciones y errores no llegó el verano, sino que volvió el invierno.
Mauricio Macri llegó a la Presidencia en un recorrido sinuoso. Impulsado a jefe de gobierno de la Capital sobre los muertos de la tragedia de Cromañón y a la Presidencia sobre el suicidio del fiscal Alberto Nisman presentado como asesinato, empezó a cultivar el terreno neoliberal basado en el mercado, el emprendidurismo, la meritocracia sin consideración del lugar de largada; el gobierno como una oficina de negocios, el desprecio de la industria, el debilitamiento de la defensa de los derechos humanos considerados curros, y la subordinación internacional.
Nosotros los bárbaros, no usamos el Poder Judicial para detener adversarios en pijamas o crear una mesa judicial de persecución política y de impunidad judicial como la que consumó Macri, transformando a la Justicia de la Capital y la de Comodoro Py, que pasó a llamarse descarnadamente Comodoro Pro, en una telaraña de protección de los propios y fiscal de los adversarios.
    



Después se discute la grieta. Se debaten y se asombran de su existencia. En forma maniquea y absolutamente falsa se establece su origen en el kirchnerismo. Hay dos países en pugna. Que no significa terminar con el otro sino en ganar e imponer la hegemonía. Como sucedió con Garibaldi y Lombardía en Italia concretando la unidad geográfica y política, Bismarck y Prusia en Alemania, y el norte industrial sobre el sur algodonero y tabacalero en los EE.UU. Todos triunfando e imponiendo fuertes políticas proteccionistas. 
Después, en el 2019, no volvimos mejores. Sólo volvimos. Sin embargo, el peor gobierno nuestro es mejor que el mejor de ellos. Fernández-Fernández fue tibio, moderado hasta la exasperación, atravesado por las internas que lotearon los ministerios y organismos y empresas del estado, pero tuvo una política exterior digna y atravesó un hecho bisagra de la historia planetaria como fue la pandemia enfrentándola eficazmente, a un enemigo desconocido, más allá de una muy criticable claudicación personal del presidente.
Se percibe claramente el conflicto sin definición de dos modelos. Nosotros creemos que las salidas son siempre colectivas, ellos que las soluciones son individuales. La pandemia fue reveladora al respecto. Nosotros creemos en las vacunas, en las políticas de salud, en el Estado. Ellos consideraban que el Estado debe ser un convidado de piedra, que debían morirse todos los necesarios hasta que se lograra la autogeneración social de anticuerpos, nosotros confiamos en la ciencia. 
De la pandemia, de la inflación indomesticable, de las restricciones que impuso la cuarentena, de las broncas acumuladas, de insatisfacciones colectivas, de jóvenes que vivieron sólo en democracia y alejados del conocimiento histórico, de mayores con alto grado de antiperonismo en sangre, surgió un personaje roto, elegido por el 56%, iniciando un período de ignominia, entrega, con prácticas medievales, una brutalidad impúdica,  transferencia de ingresos de abajo hacia arriba, genuflexión hacia los poderosos internos y externos, instrumentando una planificada demolición con una crueldad inconcebible e insoportable. 
Las diferencias son abismales. Nosotros creemos en la justicia social; Milei considera que la justicia social es nefasta, es un robo; nosotros consideramos que donde hay una necesidad hay un derecho; Milei sostiene que donde hay una necesidad, si es un negocio, el mercado lo satisfará;  nosotros consideramos que el Estado somos nosotros mismos organizados para otorgar y defender derechos, para planificar desde la salud a la educación, desde la ciencia, las obras públicas, al manejo de los recursos naturales; Milei quiere destruir el Estado, el topo que ejecute su tarea desde adentro, que la educación se debe reducir a un sistema de bonos y que cada argentino debe tener la salud que pueda pagar. Nosotros consideramos que los únicos privilegiados son los niños; Milei considera que los únicos privilegiados son los Galperines, los Elon Musk. Las diferencias son tantas, imposibles de enumerar en una nota. Nosotros proyectamos un país con los argentinos adentro; al país de Milei le sobran más de 20 millones de argentinos. Nosotros reivindicamos a los referentes históricos que lucharon por una Patria independiente y justa y dieron su vida para ello, los Milei le rinden pleitesía a los Trump y prometen dar su vida por el superávit fiscal. Nosotros reivindicamos la bandera de la Unión Latinoamericana y negociar con todo el mundo, en cambio para Milei el mundo se reduce a EE.UU e Israel.  


Por eso hoy somos los docentes en lucha, las mujeres que buscan su lugar en la mitad del cielo, los obreros desocupados, los trabajadores defendiendo sus derechos contra los avasallamientos, las organizaciones sociales con sus comedores, los discapacitados vejados y golpeados, los jubilados hambreados y gaseados, los periodistas golpeados y los fotógrafos apuntados, los médicos de los hospitales públicos haciendo maravillas sin recursos y sus bolsillos vacíos, el Garrahan como símbolo del intento de la destrucción por la destrucción misma, los enfermos privados de sus remedios,  los científicos ganando las calles, defendiendo el Conicet, enfrentando a un gobierno que los quiere expulsar del país y del futuro; y los que nos movilizamos cada 24 de marzo porque tenemos memoria, porque queremos justicia y necesitamos de la verdad.

Un cartel llevado por una mujer en la conmemoración del 24 de marzo decía: “Las putas no parimos la mierda genocida”. En la marcha del día internacional de la mujer otra pancarta decía: “Putas como Eva/ Locas como las Madres/ Yeguas como Cristina/ Negras como Milagro/ …

Somos lo que gritan las pancartas en las movilizaciones, levantadas por manos luchadoras y optimistas, que acunan la esperanza de un país distinto: “No seremos la generación que dejó morir la educación pública”, “Dejen morir a Conan, no a las Universidades”, “Todos somos jubilados. Es cuestión de tiempo”, “Nos hicieron creer que este es un país de mierda, para que no lo defendamos cuando lo destruyen”, “El futuro no puede estar lleno, si la Universidad está vacía”, “Estudio para no pedirle consejos a un perro muerto”, “Abuelas: vine a gritar por todo lo que le hicieron callar”, “Somos las nietas de las brujas que no pudieron quemar”, “Que lo injusto no me sea indiferente”, “Hola diputados obedientes. Ojalá tuvieran capacidades diferentes”, “Lo esencial es invisible al gobierno”.  

Eso es lo que somos, la barbarie en términos sarmientinos. Los que pergeñaron y nos estigmatizaron con los peores calificativos, los que han aplicado en cada oportunidad aquello de que “no hay que ahorrar sangre de gauchos, que es lo único humano que tienen”, los que se autodesignan “los argentinos de bien”, los que hoy identifican cualquier expresión popular como kukas, están del otro lado de la grieta.

  *La primera versión de este texto fue publicado  el 29-03-2017 en La Tecl@ Eñe Revista de Cultura y Política. Se le han hecho agregados y quitas y se la amplió hasta la actualidad 

(9-08-2025)                 

*Publicado en La Tecl@ Eñe, Diario Registrado  




21 agosto 2025

Represión Bullrich contra los trabajadores del Garraham apoyados por sectores sindicales Entre los gaseados, el secretario de Dragado y Balizamiento Juan Carlos Schmid


 

PROGRAMA EL TREN DEL 19 DE AGOSTO DEL 2025

El martes 19 de agosto del 2025, se subió a EL TREN, en la segunda hora, Alicia Entel, Licenciada en Letras con Orientación en Lenguas y Literaturas Clásicas en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA), magíster en Ciencias Sociales con mención en Educación (FLACSO), en Antropología Cultural de la Universidad Nacional de Misiones y es doctora en Filosofía (Imagen y Cognición) por la Universidad Paris VIII. Es periodista y teórica de la comunicación argentina. Es Directora de la Fundación "Walter Benjamín" de Buenos Aires y profesora titular regular de Teorías y Prácticas de la Comunicación I de la carrera de Ciencias de la Comunicación Social de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) y de Comunicación y Cultura en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Entre Ríos.

Algunas de las reflexiones y afirmaciones en el viaje: “Es una época de odiadore seriales”, “ Hay que evitar la nostalgia y el pesimismo”, “Nada se puede construir desde la depresión”,  “Lo de Milei es un capitalismo de saqueo”; “La pandemia influyó muchísimo para que un panelista de televisión llegara a  presidente”, “Comparto lo que dice el  escritor italiano Franco Berardi Bifo: “ el capitalismo de la furia”, “Thomas Adorno ya hablaba de la regresión de la especie.”, “Estamos en una democracia represiva”, “El Banco Mundial hablaba de población redundante”, “No debemos aceptar la naturalización de la crueldad”, “ No vimos lo que pasaba por ejemplo con los trabajadores de plataformas”. Su posicionamiento sobre Gaza. Aspectos personales: sus padres huyendo de los progroms de Ucrania. Su padre trabajando como vendedor callejero. Su experiencia en la revista ‘Vivir”. Su relectura de Roberto Arlt. Su gusto por la historia. Apenas algunos de los remas abordados en sesenta minutos intensos.

En la primera hora, el programa se inicio con una cita del filósofo judío-Holandés, Baruj Spinoza sobre que en determinados casos a la pasión no hay que contestarle sólo con la razón sino con la pasión. El cierre de listas en el peronismo y en el oficialismo. Milei es el jefe indiscutido del oficialismo, en cambio el peronismo no tiene una jefatura a nivel nacional. Por eso el sociólogo y antropólogo Pablo Seman afirma que “Milei no puede perder porque no tiene ante quien perder”.
Ejemplos históricos donde la sedimentación política de autores intelectuales transformó a los hijos de los gorilas en peronistas. La explosiva situación financiera y el dramático escenario económico. Un recordatorio sobre la muerte de San Martín. 

Súbanse a EL TREN, desde el andén de sus domicilios.


El TREN, UNA VOZ DIFERENTE PARA ESCUCHAR, REFLEXIONAR Y DISCUTIR    


15 agosto 2025

PROGRAMA EL TREN DEL 12 DE AGOSTO DEL 2025



El martes 12 de agosto del 2025 se subió a EL TREN, en la segunda hora, el periodista Martín Piqué. Escribió durante dos décadas en los diarios Página 12 y Tiempo Argentino, colabora con revistas y portales web y desde hace más de quince años conduce programas y hace columnas en radio. De larga experiencia en periodismo político, sus focos de interés son las relaciones internacionales, la geopolítica del petróleo y el gas, las transformaciones de la política latinoamericana, el cine y la historia. Actualmente escribe en Tiempo Argentino
 Algunas de las afirmaciones y respuestas en el recorrido: “ El peronismo está viviendo un momento muy difícil”, “ Hay diferencias ideológicas no dirimidas”, “Kicillof habló de componer nuevas canciones pero fue Cristina quien abordó temas como la educación, los trabajadores informales”, “Lo de Guillermo Moreno puede funcionar en forma defensiva”,  “Hay proclividad en los jóvenes desilusionados con Milei en no ir a votar”, “Las discusiones no siempre coinciden con el calendario electoral”, “La palabra de Cristina es determinante en la elección de los candidatos”, “La campaña del peronismo es defensiva, No a Milei”, “Si Kicillof gana es uno de los posibles cinco candidatos para el 2027” Apenas de algunas de las afirmaciones y temas abordados en un recorrido atrapante.
En la primera hora, el programa abordó la discapacidad emocional del presidente, la negativa de Milei de borrar el Twitter ante la resolución de la Justicia que imputaba falsamente al niño de 12 años Ian Moche que padece autismo, con el falaz argumento que intentan limitar la libertad de expresión del Presidente cuando actúa como ciudadano, otra de las tantas falsedades liberticidas.  El discurso presidencial del viernes. El vaciamiento del concepto genocidio. La inversión de la cita de San Tzu. El cuento “El traje nuevo del emperador”. La demostración por el método del absurdo de la relación entre déficit fiscal e inflación. Los cinco países con superávit fiscal. El déficit fiscal en Alemania y El Reino Unido y su baja inflación. La emisión monetaria reconocida por los principales consultores del establishment, la falsedad de; superávit fiscal expresado en el informe del FMI. Los enormes vencimientos. El equipo económico, un seleccionado del GP Morgan. La práctica del liberalismo que contradice su teoría de la autonomía del Banco Central
Súbanse a EL TREN, desde el andén de sus domicilios


El TREN, UNA VOZ DIFERENTE PARA ESCUCHAR, REFLEXIONAR Y DISCUTIR


 

11 agosto 2025

Afuera (del lenguaje)

 Por Sandra Russo

9 de agosto de 2025 - Página 12

                                                                 Imagen: Capturas de video

Ya el año pasado, Milei había dicho que antes de morirse de hambre, a la gente se le iba ocurrir algo.
Depende. Mirá Gaza. ¿Qué pueden hacer los niños de Gaza antes de morir de hambre? ¿Qué pueden hacer sus padres? Seguramente algo que se les ocurrió fue hacerlos grabar videos gritando, pidiendo ayuda, llorando de rabia más que de hambre. Hubo muchos videos de esos hace un mes. Después cesaron.

Milei cree literalmente que la gente se muere de hambre. Y es en parte cierto, ya hay muchos que han muerto por falta de remedios, frío o bala, en el marco de las políticas de crueldad, pero no ruedan porque los entierran. A los muertos que no desaparecen se los entierra.

El presidente es incapaz de registrar un proceso social o de interpretar una frase que lo exprese. Que la gente no llega a fin de mes no es una metáfora de cadáveres rodando por las calles. No comprende el texto. Lo social está fuera de su campo visual y mental. Está solo con sus objetos de apego, que son los que lo enderezan y lo exponen para seguir chupándole la sangre. El se jacta de ser cruel. Da la impresión de ser él mismo, aún hoy, objeto de crueldad.

La misma mente que pensó que “el Estado es un pedófilo entrando a un jardín de infantes con los niños encadenados y envaselinados”, pensó que “la gente no llega a fin de mes” supone el escenario gótico de una peste negra que lleva su apellido, pero por otra parte, no vio cadáveres a sus pies, sino rodando entre los que creen que “la gente no llega a fin de mes”.

Es tan excéntrico y perverso --dos condiciones que se potencian--, que se siente afuera del daño que provoca. No lo ve ni lo admite. Parecería serle neurológicamente imposible.
Esa mente no está preparada para competir, sino para ordenar cualquier cosa, desde despedir cocineros a regalarle nuestros recursos a Trump o a Netanyahu, como si el suelo argentino fuera regalable, un souvenir.

Y los niños, siempre los niños en esta nueva etapa fascista entre cuyos orígenes no puede negarse la reacción de testosterona en “Occidente” ante la avanzada de los feminismos populares en la década pasada.

Después de todo, su núcleo duro son varones supremacistas transversales, que no piensan en términos de clase sino, entre otras cosas, de género, que también niegan llamándolo sexo, porque como todo fenómeno de masas, esta explosión de ultraderecha, que es reacción ante la competencia (de las mujeres, de China, de lo diverso y múltiple), necesita reacomodar los cuerpos y volver a restringir el placer. El placer queda arriba o entre machos.

Se autoperciben alfas. Todos. Hasta los que no paran ni un minuto de decir pelotudeces o frases hechas. De hecho, la ultraderecha global es una fuerza sin lenguaje, que avanza a fuerza de todos los prejuicios y frases hechas estigmatizantes ya instaladas históricamente. Se comunican no solo con nuevas mentiras, básicamente retoman aquellas que arrancaron otras generaciones de garcas.

Están fuera del lenguaje porque no tienen ningún vínculo con la palabra en términos de comunicación. No buscan nunca que lo que significa una palabra fuerza para ellos (“casta”, “libertad”, “decencia”, etc.) signifique lo mismo para sus receptores. Buscan exactamente lo contrario, por eso sus significantes son vacíos y el diálogo es imposible.

Milei no puede dialogar con nadie que lo contradiga. Cree que su palabra es santa. No se puede no pensar lo mismo que él, y para eso si es necesario hay que usar la libertad de dejarse morir. Y en lo posible para morir sobre la vereda.

Se tolera demasiado sufrimiento. Nuestro pueblo está siendo más que ajustado. Nos gozan. Nos humillan. Se ríen de nosotros. Y a estos chorros a la luz del día se les permite lo que a ningún líder político se le toleraría. Lo que no es pueblo, la muchedumbre, ha sido amaestrada para ver el diablo en la política y a dios en los multimillonarios. Es la más grande operación psicológica imaginable, pero es vieja, huele a azufre.

El alfa de Estados Unidos enfrenta el escándalo Epstein. ¿De verdad habrá algún sorprendido? ¿A alguien que lo votó le importa si el tipo además de abusar de mujeres abusó de niños?
Esta época será recordada por muchas cosas si es que no nos extinguimos, pero cuando se cuente la historia de esta especie, deberá apuntar que su extinción se hizo más clara cuando empezamos a abandonar a las crías, cuando no nos pusimos delante cuando fueron por ellas. Cuando entregamos nuestro instinto vital por abulia y atontamiento. 

Justo hoy vi un vídeo de una elefanta que estaba comiendo pasto, cuando de pronto se inclinó y parió. El elefantito salió disparado al suelo, envuelto en la placenta, de un solo pujo. La madre esperó unos segundos y fue a limpiarlo. Ya entonces había llegado toda la manada, a festejar juntos y ruidosamente el nacimiento. Hoy admiré visceralmente a esos mamíferos monumentales, los más grandes que andan sobre la tierra y de cuya inteligencia son devotos millones de personas. Los elefantes son tanto más parientes nuestros que estas mugres.



09 agosto 2025

PROGRAMA EL TREN DEL 5 DE AGOSTO DEL 2025

El martes 5 de agosto del 2025, se subió a EL TREN, el escritor, crítico literario y docente Martín Diego Kohan, Licenciado y Doctor en Letras por la Universidad de Buenos Aires. Prolífico autor, entre otros libros escribió: La pérdida de Laura (1993), El informe (1997), Los cautivos, Dos veces junio, Segundos afuera, Museo de la revolución, Ciencias Morales-, Cuentas pendientes, Bahía Blanca), Fuera de lugar (2016), Confesión, Me Acuerdo, Hola entre otros. 

Un viaje muy atractivo, un encuentro de intercambio y reflexión, que demuestra, por si fuera necesario, que el diálogo inteligente es entretenido y enriquecedor.
Algunos temas abordados y expresiones de Martín Kohan: Un recorrido desde la crueldad del gobierno y el intento de explicación de porque un gobierno puede ser cruel y ganar elecciones. ¿Qué ha pasado en la sociedad argentina??   
“No se valoró suficientemente la influencia de la inflación sobre la mayoría de la población.” La pregunta que tal vez cabe hacerse es: “A cambio de la estabilidad económica, un horizonte sosegado, que estamos dispuesto a tolerar los argentinos.” “Tomás Abraham sostenía que el trauma argentino no es la dictadura sino la inflación. “Hoy hay un proyecto activo de embrutecimiento. Es un discurso que llega. Pero no todo es así. Hay que recuperar espacio y los vínculos.” Las puntualizaciones críticas sobre la pandemia. Los aspectos positivos y la necesidad y los inconvenientes de extender la cuarentena. El tema runners. “El abandono del espacio público por parte del oficialismo durante la pandemia. No somos una sociedad tomada socialmente por el insulto” El intento de explicación de porque un hecho bisagra en la historia de la humanidad como la pandemia no es abordado por la literatura, el teatro, el cine, las series de televisión o de la plataforma.



En la primera parte el programa trató sobre la necesidad que el peronismo milite para que la gente vote y rompa la apatía para concurrir a las urnas. Sin embargo, parece que se confirma que en la provincia de Buenos Aires están juntos, pero no unidos. El periodista Sebastián Lacunza escribió: “Para sorpresa de nadie, la campaña para las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires marcha como una orquesta desafinada, en la que cada uno atiende su juego. Los de La Cámpora se sacan fotos y hacen actos por el concejal de tal municipio, el segundo de la lista de diputados por la tercera sección, el tercero de la cuarta, el cuarto de la octava. Los de Kicillof hacen lo propio con los suyos, y los de Massa van por su lado, según haya sido su cierre en cada circunscripción.” Milei expresa claramente la importancia que para su gobierno tiene la elección en la Provincia. Si gana habrá triunfado, en 18 meses sobre los dos referentes de los últimos veinte años: Mauricio Macri y Cristina Fernández. El peronismo parece que no alcanza a dimensionar lo que significaría como avance de la destrucción una derrota en octubre. Radio con Vos y Jairo Straccia. Su despido. El avance del gobierno. Datos sobre la explosiva situación económica. Testimonios sobre la represión a los discapacitados. Un aporte del Sindicato de Dragado y Balizamiento por la Marcha a San Cayetano. Una mirada sobre lo que pasa en Gaza 

Súbanse a EL TREN, desde el andén de sus domicilios. 


El TREN, UNA VOZ DIFERENTE PARA ESCUCHAR, REFLEXIONAR Y DISCUTIR   




07 agosto 2025

Los israelíes crecimos preguntándonos cómo pudo ser y ahora nuestro país comete un genocidio en Gaza

 DIARIO AR 1-08-2025

Mi generación creció preguntándose cómo la gente común pudo tolerar una atrocidad. En un giro grotesco de la historia, la pregunta se ha vuelto contra nosotros

Un grupo de hombres observa desde el Mirador de los héroes de Sederot la destrucción en la Franja de Gaza. Mostafa Alkharouf/Anadolu via Getty Images

Yuli Novak, Directora ejecutiva de B'Tselem — 1 de agosto de 2025 

La pregunta no deja de rondarme la cabeza. ¿Es de verdad esto que está pasando? ¿Estamos viviendo un genocidio?

En el resto de países, millones de personas ya conocen la respuesta. Pero aquí en Israel muchos de nosotros no podemos o no queremos decirlo en voz alta. Tal vez porque la verdad amenaza con desmoronar todas nuestras creencias sobre quiénes somos y quiénes queríamos ser. Decirlo es admitir que en el futuro tendremos que rendir cuentas, no solo nuestros líderes, sino nosotros mismos. Pero el coste de negarse a verlo es todavía mayor. Para los israelíes de mi generación, la palabra ‘genocidio’ seguía siendo una pesadilla de otro planeta. Una palabra que asociamos a las fotografías de nuestros abuelos y al fantasma de los guetos europeos, pero no a nuestros propios barrios. Éramos nosotros los que desde la distancia preguntábamos sobre los demás: ¿cómo pudo la gente común seguir con su vida mientras ocurría algo así? ¿Cómo pudieron permitir que ocurriera? ¿Qué habría hecho yo en su lugar?
En un grotesco giro de la historia, la pregunta se ha vuelto ahora hacia nosotros. Llevamos casi dos años escuchando a las autoridades israelíes, tanto a políticos como a generales, diciendo en voz alta lo que pretenden hacer: matar de hambre, arrasar y borrar Gaza. “Los eliminaremos”. “Lo volveremos inhabitable”. “Cortaremos el suministro de alimentos, agua y electricidad”. No eran lapsus, sino un plan. Y el Ejército israelí lo ha llevado a cabo. La definición de manual de genocidio es esta: atacar deliberadamente a una población, no por lo que son como individuos, sino por pertenecer a un grupo, un ataque diseñado para destruir al propio grupo.

Cuando la realidad te golpea

Para sobrevivir al horror nos hemos contado a nosotros mismos otras historias. Historias que mantienen a raya la culpa y el dolor. Nos hemos convencido de que todos los niños de Gaza son de Hamás y de que todos los apartamentos son células terroristas. Sin darnos cuenta, nos hemos convertido en esa ‘gente común’ que sigue viviendo su vida mientras ‘eso’ está sucediendo.

Recuerdo la primera vez que la verdad de lo que estaba pasando me golpeó. Dos meses después de lo que entonces yo seguía llamando ‘guerra’, tres de mis compañeros palestinos en B'Tselem quedaron atrapados en Gaza con sus familias. Llevabámos años con ellos como trabajadores de derechos humanos. Me hablaron de familiares sepultados bajo los escombros, de no poder proteger a sus hijos, de un miedo paralizante. En los frenéticos intentos de sacarlos de Gaza, aprendí algo que se me quedó grabado: en ese momento, un palestino vivo en Gaza podía ser ‘rescatado’ a cambio de unos 20.000 shekels [unos 5.170 euros]. El rescate de los niños costaba menos. La vida se valoraba en dinero, per cápita. No estamos hablando de estadísticas abstractas sino de personas que yo conocía. Fue entonces cuando lo comprendí: las reglas habían cambiado.

Desde entonces, lo surrealista se ha vuelto rutina. Ciudades reducidas a cenizas. Barrios enteros arrasados. Familias obligadas a desplazarse, una y otra vez. Decenas de miles de muertos. Hambruna masiva provocada, camiones de ayuda rechazados o bombardeados. Padres que alimentan a sus hijos con pienso para animales, hijos que mueren mientras esperan que llegue la harina. Personas tiroteadas, civiles desarmados abatidos por acercarse a las caravanas de alimentos.

El genocidio no ocurre sin una inmensa participación: una población que lo apoya, lo permite, o mira hacia otro lado. Eso es parte de su tragedia. Casi ninguna nación que ha cometido genocidio comprendió lo que estaba haciendo en el momento en que lo estaba haciendo. La justificación siempre es la misma: defensa propia, inevitabilidad, las víctimas se lo buscaron.

En Israel, el relato predominante insiste en fijar como el comienzo de todo la masacre de civiles cometida el 7 de octubre por Hamás en el sur. Ese día fue un verdadero horror, un estallido grotesco de crueldad humana: civiles asesinados, violados, secuestrados. Un trauma nacional generalizado que en muchos israelíes despertó una sensación profunda de riesgo existencial.

No empezó el 7 de octubre

Lo ocurrido el 7 de octubre fue una fuerza catalizadora de lo que está pasando pero no la única. Un genocidio requiere décadas de apartheid y de ocupación, de separación y de deshumanización, de políticas diseñadas para cercenar nuestra capacidad de empatía. Aislada del mundo, Gaza se había convertido en la culminación de todo eso. En nuestra imaginación sus habitantes se transformaron en abstracciones, rehenes perpetuos, sujetos a bombardeos cada pocos años, que morían en cientos o en miles sin que tuviéramos que rendir cuentas por ello.

Sabíamos que más de dos millones de personas vivían sitiadas. Sabíamos de Hamás. Sabíamos de los túneles. En retrospectiva, lo sabíamos todo. Pero de alguna manera fuimos incapaces de imaginar que algunos de ellos podrían encontrar la manera de estallar.

Lo que ocurrió el 7 de octubre no fue solo un fracaso militar. Fue el derrumbe de lo que imaginábamos como sociedad: la ilusión de que podíamos encerrar toda la violencia y desesperación al otro lado de una valla y vivir en paz en nuestro lado. Ese colapso llegó bajo el Gobierno más ultraderechista que ha tenido la historia de Israel, una coalición con ministros que fantasean abiertamente con hacer desaparecer Gaza. Así fue como en octubre de 2023 se alinearon todos los astros para nuestra más oscura pesadilla.

Esta semana, en B'Tselem hemos publicado el informe Nuestro genocidio, elaborado conjuntamente por investigadores palestinos y judíos de Israel. Está compuesto por dos partes. La primera documenta cómo se está llevando a cabo el genocidio: asesinatos en masa, destrucción de las condiciones materiales para la vida, derrumbe social y hambruna provocada, todo ello incitado por los líderes israelíes y amplificado por los medios. En la segunda parte se explica el camino que ha llevado hasta aquí: décadas de desigualdad sistémica, de gobierno militar y de políticas de separación que han normalizado la idea de que los palestinos son desechables.
Para hacer frente al genocidio, lo primero es comprenderlo. Para lograrlo, nosotros, judíos israelíes y palestinos, hemos tenido que mirar juntos la realidad desde la perspectiva de los seres humanos que viven en esta tierra. Nuestra responsabilidad histórica y política también consiste en dirigir la mirada hacia los perpetradores y dar testimonio en tiempo real de la evolución de una sociedad hasta volverse capaz de cometer un genocidio.

Reconocer esta verdad no es fácil. Ni siquiera para nosotros, que llevamos años documentando la violencia estatal contra los palestinos. Nuestras mentes se resisten, rechazan los hechos como si fueran veneno, intentan sacarlos fuera. Pero el veneno sigue ahí. Inunda de miedo y de una sensación inconmensurable de pérdida el cuerpo de los que viven entre el río y el mar, tanto palestinos como israelíes.

El Estado israelí está cometiendo genocidio. Una vez que se acepta eso, la pregunta que nos hicimos toda nuestra vida se vuelve urgente: ¿qué habría hecho yo, en aquel entonces, en ese otro planeta?
Solo que esta vez, la respuesta no es retórica. Es ahora y somos nosotros. Y solo hay una respuesta correcta: debemos hacer todo cuanto esté en nuestra mano para detenerlo.
--
Yuli Novak es directora ejecutiva de la organización B'Tselem, el Centro de Información Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados.
Traducción de Francisco de Zárate.

05 agosto 2025

Serrat, dejá de cantar

 

Por Fabián Restivo

5 de agosto de 2025 Página 12

Imagen: Fabián Restivo

Las mañanas se ponen cada vez más difíciles. Ya no es que el primer café del día salió lavado, o si la tan anunciada ola polar no llega y andas transpirando debajo de la campera que el servicio meteorológico aconsejó que te pongas antes de salir. El tema son las noticias. Y tampoco las que se encargan de joderte el día y la vida con el claro propósito de bajonearte, sino las de verdad informativas de los hechos.

El alerta cotidiano de abrir para mirar las noticias se suaviza un poco haciendo tiempo en silencio. Alguna vez, muy de vez en cuando pongo música, y hoy fue una de esas veces, entonces, Serrat, café y noticias.

En las noticias veo que el gobierno nacional decidió el cierre del hogar Eva Perón, de Burzaco. Allí viven veintisiete abuelos y abuelas. Varios tienen más de noventa años y hay casos en los que viven ahí hace más de veinte años. Son gentes que padecen enfermedades que necesitan cuidados especiales. Ya les avisaron que quedan en la calle, y mientras leo, el disco pasó al tema siguiente y Serrat ahora canta:

Si se llevasen el miedo
Y nos dejasen lo bailado
Para enfrentar el presente
Si se llegase entrenado
Y con ánimos suficientes

Los datos cuentan que el hogar fue fundado por Eva Perón en el año 1948, y que el invento de capital humano dice ahora que no es apto. Después de no pagarle la luz, el gas, el agua, durante casi un año, dicen que no es apto. Los trabajadores no solo dicen que es mentira, sino que cuentan que los servicios básicos se pagaron haciendo una vaca con sus jubilaciones y pensiones, en una muestra valiente de defensa de su hogar. El único. Y también el ultimo. Quizá el espacio final donde se sienten seguros. Y Serrat, para la infinita amargura, va por la tercera estrofa:

Quizá, llegar a viejo
Sería más llevadero
Más confortable
Más duradero.

Y una cosa son los datos, las fotos, las noticias. Otra cosa es mirarles los ojos, las manos, la dificultad en caminar o levantarse. Observarles la boca que sin hablar aprietan la incredulidad ante el desamparo cruel que no admite razones ni explicaciones ni pedidos, no ya de comprensión o de humanidad, sino de sentido común ante la debilidad más absoluta que viene cargada de miedos diurnos, insomnios con imágenes de terrores nocturnos para los que no ya no hay aquella mano de consuelo, que adivino mientras leo y Joan Manuel sigue cantando que:

Ay, si la veteranía fuese un grado
Si no se llegase huérfano a ese trago.

Podríamos hacernos preguntas pero sabemos que no hay respuestas. Así que toca hacer otro café y cambiar de página. Pero la cabeza hace lo suyo y ahora anda por los miércoles frente al Congreso, donde los débiles son apaleados sin pena. Los esbirros se calzan los guantes, el casco, la pechera, las armas, los gases, y salen listos a golpear jubilados con una extraña e inhumana crueldad deportiva.

Pero la realidad insiste. Tres páginas después leo que el gobierno nacional decidió que el hogar de ancianas Bartolomé Obligado y Casimira López, de Bella Vista, también dejará de funcionar, que les avisaron a los trabajadores de allí que ya no más, que no importa que sea una casa que alberga desde hace ochenta años a mujeres mayores y vulnerables, que es un lugar único, útil, fundamental y además, querido por todos. Mujeres viejitas y vulnerables. Y nadie les dice que será de su suerte. Solo les prometen la oscuridad absoluta. Como una amenaza. No es difícil saber que solo tiemblan ante un futuro corto y ahora trágico en la inminencia de la falta de techo, desayuno, cama, cuidados y cariño, en un momento de la vida en que nada es más importante que eso.

Si fuesen poniendo luces
En el camino, a medida
Que el corazón se acobarda
Y los ángeles de la guarda
Diesen señales de vida

El tercer café no me arregla. Nada nos arregla de esto. Pareciera que no hay donde escapar de este desierto lleno de cadáveres tristes que se aproxima, como un desfile eterno de la desgracia que supimos conseguir. Yo apenas estaba escuchando a Serrat con

Si se viviese entre amigos
Que, al menos, de vez en cuando
Pasasen una pelota
Si el cansancio y la derrota
No supiesen tan amargo

Hasta que en un gesto de absoluta vejez, me acerqué al equipo para apagarlo diciendo “ya Serrat, dejá de cantar”.