Aquella primavera del 55 inauguraba
un largo invierno. El golpe de 1955 venía precedido del bombardeo a Plaza de
Mayo, el mayor atentado terrorista de la historia argentina. En Entre Ríos, el
autor de esta nota aprendió en la escuela el himno uruguayo, una forma por la
cual los vencedores agradecían la hospitalidad que los orientales brindaron a
los exiliados del peronismo, una remake de la época rosista en donde los
exiliados unitarios que vivían en Montevideo se unieron a las flotas inglesas y
francesas que querían la internacionalización de los ríos para colocar sus
productos industriales y destruir al Paraguay proteccionista y avanzado. La
dirigencia del Uruguay recibió con honores a los aviadores que bombardearon
Plaza de Mayo. Por eso en Uruguay encontrar algún político o intelectual
favorable al peronismo es algo exótico. Se los puede contar con los dedos de
una mano encontrándose entre ellos el caudillo blanco Luis Alberto de Herrera,
el referente de la izquierda nacional Alberto Methol Ferrer y el ex presidente
Pepe Mujica.
En la materia creada por “los
Libertadores” llamada Educación Cívica, el peronismo era “la segunda tiranía” (el
gobierno de Rosas había sido la primera) y el único imperialismo era el
soviético.
El himno uruguayo tiene algunos
parecidos con el argentino: “ ¡Orientales, la Patria o la tumba!/ ¡Libertad o con gloria morir!/ ¡Orientales,
la Patria o la tumba! /¡Libertad o con gloria morir!”
La marcha de “los
Libertadores” tiene reminiscencias de la franquista española “De cara al sol”,
escrita inmediatamente después del 16 de junio de 1955, que comienza: “Luchemos por la Patria redimida/ el arma sobre el brazo/ la voz de la
esperanza amanecida/ Que el sol sobre tu
frente/ alumbre tu coraje camarada”
Es
involuntariamente premonitoria de la dictadura establishment militar de 1976, al
decir: “De la paz con tu sangre conquistada/
cantarás con nosotros camarada/ De guardia allá en la Gloria Peregrina/ Mil veces una muerte Argentina/ Mil veces
una muerte Argentina”
La desaparición de
personas se conoció en Europa como “la
muerte argentina”
LA MARCHA RADICAL
Los radicales no
suelen hacer un uso intensivo de su marcha. En su letra figura la célebre
afirmación de Leandro Alem cuando dice: “Adelante
radicales/ Adelante sin cesar /Viva Hipólito Yrigoyen/ Y el partido radical/
Siempre adelante radicales Adelante sin cesar/ Que se rompa y no se doble/ El partido radical”
El gobierno de
Hipólito Yrigoyen fue el primero de los gobiernos populares del siglo XX en
nuestro país como la representación de las nacientes clases medias. Tuvo
baldones importantes como La Semana Trágica de 1919 y los fusilamientos de los
obreros patagónicos en 1921/1922. Pero el radicalismo, contradiciendo a Alem y
la marcha, de proscripto y revolucionario en las primeras décadas del siglo XX,
pasó a ser cómplice durante la primera década infame en su versión “alvearizada”,
integrante luego de la Unión Democrática, diez años después fue golpista y
principal beneficiada de la Revolución Fusiladora, al punto que la Marcha
Libertadora fue entonada en un acto de la Unión Cívica Radical el 14 de marzo de 1957 encabezado por dos conspicuos gorilas como
Ricardo Balbín y Miguel Ángel Zabala Ortiz. Se dobló en los hechos mencionados
y también más adelante cuando convalidó con su participación, elecciones sin la
presencia de las mayorías proscriptas. Se rompió en la escisión de Arturo
Frondizi en 1957 y se dobla actualmente en forma indigna como si fueran
empleados maltratados del gobierno de Mauricio Macri. En su haber está la buena
política económica de Arturo Illia y algunos gestos soberanos de dignidad, y el histórico juicio a las tres primeras
juntas militares del gobierno de Raúl Alfonsín.
LA MARCHA PERONISTA
Con
diferentes versiones sobre su origen, posiblemente la más fidedigna es que se
adaptó una marcha del Club Barracas Junior. Es la más conocida y según el
economista no peronista Julio Nudler, ya fallecido, que recopiló todas las
versiones, “no hay con qué darle”,
Desde
hace mucho tiempo la realidad desmiente la aseveración: “Los muchachos peronistas / todos unidos triunfaremos” . No se ajusta a la concepción ideológica del
peronismo cuando dice: “Por ese gran argentino/ que se supo conquistar/ a la gran masa del
pueblo/ combatiendo al capital”.
El peronismo precisamente desde el Estado intentó un desarrollo capitalista
apoyando y muchas veces sustituyendo a una burguesía nacional débil e
ideológicamente muchas veces alienada a la oligarquía. La profunda revolución
en términos burgueses que hizo el peronismo es su gran mérito, al tiempo que
fortaleció a la clase obrera, la
empoderó, estableció una legislación laboral de avanzada, una distribución progresiva
del ingreso nacional, una clara política industrial, una notable transformación
en materia de salud, una política exterior medianamente independiente. Perón
sufrió una doble incomprensión: en su dos primeros gobiernos, sectores enormes
de la clase media lo consideraron fascista; y en el tercer gobierno, los hijos
de muchos de aquellos padres lo vieron
socialista. Perón no fue ni fascista ni socialista sino un revolucionario
burgués y en eso estriba su enorme progresividad. El peronismo es el populismo
más longevo de América Latina lo que no lo priva de manchas negras enormes que
van desde la Sección Especial a la Triple A; desde el menemismo a la
complicidad de gobernadores y sectores del Partido Justicialista con la
política de entrega del gobierno de Cambiemos
MARCHAS ESCOLARES
La más conocida e
indudablemente muy atractiva es la “Marcha de San Lorenzo”. Fue un combate
absolutamente menor y sin embargo el más recordado desde la escuela por esta
marcha. Dice: “Y nuestros
granaderos,/ aliados de la gloria,/ inscriben en la historia/ su página mejor/ Inscriben
en la historia su página mejor.” Es falso, no hay relación con las grandes
batallas posteriores de Chacabuco y Maipú, después de la enorme hazaña de
cruzar los Andes con 4000 soldados, más otros 1200 hombres en milicias,
auxiliares y arrieros. A eso hay sumarle 10.600 mulas, 1600 caballos, 600
bueyes, 483 vacas.
En San Lorenzo, según el historiador Felipe Pigna en su libro “La voz
del gran jefe. Vida y pensamiento de José de San Martin”: “Los hombres que
combatirían finalmente en San Lorenzo eran unos 150 granaderos de élite que el
propio San Martín había seleccionado por sus condiciones de combate…. Las
tropas realistas que desembarcaron fueron aproximadamente 250.”
En “Marcha a mi bandera” se dice: “Aquí está la bandera idolatrada/ la
enseña que Belgrano nos legó/ cuando triste la patria esclavizada/ con valor
sus vínculos rompió”
Pasaron seis años desde el 25 de mayo de 1810 a la dubitativa
proclamación de la independencia el 9 de julio de 1816. San Martín se enardecía
pidiendo que se tomara claramente esa decisión trascendental.
Por su parte Belgrano hizo jurar la bandera el 27 de febrero de 1812
cuando se encontraba al frente de Ejército del Norte, en las barrancas del
Peraná, en un acto de absoluta coherencia, porque no tenía sentido enarbolar la
bandera que también desplegaban las tropas contra las cuales se combatía. El
Triunvirato que gobernaba no tenía el valor que recuerda la marcha y le envió
una fuerte admonición ante ese acto que consideró indisciplinado, pero Belgrano
la recibió después de realizar su valeroso e histórico gesto. Le decía: “Ha
dispuesto este gobierno que haga pasar como un rasgo de entusiasmo el
enarbolamiento de la bandera blanca y celeste, ocultándola disimuladamente y
sustituyéndola con la que se le envía, que es la que hasta ahora se usa en esta
fortaleza. El gobierno deja a la prudencia de V.S mismo la reparación de tamaño
desorden, pero debe prevenirle que ésta será la última vez que sacrificará hasta
tan alto punto los respetos de su autoridad y los intereses de la nación que
preside y forma, los que jamás podrán estar en oposición a la uniformidad y el
orden.”
El secretario de ese primer triunvirato fue el siniestro Bernardino
Rivadavia, enemigo jurado de San Martín.
La canción patriótica Aurora, de hermosa música, es de una elementalidad
que me priva de comentarla.
El Himno a Sarmiento es una oda a su figura. Es cierto que es una de las
figuras más complejas, con claroscuros poderosos. El himno ilumina sus
claros: “… Con la luz de tu ingenio
iluminaste/ la razón, en la noche de ignorancia….” Se observa en su himno,
involuntariamente, uno de los pasivos
más grandes que dejó el sanjuanino, su malhadado axioma de civilización y
barbarie que atraviesa la educación argentina y que es una poderosa anteojera
para comprender los gobiernos populares. En términos actuales sería la madre de
la grieta: el establishment representa la civilización, lo popular la barbarie.
HIMNO NACIONAL
El himno recoge en su versión completa la idea de la Nación
Latinoamericana, la preocupación de todos los Libertadores. El ensayista,
historiador y político Jorge Abelardo Ramos sostenía: “Somos un país porque no pudimos integrar una Nación, fuimos
argentinos porque fracasamos en ser latinoamericanos…….no somos subdesarrollados porque estamos divididos, sino que
estamos divididos porque somos subdesarrollados.”
El himno cita a muchas de las batallas que se habían librado al momento de su
redacción en nuestra Patria Grande: ¿No los veis sobre
Méjico y Quito/arrojarse con saña tenaz,/ y cuál lloran bañados en sangre/ Potosí,
Cochabamba y La Paz?/¿No los veis sobre el triste Caracas/ luto y llanto y
muerte esparcir?”
Donde el himno se
va a la banquina cuando dice: “Buenos Aires se pone a la frente/de los pueblos de la ínclita Unión,/y con brazos robustos desgarran/al
ibérico altivo león.
Los comerciantes
del puerto de Buenos Aires cuyos representantes emblemáticos fueron Rivadavia
primero y Mitre después, tenían una visión porteña y sabotearon los intentos
libertadores continentales. Eso convirtió en papel picado lo dicho en la
versión reducida:
“Ya su trono
dignísimo abrieron/ las Provincias
Unidas del Sud”
LAS
MARCHAS Y EL HIMNO CON SUS MEDIAS VERDADES
Las marchas escolares y el himno con sus luces y sombras encarnan medias verdades o la omisión que lo que hoy se glorifica es una reivindicación póstuma, de aquellos protagonistas que fueron muchas veces descalificados en vida. Las marchas partidarias como la radical y peronista, son un espejo en donde se reflejan las contradicciones de los dos partidos más taquilleros. La Marcha de la Libertad es una pieza de museo. La historia ha ubicado aquel golpe en los trastos de lo impresentable.
Las marchas escolares y el himno con sus luces y sombras encarnan medias verdades o la omisión que lo que hoy se glorifica es una reivindicación póstuma, de aquellos protagonistas que fueron muchas veces descalificados en vida. Las marchas partidarias como la radical y peronista, son un espejo en donde se reflejan las contradicciones de los dos partidos más taquilleros. La Marcha de la Libertad es una pieza de museo. La historia ha ubicado aquel golpe en los trastos de lo impresentable.
Al lector le queda
el veredicto para lo cual puede coincidir con lo que afirmó el filósofo y
matemático inglés Alfred North Whitehead: “No hay verdades completas; todas las
verdades son medias verdades, pero el diablo juega a hacerlas pasar como
verdades completas”. O encontrar en el poeta español Antonio Machado una guía
orientadora: “¿Dijiste media verdad? Dirán que mientes dos veces si dices la
otra mitad”.
23-02-2019
· Publicado en
la Tecla Ñ
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