Es un lugar común. Un replay de una película con el
mismo argumento y con diferentes intérpretes. Con adaptaciones conforme a las
épocas. Una reiterada demostración que el poder es implacable. Son capaces, si
las circunstancias lo permiten, en fusilar a todos los prisioneros apresados
del Chacho Peñaloza, mientras éste le devolvía a los coroneles de Mitre los
soldados que había retenido. El bárbaro era el civilizado y el civilizado era
el bárbaro. El poder llamó Campaña del Desierto a lo que estaba poblado y
exterminó, dejándolo desierto. Los sectores concentrados introdujeron la picana
y las torturas, bombardearon Plaza de Mayo, fusilaron en nombre de la
República, practicaron el terrorismo de estado, y cometieron atrocidades donde
toda calificación crítica queda estrecha. Los gobiernos populares, los bárbaros
en el dilema sarmientino que atraviesa la educación impartida, han perpetrado
hechos condenables, pero son casi cuentos de hadas al lado de las tropelías de
“los civilizados. A pesar que nunca estuvo en peligro su existencia y sólo
fueron limitados en la tasa de ganancia y en algunos de sus privilegios, su sed
de revancha se reitera cada vez que recuperan su hegemonía desplazados transitoriamente por períodos cortos.
AYER
Sólo me remito por cuestiones de síntesis a la caída
del peronismo en 1955 y lo que sucede ahora. El odio en los tiempos de revancha
es proverbial. Se dirige a las personas
y a las cosas. Perón y Evita fueron objeto de las peores acusaciones, de las
descalificaciones más terribles, vejados en vida y después de muertos. Las
obras en marcha fueron paralizadas. Recordemos apenas dos ejemplos: en 1951, el
gobierno de Juan Domingo Perón,
decidió construir lo que se proyectaba como el hospital de niños más importante
de Latinoamérica y uno de los más completos del mundo. Faltando doce meses para
su terminación, irrumpe la Revolución Fusiladora. El lugar fue abandonado y lentamente fue
siendo ocupado por familias que lo fueron bautizando como el "albergue
Warnes". Muchos años después, durante el gobierno de Carlos Menem, el
edificio fue dinamitado.
Lo que hoy se conoce como elefante blanco, en Villa Lugano, fue
proyectado como el hospital más importante de América Latina. A la caída de
Perón el edificio fue abandonado y hoy es un alojamiento de condiciones ultra
precarias para más de un centenar de personas.
HOY
Los que se arropan en
un republicanismo vacío, los que pregonan el diálogo y el consenso, no pueden evitar
que a través de su envoltorio se derrame la bronca pasada y el odio presente.
Hay cientos de periodistas que de críticos al kirchnerismo han derivado en
oficialistas a ultranza, arrojando al cesto de la basura su falso periodismo
independiente. Un buen escritor aunque endeble analista político como Jorge
Fernández Díaz, desde el púlpito
ensangrentado de “La Nación”, cada domingo evacua su sed de venganza llamando
indefectiblemente a Cristina Fernández “La pasionaria del Calafate”. Así
escribió el sábado 30 de abril: “Otro factor que desarmó el escenario de concordia fue la reaparición de la bailarina de los balcones….. : un kirchnerista preocupado por la corrupción política es como un
pornógrafo denunciando promiscuos. Y un cristinista escandalizado por la
inflación es como un caníbal en una marcha de veganos. El peronismo intoxicó al
paciente y se dedica ahora a organizar linchamientos contra el médico que
intenta reanimarlo. Aduce ser siempre inocente de la dolencia e incluso rechaza
las medicinas en nombre del paciente que enfermó. Esto no es nuevo: sucede
por segunda vez en la historia reciente. Y los argentinos seguimos siendo sus
rehenes; aceptando su léxico, cultura, cartografías y camelos. Cada vez que sale el sol es un día
peronista y la palabra "gorila" galvaniza a cualquier persona de
bien. En este "sentimiento que da plata", movimiento de magnates que
se transformó en lo que combatía y que nos ha colonizado, las antiguas ovejitas
dóciles de hace un rato, son ahora lobos feroces. O puesto en términos de
zoología justicialista: gorilas rabiosos. Porque los más grandes gorilas de la
democracia republicana resultaron ser ustedes, compañeros.”
Si
desde la Tribuna de Doctrina se baja este “lenguaje conciliador” alineado con
la “reconciliación de los argentinos”, el gobierno despide gente en forma
brutal, lo denuesta como ñoquis, los denomina “la grasa militante”, empapela el
país con LEBAC, se inicia un proceso de endeudamiento superlativo y se abre la
economía. El plan DADA se cumple con precisión: devaluación, ajuste, deuda(
endeudamiento) y apertura de la economía.
Se
asfixian a las universidades públicas, se ahoga a la ciencia, se arrincona a
las PYMES, se erosiona al INVAP, se congela al ARSAT, se propicia la
desaparición de los clubes barriales, se destruye el entretejido social y se
cerca a los proyectos culturales.
En
150 días, sólo se adoptaron algunos
minúsculos paliativos: la extensión de la asignación universal por hijos a los
monotributistas, la ampliación de las asignaciones familiares, un complejo,
engorroso y limitado sistema de devolución del iva de ciertas compras de los
jubilados.
Más
sólidos resultan ser los anuncios para las PYMES, aunque sin fecha de
implementación, referidas al traslado en tres meses del pago del IVA y la eliminación
del impuesto a la ganancia mínima presunta.
En
cinco meses destruyeron buena parte de los avances concretados y potenciaron
superlativamente los déficits. Para demostrar quiénes son los dueños de la
pelota, actúan como elefantes en un bazar. Así Federico Sturzenegger. el Presidente del Banco
Central, mientras fabrica una gigantesca bola de nieve de endeudamiento
sostiene: “la gente ya es mucho más feliz. No lo dice el gobierno, lo dice el
mercado.” O el CEO y accionista de Shell, en uso de licencia por ocupar el
Ministerio de Energía Juan José Aranguren afirmó: “Si el consumidor cree que el precio de la nafta es
alto que la deje de comprar."
Para
anestesiar semejante catarata de decisiones antipopulares se acrecienta y se
usa hasta el infinito “la pesada herencia recibida”. Solo se expone el pasivo y se omite
fraudulentamente el activo.
Parece
necesario que todo kirchnerista, o meramente un defensor de algunas de sus
medidas, debe demostrar que no es culpable de delitos o testigo permisivo de robos.
Más allá de evidentes casos de corrupción, el festival al respecto se televisa
todo el día y ocupa títulos y decenas de páginas diarias. Ya lo hacía el mejor
periodismo de los noventa que se regodeaba en las denuncias de corrupción
mientras era indiferente a las venta del país.
El
periodista Claudio Scaletta describe en otros términos la meneada herencia
recibida: “Hoy, a pesar del esfuerzo mediático por atribuir el descalabro
económico a los problemas del pasado, el shock fue inducido por el nuevo gobierno.
Así lo indica la lectura desapasionada de la suma de indicadores relevantes
realmente heredados: desempleo en torno
a los 6 puntos, constante mejora promedio de la distribución del ingreso en
favor de los asalariados, bajísima relación deuda externa/PIB y crecimiento por
encima de los dos puntos del Producto, con el dato extra del sector
agropecuario creciendo al 6 por ciento y a pesar del contexto de recesión
regional y freno global. No era el paraíso. Comenzaban a aparecer los
problemas, no previstos suficientemente, de la transición del crecimiento al
desarrollo, los que en la superficie se manifestaban con la aparición o
proximidad de la restricción externa y sus tensiones. Pero, cabe insistir,
eran problemas de crecimiento. En la misma línea, también comenzaba a sentirse
la limitación de la potencia de la alianza de clases necesaria para provocar
las rupturas, internas y externas, que se requieren para transformar la
estructura productiva. Muchas de estas fracciones de clases, como asalariados de
altos ingresos preocupados por Ganancias y empresarios Pyme, deben preguntarse
hoy si no erraron el análisis de las causas de sus condiciones objetivas.
Frente a la inexistencia, entonces, de una situación de crisis al momento de
asumir la nueva administración la provocó. El ajuste inducido era completamente
innecesario en los términos de los problemas a resolver para continuar hacia el
desarrollo. Lo que se generó en estos
cinco meses, al margen de cómo quiera legitimárselo, fue un simple cambio en la
distribución del ingreso entre el capital y el trabajo. Los resultados no son
consecuencias indeseadas, sino parte central del credo de la ortodoxia,
corriente de pensamiento económico que mira la economía “por el lado de la
oferta”, es decir; que considera que para crecer es necesario mejorar la
ecuación de rentabilidad de las empresas. En esta particular versión de la
ecuación, los salarios, las condiciones de vida de los trabajadores, sólo son
un costo más.”
Mientras
tanto hoy como ayer, aparte de las personas, se va contra las cosas que
beneficiaron a los sectores populares. Por eso sin entrar a dilucidar la
responsabilidad de Milagro Sala, detenida en principio arbitrariamente, se
cierran o vacían las piletas que beneficiaron a los olvidados de Jujuy. Eso
demuestra un odio de clase que va contra
las personas y las cosas que disfrutan los que jamás lo hubieran conseguido si
no fuera por los líderes denostados, insultados, imputados y basureados. Más
que por sus presuntos delitos, a Milagro Sala se la mantiene presa por las
viviendas que construyó y las piletas de natación de las que disfrutaron los que están condenados por mandato social a
no tener posibilidad de usarlas.
Un
caso similar es el de Susana Trimarco, madre de la desparecida Marita Verón, a
la que le quitaron los terrenos donde se iban a construir viviendas para las
mujeres recuperadas de la trata. Es una tarea que se debe ocupar el Estado.
Pero el macrismo no lo hace para suplir las limitaciones de Trimarco, sino para
vengarse de su cercanía al kirchnerismo.
BRASIL
COMO ESPEJO
Los sectores altos y
medios se horrorizan por la inclusión de los excluidos. El PT no modificó la
matriz productiva y en un contexto particular a nivel internacional con altos
precios de los productos exportables, aplicando moderadamente políticas
neoliberales incorporaron a una vida mucho menos indigna a más de treinta
millones de brasileños. La respuesta, la sed de venganza, la describe el
periodista Ezequiel Fernández Moores en el suplemento deportivo de “La Nación” del 4 de mayo: “Un colega que lleva una década en Brasil me cuenta que en el jardín de
infantes de su hija llamaron a los padres porque los niños preguntan asustados
por qué en algunos hogares afirman que "hay que matar a Dilma [Rousseff] y
a Lula". A la hija de doce años de otro colega, cuando volvía de la
escuela, manifestantes furiosos le hicieron sacar el pulóver rojo, porque ése
es el color que distingue al gubernamental Partido de los Trabajadores (PT). A
una política del PT de Porto Alegre, que no tenía ningún cargo de corrupción,
una pediatra le dijo que no podía seguir atendiendo a su hija porque le
implicaba "violencia moral". A uno de los sociólogos más serios de
Brasil un alumno lo grabó clandestinamente en plena aula para denunciar luego
que su clase sobre derechos humanos era "adoctrinamiento marxista".
En el caso de Juca Kfouri, uno de los periodistas deportivos más reputados del
país, duro crítico del PT, algunos jóvenes fueron a medianoche al domicilio
para gritarle "maldito hijo de p..., petista". ¿Su pecado?
Pronunciarse en contra del impeachment que, si no hay renuncia previa,
desplazaría…. a Dilma Rousseff de la presidencia de Brasil por al menos 180
días. El periodista de SporTV Dacio Campos, en plena trasmisión de la final de
Montecarlo que ganó días atrás Rafael Nadal, exultó cuando la imagen mostró al
príncipe de Mónaco, Alberto II: "Preservemos a los ricos, sus inversiones.
Harán que los pobres entren a la clase media", dijo Campos.”
El odio no sólo es argentino.
TIEMPO DE REVANCHA EN
LA ISLA MACIEL
El religioso Francisco
Oliveira integrante del Cura en la opción por los pobres señala que hay mucha
preocupación por el aumento desmedido de los precios y la falta de trabajo.
Relata que en la Isla Maciel habían armado una cooperativa que fabricaba
guardapolvos y uniformes que eran adquiridos por el estado a través del
Ministerio de Desarrollo Social y que ahora el gobierno dejó de comprarles al
tiempo que les sugirió que cambiaran de
rumbo. Dado la situación social, arrumbaron las máquinas y armaron un comedor. Pocas imágenes más
patéticas en un tiempo de revancha de dos modelos enfrentados desde el fondo de
la historia: hasta el 10 de diciembre un taller organizado en forma de cooperativa
convertido hoy en un comedor para paliar el hambre.
La situación se torna crecientemente acuciante al punto que el
columnista de “La Nación” Joaquín Morales Solá escribió el domingo 8 de mayo: “El lugar más oscuro del túnel está
afectando sobre todo a los más carenciados. Intendentes y obispos reconocen que
volvió el reclamo de comida como no se
veía desde el 2002.”
TIEMPO DE REVANCHA CON
REMINISCENCIAS DE 1955
Son
múltiples los ejemplos que han llevado a
que el Papa Francisco hiciera trascender que lo que está ocurriendo en el país
en materia persecutoria le “hace recordar a 1955”. Para muestra, basta lo
consignado por infobaires24 el 10 de mayo: “La ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley, dio la
orden de borrar cualquier mural con imágenes o frases de Néstor o Cristina.”
La indicación de la ministra de Desarrollo Social y de los funcionarios
de la nueva cartera es borrar
particularmente los murales que contengan imágenes de la ex presidenta
Cristiana Fernández de Kirchner o del ex presidente Néstor Kirchner. La
decisión ya fue ejecutada por el Centro Integrador Comunitario (CIC) de la
localidad de Arrecifes. El responsable del Centro integrador comunitario
tapó el mural que se encuentra en uno de sus salones que, reflejaba
simbólicamente a los trabajadores y la figura de los ex presidentes Néstor
Kirchner y Cristina Fernández, los impulsores durante sus respectivos gobiernos
de la creación de los C.I.C.
El mural del CIC de Arrecifes, había sido pintado por la prestigiosa
artista plástica Ángeles Crovetto y su realización la había votado la
asamblea del propio centro. Con la llegada de la nueva administración,
el Subsecretario de Organización Comunitaria, Martín Fiorito, le solicitó
a la propia artista que lo borrara. Frente
al doble atropello, el de la persecución política y el desconocimiento del
valor de una obra de arte, Crovetto se negó por lo que el mural fue
directamente blanqueado con cal.”
Una especie de maldición social, en realidad una
política cultural recorre a muchas franjas de las clases medias
latinoamericanas. La educación recibida es un obstáculo para comprender los
procesos sociales que incorporan a los ignorados y ninguneados por la historia.
Si ellos irrumpen, si “los negros” acceden a sus mismos derechos, las
diferencias se diluyen y cuestionan la pertenencia social del clasemediero,
asentada en una mezcla de propiedad del conocimiento y riquezas que determina un status. Se referencian en
los poderosos, que los miran con desprecio, pero a los cuales los realmente
ricos recurren fomentando sus prejuicios en las horas difíciles y traumáticas
de los populismos. Eso no minimiza las dificultades y errores de los populismos
hacia los sectores medios.
En la Argentina, el multimedio Clarín es el que
fogonea con potencia el tiempo de revancha. El diario “La Nación” en sus
editoriales auspicia desde la concesión de la libertad a los terroristas de
estado hasta la flexibilización laboral, desde el congelamiento de las
paritarias a las relaciones genuflexas con los EE.UU.
“Ni vencedores ni vencidos”, “Diálogo y fraternidad”,
“Vayamos todos juntos hacia adelante”, “La reconciliación de los argentinos”,
“Debemos superar la grieta que nos separa”, “Los argentinos debemos querernos
más”, no son, aunque pueden ser, expresiones de un manual de autoayuda.
Son el envoltorio hipócrita de “un tiempo de
revancha.”
10-05-2016
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