Sebastián
Lacunza
Javier
Milei y Alberto Fernández, en el momento del traspaso de mando.
10
de diciembre de 2023 DIARIOAR
La
narrativa de Mauricio Macri dice que uno de los pocos errores de su
mandato presidencial fue que no le contó “la verdad a los argentinos”
sobre la situación heredada en diciembre de 2015, con el supuesto fin de no
amargar a la población. Una lectura de los discurso del expresidente el día de
su asunción o el de apertura de sesiones del Congreso en marzo de 2016,
el compendio “El estado del Estado” o la constatación del contenido de
los poderosos medios que acompañaron a Cambiemos desmiente la afirmación. Por
el contrario, el macrismo se dio vía libre para dar una versión a su antojo
sobre el balance de los gobiernos kirchneristas.
Macri
le aconsejó a Milei que no ahorrara datos sobre la realidad recibida. Era un
secreto a voces que el nuevo presidente le haría caso para describir “la
peor herencia de la historia”.
Los
problemas de Argentina son múltiples: sociales, económicos, de funcionamiento
del Estado, educativos. No es objeto de esta nota abordarlos, sino repasar el
cúmulo de datos falsos, exagerados o tergiversados presentes en el discurso de
asunción.
“Hoy
comienza una nueva era en Argentina”, aseveró Milei. “Ningún gobierno ha
recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros”.
Déficit
fiscal
“El
kirchnerismo, que en sus inicios se jactaba de tener superávit gemelos, esto
es, superávit fiscal y externo, hoy nos deja déficit gemelos por 17% del PBI. A
su vez, de esos 17 puntos del PBI, 15 corresponden al déficit consolidado entre
el Tesoro y el Banco Central. Por lo tanto, no existe solución viable en la que
se evite atacar al déficit fiscal. Al mismo tiempo, de esos 15 puntos de
déficit fiscal, 5 corresponden al Tesoro Nacional y 10 al Banco Central, por lo
que la solución implica, por un lado, un ajuste fiscal en el sector público
nacional de cinco puntos del PBI, que a diferencia del pasado, caerá casi
totalmente sobre el Estado y no sobre el sector privado”.
El
déficit fiscal primario estipulado en el acuerdo con el Fondo Monetario
Internacional para 2023 era 1,9%. Los desbalances instrumentados por Sergio
Massa este año, al calor de su campaña presidencial, disparan el porcentaje a
entre 2,8% a 4%, según estimaciones privadas de diverso origen.
Alguno suma otros renglones y agrega algún punto más. Para escalar al 15%
denunciado, Milei mezcla linealmente el gasto estatal con la posición de Leliqs
y otros pasivos del Banco Central. Esas letras de respaldo a los depositos
bancarios son un problema grave para algunos economistas, o secundario para
otros, incluso más allá de abordajes ideológicos. Lo que está claro es que
ninguna estimación seria permite sumarlos en un discurso de apertura de un
gobierno con el fin subalterno de justificar ajustes draconianos por venir.
Cristina
Fernández de Kirchner, Javier Milei y Alberto Fernández
“Inflación
plantada”
El
Presidente puso en la batidora antecedentes del Rodrigazo de 1975, el pico de
precios actual y los pasivos remunerados del Banco Central para llegar a una
novedosa categoría, la “inflación plantada”.
“Esta
es la herencia que nos deja, una inflación plantada del 15.000% anual, la cual
vamos a luchar contra uñas y dientes para erradicarla”.
La
altísima inflación argentina de 2023 será del orden de 150%.
No tiene sentido analizar el porcentaje que imaginó Milei, ni mucho menos
considerar que eso es una “herencia”. Acaso crea que es una forma de convencer
a su base electoral de que la disparada inflacionaria producto de la inminente
devaluación y suba de tarifas no será tan difícil de sobrellevar. La
devaluación y la corrección de precios relativos estaban en la agenda de 2023
cualquiera fuera el ganador de las elecciones presidenciales, pero es
responsabilidad de Milei elegir el camino de llevarlos a cabo. Como intento
de crear un fantasma para amortiguar los efectos de sus decisiones, suena
burdo.
Deuda
de almacenero
Alguien
le acercó a Milei una cuenta de almacenero de la deuda de US$ 30.000 millones
por pago de importaciones, utilidades pendientes por US$ 10.000 millones, la
Leliqs del Banco Central, el juicio de Burford por la estatización de YPF y los
bonos del Tesoro en pesos y llegó a otra cifra de impacto: US$ 100.000 millones
a ser pagados en 2024.
Si
decide saldar todas esas cuentas, será su voluntad. Algunas son deudas
amenazantes para la estabilidad del país. En algún caso, son refinanciables.
También hay obligaciones habituales del Estado y otras forman parte de
decisiones políticas. Una vez más, una mezcolanza que malversa la situación
real del país.
Muertes
por COVID
Milei
también faltó a la verdad a la hora de evaluar las muertes por coronavirus.
Afirmó: “Durante la pandemia, si los argentinos hubieran hecho lo que hizo
la media de los países del mundo, hubiéramos tenido 30.000 muertos.
Respecto a la pandemia por COVID el presidente Milei afirmó: ”Durante la
pandemia, si los argentinos hubieran hecho lo que hizo la media de los países
del mundo, hubiéramos tenido 30.000 muertos. Pero gracias al Estado que nos
cuida y a su ineficiencia, 130.000 argentinos perdieron la vida“.
A
septiembre de 2022, Argentina tenía menos muertes cada 100.000 habitantes que
vecinos como Perú, México, Chile y Brasil. Medida por exceso sobre las muertes
habituales entre enero de 2020 y marzo de 2021, Argentina nuevamente se destaca
en el contexto regional.
“Empleo
estancado”
Milei
habló de empleo. Dijo que los puestos en el sector privado se mantienen
estancados en 6 millones. Falso. El gobierno de Alberto Fernández
tiene muchas cifras negativas para exhibir en cuanto al salario, sobre todo de
los trabajadores en negro, inflación y pobreza. En empleo, se registran alzas
en los segmentos de asalariados inscriptos, registrado e informal. Entre
diciembre de 2019 e igual mes de 2023, los puestos de asalariados formales
crecieron en más de 300.000, cifra no desdeñable desde el derrumbe de Macri,
quien felicitó a Milei por su discurso inaugural.
https://twitter.com/mauriciomacri/status/1733879634708615415
“Baño
de sangre”
El
nuevo presidente aludió a la inseguridad, tema omnipresente en los medios y
factor primordial de preocupación de muchos argentinos.
“Nuestros
desafíos no terminan solamente en el plano económico. El nivel de deterioro de
nuestro país es tal que abarca todas las esferas de la vida en comunidad. En
materia de seguridad, Argentina se ha convertido en un baño de sangre”, dijo
Milei.
Ya
investido como presidente de Argentina, Javier Milei se traslada a la Casa
Rosada acompañado de su hermana Karina EFE/ Luciano González
Aunque
el robo es una realidad acuciante en barrios de las grandes ciudades, la
alusión de Milei lució una vez más exagerada a la luz de los datos reales. La
Oficina de Naciones Unidas para las Drogas y el Delito reportó datos de 2022
que indican que en Argentina ocurrieron 4,3 homicidios cada 100.000 habitantes,
una cifra muy inferior a la mayoría de los países de América Latina. Por
ejemplo, el ratio llega a 21,3 en Brasil, 6,7 en Chile y 11,2 en Uruguay.
“Los
delincuentes caminan libres, mientras los argentinos de bien se encierran tras
las rejas. El narcotráfico se apoderó lentamente de nuestras calles, a punto
tal que una de las ciudades más importantes de nuestro país ha sido secuestrada
por los narcos y la violencia”, dijo en alusión a Rosario, urbe que multiplica
varias veces el promedio de asesinatos nacional. La cantidad de encarcelados,
muy superior a la de décadas atrás, demuestra otra afirmación liviana del
ultraderechista.
Los
chicos que no terminan la escuela
Milei
reservó unas líneas a la educación.
“Para
que tengan en cuenta el deterioro que vivimos, sólo el 16% de los chicos se
reciben en tiempo y forma en la escuela, sólo 16 de cada 100, el 84% no termina
la escuela en tiempo y forma”
La
misma nota de la que Milei probablemente leyó el título, pero no
el contenido, desmenuza la estadística elaborada por la organizacón
Observatorio de Argentinos por la Educación.
Quienes
terminan la escuela secundaria en once años, el tiempo estipulado en el
calendario, son 52% de los alumnos, en un país con una tasa de escolaridad
primaria entre las más altas del mundo. Del resto, la mitad
(cerca de 25% del total) completa el secundario más tarde, según el cómputo de
2020.
Para
reducir el 52% al 16% la porción de quienes “terminan la escuela en tiempo y
forma”, tal como Milei se permitió decir frente a sus votantes, las cámaras
legislativas y mandatarios extranjeros, mezcló un análisis sobre los
conocimientos mínimos de comprensión de textos y matemática que esa ONG
consideró mensurables, entre muchas metodologías que arrojan otros resultados.
Es
decir, el economista combinó un dato duro, como la matrícula escolar, con una
evaluación de conocimiento que podrá o no ser respetable, pero se refiere a
otra cosa.
Peras,
manzanas y el valor de la palabra pública de quien acaba de asumir la
presidencia..
SL
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