Solo
en algo más de tres años. En tan sólo un poquito más de 1000 días. Un gobierno
colmado de éxitos. Con el mejor equipo de descuartizadores de los últimos 50
años Reducción de la economía a la etapa primaria, industricidio, caída de los
salarios en pesos de alrededor de un 13% y mucho más medidos en dólares,
perdida de las jubilaciones un 20%, endeudamiento asfixiante del país empresas
y familias, cierre de miles de empresas, enriquecimiento obsceno de empresas
prestadoras de servicios, bancos, exportadoras y empresas extractivas. Los más
beneficiados son el círculo más estrecho de amigos y familiares del presidente.
Todo esta refundación para una argentina estrecha y colonial, arrasa con los
empresarios que votaron entusiastamente a CAMBIEMOS.
Un
ejemplo claro: Molinos del grupo Perez Companc cerró su último balance con una
pérdida de 1702 millones de pesos. Autopistas del Sol cuya mayor inversión son
las cabinas de peaje ganó 16.515
millones de pesos en los primeros 9 meses del 2018 y planea distribuir dividendos
importantes. Las empresas productivas piden planes preventivos de crisis, se
presentan en convocatorias o quiebran y un grupito pequeño se enriquece en
forma superlativa. El mundo del revés. El combo: caída de la demanda por saqueo
de sueldos y jubilaciones, apertura importadora, tasas en el circuito bancario
del 60 %, tarifazos, son el certificado de defunción de miles y miles de
empresas. Muchas que superaron todas las crisis en los últimos cincuenta años,
no pueden superar la actual crisis y
caen una tras otra.
Dos
símbolos de la Argentina son el colectivo y el dulce de leche. El primero nació
en la crisis del 30, que en nuestro país dio lugar a la primera década infame,
cuando los taxis, carente de clientes empezaron actuar como embriones de
colectivos. Ahora cierra la única empresa de carrocerías para colectivos
Metalpar, fundada en Argentina en 1997, que con la marca Marcopolo proveía de
colectivos casi a todas las líneas. Metalpar es una sociedad integrada en parte iguales por la chilena
Metalúrgica Paredes fundada en 1966 y la brasileña Marcopolo. Ambos accionistas
decidieron cerrar la planta de Loma Hermosa por la abrupta caída de la demanda
de carrocerías en el país.
Deja en la calle a cerca de 900 trabajadores.
El desmantelamiento se inició simultáneamente cuando el presidente en el
Congreso hablaba de un país idílico y decía que esta demolición presentada como
modernización es el único camino.
Lácteos
Verónica, fundada en 1923 productora del dulce de leche Ilolay, junto a leches
larga vida, chocolatadas, leche en polvo, manteca, crema de leche y quesos
untables, que emplea 600 trabajadores, pidió la apertura de un procedimiento
preventivo de crisis.
El
colectivo, cuyos usuarios disminuyeron en un 10% y el dulce leche que es ahora
un consumo suntuario, su demanda cae mes a mes, como todos los lácteos, son emblemas argentinos.
Otro ejemplo: Molinos Cañuelas es una empresa familiar con casi 90 años de historia que se convirtió en líder en producción de harinas, con más de 80% de ese mercado. Cuenta con 21 plantas industriales en la Argentina, Brasil y Uruguay, donde se fabrican productos de marcas muy presentes en la vida cotidiana como las harinas Pureza, los bizcochos 9 de Oro, los aceites Cañuelas, las premezclas para bizcochuelos y rebozadores Mamá Cocina y las pastas secas San Agustín. Se estima que emplea a unas 3.000 personas. El Banco Macro pidió la quiebra de la empresa Molino Cañuelas, que acumula deudas por más de USD 1.350 millones.
Arcor es una empresa argentina con inserción internacional, su último
balance arroja una pérdida de 1011 millones de pesos, que expresa claramente el
momento que atraviesa el país: a lo largo de sus 67 años de vida, es el segundo
balance que arroja pérdidas, el otro fue en el 2002
BGH, SIAM, LEE, WRANGLER, LA CAMPAGNOLA, LA BOSTON,
LA GUIRALDA, LONVIE ZANELLA, ESKABE, COCA COLA, ALPARGATAS, son algunas de las
empresas emblemáticas que cierran o muerden la lona. El modelo es tan voraz que
el gobierno más pro-mercado y pro- empresa, buscando sus objetivos
refundacionales, concreta estos resultados.
En
un país que se desertiza, hay algunos, que son muchos, que se aferran a la
catástrofe con la idea que es el único camino posible. Van en camino de hacer
realidad la humorada de Macedonio Fernández: “ Una catástrofe tan completa que hasta los
sobrevivientes perecieron”
¿
Que hacer entonces en este camino de cornisa, con el abismo acechando?
Una versión del próximo
gobierno moderada y timorata es altamente probable que se desbarranque en el
camino de cornisa. Una versión excesivamente radicalizada, sin cintura
política, es posible que se estrelle con el murallón enfrente del abismo. Síntesis:
hay que radicalizar con pragmatismo y cintura política.
Como se comprenderá el panorama es
extremadamente complejo. Las soluciones deben ser imaginativas e innovadoras.
Siempre hay un camino para encontrar el rumbo. El futuro desvelará si se lo
encuentra
13-03-2019
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