26 abril 2019

REPORTAJE A ALEJANDRO HOROWICZ



El 23 de abril se subió a EL TREN, el escritor, ensayista, periodista, Alejandro Horowicz, autor de “Los cuatro peronismos”, “El país que estalló”,  “ Las dictaduras argentinas” y de reciente aparición “El huracán rojo. De Francia a Rusia 1789/1917”. Un reportaje explosivo con las reflexiones profundas de uno de los intelectuales más sólidos del país. Sus declaraciones alejadas de lo políticamente correcto, sus apreciaciones resonantes hacen de este reportaje un viaje imprescindible. Muchos de los oyentes lo expresaron por las vías de comunicación del programa. No todos fueron elogiosos, pero ninguno expresó su disconformidad con el nivel sostenido a lo largo de los 58 minutos.
No se pierda este reportaje impactante. Súbase, que lo llevamos.







   EL TREN, UNA VOZ DIFERENTE PARA ESCUCHAR, REFLEXIONAR Y  DISCUTIR


1 comentario:

  1. Horowicz es un hombre brillante y claramente un estudioso cabal de los temas que aborda. Lo que no quita que cometa alguna injusticia por liviandad. Algo imperdonable en un tipo tan preparado.
    Coincido en que los liderazgos a disposición de este momento no reportan al decálogo del conductor prototipo. Incluso algunos de estos liderazgos parecen haber nacido de forma un tanto aleatoria (si el Hombre no propone, la Historia dispone, finalmente).
    Pero reducir a Cristina Kirchner a una "profesional exitosa" que siguió el derrotero esperable en la política, sería pasar por alto que esa dirigente mutó desde la presidencia de su marido y a lo largo de las suyas saliéndose finalmente de toda previsibilidad. Y que tuvo voluntad de mutar,lo que no es poco, desmarcándose de esa evolucion cansina y amebiana que parece definir a otros politicos.
    Dejar caer que la diferencia entre ella y sus pares radica en que leyó más libros y los entendió (qué aclaración más gratuita) es una deliberada bajada de precio.
    Alguien que ejerció responsabilidades de infarto durante 12 años merecería un poco más de consideración, me parece. Los Kirchner no estuvieron detrás de un escritorio cotejando bibliografias para armar teorías intelectuales. Por el contrario, se enfrentaron a verdaderos tsunamis nacionales y regionales, con asfixiante responsabilidad sobre la vida de 44 millones de tipos.
    Y aunque no hubieran luchado por los Derechos Humanos en su juventud, esto no invalida la osadia anti-sistema que practicaron en la madurez, al haber retomado los juicios por Lesa Humanidad disponiendo los recursos legales y materiales para resolver esa empiojadísima problemática.
    La objeción que plantea Horowicz acerca de que la disposición para una candidatura no equivale a una conducción partidaria automatica, es aceptable (sin embargo, todo el que lidera una faccion tiene dentro de sí el germen de la conduccion ampliada, quedando a su criterio activarlo o no).
    Horowicz cuestiona que una conducción verdadera debe ceñirse a un programa y objetivos consensuados con el Partido y que la decisión de lanzarse a compulsa no puede ser potestad del candidato sino fruto de una organicidad obligada a retroalimentarse desde todos los sentidos. No puedo no coincidir con él: la dilación de Cristina en lanzarse, aunque estratégica, no honra al electorado. Pero como expresé en otro blog, reto a cualquiera a que encuentre en el marasmo peronista un conductor con todos los requisitos del manual.
    Otro punto que los intelectuales como Horowicz no comprenden es la dimensión simbólica de ciertas figuras políticas, la que trasciende sus actos mismos. Cuando un referente despierta fuerte simbolismo ahí aparece un plus inasible para la razón. Y creo que la extraordinaria vinculación afectiva de la gente con Cristina saca de quicio a más de un intelectual partidario u opositor. Pero esa afectividad popular es un hecho. Y no decrecerá (váyanse acostumbrando).
    Por último, Horowicz es terminante respecto del futuro de los movimientos nacionales. La receta de rigor para hipotético éxito dictaria internacionalización de las luchas sociales y regionalización de las demandas soberanas. Todo muy bonito...pero tan frecuente como los unicornios. La casuística latinoamericana arroja que se empieza transformacion desde lo nacional para luego salir a buscar coincidencias regionales.
    Y esta fenómeno pedir la internacionalizacion de las luchas pero tenemos enfrente una concentración de poder global adverso, nunca antes vista. Una coherencia punitiva global de efectividad apabullante. Calificar el comentario de un oyente que se refirio a la omnipresente influencia geopolitica de Estados Unidos, como teoría conspiracionista, es una burrada. ¿el Lawfare es una fantasmagoría, también?
    En fin, que hay puntos muy interesantes que aborda Horowicz. El problema es que sus apreciaciones están muy contaminadas de mala leche. Y de una cierta envidia, convengamos. Porque al parecer gente menos brillante que él es seguida por multitudes. Qué le vamos a hacer, así es la vida de injusta. Saludos.

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