El
suspenso ha terminado. Los candidatos tienen nombre y apellido en cada una de
las listas. El novato Frente Unión Ciudadana ha conformado una lista de
diputados atractiva en la Provincia de Buenos Aires, una asignatura donde
Cristina Fernández ha tenido falencias notorias. Está en línea con su discurso
en el multitudinario acto de la cancha de Arsenal Ha privilegiado la diversidad
dentro de una línea homogénea. El primer lugar quedó reservado a la economista
Fernanda Vallejos, ex funcionaria del Ministerio de Economía en el sector
Cuentas Nacionales, cercana a los grupos juveniles, mediática, que será
conveniente que supere su verborrágico discurso a cassette. Sino corrige su
propensión al monólogo blindado, puede derrumbar la imagen de renovación
levantada. Dos jóvenes y promisorios sindicalistas como Vanesa Siley en el cuarto lugar y Walter
Correa en el décimo a lo que se suma el veterano Hugo Yaski en el sexto,
implica la presencia de la representación de los trabajadores. La ciencia tiene
su lugar privilegiado en el ex titular del Conicet, Roberto Salvarezza,
candidato en segundo lugar. El ex
intendente de la Matanza Fernando Espinoza está en tercer lugar y Daniel Scioli
fue ubicado en el quinto, una posición lejana para un ex candidato Presidente,
pero adecuado dado su actual desgaste político. La primera Camporista, poco
conocida, es Laura Alonso y está novena detrás de Leopoldo Moreau. Lo de Fernando Espinoza es uno de los muchos
absurdos que el movimiento de los trebejos en el tablero político ha producido:
es el presidente del Partido Justicialista de la Provincia y compite desde otro
partido con el que preside.
Cristina,
al llevar de acompañante a senador a Jorge Taiana repara una de las injusticias
que cometió durante su Presidencia.
El
Frente Renovador postuló como candidatos a Senador a la pareja política Sergio
Massa y Margarita Stolbizer. Su lista de diputados en la Provincia es
interesante, encabezada por Felipe Solá, Mirta Tundis, Daniel Arroyo y Jorge Sarghini
en los primeros puestos. “Cambiemos” mantiene lo que se había adelantado, con
Estaban Bullrich y Gladys González candidatos a Senadores y la de diputados encabezada
por la oscilante Graciela Ocaña, y luego Héctor Totí Flores (que es el pobre en
un partido orientado hacia los ricos) Guillermo Montenegro y Marcela Campagnoli.
El segundo y el cuarto lugar están ocupados por soldados de Carrió, lo que revela el peso
de la chaqueña en la lista. El que se quedó con el sello PJ, el ex Ministro
Aníbal Florencio Randazzo, es acompañado en su postulación a Senador por la
abogada Florencia Casamiquela y su primer candidato es el intendente de Bolívar
Eduardo Bucca, seguido por Juan Manuel Abal Medina. La sorpresa es el quinto
lugar para el especialista en seguridad Marcelo Saín. En la izquierda no hay
sorpresas, salvo la permanencia en el tiempo del FIT; los jóvenes Nicolás del
Caño y Miriam Bregman, que fueron su fórmula presidencial en las últimas
elecciones, ahora candidatos a cargos legislativos, el primero en la provincia
de Buenos Aires y la segunda en la Ciudad de Buenos Aires, le dan un aire
renovado y mucho menos dogmático.
ESCENARIO POLÍTICO
Argentina
es un escenario complejo y contradictorio. Un partido nacido de la crisis del
2001, creado por uno de los empresarios más ricos del país, conocido
nacionalmente por haber sido presidente de Boca, en sólo 14 años rompió el
tradicional predominio peronista o radical, y con ideología de derecha envuelto
en los tramos finales en un marketing de camaleón, derrotó al kirchnerismo,
versión aggiornada aunque menor, del peronismo histórico de 1945 a 1955. Ese
partido, el Pro, aliado al radicalismo, constituyeron un matrimonio de
conveniencia, en donde cada uno tenía lo que carecía el otro: Macri aportaba su
figura de proyección nacional, siendo entonces un partido distrital y el
radicalismo ponía su presencia nacional pero carente de un candidato con
posibilidades electorales. En 18 meses, el PRO se va apoderando del
radicalismo, a través de una transfusión de votos, del más antiguo de los
partidos nacionales al más novato. El partido de Yrigoyen, lentamente se va
transformando, según una humorada que circula, atribuida a Polito, de ser “una
especie en extinción para pasar a ser temporalmente una especie protegida” a lo
que conviene agregarle donde lo van cocinando a fuego lento.
Que
en la Argentina la foto de un momento se convierte en una película diferente y
sorprendente lo demuestra el PRO, qué en el 2013, no estuvo en condiciones de
anotar una lista propia en la Provincia de Buenos Aires. Incluso en febrero del
2015 no tenían existencia válida, ya que la Junta Electoral Bonaerense había
ordenado la caducidad de su personería jurídica. Unos meses más tarde daba el
batacazo ganando la principal provincia con su as de espada María Eugenia
Vidal. Menos de dos años después “Cambiemos” jugará con ese sello en 23 de los
24 distritos, menos en su lugar de origen, la Capital Federal, otra
exteriorización del papel subalterno, servil, de los radicales. Claro mensaje
del macrismo: en el único lugar donde no necesita del radicalismo, va
solo.
A
su vez la presencia nacional del Frente para la Victoria- Justicialismo se ha
ido disgregando al punto tal que en octubre de este año la suma de votos a
nivel nacional parece un resultado cantado.
El
peronismo viene sufriendo un proceso de fragmentación desde la crisis del 2001,
donde Eduardo Duhalde originó una interna abierta en la elección presidencial
del 2003 para evitar el triunfo de Carlos Menem en una interna partidaria, se
disciplinó bajo la conducción de Nestor Kirchner y fue volviendo lentamente a
una situación parecida al 2001, tras la escisión de Sergio Massa del 2013, y la derrota del 2015.
En
poco tiempo los actores en su distribución y posibilidades a nivel nacional
están invertidos. A su vez Cristina Fernández es la única capaz de llenar un
estadio pero sus fuerzas se han reducido territorialmente a un segundo puesto
en la Capital Federal, alrededor de un 25%, y en la Provincia de Buenos Aires,
su inserción es muy importante, en el segundo y tercer cordón, diluyéndose a
medida que se aleja de esa geografía favorable. La ex Presidenta seleccionó a
Macri, durante su gobierno, cómo adversario principal. Hoy Macri elige a
Cristina Fernández como el enemigo a derrotar. Se asume como el futuro para
derrotar el pasado. Un manejo maniqueo motorizado por jueces que en nombre del
Poder Judicial e invocando una justicia que han ultrajado, avanzarán en las
causas contra Cristina Fernández de acuerdo a las necesidades del cronograma
electoral, algunas tan descabelladas como el dólar futuro, o el de traición a la Patria por la firma del Memorándum
con Irán, y el delirio llega a su cúspide si la terminan procesando por la
instigación al asesinato del fiscal Nisman, un caso que hasta el momento tiene
todas las características de un suicidio. Puede consolarse mirando la historia.
El huracán de odio de la Fusiladora también lo acusó a Perón de traición a la
patria. Paradoja histórica: los que la venden
acusan de traición a los que la defienden.
Pero
si esto resulta medianamente sorprendente, no lo es menos que un gobierno cuyos
resultados económicos son desastrosos, aunque la mayoría de ellos
premeditadamente buscados, a escasos
cuatro meses de las elecciones de octubre, mantiene altas expectativas
electorales. Este es uno de los fenómenos más interesantes y sorprendentes que
no sido suficientemente analizado.
INTENTO
DE INTERPRETACIÓN
¿Cómo
es posible que después de casi dos años donde el gobierno ha expuesto su peor
cara, están lejos de haberse agotado sus posibilidades electorales?
Una
encuesta de Isonomía, más allá de los porcentajes y su verosimilitud, da pie para entender este fenómeno tan
particular. A la pregunta de cómo está con relación al 2016, un 38% afirma que
está peor y un 33% afirma que está igual. O sea un 71% no está mejor con el gobierno
de Mauricio Macri. Pero cuando se pide que expliquen la falta de resultados un
47% considera que hay que darle tiempo al gobierno. Y cuando se le pregunta
cuáles son sus expectativas, un 58% supone que en el 2018 estará mejor.
Entre
la comprensión de la falta de tiempo para apreciar buenos resultados y las
optimistas expectativas de cara al próximo año, son los dos sostenes que mantiene bien posicionado a un gobierno
que aumentó la desocupación, endeudó el país en forma superlativa, aumentó el
déficit fiscal, desinfló el consumo, aumentó la pobreza, decreció el PBI,
intensificó la recesión, produjo un fuerte proceso de desindustrialización, una
distribución regresiva del ingreso, al tiempo que el salario perdía poder
adquisitivo entre un 6 y un 10 %. Y para completar el panorama abrió la importación
y alienta la timba financiera. Una administración que con una planilla de Excel
en la cabeza y un témpano en el corazón, suprime buena parte de los programas
sociales atacando a discapacitados, reduciendo los remedios a los jubilados,
suspendiendo el Plan Progresar para los jóvenes, o interrumpiendo la entrega de
computadoras a los alumnos de los colegios. Sólo unos pocos ejemplos de una
amplia variedad de inequidades.
Se
manejan con una torpeza notable por arriba, lo que lleva a la subestimación de
sus referentes y del presidente, pero por debajo lo hacen con habilidad y
tienen un manejo del marketing esmerado.
El
sociólogo Gabriel Vommaro, un especialista que ha estudiado en profundidad al
macrismo ha escrito: “La movilización de los CEO, comenzó mucho antes de tener
que conformar gabinetes. Esos gabinetes pueden ser vistos como el punto de
llegada de una larga marcha que consistió en esta movilización y politización
de un universo que, desde los años 90, se había replegado masivamente de la actividad
política y miraba con desconfianza – y con superioridad – a los políticos
profesionales. Agentes centrales de un capitalismo globalizado y flexible,
portadores de la promesa de una modernización para las economías periféricas
demasiado expuestas a los “engaños del populismo” y conectados con los países
del norte, pero también a la región, a través de los caminos señalizados por
las corporaciones en lo que hacían carrera, ….los CEO y su medio social se politizaron y entendieron que era
necesario “meterse en política”, o al menos en la función pública, para que el
Estado hablara por fin el lenguaje de la globalización……La movilización
de los CEO significaba llevar al Estado la eficiencia del mundo privado. Darle
a la política algo que no tenía……..Si, se puede significaba, en cierta forma,
si es posible gobernar un país dominado por las fuerzas nacional populares y
por una clase política que no se recluta, como en otros países, sólo en las
elites sociales. “Si, se puede” gobernar
un país plebeyo en el que, además, los empresarios y sus cuadros dirigentes no
gozan de especial estima pública. Como parte de esta cruzada hicieron de la
oposición al populismo, que ya era una bandera de las derechas regionales en
los años 90, una parte central de su estrategia……Por primera vez, parece
ser cierto que una de las partes de las elites sociales y económicas “si
pueden” gobernar el país plebeyo, domar sus “procesos”; en cambio, aparecen más
dificultades para que “si, se puede” realizar el cambio cultural del que son portadoras.
Por momentos, como gobierno de normalización, Cambiemos parece tener una
política de bajo vuelo fuera de esos grupos, poderosos pero ciertamente
minoritarios, en los que aún resuenan los pechos que se golpean por haber
vencido al “engaño populista””
LA
DERROTA EN LA BATALLA CULTURAL
Uno
de los frentes donde se libra de la batalla y se pierde es la cultural.
Anécdota real: sucedió en el bar
Balcarce de Paraná y Tucumán. Una mujer de alrededor de 65 años pide un diario
y le traen Página 12. Sorprendida por lo inusual de la situación, comenta por
fin un bar con un diario que no sea Clarín y La Nación. Reacciona el mozo quien
le contesta que el votó a Macri y que lo volverá a hacerlo porque estamos como
estamos debido a que Cristina se robó todo. La clienta le pregunta si sabe cómo
hizo la fortuna Macri, a lo que el mozo le responde que no le importa porque Macri
fue empresario y podía hacer con lo ganado lo que quisiera. La mujer le intenta
explicar lo de la estatización de la deuda privada que favoreció al grupo Macri
en 700 millones de dólares, los Panamá Papers, que han sido beneficiarios de la
patria contratista, pero es inútil, porque el empleado repite como una letanía:
“Son unos ladrones, se robaron todo”
La
escena tiene los actores invertidos: la señora podía ser una votante de “Cambiemos”
y el mozo un seguidor de Cristina Fernández, pero la realidad es más rica que
los estereotipos.
El
empleado del bar, debería escuchar al ex presidente de Ecuador, Rafael Correa,
aunque sería difícil asegurar que fuera convencido, cuando despidiéndose de los
maestros de su país recordó como gente no afectada por el proyecto de gravar la
trasmisión de bienes por muerte del causante con el impuesto a la herencia,
salió a apoyar a los que se movilizaban porque si se sentían perjudicados.
Sectores medios y populares defendiendo el interés de los más poderosos. Una
versión ecuatoriana de lo que pasó en la Argentina con la Resolución 125.
Recurrió a los personajes muy conocidos del “Chavo del 8”. Dijo Correa: “La
mayor de las oportunidades es educarse convenientemente. Nunca más esa
educación como mercancía, peor aún como limosna. Uno de mis más grandes
fracasos, es no haber podido cambiar la mentalidad de los hijos de la
burguesía. Mentalidad trasmitida lastimosamente a los hijos de los que
pretenden ser nuevos burgueses. Por ejemplo, cuando salieron a defender, una
minoría, herencias reales, y una mayoría herencias que nunca iban a tener. Y
esa mayoría que defendían herencias que nunca tendrían, los hijos de las nuevas
Doñas Florindas, que apenas tuvieron más que el resto, empezaron llamar chusmas
a los demás, a maltratar a los sencillos obreros, a los Don Ramones, a engreír
a sus malcriados hijos Quicos y a votar por gente de bien como el capitalista
compasivo de Don Barriga. Uds. maestros son claves para lograr el proceso de
cambio, Para evitar que la gente vote contra sus propios intereses. Que jamás
un explotado vuelva a votar por su explotador. Son Uds. los responsables de
proveer una educación verdaderamente liberadora”
La
batalla ganada por el neoliberalismo transmitida brutalmente por la dictadura
establishment-militar, y luego durante el menemismo, con la seducción del
acceso al paraíso por el esfuerzo individual, la exaltación obscena del
individualismo, el desgarro profundo del entretejido social, es explicada
claramente por el escritor Fernando D´addario: “El
veneno inoculado produjo un efecto inmuno-tóxico: convenció a mucha gente de
que si no tiene derecho a vivir mejor, ahora al menos si tiene el derecho a que
los Otros vivan peor. Es el nuevo empoderamiento. El mecanismo discursivo
persuadió a millones, por ejemplo, sobre la inutilidad de exigir que el PAMI
siga entregando medicamentos gratuitos a sus afiliados ( “hacen lo que pueden,
con lo que le dejaron….); a cambio, los motivó exigir que la Anses “deje de
mantener a esa manga de vagos que viven de los planes”. Instaló la idea,
aceptada con resignación fatalista, de que a los empresarios no les queda más
remedio que despedir empleados y precarizar puestos de trabajo; como
contrapartida, promovió un entusiasmo cualunquista contra los extranjeros “que
le sacan el laburo a los argentinos” La ampliación de derechos incluye, claro,
al comerciante que no le vende a nadie pero que ha sido empoderado para
reclamar que “limpien las calles de
piqueteros y manteros que impiden la libre circulación. La ley pareja
para todos……….Hay que desandar el tobogán cultural. No sea cosa que, en la
próxima campaña, retomen el viejo lema “los únicos privilegiados son los niños”
para eliminar la Asignación Universal por Hijo”
CRISTINA EN ARSENAL
En uno de sus
mejores actos, la ex presidenta cambió de escenografía, limitó la extensión de
su discurso a apenas 40 minutos, y se presentó como lo que es, la crítica más
firme y consistente de los desaguisados macristas. Lo expuso con claridad
meridiana: “Necesitamos ponerle un límite a este gobierno en las próximas
elecciones” Evitó todo tipo de confrontación hacia adentro y sintetizó lo que
había producido el macrismo en todos los sectores sociales: “Nos han
desorganizado la vida” Y luego hizo subir al escenario al inmenso arco de
afectados por las políticas económicas y sociales del macrismo. Su discurso,
con la potencia que la caracteriza galvanizó hacia adentro y se dirigió hacia
el 30% fluctuante del electorado que define las elecciones. Una estrategia política
acertada que abandonó en su segundo mandato.
Florencio Randazzo
quedó aislado, decidió mantenerse firme abrazado a su slogan “Cumple”, no
aceptó los acercamientos y ofrecimientos de la ex Presidenta, y más allá de sus
reales intenciones, objetivamente juega a favor del macrismo y del círculo
rojo.
Su objetivo no fue
nunca un cargo en estas elecciones, sino competir en una interna con Cristina,
y sacar un porcentaje de votos que lo posicionara de cara a las elecciones del
2019. Su carrera la puso por delante de
un proyecto del que formó parte. Eso que el primer presidente radical denominó “patéticas miserabilidades”. Incluso
en el encuentro nocturno entre ambos en la noche del 23 de junio, según los
trascendidos, rechazó todas las propuestas que la ex Presidenta le propuso
MAURICIO
MACRI EN ROSARIO
El presidente
realiza actos donde el pueblo está ausente, rodeado de gendarmes y policías y
con un grupo de alumnos previamente seleccionados, que no evita que algunos
padres de los mismos lo increpen como mentiroso o le recuerden las deudas
contraídas a cien años. Con una ignorancia supina de la historia asocia a
Belgrano con su consigna de “Sí, se puede”. Posible coautor con Mariano Moreno
del “Plan Secreto de Operaciones” el proyecto jacobino del gobierno surgido el
25 de mayo de 1810, fuertemente estatizante. Además entre otras cosas escribió:
“Todas las naciones cultas se esmeran que sus materias primas no salgan de sus
Estados a manufacturarse y todo su empeño en darles nueva forma, sino aún
extraer del extranjero productos para ejecutar los mismos y después venderlos.
Nadie ignora que la transformación que se da de la materia prima, le da un
valor excedente, al que tiene aquella en bruto.. lo que no se conseguirá si nos
contentamos en vender, cambiar o permutar la materia prima por las
manufacturas” .
El agudo analista
del establishment, Eduardo Fidanza escribió: “Para tener una idea de la
resonancia de ambos discursos, puede recurrirse a You Tube: hasta el viernes 23
de junio por la tarde, el video completo (de Cristina Fernández) había recibido
397 mil visitas lo que contrasta con las 67 mil entradas al discurso del
Presidente el mismo día. Son hechos significativos, cuyo sentido debe
desentrañarse, para entender que puede estar ocurriéndole a la sociedad”
ESCENARIO
COMPLEJO Y CONTRADICTORIO
Si
alguno de los modelos en pugna se impone definitivamente como es el objetivo
último del macrismo y de la oposición oficialista de Sergio Massa, las
elecciones legislativas no serían más que eso. Pero mientras la Argentina tenga
su tradicional equilibrio inestable, cada elección es un combate dentro de una
larga batalla. Lo saben claramente, el establishment, los medios que lo
expresan y sus escribas editorialistas. Así escribió Ricardo Roa el 25 de junio: “Macri sabe que la garantía de la segunda
parte de su mandato depende de estos comicios. Con la polarización ha jugado
poco menos que a todo o nada. Ganará la elección nacional pero engordó tanto a
Cristina que se compró un problema. Si pierde ante Cristina en Buenos Aires, la
tendrá bien complicada”
El
escenario como se ve es complejo y contradictorio, al punto que hasta los que
habitualmente mienten, a veces hasta dicen la verdad.
A
su vez para Cristina Fernández es una jugada fuerte de alto riesgo, a la que se
compromete, no por deseo sino por imperio de las circunstancias. Lo sintetizó
correctamente el periodista Alberto Dearriba: “El resultado electoral dirá si la historia ubica ineludiblemente a
Cristina Fernández de cara al 2019, o si la envía a descansar al sur”
25-6-2017
Si los medios no lograran que el esclavo defienda al amo no estaríamos en democracia, estaríamos en dictadura. ¿Y no lo estamos? ¿ Acaso no es cierto que la democracia capitalista es la dictadura de la burguesía? Agradezcamos que existan "fierros mediáticos", nos liberan de los otros fierros. En ningún lado triunfó el comunismo. Y el populismo tampoco. Puede ser de a ratos, como cuando un equipo como Chacarita o Argentino Juniors salieron campeones. Después volvemos a lo de siempre. Desde que existen clases sociales se perdió la batalla cultural. El populismo existe para tener lindos recuerdos, Eva Perón, Perón, luego Néstor y Cristina. Imaginemos juntos en una foto: Kirchner, Chávez, Lula, Evo, Correa, Cristina, Dilma. ¿En qué siglo fue? Eso no quita que construyamos futuros recuerdos, deliberadamente, con una nostalgia de anticipación.
ResponderEliminarQué maravilla de artículo. Aunque, por la profundidad y diversidad del enfoque… qué demoledor por el panorama que arroja.
ResponderEliminarSe me ocurre que, los procesos políticos creativos resultan extremadamente demandantes para los sujetos a los que van dirigidos. Porque les requieren, durante el acompañamiento, rediseñar sus propios marcos de vida y subjetividades y les presentan, si son efectivos en la comunicación, una imagen de tal vastedad de posibilidades sociales de la que pueden apropiarse, si acuerdan en moverse como colectivo enfocado, que los apabulla.
Esa resignificación del rol individual y social conlleva una final revaluación de lo que se posee, de lo que fue arrebatado o de lo nunca siquiera fue dado y desemboca en la disyuntiva individual de adentrarse, o no, en territorio de antagonismo. De si desea o no, emplear más energía personal de la inicialmente utilizada en sostener la opción política que se sigue, a fin de restablecer el equilibrio social. Y es quizás por esa incesante demanda de energía colectiva que exige el agente político novedoso que, pasado un tiempo de experimentación, los favorecidos por él pueden inclinarse a evadirlo aceptando una oferta menos exigente en lo inmediato, aunque costosísima en el largo plazo. Porque el Neoliberalismo, solícito, promete eximirlos de emprender construcciones titánicas y deja en calma sus relaciones de proximidad a través de una cosmovisión accesible y acotada (existe el arriba y el abajo inamovibles), al solo costo de suscribir vasallaje resignado. Claramente, tiene mucha capacidad operativa para proveer realidad e identidad aunque la desigualdad social sea el costo que, el individuo y probablemente sus descendientes, pagarán.
Previo a elecciones presidenciales de 2015 – y muy tardíamente, admito -, se conocieron los números que un Estado interventor en manos del Kirchnerismo había desplegado a través de una serie de susbsidios concernientes a transporte, alimentación, servicios de energía y política parlamentaria que defendía trabajos y cuya incidencia era innegable. Ese retardo en visibilizar los aportes estatales fue aprovechado por quienes venían a demoler ese Estado interventor. Y así se impuso una visión del individuo como un entrepreneur que desde la voluntad solitaria concurría al plano laboral y del consumo, independiente de las decisiones macro y geopolíticas que emprendía ese Estado. Pero eso no era un concepto nuevo, ya había sido ensayado en los 80 cuando las usinas neoliberales parieron el “I & Co.”, una aberración ideática que explicaba a los trabajadores precarizados que ellos, en realidad, no eran engranaje necesario de la empresa fordista que empezaba a expulsarlos y a mutar, rompiendo una relación simbiótica positiva de décadas, sino que ahora eran ellos mismos su propia empresa individual, concurriendo a relación laboral desde el acuerdo voluntario de parcería con el socio capitalista mayor, su empleador. Mismo tratamiento recibieron las jubilaciones, ahora forzada cuenta de capitalización móvil y sin continente normativo, lanzadas idénticamente a territorio de aparente decisión personal y no social. El objetivo último de estas avanzadas siempre sería demoler el Contrato Social, invisibilizarlo y degradarlo, llevándose puestas centurias de consensos.
Es claro que estos períodos de creación política inusual siempre reaparecerán porque revelan anatomía histórica intermitente. Y su final de ciclo arroja a sus acompañantes a territorio de cuasi anacronismo, una vez ultimado el ciclo expansivo. Lo cierto es que hasta el final de nuestras vidas, algunos, probablemente persistiremos en reencender la chispa de aquello que presenciamos único. Tal vez, porque nuestra propia interioridad supo corresponderse, sin trauma, con esa particular sustancia histórica. Saludos.
He leído que Mirtha Legrand dijo en su programa "pongo las manos en el fuego por Macri". He leído que Susana ha dicho en su programa "en un año Macri hizo cosas fabulosas". Es parte de la lucha cultural. ¿Cuántas "cartas abiertas" de Carta Abierta, cuántas notas de Hugo Presnam, etc., hacen falta para empatar siquiera este embate por la lucha cultural, por el sentido común, de nuestras dos ídolas mediáticas, populares, con buen rating y permanencia, de horrible pasado en esos mismos medios? (Ahora voy a releer las consideraciones de Camus sobre el míto de Sísifo). Afortunadamente nuestros "enemigos" y enemigos se irán muriendo. Nosotros también, pero ¿no vale la pena el costo?
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