ARGENTINA 2024/ 2025
“Sí, soy cruel, kukas inmundos, soy cruel con ustedes, con los empleados públicos, con los estatistas, con los que les rompen el culo a los argentinos de bien”. Milei al desnudo. Otras de sus frases recurrentes: “No se odia lo suficiente a los periodistas, a los políticos”; “No sólo no les tenemos miedo, sino que los vamos a ir a buscar hasta el último rincón del planeta en defensa de la libertad. Zurdos hijos de puta, tiemblen” (1); “La gente debe reconocer en el político a su enemigo, a su archienemigo, al mal”.
Hay que reconocerle a Milei cierto grado de coherencia: nunca como presidente dejó de ser el panelista que llamaba la atención por sus actitudes desaforadas, sus descalificaciones permanentes, sus insultos, sus desequilibrios, sus amenazas de pasar a la agresión física, sus propuestas descabelladas. Ese menú lo llevó a la Presidencia de la Nación y así como los canales segmentan su audiencia, Milei decidió gobernar para “los argentinos de bien”, a los que no les alcanzaría la acción de su motosierra: aseguraba que sólo iría contra la casta que enfocó primero hacia los políticos y luego incluyó a sindicalistas y empresarios prebendarios. La lista se fue ampliando conforme los opositores fueron surgiendo. Lo cierto que ese fue el decorado. La motosierra iría contra toda la Argentina moderna. Fueron atacados las industrias, los jubilados, los trabajadores, las provincias, la educación pública en todos los niveles, la salud pública, la ciencia y la tecnología, la Argentina capaz de fabricar vacunas, satélites, reactores nucleares, con la complicidad de la mayoría de la oposición, gobernadores de todas las tendencias, diputados y senadores. Le otorgaron facultades delegadas enormes a quien sostenía que él era un topo infiltrado en el Estado, que la justicia social es un robo, un virus, un pecado, es la envidia como virtud. Fue más allá: donde hay una necesidad no hay un derecho, sino que sólo una demanda que será satisfecha en la medida que sea un negocio para el mercado. No puede haber la menor confusión: el enemigo es el Estado, el maligno, al que hay que destruir, en una sociedad que todo el mundo tiene la libertad amplísima de morirse de hambre, que el Estado no tiene que ocuparse de las obras públicas sino quienes las necesiten, los que deberán unirse para realizarlas, que su héroe era Margaret Thatcher y que en las Malvinas había que respetar el deseo de sus habitantes; que en política exterior habría de seguir a la de EE. UU e Israel (2). Apenas algunos de los infinitos dislates. Todo ello envuelto en una retahíla infinita de descalificaciones:“kuka”, “zurdo”, “ensobrado”, “casta”, “mentiroso”, “econochanta”, “violento”, “siniestro”, “basura”, “woke”, “mandril”, “impresentable”, “rata”, “esbirro”, “puta”, “repugnante”, “mierda”, “pautero”, “pedazo de mogólico”, “zurdo de mierda”, “hijos de puta”, “extorsionador”, “liliputiense”, “siniestro”, “estúpido” “excremento” , “repugnante”, “cucarachas”, “delincuentes”, “degenerados fiscales”, “parásitos mentales”, “periomierda” ……
En dos discursos, uno pronunciado ante empresarios del Yacth Club de Puerto Madero y otro en el Congreso de la Libertad Avanza en La Plata, entre los dos, que tuvieron una duración total de 106 minutos, con los aplausos incluidos, los insultos fueron 51, a un promedio de un insulto cada dos minutos.
El periodista Walter Curia escribió en Perfil bajo el título “Milei y la ética de la injuria”: “Milei practica una ética de la injuria y la alienta desde lo más alto del poder. En el anonimato de las redes o a plena luz, multitudes celebran su violencia verbal, su vulgaridad, su maldad. Y el inocultable regocijo que le provocan. Este comportamiento refleja un rasgo de época que el Presidente ha sabido capturar: Milei cabalga sonriente sobre la muerte del humanismo. Si la consagración de un hombre como Milei es producto de una sociedad que sufrió una transformación profunda que en su momento apenas advertimos ¿cuánto y de qué modo está transformando Milei a la sociedad?
ESPAÑA 1936
12 de octubre de 1936. Universidad de Salamanca. Concurren a la conmemoración del Día de la Raza, Carmen Polo de Franco, el general Millay Astray, el obispo de la diócesis Enrique Pla y Deniel, el escritor, poeta y periodista José María Pemán, el gobernador militar y el poder económico de la ciudad.
El evento fue abierto por el escritor Miguel de Unamuno, Rector de la Universidad que presentó a los conferenciantes sin que estuviese previsto que interviniera posteriormente. Entre los conferenciantes estaba el catedrático de Historia Ramos Loscertale, el dominico Beltrán de Heredia, el catedrático de Literatura Maldonado de Guevara, quien cargó fuertemente contra Cataluña y el País Vasco. Pemán exaltó los ánimos cuando afirmó “Muchachos de España, hagamos cada uno en cada pecho un Alcázar de Toledo”. Se refería a la actitud del defensor franquista de la fortaleza, el general José Moscardó Ituarte, que junto a unos 1200 hombres y 600 mujeres y niños resistió un asedio durante dos meses y seis días. Su negativa a las intimaciones de rendición, incluso ante la amenaza de fusilamiento de su hijo se convirtió en uno de los símbolos franquistas.
Las amenazas vertidas por los oradores a los que no compartían los valores franquistas, provocaron el rechazo de Unamuno que había adherido al levantamiento. Previamente el autor del “Sentimiento trágico de la vida” había enfrentado al rey de España y al dictador José Antonio Primo de Rivera, había sido diputado socialista de la República y había abjurado de ella cuando el gobierno avanzaba hacia la reforma agraria y otras de corte socializante.
Aunque no se dispone de un registro grabado, se ha podido reconstruir aproximadamente lo que dijo Unamuno: “Ya sé que estáis esperando mis palabras, porque me conocéis bien y sabéis que no soy capaz de permanecer en silencio ante lo que se está diciendo. Callar, a veces, significa asentir, porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia. Había dicho que no quería hablar, porque me conozco. Pero se me ha tirado de la lengua y debo hacerlo. Se ha hablado aquí de una guerra internacional en defensa de la civilización cristiana. Yo mismo lo he hecho otras veces. Pero ésta, la nuestra, es sólo una guerra incivil. Nací arrullado por una guerra civil y sé lo que digo. Vencer no es convencer, y hay que convencer sobre todo. Pero no puede convencer el odio que no deja lugar a la compasión, ese odio a la inteligencia, que es crítica y diferenciadora, inquisitiva (mas no de inquisición). Se ha hablado de catalanes y vascos, llamándoles la antiEspaña. Pues bien, por la misma razón ellos pueden decir otro tanto. Y aquí está el señor obispo Plá y Deniel, catalán, para enseñaros la doctrina cristiana que no queréis conocer. Y yo, que soy vasco, llevo toda mi vida enseñando la lengua española que no sabéis. Ese sí es mi Imperio, el de la lengua española y no...
Millán Astray, ubicado en un extremo de la mesa la golpeó con su única mano, se levantó y pregunto- ¿Puedo hablar? ¡Alguien del público gritó “! ¡Viva la muerte!” Astray se sumó: “Mueran los intelectuales! ¡Viva la muerte!”
- ¡España una! Gritó la audiencia. ¡España grande! Gritó Millán Astray. Un grupo de falangistas con su típica camisa azul realizó el saludo fascista al retrato de Francisco Franco, colgado de la pared.
ESPAÑA 1605-ARGENTINA 2024-2025
Miguel de Cervantes nació en 1547 y murió en 1616. Escribió el Quijote en 1605 y quedó manco en la batalla de Lepanto en 1571. Un fragmento de su obra es el siguiente:
“—¿Qué gigantes? —dijo Sancho Panza.
—Aquellos que allí ves —respondió su amo—, de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.
—Mire vuestra merced —respondió Sancho— que aquellos que allí se parecen no son gigantes5, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.
—Bien parece —respondió don Quijote— que no estás cursado en esto de las aventuras6: ellos son gigantes; y si tienes miedo quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.
Y, diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que sin duda alguna eran molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer. Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho, ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran, antes iba diciendo en voces altas:
—Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete.
Levantóse en esto un poco de viento, y las grandes aspas comenzaron a moverse, lo cual visto por don Quijote, dijo:
—Pues aunque mováis más brazos que los del gigante Briareo, me lo habéis de pagar.
Y en diciendo esto, y encomendándose de todo corazón a su señora Dulcinea, pidiéndole que en tal trance le socorriese, bien cubierto de su rodela, con la lanza en el ristre, arremetió a todo el galope de Rocinante y embistió con el primero molino que estaba delante; y dándole una lanzada en el aspa, la volvió el viento con tanta furia, que hizo la lanza pedazos, llevándose tras sí al caballo y al caballero, que fue rodando muy maltrecho por el campo. Acudió Sancho Panza a socorrerle, a todo el correr de su asno, y cuando llegó halló que no se podía menear: tal fue el golpe que dio con él Rocinante.
—¡Válgame Dios! —dijo Sancho—. ¿No le dije yo a vuestra merced que mirase bien lo que hacía, que no eran sino molinos de viento, y no lo podía ignorar sino quien llevase otros tales en la cabeza?”
Milei no tiene la grandeza idealista del personaje de Cervantes que enloqueció leyendo libros de caballería, pero sí su falta de cordura que la perdió en su fundamentalismo mesiánico, con la lectura dogmática de la escuela económica austríaca. Sus molinos de viento son el comunismo inexistente, el socialismo, en realidad los socialdemócratas, los keynesianos, en definitiva, todos los que no están de acuerdo con reducir el Estado a solo una agencia de los poderosos o en sus sueños húmedos a su inexistencia. Su discurso es una suma de contradicciones, de falsedades históricas y mentiras actuales. Puede afirmar, sin sonrojarse, que conoce cómo creció el PBI mundial desde el nacimiento de Cristo hasta 1800, cuando no era medido, afirmar que bajó la deuda cuando la subió, tomar la inflación de un mes, el de más alta inflación, y proyectarla a doce meses dando cifras disparatadas, confesar que es cruel con los empleados estatales siendo él uno de ellos, considerar al Estado una asociación ilícita siendo el que la preside, asociándolo con “el maligno”; hacer juicio a quienes le imputan procedimientos nazis cuando su máximo referente Murray Rothbard minimizó el holocausto o reivindicar y admirar a Elon Musk quien hace el saludo nazi y apoya actualmente al partido nazi en Alemania; transitar por los escupitajos nazis al afirmar: “No tengo que tener vergüenza por ser un hombre blanco y rubio de ojos celestes y pedir perdón por tener pene’ o “Los estamos aplastando en la batalla cultural, los estamos pasando por arriba, no sólo le ganamos productivamente, somos superiores moralmente, somos superiores estéticamente, somos mejores en todo, y les duele, les duele, están perdiendo, están desesperados, por primera vez se sienten acorralados, zurdos de mierda….”; reivindicar a Roca que fue el creador del Estado Argentino justamente él que intenta disolverlo. Lo que no dice es que admira a Roca por sus matanzas de los pueblos originarios, algo que en los hechos, en la actualidad, es la muerte y/o exportación de millones de argentinos, al final de su plan planificado de la pobreza y la miseria.
El manejo desaprensivo, tendencioso y falso de los números presentes y pasados y de los hechos históricos lo lleva a afirmar impúdicamente que el país está como está por haber padecido los 100 últimos años de socialismo. Desde 1925 a la actualidad y sólo considerando los golpes militares y los períodos de Menem y Macri sin ninguna posibilidad que alguien en su sano juicio pueda considerarlos socialistas suman 44 años. (3)
El escritor Juan José Becerra sostiene que Milei es el entretenimiento del gobierno, que en realidad no es su gobierno sino del poder económico concentrado. El periodista Reynaldo Sietecase lo ha calificado como un standapero, claro que muy peligroso…..
Pero el problema no es sólo el desequilibrio de Milei y sus objetivos febriles de una pesadilla psiquiátrica. El problema es que hay millones de Sancho Panza que creen en la irrealidad de esta versión desvirtuada y liliputiense del Quijote y apoyan y permanecen al lado de quien ve gigantes, fantasmas ideológicos, donde sólo hay molinos de viento.
( 1) Guillermo Franco, el Ministro del Interior,
con una larga militancia en la casta, el más político de los funcionarios,
preguntado sobre la flamígera frase del Presidente, interpretó que se lo buscaría
para debatir y mostrarles el daño que ha hecho la izquierda, así como los
resultados que tiene el ejercicio de la libertad. Es el mismo Ministro que se
retiró del Congreso cuando una diputada lo calificó de mentiroso, demostrando
una sensibilidad muy particular
( 2) Hay
que ser claro y desenmascarar una impostura: Milei no está alineado con EE. UU
e Israel, sino con los gobiernos fundamentalistas de Trump y Netanyahu. Si en
Israel llegara a gobernar un partido como Meretz, el amor de Milei hacia Israel
concluiría, o si presidiera EE. UU, el ganador de las primarias demócratas en
Nueva York Zohran Mamdani, pasaría a formar parte de los mandriles socialistas
3)
4) El periodista Manu Jove en Cenital afirmó: “Si
consigo el plano de los caniles los traigo acá” Le respondió Santiago Oría,
Director de Realización Audiovisual de la Presidencia de la Nación, en un texto
que supera todo lo imaginado: “Para el periodismo es meterse con la vida
privada, íntima y familiar del Presidente: Conan, Milton, Murray, Robert y
Lucas Jr. Son hijitos de cuatro patas de Javier. Esta lacra moral va
contra los hijos. Criaturas inocentes que nada tienen que ver con la discusión
pública…”
* *Publicado en La Tecl@ Eñe, Diario Registrado
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