Un
nuevo agrupamiento, nacido de la polémica que originó la irrupción de
“Plataforma 2012” y las rápidas
deserciones que emergieron con su lanzamiento, fue “Argumentos” que se sitúa
más cercana a Carta Abierta pero a una distancia posiblemente mayor del
gobierno. Y finalmente hay un pronunciamiento del Centro Cultural de la
Cooperación bajo el título “El pensamiento crítico y los desafíos de las izquierdas en
Argentina”, el 16 de enero, de inspiración cercana a Sabbatella, firmado por
entre otros por el diputado Juan Carlos Junio, Juano Villafañe, Horacio López,
Vicente Battista. Nos referiremos a los tres primeros agrupamientos
mencionados.
MARCANDO EL TERRENO
Lo que se está discutiendo es qué modelo de país
se pretende y en relación con ello cómo se posicionan los intelectuales ante el
gobierno. Todo posicionamiento devendrá en equivocado si no se caracteriza
adecuadamente al kirchnerismo. Retomando algunas de las grandes líneas del
peronismo histórico, es un intento de desarrollar un capitalismo con fuerte
acento en el mercado interno, presencia rectora del estado, acotamiento del
poder del mercado, disciplinamiento de
algunas corporaciones, acotamiento de otras, mejoría en la distribución del
ingreso, fortalecimiento de los emprendimientos industriales, intento de una
política soberana en el marco de lo posible, la subordinación de la economía a
la política, fuerte impulso de los derechos humanos y del matrimonio
igualitario que es el aporte de franjas del progresismo incorporadas al
proyecto, reconocimiento y restablecimiento de conquistas obreras,
desjudialización de las protestas sociales, encuadramiento de una política
exterior en clave latinoamericana en el camino de la utopía de la Patria
Grande. A lo largo de estos 8 años ha habido importantes rupturas con las políticas
de los noventa que han producido enfrentamientos con sectores del establishment
y sus voceros políticos y mediáticos y continuidades que han provocado un
posicionamiento crítico irreductible de sectores de izquierda.
“PLATAFORMA 2012” Y “ARGUMENTOS”
Su
primera aseveración: “Escapar al efecto impositivo de un discurso hegemónico no
es una tarea fácil”, revela una mirada parcializada de la realidad. Hay una
confrontación entre el discurso mediático de los medios dominantes y el
contradiscurso de los medios oficiales o cercanos al gobierno. “Plataforma 2012” sólo reconoce el
gubernamental, lo que le valió un rápido reconocimiento de los medios más
poderosos. Incurre en un lenguaje agresivo enarbolando la moderación. Dice:
“En síntesis, sostener nuestra capacidad y conciencia crítica y manifestarla,
romper el silencio, como paso imprescindible hacia un accionar colectivo y
transformador. No encontramos este ánimo
en algunos trabajadores del campo de la cultura, a quienes hemos respetado y
queremos seguir respetando, pero que al colocarse como voceros del gobierno han
producido una metamorfosis en relación con su historia y su postura crítica.”
Luego
al mejor estilo Pino Solanas o Carrió sostienen: “Nos encontramos ante
verdaderos escándalos de diferente naturaleza y calidad......Muertes que van
cubriendo toda nuestra geografía. Muertes que, lejos de ser inocentes, marcan
un encarnizamiento represivo que no puede ser negado ni atribuido a lejanas
decisiones para desreponsabilizar al gobierno central”. Más adelante escriben: “El “relato”
hegemónico pretende imponerse sobre la materialidad y el valor simbólico de
estas muertes.” Desde el agrupamiento “Argumentos” se le responde: “Los
firmantes de Plataforma 2012, con algunos de los cuales hemos compartido muchas
luchas, parten de una idea que consideramos equivocada: este gobierno es
nefasto y sólo hace cosas nefastas.”
En
el campo económico-social, “Plataforma 2012” afirma: “Quieren también aparecer
como protagonistas de una histórica transformación social, mientras la brecha
de la desigualdad social se profundiza”.
Responde
“Argumentos”: “Esto no puede afirmarse y menos aún al pasar. Los compañeros
saben que hay distintas formas de estudiar la distribución del ingreso y que en
cualquiera de ellas la desigualdad no se ha profundizado desde el 2003 a la
actualidad.”
Sigue
“Plataforma 2012”: “El contenido de la producción ideológica oficial se
inscribe en una metodología. La discusión de ideas es sustituida por la
descalificación del interlocutor y toda disidencia estigmatizada.
Trivialización del debate, bravata “intelectual”, sacralización de sus
referentes con independencia de las acciones que producen, son sólo algunas de
las modalidades en las que se expresa el intento de imponer un discurso único.”
Responde
Argumentos: “Todos los gobiernos, de izquierda o de derecha construyen relatos.
La pregunta no es si los intelectuales
se sienten interpelados por esos relatos. La pregunta crítica es qué
habilitan y qué obstruyen dichas narraciones. Honestamente, entre quienes
apoyan las principales medidas de los últimos años, vemos énfasis bastante
distintos, comentarios críticos, disputas relevantes e irrelevantes. La crítica
a la ley antiterrorista ha sido la muestra más reciente de lo que afirmamos:
hay un debate público. No vemos un discurso único, salvo que así parezca el
acuerdo profundo en enfrentar los discursos de aquellos economistas que quieren
llevar a este país a los años noventa.”
Concluye
Plataforma 2012: “A pesar del afán disciplinador del discurso hegemónico, es
nuestra responsabilidad como intelectuales y trabajadores de la cultura romper
el silencio que pretende amordazar el pensamiento crítico y promover un debate
transformador de los grandes problemas que plantea el presente. Es necesario. Y
es posible.”
Afirma
“Argumentos”: “Que haya acciones y metodologías del Gobierno que no compartimos
(el Indec, la minería contaminante) no
nos lleva a creer que exista hoy en la Argentina la posibilidad de una
construcción de izquierda que insista en desconocer los avances logrados en
estos años”.
PUNTUALIZACIONES
“Plataforma 2012” comete varias equivocaciones. Confunde gobierno con poder económico.
Crítica desde una torre de cristal sin contar si están o no los actores
sociales para concretar sus propuestas.
En
un escenario fuertemente dividido, actúa obviando los sectores en pugna. Si no
reconoce los avances concretados y sólo critica, es funcional desde la
izquierda a los sectores que enfrentan al gobierno por sus virtudes. Hay en su
“relato” un transfondo antiperonista posible de detectar para los lectores
curtidos en izquierdismos elitistas que invocan al pueblo pero los ahuyenta el
“olor a pata”, junto al sostenimiento de una impronta “republicana.” Lo expresa
con claridad el actor Héctor Bidonde, de
“Plataforma 2012” en Perfil del 15 de enero: “El kirchnerismo es una nueva
encarnación del peronismo que apela demasiado a la lógica del “amigo-enemigo”,
que como gobierno es responsable de que haya por los menos cinco mil luchadores
sociales procesados, tiene aliados muy cuestionables y no hace nada ante una
corrupción rampante”.
Bidonde
incluso recoge los alertas de los medios hegemónicos sobre la Campora y los
hace propios cuando dice: “Vamos a estar en manos de una burocracia juvenil, si
seguimos así en el gobierno”
En
una nota en Perfil del 8 de enero firmada por Maristella Svampa y Roberto
Gargarella, integrantes del mismo agrupamiento,
escriben: “Nunca ha resultado fácil en la Argentina construir, como
intelectuales y trabajadores de la cultura, una voz crítica independiente de
los diferentes poderes (políticos y económicos) sin caer en reduccionismos y
manipulaciones, sobre todo políticas y mediáticas. Pero esto ha empeorado desde
el 2008 cuando se actualizaron – desde el gobierno y la oposición- los esquemas
binarios y la política de consignas, que lejos de enriquecer el debate
político, público e intelectual, simplifican y reducen sus márgenes a una
cuestión de adscripción pro-K o anti-K”
Sería
interesante saber cuál era la posición de cada uno de los firmantes en el 2008
cuando se estaba dirimiendo el conflicto entre el gobierno y las patronales del
campo. Aparte de debatir, en los momentos álgidos, hay que arremangarse y
entrar en el campo donde se dirimen los conflictos, dejando el lugar cómodo de
espectadores sentados en las tribunas.
Ya
Samuel Goldwin advertía que “ No se deben hacer vaticinios, sobre todo hacia el
futuro”.
Los
dos autores desechan el consejo y afirman: “Todo indica que en los próximos
años la concentración del poder político, las desigualdades y la acentuación de
la dinámica de desposesión
(de tierras y bienes comunes)
tenderán a agravarse, lo cual coloca a la Argentina en una situación frágil y
peligrosa, consolidando un nuevo ciclo de violación de los derechos humanos.”
Los
medios propulsores del discurso hegemónico del poder económico, al cual
“Plataforma 2012” ignora, son aquellos que les ceden amplios espacios como
Clarín en la sección debates del 26 de enero a Maristella Svampa y Patricia
Zangaro para que sostengan: “Es necesario desactivar el discurso mistificador y
acomodaticio que sostiene el gobierno nacional respecto a las grandes
corporaciones, a la luz de los apoyos y alianzas que hoy se perciben entre éste
y un amplio arco de grandes empresas, expandidas a lo largo de toda nuestra
geografía, que incluyen desde los grandes productores de granos, notorias
empresas industriales, hasta los actores trasnacionales de la minería.”
Con
los mismos argumentos, los firmantes hubieran estado contra el peronismo histórico,
contra Chávez en Venezuela, contra Correa en Ecuador, contra Evo en Bolivia.
Ninguno de estos gobiernos son socialistas, sino un intento de desarrollar un
modelo capitalista recostados en sectores de poder más modernos contra los más
retardatarios. A veces, por sus contradicciones y limitaciones, construyen
alianzas poco recomendables, justamente criticables, que deben ser analizadas
dentro de un contexto general de avances.
Finalmente,
desde Clarín, Svampa y Zangaro escriben: “(Es necesaria) la existencia de un
pensamiento popular y crítico, por fuera y más allá de la hegemonía cultural
del oficialismo”. Héctor Magnetto , Hugo
Biolcati, los editorialistas y columnistas permanentes de La Nación, desde Kovadloff
a Aguinis (no incluyo a Sarlo porque está en Plataforma 2012) deben
recatadamente enviarles su aliento y apoyo.
A
los intercambios mencionados, se suma el referente máximo del Partido Obrero,
Jorge Altamira, que desde las páginas revolucionarias del diario “La Nación”
sostiene bajo el título “La crítica inútil del doble discurso”: “Carta Abierta ha llegado a señalar injusticias sociales con más
obstinación que cualquiera de sus críticos, pero se escuda en que lo hace desde
el campo nacional y popular. Este recurso le sirve para asegurar que opera
desde el único lugar en que esas afrentas pueden ser superadas, y acusa a sus
detractores de hacerlo desde espacios que buscan perpetuarlas. Adjudica al
espacio nacional y popular una plasticidad que no tiene continente, que oscila
desde decretar el aniquilamiento de sus enemigos, adoptar el gorilismo
neoliberal en la década del 90 o renacer como ave fénix siempre con el mismo
personal. En todo esto no hay nada nuevo. Esta plasticidad ha sido predicada
por los movimientos policlasistas desde el principio de los tiempos. Pero esos
movimientos, incluso los más amorfos, tienen una estructura y una
estratificación. No tiene el mismo poder el jefe o la jefa, en especial cuando
puede gobernar por decreto, que el desocupado de La Matanza; el gobernador que
los campesinos Qom; los burócratas sindicales, con sus patotas y el apoyo del
Estado, que las bases obreras……. Plataforma 2012 se encuentra advertida de que
el modelo oficial está en crisis y de que la Argentina asiste a una
reconfiguración política general. Su pronunciamiento, sin embargo, hace
abstracción de esta crisis y de estos realineamientos, o sea que opera en el
limbo o en el vacío. Ese sello oportunista puede servir a cualquier operación
política y reserva para el nuevo bloque la fugacidad. En el discurso (doble) de
ambos campos, se encuentra ausente la categoría histórica por excelencia de la
actualidad: la bancarrota del capitalismo y su correlato nacional, el ajuste.
Pensar la historia presente haciendo abstracción de esta categoría es un fraude
ideológico. Esta bancarrota está arrasando con todas las estructuras sociales y
políticas, y provoca una ola de movilizaciones populares en el mundo. La lucha
contra el ajuste, que no es otra cosa que la versión local de los planes que
los bancos imponen, plantea objetivamente un cuestionamiento del régimen social
presente. La realidad de la crisis capitalista no reclama otro discurso ni un
enésimo relato, sino un programa de acción. Ha sido éste el punto de partida de
otro agrupamiento, formado a principios del año pasado, la Asamblea de Intelectuales, Docentes y Artistas de apoyo al Frente de
Izquierda, que une las ideas y las palabras a la acción.”
El economista
Alejandro Rofman ha enfocado el debate a partir de lo que considera
contradicción principal. Escribió: “Es preciso fijar el foco en
el marco general del modelo de desarrollo, evaluar qué otras opciones
estratégicas están hoy disponibles en la Argentina y el mundo y apreciar
críticamente el patrón de acumulación que se adoptó desde mayo del 2003. Todo
ello en términos de objetivos explícitos de mayor equidad en la distribución de
la riqueza, mejoramiento de la calidad de vida de la población de más bajos
ingresos, superación de los problemas de pobreza, indigencia y desempleo y
afirmación de un sendero de crecimiento sostenible con inclusión social. El
derrumbe del proyecto de sociedad excluyente, que tuvo lugar a principios de
este siglo con el cierre de la Convertibilidad, y el cese del pago de la deuda
pública, abrió la posibilidad de avanzar con otro modelo centrado en la
reparación de las fuertes heridas infligidas al tejido social y el impulso al
proceso productivo nacional. Este proyecto está caracterizado por la
valorización del trabajo, por el fortalecimiento decidido del mercado interno y
por la ruptura de los vínculos preexistentes con los flujos financieros
especulativos.
La contradicción principal a discutir es la
divergencia estructural entre la actual estrategia de desarrollo y la vigente
en nuestro país hasta el 2003, con inicio en 1976……..La contradicción principal
que está en juego es clara. No hay más que dos opciones: o crecimiento con
inclusión social en base a la valorización del trabajo o decrecimiento con
exclusión social valorizando la especulación financiera”.
Ya iniciado marzo se ha sumado un grupo de
menemistas persistentes que bajo la denominación de Grupo Consenso incluye
desde el brevísimo Secretario de Cultura de la ciudad de Buenos Aires, el
escritor Abel Posse, al propagandista y cómplice del terrorismo de estado el
general Heriberto Auel.
LAS DISCUSIONES DE LOS GRUPOS DE
INTELECTUALES
No
puede menos que celebrarse la presencia de distintos grupos de intelectuales que
debatan.
El
canal público debería habilitar espacios para los mismos. Ser un intelectual no
acredita certeza ni precisión en el análisis de la realidad como se ha
demostrado reiteradas veces en nuestra historia. A veces la colonización
cultural es un severo impedimento, precisamente, para evitar lo que el escritor
italiano Cesare Pavese definió con precisión: “Hay momentos en la historia que
los que saben escribir no tienen nada que decir y los que tienen algo que decir
no saben escribir”.
No
debe olvidarse una memorable frase de Rodolfo Walsh: “El
campo del intelectual es por definición la conciencia. Un intelectual que no
comprende lo que pasa en su tiempo y en su país es una contradicción andante; y
el que comprendiendo no actúa, tendrá un lugar en la antología del llanto pero
no en la historia viva de su tierra.”
Con
relación a ciertas posiciones de izquierda abstracta, una recomendación de
Armando Tejada Gómez: “Como el mundo es redondo, si uno se corre muy a la
izquierda, termina abrazado a la derecha.”
Ni
hablar de la ultraizquierda, sobre la cual decía Jorge Abelardo Ramos: “la
ultraizquierda no es un enemigo del imperialismo, sino una función de él.”
Y
una buena recomendación para el debate es la del físico Niels Bohr: “Lo opuesto de una formulación
correcta es una formulación falsa. Lo
opuesto de una verdad profunda puede ser
muy bien otra verdad profunda.”
05-03-2012
Todos
los derechos reservados. Hugo Presman. Para
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