La
patrulla de demolición de Radio Mitre no repara en ningún medio en su campaña
diaria de ataque al gobierno con un rating muy importante. Mentiras, difamaciones,
con reportajes exclusivamente al plantel de opositores, con consultas a
periodistas de Clarín o de La Nación. Y cuando todo eso no basta, la
descalificación viene de la mano de una ignorancia ostentosa. La afirmación presidencial que en un contexto
internacional muy desfavorable no sólo es necesario la sustitución de
importaciones, sino también las de exportaciones, llamó poderosamente la
atención del dueño de la primera mañana, el periodista Marcelo Longobardi.
Ridiculizó la idea y pidió apoyo a su experto económico Willy Kohan que con
ciertos circunloquios ratificó el asombro del ex compañero y luego empleado de
Daniel Hadad.
No
es tan difícil de entender Marcelo, si se es capaz de ampliar la visión más
allá de los Miguel Ángel Broda, Daniel Artana, Roberto Cachanovsky, Juan Carlos
del Pablo, abonados al programa. Si se cierran los mercados externos o
disminuye la demanda de los mismos, para no producir desempleo en el país se
intenta colocar parte de lo que se exportaba en el mercado interno. Esto es una
sustitución transitoria de exportaciones. Obviamente que todo país necesita
exportar sus excedentes para hacerse de los dólares imprescindibles que
demandan sus importaciones, que constituyen los conceptos de la balanza
comercial.
Luego
en el pase con el mayor periodista militante empresarial Jorge Lanata, éste
comenta que tiene un requerimiento de la
AFIP para que registre sus datos biométricos. Desconoce de qué se trata y entre
ambos periodistas hacen largas suposiciones en una ostentación orgullosa de
ambos de su ignorancia. No es obligatorio, no siendo contadores, el
conocimiento de qué son los datos biométricos, pero el otro Lanata, ese que
dirigió Página 12 desde su fundación en 1987 hasta 1994, solía citar la frase: “El periodista es el
único profesional que completa su educación en público”.
Aquel
Lanata hubiera buscado informarse; en cambio este recurre a un humor de
estudiantina secundaria.
Los
datos biométricos consisten en un registro digital conformado por una foto que
se le toma en una agencia al contribuyente, la firma digital del mismo y su
huella dactilar, debiendo exhibir su documento de identidad para ser escaneado.
Es obligatorio para todos los que se inscriben a partir del 24 de mayo del 2010
y los ya inscriptos lo van haciendo paulatinamente.
Ya
en su propio programa, Lanata se indigna porque el poco presentable presidente
de la Unión Industrial Argentina Héctor Méndez en su discurso del día de la
industria afirmó: “El crecimiento industrial ha
demostrado un dinamismo histórico durante la última década, gracias al trabajo
mancomunado de los empresarios y el Estado". El grado de destrucción
producido durante el neoliberalismo intenso le llevó a decir también, qué es lo
que destacaron sus empleadores: “Recién en 2011 recuperamos el PBI per
cápita industrial de 1974. Y ahora estamos 4,5% por debajo de entonces. Ni en
2011 estábamos en la panacea, ni ahora es un cataclismo".
Todo lo que no sea la demostración de una
situación catastrófica enerva al periodista ultraclarinista quien bramó: "El rol de Méndez en
el acto del día de la industria fue una vergüenza, una vergüenza, porque sale a
defender este modelo industrial".
Después están los columnistas estrellas del diario La Nación
como Jorge Fernández Díaz y columnistas
opinadores ocasionales como Luis Gregorich
que nada menos que desde el diario del establishment acusa al gobierno
de ser la nueva derecha. ¿Se preguntarán alguna vez como un ejercicio de
consistencia analítica si el gobierno es la nueva derecha porqué La Nación no
lo apoya y por el contrario se opone de todas las formas posibles? ¿ O La Nación tal vez fue comprada por algún
partido de izquierda y no nos hemos dado cuenta?
El gobierno, por su parte, no se priva de tener personajes
impresentables como Beatriz Rojkes de Alperovich que parece una de las damas de
beneficencia a las que Evita echó; su marido, un radical devenido en peronista
que deja la gobernación después de tres elecciones consecutivas postulándose ahora
como senador, y el nuevo gobernador Juan Manzur cuyo rostro permaneció en la
penumbra como Ministro de Salud del gobierno nacional, siendo el menos
presentable de los ministros del área de los doce años kirchneristas.
Un analista político, más allá de sus posicionamientos
políticos, que es bueno que los haga públicos, debe tener siempre presente la
aseveración del filósofo holandés Baruj Spinoza: “En política no hay que reír
ni llorar, sólo comprender”. Lejos está Lanata de practicar el consejo de
Spinoza y es comprensible: es un periodista militante, no un analista político,
cuya trayectoria la ha cimentado en convertirse en un denunciador serial, algo así como una
Carrió del periodismo.
Cada vez más militante empresarial, sus aumentos en kilos y
en pesos, ha sido proporcional a la creciente anorexia de sus denuncias. Su
involuntaria autocrítica se encuentra en un reportaje que el periodista de
Clarín Alejandro Alfie le realizó para su libro
“Los agentes de Néstor y
Cristina” (página 129): “El converso es el más
obsecuente.”
07-09-2015
Excelentes el post, el blog y el programa El Tren.
ResponderEliminarHace años se decía que muerto Neustadt se acabó la mala lecha y quedó la nata.
ResponderEliminarResulta patético observar que el recordado Bernardo hoy parece un progre al lado de su sucesor. Al menos se le podía reconocer cierto grado de sinceridad y de militancia ideológica.
Lo del gordo lanata es abyecto.