31 julio 2025

PATRIOTAS Y CIPAYOS*


Desde su nacimiento, dos modelos en pugna dirimen su supremacía. De ahí surgen sus referentes encarnando la voluntad de constituir una patria o forjar una colonia. De constituir una Nación Latinoamericana o repúblicas balcanizadas. Como sostenía el ensayista, historiador y político Jorge Abelardo Ramos: “Somos un país, porque no pudimos integrar una nación, y fuimos argentinos porque fracasamos en ser latino americanos”

Durante el siglo XIX, el conflicto fue entre las incipientes artesanías de las provincias del norte surgidas como respuesta a la demanda de la mina de plata del Potosí y las provincias de la pampa húmeda agropecuarias, teniendo como leitmotiv fundamental la apropiación de los recursos de la aduana de Buenos Aires. Eso originó 60 años de guerras civiles concluida parcialmente en la batalla de Pavón, en 1861, cuando se iniciaba la Guerra de la Secesión en EE. UU y que duro cuatro años, hasta 1865. Las guerras civiles argentinas concluyeron en 1880 con el triunfo de los sectores de la Pampa Húmeda, el SUR, mientras que en EE. UU triunfó el norte industrial. El poder económico de la época estaba constituido por los comerciantes importadores del puerto de Buenos Aires, cuyos dos máximos representantes fueron Rivadavia y Mitre que querían (y este último lo logró) arrasar las provincias del norte; y los hacendados quienes, con la ley de Aduanas de Rosas de 1835, las protegían pero no aceptaban nacionalizar las rentas de la Aduana. Los coroneles de Mitre, Paunero, Sandes. Arredondo, Rivas, tenían una ferocidad que hasta envidiarían los grupos de tareas de la ESMA.  

El modelo primario exportador parecía definitivamente triunfante y lo fue de 1880 a 1930. Con las crisis del capitalismo mundial (Primera Guerra Mundial 1914-1918) y la crisis de 1929/1930 fue surgiendo la industria de sustitución de importaciones, a través de la cual se fueron incorporando como obreros industriales los descendientes de los derrotados de las guerras civiles. Esos que un día luminoso irrumpieron en la Reina del Plata y cambiaron la historia. Era, como dijo Scalabrini Ortiz, “el subsuelo de la patria sublevada”. Para destruir la Argentina moderna modelada de 1945 a 1955, se bombardeó Plaza de Mayo, se fusiló, se proscribió, se intentó la destrucción de una Argentina con futuro en 1955,1966,1976, Menem, Macri y ahora como síntesis superlativa de todo lo anterior, con Milei. 

Puedo dar como ejemplo cientos de hechos históricos, pero lo ejemplificaré con tres casos

PATRIA O COLONIA (1)

SAN MARTÍN Y ALVEAR


Vinieron en el mismo barco. Formaron parte de la misma Logia Lautaro. Incluso algunos historiadores sostienen que podrían ser hermanos por parte de padre, Diego de Alvear que habría embarazado a la verdadera madre de San Martín, Rosa Guarú, una indiecita que tuvo un niño (sería San Martín) que trabajó en la casa de Gregoria Matorras y Juan de San Martin, como niñera, quienes lo adoptaron como propio. 
Distinto sería el comportamiento de los presuntos medio hermanos. Carlos María de Alvear, ante el retorno de la nobleza al poder en Europa, luego del avance y retroceso de la Revolución Francesa, le escribió una carta, en 1815, a los 15 días de ser puesto como Director Supremo, al embajador británico en Brasil, Lord Strangford, llevada por el cipayo Manuel García que decía... " Estas provincias desean pertenecer a Gran Bretaña, recibir sus leyes, obedecer a su gobierno y vivir bajo su influjo poderoso. Ellas se abandonan sin condición alguna a la generosidad y buena fe del pueblo inglés y yo estoy resuelto a sostener tan justa solicitud para librarlas de los males que las afligen. Es necesario se aprovechen los momentos; que vengan tropas que impongan a los genios díscolos y un jefe plenamente autorizado para que empiece a dar al país las formas que sean de su beneplácito, del rey y de la nación a cuyos efectos espero que V.E. me dará sus avisos con la reserva y prontitud que conviene para preparar oportunamente la ejecución… Inglaterra no puede abandonar a su suerte a los habitantes del Río de la Plata en el acto mismo que se arrojan en sus brazos generosos... "Yo deseo que V.E. se digne escuchar mi enviado, Don. Manuel García, acordar con él lo que V.E. juzgue conducente y manifestarme sus sentimientos, en la inteligencia que estoy dispuesto a dar todas las pruebas de sinceridad de esta comunicación, y tomar de consuno las medidas que sean necesarias para realizar el proyecto, si en el concepto de V.E., puede encontrar acogida feliz en el ánimo del Rey y la Nación. Dios Guíe a V.E”

San Martín en cambio afirmaba, menos de un año después: “Seamos libres y lo demás no importa nada”. Cuando se proclama la independencia, el 9 de julio de 1816, en su versión original sólo la proclamaba de España. San Martín montó en cólera y presionó para ampliar la declaración, de manera que diez días después se agregó, “y de toda otra dominación extranjera”. Los Alvear de ayer y de hoy siempre están atentos para cambiar de amo y seguir siendo súbditos. 
Muchos años después, ante la heroica defensa de Rosas al bloqueo anglo francés, San Martín afirmaba:
“Los argentinos no somos empanadas que se comen sin más trabajo que abrir la boca”


PATRIA O COLONIA (2)

BRADEN O PERÓN              

El 21 de mayo de 1945 presentó sus credenciales el nuevo embajador de los EE. UU, el ingeniero Spruille Braden, 51 años, que había heredado de su padre la compañía minera Braden Cooper en Chile. Había desempeñado un papel importante en la guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia defendiendo los intereses de la Standard Oil.  Había sido embajador en Colombia y Cuba, en donde apoyó a Fulgencio Batista. 

Rápidamente pasó a ser el coordinador de la oposición en la Argentina como lo reconoció el banquero Carlos Alfredo Torquinst cuando declaró a finalizar la gestión del embajador: “Usted fue para todos nosotros la columna vertebral de una sana reacción.” Era el que vino a combatir desembozadamente lo que consideraba junto a la Unión Democrática “el nazismo criollo”. 

El objetivo máximo era el derrocamiento del gobierno; el de mínima terminar con la carrera política de Perón y como solución intermedia la entrega del gobierno a la Corte.

Braden y Perón se entrevistaron cuatro veces: el 1, el 13, el 30 de junio y el 5 de julio.
El primer encuentro fue protocolar, en el segundo, Braden manifestó sus quejas por las restricciones que sufrían los corresponsales extranjeros para enviar sus informaciones, a lo que Perón prometió solucionarlo. No hay información de la tercera y la cuarta fue tumultuosa y terminó muy mal. Cuenta Félix Luna, tal vez en su mejor libro “El 45” haciendo referencia al testimonio del Dr. Arturo Sampay, que Braden reclamó por las propiedades definitivas de bienes alemanes y japoneses incautados por el gobierno argentino y pidió que las líneas aéreas norteamericanas pudieran realizar escalas comerciales en territorio argentino en cuyo caso de ser favorables, no pondrían obstáculos a una eventual candidatura presidencial. Perón le había respondido que las combinaciones económicas eran posibles, pero había un problema muy grave para llevarlas a cabo.

- ¿Cuál problema? – preguntó Braden

- Pues, qué en mi país, al que hace eso, se lo llama hijo de puta.

Braden se manifestó airado y se fue sin despedirse.

En conversación con Felix Luna en Madrid Perón agregó y cambió algunos detalles: “Una vez pidió entrevistarse con el presidente Farrell, pero Farrell no quería recibirlo y me pidió que lo atendiera yo. Lo recibí en el Salón Blanco, en la Casa de Gobierno. Él llegó, dejó su sombrero y nos pusimos a hablar a calzón quitado, como hablábamos siempre. Y me empezó a plantear una serie de problemas. Yo le dije: “Vea, embajador, nosotros, como movimiento revolucionario, queremos liberar al país de toda clase de férulas imperialistas. Usted se ha embarcado en una tendencia totalmente contraria a la nuestra y nosotros estamos en contra de lo que ustedes, los americanos, quieren, de acuerdo con su embajador. Me acuerdo que me habló de Cuba, me dijo que había estado allí y que Cuba no era una colonia- porque yo le había dicho que no estábamos dispuestos a ser una colonia-. Entonces le dije: “Mire, no sigamos, embajador, porque yo tengo una idea que por prudencia no se la puedo decir”. “No, dígamela” replicó él. “Bueno- le contesté- yo creo que los ciudadanos que venden su país a una potencia extranjera, son unos hijos de puta…” Se enojó y se fue”  

PATRIA O COLONIA (3)

Néstor Kirchner y la primavera latinoamericana contra Bush


Noviembre del 2005. Mar del Plata como escenario. El dueño del mundo subió al avión con gesto contrariado. “Estoy un poco sorprendido. Acá pasó algo que no tenía previsto” afirmó. El fundamentalista George W. Bush, prestidigitador módico y prepotente había intentado cambiar el temario de la Cumbre de las Américas a través de su testaferro el presidente mejicano Vicente Fox. El motivo formal era “Crear trabajo para enfrentar la pobreza y fortalecer la gobernabilidad democrática”. El verdadero objetivo era descongelar el ALCA, invernado desde hacía casi dos años. El presidente Néstor Kirchner fue contundente: “No es tema de esta cumbre”. El presidente
norteamericano se acercó al empresario mejicano elegido presidente, una especie de Mauricio Macri azteca, y le dio la mano. En el mundo unipolar, lo que antes se hacía por detrás del escenario, ahora se concretaba bajo las cámaras y reflectores. El tema quedó instalado y se concretó una discusión insólita para estas Cumbres. Los países integrantes del MERCOSUR con diferente apasionamiento y la enconada resistencia de Venezuela, libraron una batalla donde el protocolo quedó archivado. Los epígonos del ALCA, con Canadá y Méjico como abanderados intentaron hacer pesar la prepotencia del número: 29 a 5. El presidente argentino afirmó: “Aquí no nos gusta que nos patoteen.” Los cinco países disidentes representaban el 75% del PBI de América del Sur.

La confrontación fue narrada por el presidente venezolano Hugo Chávez: “Les dije a Néstor Kirchner y su equipo que los felicitaba. Los mosqueteros eran tres, pero aquí fuimos cinco: Néstor, Tabaré, Lula, Nicanor (Duarte) y Hugo. En este debate inédito, Kirchner fue nuestro D’Artagnan” La magnífica resistencia de Chávez permite ser indulgente con su error literario: los tres mosqueteros siempre fueron cuatro.

El ALCA (Área de Libre Comercio de las América) nació en 1994, empezó a concebirse en 1989, como tantas otras inequidades, bajo las piedras del Muro de Berlín. Era el complemento potenciado de las políticas diseñadas por El Consenso de Washington.

La llave maestra para consumar el despojo total, en medio de la euforia y penetración neoliberal, fue el ALCA, concebido en 1994 y que debía entrar en vigencia en enero del 2005.Todo el desparpajo, la insolencia, la impudicia, están concentrados en este instrumento cuya aceptación en los términos en que fue concebido representa una rendición incondicional. Redactado en términos ultra leoninos, se mantuvo oculto varios años donde se hablaba de las enormes ventajas de una propuesta desconocida. 
Bajo el argumento del libre comercio, se usaba a nivel internacional el sofisma que El Salvador y EE.UU pueden negociar en un pie de igualdad. Pero la alevosía no concluye ahí. Mientras El Salvador, para simbolizar a toda América Latina, debía abrir totalmente su mercado, EE. UU se reservaba el mantenimiento de sus subsidios. Esos que permiten que cada vaca norteamericana, europea o japonesa reciba diariamente un importe que duplica, triplica o en algunos casos cuadriplica el monto con que sobrevive la tercera parte de la población del planeta.  Es como si se considerara que una pelea entre Mike Tyson y un chico de diez años es competitiva, pero para que resulte aún más equitativa al chico se le atan las manos. En realidad, un sistema de mercado único debería tener criterios como el del polo, en donde cada jugador tiene un hándicap que es la ventaja que le da el adversario para que el cotejo resulte parejo.

Garantía irrestricta de sus inversiones, competencia norteamericana en el área de servicios, penetración de sus empresas en las compras gubernamentales de los países miembros en un pie de igualdad con las compañías locales, unificación de las jurisdicciones, levantamiento de toda restricción a los capitales, posibilidad de denunciar por competencia desleal el cumplimiento de las funciones básicas de los Estados, unificación de las leyes de patente bajo criterio norteamericano. Era convertir en un destino inexorable, la primarización de las economías latinoamericanas. Es decir, la división internacional del trabajo que como decía hace cincuenta y cinco años antes Eduardo Galeano en “Las venas abiertas de América Latina” consiste “en que unos países se especializan en ganar y otros países se especializan en perder”  

Un ejemplo histórico extraído de la historia de la potencia hegemónica ilustra que lo conveniente es hacer lo que ellos hicieron, no lo que dice que realizaron.

Terminada la Guerra de Secesión, unos años después, Ulises Grant, el jefe del Ejército del Norte triunfante, fue elegido Presidente. Invitado a conocer la Madre Patria, fue llevado a Manchester, donde se había radicado la poderosa industria textil. Miles y miles de telares trajinaban día y noche. Las autoridades inglesas le dijeron: “Esto fue posible gracias al libre cambio”. Grant reflexionó un momento y respondió: “Dentro de cien o doscientos años, cuando nosotros tengamos una industria textil semejante, también seremos librecambistas. Hasta entonces seremos proteccionistas” 
Funcionarios norteamericanos cuando se sinceran, confesaban sin tapujos: “El ALCA es la forma de incrementar los mercados y las utilidades de las empresas norteamericanas”  

El ALCA era el estatuto legal del coloniaje. Era institucionalizar en forma superlativa la década del noventa. Hoy, dos décadas después, Milei quiere romper el Mercosur y firmar un tratado de libre comercio con EE.UU. La eterna confrontación de Patria o Colonia. De ser Patriota o ser Cipayo 

COLONIA O COLONIA. 

PETER LAMELAS-JAVIER MILEI 


El futuro embajador norteamericano en la Argentina, Peter Lamelas ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los EE. UU declaró los objetivos de gestión: “Mi función consiste en salir al campo y asegurarme de que erradicamos la corrupción y apoyamos a Milei y al Gobierno de Milei en todos sus esfuerzos por llegar al fondo del atentado de AMIA y asegurarnos de que Cristina Kirchner reciba la justicia que se merece” (Que esté presa de por vida.) Resaltó que existen “23 provincias y cada una de ellas tiene su propio gobierno independiente” y advirtió: “Que podrían negociar con fuerzas externas, con los chinos u otros, para que vengan y realicen proyectos en esa provincia en particular, lo que también podría dar lugar a corrupción, a corrupción por parte de los chinos”. Y agregó: “Una de mis funciones como embajador sería viajar, viajar a todas las provincias y dialogar y establecer una verdadera colaboración con esos gobernadores”

El gobierno se mantuvo mudo, lo cual es lógico, porque en materia de economía gobierna el FMI, en materia de política exterior es meramente el seguimiento de la política norteamericana              (Argentina es detrás de Israel el segundo país con mayor coincidencia con las votaciones de EE.UU en la ONU) y en materia social los grupos dominantes que sostienen a Milei esperan la destrucción de los derechos sociales y la dispersión de movimiento popular. Milei suscribiría gozoso las declaraciones del vicepresidente de Agustín Pedro Justo, Julio Argentino Pascual Roca, sólo que reemplazando la metrópoli. Dijo aquel vicepresidente de la primera década infame: “Argentina forma parte virtual del Imperio Británico”, al firmar el acuerdo Roca-Runciman 

“Vale recordar la sabiduría popular”: “Si te portás como alfombra, no te quejes si te pisan”
La oposición, salvo Fuerza Patria y la izquierda, y alguna otra expresión aislada no pudo ni quiere reaccionar porque son serviles con vocación de colonia.

Milei, el presidente más insultador de la historia, que se auto percibe león, pero que ante el verdadero poder se vuelve un gatito mimoso, como bien lo caracterizó Myriam Bregman. Jamás se le conoció, una de sus descalificaciones de barra brava, para Mauricio Novelli o Hayden Davis, que lo han presuntamente “engañado”, aunque parecen mucho más sus cómplices. Borges afirmaba que “Para injuriar, ni siquiera un lenguaje se necesita”  

Recapitulemos: Perón (“En mi país, al que hace eso, se lo llama hijo de puta”), Néstor Kirchner (“Aquí no nos gusta que nos patoteen.”), están muertos. Cristina Fernández (“Si algo me faltaba saber que estoy del lado correcto de la historia y de la vida, es ver y oír cómo la Sociedad Rural y el futuro embajador norteamericano, festejan que estoy presa”) está imposibilitada de participar. Algunos dirigentes jóvenes con porcentajes elevados de soberanía en sangre tienden a emerger.

Nuevas manos enarbolarán la bandera de un país libre y con justicia social y lo llevarán a la victoria. Como dice el ensayista Álvaro García Linera: “Luchar, vencer, caer, levantarse y volver a luchar”. La destrucción al final de esta pesadilla será peor que una guerra, cuando se disipe el optimismo de un porcentaje significativo de la población, fruto de la desesperación y de espejismos y trampas dignos de Leonardo Cositorto.

En lo sucedido y lo que sucede hay que evitar interpretaciones superficiales. Buena guía es el razonamiento del escritor Juan José Becerra: “Porque esta pesadilla histórica es un producto de la historia, no de la pesadilla”

La lucha continúa. En el diccionario la derrota está antes que la victoria, pero ésta está más cerca del final.   

27-07-2025

*Publicado en La Tecl@ Eñe, Diario Registrado   

24 julio 2025

PROGRAMA EL TREN DEL 22 DE JULIO DEL 2025

 

El martes 22 de julio del 2025, se subió a EL TREN, en la segunda hora, la periodista Emilia Delfino, autora de “La Generala. Biografía no autorizada de Victoria Villarruel, la vicepresidenta que desafía a los Milei”. Es coautora junto a Mariano Martín de “El hombre del camión”, la biografía no autorizada de Hugo Moyano y junto a Rodrigo Alegre, “La ejecución”, la historia secreta del triple crimen de General Rodriguez. Un viaje apasionante para conocer aspectos desconocidos de la vida de la Vicepresidenta. Su largo recorrido que empezó negando el Terrorismo de Estado, su militancia llevando jóvenes a conocer y conversar con Jorge Rafael Videla, su apoyo a los genocidas presos, y su posterior viraje al reconocimiento de la victimas civiles del accionar guerrillero. Sus acercamientos y rupturas. La historia de su padre. El relato minucioso de la toma del Comando de Sanidad el 6 de septiembre de 1973 por el ERP, en donde uno de los detenidos por los guerrilleros fue su padre. El relato al respecto de la Vicepresidenta que difiere absolutamente de lo declarado por los militares y soldados oportunamente. Los enojados que deja Victoria a su paso. Su estilo conflictivo. Entre sus últimos colaboradores, el ingreso hace poco de Mario Russo que fue el primer asesor político de Milei. La convicción de éste que Milei no termina su presidencia. La relación con lo que Emilia escribió que cuando volvió a restablecer la relación con su amiga Guadalupe Jones y la nombró su secretaria personal en el Senado, “un integrante del equipo recibió a Jones con una promesa. Estaban preparando a la próxima presidenta”. Su conocida vocación Malvinera y la contradicción de forma parte de un gobierno que se alinea con EE. UU e Israel, los dos países que no reconocen los derechos de Argentina sobre Malvinas. Los mecenas de Villarruel en su Centro de Estudios Legales sobre terrorismo y sus víctimas: Vicente Massot, José Martinez de Hoz, Máximo Julio Fonrouge, Alejandro Eduardo Fargosi, Adolfo García Belsunce, Mariano Grondona (h), Eugenio Carlos Aramburu, Santiago Soldati. Los conflictos con Milei. Su marido que estaba a favor de las torturas. Su divorcio religioso. Su relación con Alberto González, el violador entre otras de Silvia Labayru. Su investigación sobre las valijas de Aeroparque. El caso de la valijera y el vuelo proveniente de Miami. ¿Qué había dentro de esas valijas? Las hipótesis que se manejan.
Las razones que la llevaron a ser periodista. Apenas algunos de los temas abordados en un viaje cuya intensidad hasta le impedirá levantarse para ir al baño



En la primera parte, el programa analizó la constitución de las listas, las tensiones, las unidades endebles, la importancia de las elecciones para el gobierno y la oposición de lo cual es sólo el Presidente que visualiza su importancia muy superior a una elección legislativa. La política económica del gobierno: un país de remate. Después del endeudamiento superlativo, la venta de empresas estatales y la quiebra de empresas privadas. Tasas de interés siderales. Un gobierno para muy pocos. El discurso de Milei en el Jockey Club. El récord de las importaciones de puerta a puerta. Apenas algunos de los temas abordados

Súbanse a EL TREN, desde el andén de sus domicilios.

El TREN, UNA VOZ DIFERENTE PARA ESCUCHAR, REFLEXIONAR Y DISCUTIR   



20 julio 2025

PROGRAMA EL TREN DEL 15 DE JULIO DEL 2025




El martes 15 de julio del 2025, EL TREN, no recibió invitados. Un programa distendido e intenso, de 150 minutos. Que a pesar de su media hora más, quedaron muchos temas que no entraron. El inicio con un tango, “La última curda” en la voz de Alberto Segovia, el recuerdo de los tangos y sus letras describiendo sin mencionarla a la década infame, las cipayas declaraciones del vicepresidente de Agustín P. Justo, Julio Argentino Pascual Roca, el estatuto del Banco Central impuesto por Inglaterra y rechazado por el Parlamento de la India. La última semana del gobierno. Pelea con los gobernadores. La pelea con la Vicepresidenta. El valijagate. El avance de la estafa Libra. La opereta Milei-Fantino-Majul-Caputo. Vinculación del Pastor Ledesma con Luis “Toto” Caputo y Leonardo Cositorto. Porque la burguesía argentina se opone al peronismo. Un recorrido por la Revolución Francesa de la que se acaban de cumplir 236 años, la Revolución Inglesa, la guerra civil en los Estados Unidos y la guerra civil en la Argentina. La diferente extensión y los diferentes triunfadores. 
Las paradojas: los gobiernos pro mercado y de apertura económica como Macri y Milei tienen mucho menos inversión extranjera directa que los gobiernos populares. Lo mismo sucede con la inserción en el mundo: el kirchnerismo tenía buenas relaciones con todos los países del mundo, Milei con EE.UU, Israel e Inglaterra. Las empresas extranjeras que se van                              



Lo que hace el gobierno con el Instituto Nacional del Cáncer. Entre la crueldad y la ineptitud. Testimonio conmovedor sobre el Garrahan por parte de Brisas y por la falta de remedios Oncológicos en la voz de Araceli Julio, cantante, 39 años que falleció la semana pasada. El testimonio de Alejandro Bercovich sobre los dueños del país. 



El recuerdo de la renuncia de Cámpora, el error de Cafiero, el último discurso de Perón.
Apuntes   sobre el nieto restituido 140 y la importancia del libro de Alicia Partnoy “La Escuelita” que compartió cautiverio con la madre desaparecida del nieto restituido número 140, hijo de Graciela Alicia Romero y Raúl Eugenio Metz  


Súbanse a EL TREN, desde el andén de sus domicilios.


 El TREN, UNA VOZ DIFERENTE PARA ESCUCHAR, REFLEXIONAR Y DISCUTIR 


 

17 julio 2025

CONVOCAR AL ODIO ES ASOCIARSE A LA MUERTE*



Sin considerarlas idénticas, sabiendo que cada período es único e irrepetible, algunos puntos de contacto entre hitos históricos permiten reflexionar sobre parecidos y alertan sobre posibles desarrollos

ARGENTINA 2024/ 2025



El presidente Javier Milei y su intelectual de cabecera Agustín Laje invocan permanentemente al odio y caminan hacia un horizonte donde la muerte es convocada y en cada una de sus intervenciones se va perfilando la imagen huesuda ataviada de negro.
El Presidente tiene un desequilibrio emocional, un odio acumulado a través de su itinerario donde fue ninguneado y objeto de bulying, una sed de venganza inocultable aún en sus momentos de triunfo que lo exacerban aún más, la necesidad de tener siempre razón, la descalificación con insultos de grueso calibre, con un lenguaje escatológico y sexual chabacano apuntado a todo aquel que se atreva a criticarlo. Si bien esto es lo accesorio a su política de entrega, a su proyecto de colonia, como lo era la corrupción al gobierno de entrega de Menem, resulta funcional e imprescindible al objetivo principal.  El grito, las amenazas, el desequilibrio emocional, tiene su correlato en la represión, los despliegues monumentales de las fuerzas de seguridad, la defensa incondicional de las mismas, el avance en detenciones arbitrarias, las convocatorias a odiar, son pasos importantes que conducen a los suburbios de la democracia. 
En esos arrabales, Milei es ideológicamente la suma de 1955-1966-1976-Menem y Macri, con un poder de daño de magnitudes inimaginables, pero al mismo tiempo fácil de pronosticar. 
 

ESPAÑA 1936 


12 de octubre de 1936. En la Universidad de Salamanca se realiza un acto por “El día de la raza”.
Menos de tres meses antes, el 18 de julio, el general Francisco Franco, que reemplazó al general José Sanjurjo en el levantamiento porque éste murió en un accidente de aviación pocos días antes, se levanta contra la República desde Burgos, donde asumió como Jefe de Estado y Generalísimo de los Ejércitos, convirtiendo a la ciudad en la capital de la España franquista durante la Guerra Civil. En uno de los mejores libros escritos sobre el conflicto “La Revolución y la Guerra en España” de Pierre Broué y Emile Terminé, se describe un panorama y estado de situación: “Un puñado de grandes propietarios dominaba la tierra en España…La monarquía fue su régimen. El único verdaderamente conforme a sus intereses y a sus aspiraciones. Para aceptarla, en 1923, se produjo el pronunciamiento que habría de inaugurar la dictadura del general Primo de Rivera. En 1930 fue el consentimiento general del rey y de los oligarcas el que expulsó a Primo de Rivera y llamó al general Berenguer. En 1931 la proclamación de la República se llevará a cabo sin violencia: será la “gloriosa excepción” de una “revolución pacífica”, como lo proclamó por radio el gran propietario Alcalá Zamora, tornado presidente. La Monarquía cedió su lugar a la República, sin que, en lo esencial, se hubiese tocado el régimen económico y social. Alfonso XIII abandonó España, pero no abdicó. Los oligarcas, casi en su totalidad, permanecieron fieles a él. Conservaron, en el nuevo régimen político, los sólidos pilares que, eternamente, han apoyado su dominación: la Iglesia y el Ejército”      

 ARGENTINA 2024/ 2025




“Sí, soy cruel, kukas inmundos, soy cruel con ustedes, con los empleados públicos, con los estatistas, con los que les rompen el culo a los argentinos de bien”. Milei al desnudo. Otras de sus frases recurrentes: “No se odia lo suficiente a los periodistas, a los políticos”; “No sólo no les tenemos miedo, sino que los vamos a ir a buscar hasta el último rincón del planeta en defensa de la libertad. Zurdos hijos de puta, tiemblen” (1); “La gente debe reconocer en el político a su enemigo, a su archienemigo, al mal”.

Hay que reconocerle a Milei cierto grado de coherencia: nunca como presidente dejó de ser el panelista que llamaba la atención por sus actitudes desaforadas, sus descalificaciones permanentes, sus insultos, sus desequilibrios, sus amenazas de pasar a la agresión física, sus propuestas descabelladas. Ese menú lo llevó a la Presidencia de la Nación y así como los canales segmentan su audiencia, Milei decidió gobernar para “los argentinos de bien”, a los que no les alcanzaría la acción de su motosierra: aseguraba que sólo iría contra la casta que enfocó primero hacia los políticos y luego incluyó a sindicalistas y empresarios prebendarios. La lista se fue ampliando conforme los opositores fueron surgiendo. Lo cierto que ese fue el decorado. La motosierra iría contra toda la Argentina moderna. Fueron atacados las industrias, los jubilados, los trabajadores, las provincias, la educación pública en todos los niveles, la salud pública, la ciencia y la tecnología, la Argentina capaz de fabricar vacunas, satélites, reactores nucleares, con la complicidad de la mayoría de la oposición, gobernadores de todas las tendencias, diputados y senadores. Le otorgaron facultades delegadas enormes a quien sostenía que él era un topo infiltrado en el Estado, que la justicia social es un robo, un virus, un pecado, es la envidia como virtud. Fue más allá: donde hay una necesidad no hay un derecho, sino que sólo una demanda que será satisfecha en la medida que sea un negocio para el mercado. No puede haber la menor confusión: el enemigo es el Estado, el maligno, al que hay que destruir, en una sociedad que todo el mundo tiene la libertad amplísima de morirse de hambre, que el Estado no tiene que ocuparse de las obras públicas sino quienes las necesiten, los que deberán unirse para realizarlas, que su héroe era Margaret Thatcher y que en las Malvinas había que respetar el deseo de sus habitantes; que en política exterior habría de seguir a la de EE. UU e Israel (2). Apenas algunos de los infinitos dislates. Todo ello envuelto en una retahíla infinita de descalificaciones:“kuka”, “zurdo”, “ensobrado”, “casta”, “mentiroso”, “econochanta”, “violento”, “siniestro”, “basura”, “woke”, “mandril”, “impresentable”, “rata”, “esbirro”, “puta”, “repugnante”, “mierda”, “pautero”, “pedazo de mogólico”, “zurdo de mierda”, “hijos de puta”, “extorsionador”, “liliputiense”, “siniestro”, “estúpido” “excremento” , “repugnante”,  “cucarachas”, “delincuentes”, “degenerados fiscales”, “parásitos mentales”, “periomierda” ……  

En dos discursos, uno pronunciado ante empresarios del Yacth Club de Puerto Madero y otro en el Congreso de la Libertad Avanza en La Plata, entre los dos, que tuvieron una duración total de 106 minutos, con los aplausos incluidos, los insultos fueron 51, a un promedio de un insulto cada dos minutos.    

El periodista Walter Curia escribió en Perfil bajo el título “Milei y la ética de la injuria”: “Milei practica una ética de la injuria y la alienta desde lo más alto del poder. En el anonimato de las redes o a plena luz, multitudes celebran su violencia verbal, su vulgaridad, su maldad. Y el inocultable regocijo que le provocan. Este comportamiento refleja un rasgo de época que el Presidente ha sabido capturar: Milei cabalga sonriente sobre la muerte del humanismo. Si la consagración de un hombre como Milei es producto de una sociedad que sufrió una transformación profunda que en su momento apenas advertimos ¿cuánto y de qué modo está transformando Milei a la sociedad?


ESPAÑA 1936 


12 de octubre de 1936. Universidad de Salamanca. Concurren a la conmemoración del Día de la Raza, Carmen Polo de Franco, el general Millay Astray, el obispo de la diócesis Enrique Pla y Deniel, el escritor, poeta y periodista José María Pemán, el gobernador militar y el poder económico de la ciudad.

 El evento fue abierto por el escritor Miguel de Unamuno, Rector de la Universidad que presentó a los conferenciantes sin que estuviese previsto que interviniera posteriormente. Entre los conferenciantes estaba el catedrático de Historia Ramos Loscertale, el dominico Beltrán de Heredia, el catedrático de Literatura Maldonado de Guevara, quien cargó fuertemente contra Cataluña y el País Vasco. Pemán exaltó los ánimos cuando afirmó “Muchachos de España, hagamos cada uno en cada pecho un Alcázar de Toledo”. Se refería a la actitud del defensor franquista de la fortaleza, el general José Moscardó Ituarte, que junto a unos 1200 hombres y 600 mujeres y niños resistió un asedio durante dos meses y seis días. Su negativa a las intimaciones de rendición, incluso ante la amenaza de fusilamiento de su hijo se convirtió en uno de los símbolos franquistas.

Las amenazas vertidas por los oradores a los que no compartían los valores franquistas, provocaron el rechazo de Unamuno que había adherido al levantamiento. Previamente el autor del “Sentimiento trágico de la vida” había enfrentado al rey de España y al dictador José Antonio Primo de Rivera, había sido diputado socialista de la República y había abjurado de ella cuando el gobierno avanzaba hacia la reforma agraria y otras de corte socializante.

Aunque no se dispone de un registro grabado, se ha podido reconstruir aproximadamente lo que dijo Unamuno: “Ya sé que estáis esperando mis palabras, porque me conocéis bien y sabéis que no soy capaz de permanecer en silencio ante lo que se está diciendo. Callar, a veces, significa asentir, porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia. Había dicho que no quería hablar, porque me conozco. Pero se me ha tirado de la lengua y debo hacerlo. Se ha hablado aquí de una guerra internacional en defensa de la civilización cristiana. Yo mismo lo he hecho otras veces. Pero ésta, la nuestra, es sólo una guerra incivil. Nací arrullado por una guerra civil y sé lo que digo. Vencer no es convencer, y hay que convencer sobre todo. Pero no puede convencer el odio que no deja lugar a la compasión, ese odio a la inteligencia, que es crítica y diferenciadora, inquisitiva (mas no de inquisición). Se ha hablado de catalanes y vascos, llamándoles la antiEspaña. Pues bien, por la misma razón ellos pueden decir otro tanto. Y aquí está el señor obispo Plá y Deniel, catalán, para enseñaros la doctrina cristiana que no queréis conocer. Y yo, que soy vasco, llevo toda mi vida enseñando la lengua española que no sabéis. Ese sí es mi Imperio, el de la lengua española y no...

Millán Astray, ubicado en un extremo de la mesa la golpeó con su única mano, se levantó y pregunto- ¿Puedo hablar? ¡Alguien del público gritó “! ¡Viva la muerte!” Astray se sumó: “Mueran los intelectuales! ¡Viva la muerte!”

- ¡España una! Gritó la audiencia. ¡España grande! Gritó Millán Astray. Un grupo de falangistas con su típica camisa azul realizó el saludo fascista al retrato de Francisco Franco, colgado de la pared.

ESPAÑA 2025- ESPAÑA 1936




Javier Milei en Madrid, en el Economic Forum, junio del 2025: “Sepan que contra los socialistas de mierda, yo siempre voy a estar a su lado” ¡Muerte al socialismo! 

Ochenta y ocho años después, en Madrid no hubo en ese foro una voz como la de Unamuno en la Universidad de Salamanca quien después de escuchar el grito mortuorio de Millán Astray, de las consignas del auditorio, del saludo de la falange al retrato de Francisco Franco “Caudillo de España por la gracia de Dios”, continuó diciendo: “Acabo de oír el grito de ¡viva la muerte! Esto suena lo mismo que ¡muera la vida! Y yo, que me he pasado toda mi vida creando paradojas que enojaban a los que no las comprendían, he de deciros como autoridad en la materia que esa paradoja me parece ridícula y repelente. De forma excesiva y tortuosa ha sido proclamada en homenaje al último orador, como testimonio de que él mismo es un símbolo de la muerte. El general Millán Astray es un inválido de guerra. No es preciso decirlo en un tono más bajo. También lo fue Cervantes. Pero los extremos no se tocan ni nos sirven de norma. Por desgracia hoy tenemos demasiados inválidos en España y pronto habrá más si Dios no nos ayuda…….. Este es el templo del intelecto y yo soy su supremo sacerdote. Vosotros estáis profanando su recinto sagrado. Diga lo que diga el proverbio, yo siempre he sido profeta en mi propio país. Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta en esta lucha: razón y derecho. Me parece inútil pediros que penséis en España.”

ESPAÑA 1605-ARGENTINA 2024-2025



Miguel de Cervantes nació en 1547 y murió en 1616. Escribió el Quijote en 1605 y quedó manco en la batalla de Lepanto en 1571. Un fragmento de su obra es el siguiente: 

“—¿Qué gigantes? —dijo Sancho Panza.

—Aquellos que allí ves —respondió su amo—, de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.

—Mire vuestra merced —respondió Sancho— que aquellos que allí se parecen no son gigantes5, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.

—Bien parece —respondió don Quijote— que no estás cursado en esto de las aventuras6: ellos son gigantes; y si tienes miedo quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.

Y, diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que sin duda alguna eran molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer. Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho, ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran, antes iba diciendo en voces altas:

—Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete.

Levantóse en esto un poco de viento, y las grandes aspas comenzaron a moverse, lo cual visto por don Quijote, dijo:

—Pues aunque mováis más brazos que los del gigante Briareo, me lo habéis de pagar.

Y en diciendo esto, y encomendándose de todo corazón a su señora Dulcinea, pidiéndole que en tal trance le socorriese, bien cubierto de su rodela, con la lanza en el ristre, arremetió a todo el galope de Rocinante y embistió con el primero molino que estaba delante; y dándole una lanzada en el aspa, la volvió el viento con tanta furia, que hizo la lanza pedazos, llevándose tras sí al caballo y al caballero, que fue rodando muy maltrecho por el campo. Acudió Sancho Panza a socorrerle, a todo el correr de su asno, y cuando llegó halló que no se podía menear: tal fue el golpe que dio con él Rocinante.

—¡Válgame Dios! —dijo Sancho—. ¿No le dije yo a vuestra merced que mirase bien lo que hacía, que no eran sino molinos de viento, y no lo podía ignorar sino quien llevase otros tales en la cabeza?”

Milei no tiene la grandeza idealista del personaje de Cervantes que enloqueció leyendo libros de caballería, pero sí su falta de cordura que la perdió en su fundamentalismo mesiánico, con la lectura dogmática de la escuela económica austríaca. Sus molinos de viento son el comunismo inexistente, el socialismo, en realidad los socialdemócratas, los keynesianos, en definitiva, todos los que no están de acuerdo con reducir el Estado a solo una agencia de los poderosos o en sus sueños húmedos a su inexistencia. Su discurso es una suma de contradicciones, de falsedades históricas y mentiras actuales. Puede afirmar, sin sonrojarse, que conoce cómo creció el PBI mundial desde el nacimiento de Cristo hasta 1800, cuando no era medido, afirmar que bajó la deuda cuando la subió, tomar la inflación de un mes, el de más alta inflación, y proyectarla a doce meses dando cifras disparatadas, confesar que es cruel con los empleados estatales siendo él uno de ellos, considerar al Estado una asociación ilícita siendo el que la preside, asociándolo con “el maligno”; hacer juicio a quienes le imputan procedimientos nazis cuando su máximo referente Murray Rothbard minimizó el holocausto o reivindicar y admirar a Elon Musk quien hace el saludo nazi y apoya actualmente  al partido nazi en Alemania; transitar por los escupitajos nazis al afirmar: “No tengo que tener vergüenza por ser un hombre blanco y rubio de ojos celestes y pedir perdón por tener pene’ o “Los estamos aplastando en la batalla cultural, los estamos pasando por arriba, no sólo le ganamos productivamente, somos superiores moralmente, somos superiores estéticamente, somos mejores en todo, y les duele, les duele, están perdiendo, están desesperados, por primera vez se sienten acorralados, zurdos de mierda….”; reivindicar a Roca que fue el creador del Estado Argentino justamente él que intenta disolverlo. Lo que no dice es que admira a Roca por sus matanzas de los pueblos originarios, algo que en los hechos, en la actualidad, es la muerte y/o exportación de millones de argentinos, al final de su plan planificado de la pobreza y la miseria.

El manejo desaprensivo, tendencioso y falso de los números presentes y pasados y de los hechos históricos lo lleva a afirmar impúdicamente que el país está como está por haber padecido los 100 últimos años de socialismo.  Desde 1925 a la actualidad y sólo considerando los golpes militares y los períodos de Menem y Macri sin ninguna posibilidad que alguien en su sano juicio pueda considerarlos socialistas suman 44 años. (3)                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                            

El escritor Juan José Becerra sostiene que Milei es el entretenimiento del gobierno, que en realidad no es su gobierno sino del poder económico concentrado. El periodista Reynaldo Sietecase lo ha calificado como un standapero, claro que muy peligroso…..     

Pero el problema no es sólo el desequilibrio de Milei y sus objetivos febriles de una pesadilla psiquiátrica. El problema es que hay millones de Sancho Panza que creen en la irrealidad de esta versión desvirtuada y liliputiense del Quijote y apoyan y permanecen al lado de quien ve gigantes, fantasmas ideológicos, donde sólo hay molinos de viento.


ARGENTINA 2024/ 2025





El odio viene asociado a la crueldad, esa miserabilidad que consiste en gozar con el sufrimiento ajeno.
Lo hace Milei y se potencia en sus funcionarios y seguidores. Si Milei sólo se enternece con sus perros considerados cuestión de estado(4), su hermana y el Muro de los Lamentos, muestra una indiferencia glacial sobre la privación de medicamentos a los enfermos oncológicos incluidos los paliativos, de subsidios a los enfermos hemofílicos, de maltratos y vejámenes a los discapacitados, de comida a los comedores, de derivar departamentos construidos por el gobierno anterior ya asignados a redirigirlos a las fuerzas de seguridad; celebrar los despidos, anunciar eufóricamente convocatorias y quiebras. De no haber construido una escuela o un hospital. De suprimir las obras públicas mientras crecen los accidentes. De no planificar el aprovisionamiento de gas dejando sin suministro a buena parte del país porque el Presidente ocupa su tiempo en batallas innecesarias y horas en las redes sociales desde donde alienta retuiteando a su ejército de trolls descerebrados. Gente que celebra la muerte de adversarios o ataca a los críticos como la periodista Julia Mengolini, a la que se la difama con inteligencia artificial difundiendo un video en donde se la hace aparecer teniendo relaciones sexuales con su hermano y retuiteado infinitamente por el presidente, jefe de la asociación ilícita. En el canal de streamers Carajo, frecuentado y apoyado por el presidente y sus funcionarios, se desparraman burlas e insultos identificando como el presidente en su discurso en Davos, que la homosexualidad es el camino de la pedofilia. Al diputado socialista Esteban Paulón que es gay, se le imputó pedofilia en el programa “La Misa” de ese canal conducido por el troglodita Daniel Parisini (Gordo Dan), al que a la muerte de Pepe Mujica escribió “Uno menos”. Uno de sus panelistas, biógrafo de Javier Milei y reivindicador del terrorismo de Estado Nicolás Márquez, comentó: “El problema de Paulón no es que tenga un desorden anal, es que tiene un desorden ideológico” El ideólogo Agustín Laje ha sostenido: “Una bala de goma que los reprima es un motivo de regocijo para muchos”; “Los que adhieren a políticas de izquierda no son adversarios, son enemigos…puedo tomar la decisión individual de no convivir con los zurdos. Yo estoy completamente facultado para tomar la decisión de no tener empleados zurdos, de no tener amigos zurdos….así es como he vivido y créeme que soy muy feliz”; La izquierda es siempre y en todo lugar un fenómeno antidemocrático. Esta máxima nunca falla”; “Literalmente, me preparé toda la vida para esto. Estoy listo para aplastar a los comunistas disfrazados de derechos humanos. Los espero.”; “Hermoso día para bañarnos en lágrimas de zurdos.”; “El wokismo destruyó los Juegos Olímpicos. Cosa que tocan los progres, cosa que destruyen.” 

Cuando se conocen los testimonios de médicos, enfermeros y pacientes del Hospital de Clínicas y del Garrahan, verdaderos héroes a los que se ajusta e injurian, sobre los que el gobierno proyecta su crueldad más refinada, y su ejército de asalariados bardea, vale el testimonio de una madre como síntesis: “Dios está en todas partes, pero atiende en Buenos Aires y te salva la vida de un hijo en el Garrahan”




Iván Noble, el cantante de “Los caballeros de la quema” sintetizó muy bien la visión que se tendrá de estos personajes dentro de algunos años: “Qué difícil será dentro de algunos años, aceptar que estas criaturas fueron verosímiles” 

Como el odio se desplaza de arriba hacia abajo, Milei ha abierto un concurso de hijoputismo y sus socios del PRO como Jorge Macri en CABA y Guillermo Montenegro en Mar del Plata expropian de sus pertenencias a gente en condición de calle en medio del mayor frío en décadas, o despojan de sus mercaderías a trabajadores ambulantes.

El escritor Martín Kohan fue un visionario cuando describió tempranamente la época como “Parece que la crueldad está de moda”. No se imaginó entonces que Víctor Hugo Morales volvería a redefinirla: “Desgraciado el país que tengo por presidente a alguien que le hace bulying a un chico de 12 doce años” (se refería a Ian Moche).   

Vuelven las palabras de Miguel de Unamuno:” Me duele pensar que el general Millán Astray pueda dictar las normas de psicología a las masas. Un inválido que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes se sentirá aliviado al ver cómo aumentan los mutilados a su alrededor. El general Millán Astray no es un espíritu selecto: quiere crear una España nueva, a su propia imagen. Por ello lo que desea es ver una España mutilada, como ha dado a entender.” 
Milei también da señales claras de la sociedad que diseña en lo económico y social. Como Millán Astray, una Argentina mutilada.

CONVOCAR AL ODIO ES ASOCIARSE A LA MUERTE 



Se le atribuye a Buda, el afirmar que “El odio es como tomar un vaso de veneno y esperar que el otro se muera” Eso puede ser así cuando es meramente un hecho aislado. Cuando se lo socializa, cuando se lo promueve desde los más altos niveles se abre una Caja de Pandora peligrosísima.

El gobierno de Milei no es el fascismo ni el nazismo, pero tiene actitudes, lenguaje, hechos que tienen puntos de contactos. El animalizar, al degradar a una condición subhumana o cosificar a una parte importante de la población, es un camino rumbo al precipicio. Identificar al adversario como un enemigo reducido a la condición de rata o cucaracha, es tener puntos de contacto con esos regímenes que avergonzaron la condición humana. El bulying hecho desde la presidencia es tensar a la sociedad a un nivel de intolerancia inmanejable. La burla, el sarcasmo, sobre dolorísimas situaciones que el mismo gobierno provoca, es una caldera donde la bronca se calienta a fuego lento.   

Primo Levi, icono del sobreviviente de los campos de concentración nazis, que reflexionó profundamente esa experiencia escribió: “No empezó con las cámaras de gas, no empezó con los hornos crematorios, no empezó con los campos de concentración y exterminio. Empezó con la palabra, con el lenguaje, con la propaganda, con la mentira, con la calumnia y con el odio.”

Tenemos una historia teñida de sangre. Setenta años de guerra civil en el siglo XIX, con un siglo XX donde se perpetraron los bombardeos a Plaza de Mayo, los fusilamientos clandestinos, las proscripciones, la violencia desatada en los setenta, los horrores de la dictadura establishment militar, apenas para visualizar algunos mojones, son disuasivos para no convocar al odio que más temprano que tarde vuelve del brazo  de  la muerte.   

9-07-2025

(    1) Guillermo Franco, el Ministro del Interior, con una larga militancia en la casta, el más político de los funcionarios, preguntado sobre la flamígera frase del Presidente, interpretó que se lo buscaría para debatir y mostrarles el daño que ha hecho la izquierda, así como los resultados que tiene el ejercicio de la libertad. Es el mismo Ministro que se retiró del Congreso cuando una diputada lo calificó de mentiroso, demostrando una sensibilidad muy particular

(    2) Hay que ser claro y desenmascarar una impostura: Milei no está alineado con EE. UU e Israel, sino con los gobiernos fundamentalistas de Trump y Netanyahu. Si en Israel llegara a gobernar un partido como Meretz, el amor de Milei hacia Israel concluiría, o si presidiera EE. UU, el ganador de las primarias demócratas en Nueva York Zohran Mamdani, pasaría a formar parte de los mandriles socialistas

     3) 


     4)  El periodista Manu Jove en Cenital afirmó: “Si consigo el plano de los caniles los traigo acá” Le respondió Santiago Oría, Director de Realización Audiovisual de la Presidencia de la Nación, en un texto que supera todo lo imaginado: “Para el periodismo es meterse con la vida privada, íntima y familiar del Presidente: Conan, Milton, Murray, Robert y Lucas Jr. Son hijitos de cuatro patas de Javier. Esta lacra moral va contra los hijos. Criaturas inocentes que nada tienen que ver con la discusión pública…”  

*      *Publicado en La Tecl@ Eñe, Diario Registrado   

13 julio 2025

Una Mafalda (más) moderna

 ¿Cómo sería una Mafalda actual, que tuviese 6 años en 2025?

POR MARCELO FIGUERAS (COHETE A LA LUNA) 
JULIO 6, 2025


Mi cabeza es peculiar, ya lo saben. No voy a pedir disculpas a esta altura. Por esa razón, qué duda cabe, durante esta semana hubo muchos signos que se alinearon en la misma dirección. El lunes pesqué un posteo de Ediciones de la Flor, donde lamentaban la pérdida de los derechos de la obra de Quino —incluyendo las tiras de Mafalda—, después de haberla publicado durante 55 años. Al rato abrí la nueva edición de la revista New Yorker, y descubrí que incluía un artículo sobre Mafalda, celebrando su edición en los Estados Unidos. (Traducida además por Frank Wynne, quien volcó mi novela Kamchatka al inglés.) Al día siguiente tuve una reunión en una productora a la que nunca había ido. ¿Y a quién vi, apenas abrieron la puerta? A Mafalda. (Una efigie de Mafalda a escala más o menos natural, quiero decir, sentada sobre un banco de plaza.) Cuando me fui, caminé unas cuadras y en un momento me cayó la ficha: estaba atravesando la plaza de Colegiales llamada... Mafalda. No me quedó otra que cerrar los ojos, visualizar al personaje más celebrado de Quino y decirle mentalmente: "Qué pasa, nena. ¿Qué estás tratando de decirme?"

Poco después confirmé que la obra de Quino había sido adquirida por Penguin Random House Mondadori. Vi también que circulaban quejas, por el hecho de que ese tesoro dejase de pertenecer a una tradicional editorial argentina para pasar a manos de un conglomerado internacional. Pero no voy a meterme en ese berenjenal. Primero, porque no se me ocurre cómo cuestionar los derechos legales que asisten a los herederos de Quino. (Sobrinos nietos, tengo entendido.) Y después, porque Random House es la editorial que publica mis ficciones, lo cual afectaría cualquier pretensión de objetividad de mi parte. Así que cederé esa discusión a quien se sienta preparado/a para darla, y me abocaré a aquello que me inquietaba desde el lunes, a saber: ¿por qué Mafalda parecía estar lanzando señales en mi dirección? ¿Acaso pretendía expresar algo por mi intermedio, justo en estos días, que de pacíficos y de amigables con la cultura argentina tienen poco?


El artículo del New Yorker está firmado por Daniel Alarcón, que no es cualquiera. Se trata de un escritor peruano-estadounidense muy interesante, autor de novelas como Lost City Radio (2007), que recibió la beca McArthur al Genio en el año 2021, enseña periodismo radial en la Universidad de Columbia y colabora con el New Yorker hablando sobre temas latinoamericanos. Su texto es preciso y criterioso. Se llama La historieta argentina que galvanizó a una generación, usa el desembarco de Mafalda en los Estados Unidos como excusa y se cuestiona no sólo el fenómeno que produjo la tira entre 1964 y 1973, sino las razones de su vigencia y su popularidad, que exceden las fronteras de nuestro país. "Mafalda ha sido traducida a veinticinco lenguajes —dice Alarcón—, y ha vendido decenas de millones de ejemplares tan sólo en español, lo cual la convierte en el cómic latinoamericano más vendido de todos los tiempos".

¿Hay alguien en la sala que desconozca la historia del personaje? Alarcón recuerda que, en 1963, una agencia de publicidad le pidió a Joaquín Lavado —Quino, para el mundo— una tira que publicitase los electrodomésticos Mansfield. Debía presentar a una familia tipo, en la que todos los integrantes tuviesen nombres que arrancasen con la letra M. La tira no se usó nunca, pero el apelativo de la niña —que había registrado al ver la película Dar la cara, de José A. Martínez Suárez, donde se llama así a un bebé— se le quedó pegado. Al año siguiente lo contrataron para amenizar la revista Primera Plana, y propuso una tira protagonizada por Mafalda.


  Quino y la nena.

El género de la obra no era novedoso. Existen infinidad de tiras que cuentan historias de niños en un mundo de adultos. En este sentido, Mafalda dialoga de igual a igual con las mejores del rubro, que para mí son Peanuts de Charles M. Schulz (1950-2000) y Calvin & Hobbes de Bill Watterson (1985-1995). Todas protagonizadas por criaturas de alrededor de seis años —el Charlie Brown de Schulz arrancó con cuatro en el '50 y llegó a los ocho en los '80, pero tuvo seis entre 1957 y 1979—, que aprenden a sobrevivir en un mundo que les queda grande pero al que iluminan, mediante la reflexión humorística y la pincelada poética. Y cada una tiene sus particularidades. En Peanuts los adultos no se ven, suelen estar fuera de cuadro. En Calvin & Hobbes, la cosa gira en torno a la relación del protagonista con su tigre de peluche, que funge de amigo imaginario. ¿Y Mafalda? Los niños que la rodean son más bien prototípicos: Felipe el soñador, Miguelito el ingenuo, Manolito el práctico, Susanita la aseñorada, versión hecha carne del mandato machista. Pero si la creación de Schulz puede ser interpretada como "una lectura de Freud a través de Charlie Brown", la creación de Quino —según sugirió Umberto Eco— presentaría a Mafalda como un puente hacia el Che Guevara.

Porque esa niña no tenía nada de prototípica. Era precoz, estaba al tanto de todo lo que ocurría en el mundo y no conocía la sumisión. Por supuesto, también tenía rasgos propios de su edad, como el fanatismo por Los Beatles —exclusivamente juvenil, a mediados de los '60— y su aversión por la sopa. ¡En una tira se pregunta cómo puede ser posible que todavía no le hayan dado un Oscar a El pájaro loco! Pero en términos esenciales, Mafalda era un adulto en frasco chico. No tenía un pelo de frívola, nada le preocupaba más que el triste estado del mundo y de su país. Se la veía mejor plantada que sus progenitores, desde que su padre era un niño-adolescente que no había madurado nunca y su madre vivía consumida por su deber ser de buena alumna, sólo que en versión ama de casa. Ahora que lo pienso, Mafalda rondaba por mi cabeza desde la semana anterior, cuando me pregunté vía Twitter cómo habrá sido Cristina cuando niña. Me la imagino como una Mafalda platense, coqueta, exigente e indomable. ¡Pagaría a cambio de anécdotas de esa niñez!

Los personajes de "Peanuts", de Charles M. Schulz.

Como le dijo el artista Liniers a Daniel Alarcón: "Mafalda no te enseñaba a comportarte, a respetar a tus mayores y a evitar la confrontación con tu hermano. Mafalda te enseñaba a cuestionar el mundo".

Pero claro, por entonces —volvemos a hablar de los utópicos '60, como durante las últimas semanas— criticar la realidad era sensato y sensible. Como yo, Mafalda creció en un país tutelado por militares, con políticos cuya inconsistencia parecía justificar la tutela. Pero al mismo tiempo, y en especial si comparamos con las cosas que ocurrieron después, no era un lugar tan terrible. Alarcón describe aquella Buenos Aires como "una de las capitales culturales del mundo hispano-parlante de entonces, cuyas librerías seguían abiertas de noche, con audiencias que hacían fila en los cines para ver la nueva de Ingmar Bergman y revistas y diarios que competían por la atención y el dinero de la creciente clase media argentina". Pero la sofisticación cultural no disimulaba la inmadurez política, que dificultaba que la máquina democrática terminase de arrancar y emprendiese viaje. (El desarrollo trunco de los padres de Mafalda sugiere que la república tutelada era casi inevitable.) Aun así, la sociedad era regenteada por milicos que ladraban mucho pero mordían poco. Lo peor que podía hacerte un policía era "abollarte la ideología" con su macana. En ese contexto, criticar no sólo era sensato y sensible: era posible.

Quino decidió que Mafalda hiciese mutis por el foro en junio del '73, días después del retorno definitivo de Perón. El mundo del que hablaba la tira ya no tenía puntos de contacto con la turbulenta democracia que se alumbraba. Y en marzo del '76 —el mes del golpe de Estado—, Quino dejó el país, para convertirse en un exiliado más.

Años más tarde le preguntaron cómo imaginaba a Mafalda adulta. Respondió que nunca habría llegado a esa edad, que Mafalda se habría convertido en una más de los 30.000 desaparecidos.

Aun así, en el final del artículo Alarcón cree adivinar lo que pensaría Mafalda de personajes como Trump y Milei. ("Ambos Presidentes —dice— intentaron reformatear la crueldad como si se tratase de una nueva y potente variedad del patriotismo".) Pero yo prefiero no contradecir la intuición de Quino. Ya sabemos qué solía ocurrirle a las pibas que en el '76 hacían gala de conciencia política y militaban en las calles. Recuerden a las hijas de Oesterheld. Por eso mismo, antes de imaginar qué pensaría hoy una Mafalda adulta, prefiero preguntarme cuán plausible sería hoy una Mafalda de seis años, en este desangelado mundo nuestro.


Rebelde con causa

Los protagonistas de ese tipo de tiras solían ser tipos, varoncitos, sostenidos por muletas como perros imaginativos —el Snoopy de Charlie Brown— o tigres imaginarios como el Hobbes de Calvin. La predecesora más relevante de Mafalda fue La pequeña Lulú, creada en 1935 por Marjorie Henderson Buell. Lulú era una anomalía por partida doble: no sólo competía con los pibitos del Club de Tobi, demostrando que ella era tanto o más hábil y lista que ellos, sino que además era fruto de la imaginación de una mujer. Que Quino, un ejemplar del género masculino como Schulz y Watterson, haya preferido una protagonista, es la primera indicación de la fina sintonía con su tiempo que a partir de entonces desplegaría. A comienzos de la revolución cultural y política que supusieron los '60, Mafalda tenía una doble motivación para ser rebelde: porque era lo que correspondía, ante un mundo de mierda, pero además porque era mujer. ¿Quién podía tener mejores razones para protestar?

 La pequeña Lulú

En ese sentido, cuesta poco y nada imaginar una Mafalda de seis años en el 2025. Las niñas de hoy son un avión supersónico, infinitamente más despiertas y curiosas e inquietas que sus contrapartes masculinas. (Una de las razones por las cuales me cuesta poco visualizar a una neo-Mafalda es que tengo hijas grandes, ya de treintaipico, que exhiben distintos grados de mafaldización. A una de ellas en particular, lo único que le falta para ser Mafalda hecha y derecha es el casco de pelo negro de la original.)

A esta neo-Mafalda conjetural no le costaría mucho mantenerse informada, dado que las fuentes se multiplicaron en cantidad y en tipo de coberturas, excediendo la radio y los diarios de los que la original dependía. Así como la niña de los '60 adoraba la TV, aun cuando se la bardeaba como antítesis de la cultura, juraría que la Mafalda de hoy estaría híper-conectada. Si no dispusiese todavía de un celular propio, metería en quilombos a sus padres al twittear desde las cuentas de sus mayores. (Muchas de las twitteras que sigo deben haber sido Mafalditas, cuando niñas.) Y como el menú evolucionó y la sopa dejó de ser un plato obligatorio, la imagino encarajinándose con las verduras y las frutas que hoy encarnan la corrección política en términos alimenticios.

Algunas de las obsesiones de la Mafalda original siguen vigentes. Aquel era un mundo embarcado en guerras vergonzosas, y este de hoy sigue siéndolo. Ha empeorado, incluso. No se me ocurre cómo lidiaría Mafalda con el espanto del genocidio de Gaza, que oblitera toda posibilidad humorística. Aquel era un mundo jodido pero alentaba el pensamiento utópico, era casi mandatorio pensar constantemente en un futuro mejor. Pero nuestro presente es intolerable, y además se especializa en negar, ocultar o nublar cualquier perspectiva de mejora, de superación para la humanidad en su conjunto. Las usinas culturales que responden al tecnofeudalismo nos convencieron de que todo empeorará, de que resignarse es lo más sensato. (Mark Fisher llamaba a esto "depresión deliberadamente cultivada", como recordé la semana pasada.) En consecuencia, el dolor y la impotencia que sentiría una niña de hoy sería mucho más grande que el de personaje de Quino. Debería, pues, ser más cáustica, más escéptica, más amarga. Más parecida a la Daria de la serie animada homónima. Una niña a la que sonreír le costaría tanto como a la Merlina (Wednesday) que Alfred Gough, Miles Millar y Tim Burton concibieron para Netflix, a partir del personaje de Los locos Addams.

 

La Mafalda de Quino tenía poca fe en una clase política que no hacía frente a nuestros preceptores de uniforme. (Verde, en este caso.) La de hoy no tendría a los dirigentes en mejor concepto. Hasta el momento, la iniciativa de la ultra-derecha mundial no se ha topado con una oposición que resista a su brutalidad, y mucho menos que la desactive. Los demócratas de los Estados Unidos no han frenado la avanzada autocrática del Rey Donald. El laborismo inglés no tiene de laborismo más que la etiqueta. Y acá, entre nosotros, los únicos que ejercen como oposición real son los kirchneristas y parte de la izquierda; el resto, empezando por el radicalismo y el mainstream del sindicalismo, se especializa en la tarea de dar vergüenza.

Como la mayoría de los jóvenes de su época, la Mafalda de Quino abominaba de la hipocresía de la sociedad que le tocó en suerte. Vibraba con las ondas de amor y paz que emanaban del hippismo, pero a diferencia de ese movimiento, no era políticamente ingenua. Aquella Mafalda no soñaba con irse al campo y crear una comunidad ludista, anti-tecnológica: quería modificar la sociedad de la que se sabía parte. (Encuesta imposible: ¿cuántos de los jóvenes desaparecidos habrán crecido leyendo Mafalda desde el '64? Muchas de esas chicas gloriosas deben haber sido Mafalditas, de crías.) Pero aquella sociedad argentina todavía conservaba su humanidad. Aún no había cruzado el Rubicón de la pérdida de una generación, ni de la oscuridad que sobreviene cuando impactan las complicidades, por acción u omisión, con el genocidio de los '70.

¿Qué diría una Mafalda de seis años ante la sociedad argentina de hoy, donde parecen primar la crueldad y el individualismo? Durante los '60 y los '70, la aspiración al ascenso social, conectadísima con el sueño universitario, estaba en su apogeo. Mafalda criticaba a su propia vieja, que había renunciado a la superación personal para contentarse con ser esposa y madre, y a su padre por falta de ambiciones. Para ser coherentes con la tira de Quino, los padres de una Mafalda actual deberían ser de esos que se pretenden clase media pero están al borde del abismo. (Unos pelagatoz, como dice Guille, el hermanito menor.) En consecuencia, es tentador pensar que figurarían entre los votantes de Milei que se deslumbraron ante la perspectiva de ganar, y ahorrar, en dólares. La Mafalda original imaginaba un futuro como profesional: por ejemplo, intérprete en las Naciones Unidas. ¿Qué pensaría la Mafalda modelo 2025 del combate de este régimen contra la cultura y la ciencia? ¿Y respecto de tantos de los jóvenes actuales, que no pretenden más que zafar? (Días atrás supe de la existencia de chicas adolescentes cuyo único proyecto de futuro es convertirse en amas de casa. ¡Susanitas redivivas!) ¿Cómo reaccionaría la neo-Mafalda ante el triste modelo de mujer que presentan las Lemoines, las Juliana Santillán, las Karinas y las Pato Bullshits? ¿Y cómo ante la violencia verbal —esta versión de Mafalda debería incluir puteadas, me temo—, y también ante la violencia literal de la persecución política y de la represión que, por ejemplo, descarriló la vida del fotógrafo Pablo Grillo?

Tal vez eso explique por qué, entre otras razones, no existe hoy un personaje que ocupe un lugar equivalente. Aquella niña podía darse el lujo de ser rebelde, en el marco de un capitalismo que regía con mano suave, que prefería engatusar a dar latigazos. Pero a una niña actual con conciencia de la realidad no le quedarían muchas opciones. En el mundo de hoy, de transitoria victoria ante las concepciones épicas y utópicas de la vida, debería ser una piba ácida hasta la misantropía, exiliada del mundo por decisión propia y quizás hasta medicada... o bien una anarquista en frasco chico, la revolucionaria del aula, terror de sus padres y de sus maestros.

Una mini-Eva Perón, bah.

The Mafaldix Reloaded

Por supuesto, esta sociedad nuestra no salió de un repollo. Algunos de sus rasgos constaban en Mafalda, sólo que en estado germinal. El sector de la juventud al que sólo le interesa ganar guita debería tener a Manolito por patriarca. En una tira, Mafalda lo encuentra leyendo la cotización del mercado de valores en un diario y le pregunta, haciendo gala de ironía, si se refiere a los valores morales, espirituales, artísticos o humanos. A lo cual Manolito le responde, imperturbable: "A los que sirven". Todo el credo del mileísmo cabe en esa respuesta.

El sector de la clase media que no tolera que los pobres se le arrimen tendría a Susanita por matriarca. En una tira le dice a Mafalda que pronto se irá de veraneo y que por eso no le interesa hablar de otra cosa. Entonces Mafalda le dice que ella también se irá de vacaciones. Y Susanita cambia al toque de tema de conversación, porque desde que dejaron de servirle para sentirse superior a Mafalda, las vacaciones perdieron su interés.

En algún sentido, la Mafalda original —que se plasmó entre el '64 y el '73, lo refresco— expresa a la perfección la Argentina de la proscripción del peronismo. En sus páginas existen los laburantes y la clase trabajadora, pero no su expresión política más natural. En ese sentido, Quino adscribía a la pretensión de que existía una Argentina posible con el peronismo prohibido, expulsado más allá de los límites del cuadro. (O del cuadrito, en este caso comiqueril.) Por supuesto que lamentaba la tutoría militar y la debilidad de la clase política formal, cuyo centro ocupaban el radicalismo y sus desgajamientos. Pero se cuidó mucho de sugerir que la proscripción era, como lo fue, un problema esencial, inescapable, de ese período.

Se podría pensar que, de algún modo, el credo republicano de Quino —hijo de exiliados españoles— prefiguró al alfonsinismo. (No es extraño que obras ficcionales anticipen movimientos políticos. Yo tengo mis ideas respecto de algunas que podrían haber prefigurado al kirchnerismo, sin ir más lejos. Me gustaría creer que puedo haber tenido algo que ver con una de ellas.) Pero la confesión de Quino respecto del destino de Mafalda como desaparecida sugiere que entendió la centralidad de aquello que, siguiendo los deseos del poder, había marginado entre el '64 y el '73. La irrupción del personaje llamado Libertad en las orillas del '70 revela que advertió que se venía otra cosa, más demandante que la rebeldía de Mafalda.


La pequeña Libertad era más Mafalda que Mafalda. Empezando por sus padres, que daban envidia a la original: un padre que no dejaba de ser un pelagatos pero al menos tenía una postura política —se revindicaba socialista— y una madre traductora de francés. Donde Mafalda era rebelde, Libertad era revolucionaria. Representaba para Mafalda la posibilidad de radicalizarse. Era lo que hasta entonces había creído imposible, dado que estaba rodeada de gente conservadora o políticamente neutra: ¡alguien más extremista que ella misma!

Una vez que la perspectiva histórica jugó en su favor, Quino asumió que a Mafalda —criada por padres políticamente ñoños, que nunca movieron un dedo para que la sociedad mejorase y por ende consintieron el estado de las cosas— , no le iba a quedar otra que evolucionar hasta sumarse a alguna expresión de la izquierda peronista, para terminar compartiendo su suerte aciaga. Nada describiría mejor nuestro presente que una historieta con los personajes adultos en la Argentina de hoy: Manolito el empresario, Susanita casada con un millonario (hasta considero la posibilidad de que haya desposado a Manolito, miren lo que les digo: la plata tira), Miguelito y Felipe jubilados (aunque tengo mis dudas respecto de la salud del corazón de Felipe), y todos orbitando alrededor de las ausencias de Mafalda y Libertad, las desaparecidas. Así estamos. Eso somos.

Voy a proponer un ejercicio incómodo, pero necesario. Imaginar a la Mafalda joven detenida o secuestrada, torturada, violada y finalmente asesinada, mediante tiro a quemarropa o arrojada de un avión. La tensión insoportable entre todas las cosas buenas y tiernas que inspira la Mafalda dibujada y los horrores que hubiese sufrido de ser de carne y hueso sirve para dimensionar lo perpetrado sobre los 30.000 Mafaldas y Mafaldos reales. Lo que resulta intolerable al ser proyectado sobre un personaje de tinta y papel se vuelve imperdonable, francamente, cuando se considera que es lo que le hicieron a tantas personas físicas, sin mostrar arrepentimiento ni pedir perdón durante medio siglo.

La Mafalda que tuviese seis años en 2025 debería ser distinta de la de Quino, porque sería una Mafalda concebida después de nuestro Auschwitz, y por ende no podría permitirse las ingenuidades del original. La célebre admonición de Theodor Adorno planteaba la dificultad de escribir poesía después de la experiencia nazi; lo complicado, para la Mafalda actual, sería hacer humor en un contexto tan trágico como el presente. Pero, así como encontramos formas de seguir poetizando más allá de los campos de concentración, no dudo de que un Quino moderno encontraría cómo hacernos reír, aun cuando se tratase de una risa dolorosa.

Por lo pronto, a la neo-Mafalda no le quedaría otra que ser más zarpada. Si la original criticaba la indiferencia de los ahítos ante los pobres, ¿cuánto más diría ahora, cuando además de hambreárselos se los apalea, se los endeuda hasta la verija, se los despoja de medicamentos y de cuidados y hasta de gas para calentarse en invierno? Si el personaje original repudiaba la hipocresía y la vulgaridad, ¿cuánto más diría ahora, ante el espectáculo degradante de los majules y los gordodanes? Si el personaje original clamaba por la paz mundial, ¿cuánto más diría ahora, cuando ciertos países invaden y masacran como en el siglo XX, pero sin dar otra justificación que lo hago porque puedo y me conviene?

Supongo que, en último término, ese sería el sentido del ejercicio especulativo al que me conminó mi Mafalda imaginaria. Llegar a la conclusión de que, además de seguir disfrutando de la obra original, llena de ideas aún vigentes (además de las reediciones, vendrá también una versión animada, concebida por Juan José Campanella), es preciso entender cuánta falta nos hace un personaje que cumpla un rol parecido al que Mafalda desempeña desde hace 61 años — pero hoy.

Seguramente no saldría de una tira gráfica, porque los diarios y las revistas no tienen el ascendiente y la popularidad de otrora. Tal vez nacería animada digitalmente, o evolucionaría hacia allí a partir de memes o gifs. Siendo quien soy y pensando como pienso, la visualizo como una cría —porque seguiría siendo una niña, o incluso un personaje que escapase de la hétero-norma— que se convertiría en el terror de los fachitos actuales. Con el cagazo que le tienen a la concha y a asumir sus ambigüedades sexuales, una niña segura de sí misma, culta y de réplicas filosas sería la encarnación de todas sus pesadillas. Una Mafaldita así encarando a un símil Laje sería para alquilar balcones. Algo similar presenciamos, ya, a través de ciertas intervenciones de Ofelia, de Male Pichot, de Mariana Enríquez —la Mafalda neo-gótica— y de Isabel González, la presidenta del Centro de Estudiantes de Filo que dejó balbuceando al pelele libertario Iñaki Gutiérrez: las sobrevuela un espíritu mafaldesco, sin duda alguna.


Ojalá a alguna creadora o creador argento se le ocurra ir por ese lado. Un personaje de esa estirpe respondería a nuestra necesidad de que resuene algo que debe ser dicho pero sigue amordazado, asordinado por los fuegos artificiales del show virtual. Si Mafalda tocaba un nervio en los '60, cuando tantas cosas estaban mejor que ahora, mucho más lo tocaría su heredera, en tiempos de lisa y llana emergencia. En aquel entonces, la creación de Quino funcionó como la variante argenta del personajito de un cuento de Andersen: el niño que, mientras la sociedad fingía demencia, levantó el dedito para señalar lo obvio, que el emperador estaba desnudo. Hoy necesitamos más que nunca que alguien alce la voz para que se oiga alto y claro que esto que experimentamos no es normal, que no se puede seguir así, que no estamos viviendo en democracia sino siendo víctimas de terrorismo de Estado de baja intensidad y, por ende, reducidos a la condición de prisioneros domiciliarios o exiliados en nuestra propia tierra.

Mafalda era esa niña que, antes que jugar con muñecas, prefería tratar al globo terráqueo como si fuese un bebé necesitado de cuidado constante. Eso es lo que nos está faltando: la sensibilidad de entender que urge volver a cuidar al mundo como la criatura delicada que es, en vez de seguir tratándolo como a los jubilados a quien Pato Bullet faja los miércoles.