El miércoles 21 de septiembre se subió a EL TREN, Analía Kalinec, maestra, Licenciada en Psicología, profesora de Enseñanza Media y Superior en Psicología. Actualmente cursa el tercer año de abogacía en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, autora de “Llevaré su nombre. La hija desobediente de un genocida”. Un viaje por el territorio del dolor, de la impiedad y de la dignidad. Un testimonio de una valentía enorme. La hija que vive en una burbuja y toma conocimiento ya maestra de que su padre es un torturador. Su amor a su progenitor y la contradicción creciente que las manos que la han acariciado son las mismas que usan la picana. Eduardo Emilio Kalinec, conocido en los Campos de Concentración de El Olimpo, el Banco y Atlético, como Dr. K. Una madre en el papel tradicional de la mujer en el patriarcado atenta a los deseos de su esposo y las cuatro hijas. Primero, la mayor Claudia, rompe con su padre al tomar conocimiento de su procesamiento, pero su itinerario concluye ahí. Analía es una mujer que a medida que va tomando conciencia de la situación toma posiciones cada vez más radicalizadas y se enfrenta a su familia. En su primera carta, el 30 de junio del 2008 titulada “Carta abierte a un represor” escribió: “Ojalá algún día, cuando mires a tus nietos y te abracen, y los veas crecer, y los puedas besar, piense en todos aquellos abuelos y abuelas que no lo van a poder hacer…Ojalá algún día puedas pedir perdón. Te quiero pa, por eso te escribo. Mi amor por vos no cambia, pero te repito: miramos la vida desde veredas diferentes. Ojalá las lágrimas que hoy te hago derramar te marquen un nuevo camino. Yo te extiendo mi mano y te espero de la vereda de enfrente” Pasan los años, su padre es condenado en prisión perpetua, muere su madre y durante su convalecencia las cuatro hermanas hacen un armisticio parcial, el padre preso y dos de sus hermanas le hacen un juicio por indignidad. El 3 de junio del 2017 es mentora de la aparición pública de Historias Desobedientes e integra “Hijas e hijos de genocidas por la Memoria, la Verdad, y la Justicia.” El papel de su compañero Luis. Sus hijos Gino y Bruno y su relación con el abuelo torturador. La foto de la tapa. El epílogo del libro y un texto durísimo: “Y cuando te mueras voy a escupir sobre tu tumba. Por la tumba de los que no tienen tumba. Y voy a llorar, como loro ahora cuando te pido que hables, y que me mires, ¿ no ves que soy tu hija? , ¿ no ves que llevo tu nombre? , ¿ no me ves que estoy llorando?” La posibilidad de que su padre haya participado en la desaparición de una compañera del Nacional Buenos Aires en donde cursó hasta tercer año. Un reportaje no apto para indiferentes.
Súbanse a EL TREN. Con barbijo. No se van a arrepentir
El TREN, UNA VOZ DIFERENTE PARA ESCUCHAR, REFLEXIONAR Y DISCUTIR
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