Resumen Latinoamericano/ 29 de junio 2017 .-
Escribo estas líneas luego de haber escuchado unas breves
pero rotundas opiniones sobre la situación venezolana a emitidas por el
periodista Hugo Presman en su programa EL TREN.
Empecemos por las conclusiones, Presman plantea que para él,
la única salida a la actual situación venezolana es, tal como lo plantea la
Alianza de derecha, el MUD, elecciones inmediatas, para definir finalmente si
Maduro debe seguir en el gobierno o este debe pasar a manos de estos sectores.
En su análisis sobre la crisis que atraviesa el país
hermano, Presman obvió analizar quienes son los causantes de la misma y cuáles
son sus objetivos. Más allá de errores, que sin dudas los hubo y los hay, tanto
en el plano político como el económico de parte del actual gobierno, la crisis
no arranca con su llegada al gobierno sino que ya había comenzado durante el
gobierno de Hugo Chávez a partir de una contraofensiva del imperialismo
norteamericano, los grupos económicos y mediáticos concentrados y la derecha
política de este continente, contraofensiva que se expresó no solo en
Venezuela, sino también en Ecuador, en Bolivia, en el Salvador, en Honduras y
particularmente en Brasil y la Argentina. En Brasil lograron mediante un golpe
“blando”, movilizando los mismos sectores que hoy son la oposición en
Venezuela, al gobierno de Dilma Rusef y en Argentina todos sabemos que ocurrió
en diciembre del 2015.
La diferencia de agresividad en Venezuela es que para la
derecha y el imperio la patria de Bolívar es un objetivo preciado para ellos
por sus riquezas petrolera, gasíferas, de oro y otros minerales de alto valor
estratégico, pero a la vez es un hueso más duro de roer por la existencia de un
gobierno, con su más y con sus menos, dispuesto a dar batalla ,una parte
importante de la población que abraza al chavismo y la revolución bolivariana
organizado y movilizado y unas FF.AA. reorganizadas alrededor de estos
objetivos y la constitución.
Venezuela es particularmente agredida por la caída brutal en
el mercado del valor del petróleo y la dependencia histórica de su explotación
que aún no se pudo o no se supo romper , por el accionar de los grupos
económicos y financieros concentrados,
los de afuera y los de adentro del país, que han provocado la enorme inflación,
el desabastecimiento, la fuga de divisas, el contrabando hacia Colombia y
además, en la primera etapa de esta contraofensiva, hasta lograron un exitoso,
aunque breve en el tiempo, golpe de estado contra el propio Chávez.
Al mismo tiempo es con la dirección del imperialismo y esa
burguesía que ve en grave riesgo sus intereses económicos y políticos de
dominación que se promueve la movilización los sectores medios y altos de esa
sociedad que son en realidad los responsables, a través del accionar de grupos
de lumpen y fascistas bien organizados y pertrechados para la acción violenta
contra un gobierno absolutamente legal, la mayor cantidad de los muertos, de
incendios a oficinas públicas, locales partidarios del chavismo, de autos,
camiones, asaltos a cuarteles, etc, etc.
Súmese a esto la presión política del imperio y los
gobiernos de derecha del continente en la OEA, la labor de la CIA y sus ONG al
interior del país, la financiación de armas y otros elementos a los grupos
golpistas en las calles, el rol de los medios de comunicación dominantes en la
agitación, la difusión de la mentira y la propaganda golpista, el apoyo sin
cortapisas de la cúpula de la Iglesia Católica a contramano de las aspiraciones
y planteos del Papa no solo al MUD sino también a las bandas fascistas, la
amenaza militar de altos funcionarios de los EEUU y de sus FF.AA., incluidos
sus Presidentes, la amenaza de intervención directa de la cuarta flota yanqui y
podría seguir con esta enumeración para dejar claro a quienes se enfrenta hoy
la revolución bolivariana.
Hay en Venezuela una clara y abierta lucha de clases y está
claro también que del lado de la defensa del gobierno constitucional de Nicolás
Maduro está la inmensa mayoría de la clase obrera y de los sectores populares
que emergieron en este proceso con conquistas que no están dispuestos a dejarse
arrebatar.
¿Cuál sería la situación si la derecha triunfara en esta
puja? No puede caberle dudas a nadie, menos con el conocimiento y la
experiencia de hombres como Hugo Presman, que si eso ocurriera se iniciaría en
ese país un baño de sangre, de pérdida de conquistas de los trabajadores y el
pueblo, la entrega de sus riquezas y las empresas nacionalizadas a la voracidad
de los monopolios y el imperio y la imposición de una dictadura de derecha sin
formalidad democrática alguna que reprimiría brutalmente a quienes osaron
levantarse contra su dominio y en defensa de su patria. Baste recordar como
ejemplo la caída, por métodos y acciones similares, del gobierno en Chile de
Salvador Allende y en que terminó ese proceso.
Hay en Venezuela una convocatoria a elecciones para una
nueva constitución, el gobierno convocó a la participación más amplia y recibió
el rechazo rotundo de la derecha reunida en el MUD con el planteo liso y llano
que Maduro debe renunciar.
¿Porque debería el chavismo convocar a elecciones
adelantadas cuando su mandato no ha vencido y ocupa el gobierno con legalidad
absoluta?.
Presman parece estar mal informado, Maduro no está solo,
tiene un importante apoyo popular y disposición a resistir y a vencer. Cuando
las situaciones llegan a este punto, discúlpeme Presman, pero los tibios,
objetivamente, al margen de su buena voluntad, juegan para el enemigo. La
experiencia es que si los revolucionarios no saben defenderse la derecha
termina triunfando, dejando un tendal muertos, asilados y encarcelados en el
camino y los países entran en crisis aún más graves y terribles, especialmente
para sus sectores populares.
Abrirle camino al poder a estos grupos de choque fascistas
dela derecha, que queman hospitales, provocan con el asalto a cuarteles porque
las FFAA no intervienen para dar el golpe, queman vivos a jóvenes chavistas,
bombardean edificios y lugares públicos como en la Argentina del 55, asaltan,
roban y matan a ciudadanos comunes, sería enterrar a Venezuela y a su pueblo en
una larga y siniestra noche que todos conocemos y de la que hay ejemplos de
sobra en el mundo.
No es este el camino de Bolívar y San Martín, no es ese el
ejemplo de sus vidas y las luchas que protagonizaron contra los enemigos de
afuera y de adentro de las revoluciones liberadoras.
Los pueblos tienen derecho a defender sus conquistas, su
libertad y su independencia, incluso con las armas en la mano. Esas son las
enseñanzas de la revolución cubana de la Sierra Maestra, pasando por Bahía de
Cochinos, el bloqueo criminal a su economía, los atentados, etc, es la
enseñanza de salvador Allende y el Che.
Mis disculpas si alguna opinión es un poco fuerte para el
debate.
Lo saludo fraternalmente
Alberto “Cacho” Rodríguez
RESPUESTA A LA
CARTA ABIERTA DE ALBERTO RODRIGUEZ
El
programa EL TREN se deslizaba hacia la segunda pausa cuando a las 19,28 horas
del 28 de junio leí un wasap de un oyente que decía que no había escuchado en
los últimos días el programa y que quería saber si habíamos hablado sobre la
grave situación que se vivía en Venezuela. Le informé que hacía unos días que
no tratábamos el tema, que efectivamente la situación era grave, que la
oposición era salvaje y podía posiblemente compararse con la oposición al peronismo en 1955, que eso
no significaba minimizar los errores del gobierno bolivariano que no había
logrado diversificar la matriz productiva en una situación de un precio record
del barril de petróleo que ahora descendió a menos de la mitad, que había una
diferencia significativa de envergadura histórica entre Hugo Chávez y Nicolás
Maduro, que era necesario encontrar una
salida y que la misma posiblemente era electoral. Todo ello en dos minutos y
medio, porque a las 19,30 es necesario dar paso a la publicidad de la radio. El
mismo 28 de junio recibo en mi casilla un correo con el título “Carta abierta al periodista Hugo Presman”, lo que revela un
escrito en caliente, que es el menos aconsejable para una carta abierta. Le envié entonces un mail
a Rodríguez que ha estado en nuestro programa y declara ser oyente habitual,
para entablar una conversación telefónica. En la comunicación charlamos sobre
la carta y otros temas, le comenté qué por lo breve de la respuesta al oyente, me
di cuenta posteriormente que faltaba el apoyo incondicional al gobierno de
Maduro hasta la finalización de su mandato, cosa que hice en el programa el día
siguiente.
Posteriormente
empecé a recibir comentarios de conocidos y amigos y ahí me enteré qué la misma
había sido publicada en “Resumen Latinoamericano.”
Dudé
en contestar, porque como Alberto Rodríguez es un oyente habitual, no podía
entender que fragmentara equivocada y seguramente involuntariamente, dos
minutos en un programa que lleva 14 años en el aire y que tiene una simpatía
explícita hacia los gobiernos nacionales y populares. Creo que
involuntariamente, distorsionó la foto y olvidó o desechó la película.
Pero
dicho esto desligo al programa y hablo exclusivamente en mi nombre. Desde hace
más de cincuenta años defiendo a los gobiernos populares, reivindico el
concepto de populismo, sin desconocer sus limitaciones, sin tapar sus errores,
sin hacerle un fotoshop a sus limitaciones y defectos. Ubicado claramente en la vereda que defiendo,
me reservo toda la libertad de invocar y practicar un apoyo crítico. Me produce
un profundo rechazo los chupamedias y obsecuentes que siempre están cuando el
viento sopla a favor y desaparecen cuando la mano viene cambiada
Rodriguez
sostiene que pedí elecciones inmediatas. No es cierto, dije que debería
encontrarse una salida y que la misma debía ser una salida electoral. En ningún
momento dije inmediata, afirmación forzada para hacerme coincidir con la
oposición. Luego escribió: “En su
análisis sobre la crisis que atraviesa el país hermano, Presman obvió a
analizar quienes son los causantes de la misma y cuales son sus objetivos.” Es
falso. Lo que dije está consignado más arriba.
Simplemente
para los que han leído la carta abierta transcribo un fragmento de la nota que
publiqué en la Tecla Ñ con fecha 1-05-2017, 58 días antes de la carta abierta
de Rodríguez, bajo el título “De
Venezuela a Santa Cruz” que en una parte dice: “Son
un país y una provincia con un recurso en común: el petróleo. Ambas tienen la
bendición y la maldición de ese bien estratégico: serias dificultades para
diversificar la matriz productiva. Hugo Chávez, la Venezuela Bolivariana ha
dividido la historia de ese país en un antes y un después. Cierta similitud con
el primer peronismo, imbatible en las elecciones, como en la Argentina de
entonces, fue acusado de dictadura. Una dictadura muy particular que ganó todas
las elecciones en vida de Chávez, con excepción de una que perdió por medio
punto, y cuya derrota fue reconocida, que levantó la bandera revolucionaria de
la Unidad Latinoamericana y la abasteció de fondos, que realizó una
distribución de los ingresos en favor de los sectores populares que por primera
accedieron a un médico, a un odontólogo, a una casa, y sobre todo a la dignidad.
Eso fue posible por la recuperación del petróleo para los venezolanos y la
estatización de resortes económicos básicos Con fuerzas armadas como una de las
patas del arco de apoyos, que llamativamente, conociendo la historia
latinoamericana, el imperialismo no ha llegado a fraccionar para dar un golpe.
Con un poder económico movilizando una oposición feroz y medios golpistas que
hasta apostaban al magnicidio, Chávez representa un hito que la historia,
cuando se diluyan las pasiones, ubicará junto a los próceres latinoamericanos
del siglo XIX. La biología jugó en contra y su muerte fue una tragedia para
Venezuela y Latinoamérica. Ya entonces el valor del barril de petróleo había
descendido vertiginosamente y empezaban a exteriorizarse errores e insuficiencias.
Nicolás Maduro lo sucede en esas circunstancias y a una situación que se
complicaba sumó una sucesión importante de errores. Fue perdiendo apoyos y a
los pasos en falsos, el poder económico que viene por la revancha usó el arma
letal del desabastecimiento. No hay sociedad que resista el desorden y el
desabastecimiento por un tiempo prolongado. Ese apoyo popular cercenado le ha
llevado a Maduro a saltear elecciones, algo que con Chávez nunca sucedió y que
le va quitando porciones de legitimidad. La oposición palpita que lo que
largamente esperó está cercano, huele sangre y la busca. Para ello no escatima
recursos y medios. El psicoanalista Alfredo Grande ha escrito: “Han preparado
el terreno desde hace tiempo. La infiltración de paramilitares en zonas de frontera
y barriadas no es un mito. Su accionar tampoco….Hace unos días fueron
interceptados dos sujetos con 3 fusiles FAL con escudos de la Fuerza Armada
Nacional Bolivariana, 3 cargadores con capacidad para 20 cartuchos, 899
cartuchos calibre 7,62x51, ocultos en un compartimiento secreto ubicado entre
el tablero y el motor del camión en el que iban……..La lista de pruebas es
larga, desde jóvenes entrenados en Colombia, como Lorent Saleh, hasta
campamentos enteros desmantelados, como en el Estado de Táchira en el mes de
marzo”
El
gobierno tampoco trepida en defenderse con lo que tiene. Los muertos revelan la
intensidad del enfrentamiento. La degradación del gobierno de Maduro y su
eventual caída abrirá el camino a una oposición ignominiosa cuyo visualización
puede verse en el documental “La revolución no será televisada” de Kim Bartley & Donnacha O´Briain, filmada en el
Palacio de Gobierno cuando esta oposición logró desplazar a Hugo
Chávez por una horas en abril del 2002 y fue rescatado por la movilización
popular que rodeó la casa de gobierno. Es absolutamente coherente que los
intereses que representa Mauricio Macri estén alineados con la oposición
venezolana. Tan coherente como falso el suponer que un país diametralmente
diferente como la Argentina, que consiguió hace 65 años con el peronismo, lo
que intentaba parcialmente realizar Chávez, se acercaba a la actual Venezuela.
Más bien hay que buscar, si se quieren hacer comparaciones, siempre forzadas a
los meses anteriores a junio y septiembre de 1955. Sabemos quiénes se asumían
como democráticos y en nombre de la república los crímenes que perpetraron y
quienes fueron proscriptos y perseguidos. La identificación de chavismo y
delito, que se difunde en Venezuela abreva en lo que se hace en la Argentina con
el kirchnerismo. No es original, es lo que se perpetró contra el peronismo
después de septiembre de 1955
A la muerte del Hugo Chávez escribí bajo el
título “Gracias Comandante”:
“Comandante, ahora que se fue, quedándose para siempre, permítame que en un
supremo gesto de inmodestia le cuente lo
que Ud. significó para un pequeñísimo militante latinoamericano. Lo hago bajo
el clima de la conmoción que su muerte significa, pero seguro que en esta
historia personal queda reflejada con matices y diferencias las de una
generación de luchadores. Ya habrá tiempo para contar lo sucedido desde Ud.
Su muerte me lleva a otras muertes de figuras
queridas. Tenía 6 años cuando en una fría noche de julio cenaba con mis padres
antiperonistas en una pequeña aldea de las colonias judías de Entre Ríos,
cuando a las 20 y 25 la radio informó de la muerte de Evita. Era muy chico y
aldeano y la única pregunta que se me ocurrió fue ¿quién le cocinará ahora a
Perón? Cuando adolescente ingresé a la izquierda nacional que también influyó
muchas décadas después sobre Ud., y comprendí lo que significó Evita; entonces
pude llorarla y recordarla diariamente los cuarenta y cinco años posteriores.
Estudiante universitario, derramé lágrimas por la muerte del Che en Bolivia, en
la primavera de 1967, por su enorme estatura que contradecía sus errores
estratégicos. Años más tarde maldije conmovido el suicidio de Salvador Allende
cuyo último discurso, bajo las bombas que caían sobre la Moneda, el 11 de
septiembre de 1973, es uno de los más conmovedores
que se hayan pronunciado: ¿recuerda Comandante aquellas palabras del Chicho?: “¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un tránsito
histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. …”
Un 1° de julio de 1974
murió Perón, y el hombre por el cual habíamos luchado por su regreso, abrió un enorme agujero que terminó
llevándose a una generación en los años de plomo. Sorpresivamente, cuando la
historia de los pueblos parecía clausurada, un hombre del Sur despertó las
esperanzas perdidas; pero un día primaveral, feriado por la realización de un
censo, Kirchner murió y el dolor fue desgarrador. Y ahora Ud. Comandante. Un
cáncer logró lo que sus enemigos desearon pero no pudieron, allí en las
elecciones donde fue imbatible.
¿Sabe una cosa
Comandante? Ud. concretó algo así como el peronismo venezolano. Para ello
fueron necesarias dos circunstancias históricas: el “caracazo” del 27 de
febrero de 1989 y la caída del Muro de
Berlín en noviembre del mismo año. Hijo de ambos hechos históricos, intentó un
golpe en febrero de 1992, en una Venezuela donde el 72% era extremadamente
pobre y el 30% padecía de desnutrición, devastada por el Pacto de Punto Fijo
que garantizaba la alternancia de los dos partidos mayoritarios. Seis años más
tarde llegó al gobierno por elecciones. Y empezó a haber una luz en la
oscuridad inenarrable del neoliberalismo. Confirmando la aseveración de
Shakespeare, afirmación puesta en boca de uno de sus personajes: “la oscuridad
más profunda es la que precede al amanecer”, se sumaron en la década siguiente,
Lula, Tabaré, Bachelet, Evo, Correa, Lugo, Kirchner.
Ya no estaba sólo Hugo.
Ahora la idea más revolucionaria del siglo XIX, la unidad latinoamericana que
enarboló como nadie invocando y predicando a Bolívar, tenía los actores
necesarios para corporizarse. Imagínese lo que significó para los que nos
formamos en la izquierda nacional que
siempre levantamos esa bandera, que Ud. la enarbolara como nadie; la misma por
la cual fueron asesinados o exiliados los emancipadores que la sostuvieron en
el siglo XIX.
Empezaron a suceder concreciones impensables:
la consolidación del Mercosur, la creación de la UNASUR y del ALBA; el no al
ALCA, en una alianza de epopeya en Mar del Plata con Néstor y el apoyo de Lula.
Reuniones de
presidentes donde el lenguaje y las propuestas despertaban las utopías
incumplidas del siglo XIX y algunas de los setenta del siglo XX. Eran tan
notables que un día, mirando por televisión un encuentro de mandatarios en
Buenos Aires, allá por el 2007, escribí una nota que se llamaba “El televisor
de los sueños” que en un párrafo decía: “Tengo un televisor que transmite los sueños. Que
trae imágenes del futuro. En colores. Con mucho verde esperanza. Ayer mi
televisor enloqueció. Aparecieron imágenes de un acto en Casa de Gobierno. Con
la presencia de los presidentes Lula, Evo, Duarte, Chávez, Correa, Kirchner y
Cristina Fernández. …Que trae al presente imágenes vistas en las utopías
juveniles. Con gente vitoreando “Patria si Colonia no.” Si, ahí mismo donde
hace apenas una década se proclamaban las relaciones carnales, la idea de la
colonia próspera entrando de rodillas al primer mundo. Donde se llegó a
importar caca francesa. Ahí donde se aplaudía aquello de “ramal que para, ramal que cierra”. Ahí donde
hoy están sentadas las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, se promulgaban las
leyes de la impunidad y el indulto. Entre el público alcancé a avizorar a
muchos de los que aplaudían lo contrario de lo que hoy se hace. Por la humedad
de los ojos alcanzo o imagino leer una frase de Marx: “En la historia, como en
la naturaleza, la podredumbre es el laboratorio de la vida”. Está hablando Evo.
En su voz y en su piel está buena parte de la historia de las venas abiertas de
América Latina……”. Es cierto que se va Comandante y el Banco del
Sur no se concretó. Pero hay muchas otras que sí se llevaron a la práctica: En
Venezuela, los olvidados que no conocían en su vida un médico y eran
analfabetos, accedieron a la salud y a la educación. Bajó la pobreza a la mitad
y sólo durante el 2011 repartió 146.000 viviendas, mientras catorce millones de
venezolanos acceden a alimentos subsidiados por el Estado y el 61% de la
población compra alimentos en puntos de venta del Estado. Por eso cuando el poder económico dio su
golpe el 11 de abril del 2002, cuando lo detuvieron y lo llevaron a una isla
con el fin de fusilarlo, los que recuperaron la dignidad gracias a Ud. bajaron
de los morros y consumaron su 17 de octubre. Desde entonces Ud. fue más
peronista que mucho de los que se olvidaron de Perón en nuestro país.
Tengo críticas para formularle Comandante, pero lo dejaré para otra
oportunidad. Quiero recordarlo como ese conversador
encantador, ese orador brillante, ese militar con una sólida formación que
abrevaba en la historia latinoamericana para desentrañar el presente.
En los últimos años se enamoró de “El loco
Dorrego” de Hernán Brienza,
difundió “Historia de la Nación
Latinoamericana” de Jorge Abelardo Ramos; y como el Pepe Mujica, no dejó de
recordar aquella frase precisa del “Colorado”: “América Latina no se encuentra dividida porque es “subdesarrollada”
sino que es “subdesarrollada” porque está dividida. El subdesarrollo es hijo de
la división, y, por eso mismo, es decisivo resolver la cuestión nacional.” En
su último mensaje a la CELAC citó a otro hombre de
la izquierda nacional, escribiendo: “Tiene
razón el escritor argentino Norberto Galasso: Lo que pudo ser la victoria de la Patria Grande se
convirtió en las veinte derrotas de las patrias chicas. Esta historia no debe
repetirse.” Y avanzó sobre lo realizado: “Todo cuanto hagamos por la unidad
no sólo estará justificado por la historia sino que además se convertirá en el
más luminoso legado que podamos dejarles a las nuevas generaciones. Igualmente,
estaremos honrando activamente la memoria de nuestros Libertadores y
Libertadoras. En la CELAC, como quería Bolívar, hemos vuelto a ser una sola
Patria.” Generoso como nadie, ayudó a quien lo necesitara, ya sea Cuba,
Nicaragua o la Argentina.
Recuerdo
a Helder Cámara, el obispo brasileño que me parece que me dice: “Cuando uno
sueña solo, es sólo un sueño, cuando soñamos juntos, comienza a construirse
otra realidad.”
Comandante: en este momento de la despedida
quiero agradecerle estos años donde pude presenciar cómo recuperaba y
concretaba algunos de los sueños juveniles que le dieron sentido a nuestras
vidas. Cuando uno está mucho más cerca de la partida que de la llegada, eso
tiene un valor que tal vez Ud. nunca haya imaginado. Vaya a encontrarse con San
Martín, con Bolívar, con Miranda, con Simón Rodríguez, con Moreno, con
Monteagudo, con Artigas, con Dessalines, con Martí, con Morazán, con Sandino,
con el Che, con Perón, con Manuel Ugarte, con Ramos, con Spilimbergo, con
tantos otros de los patriotas latinoamericanos que soñaron y lucharon por las
mismas banderas que Ud. Como bien dijo el
licenciado en filosofía Ricardo Forster: “Chávez sacó del desván las estatuas de
nuestros libertadores y los puso a caminar de nuevo.”
También hay muchos que brindan por su
muerte. Son los miserables, émulos
de aquel energúmeno franquista, Millán
de Astray, que entró en la
Universidad de Salamanca al grito de ¡Viva la muerte!
Son los mismos que denostaron en vida a
Bolívar y San Martín. Son los que lo injuriaron desde los medios hegemónicos,
que Ud. fue el primero en desenmascarar.
Allá van para despedirlo sus últimos
compañeros de lucha, los presidentes Dilma, Cristina, el Pepe Mujica, Correa,
Evo, y seguramente los compañeros Lula y Lugo.
Dejo acá porque como escribió Tato Pavlovsky:
“Me detengo aquí porque tengo ganas de llorar y cuando lloro no puedo
escribir.” Sólo me queda decirle: Gracias Comandante. De fondo escucho la canción
de Pepe Guerra en la voz de Los Olimareños que parece tan oportuna para estas
horas dolorosas: “Los sueños que había querido/ Crecerán, aunque no estoy /Ya no vivo, pero voy/En lo que andaba
soñando./ Y otros que siguen peleando/ Harán nacer otras rosas.../En el nombre
de esas cosas/Todos me estarán nombrando. …. / Mis
manos son las que van/ En otras manos, buscando/ Mi voz.. ¡la que esta gritando!/ Mi
sueño, el que sigue entero./ Y sepan que solo muero/ Si ustedes van aflojando/
Porque el que murió peleando,/ Vive en cada compañero.”
MEDITACIONES SOBRE LA CARTA ABIERTA DEL COMPAÑERO RODRÍGUEZ
No
haré una interpretación psicológica por no estar capacitado para ello. Pero la
búsqueda de una aguja en un pajal, la sobreactuación actual es contrastante con
posicionamientos pasados en donde en situaciones parecidas a las actuales se
encontró el partido político en que milita el compañero Rodríguez abrazado a sectores como hoy representa la
oposición venezolana, como cuando se equivocó
groseramente en la caracterización del 17 de octubre, integró la Unión
Democrática abrazado al establishment, consideró necesario apoyar al “sector
democrático” de la dictadura genocida establishment- militar, o que
instrumentando un marxismo de cartón confundió la burguesía comercial con la
industrial en el siglo XIX y su interpretación histórica es la de Bartolome
Mitre, la de la oligarquía, a la que le agrega lenguaje pseudo marxista. Los
errores a nivel mundial es haber subordinado la política de los Partidos
Comunistas a la política exterior de la Unión Soviética, donde el stalinismo
terminó estrangulando a la gloriosa Revolución de Octubre. Así fue cómplice de
la derrota de la Guerra Civil Española, supeditando la Revolución a ganar la
guerra, a aplaudir el ahorcamiento de
Gualberto Villarroel que se opuso a los barones del estaño que gobernaban
Bolivia, algunos pocos ejemplos de
docenas y docenas de errores garrafales.
No
lo hago Alberto para remover el pasado, reconociendo en muchos casos la
heroicidad de la militancia de su partido, pero señalando los groseros errores
de su dirigencia, que no le sienta ponerse la ropa de fiscales, aunque tengan
todo el derecho a hacerlo. Simplemente
para puntualizar que lo suyo, tal vez involuntariamente, es una sobreactuación
innecesaria. Me interesa saber que ahora están en el camino correcto,
entendiendo a los movimientos nacionales y populares después de haber sido casi
infalibles en el error en el pasado. Pero enorgullecerse por posicionamientos
ahora correctos no debe ser inspiración para iniciar debates por motivos
infundados que distraen la concentración de esfuerzos tan necesarios en estos
momentos de restauración conservadora. Tal vez cuando le sorprendan deseos de repasar
posicionamientos del pasado, deténgase a leer
el semanario Orientación del 24 de octubre de 1945, portavoz del Partido
Comunista que en su nota editorial sobre el 17 de octubre de ese año, escribió:
“Pero también se ha visto otro espectáculo, el de las hordas de desclasados
haciendo de vanguardia del presunto orden peronista. Los pequeños clanes con
aspecto de murga que recorrieron la ciudad, no representan ninguna clase de la
sociedad argentina. Era el malevaje reclutado por la policía y los funcionarios
de la Secretaría de Trabajo y Previsión para amedrentar a la población”
La
oposición venezolana se sentiría muy satisfecha hoy cambiando algunos detalles
y aplicando la caracterización del peronismo a la del chavismo.
Desde ya doy por superado las diferencias sobre
Venezuela y suscribo la finalización de
su carta: “Mis disculpas si
alguna opinión es un poco fuerte para el debate.”
Lo saludo fraternalmente
Hugo Presman
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