La izquierda bullanguera
tiene la capacidad de ser inmutable al aprendizaje. En regodearse en el error,
presentados como embriones de éxitos futuros que siempre se pierden en el
horizonte. Cada conflicto en los que participan con su entusiasmo militante lo
presentan como el paso previo inmediato de la toma del Palacio de Invierno.
Muchos invocan a Carlos Marx, se consideran discípulos de Lenín y seguidores
empedernidos de León Trotsky. Tienen un vicio de origen que los lleva a
transitar a contramano de la historia: toman al marxismo mal digerido como una
religión, a Trotsky lo jibarizan al punto que si resucitara diría desilusionado
la famosa frase de Bolivar: “He arado en el mar”. No comprenden que Lenín
aplicó la metodología marxista para entender la Rusia de los Zares internándose
en su historia y extrayendo de la realidad analizada, la estrategia y las
tácticas adecuadas para su inserción en el pueblo.
El Partido Comunista y el
Socialista, en su incapacidad de comprender el peronismo, lo combatieron aliados
con los sectores de poder de la Argentina. Algunas de las actuales expresiones de la izquierda, el Partido
Obrero, el Partido Comunista Revolucionario (PCR), y el Movimiento Socialista
de los Trabajadores (MST), son dignos herederos en su infalibilidad para el
error.
.jpg)
Ante el 8 N y el paro del 20 N, el MST
y el PCR actúan de la misma forma que ante el conflicto del gobierno con las
patronales del campo, donde fueron el ala izquierda de la Sociedad Rural y de
Confederaciones Rurales Argentina. A Vilma Ripoll (MST) y A Otto Vargas (PCR)
les seduce el conflicto sin importarle de qué lado quedan. Veamos el comunicado
de éste último con relación al 8 N: "El
cacerolazo del 8N fue una multitudinaria y heterogénea movilización de protesta
y reclamos al gobierno. Los sectores de derecha (algunos impulsados por
el propio gobierno para provocar), fueron extremadamente minoritarios, y
fue mayoritaria la presencia de jubilados reclamando el 82% móvil ya, de
jóvenes y de mujeres. El reclamo unánime fue más visible contra la inseguridad,
la inflación, la corrupción y la re-re elección. También el reclamo de una
justicia independiente. Esta
multitudinaria manifestación nacional, refuerza la necesidad y las
posibilidades exitosas del Paro Nacional que organizan la CTA, CGT, CGT
Azul y Blanca, Federación Agraria Argentina, Federación Nacional Campesina,
CCC, Barrios de Pie, FUA, entre otras organizaciones para fines de noviembre.
El
cacerolazo replantea la necesidad de avanzar en la unidad programática de las
fuerzas populares, patrióticas, democráticas y antiimperialistas.
El Paro Nacional y el reagrupamiento
programático de fuerzas populares son la tarea del momento en la lucha para que
la crisis no la siga pagando el pueblo.
Partido del Trabajo y del
Pueblo-Partido Comunista Revolucionario-Otto Vargas Secretario General"
Hay varias expresiones deslumbrantes
pero la que se lleva las palmas y que supera a Diego Capussoto y a la revista
Barcelona es: "El cacerolazo
replantea la necesidad de avanzar en la unidad programática de las fuerzas
populares, patrióticas, democráticas y antiimperialistas.
Jorge Altamira, el líder histórico del
Partido Obrero que se caracteriza por intentar representar de lo que
mayoritariamente carece, le declaró al diario Clarín, el lunes 19 de noviembre
en la página 8: “( Los cacerolazos)
son una expresión de descontento social, que se manifiesta, incluso en mayor
medida, en las movilizaciones sindicales y se volverá a manifestar en la huelga
del martes. Expresa el deterioro del Gobierno por el aumento del déficit fiscal y de la tasa de inflación, la devaluación del peso oficial y el cepo
cambiario para pagar la deuda externa. Nosotros estamos llamando a los caceroleros a unirse al paro.
El ultraizquierdista trotskista
intenta seducir a los caceroleros y utiliza un discurso económico en la línea
de Melconián y Artana.
LA
VERDAD DE LA RESOLUCIÓN 125, CUATRO AÑOS DESPUÉS
La resolución 125 comenzó como un
incremento impositivo y terminó en
una puja por el poder y la potestad del estado para tener injerencia en las
utilidades privadas. A cuatro años de aquella confrontación en que el
gobierno perdió pero que dio origen al kirchnerismo, el director de Clarín
Rural, el Ingeniero Héctor Huergo, el mayor propagandista de la soja, lo deja
claro involuntariamente. Escribió en el suplemento del diario del 15 de
septiembre: “Señora (por Cristina Fernández), le cuento que la Argentina crece
de noche. La habilidad de la política de encontrar a la mañana los brotes
etiolados que esperan la luz del día para empezar la fotosíntesis, hacerse
autótrofos, crecer y dar frutos. Pero en lugar de dejar que fluya la naturaleza
de las cosas, la política corta los brotes, se come una parte y lo que queda se
destina a los altos designios de “la Patria”. La Argentina se hizo viable cuando la política anduvo distraída.”
Está claro que el problema es que el
Estado se mete y se apropia de las utilidades. Pero Huergo se contradice cuando
defiende el empleo que proporciona la soja, en el suplemento del 20 de octubre.
Contestando a esa aseveración: “La soja no genera empleo”. Muchachos, miren los
pueblos del interior por el google Earth, si es posible con una Mac, que
permite comparar fotos actuales con las de hace diez años. En Firmat, en el 2000, no había piletas en las casas. Ahora no falta
en ninguna. Un amigo mío se hizo rico vendiendo cloro”.
MILITANTES
SOCIALES DE TODA LA VIDA
La Sociedad Rural cuya “sensibilidad
social” es ampliamente conocida, apoyó el paro del 20 de noviembre con un
comunicado del día 19, que lleva la firma de
su presidente Miguel Etchevehere expresó: “Adherimos. Estamos de acuerdo
con los reclamos de los trabajadores que se manifestarán mañana. Los mismos
problemas que están perjudicando hoy a los trabajadores también están afectando
negativamente a los productores agropecuarios”
Mauricio Macri que se crió apoyando
huelgas, no podía no hacerse presente en ésta, decisión que adoptó después de consultarlo con su hija Antonia.
Por twiter escribió: “Hugo no te enojes. Acá estamos con Antonia que, aunque
está de acuerdo con los reclamos, ¡No adhirió al paro!
Acompañaron el paro otros connotados
dirigentes sociales como el empresario Francisco de Narváez, la trashumante
Patricia Bullrich, el escandaloso Pino Solanas y la joven Victoria Donda que
sueña hacer la revolución con el enérgico y carismático dirigente santafesino
Hermes Binner.
Pablo Micheli, dirigente de la CTA
opositora y uno de los convocantes máximos al cese de actividades, manifiesta
un desequilibrio emocional que lo emparenta con el desbocado entrerriano
Alfredo de Angeli. Propagandista del
diálogo afirmó: “los cortes
en los principales ingresos a la Ciudad de Buenos Aires buscan
"impedir" que la gente que quiera ir a trabajar pueda hacerlo”.
Otro de los
convocantes del 8 N y del 20 N fue el contradictorio y ambiguo Eduardo Buzzi
que preside la Federación Agraria. Le respondió Pedro Peretti, uno de los
dirigentes de esa gremial: “Es básico y elemental: no de debe fortalecer al que
quiere hacerte desaparecer, de manual, a no ser que Buzzi crea que del 8 N, va
a salir un programa progresista, que contemple la reforma agraria, la
intervención del Estado en la economía, el crédito direccionado a las pymes, la
distribución de la riqueza a favor de las mayorías populares, la ley de
arrendamiento, etc. Eso es tan improbable que no resiste el menor análisis, ni
la más mínima consideración”
Sería interesante saber si Hugo Moyano
cuyo discurso actual puede ser suscripto por cualquiera de los mencionados, reflexionará
sobre qué habrá hecho para que sus adversarios históricos hoy sean aliados
tácticos.
CURIOSIDADES
SIN SORPRESAS
El viejo Freud, se hubiera hecho un
festival analizando a Vilma Ripoll, Otto
Vargas, Jorge Altamira, Hugo Moyano, Pablo Micheli representantes reales o
presuntos de los sectores populares, y
los representantes del poder o sus servidores Héctor Huergo, Patricia Bullrich,
Mauricio Macri o Francisco de Narváez.
Sus expresiones y actitudes revelan la
sabiduría del poder económico y su enorme capacidad de cooptación.
21-11-2012
Todos los derechos reservados. Hugo Presman. Para publicar citar
fuente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario