UN AÑO TUMULTUOSO
Era
fácil de pronosticar que iba a ser un año difícil. Últimos once meses del único
gobierno que en el siglo XX gobernó durante tres períodos, lo que es decir doce
años, con medidas transformadoras trascendentales; que padeció distintos
intentos desestabilizadores, arribando a su último año con una muy buena base
electoral; con una economía que perdió impulso; con corridas cambiarias
neutralizadas siempre a un alto costo; con un control de cambio extendido del
cual era fácil entrar pero muy difícil salir; con una disminución creciente del
superávit comercial; con una inflación alta, levemente superior al 30%; con la falta
de creación de puestos de trabajo en el sector privado en los últimos años; con
un déficit fiscal creciente; con la reaparición de la restricción externa, con
los fondos buitres revoloteando, dificultando y obstruyendo; con una ofensiva
mediática permanente y persistente; con un enfrentamiento creciente con
sectores de la justicia; con buena parte del sector empresarial pasando
claramente a la oposición; con buena parte de la dirigencia sindical rebelada;
con la falta de un sucesor confiable como candidato oficial. Todo ello estaba
en los ingredientes que incluía el vaticinio de “año difícil”.
Se
había superado un fin de año con pronósticos agoreros en los que coincidían el
gobierno y la oposición. No hubo asalto a los supermercados, amotinamientos policiales
o de otras fuerzas de seguridad. La presidenta mejoraba considerablemente su
imagen y en la oposición cundía la desazón ante la posibilidad que alguna
variante kirchnerista podía ganar en
octubre.
En
ese escenario, con disminución de la actividad en varias ramas de la economía
simultáneamente a un turismo importante y con incremento de las reservas del
BCRA, la denuncia y posterior muerte del fiscal Nisman se constituyó en el
hecho imprevisto y profundamente revulsivo en el marco del enfrentamiento y
pase a retiro de la figura hasta entonces intocable del mandamás de la
Secretaría de Inteligencia, Antonio “Jaime” Stiuso. En medio de la conmoción
resultante se cerraron importantes acuerdos con China.
Esto
ha acentuado y elevado el voltaje de la confrontación y ruptura con
el sector de la justicia opositora, con un sector importante de los
industriales prebendarios y con el hormiguero de los servicios, un subsuelo
cloacal.
Del
enfrentamiento con esos sectores del Poder Judicial, ha surgido la marcha de
los fiscales opositores convocada bajo la bandera “Por la memoria de Nisman,
por la verdad y la justicia” para el miércoles 18 de febrero.
Es
fácil pronosticar que será una marcha importante fuertemente crítica al
gobierno, con toda la oposición incluida y con buena parte de la base social de
los cacerolazos presente. Tal vez el intento de una remake, en un contexto muy diferente, casi 70
años después de aquella marcha “Por la democracia y la libertad” del 19 de
septiembre de 1945 que provocó el desplazamiento de Perón del gobierno, prólogo
del histórico 17 de octubre que lo repuso. Otros, más optimistas en sus deseos,
porque sus consecuencias fueron irreversibles por décadas, encuentran su
referencia y sus expectativas en la manifestación de Corpus Christi, que el 11
de junio de 1955 juntó a la Iglesia, el establishment y la izquierda
tradicional, y creó el clima necesario, primero para el bombardeo de Plaza de
Mayo, cinco días más tarde, y para el derrocamiento del gobierno en septiembre
de ese mismo año.
Es
irritante y de una hipocresía superlativa observar que los fiscales que
promueven la marcha, Germán Moldes y Raúl Plee, han sido con Alberto Nisman los
que alejaron, entre otros, la posibilidad de esclarecimiento del caso AMIA. Por
otra parte, Ricardo Sáenz y Luis Osvaldo
Rodríguez militan activamente en la órbita de Clarín. Sáenz (Fiscal
General) es el superior de la fiscal Viviana Fein quien tiene a su cargo la
investigación de la muerte de Nisman.
Desde
Clarín y su editorialista Alberto Amato y desde el fiscal Germán Molde se
intenta establecer una identificación entre el segundo semestre de 1975 y la
actualidad en materia de violencia y deslizamiento a la anarquía. La deducción
es explicita: Cristina es Isabel, Capitanich es López Rega, y el final es
conocido.
Los
acuerdos con China es al sector empresarial prebendario lo que el Memorándum de
Entendimiento con Irán significó para las autoridades formalmente
representativas de los argentinos de origen judío, es decir la ruptura en
paralelo con el enfriamiento de las relaciones con EE.UU.
Lo
refleja con claridad la nota del periodista Francisco Olivera en La Nación del
7 de febrero:
“No bien el
avión tocó tierra, Héctor Méndez prendió el
teléfono y se sorprendió con un mensaje de texto. Eran dos
líneas que decían: "Héctor, llamaba para felicitarte. Enrique". El
presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) se quedó pensando. Seguía de
vacaciones con su familia en los Estados Unidos y tenía la mente en cualquier
otra cosa en ese momento. Le costaba además reconocer el número del remitente,
que empezaba con el prefijo de Mendoza. Ató cabos recién horas después: el
elogio era de Enrique Pescarmona, presidente de la metalúrgica Impsa, y el
motivo del aplauso, el lapidario comunicado con que la UIA criticó esta semana
los acuerdos comerciales que el Gobierno acaba de firmar con China y que
someterá a aprobación del Congreso. Pescarmona, líder argentino en la
fabricación de turbinas hidroeléctricas, tiene en el asunto un despecho
particular. En 2010, junto con Corporación América, de Eduardo Eurnekian, y la
brasileña Camargo Correa, había ganado la licitación para construir las
represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, proyecto que el Gobierno dio por
fracasado por falta de financiamiento y decidió anular, para llamar a una nueva
convocatoria en 2012. Quien se quedó finalmente con la obra fue el consorcio
integrado por el grupo estatal chino Gezhouba, la mendocina Hidrocuyo SA y
Electroingeniería, una compañía cordobesa de venturosas coincidencias aquí:
tiene entre sus dueños a Gerardo Ferreyra, ex militante del ERP y compañero de
cárcel de Carlos Zannini en los 70, empresa que cuadruplicó su facturación
desde que el kirchnerismo está en el poder. Esta semana, en Pekín, Cristina Kirchner apuntaló la iniciativa:
firmó el financiamiento para la obra, que contará con el aval del Banco de
Desarrollo de China.
Internas del
universo contratista: a las corporaciones les cayó casi como un segundo
memorándum iraní. El reacomodamiento geopolítico, dicho en vocabulario
cristinista, signará los negocios de la obra pública de aquí al futuro. Tanto,
que en la UIA ya se quejan con sorna de lo que juzgan un reemplazo de los
dictados de Washington, tan cuestionados en los 90, por los de oriente:
"Es el consenso de Pekín", protestan.”
Está por verse
si en la protesta empresaria hay alguna base de sustentación o sólo un
prejuicio ideológico y económico de quienes adherían al Consenso de Washington.
El proyecto de
ley que convierte a la inteligencia en una Agencia Federal, es una iniciativa
importante que no debe ser un maquillaje y por su trascendencia para que sea transformadora y permanente no debe tener
un tratamiento exprés.
Mientras tanto
en la oposición política partidaria, Macri y Massa se disputan al radicalismo
que tiene lo que los dos candidatos presidenciales carecen: estructura
nacional. A su vez el radicalismo carece de candidato presidencial taquillero.
En esas carencias y virtudes complementarias radica la necesidad de las
negociaciones. El temor que aún así no se pueda desplazar al kirchnerismo, aunque se trate de su
versión light y pasteurizada que representa Daniel Scioli, lleva a Techint y
Clarín con su mandadero Ernesto Sanz, presidente del radicalismo, a proponer
una interna abierta entre ellos, Macri y Massa para luego distribuirse los
cargos, con la posibilidad cierta de triunfo en las elecciones nacionales. Esa
entente tiene un solo objetivo: desplazar al kirchnerismo y un plan de gobierno
mínimo consistente en restaurar a favor de los perjudicados lo que el
kirchnerismo hizo bien.
Alguna parte
de la tupacamarización del radicalismo podría alinearse detrás de la “divertida
fórmula” Binner –Cobos.
Durante varias semanas, ham
desaparecido de la agenda de la prensa opositora, la inseguridad, la inflación
y los fondos buitres. Permanecen las denuncias de corrupción. A medida que la
denuncia y la muerte de Nisman y la crisis política que tales hechos desató
vayan cediendo, aunque sin lugar a dudas atravesará el año, volverán los temas
eclipsados. El gobierno debería tener muy presentes las consideraciones del
lúcido analista favorable al gobierno Alberto Dearriba: “Si Nisman pensó
que los chismes que seguramente le pasaban los servicios que pretenden
perjudicar al gobierno iban a herir al kircherismo, está claro que se equivocó.
Ni los opositores pueden sacar roña de una denuncia que muchos juzgan
inconsistente. Pero, en cambio, su muerte puede lastimar al gobierno de una manera
todavía difícil de medir. Todo depende de la
investigación: si es rápida y con resultados certeros, el gobierno tendría un
juicio relativamente benévolo de la sociedad. La conclusión de muchos será que a Cristina le tiraron un muerto. Si
la investigación es morosa y confusa, buena parte de la sociedad puede condenar
en cambio al gobierno. Y lo que es peor, a las instituciones. Esto no depende
lamentablemente de los resultados objetivos de la investigación, sino del
consenso social que irán construyendo los medios sobre la marcha de la
investigación…. Sea como fuere,
la Argentina ya no será igual que antes de Nisman. Ahora hay un cadáver en el
camino a las urnas de octubre. El
futuro político del país estará en buena medida influido ahora por la
investigación judicial. ¿Cuántos argentinos seguirán fieles al gobierno
y cuántos mudarán de opinión al llegar a las urnas perturbados por la muerte de
un hombre? Es un interrogante mayor aún que los que atormentan a los
ciudadanos decentes, que lamentan la muerte de un hombre, más allá de sus
efectos políticos y demandan la verdad.”
Un amplio espectro
opositor poderoso debería obligar al gobierno a movilizar todos sus recursos
humanos, recurrir a la imaginación creativa
y evitar los groseros errores propios, aquellos que en tenis se conoce
como errores no forzados (los facebooks de la presidenta por la muerte del
fiscal; el inapropiado discurso por cadena nacional sobre el tema; el humor
improcedente desde China; el disparo en los pies de Capitanich rompiendo ante
las cámaras de TV las páginas de Clarín; las desafortunadas expresiones de
Aníbal Fernández sobre la fiscal Fein, y nuevamente la Presidenta en una
inapropiada referencia eufemística pero clara al silencio de los que marchan,
hablando a su tropa, en los patios interiores de la Casa Rosada). Cuanto más se
cierre el discurso, más se angosta la
base de sustentación y por lo tanto se progresa en la debilidad.
El gobierno deberá
caminar por un estrecho desfiladero manteniendo siempre un buen termómetro de
la realidad, en momentos que parece confundido y no encontrando la forma de
recuperar la iniciativa. Equivocarse en aspectos elementales del enfoque del
caso Nisman, descuidando los gestos más elementales de la convivencia, que se
acentúa irritantemente cuando en el escenario se cruza una muerte, y encima en
este caso de notable significación, es una torpeza inadmisible y sorprendente.
Si la Presidenta lo niega o la minimiza y cree y acentúa su papel
excluyente de emisarias de buenas
noticias, las dificultades se
potenciarán.
La posible imputación Cristina Fernández y a su Canciller por parte del
fiscal Gerardo Pollicita, el cercano procesamiento del vicepresidente Amado
Boudou, la misma posibilidad para el jefe del ejército César Milani, entre
otras causas judiciales, y un posible intento de generación de desasosiego
económico para el mes de marzo, son nubes que se ciernen sobre el escenario
político.
No es difícil
vaticinar que nos esperan meses agitados de un año tumultuoso.
12-02-2015
Todo muy lindo, pero humor improcedente desde china?. Nahhhhhhhhhhhhhhhh, hermanito, naaaahhhhhhh. La busquedad de parecer objetivos a veces nos vuelve muy permeables. Es logico que las horas de tv y radio, las tapas y todo el arsenal arrancado a la democracia, incluida la fusion multicanal cablebvision, hagan mella.
ResponderEliminarCuando gente como Menem y De la Rua, y todos sus subalternos permanecen en libertad, me parece que la racionalidad de la actual farse es otra.
Es irracional que Capitanich rompa un diario, pero no el estado de la causa papel prensa, de eso ya no se habla, la justicia lo durmio y ya.
La responsabilidad de ser gobierno requiere que el estado de zozobra en el que quieren sumergir a aquellos que agotados se rinden ante el bombardeo mediatico no se expanda.
Pero para eso los modales que se le exigen y se le han exigido a este gobierno parecen bastante caprichosos y temerosos. Un gobierno, quizas el que mas, que promueve leyes que respalden sus iniciativas y no una parva de Dnu en temas sensibles y de debate profundo.
Esas leyes, casi todas, buscan ser derogadas y esto no es paranoia ramplona, es y son declaraciones de los candidatos de la impunidad.
Una ley de medios desvirtuada tras 4 años de estar cautelizada a la que le exigen una celeridad desde el sector que se tardo en demorarla.
Una ley para reformar la justicia que fue cautelizada y declarada en parte inconstitucioal por la corte suprema mas independiente de un gobierno pero no de si misma y sus intereses de permanencia. Que la mantiene mucho mas atenta a los intereses de las corporaciones permanentes que a los intereses de aquellos que votados por el pueblo intentan llevar a cabo la idea que la sociedad voto.
Asi podriamos seguir horas y horas, pero esta demostrado que aqui y hoy no esta en juego la verdad y eso es lamentable.
El aleccionamiento publico que estan haciendo sobre Cristina Kirchner es notable y de una audacia que mas que estar relacionada con la valentia esta relacionada con la impunidad mediatica con la que actuan.
Esta bien ser critico, pero la muerte de Nisman no lo vuelve a Nisman un mejorado. El tipo era un desastre. Y si hay alguien que no lo mato o indujo a un suicidio es el gobierno.
Y si la marcha cuenta con mucha gente, veremos, tampoco quiere decir nada. Alla ellos los que asistan. Son los mismos que llenaban plazas con dias de diferencia por motivos antagonicos.
El populismo mediatico y berreta consigue adherentes y no esta mal. Pero ya me canse de analizarlos y si esta mal mi cansancio espero entonces que no lo sientan aquellos que pujan por que este camino inciado hace mas de una decada con los errores que haya tenido, tiene y tendra sea el que caminemos.
Las fuerzas que quedan son para enfrentarlos en el terreno que les plazca y no me vengan con el arte de la guerra.
SON UNOS IMPRESENTABLES.
Nada mas, podria seguir, pero mejor no aburrir a nadie con mi mirada militonta, pero tan cierta como que la subversion no se apropio de ninguna bebe. Si, la subversion, asi la vamos a terminar llamando si seguimos martillandonos los dedos en vez de martillar los de ellos. Metaforicamente hablando.
No sea que se asute marijuan.
Muy claro el analisis Hugo. Querria saber que opinan tus "amigos"Gabriel Fernandez y Artemio Lopez. Para ellos el caso Nisman es irrelevante y el kirchnerismo se encamina a una victoria contundente en Octubre...
ResponderEliminarEl señor Presman es contador, ha veces demasiado, su prurito de ser objetivo lo vuelve subjetivo, poco comprensivo de realidades complejas. En general es correcto, siempre y cuando uno no pretenda demasiado para lo difícil. Hubiera preferido a la contenida Alicia Moreau de Justo (dejando de lado esa foto con Almirante Rojas a pocos días del golpe), antes que a Eva Perón, (¡si hubiera escrito siendo contemporáneo de aquellos hechos!) que estaba llena de defectos y excesos para sus estrictas tablas del debe y del haber.
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