El martes 17 de septiembre del 2024, se subió a EL TREN, en la segunda hora el sociólogo y docente universitario Lucas Rubinich. Un viaje profundo hacia las raíces de la realidad.
Algunas definiciones: “Clase política, un estado de relaciones entre esas fuerzas y sus representados en el que estas se reafirman en su condición, de elementos activos de la política en tanto se produce, por distintos motivos, una intensificación del papel pasivo de las mayorías.” Diagnósticos más o menos acertados de políticos que los realizan como si estuvieran en tierra firme contemplando el barco que se hunde, acentúan la distancia con los potenciales representados.” ; “Siempre se puede construir, pero construir en serio”; “Argentina tiene residuos de una sociedad integrada muy fuerte”; “Hay que ver como se rompe la madeja del sentido común”; “Hay una crisis de representación y un abandono de las identidades políticas”; “Hay una catástrofe de las tradiciones políticas inclusivas” ; “Para el neoliberalismo no hay ciudadanos, hay individuos””; “ Por que no volver a plantearse el impuesto a la renta potencial de la tierra”, “El peronismo ha dejado de ser el hecho maldito del país burgués”. Apenas algunas de las muchas definiciones y temas abordados en una hora imperdible
En la primera hora, el programa abordó una realidad intensa. El asado de Olivos. Ahí se dijo: El médico psiquiatra y psicoanalista Alfredo Grande afirma que “La crueldad no es otra cosa que la planificación sistemática del sufrimiento” Homenajear con un asado en Olivos a los que en el grandilocuente, desmesurado lenguaje presidencial, calificó de “héroes”, a aquellos diputados que impidieron que el veto presidencial a la ley que establecía una nueva fórmula de actualización, fuera rechazado en diputados. El presidente había sostenido, que dicha formula implicaba un costo equivalente al 62% del PBI, un absurdo superlativo tan falso como su conocida proyección de una supuesta inflación anual del 17.000 % que presume haber evitado. Si la incidencia de las jubilaciones y los planes sociales representan alrededor del 13% del PBI, el aumento mensual de los haberes jubilatorios para los aproximadamente 5.000.000 de jubilados que perciben la mínima, equivalente a una pizza y un agua mensual, y un reajuste anual en marzo, sólo un prestidigitador que hace de la mentira su argumentación más poderosa, puede llevarlo al 62% del PBI. Cuánta razón tiene el escritor Mario Diament que pone en boca de uno de sus actores en la obra Café Central: “La verdad es un cadáver en descomposición y la mentira es un narcótico”
Cabe preguntarles a esos 87 diputados héroes entre los que estaban algunos de los que visitaron y promueven el reconocimiento a los genocidas y el radical Mariano Campero que con el mismo fervor que apoyó la sanción de la ley luego aprobó el veto, que sintieron cuando saboreaban el asado de la vergüenza como protagonistas sinvergüenzas. Cabe preguntarse:
¿Qué gusto tendrá un choripán condimentado con abundante indignidad?
¿Qué sabor tiene las crocantes mollejas marinadas en el fuego de la traición?
¿Como se degusta las morcillas elaboradas simbólicamente con la sangre de los jubilados?
¿Como se deglute esa porción de asado celebratorio del hambre de los adultos mayores?
¿Como se puede devaluar el concepto de héroes elevando al carácter de tales a quienes les clavan un puñal a las promesas, que su valentía es ser fuerte con los débiles y cobardes hasta la genuflexión con los poderosos, los que hacen de la mentira un culto y sus convicciones tienen la solidez de un pan de manteca al sol?
Hubo tiempo para testimonios sobre la situación de la Ciencia y la dramática situación de los médicos del hospital Garraham
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