27 julio 2010

LA JIBARIZACIÓN DEL INTELECTUAL ORGÁNICO


Según Wikipedia “un intelectual es aquella persona que dedica una parte importante de su actividad vital al estudio y a la reflexión crítica sobre la realidad.” Beatriz Sarlo es por lo tanto una intelectual. Es catedrática de Literatura Argentina en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Hábil polemista es autora de varios libros y fue directora de la revista “Punto de Vista” desde 1978 hasta su defunción periodística hace unos años. Dicha revista fue un instrumento de resistencia en los años de plomo, donde la escritora pasó su exilio interior. Políticamente fue militante del PCR ( Partido Comunista Revolucionario) una escisión maoísta del Partido Comunista ocurrida en enero de 1968 que entre sus extravagancias teóricas figura, allá por los principios de los 70, la de haber definido los posicionamientos políticos   nacionales como una dicotomía entre pro- norteamericanos y pro soviéticos. De esa forma, el ex presidente de facto Alejandro Agustín Lanusse, que intentaba cooptar a la Confederación General Económica presidida por el empresario José Ber Gelbard, simpatizante oculto del Partido Comunista, luego Ministro de Economía de Perón, era considerado prosoviético. Nunca se supo qué reacción tuvo el hombre al enterarse se semejante caracterización, ya que siendo furiosamente anticomunista se definía como el más gorila de los gorilas para disuadir las erupciones violentas de su base de sustentación cuando negociaba con el  General Perón en una pulseada histórica en la que fue ampliamente derrotado.
Del Partido cuyo máximo referente es Otto Vargas, Sarlo se alejó hace muchos años, sin poder desprenderse totalmente de su matriz ideológica, pasando luego por variantes de la socialdemocracia. En el 2008, después de treinta años cerró su revista teórica “Punto de Vista.” En una nota de entonces del diario Clarín firmada por Eduardo Pogoriles se dijo: “La decisión de cerrar fue producto de una deliberación colectiva, entendemos que terminó un ciclo y no era posible sostener la dinámica del grupo. Todos suscribimos las palabras de Beatriz en su editorial", dijo a Clarín el subdirector de "Punto de Vista", Adrián Gorelik. No fue posible hablar con Sarlo, de viaje académico en Estados Unidos. Se sabe que la revista -con un sitio en Internet, (BazarAmericano.com)- vendía 2.500 ejemplares en kioscos y tenía suscripciones de las más importantes universidades iberoamericanas, europeas y estadounidenses. "Fue una empresa formidable que surgió en la oscuridad de la última dictadura militar, tras un antecedente que merece recordarse la revista "Los Libros" que cerró en 1975 y estaba orientada por Héctor Schmucler, Beatriz Sarlo y Carlos Altamirano. Una de las pocas ventanas para el debate en la dictadura fue "Punto de Vista", agradecíamos el hecho mismo de su publicación y el coraje de los editores. En la década de 1980 ya era el punto de referencia para toda una franja cultural y política de nuestra sociedad. Para mi gusto, desde la década de 1990 se hizo tal vez un poco hermética", destacó el historiador Luis Alberto Romero... “En la despedida, Sarlo dijo que su revista “fue más que un lugar donde escribir, fue una manera de escribir sobre literatura y política. Por eso será recordada.” Simultáneamente con la lenta agonía de su revista marginal pero prestigiosa, Beatriz Sarlo decidió ingresar en los grandes medios para lo cual tenía que empezar a banalizar su pensamiento. Un excelente ejercicio fue escribir su página dominguera en la revista VIVA de Clarín, durante la primera década del siglo XXI. Superficiales y frívolos, esos artículos parecían escritos por una nieta de la escritora que no había concluido el secundario. Era la contracara de” Punto de Vista”, pero la anorexia intelectual era una forma de pagar el derecho de piso para ingresar a los medios hegemónicos. Y realmente le ha ido muy bien. Es la única intelectual que escribe frecuentemente en los dos principales diarios argentinos. En “La Nación” lo hace con más habitualidad, y muchas veces en la “Tribuna de Doctrina” sus notas son ubicadas en la portada. No ha llegado a la genuflexión total de Marcos Aguinis, ni  la sorprendente jibarización  del pensamiento de Santiago Kovadloff, que hasta ha llegado a rechazar el matrimonio igualitario. Beatriz Sarlo es más astuta y junto a apreciaciones discordantes con la línea editorial del diario de los Saguier, como  que Julio Cesar Cleto Cobos (a quién caracteriza con precisión como “un extremista de la moderación”), opina que debe renunciar a la vicepresidencia si pretende encabezar la oposición.. Todo recubierto de un discurso republicano. Eso la llevó a coincidir con las patronales del campo, con la mesa de enlace y al mismo tiempo con el PCR, su antigua adscripción, que a través de la Corriente Clasista y Combativa confundieron a los productores sojeros con los campesinos chinos, actuando en los actos como peones de las patronales.  Lo mismo hizo Joaquín Morales Solá, el columnista estrella compañero de Sarlo, en una clara y tramposa manipulación idiomática. La ensayista ha terminado elaborando una nota de defensa de Mauricio Macri, imputándole toda la responsabilidad de su juzgamiento a Néstor Kirchner. En su artículo del 20 de julio en el diario La Nación escribió: “Kirchner ha logrado el procesamiento de Mauricio Macri. Dentro de algunos años, cuando se recuerde este episodio de pormenores deleznables, se dirá que el ex presidente no despreció ningún arma personal, política, económica o judicial. Kirchner desearía un campo electoral donde cada uno de sus opositores entrara al juego manchado por algún tipo de minusvalía……. Kirchner es un hombre con objetivos y sin principios que le impidan cualquier maniobra, de cualquier especie. ……. De los Macri puede decirse que son realistas. Mauricio se presenta, invariablemente, como un hombre pragmático. Su padre no se presenta así porque no tiene necesidad de autodefinirse, ya que su identidad no está en juego: es lo que es. Mauricio, en cambio, para ser lo que quiso ser desde hace unos pocos años (un político), debió armarse una identidad más allá de los éxitos de Boca Juniors…. La falta de experiencia y la idea de que los conflictos políticos se solucionan con "gestión", lo llevaron a imaginar que Kirchner iba a entregarle la Policía Federal aposentada en las comisarías de Buenos Aires. Cualquiera, menos los esperanzados vecinos que lo votaron, sabía que esto no iba a suceder.”
Está claro: Mauricio Macri es un muchacho ingenuo que es víctima de un personaje maquiavélico llamado Néstor Kirchner. La estructura de la nota parte de una afirmación categórica, sobre la cual no aporta ningún elemento y que sólo se puede tomar como un dogma. Incluso brilla por su ausencia la confirmación de las irregularidades realizada por la Cámara de Apelaciones. Exactamente lo que necesita el diario La Nación.  Descartemos que la escritora lo haga por razones económicas. Lo más probable es que la ensayista escriba desde sus convicciones. Pero en ese caso la contradicción es muy fuerte: presentarse como una francotiradora progresista con pasado de izquierda y coincidir habitualmente con el diario emblema del establishment, que sólo abre generosamente sus páginas políticas a quienes le son funcionales, revela que Beatriz Sarlo, después de tantos años, es al poder económico tan funcional como su antiguo partido lo es a la Mesa de Enlace. Salvo que tenga la ingenuidad que le atribuye a Macri y suponga, por ejemplo,  que sería posible que un proyecto de reforma agraria que favorezca a los peones sea auspiciado y publicado  por la Sociedad Rural.
Ni Macri ni Sarlo son ingenuos.
EL ESPEJO Y LAS BRONCAS DE BEATRIZ SARLO
En un reportaje de Daniel Link publicado en la revista Radar del 10 de agosto del 2003, Beatriz Sarlo afirma: “Lo que me intriga es la persona que yo fui…no lo que recuerdo o elijo recordar” En la misma revista, a propósito de  su libro “La pasión y la excepción” escribe: “Para alguien como yo, cuya familia participó de la oposición “gorila” al primer gobierno peronista, tanto la figura de Eva como la admiración por el talento maniobrero, la astucia socarrona, las ideas y el carisma de Perón fueron el capítulo inicial de una formación política que implicaba una ruptura con el mundo de la infancia. Ser peronista (significara eso lo que significara) nos separaba del hogar e, imaginariamente, también de la clase de origen.” El espejo que desvela a Sarlo, es seguramente su voltereta de 360° que parte del gorilismo, intentó luego en su juventud  comprender y apoyar intelectualmente al peronismo en lo que en los setenta se conoció como         “la nacionalización de las clases medias.”Tuvo luego una trinchera intelectual como “ Punto de Vista”, para volver ya camino a su séptima década  al hogar gorila, ahora representado por el diario La Nación. Creo que lo que la intriga no es la persona que fue, sino la que hoy es. Una versión módica de Victoria Ocampo.
En la revista Contraeditorial del mes de febrero del 2010 declara: “Yo creo que las sociedades son horribles. Punto. Por eso no soy populista.” Es una obviedad. Nadie va a confundirla. Y mucho menos el poderoso olfato de los propietarios del diario La Nación.                    
LA MEMORIA Y SUS EQUÍVOCOS                                                         
Daniel Link en Radar del 10-08-2003 afirma: “Beatriz Sarlo no apela a su memoria ni a la memoria de los otros sino al análisis de los documentos de la época”. Sin embargo no suele ser muy escrupulosa con afirmaciones antojadizas. Tres ejemplos tomados al azar. En un reportaje de la Revista XXIII del 5-08-2004 reflexiona “Pero cuando asesinan a Kosteki y Santillán, Duhalde dice : “hasta aquí llegué”. Algo que me evocó, en su momento, la reacción que tuvo Lanusse ante los fusilamientos del 22 de agosto (1972) en Trelew. A partir de allí comenzó un acuerdo o diálogo con Perón”. Esta afirmación es equivocada. El 13 de abril de 1971, 16 meses antes de los asesinatos de Trelew, Alejandro Lanusse da el primer paso hacia el Gran Acuerdo Nacional (GAN). Recibe a José Rucci, Adelino Romero y Rogelio Coria y les dice: En este asunto de Juan Perón estoy dispuesto a ir mucho más lejos de lo que Uds. pueden imaginar. Una semana después, da el segundo paso: envía el Coronel Francisco Cornicelli, hombre de su absoluta confianza a España a entrevistar a Perón. Fuente Norberto Galasso Biografía de Perón.
En su nota de La Nación del 29 de abril bajo el título “ La batalla cultural” escribe: “El kirchnerismo se ha caracterizado por la riña con el periodismo no oficialista. Sobre esto se ha escrito mucho, aunque nunca será suficiente subrayar su debilidad de principios. Los argentinos vivimos dictaduras militares que liquidaron a periodistas, y esa imagen del pasado es tan horrenda que se la utiliza sin escrúpulos para disminuir cualquier hecho presente. Sin embargo, la libertad de prensa no admita grados: que antes haya sido atacada no disculpa transgresiones, que, frente al asesinato, parecerían menos graves”. Sarlo escribe sobre libertad de prensa desde una empresa propagandista y socia del terrorismo de estado, socia del monopolio de papel para diarios  y cómplice por omisión de los  asesinatos de periodistas  que menciona la ensayista. Más adelante escribe: “En ese arco, Página 12 se combina dinámicamente con lo que hoy parece ser un centro de dispositivo cultural, el programa 6,7,8, magazine (donde) con cartel francés se luce Orlando Barone (que ha dejado la revista Gente en el pasado para ser columnista de Debate e impávido humorista de la televisión oficial)
Otra vez le falla la memoria a Beatriz, o la bronca obnubila su escritura: Barone nunca trabajó en Gente.
En una entrevista en Tiempo Pasado sostiene: “No propongo aplicar un doble estándar, sino una doble mirada que se haga cargo de cuáles eran los valores fundamentales que organizaban todo en el pasado, los entienda, y al mismo tiempo no suspenda los valores del presente, y sobre todo, evitar la operación de mala fe que es no hablar. Para mí la operación de mala fe sería no decir que le pusieron una bomba debajo de la cama a Paula Lambruschini, que tenía quince años, porque nunca entenderemos el pasado si hacemos estos borramientos.”
La bomba debajo de la cama no es a la hija de Lambruschini sino al jefe de policía Cesáreo  Cardozo, ocurrido el 18 de junio de 1976 y atribuido a Ana María González. Lo de Paula Lambruschini sucedió el 1 de agosto de 1978, cuando una bomba destinada a asesinar a su padre,  afectó a dos edificios
Tantos descuidos se contradicen con sus exigencias con acontecimientos históricos. En una charla en el ciclo ADN cultura, del 21-11-2007 expresó: "La recuperación de la ESMA, por ejemplo, fue muy importante pero no me gustó el estilo con el que se presentó en 2004; fue un estilo amnésico que afectó a centenares de personas que participaron del juicio a las juntas militares." Es correcta la apreciación de Sarlo pero forma parte de su permanente malestar no sólo con el estilo sino también con los contenidos del kirchnerismo. Ya en el 2004, en el reportaje citado de la revista XXIII manifestaba entre simpatía y curiosidad hacia Duhalde de quién sostenía: “es el político para analizar en los próximos años”, al tiempo que minimizaba al kirchnerismo. Así sobre las medidas económicas tomadas afirma “provienen de Lavagna, un hombre de Duhalde”. De Kirchner sostenía “que se está acercando al demonio del Pacto de Olivos”. Seis años más tarde, Duhalde es un hombre respaldado por los sectores más conservadores desde la Sociedad Rural a Jorge Bergoglio propulsado por Clarín,  cuenta con la mirada indulgente de La Nación, los medios que le abren sus páginas a  Sarlo. No es una casualidad. Sarlo tiene un lenguaje más refinado que el brutal de los medios hegemónicos. Un envoltorio distinto para un contenido similar. Otro ejemplo de sus transgresiones módicas, siempre alineadas con los medios hegemónicos que la contratan, son sus declaraciones acerca de la ley de medios audiovisuales en Contraeditorial de febrero del 2010, polemizando con el licenciado en filosofía Ricardo Forster: “Estoy completamente en desacuerdo con sacar una ley contra el Grupo Clarín, que fue aliado de Kirchner. Estoy en desacuerdo con la oportunidad de la ley, pero no estoy en desacuerdo con sus criterios generales.”

LA JIBARIZACIÓN DEL INTELECTUAL ORGÁNICO 
¡Qué salto el de Beatriz Sarlo! De la marginalidad cultural, directora de un medio valorable pero de escasa inserción, a ensayista estrella de los medios hegemónicos. Y de ahí a postular un discurso republicano basado en la división de poderes, la pureza de las formas, la preocupación por la pobreza y los derechos humanos. Y en algún momento, cuando  Beatriz Sarlo quede sola frente al espejo, un cierto rubor acudirá a sus mejillas. Lo hace desde medios que siempre han sido golpistas como La Nación, cuyo fundador arrasó las provincias del norte argentino con coroneles que no tenían nada que envidiarles a Camps y Echecolatz y dirigió los ejércitos en la guerra de la Triple Infamia que arrasó al Paraguay. O que junto a los dueños de Clarín se quedaron con el monopolio de Papel Prensa, mientras predican la libertad de mercado, con manejos infames. No fueron sólo cómplices, sino parteros y socios del terrorismo de estado. A lo que se suman las adopciones irregulares de Ernestina Herrera y el escamoteo para dilucidar si sus hijos adoptivos son de padres desaparecidos. Si Sarlo decide postular su independencia, sería interesante que trate estos temas en los medios hegemónicos en los que escribe, que actúan como un partido político y cuando se sienten desenmascarados se refugian en la libertad de prensa. 
Beatriz Sarlo es una intelectual inteligente, más allá de sus apreciaciones erróneas. Pero tener un cerebro grande alimentado con una buena formación, cuando hay que adaptarlo a un cráneo pequeño, que ese es el tamaño del establishment, obliga a una jibarización del cerebro y un adelgazamiento importante de la densidad del pensamiento. Como dijo hace muchos años Arturo Jauretche: en lugar de adaptar el sombrero a la cabeza, se decide que la cabeza se adecue al tamaño del cráneo. Kovadloff, Aguinis, el rabino Bergman, ya lo hicieron viniendo del campo laxo y resbaladizo del progresismo y no tienen retorno. ¿Beatriz Sarlo estará definitivamente cooptada? Es altamente probable que la contestación sea afirmativa. Intentar ser una remake de Victoria Ocampo es caro, aunque ésta nunca intentó hacer análisis político, tal vez más consciente de sus limitaciones.
Sería otro lamentable ejemplo de la jibarización del intelectual cuando  pasa a ser orgánico del establishment.

 23-07-2010
 Publicado por Hugo Presman                            

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Hugo Presman.   Para publicar citar la fuente


10 comentarios:

  1. Se me pierde el significado preciso de "intelectual orgánico", Hugo. Una vez, durante los 90, Alicia Pierini me dijo que ella era un intelectual orgánico del peronismo... Y no es porque el peronismo sea contradictorio. Me parece que es otro paradigma de los países centrales sobre el que quizás deberíamos pensar.

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  2. Excelente análisis. Puedo decir que empecé a leer mucho más que en toda mi vida de 60 años recién hace unos 4 años. Como había leío La cruz invertida y La gesta del marrano creí que Aguinis se podría seguir leyendo. Evidentemente la jibarización está haciendo estragos.

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  3. Jorge: intelectual orgánico es el que integra el plantel titular del equipo del que forma parte.
    Pierini lo será al peronismo y Sarlo al establishment
    Un Saludo
    Hugo Presman

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  4. Hugo:

    Después, si tenés tiempo, fijate en las caracterizaciones que "los Libros" hacía de Isabel y López Rega en el año 75 -por la negativa, también las de Videla como prorruso-. Posiblemente lo conozcas, pero si no... baste decir que deja como muy pequeño lo de Lanusse.

    Muy buena nota,

    Un abrazo,
    EM

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  5. Hola Hugo: Me gustó mucho que hayas emprendido esta revisión crítica del derrotero de Sarlo; tal vez la mujer con más peso propio en la cultura argentina desde Victoria Ocampo.
    Me gustaría puntuar algunos detalles. Tesis (podríamos decir) es que la trayectoria política de Sarlo coincide con la del PCR. Faltaría indicar que la financiación inicial para lanzar Punto de Vista provino de Vanguardia Comunista.
    Coincido en la importancia que tuvo en los 80, cuando introducía polémicas y métodos de tratamiento teórico de la cultura popular (Raymond Williams era un referente) y de la propia teoría marxista (donde el referente era Gramsci).
    Me extrañó la ausencia de toda mención al papel destacado que ella y su grupo tuvieron en el gobierno de Alfonsín. Sobre todo porque su desplazamiento de las cercanías del Poder tiene mucho que ver con su resentimiento hacia los Kirchner.
    Sigo...

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  6. Sigo...
    Otro punto es el de su carrera en los medios. Antes de largarse con las notas casi ñoñas en Viva escribió bastante tiempo columnas serias o -por lo menos- fundamentadas en Clarín. Al punto que, cuando yo era un esforzado columnista en la primera versión del diario Perfil (año 98), le aceptaban a ella notas descuidadas con tal de tenerla (siendo que Perfil atacaba todo lo que tuviera que ver con Clarín).
    Lo del giro hacia el discurso republicano y la consecuente jibarización intelectual está muy bien. Pero creo que eso ya había empezado con el alfonsinismo. Una breve charla con Portantiero en el 84 me dió la pauta : ¡me recomendó leer a Locke para revisar a Marx!. Fueron esos giros, también, los que hicieron inviable a Punto de Vista, dicen, tras sucesivas y amargas rupturas grupales.
    Finalmente, la edad y el origen de clase pesan; la nostalgia de la infancia entre libros y árboles en Belgrano R, tiran. Se puede comprender humanamente y dejarle disfrutar del retorno al redil. Pero entonces, eso sí, que nos ahorre sus leccionesa quienes nunca estuvimos dentro ni tenemos un confortable redil al cual volver.
    Un abrazo.

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  7. Hola Hugo, soy Laura Ramos. ¿Cómo me puedo comunicar con vos?

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  8. Sé que me dejaste mensajes en mi contestador pero no pude tomar los teléfonos y se me borraron. Estaba de viaje. Un abrazo, Laura R.

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  9. Habría que recordar también en lo que se transformó la carrera de Letras luego de que hiciera, junto con otros noventistas colegas entre los que se cuenta Daniel Link, aquella vergonzosa zancadilla que desplazó a David Viñas de la cátedra de Literatura Argentina que lo dejó fuera de los claustros académicos.

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