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los define como “aquellas personas que, de forma
individual o colectiva, fijan los objetivos y toman las decisiones estratégicas
acerca de las metas, los medios, la administración y el control de las empresas y asumen la responsabilidad tanto comercial como legal
frente a terceros. El empresario es la persona física, o jurídica, que con
capacidad legal y de un modo profesional combina capital y trabajo con el objetivo de producir bienes y/o
servicios para ofertarlos en el mercado a fin de obtener beneficios.”
Es
sin lugar a dudas un actor principal del sistema capitalista. En términos
clasistas son “la burguesía”. Que a su vez conforman un sector social con
intereses comunes y contradictorios como se observa en los países que concretaron
la revolución burguesa como en Francia, Inglaterra y más tardíamente en EE.UU y
Alemania. Hay burguesías industriales, comerciales, agrícolas, que asocian a su
proyecto de nación a las clases medias, vinculadas a las profesiones y oficios
y a los trabajadores que es la mano de obra que ejecuta las tareas que
necesitan para el cumplimiento de sus objetivos. Según el sector de la
burguesía que predomine, se determinará el perfil del país y su grado de
desarrollo.
En
los países semicoloniales esa burguesía industrial denominada muchas veces
burguesía nacional se ha unido al imperialismo y a la oligarquía para frenar a
los trabajadores o unido a los proletarios para enfrentar al imperialismo
Los
países desarrollados son tales, porque la burguesía industrial se impuso como
dominante. En la guerra de Secesión de los Estados Unidos se impuso el norte
industrial sobre el sur algodonero y tabacalero. La guerra civil duró cuatro
años (1861-1865). En cambio en la Argentina
las guerras civiles se extendieron por sesenta años. Justo cuando empezaba la
guerra civil norteamericana en 1861, el sur agropecuario se impuso sobre el
norte industrial y eso determinará el perfil económico del país. La batalla de
Cepeda con la claudicación de Urquiza a favor de Mitre, significó el triunfo de
los intereses portuarios y de la Provincia de Buenos Aires y que luego en los
19 años posteriores, se concretara una cacería sobre las huestes norteñas.
En
los países coloniales y semicoloniales, las industrias sustitutivas y las consiguientes
burguesías industriales, surgen cuando las crisis del capitalismo no pueden
abastecerla de productos industriales (crisis económicas, guerras mundiales).
De
1930 a 1945, en la Argentina se desarrolló esta industria y surgió un nuevo
proletariado constituido por los descendientes de los derrotados de las guerras
civiles. Ellos son el origen del peronismo cuando en un luminoso día de octubre
se apropiaron de la Plaza de Mayo e hicieron posible que Perón saliera de su
cautiverio.
A
pesar que el peronismo vino a fortalecer y en gran medida reemplazar una
burguesía industrial débil y alienada ideológicamente a la oligarquía, los
empresarios y la oligarquía se unieron en 1955 para derrotar por las armas al
proceso extraordinario iniciado un 4 de junio de 1943.
CARACTERÍSTICAS DE LA
OLIGARQUÍA Y LA BURGUESÍA
Ambas
han tenido una matriz común que es la fuga de capitales. La oligarquía durante
muchos años fue una clase capitalista pero no burguesa. Era la época del primer
centenario, con las vacas gordas y los peones flacos y con un PBI que la
convertía en el séptimo país del mundo.
Con
ricos tirando manteca al techo y con caracterizaciones en París donde se
afirmaba “tan rico como un argentino” a modo de demostrar poderío económico.
Jorge
Abelardo Ramos en su libro “Revolución y contrarrevolución en la Argentina”
escribió: “Todos los testimonios de los visitantes extranjeros atraídos por la
jarana de 1910, señalan el deslumbramiento que les producía la opulencia
insolente de la Buenos Aires oligárquica. …Un periodista norteamericano, George
Kent, años después escribió: “La casa de La Prensa es un edificio serio y
sólido de seis pisos, de granito y estuco, con porteros de librea en las altas
puertas de hierro. En cierta ocasión un representante del Vaticano que visitaba
La Prensa observó: 'Me parece demasiado lujo para un periódico'. Don José
respondió sonriente: ¿Y qué, no es San Pedro en Roma una iglesia bastante
lujosa?”
Dicho
periodista, refiriéndose a las frecuentes visitas europeas que realizaba Ezequiel
Paz, propietario del diario, añadía: “Esos viajes a Europa y la prodigalidad
con que Don Ezequiel Paz gasta su dinero son famosos en la Argentina. A menudo
tomaba la mitad de la mejor cubierta de un trasatlántico de lujo, hacía decorar
y amoblar de nuevo todas las piezas y llevaba a Europa gran número de personas
de su familia. Llevaba en el barco a su cocinero y también aves de corral y una
vaca para tener siempre la leche fresca. Al llegar a Francia, hacía matar la
vaca y casi siempre daba la carne a la tripulación. En el viaje de regreso
llevaba otra vaca. Al llegar a Buenos Aires, la hacía matar y daba la carne a
los tripulantes…..Una elegante dama, también propietaria de vacas, le confiaba
a Clemenceau, consternada, que las exigencias de la vida social en Buenos Aires
eran muchos mayores que en París: 'Seis vestidos me bastan para la estación de
París; me hacen falta doce en Buenos Aires'.
Palacios
como el de los Paz donde funciona el Círculo Militar, o el Ortiz Basualdo donde
está la Embajada de Francia, demuestran algunas de las inversiones capitalistas
pero no burguesas del poder económico
En
las últimas décadas la estructura del campo argentino ha cambiado
significativamente con un incremento considerable de inversión en tecnología y
en las formas de producción.
La
vocación del poder económico de radicar los excedentes en el exterior es
irrefrenable y atraviesa a la sociedad argentina vertical y
horizontalmente.
Se
calcula que por lo menos hay trescientos mil millones de dólares en el
extranjero.
De
eso se blanquearon ciento dieciséis mil millones de dólares, de los cuales la
inmensa mayoría continúa en el exterior. Supongamos, exagerando, que de los
ciento dieciséis mil millones, 16.000 millones corresponden a profesionales,
pequeños industriales, pequeños comerciantes, entre otros. Quiere decir que
cien mil millones de dólares, casi un quinto del PBI, un tercio de lo que
permanece oculto, corresponde al denominado Circulo Rojo en el lenguaje
macrista. Son esos que al concluir el Tercer Encuentro de AEA (Asociación
Empresaria Argentina - los más poderosos del país) lo llevaron al Ministro de
la Producción Francisco Cabrera a afirmar: “Lo mejor que tenemos son nuestros empresarios”. Mientras se habla
de modernidad y se adapta el lenguaje a eufemismos que ocultan la verdad o
que denominan a la mentira como
posverdad, Jaime Campos, un directivo de AEA, expresó en el mismo lugar: “Los
ciudadanos somos previos al Estado, hay que ver si los gastos del Estado son
los que corresponden.”
Son
estos empresarios que promovieron y lograron que se concretara la estatización
de sus deudas, que esquilmaron al Estado en la etapa denominada de la “Patria
contratista”, que luego se quedaron con las privatizaciones, mientras remitían
al exterior sus superlativos excedentes.
Buena
parte de los funcionarios del gobierno de Mauricio Macri tiene sus patrimonios
alojados en el exterior siendo el caso más patético el del Ministro de Hacienda
Nicolás Dujovne que recorre el planeta en busca de la lluvia de inversiones,
mientras radica el 87% de sus bienes muy lejos del lugar al que solicita a los
extranjeros que inviertan.
Los
grandes empresarios y una proporción de los medianos y pequeños, tienen una
matriz liberal, aborrecen del populismo aunque es el que les crea las mejores
condiciones, el modelo que les recrea un mercado interno para lo cual restringe
el ejercicio irrestricto del derecho de propiedad y trata de limitar las
arbitrariedades del capital.
Eternamente
oficialistas por arriba, pero muy críticos de los gobiernos populares sotto
voce, esto queda muy bien exteriorizado en el buen libro de Gabriel Vommaro,
Sergio Morresi y Alejandro Bellotti llamado “Mundo Pro. Anatomía de un partido
fabricado para ganar”: “(Franco Macri) había sido procesista hasta la
presidencia de Leopoldo F Galtieri, se convirtió en un demócrata vehemente en
el instante en que los militares emprendieron la retirada. De modo equivalente,
tras haber mostrado simpatías por el peronismo (al punto de brindar apoyo
financiero a varios ex empleados de SOCMA, como Carlos Grosso, José Octavio
Bordón y José Manuel de la Sota), con el triunfo del radicalismo se convirtió
en alfonsinista.” Luego coqueteó y se manifestó kirchnerista.
Los
poderosos empresarios jóvenes como Gustavo Grobocopatel (denominado “el rey de
la soja”) se diferencia por su inmersión en la tecnología, pero su ideología no
está alejada de los tradicionales parámetros campestres. El muy exitoso
empresario de Mercado Libre Marcos
Galperín, salió a respaldar la reforma laboral de Temer en el Brasil.
Los
empresarios surgidos o consolidados al calor del kirchnerismo no escaparon en
general a la caracterización descripta, yendo desde Electroingeniería que ha
vaciado Radio del Plata con sus empleados a la intemperie a Sergio Szpolski,
más conocido por su prontuario que por su currículo, a quien se puso a cargo de
un conjunto de medios que quedaron a la deriva, silenciaron Radio América, y
finalmente cerraron dejando a los trabajadores a la intemperie
Resultado
de una concepción semicolonial, las burguesías
industriales de los países subdesarrollados compran lo que las burguesías de
los países desarrollados dicen que hicieron o hacen y no lo que realmente
hicieron o hacen.
El
empresario italiano de la FIAT, que hace honor a su apellido Cristiano Ratazzi
declaró: "Estamos entre los primeros 20 países del mundo,
agradezcámosle a Menem y Cavallo"
Como
se ve, todo va en camino de abonar la boutade de Francisco Cabrera: Lo mejor
que tenemos son nuestros empresarios”.
ANÉCDOTAS DEL PODER ECONÓMICO
“-
¿Las cenas son siempre iguales? – preguntó una vez Zulema Yoma al personal de
la residencia de Olivos-
“-Cambia
el menú. Cambian los presidentes. Lo que nunca cambian son los invitados- fue
la respuesta” (Horacio Verbitsky
Página12 1-11-2009)
El 5 de mayo de
2003 Claudio Escribano presentó un ultimátum a Néstor Kirchner. Durante un
desayuno, Escribano le comunicó el pesado pliego de condiciones: alineamiento
incondicional con Estados Unidos, denuncia internacional de Cuba, relaciones
especiales con el sector empresario, olvido de los crímenes de la guerra sucia
y mano dura contra la inseguridad. Kirchner le respondió que “mi mayor
preocupación es que me acompañen los argentinos, por eso no empiezo por los
empresarios ni por el embajador de ningún país. Tampoco pienso en un
alineamiento automático con Estados Unidos ni en buscar que me aprueben como
precondición para gobernar mi país. Ocurre que usted y yo tenemos visiones
distintas del país”. Escribano escribió entonces en la tapa de La Nación que la
Argentina había decidido darse gobierno por un año, profecía atribuida a no
identificados miembros del Council of Américas, a cuyo cumplimiento el diario
dedica desde entonces sus mejores esfuerzos, aunque se le haya vencido el
plazo. (Página 12 18 de mayo del 2003).
En 1945, el coronel Perón recibió al embajador de
Estado Unidos Spruille Braden, quien le llevó también una suerte de
"pliego de condiciones" y terminó su ofrecimiento diciendo: “Créame
señor presidente, que si usted hace todo esto será muy bien considerado en mi
país”. El coronel Perón le contestó: “Vea señor Embajador: a mí no me
interesa ser muy bien considerado en su país al costo de ser un hijo de puta en
el mío”.
Según
el ex canciller radical Dante Caputo en el semanario Perfil del 24-11-2012: “Fue en 1984. El señor Guillermo Alchourron,
presidente de la Sociedad Rural, me invitó a su casa. Cuando llegué, me estaban
esperando hombres con los que nunca tuve ni tendría que ver, como Adalbert
Krieger Vasena –ministro de Economía de Onganía–, Arnaldo Musich–operador de
los intereses británicos– y varios otros.
Nos sentamos y uno de ellos me dijo, con la formalidad que convenía, el
anuncio que siguió: “Ministro, nosotros somos el establishment”. Luego,
así como se lo cuento, lector, me ofrecieron una alianza que rechacé. Todo tan
simple, tan claro, tan impúdico.
Sentí el placer del astrónomo que descubre un nuevo planeta y el terror
del niño que siente sobre su hombro la mano del fantasma. El establishment
no es un concepto. Vive y quiere regresar.”
El 25 de septiembre de 1955- recuerda
Miguel Gazzera- el General Lonardi concedió una audiencia a lo que quedaba de
la conducción de la CGT. Los compañeros estaban en la antesala cuando por el
despacho pasó un marino. Se detuvo, les preguntó quiénes eran y qué esperaban.
Respondida la pregunta, los miró detenidamente y les hizo explotar esta
sentencia: “Sepan ustedes que la
revolución libertadora se hizo para que en este país el hijo del barrendero,
muera barrendero. Era el Contraalmirante Arturo Rial “Peronismo, autocrítica y
perspectiva” - Miguel Gazzera Página 64.
En el libro de Graciela
Mochkofsky “Pecado Original. Clarín, los
Kirchner, y la luchas por el Poder (página 142) cuenta”: “El dueño del Banco
Mariva, Chicho Pardo, le había preguntado a Magnetto en el 2003 por qué no se
presentaba él como candidato a presidente, y que éste le había contestado: ¿Por
qué querés que pierda poder?
Alejandro Wall, en su libro
“Academia Carajo” escribió: “Chacho” Alvarez, por
entonces Vicepresidente de la Nación,
junto con García Cuerva -Interventor del club desde el 25 de abril del 2000-
pensó un esquema donde Racing recibiera un anticipo de los dineros que le
correspondían al club por la televisación, para lo cual citaron al CEO del
grupo Clarín al Congreso. En el libro se destaca que “el CEO del multimedio,
entró al Congreso y caminó derecho al despacho del Vicepresidente, lugar que
conocía muy bien después de tantos años de recorrerlo predicando la palabra del
Grupo”. Al abrirse la puerta - destaca el libro - que Magnetto le dijo a
Álvarez: “Ya te hice vicepresidente; ¿ahora que más querés?”. Y agregó:
"No me hinches las pelotas que bastante hice por vos. No me vengas a joder
ahora por Racing".
Laura Di Marco en su libro: “Macri. Historia
íntima y secreta de la élite Argentina que llegó al poder”, escribió: “Cuando
lo secuestraron por segunda vez, en 1978, Franco junto con otros dirigentes
peronistas, movió todos sus contactos con la cúpula militar, que finalmente lo
liberó. Cuando recuperó su libertad, le pidió a su benefactor un segundo
trabajo. ¿Y yo qué trabajo te doy a vos?, lo midió el patriarca. Grosso se
convirtió, entonces, en quien exploraba proyectos de inversión del holding en
países de América Latina, aunque muy pronto pasó a controlar los emprendimientos
del grupo fuera de la Argentina. Finalmente en 1980, Franco le ofreció la
gerencia general de SOCMA.
Grosso aceptó, pero le puso dos
condiciones. La primera fue que nunca negaría su condición peronista.
-
Y lo segundo…..Cuando
vuelva la democracia, yo renuncio. Quiero ser presidente.
-
Franco Macri lo miró
largamente, divertido, y finalmente desafió:
-
Ese día, ya vas a saber
que sos mucho más poderoso como empresario que como presidente. Y vas a estar
tan contento de ser empresario, que no vas a renunciar a nada.
-
Voy a renunciar- subió la
apuesta el joven.
-
Y cuando llegó la
democracia, cumplió
En el libro “Raúl
Alfonsín. La democracia a pesar de todo” de Andrew McAdam, Víctor Sukup,
Claudio Oscar Katiz ( página 231) se cuenta; “La derrota del 14 de mayo (1989) fue
dura y enseguida se planteaba el problema de la gobernabilidad ¿cómo podía
seguir gobernando por 210 días un equipo que acababa de obtener ese veredicto
de rechazo de las urnas y que tenía en contra no sólo el partido triunfante,
sino también a los militares revoltosos, los empresarios poderosos, Iglesia y
Sociedad Rural, así como los sindicatos unidos detrás de la coalición
victoriosa? Muy pronto, la trasmisión anticipada del poder al presidente electo
llegó a ser la opción más probable. Como cuenta un amigo de Alfonsín, el
ambiente era realmente tétrico: a comienzos de mayo, se liberó el tipo de
cambio, a instancia de los empresarios- quienes garantizaban su estabilidad- y
al día siguiente el dólar se disparó al triple. “Estamos destrozados” comentó Alfonsín ante dos testigos cercanos,
Simón Lázara y Marcelo Stubrin. “Aguanten, escuchen y recuerden. Algún día les
vamos a pasar la factura.” Después de la derrota planteaba a los grandes
empresarios: “Déjenme llegar a diciembre”, y Héctor Magnetto, presidente del
poderoso grupo de prensa Clarín contestó: “Ustedes ya son un obstáculo”. El
testimonio es de Simón Lázara 31-08-1999
EMPRESARIOS
No se pretende generalizar pero un
porcentaje importante, fundamentalmente de los que constituyen el establishment
tiene comportamientos en el presente que se encuadran en algunas de las
descripciones y comportamientos aquí considerados.
Inclinados a ajustar el costo
laboral, es decir los salarios, aunque
en el cuadro de resultados de sus empresas el costo financiero supera
largamente a la incidencia de los salarios y contribuciones patronales, los
estereotipos asumidos parecen una barrera insuperable.
Responden claramente a la expresión
de William James, el hermano del famoso escritor Henry James: “Un gran número de
personas piensan que están pensando cuando no hacen más que reordenar sus
prejuicios”
Otro de los
caballitos enarbolados es la presión impositiva. Un auténtico liberal
norteamericano John Kenneth Galbraith afirmaba: "Nada
favorece tanto la tranquilidad social como las protestas de los ricos cuando se
sienten apretados por el fisco".
La descripción de los comportamientos de uno de
los actores del capitalismo no implica aceptarlo resignadamente, porque como
afirmaba el escritor francés muy conservador
Honoré de Balzac: “La resignación es un suicidio cotidiano”
Visto desde un ángulo mucho más
positivo, parece oportuno recurrir al escritor Bernard Shaw que sostenía: “Hay hombres
que ven las cosas como son, y se preguntan ¿por qué? Y hay otros que sueñan las
cosas como nunca fueron y se preguntan ¿por qué no?”
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